¿Hay peligro de explosión en las plantas nucleares de Ucrania?

Dentro del conflicto bélico causado por la invasión de Rusia a Ucrania, la mayor preocupación han sido las plantas nucleares que proveen de aproximadamente 30 por ciento de energía al país sometido. Así, hay un miedo permanente de que pueda haber una explosión nuclear.

En la zona de conflicto hay 16 centrales nucleares del tipo BWR, que son de agua en ebullición, es decir, utiliza el líquido como refrigerante; también cuenta con barras de moderador que controlan el flujo de neutrones al núcleo, dijo Benjamín Leal Acevedo, Coordinador de la Unidad de irradiación y seguridad radiológica del Instituto de Ciencias Nucleares, de la UNAM.

Una planta de este tipo alcanza la ebullición en el núcleo, así forma el vapor que utiliza para impulsar la turbina que mueve un generador eléctrico. Una de las plantas nucleares más grandes de Europa es la de Zaporozhie que tiene seis reactores de potencia, de los cuales dos estaban apagados hasta la semana pasada, dos en potencia y media y dos encendidos.

Con las acciones militares es deseable que ningún país tenga enfrentamientos bélicos de artillería pesada cerca de instalaciones nucleares, agregó el investigador universitario.

Por desgracia, explicó el entrevistado, hace unos días se vio afectado un edificio, en el que por suerte no había un reactor, sino que era una estructura administrativa, que afortunadamente lograron contener.

“Es entendible la preocupación de la gente cuando escucha sobre plantas nucleares por las malas campañas que nos han traído diversos accidentes, pero ante este encuentro bélico no existe peligro”.

No existe ningún peligro de que ocurra un accidente nuclear porque cuando un reactor está apagado se detiene la reacción en cadena, no hay bombardeo de combustible nuclear con neutrones y se disminuye la presión.

Las plantas nucleares tipo BWR tienen unas barras de control que en este caso frenan la reacción en cadena, se disminuye la presión y se produce menos corriente eléctrica. Este tipo de plantas –como las ubicadas en Ucrania– son muy seguras, y en caso de alguna emergencia es más fácil apagarlas, añadió el académico universitario.

Actualmente, todos los reactores tienen edificios de contención y seguridad pasiva que permite controlar algún incendio, y si se produce un accidente se cuenta con la tecnología que permite monitorear los niveles de radiación en tiempo real.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha propuesto algunos principios de seguridad que incluyen el abastecimiento de suministros y refacciones; mantener la corriente eléctrica en las plantas; respetar los turnos de los operadores; que los dirigentes trabajen sin presiones políticas para garantizar la seguridad en materia nuclear y tecnológica en situaciones normales y de guerra, así como proveer información a la OIEA.

A través de estos puntos se garantiza que todas las plantas funcionen con normalidad y se mantengan en niveles radiológicos y ambientales aceptables a pesar de un conflicto bélico.

La única forma en que podría haber peligro sería sacar al personal de la planta, que son aproximadamente 200 técnicos encargados de toda la seguridad, como los generadores de presión y de enfriamiento de los ciclos secundarios y los almacenamientos de combustible.

Sería muy raro que Rusia quisiera invadir estas plantas para dañarlas, porque los primeros afectados serían ellos mismos. “Su capital está muy cerca de las fronteras y no veo un panorama en el que entre a la fuerza para tomar el control de una planta y hacer uso negativo”.

La tecnología ha evolucionado

La primera generación de reactores Fermi se caracterizaron por tener una placa de material moderador y una placa de combustible, que generaba flujos de neutrones pero sin generar corriente eléctrica.

A través de los años implementaron su volumen de combustible nuclear con grandes moderadores, y así se incrementaban las presiones de las turbinas y generaban más energía eléctrica.

