Celebra la ENTS el Día de Las y Los Trabajadores Sociales

En el marco del 45 aniversario de su creación, la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) rindió un merecido homenaje al profesor y ex director de la Escuela Carlos Arteaga Basurto, y entregó reconocimientos, a propuesta de organismos gremiales, a trabajadoras y trabajadores sociales que se han distinguido en su despeño profesional.

Acompañada por profesorado, alumnado, grupos y asociaciones de Trabajo Social, además de familia y amigos de los galardonados, en un ambiente de calidez y celebración, la maestra Cano reconoció a María Elena García Mendoza, Gladys Gutiérrez Ortiz, María del Carmen Morgan López, María de Jesús Balderas Contreras, Gabriela Artemisa Hernández Cordero y Víctor Sanabria Franco.

La maestra García Mendoza, propuesta por la Red de Investigaciones y Estudios Avanzados en Trabajo Social A.C, es profesora de Asignatura de la ENTS y ha destacado en temas de intervención social, comunitaria y empresarial, especialmente con el proyecto “Lady Meche”, en la CDMX, que ha recibido premios nacionales e internacionales.

La maestrante Gladys Gutiérrez Ortiz, quien fue propuesta por el Colegio Nacional de Trabajadores Sociales (CONATS), es actualmente Jefa del Departamento de Trabajo Social de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la Administración Pública Federal, y ha sobresalido en el ámbito de procuración de justicia y atención a víctimas del delito.

Por su parte, María del Carmen Morgan López, propuesta por la Asociación de las y los Trabajadores Sociales de México (ATSMAC), se ha desempeñado como funcionaria del DIF Municipal de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, y directora General de Equidad para los Pueblos Indígenas y Comunidades Étnicas, en la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades de la CDMX.

María de Jesús Balderas Contreras, propuesta por la Asociación de Egresados de Trabajo Social, ha destacado en el en el ámbito educativo y desarrollo comunitario en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Gabriela Artemisa Hernández Cordero es profesora y asesora en la Secundaria Técnica N° 75 de la Secretaría de Educación Pública y ha destacado en el diseño y promoción de programas de lectura para el alumnado

Víctor Sanabria Franco, quien se ha dedicado a la prevención y manejo de adicciones, fue propuesto por los Centros de Integración Juvenil, A.C., y es el actual director de la Unidad de Cuajimalpa, en Ciudad de México.

 

Homenaje al maestro Carlos Arteaga Basurto.-

La celebración continuó con un evento caracterizado por su emotividad: el merecido homenaje al profesor y ex director de la Escuela, maestro Carlos Arteaga Basurto.

El auditorio, que lleva el nombre del primer director de la Escuela (doctor Manuel Sánchez Rosado), se vio envuelto en emociones intensas, que en algún momento, incluso, provocaron llantos de alegría y recuerdos.

Con una semblanza videográfica, desde su ingreso a la Prepa 5 en 1968, sin obviar su pasión por el fútbol americano, su paso por la Facultad de Derecho, el nacimiento de la ENTS, los cargos que ha ocupado en diversas administraciones, hasta su doble gestión como director de la Escuela, los aplausos sólo se pausaron para escuchar las palabras que la doctora Carla Carolina Arteaga Juárez (su hija), la directora Cano, la maestra Ángeles Rodríguez Casillas y el doctor Salvador Alvarado Garibaldi dieron al homenajeado, por sus más de 40 años de desempeño académico.

También se develó una placa en su honor, se cantó el himno universitario, se lanzó un ¡GOYA!, y se compartió un pastel que toda la comunidad ENTS degustó al cerrar el día.

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!

La muerte de Villano III pone fin a una generación de ídolos de los 70

Con el fallecimiento del luchador Arturo Díaz Mendoza, mejor como conocido como Villano III, muere una de las principales figuras del pancracio mexicano y heredero de una dinastía perteneciente a la considerada época de oro de la Lucha Libre.

“Significa una pérdida para el ámbito luchístico, obtuvo grandes triunfos como la cabellera del Perro Aguayo y la máscara de Pegasus Kid, fue un gran exponente de la generación de los años setenta y conquistó el corazón de la gente”, afirmó José Ángel Garfias Frías, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Para el doctor en Ciencia Política, la generación de luchadores a la que perteneció Villano III se caracterizó por no tener promoción en televisión, “fueron luchas de arenas y eran ídolos del pueblo, no tenían físicos muy desarrollados pero se caracterizaban por ser muy aguerridos, retaban a luchadores de todo tipo”.

En ese contexto, Garfias Frías explicó que la Lucha Libre es cíclica porque hay ocasiones en que la gente llena las arenas y días en los que baja la afluencia. Además, apuntó que ha cambiado la forma en cómo se consume la lucha hoy en día en comparación con décadas anteriores, “hoy los asistente ven más espectáculo, es más teatral, mas aéreo, más rudo”.

La muerte de un ídolo como Villano III (contaba 66 años), es lamentable ya que era uno de los pilares de la Lucha Libre. Un espectáculo que adquiere cada más visibilidad. “Actualmente, el auge ha incrementado debido a que la lucha fue declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, se ha consolidado con la afición y hay nuevos ídolos”.

En ese sentido, la lucha no será un tema de moda pero estará presente en México y se exportará al mundo, es un producto mucho más atractivo cada vez, “esperemos que el reconocimiento de patrimonio otorgado por el gobierno de la Ciudad de México se extienda a Patrimonio de la Humanidad”.

Finalmente, el investigador exhortó a la población a asistir a las arenas del país, comprarse una máscara, comer lo que se expende a las afueras y disfrutar de este espectáculo cien por ciento mexicano, “en otros deportes a veces quedamos muy mal como en el futbol, pero la Lucha Libre nunca nos decepciona”.

 

Libertad de expresión y uso del espacio público, legado del 68

El movimiento del 68 estuvo compuesto por fuerzas disímbolas y agrupó a instituciones diversas: UNAM, IPN, Colegio de México, Universidad Autónoma Chapingo, entre otras. Su duración fue de 67 días, “los 67 días más intensos de mi vida”, aseguró el doctor Hira Simon Eli de Gortari Rabiela, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

Durante la conferencia A 50 años del movimiento de 1968: su contribución a la democratización de México realizada en el IIS, el historiador señaló que el contexto externo de aquella época era de simpatías al socialismo y al Mayo francés.

Acotó que imperaba un contraataque de la prensa y la televisión, sin embargo, una de las mayores aportaciones del movimiento fueron la libertad de expresión y el uso del espacio público para manifestarse, “en esa época llegar al Zócalo era inimaginable”.

De Gortari Rabiela recordó que en ese entonces, durante las marchas y largas caminatas, mucha gente les gritaba “denles duros”, y otros, al verlos caminar bajo la lluvia, les lanzaban periódicos por las ventanas para cubrirse, “había de todo”.

Por su parte, Gilberto Guevara Niebla, líder estudiantil del 68 y Consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), expresó que es muy difícil reproducir lo que sucedió con el movimiento.

“Fue conformado por masas heterogéneas, muy desigual, en escuelas estatales se les amenazó a las autoridades de quitarles el presupuesto, pero todos los jóvenes de México se sintieron identificados con los estudiantes, era una sociedad reprimida, tanto en lo político como en lo familiar”.

En esa época se escandalizaban con el divorcio, la apertura sexual, el fenómeno del rocanrol y los rebeldes sin causa, “ser joven era prácticamente un delito”, así como usar el cabello largo y una forma de vestir excéntrica, “se abrió una ventana y todos brincaron y salieron a la calle a pedir la solidaridad del pueblo”. Lo que sucedió en las dos semanas siguientes fue que el pueblo se solidarizó con los estudiantes, “la ciudad estaba saliendo de una noche de conservadurismo y represión muy larga”.

De Gortari Rabiela expresó que por fin México vivía cierta democracia participativa al interior para decidir el rumbo del país, sin embargo, hubo algunos protagonistas que no fueron tomados en cuenta; los muertos, los detenidos y los presos, con acusaciones de 20 delitos avalados por un juez federal, “éramos un grupo bastante mal visto”.

“La noche de Tlatelolco también mató la esperanza, los anhelos y la confianza de los muchachos en las instituciones, la ley y progresaron guerrillas. Fue un semillero de activismo político, lo que no logró el movimiento estudiantil lo lograría un gran movimiento del pueblo”, aseguró Guevara Niebla.

Los verdugos de Tlatelolco fueron las autoridades, “se argumentaba que los que habíamos matado a los estudiantes habíamos sido los propios estudiantes, ni hablar del control y la manipulación sobre los juicios que tuvieron que llevar los estudiantes con sentencias de cientos de años. Lo vivido fue planeado y hay que exigir justicia, no importan los años que han pasado desde ese 2 de octubre”, finalizó Guevara Niebla.

El 68, precedente de democratización en México

A diferencia de otros movimientos de la época, el 68 mexicano fue el más represivo, “no sólo en términos de los ataques de granaderos, gases, sino que implicó muchas muertes; después de éste hubo escepticismo, soledad, miedo pero también se alentaban a seguir a participando”, señaló el doctor Hira Simon Eli de Gortari Rabiela, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Para el maestro en Historia por el Colegio de México, el miedo a la participación política ya existía antes del 68, pues en nuestro país la oposición no tenía lugar. La figura de Gustavo Díaz Ordaz “era la culminación de un proceso donde su figura estaba fortalecida con un sistema de partido único, hegemónico, en el que no había posibilidades de hacer un contra balance, los otros partidos eran débiles y disidentes, no estaban reconocidos. Se prohibían todo tipo de expresiones que no estuvieran dentro de las simpatías de los partidos existentes”.

El investigador universitario señaló que el PRI predominaba de manera absoluta en las cámaras, el régimen presidencialista era de poder absoluto, “desde el día del bazucazo se violentó la autonomía universitaria y hubo un rechazo absoluto a la figura del presidente”.

Fue tal el golpe psicológico en todos los participantes y sobrevivientes, que tardarían muchos años en asimilarlo. Sin embargo, el 68 pugnó por la libertad de manifestación. “Antes llegar al Zócalo era insólito y este movimiento fincó un precedente en la democratización del país”, concluyó De Gortari Rabiela.

El Espíritu del 68

¿Quieres acabar tu tesis o replantear tu problema de investigación?

El Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades invita al Seminario-Taller de Epistemología Genética y Construcción de Objetos de Estudio que coordina el Dr. Jorge A. González.

Esta actividad se llevará a cabo todos los lunes, a partir del 27 de agosto y hasta el 03 de diciembre de 2018. Serán 60 horas presenciales (15 sesiones), 4 horas por sesión (de 10 a 14 hrs).

 

OBJETIVO

⦁ Diseñar, aprehender, compartir y desarrollar en grupo diversas habilidades implicadas en todo proceso de construcción de objetos de estudio en el ámbito de cualquier tipo de investigación.
⦁ Favorecer la formación de equipos multidisciplinarios de trabajo en líneas que fortalezcan la capacidad de investigación interdisciplinaria dentro de la Institución y de la región.

CONTENIDOS

El taller se organiza en torno a las propuestas de investigación que cada participante debe codificar en diez tarjetas que serán el material de trabajo indispensable.
Asimismo, 16 ideas-fuerza respecto al oficio de construcción de conocimiento serán facilitadas para su discusión y en su caso aplicación en la estructura y contenido de las propuestas.

METODOS

Taller de trabajo y participación colectiva (máximo 30 integrantes) en el que se diseña y se utiliza un modelo de cognición distribuida a través de diversas formas de organización y dinámicas de trabajo y enriquecimiento grupal sobre cada uno de los proyectos de investigación de los participantes. En cada sesión todos los participantes generan un producto específico avanzado.

EVALUACIÓN

Los resultados del taller se detectan en dos áreas:
⦁ en el aumento significativo de claridad, coherencia interna y comunicabilidad de las propuestas de cada participante del grupo.
⦁ en la conformación de grupos de desarrollo de propuestas de nuevas líneas de investigación que puedan conformarse como una Comunidad Emergente de Investigación.

PERFIL DESEABLE

Personal académico de todos los departamentos y disciplinas con interés activo en proyectos (en curso, terminados o en proceso de diseño) y en el diseño de líneas de investigación.
En la medida en que el énfasis se pone en el proceso de construcción de los objetos de estudio, los temas y las disciplinas pueden variar en un amplio rango, por ello son bienvenidos proyectos y académic@s de todas las disciplinas (“ciencias” y “humanidades”).

REQUISITOS PARA RECIBIR CONSTANCIA DE APROBACIÓN

Dado que es un taller, es indispensable la asistencia y participación activa en todas las sesiones, por lo que los participantes deberán cumplir con los siguientes requisitos para que se emita su constancia de aprobación:
⦁ Asistir al 80% de las sesiones
⦁ Participar en las sesiones de trabajo colectivo durante las sesiones
⦁ Desarrollar, a partir del trabajo colectivo en las sesiones, una propuesta de investigación empírica en cualquier disciplina y exponerla al final del seminario-taller.

IDEAS-FUERZA DEL TALLER

⦁ La realidad “real” y la realidad representada
⦁ Doxa y sistemas de pensamiento científico, doxas científicas.
⦁ La realidad no está estructurada, es
estructurable
⦁ Percepción, lenguajes y realidades múltiples
⦁ Empirismos, subjetivismos y constructivismos
⦁ La realidad “real”, la realidad “inventada”, la realidad construida.
⦁ No existe “EL” Método Científico: Existen diversas formas de cientificidad.
⦁ “Datos”, “evidencias” y observables
⦁ La responsabilidad irrenunciable del vínculo
cognoscitivo “establecible” por elsujeto.
⦁ Observables: información e
interpretación
⦁ Determinaciones del “objeto” y determinaciones “desde el sujeto”.
⦁ Establecer las relaciones: hacia un paradigma iterativo.
⦁ Escalas de integración y perspectiva compleja
⦁ de los observables a los hechos (relaciones de primer y segundo orden)
⦁ de los hechos a los enunciados teóricos (relaciones de segundo y tercer orden)
⦁ las teorías como síntesis de múltiples determinaciones establecidas: ordenes de complejidad
⦁ Caminos de ida y caminos de vuelta
⦁ se hace camino al andar.
⦁ andamos sobre hombros de gigantes.
⦁ Convertir problemas prácticos en problemas de investigación

 

DATOS CURRICULARES

Jorge A. González (04-2009)