Después del accidente de Chernobil, en Ucrania cuando formaba parte de la ex URSS, y Fukushima, Japón, se incrementaron las medidas de seguridad. Hoy, algunas plantas son reactores auto contenidos, lo que significa que si hay alguna falla, las barras de control ingresan al núcleo y reducen la producción de neutrones con lo que se garantiza que la operación sea más segura.

Hoy, se ha cambiado el combustible, ya no es combustible enriquecido al 5 por ciento, sino que cambió a uranio natural, el cual al ser quemado es menos útil para hacer bombas atómicas. Así, se diseña el reactor a la medida de la producción requerida, ya sea eléctrica o para radiofármacos.

¿Chernobil podría representar un peligro?

Sería muy ilógico atacar o establecer una base militar en la zona de exclusión (30 km a la redonda) de la planta nuclear de Chernobil, donde todavía puede haber fragmentos de grafito radiactivo.
“No es recomendable pasear por esos bosques en los que aún queda radiación, y pensar en establecer un campamento militar dentro de ese radio es peligroso para cualquiera”, concluyó.

Película triunfadora en el FICUNAM: un poema a los trabajadores

La ceremonia de premiación de la más reciente edición del Festival Internacional de Cine UNAM culminó con un doble reconocimiento para El gran movimiento, segundo largometraje de ficción del realizador boliviano Kiro Russo, que obtuvo el Premio del Público y el Puma de Plata a Mejor Película de la Competencia Internacional.

La película está ambienta en la Bolivia actual y cuenta la historia de Elder, quien “luego de caminar durante una semana, llega junto con sus compañeros mineros a La Paz para exigir la restitución de su trabajo. De repente, Elder comienza a sentirse enfermo. Con la ayuda de la anciana Mamá Pancha, Elder y sus amigos encuentran trabajo en el mercado. Pero la condición de Elder empeora, se está ahogando y luchando por respirar. Mamá Pancha lo envía con Max, un médico brujo, ermitaño y payaso, quien quizá pueda devolverle la vida al joven”.


El protagonista ya aparecía en el trabajo anterior de Russo, Viejo Calavera (2016), en la cuál tras perder a su padre, debía enfrentarse a los estragos provocados por la actividad minera en la pequeña comunidad de Huanuni en Bolivia. Charlamos con Russo tras su triunfo:

¿Qué sentimientos te generó ser seleccionado por FICUNAM?

Kiro Russo (KR): Haber sido seleccionado al festival fue una gran alegría, sobre todo porque por el cine que hago. Por ser boliviano, es realmente fundamental poder compartir las películas que he hecho, con países que me parecen mucho más cercanos, como Bolivia y México. Me parece un país que, realmente, tiene similitudes y una cercanía importante con el mío. Es bien importante promover el diálogo, cuestionar ciertas cosas, sobre todo en nuestros países. Poder compartir la película aquí en México es fundamental y ganar el premio mucho más, me acerca mucho más a que la gente pueda ver la película, a que puedan cuestionarla.

Obtuviste el Premio del Público y el Puma de Plata a Mejor Película, son dos reconocimientos muy diferentes…

KR: El Premio del Público es uno de los más importantes que hemos recibido, porque sentí que la gente conectó mucho con la película, había un interés muy grande también por el cine, podíamos coincidir en temáticas y cierta forma, sobre todo, de hacer y pensar el cine, que es coincidente tanto en Bolivia como con México. La película, además, es bastante rupturista y cuestiona lo que es hacer cine, a la vez tiene un diálogo muy grande con cosas de la cinematografía latinoamericana y mundial. Me alegra que la película sirva para ser parte de la construcción de este diálogo sobre el cine en Latinoamérica.


Sus imágenes de La Paz podrían ser de la Ciudad de México, hay temas que nos atraviesan a todos no sólo como latinoamericanos, sino como habitantes de estas urbes caóticas…

KR: Pensar en un cine latinoamericano parece, de alguna manera, un concepto pasado, pero es bien importante porque la saturación de las imágenes, la alienación y, digamos, el estadío en el que estamos después de tanto bombardeo de Hollywood y ciertas formas de ver el mundo ha puesto en cuestionamiento nuestras propias voces. Dentro de esa idea, creo que es muy importante este diálogo entre nuestros países, incluso para cuestionar si existe lo latinoamericano o qué sería eso.