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel III); Catedrático UNESCO de Comunicación 2000, Universitat Autónoma de Barcelona, Tinker Professorship, Universidad de
Texas, Austin, 2002, Miembro de la Academia Mexicana de la Ciencia (2008), Jurado del Premio Nacional de Periodismo (2009), Evaluador del Sistema Nacional de Investigadores (2009) Miembro del Consejo de Fomento y Desarrollo Cultural del Distrito Federal (2009). Coordina con Rolando García Boutigue el Programa de Investigación Epistemología de la Ciencia y Cibercultur@, en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM desde 2004 a la fecha.
Funda y coordina durante 16 años el Programa Cultura en la Universidad de Colima.
Co-fundador de la Red de Investigación y Comunicación Compleja (RICC). Funda y coordina el Laboratorio de Comunicación Compleja en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México (2001-2003).
Director de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas desde 1985 a la fecha. Ganador del Primer Concurso Mundial de Jóvenes Sociólogos, International Sociological Association-Madrid, 1990.
Electo dos períodos consecutivos en el Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Sociología desde 1994 a 2002.
Publicó en 1998 La cofradía de las emociones (in)terminables. Miradas a las telenovelas en México, Universidad de Guadalajara y a fines del 2001: “Cultural fronts: towards a dialogical understanding of contemporary cultures” en Lull (Ed) Culture in the communication age, London, Routledge; Cultura(s) y Cibercultur@(s). Incursiones no lineales entre comunicación y complejidad, UIA, 2003; “El desarrollo de Cibercultur@ en proyectos de conocimiento: hacia una comunidad emergente de investigación” (2007), ALER; Cibercultur@ e iniciación en la investigación. CONACULTA- IMC-CEIICH, 2007, De la cultura a la Cibercultur@, Argentina, EDULP, 2008. y “Digitalizados por decreto: desarrollo de cibercultur@ o inclusión desigual forzada para América Latina” (2008).
Prepara: La Formación de las Ofertas Culturales y sus Públicos en México (FOCYP): teoría y metodología; (Ed.) De historias con minúsculas y oficios familiares en Colima. Una mirada fractal para mirar el siglo XX.
Trabaja actualmente en proyectos de (I+D) de Cibercultur@ desde las ecologías simbólicas de México (San Luís Potosí) y América Latina. Terminó dos estudios sobre el Campo de producción artística en México y las políticas culturales, Asesor de la formación del equipo de investigación para el proyecto Prácticas de articulación entre movimientos sociales y redes de comunicación en América Latina, ALER, Quito, 2007.

 

¿Piensas que tener algunos kilitos extra sólo implica un cambio en tu físico?

Te presentamos 5 consecuencias que probablemente no conoces del sobrepeso
1. Dificultad para respirar; ya que la grasa puede obstruir procesos dentro de nuestro cuerpo como el respiratorio.
2. Apnea del sueño; que dificulta el poder descansar durante la noche y provoca cansancio durante el día.
3. Dolor reumático, dolor de espalda, cadera, rodillas y tobillos; debido al sobrecargo que reciben las articulaciones por el exceso de peso.
4. Sudoración elevada.
5. Depresión y otros trastornos.

Además existen consecuencias a largo plazo, ya que la obesidad, y en menor medida el sobrepeso, agudizan otras enfermedades como diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer, sobre todo gastrointestinales.
Recuerda desayunar antes de que pase una hora desde que te levantaste, ya que el no hacerlo puede generar que tu cuerpo comience a almacenar grasa.

“Maldita la hora en que nací en este país”

“En esta cárcel ingrata, donde reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza”, leyenda escrita en el muro de la crujía H del Palacio de Lecumberri que encontró Salvador Zarco, ferrocarrilero, quien estuvo preso de 1968 a 1971.

El hombre de 73 años relató que en su detención le cubrieron la cabeza y lo llevaron a unas oficinas de Plaza de la República, donde lo interrogaron, torturaron y golpearon. Recordó que al ingresar a Lecumberri lo primero que le dijeron fue: “Lo que menos tenía que hacer era poner palitos en la pared, debemos saber cuándo entramos pero nunca pensar en cuando vamos a salir”.

El integrante del sindicato de ferrocarrileros afirmó que el gobierno era vil, “no quería que nos revolviéramos con los presos comunes, tenían miedo porque los íbamos adoctrinar y nos tenían de ociosos todo el día”.

El movimiento sindical ferrocarrilero se uniría al movimiento estudiantil para exigir libertad a los presos políticos, fin de la represión estatal y mejores condiciones laborales.

El movimiento estudiantil estalló el 26 de julio cuando el Ejército derribó de un bazucazo la puerta de la Preparatoria 1. La marcha que encabezó Javier Barros Sierra con 250 mil estudiantes el 13 de septiembre fue el preámbulo de lo grande del movimiento.

Sin embargo, el 18 de septiembre el Ejército ocupó la UNAM y el 24 el Casco de Santo Tomás y Zacatenco. “Con ello, quita la posibilidad de organizar asambleas, tomar acuerdos y discutir. Los padres de familia ya detenían a sus hijos para asistir a los mítines porque con el Ejército ya era otra cosa”.

El también director del Museo de los Ferrocarrileros refirió que el gobierno cortó de tajo con todo. “México es para que tuviera una línea ferroviaria muy importante, que transportara todo lo que el país produce a todos los rincones, ya estaban las obras pero las cancelaron, prefirieron centralizar todo en la capital”.

Durante los tres años que estuvo preso en Lecumberri conoció a mucha gente del pueblo, luchadores como él, “no eran hampones, ni lacras, sino gente que estaba ahí injustamente, eran solidarios con ellos por las injusticias que sufrían de parte de las autoridades de la prisión”.

En la memoria de Salvador Zarco sigue vigente otra máxima escrita en la celda de un compañero: “Maldita la hora en que nací en este país”, y abundó que “estaba derrotado porque salió traicionando sus principios. Siempre se habla de los presos idealmente pero nadie habla de la cruda realidad”.

Imperativo despenalizar el aborto en América Latina

En la madrugada del jueves 9 de agosto de 2018, el Senado de Argentina rechazó con 38 votos en contra y 31 a favor, la legalización del aborto que la Cámara de Diputados había aprobado y que representó un avance histórico para el movimiento feminista en ese país.

“La decisión del Senado era muy complicada porque está conformado por una gran mayoría conservadora. En América Latina, sólo Uruguay tiene despenalizado el aborto porque en nuestro país, sólo en la Ciudad de México lo está, no es legal en el resto de la república”, señaló Marta Lamas Encabo, profesora e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM.

Para la antropóloga, los beneficios de la legalización del aborto implican aspectos de justicia social,  porque las mujeres que necesitan abortar y no tienen recursos arriesgan su vida. Mientras que las mujeres con alto poder adquisitivo pueden volar a un país donde está despenalizado y llevarlo a cabo.

Asimismo, refirió que es un tema de salud pública porque quienes se lo practican, lo hacen en lugares clandestinos, “si hay complicaciones sale más caro que si la hubieran atendido en un primer momento”.

Lamas Encabo mencionó que también es un tema de democracia y de entender que no todas las personas son católicas, y que no todas las católicas están en contra del aborto, “cada quien tiene una valoración distinta de lo que es ético y no lo es, no se puede imponer una  moral religiosa en una sociedad democrática, estas tres cuestiones hacen imperativo que se despenalice el aborto en América Latina”.

En ese contexto, la académica universitaria dijo que la dinámica en México es otra, distinta a la argentina, y es alentadora. “Cabe la posibilidad de que se reformule el tema del aborto tomando en cuenta cómo quedó conformado el Congreso. En los próximos meses tal vez haya, a nivel federal, algún tipo de acción legal, pero ya lo veremos”.

La serie Verano del 68, una panorámica de los hechos reales

Han pasado 50 años desde la fatídica noche del 2 de octubre de 1968, uno de los acontecimientos históricos que marcaron el desarrollo político y social del país. Una masacre de estudiantes ordenada por el gobierno que transformó a una generación. Sin embargo, para Carlos Bolado, director de la serie Tlatelolco: Verano del 68, las nuevas generaciones se han distanciado del movimiento.

“No saben mucho, tampoco hay tanta información. Saben que fue una matanza. Pasa lo mismo con Rojo amanecer: no te informaban demasiado, sólo veías la masacre. La gente se quedó con esa idea. ¿Por qué fueron asesinados? ¿Cuántos fueron asesinados?”, preguntó el cineasta.

La serie, que se transmite desde la primera semana de agosto por TV UNAM, narra los meses previos a la tragedia y las razones por las que ésta sucedió. El proyecto nació de la mano de una película homónima; no obstante, sólo el largometraje vio la luz de la pantalla durante 2012.