Definitivamente al ver muchas películas mexicanas, por ejemplo, argentinas o peruanas, me he sentido mucho más cerca a algo mío que viendo otro cine. Y a la vez, no sé, es lo loco del cine, también conecto mucho con el cine asiático, por ejemplo. Me he dado cuenta que Bolivia tiene muchas similitudes con ciertas cosas de Asia que yo no me hubiera imaginado; me pasa igual con México, por ejemplo. Cosas como la convivencia con lo ancestral o la medicina natural, que es muy presente en Bolivia y aquí también.

Es interesante ver cómo podemos coincidir con mundos que aparentemente son completamente ajenos. Es a través del cine que podemos ver estas cosas, me parece buenísimo. La forma me pareció muy importante en esta película, no la forma de hacer cine y mostrar cine –que está siempre en construcción y en cuestionamiento también, sobre todo dentro de nuestras realidades–, sino esta saturación absoluta que existe de las imágenes, es necesario que exista esta resistencia.

En El gran movimiento la ciudad es una experiencia deshumanizante, las experiencias relacionadas con el capital son abrumadoras. Los pocos momentos de humanidad se encuentran en lo comunitario, como las vendedoras del mercado…

KR: Totalmente. La película es un poema a los trabajadores, me pareció muy necesario hacer algo así, porque en verdad los y las trabajadoras están sosteniendo los sistemas del mundo y las ciudades en las que vivimos. No siempre ha pasado lo mismo. Antes era mucho peor en el sentido de que había esclavos y era muy jodido, pero de alguna manera todos somos esclavos del sistema.

Al decir también que es un poema, nosotros también somos los y las trabajadoras que sostenemos el sistema, con la diferencia grande que no estamos sacrificando nuestros cuerpos para que eso sea así. Hay gente que sí. El cine hegemónico es extraño, se trata de ejercer un tipo de invisibilidad o invisibilizar ciertas problemáticas y cuestiones que son fundamentales de tocar y expresar.

Me intereso mucho en la forma porque el medio más importante del mundo del lenguaje ahorita es el audiovisual. Me parece fundamental que el lenguaje se abra y que no se cierre a que todos tenemos que hacer las cosas de la misma forma o pensar que el cine está relacionado con lo mercantil. El cine además puede ser abordado de diferentes formas.

Conozco cineastas que, por ejemplo, hacen películas muy contemplativas y que tienen que ver con el espacio. Este tipo de películas también son importantes. Combatir el lenguaje es también un medio de pensamiento, de historia y de generar vínculos y no solamente verlo como un entretenimiento. Para mí el cine debería ir mucho más allá de ser un constructor de historias. Pienso en YouTube, por ejemplo, es verdad que la caméra stylo –ese texto que habla sobre escribir con la cámara de hace tantos años– ya es algo real. En ese texto, si no me equivoco, ya se hablaba de la posibilidad de un lugar donde encontrar vídeos de lo que sea, como una biblioteca. YouTube es eso, pero en las representaciones no hay tanta conciencia; no solo nos debe importar el tema, sino la forma. Es importante introducir la forma como un lugar de cuestionamiento y de generación de pensamiento a través de estructuras más abiertas que cerradas, El gran movimiento está llena de interpretaciones posibles, de cosas que yo he pensado y de cosas que a veces me dicen y no he pensado. Eso me parece importante, la verdad.