Fue “muy frustrante para todo el equipo, los actores; tú haces una obra para que se vea. Es deprimente, triste y penoso que esto suceda todavía en pleno siglo XXI, pero pasó,” asegura el director egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). “Era muy difícil que la serie saliera. Una obra crítica al gobierno, en el sentido que representaba al partido que estaba en el poder, el mismo durante 70 años. Yo la hice en 2010, la terminé en 2012. Sólo dejaría una pregunta en el aire… ¿qué pasó?”

La narración

Aunque la serie y el largometraje comparten material, su narración es muy distinta. Mientras que el segundo se enfoca en una historia de amor entre dos jóvenes, un estudiante de la UNAM y una alumna de la Iberoamericana, la primera busca crear una panorámica de los hechos acontecidos durante 1968, incluyendo un gran número de personajes en su narración.

La razón de las discrepancias entre una y otra se debe, en palabras de Bolado, a que su edición no fue aprobada por el productor de la cinta. “Quitamos 16 personajes de la película; al salir, faltó algo”, apuntó el realizador como una de las causas de su poco éxito.

“Aquí en México es un tema candente y la gente sabe más; de repente sacó ronchas. ‘Es una historia de amor, que no sé qué’, pero yo sabía que venía la serie. No me preocupaba. Nos pegaron fuerte en el Festival Internacional de Cine de Morelia y yo decía: ‘me va a reivindicar la serie, y nada. La serie no sale. Me quedé con esa cinta, mi versión sí tenía todo lo político. Me  preguntaron mucho en el estreno: ¿es tu corte o no es tu corte? Yo dije: no, es un corte consensuado con el productor. Como yo no conseguí el dinero para la película sino él, un día me dijo: no es tu película; le contesté: tampoco es tuya. Yo sabía que mi corte era el bueno”, afirmó.

 

La historia

El estreno de Tlatelolco: Verano del 68 es la culminación de un proceso para Bolado que lo llevó a filmar un par de documentales sobre el mismo tema, series para canales dedicados a la historia y a especializarse en películas históricas. Además de la antes mencionada hizo Colosio: El asesinato y Olvidados, sobre la dictadura en Bolivia.

“Me eché tres cintas de épocas seguidas. Una de los años 60, otra de los 90 y una más en los 70. Fue terrible, ya no quería hacer películas de época”, reflexionó Bolado, quien debió desarrollar su ojo como cineasta para superar el reto de filmar décadas pasadas: “El México que se vivía en el 68 era menos violento. Sucedió que la ciudad se hizo más dramática en sus episodios de violencia, la gente levantó bardas, puso muros. La sociedad se escondió, se cerraron ventanas, nos atrincheramos. Eso complica todo, era una ciudad menos contaminada visual y auditivamente.”

A pesar de que la oportunidad de sumergirse en la historia de Latinoamérica se dio de manera casual, Carlos Bolado nunca dudó del llamado porque, para él, el rodaje de un proyecto con estas características es una responsabilidad civil.

“Hay que hacerlas, hay que contar esas historias, denunciar, hablarlo. Sólo había una versión de la historia del 68 y era la que contaba el partido en el gobierno, se chingaron a un montón de gente. Hubo una serie de asesinatos políticos en México y fraudes durante años. Me gusta contar historias, lo político se me da. Soy un mexicano con responsabilidades, sentido de la ética y me llega eso, ¡hay que hacerlo!”, finalizó.

Universitaria ganó medalla de oro en el Panamericano Juvenil de Ciclismo

Yareli Acevedo tuvo el debut soñado como seleccionada nacional pues consiguió la medalla de oro en la prueba Omnium, dentro del Panamericano Juvenil de Ciclismo de Pista y Ruta 2018, que se lleva a cabo en Cochabamba, Bolivia.

El velódromo de la Villa Suramericana Zona la Tamborada fue el escenario donde de la primera prueba de la joven ciclista puma, quien demostró su calidad en la bicicleta en una de las pruebas más demandantes de la disciplina pues engloba cuatro modalidades.

Acevedo Mendoza sumó 38 unidades en Tempo Race, 36 en Scratch, así como 40 en Eliminación y 24 en Puntuación, para totalizar 138 y superar a Jesien Hurtado, de Colombia, quien logró 129 totales, así como a la chilena Victoria Martínez, que puntuó 124.

Sin embargo, a la ciclista universitaria aún le restan tres pruebas: Carrera por Puntos, Madison y Ruta Individual, en las cuales se espera consiga más medallas.

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Los pueblos indígenas siguen sometidos

Este 9 de agosto, Día internacional de los Pueblos Indígenas, no hay nada que celebrar, “los pueblos indígenas siguen sometidos a una exclusión política, no tienen derechos políticos plenos y les cuesta lograr que sus derechos se cumplan”, afirmó José Manuel del Val Blanco, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM.

Para el etnólogo, más que un día de celebración, este 9 de agosto debe reflexionarse acerca de ellos, “de la ofensiva de sus pueblos y territorios, hay un enorme desconocimiento de la realidad de los pueblos indígenas y los problemas que implica”.

En ese sentido, consideró que la lógica del Estado mexicano de despojarlos de sus territorios pagándoles compensaciones miserables para crear megaproyectos, o permitir el acceso a mineras a cielo abierto, deja enormes zonas del territorio nacional contaminadas para toda la vida, “los pueblos indígenas están defendiendo eso y no vamos a celebrar nada en su día, sino reconocer que no están cumpliendo con ellos”.

Preocupada por este contexto, la Universidad Nacional trabaja con ciertas estrategias, como la impartición de la asignatura México, Nación Multicultural, materia que se enseña en 15 facultades, y un sistema de becas con casi mil beneficiarios y una eficiencia terminal de más del 90 por ciento. “De mil becarios indígenas, novecientos se titulan”, resaltó Del Val Blanco.

Asimismo, se llevan a cabo investigaciones y trabajos con ellos, diplomados para mujeres indígenas y programas de radio.

Día de reflexión

El PUIC llevará a cabo actividades en torno al Día Internacional de los Pueblos Indígenas, entre las que destacan un festival musical con sesiones rap, lectura de poesía y exposición pictórica.

Del Val Blanco afirmó que debe reflexionarse acerca de los pueblos indígenas y, al mismo tiempo, revalorizar sus lenguas. “El Estado aún no lo asume, pero es monolingüe y México es un país plurilingüe. El Estado es racista y por fin está equilibrando la imagen del México profundo con el México imaginario”.

Finalmente, acotó que recuperar la posibilidad de trabajar el campo será una de las medidas primarias del nuevo gobierno. “Que vuelvan a la tierra y recojan la tierra, vamos a construir el país que decimos que somos, pluriculturales y pluriétnicos, si no hay reflexión sobre ellos (los pueblos) no hay reflexión sobre nosotros mismos, sobre qué es México y quién es México”.

La ENADIS 2017 arroja información fundamental para planear políticas públicas contra la desigualdad

La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2017) es una poderosa herramienta que permite comprender que los grandes problemas nacionales están cruzados por la discriminación. Esto quedó patente en la presentación de los resultados de la ENADIS, en la que se contó con la presencia de Alexandra Haas Paciuc, Presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred); Julio Santaella Castell, Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Mónica González Contró, Abogada General de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); y Edgar Vielma Orozco, Director General de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI.

La Presidenta del Conapred, Alexandra Haas Paciuc, señaló que la ENADIS 2017 arroja información fundamental para formular el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, con miras a reducir las brechas de desigualdad que persisten en México. Resaltó que la ENADIS 2017 ilustra cómo la discriminación afecta todos los ámbitos, desde los institucionales hasta los más cotidianos, generando un impacto múltiple y acumulativo en el ejercicio de derechos, goce de libertades y acceso a recursos, bienes y servicios.

Agregó que la ENADIS muestra la persistencia de la desigualdad en nuestro país y que hay evidencia empírica de cómo la discriminación se agudiza cuando se acumulan características o identidades de grupos que han sido históricamente discriminados, destacando que los estereotipos y prejuicios son rasgos que persisten en la sociedad y coadyuvan a materializar esas prácticas.

Por su parte, Julio A. Santaella, Presidente del INEGI, destacó la importancia de la ENADIS 2017 al mencionar que es necesario hacer visible la discriminación. Añadió que esta encuesta genera datos objetivos sobre dicho fenómeno, lo cual permitirá dimensionar y generar las políticas públicas necesarias para prevenirla y erradicarla. Mencionó que la ENADIS nos permite reconocer la magnitud y manifestaciones cotidianas de la discriminación.

Por último, resaltó la relevancia de atender las necesidades de información con el fin de colaborar con el diseño de política pública. En ese sentido, destacó el trabajo interinstitucional y multidisciplinario en la realización de la ENADIS.

Edgar Vielma Orozco, director general de estadísticas sociodemográficas del INEGI, reseñó los aspectos metodológicos de la Encuesta, así como los resultados más significativos. Explicó que la ENADIS 2017 tiene representatividad nacional y que se realizó a casi 40 mil viviendas en todo el país, tanto en zonas urbanas como rurales y fue aplicada entre agosto y octubre de 2017.

Vielma Orozco destacó que el 20.2% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año, es decir, 1 de cada 5 personas, mientras que al 23.3% declaró que en los últimos cinco años se le negó injustificadamente algún derecho. Los motivos de discriminación que señalan principalmente son: la forma de vestir o arreglo personal, el peso o estatura, la edad y las creencias religiosas. Mencionó que las entidades con la más alta prevalencia de discriminación son Puebla, Colima, Guerrero, Oaxaca y Morelos.

Por su parte, Mónica González Contró, Abogada General de la UNAM, expuso la complejidad de abordar el tema de la discriminación, no sólo desde los aspectos conceptuales o teóricos, sino también prácticos; de ahí que mencionara la trascendencia de contar con instrumentos como la ENADIS para poder analizar un fenómeno multidimensional, como la discriminación, que requiere ser atendido desde diversas miradas.

Finalmente, Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, indicó que la discriminación es una cuestión prioritaria de atender para construir una sociedad igualitaria e incluyente en la que todas las personas, sin distinción, tengan acceso a sus derechos. El trabajo realizado con esta encuesta destacó, es un claro ejemplo de que las instituciones deben trabajar articuladamente para resolver los grandes problemas nacionales.

La ENADIS, apuntó, es una herramienta que permitirá al Estado Mexicano atender los compromisos internacionales en materia de derechos humanos. También servirá de hoja de ruta para atender a los objetivos planteados en la agenda 2030.

Horror en el Palacio Negro

“Me golpearon en los oídos, desnudaron, maniataron, me acostaron boca arriba y golpearon, me dieron toques en los testículos y me preguntaron cosas que yo no sabía, yo no sabía nada de nada. Después de varias torturas, me ingresaron en una celda, la crujía H, donde en el muro, recuerdo, había una leyenda: ‘En esta cárcel ingrata, donde reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza’; estuve preso hasta 1971”.

Este es el relato de Salvador Zarco, mecánico electricista de locomotoras jubilado, militante del movimiento sindical ferrocarrilero en 1968 y director del Museo de los Ferrocarrileros de la Ciudad de México, al recordar cómo fue detenido el 3 de octubre de 1968.

A 50 años de la matanza de Tlatelolco y del 2 de octubre, esta fecha no se olvida, no para cientos de personas, que como Salvador Zarco, los recuerdos de esos tres años en prisión en el Palacio Negro siguen vivos, claros, duelen.

Con lágrimas en las mejillas, Zarco (como lo conocen sus amigos) rememora que el movimiento estudiantil estaba en picada, las escuelas ya habían sido tomadas por el Ejército, pero en días anteriores se había anunciado que los sindicatos de electricidad y ferrocarrileros se unirían al movimiento, “lo que aterrorizó al gobierno porque una vez que iniciara era difícil pararlo, por eso tomaron una decisión sangrienta”.

El 2 de octubre de 1968, varios grupos de élite reprimieron violentamente a un nutrido grupo de estudiantes, profesores, intelectuales, obreros y profesionistas, quienes se habían congregado en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, para exigir respeto a la autonomía universitaria, libertad a los presos políticos, fin de la represión estatal y mejores condiciones laborales.

“Ese día, nosotros marcharíamos para reclamar la liberación de Demetrio Vallejo Martínez, quien estuvo preso 11 años, cuatro meses  y un día; pero el movimiento también demandaba libertades democráticas, era el símbolo de la falta de democracia de este país”.

Refiere que al mitin del 2 de octubre fue al único que no pudo asistir, pero su esposa acompañada de un par de amigas sí. “Ella me contó que había policías federales y generales del Estado Mayor disparando. La gente estaba desconcertada y con pánico no entendía qué estaba pasando, pero no eran de salva, la gente empezó a correr”.

Salvador Zarco trabajaba como corrector del periódico El Día, esa noche revisó las notas con asombro, no le cabía en la cabeza que algo así hubiera pasado. Se quedaba a dormir sobre el escritorio porque “pagar taxi a casa era gastar más de la mitad del salario”, por ello, salía a la mañana siguiente.

Lo primero que hizo fue recorrer las casas de unos amigos para saber cómo estaban, “llegué a la primera casa y no encontré a nadie, a la segunda tampoco, en la tercera encontré a la policía y me detuvieron”.

El ferrocarrilero de 73 años narra que le cubrieron la cabeza y lo llevaron a unas oficinas de Plaza de la República, donde lo interrogaron, torturaron y golpearon. Lo primero que le dijeron fue: “Lo que uno menos tiene que hacer es poner palitos en la pared, debemos saber cuándo entramos pero nunca pensar en cuándo vamos a salir”.

La estancia en Lecumberri fue difícil porque “el gobierno era vil, no querían que nos vinculáramos con los otros presos, la comida no era comida y no nos daban trabajo”, sin embargo, se dio cuenta que muchos de los encarcelados no eran hampones ni lacras, sino gente del pueblo que estaba ahí injustamente.

A pesar de que los mantenían aislados e inactivos, Salvador siempre buscó la manera de hacer algo porque “el ocio mata”. Conoció a varios amigos de los que conserva fotos en la fría y sombría crujía H.

Quiere escribir sobre lo que vivió, “no todos han mencionado a mucha gente que participó en la huelga de hambre como los dirigentes campesinos y del asalto que sufrimos. Siempre se habla de los presos idealmente, pero nadie habla de la cruda realidad”.

Finalmente, acota que el 2 de octubre representa un antes y un después de esa fecha en la historia de México, un capítulo que cimbró a la nación que no volvió ni volverá a ser la misma.

El grito, el testimonio fílmico más importante del 68

Todo comenzó el 22 de julio de 1968. Ese día, alumnos de la preparatoria privada Isaac Ochoterena y de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) disputaron un partido de futbol americano en la plaza de la Ciudadela, en el centro de la Ciudad de México.

El juego terminó con una pelea callejera en la que los alumnos de la Isaac Ochoterena salieron mal parados. Al día siguiente, éstos apedrearon la vocacional 2, por lo cual los alumnos de ambas vocacionales marcharon hasta aquélla para ajustar cuentas con sus adversarios.

Cuando los jóvenes politécnicos regresaban a sus respectivos recintos académicos, los granaderos, que hasta entonces no habían intervenido, cargaron contra ellos y les propinaron una salvaje golpiza. Pero no sólo eso: entraron en las instalaciones de la voca 5, donde golpearon a otros alumnos y a profesores y profesoras.