La modernidad está llena de imágenes, pero como público cada vez estamos menos deseosos de cuestionar esas imágenes…

KR: Y de poder conectar con otras cosas. Pasa incluso con las personas que trabajan en la película, porque ya tenemos una educación, justamente, audiovisual; si las cosas no son como estamos acostumbrados a verlas, ya están mal directamente. No puede ser de otra forma. El gran público está muy jodido en ese sentido. Digo esto porque me pasó con mis dos películas, al final, la gente no puede ver al cine más que como una máquina de contar historias, no van más allá de las posibilidades que te da el lenguaje audiovisual de simplemente contar historias y, por otro lado, si vas a contar historias también está la imposición de cómo se deben contar las historias. Eso también debería ser puesto en cuestionamiento, porque al final el problema es que todo se estandariza, se termina haciendo lo mismo eternamente.

La gente aprueba o desaprueba en el sentido de que si no lo conocen, es inválido o está mal. La posibilidad de abrir el pensamiento y preguntar me parece bien necesaria en nuestra época. Lo extraño de la época en la que vivimos es que todo, supuestamente, ya está resuelto. Las respuestas ya están cerradas, sabemos todo y la vida es conseguir cosas y dinero, y se acabó. Es más o menos el resumen de nuestra época, ¿no? Creo que a través de las películas y el arte en general se pueden abrir preguntas y cuestionamientos para empezar a mirar un poco más allá las cosas, llegar a cuestiones que también nos deberían importar más que simplemente el dinero o el entretenimiento. Incluso como un banco de registro histórico, en un sentido más consciente, debería estar presente el cine en esos pensamientos.

La película inicia con una “sinfonía” de La Paz, las sinfonías de la ciudad fueron muy famosas hace 100 años. ¿Por qué es importante conectar El gran movimiento con esas primeras vanguardias del cine?

KR: Para mí es muy importante pensar el cine como un documento y al pensarlo como un documento y pensándolo académicamente desde una perspectiva de este lugar, cualquier texto académico tiene referencias y citas al final para que tenga una validez científica, ¿no es cierto? He pensado mucho por qué el cine no tiene eso, es un lenguaje y debería ser una cosa a la también se podría recurrir de una manera más académica o histórica, siendo que es una huella más fidedigna que un escrito de algo que sucedió.

Pensando el cine como documento trato de hacer, además, cada vez más conscientemente, esos dos lados. La película, por un lado, tiene diálogos con muchas cosas ya del cine, como, por ejemplo, las vanguardias de los años 20. Tiene también un diálogo con el cine latinoamericano de manera consciente, un diálogo mucho más cercano con el cine del Grupo Ukamau y Jorge Sanjinés, que es el cine más importante de la historia de Bolivia.

Eso con relación al cine, pero la película tiene un diálogo muy grande con un género, podemos decir entre comillas, que es la representación de La Paz. En mi país, dentro de la historia del arte, han sido muy importantes estas representaciones que se dan recurrentemente en todos las artes. Hay mucha pintura sobre la ciudad y muchas interpretaciones a través de la pintura de lo que es la ciudad. Después hay mucha literatura, para mí Jaime Saenz es el más importante escritor de Bolivia y su literatura gira en torno a la representación de la ciudad y su relación con la ciudad. Todas estas cosas están conscientemente incluidas como un diálogo con esas temáticas en la película. Lo mismo desde el punto de vista de la conciencia de la época, en el sentido de que hay huellas en la película de cosas históricas que han pasado de la ciudad, sólo las puede leer la gente de la ciudad. Por ejemplo, la marcha de los mineros es un evento real, documental, pero en la película podría pensarse como una ficción, no se sabe qué tan real es eso que se muestra ahí.

Hay momentos de destrucción, como las alucinaciones que tiene Max. La primera vez que lo vemos ve un deslizamiento, es una cosa que, por ejemplo, pasó en el 2019 en mi país, ha sido súper fuerte que un barrio entero se vino abajo, a la vez refleja una cosa muy constante de mi ciudad: justamente se construyó en los cerros. Cada ciertos años sucede eso. Se parte como un testigo de esas situaciones reales, pero la película no se está construyendo como un documental de denuncia, ni habla de eso, incluso se está contando como si fuera la imaginación de un loco. Hay esa contraposición entre ese documento de huella utilizado como una pieza de una ficción, eso me interesa mucho.