El 26 de julio, una manifestación convocada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), de corte oficialista, partió de la Ciudadela hacia el Casco de Santo Tomás para protestar contra la represión policiaca; y otra organizada por la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNDE) y la Juventud Comunista, entre otras organizaciones de izquierda, salió del Salto del Agua hacia el Hemiciclo a Juárez para conmemorar el décimo quinto aniversario del asalto al Cuartel Moncada, en Cuba.

Sin embargo, una vez que terminó la manifestación de la FNET, sus dirigentes decidieron continuarla hasta el Zócalo, donde fue reprimida por los granaderos. Al huir, los estudiantes de la FNET se encontraron con los últimos manifestantes de la CNDE y ambos grupos enfrentaron a la policía. La batalla, que se generalizó en el centro de la ciudad, arrojó un saldo de decenas de heridos.

Las consecuencias de estos incidentes no se hicieron esperar: distintas escuelas y facultades de la UNAM y del IPN se declararon en huelga… A partir de ahí, los hechos se sucedieron vertiginosamente durante poco más de dos meses: el bazucazo del ejército contra una puerta de San Ildefonso, la bandera a media asta en CU en señal de luto, la manifestación del rector, la publicación de los seis puntos del pliego petitorio, la instauración del Consejo Nacional de Huelga y de la Coalición de Profesores, las grandes manifestaciones, los mítines relámpago por toda la ciudad, la “caza” de estudiantes, el amenazante cuarto informe de Díaz Ordaz, la exigencia de diálogo público, la ocupación de Ciudad Universitaria, de Zacatenco y del Casco de Santo Tomás y, finalmente, la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

Días agitados e inolvidables
En esos días agitados e inolvidables de hace 50 años, Manuel Gonzáles Casanova era director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y, también, del Departamento de Actividades Cinematográficas de la UNAM. Con su aprobación, un grupo de 18 alumnos del CUEC se organizó y empezó a hacer un registro fílmico de lo que a la postre se conocería como el movimiento estudiantil del 68.

“La edición y el montaje de los fragmentos filmados por esos alumnos constituyen El grito, el testimonio fílmico más importante de dicho movimiento estudiantil; es, además, una película emblemática de la UNAM, porque representa la manera en que la enseñanza crítica de ésta se vincula con los movimientos sociales”, dice María del Carmen de Lara Rangel, directora del CUEC.

El grito fue producida por el CUEC y el Departamento de Actividades Cinematográficas de la UNAM. Esta película de 16 milímetros, filmada en blanco y negro, tiene una duración de 120 minutos. En ella se utilizaron textos de la periodista italiana Oriana Fallaci (herida el 2 de octubre en la terraza del edificio Chihuahua) y del Consejo Nacional de Huelga, leídos por Magda Vizcaíno y Rolando de Castro.

Abarca desde julio de 1968 hasta la inauguración de los XIX Juegos Olímpicos, celebrada en el Estadio Olímpico Universitario el 12 de octubre, es decir, 10 días después de la masacre de Tlatelolco, en la que, según cifras del periódico inglés The Guardian, citadas por Octavio Paz en su libro Posdata, habrían muerto 325 personas.

El grito muestra, entre otras cosas, cómo los estudiantes entregaban los volantes del Consejo Nacional de Huelga entre la población; cómo pegaban propaganda del movimiento estudiantil en los camiones de pasajeros, en los postes de luz, en las bardas; cómo pintaban las mantas que llevarían en las manifestaciones…

La filmación de esta película la realizaron alumnos de los primeros años de la carrera, así como de los últimos; entre éstos estaban Francisco Gaytán, Leobardo López Arretche, Roberto Sánchez, Alfredo Joskowicz y Juan Mora.

“Con el tipo de cámaras (Bolex de cuerda y algunas de 400 pies) y registros sonoros de la época, que todavía no eran tan finos como ahora, filmaron y crearon una narración que se convirtió en el primer documental estructurado en torno a un movimiento social en México. Ya había registros fílmicos de la época de Porfirio Díaz y de otros movimientos sociales, pero éste fue el primero que contó una historia. De hecho, González Casanova respaldó que se editara como un relato documental”, indica De Lara Rangel.

El Cuec
El CUEC no sólo se dedicó a hacer un registro fílmico del movimiento estudiantil que confrontó al gobierno de Díaz Ordaz, sino también participó activamente en él. Para ello nombró como su delegado ante el Consejo Nacional de Huelga a Leobardo López Arretche, a quien se le apodó el Cuec, precisamente.

En su novela Los días y los años, Luis González de Alba, delegado por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, cuenta que López Arretche, “un muchacho de pelo hasta los hombros y barba igualmente larga”, propuso en una asamblea que, si los soldados los reprimían en la próxima manifestación, ellos, los estudiantes, los recibieran con flores… López Arretche sería detenido el 2 de octubre en Tlatelolco y liberado meses más tarde.

“Originalmente, Leobardo no fue el director de El grito… González Casanova y los profesores del CUEC dieron todo su apoyo para que el registro fílmico continuara e incluso, cuando el ejército ocupó Ciudad Universitaria, muchos de ellos resguardaron los negativos en sus casas (por lo que se refiere al material del 2 de octubre, se sacó de Tlatelolco en el auto de una estudiante). Y al volver a clases, González Casanova buscó la manera de que los negativos se revelaran y editaran. Fue entonces cuando a López Arretche se le asignó la dirección de la película, y entre 1969 y 1970 ésta quedó lista”, apunta De Lara Rangel.

Es probable que el título de este documental haga alusión al grito de Independencia dado en Ciudad Universitaria el 15 de septiembre de 1968 por Heberto Castillo, uno de los integrantes de la Coalición de Profesores, aunque, en opinión de la directora del CUEC, podría aludir también al grito de rebeldía que dieron los jóvenes en la Primavera de Praga y el Mayo Francés en París, y al grito de libertad que lanzó la juventud mexicana después de la masacre de Tlatelolco.

“Leobardo era alguien que estaba muy interesado en la situación social del país y en las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Luego de concluir El grito, diseñó su siguiente proyecto, pero a final de cuentas se suicidó en julio de 1970. Creo que la desesperación y la desolación que experimentó por la represión sufrida en carne propia y por la pérdida de sus compañeros fueron demasiado fuertes para él”, añade.

Exhibición y estreno “oficial”
El grito se comenzó a exhibir en diferentes instalaciones universitarias (como el Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras) y cine-clubs en julio de 1971. Y no fue hasta el 23 de junio de 1976 cuando, dentro del ciclo “Cine mexicano no industrial”, se llevó a cabo su estreno “oficial” en el Salón Rojo de la Cineteca Nacional, ubicada entonces en la avenida Churubusco, esquina con avenida Tlalpan.

“Este legado de López Arretche y sus compañeros influyó decisivamente en la forma de enseñar cine en el CUEC. Por eso, la UNAM es la institución de enseñanza superior que ha producido la mayor parte de los documentales históricos y críticos sobre distintos movimientos sociales que se han derivado, de algún modo, del movimiento estudiantil del 68. Como ejemplos ahí están los documentales sobre los movimientos campesinos, hechos por el grupo Octubre, o los que retratan los inicios del feminismo, filmados por el colectivo Cine Mujer, o el dedicado al sismo del 85, en el que yo colaboré”, comenta De Lara Rangel.

A medio siglo del movimiento estudiantil del 68, las imágenes y voces de El grito siguen deslumbrando nuestros ojos y resonando intensamente en nuestros oídos. Veámoslas, escuchémoslas, de nuevo, con atención.

El movimiento de 1968 hizo posible el avance de la democracia en México

Hablar del movimiento estudiantil de 1968 hoy día, permite aseverar que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador no se habría dado de no haber existido un antecedente como el ocurrido hace 50 años. Este movimiento dio inicio a una serie de avances en materia de democracia que han permitido, al paso del tiempo, mostrar que si fue una utopía, los hechos la volvieron realidad.

En ese contexto, México cuenta con mayor apertura y nuevas formas de organización política. Su esquema pluripartidista hizo posible que, a través de un proceso limpio y democrático, una opción de izquierda ganara.

Con estas palabras, el doctor Juan Ramón de la Fuente inauguró el ciclo de conferencias 50 años, Tlatelolco, el 68 visto en el 2018 en las instalaciones de la Fundación Elena Poniatowska. Sostuvo que entre el movimiento de 1968 y el del Consejo General de Huelga de 1999, no existe una línea de continuidad.

El exrector de la UNAM apuntó que 1968 era la época de los conciertos de la OFUNAM a cargo de Eduardo Mata, de los estudiantes lectores de José Agustín y Gustavo Sainz. Helen Escobedo, Vicente Rojo, Armando Cohen, José Luis Cuevas, Francisco Toledo, entre otros, eran los artistas de la época y la voz de Carlos Monsiváis se escuchaba en Radio Universidad. Quizá esto contribuyó a generar el ambiente propicio para lo que ocurrió.

Hace 50 años el blanco de la protesta no sólo fue el sistema político antidemocrático y demagogo imperante en México, sino la estructura autoritaria que compartían tanto el gobierno en turno como los diferentes sectores de la sociedad.

“El autoritarismo se hallaba en muchas familias y en muchas instituciones públicas y privadas. Evitaba el desarrollo genuino e integral de las personas y la autogestión de espacios como la Universidad. Por tanto, el movimiento del 68 tenía un espíritu liberador que asumió la idea de un futuro abierto que pensó que era posible transformar el mundo”.

Ante más de 150 asistentes y la presencia de Elena Poniatowska, De la Fuente mencionó que intelectuales como Heberto Castillo, José Revueltas y Javier Barros Sierra legitimaron y dieron contenido ideológico al movimiento estudiantil.

Dijo que así como lo hizo en su momento el dramaturgo y primer presidente de la República Checa, Václav Havel, Barros Sierra antepuso la inteligencia a la violencia. “Supo darle dignidad al movimiento debido al mensaje que dio a la sociedad al defender al movimiento desde una perspectiva institucional. Hizo posible que los diferentes sectores sociales que no simpatizaban con el movimiento terminaran por solidarizarse con él”.

El exrector de la Máxima Casa de Estudios aseguró que el movimiento no fue una lucha de clases, sino un encuentro generacional contra esas estructuras rígidas y contra la represión sexual, de ahí el impulso que tomó la lucha de las mujeres por la igualdad y su derecho a decidir sobre su cuerpo.

Si bien hubo elementos que han permitido la transición a la democracia, el movimiento estudiantil dejó huellas permanentes en aquellos que vivieron de cerca la violencia.

“El elemento bárbaro fue y sigue siendo la represión, la matanza, no la protesta. Eso no tiene justificación. Y si a todo eso le agregamos que hoy México vive una crisis de derechos humanos, nos damos cuenta que el movimiento del 68 está inconcluso”.

Para De la Fuente, nombrado embajador de México ante la ONU por López Obrador, el gobierno y la sociedad en su conjunto tienen un compromiso importante que acatar: darle continuidad a algunos de los puntos que se plantearon en el 68, como el reconocimiento a quienes “son diferentes”, que en muchos casos siguen siendo minoría.

“Yo creo que hay que seguir con la utopía, esa utopía actualizada del 68; la promesa social que no se ha cumplido, la promesa cultural y educativa que tampoco se ha cumplido. Yo suscribo como planteamiento que hay que llevar la imaginación al poder”, concluyó.

2 de octubre: masacre y brutalidad

Parte tres de tres.

“Hoy, reproducir el escenario del 2 de octubre en Tlatelolco es verdaderamente demoníaco, porque había tantos cuerpos del Ejército, la policía, elementos de seguridad, de Gobernación y del Distrito Federal, que se convirtió en un suceso de gran brutalidad y una masacre horrenda”, recordó Sergio Zermeño y García-Granados, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y participante del movimiento.

El académico universitario evocó que en ese momento se sentía muy deprimido por haber estado preso en Tlaxcoaque y decidió no acudir al mitin, pero tuvo algunos amigos que estuvieron presentes y afortunadamente no murieron.

En el lugar estaba la Plaza de las Tres Culturas, la Plaza de Santiago Tlatelolco, el edificio de Relaciones Exteriores, las ruinas prehispánicas, el edificio Chihuahua, el ISSSTE, la Vocacional número 7 que fue ametrallada varias veces durante el movimiento.

Para Sergio Zermeño el suceso del 2 de octubre fue alimentado más por compañeros que cursaban en las vocacionales y que vivían en el centro de la ciudad. Originalmente, pensaban desplazarse al Casco de Santo Tomás pero días antes había sido tomado por el Ejército.

En varias ocasiones se ha mencionado que los militares dispararon porque fueron atacados primero por los estudiantes. De acuerdo con Zermeño, algunos líderes como Sócrates Campos Lemus declararon ante la Procuraduría General de la República y el Ejército que había guardias armadas por parte del Consejo Nacional de Huelga.

El académico universitario, que en ese entonces trabajaba en el periódico del movimiento, mencionó que durante las entrevistas realizadas para la publicación nunca vio que sus compañeros estuvieran armados, “eso no fue cierto”. Añadió que entraron algunas armas de forma provocada. “Lo tengo perfectamente estudiado, no estoy hablando al aire”.

A 53 años del suceso, tenemos una visión más clara de lo que pasó hacia el final del movimiento, en términos estratégicos, militares y policíacos, enfatizó el profesor.

El brutal recuerdo 

Sergio Zermeño y García-Granados refirió que trabaja en un libro sobre el hecho, donde da voz a las declaraciones de sus compañeros para ofrecer una visión más clara de lo sucedido.

Rememoró que Luis Echeverría mandó a un cineasta reconocido (de quien no quiso dar su nombre) a filmar el suceso. Así, se colocaron cámaras en la azotea de la iglesia de Tlatelolco, en el piso 22 de la Torre de Relaciones Exteriores, en los edificios Chihuahua y del ISSSTE para tomar película de todo lo que iba a acontecer.

“Fue un montaje brutal como de teatro y delirante, pero existe porque ese cineasta reveló que tomó el filme de lo ocurrido y se lo entregó al secretario de Gobernación que lo contrató”. Obtuvo 20 horas de filmación y se conoce una hora y media. Los especialistas en cinematografía han dicho “que bárbaro, este filme es una carnicería”.

Revisar todo el material sería de gran ayuda para observar cómo el Ejército ataca a otras partes que estaban dispersas en las azoteas, los departamentos alquilados días antes, etcétera. “Todo esto está completamente notificado, no estoy inventando”.

Durante el suceso, llega el general Hernández Toledo, quien dirigió una parte del Ejército, a la plaza de las Tres Culturas para rodear el edificio Chihuahua e impedir que alguien saliera donde se encontraba el Batallón Olimpia.

Zermeño señaló que las tomas son increíbles, puede verse al Ejército desconcertado, recibiendo balazos de francotiradores de todas partes, y cuando comienzan a disparar hacia esos lugares, las personas corren hacia el Ejército para protegerse de la balacera.

“Hoy tenemos que hacer nuestro último esfuerzo porque todo salga a la luz con mayor claridad”, concluyó.

Los revoltosos del 68

Últimos días de julio de 1968, los estudiantes ya representan una preocupación para el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. El 21 de julio de 1968 Excélsior publica una caricatura donde un peluquero con las iniciales GDO corta el cabello a los estudiantes, los deja listos, “presentables”. Orden y disciplina.

La prensa de esos días califica, desde las primeras notas, a los estudiantes que se manifiestan en contra de la represión policíaca: agitadores, revoltosos, subversivos. El discurso es implacable: se los tilda de “manipulables”, “no piensan por sí mismos”, “venables”.

El 25 de julio de 1968 el diario Excélsior difunde: “Manos extrañas en los disturbios estudiantiles, asegura la SEP”. Todo el espacio para la versión oficial. La Secretaría de Educación Pública, la Defensa Nacional, Gobernación, el Regente de la Ciudad dan sus versiones de los hechos. Les preocupa la paz y el orden. El general Luis Cueto, jefe de la policía metropolitana, dice: “Actuaremos con la máxima energía contra quienes alteren el orden público”.

Manipulación de estudiantes y conspiración serán a partir de esas fechas la constante en el discurso periodístico. El periódico Novedades del 28 de julio de 1968 destaca las palabras del general Cueto: “Grupos activistas de agitadores arrastraron a jovencitos sin experiencia hacia el Zócalo y ocasionaron a su paso por la avenida Juárez numerosos destrozos a comercios”. El diario agrega que en la casa 186 de la calle de Mérida se encontró cerca de media tonelada de propaganda comunista y folletos sobre técnicas de agitación, de guerrillas, etcétera”.

Con las primeras manifestaciones de los estudiantes del Politécnico y la UNAM, aparecen las palabras “escándalo”, “vandalismo”, “acción depredatoria de los manifestantes”, “extranjeros de filiación comunista” (El Universal, 28 de julio de 1968).

El Sol de México del 29 de julio va más allá: “En uno de tantos cubículos donde se reúnen para conspirar estos aventureros sin patria y algunos descastados mexicanos”. De la manipulación al lavado de cerebro. La postura de las autoridades comienza a endurecerse. El general Cueto afirma que “entre estos jóvenes a quienes se ha lavado el cerebro es fácil encontrar algunos, o muchos, de los líderes de los disturbios callejeros de los últimos días”.

Para el 30 de julio de 1968, la prensa resalta como notas principales del conflicto estudiantil las posiciones del secretario de Gobernación y del regente de la Ciudad de México. La edición de El Universal de ese día acota: “El orden fue restablecido”, y cita las palabras de Echeverría: “Para evitar derramamiento de sangre (…) fue que se pidió la intervención del Ejército”. Corona del Rosal señala que esperó a la comisión de estudiantes para escuchar sus demandas y refiere: “Hasta el momento nadie ha venido a verme”.

La preocupación principal del gobierno la manifiesta el secretario de la Defensa Nacional, el general Marcelino García Barragán, quien asegura: “Los alborotos de ayer no representan ningún peligro para el desarrollo de los Juegos Olímpicos o del desfile militar del 16 de septiembre”.

Cuando las fuerzas armadas salen a las calles, los diarios publican que la gente aplaudió a su paso. El regreso del orden. Si los diarios han dictado su sentencia con respecto a los estudiantes, Carlos Monsiváis en su libro Tiempo de Saber, Prensa y Poder en México, indica que tienen sus propios canales, sus propios recursos, la calle es de ellos.

“Ante las agresiones, el movimiento estudiantil sólo tiene a su disposición las marchas, los mítines, las brigadas, las discusiones familiares y el pacifismo genuino de la mayoría. Es sólo eso, pero resulta demoledor. Las marchas son las pruebas más convincentes porque en ellas y con entusiasmo, cientos de miles autentifican las versiones opuestas a la versión fulminante de lo que ha ocurrido distribuida por el gobierno. El movimiento se vuelve un medio masivo de comunicación que revitaliza la cultura oral (parecida al rumor, pero de ningún modo idéntica), y convierte volantes, brigadas, asambleas y marchas en noticias de voz viva, con el añadido del tono profético”.

A partir de este momento (julio-agosto 1968) la campaña en contra del movimiento estudiantil se incrementará, y en contraparte, aquél tendrá espacios reducidos en la prensa nacional (Siempre! y Excélsior).

Contadas plumas los apoyarán. Carlos Fuentes escribió en su novela Los años de Laura Díaz lo que podría ser el resumen de esa época: “No eran muertos para el Presidente. Eran alborotadores, subversivos, comunistas, ideólogos de la destrucción, enemigos de la patria encarnada en la banda presidencial. Sólo que el águila, la noche de Tlatelolco, huyó de la banda presidencial, se fue volando lejos y la serpiente, avergonzada, mejor mudó de piel, y el nopal se agusanó y el agua del lago volvió a incendiarse”.

LUTO en la UNAM

“Universitarios: Hoy es un día de luto para la Universidad. La Autonomía está amenazada gravemente. Quiero expresar que la institución, a través de sus autoridades, maestros y estudiantes, manifiesta profunda pena por lo acontecido. La Autonomía no es una idea abstracta: es un ejercicio responsable que debe ser respetable y respetado por todos”, fueron las palabras del entonces rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Javier Barros Sierra (1966 -1970), al izar la bandera nacional a media asta el 30 de julio de 1968.

La madrugada de ese día, el Ejército había destrozado con un disparo de bazuca la puerta barroca de la Preparatoria número 1, ubicada entonces en el edificio de San Ildefonso en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Bajo el argumento de “restablecer el orden”, integrantes del cuerpo de granaderos apoyados por el Ejército entraron al recinto y aprehendieron a los estudiantes que ahí se encontraban. El Ejército tomó posesión también de las preparatorias 2,3 y 5 de la UNAM y la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional.

LA MARCHA EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

Entre la represión y el descontento generalizados, el ingeniero Barros Sierra convocó el 1 de agosto de 1968 a universitarios y politécnicos a marchar unidos para “demostrar al pueblo de México que somos una comunidad responsable, que merecemos la Autonomía, la bandera en esta expresión pública será también la demanda, la exigencia por la libertad de nuestros compañeros presos, la cesación de las represiones”. Esta marcha comenzó en Ciudad Universitaria hasta la esquina de Avenida Insurgentes y Félix Cuevas.

Al concluir exitosamente la manifestación, el rector dijo: “Jamás en mi vida me he sentido más orgulloso de ser universitario, han respondido ustedes maravillosamente. No sólo es el número, es la calidad. Hemos expresado no sólo ante nuestro pueblo, sino ante todo el mundo que nuestras altas instituciones de educación superior son capaces de autogobernarse, de decidir sus destinos, de trabajar por el desarrollo justiciero del país, en una forma en que se responde a los esfuerzos que el pueblo de México hace para sostener nuestras instituciones. La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión y la más cara: ¡nuestra Autonomía! ¡Viva la UNAM! ¡Viva la Autonomía universitaria!”.

 

Diplomado en primeros auxilios psicológicos para personas migrantes

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Como parte de las actividades sustantivas de la Universidad Nacional Autónoma de México al servicio no sólo de la comunidad universitaria, sino enfocadas al público en general, la sede UNAM Los Ángeles ofrecerá la cuarta edición del Diplomado en primeros auxilios psicológicos a personas migrantes, refugiadas y desplazadas.

Dicho diplomado dota de herramientas jurídicas, psicológicas y teóricas a activistas, organizaciones de la sociedad civil, estudiantes, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos y albergues para apoyar a las personas migrantes en su proceso migratorio.

Asimismo, se reconocerá la dignidad de los migrantes más allá de su estatus legal, además de proporcionar herramientas de autocuidado para que los trabajadores que atienden a este sector de la población prevengan el Síndrome de Burnout.​

El Diplomado en primeros auxilios psicológicos a personas migrantes, refugiadas y desplazadas se llevará a cabo del 1 de agosto al 6 de diciembre de 2018, en modalidades presencial, en línea, remota y grupal.

 

Enlace con todos los detalles:

https://www.primerosauxiliospsicologicos.org/inscribete

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