Las vanguardias cinematográficas, como los problemas mineros en Bolivia, no iniciaron ayer. Un siglo después apenas vemos sus verdaderas consecuencias…

KR: Eso une también, como cierta narrativa, dentro de la película. Al hacer cine lo que tienes que es, digamos, el lenguaje directo de la modernidad, en su forma misma, en su génesis misma. Es una máquina que captura el entorno, el tiempo, la duración, las presencias y todo eso es la modernidad, no podía suceder antes, pensar en algo como el cine era como pensar en una brujería o magia. Ahí hay una cosa que es fuerte: ser hijo directo de la modernidad, parece que no puede salirse de eso. Esta idea mercantil de la existencia del cine parece como algo superado, pero es la historia de la modernidad: solo importa lo nuevo. La historia del cine ha generado tantos niveles de representación que es muy lógico retomar, reinterpretar o mezclar.

El cine también es joven, creo que no se piensa en eso, por qué en su juventud el cine sigue ciertas lógicas de la modernidad que deberían ser superadas. Para mí la modernidad ya pasó, estamos en la postmodernidad y, de alguna manera, ya no importa nada. Es súper interesante volver a este tipo de cosas que han sucedido, incluso pensando en las sinfonías de la ciudad, haber una desde La Paz y en el siglo 21, es una crítica a la idea misma de representar la modernidad y las ciudades como algo grandioso.

También hay una representación de la ciudad como un ente, porque he tratado de filmar la ciudad de una cierta forma que es como un personaje, y eso está reflejado en la puesta en escena y el sonido, en los encuadres de abstracciones y todo, al principio se ven personas pero medio deformadas, que están existiendo dentro de este ente construido cinematográficamente para que esté vivo. Veo la ciudad como un gran monstruo que está comiéndose a todos, más que como un tipo de logro humano o una elegía a la modernidad, eso eran las sinfonías de la ciudad de principios de siglo.

He tratado de filmar lo que no se filma porque hay ciertos estereotipos, por ejemplo, en mi ciudad hay una montaña, el Illimani, y prácticamente si esa montaña no sale en la película, sale escondida en algún lugar. Pero no buscamos la espectacularidad de eso., no se ha tratado de hacer encuadres turísticos, se filma en cualquier lugar que no se filmaría. Todo el tiempo estoy pensando en eso, porque me interesaba hablar de la ciudad como un ente reflejando La Paz y no sólo un lugar turístico para que vengan a visitar.

Es cuestionar qué ha significado la llegada de esa “modernidad”…

KR: Y, además, si la modernidad realmente ha sucedido en Bolivia. Nosotros no tenemos prácticamente industria, y realmente es un país muy complejo porque en Latinoamérica es donde han sobrevivido más indígenas. En los países alrededor, básicamente han matado a todos. Es una complejidad muy rara, en el sentido de que supuestamente estamos viviendo la modernidad y qué sé yo, pero el país convive con un pasado muy presente, me parece que también eso sucede aquí en México, pero de otra forma, por esta relación muy fuerte con Estados Unidos. Eso inevitablemente ha hecho que el capitalismo y la alienación suceda de una manera mucho más agresiva, no digo que en Bolivia no estemos alienados porque sí, totalmente, pero el proceso de industrialización y tecnologización ha sido siempre medio arcaico en mi país.

La película muestra un poco ese caos, dentro de esas presencias de algunas cosas, como, por ejemplo, un videoclip de Michael Jackson,de alguna manera está citado ahí, pero a la vez convive con un pasado súper presente.

Donde la cultura de lo escrito se une con la cultura de lo audiovisual


El cine llegó a México el 6 de agosto de 1896 y desde ese momento se “inició un diálogo, una interacción, entre la prensa, la literatura y el nuevo medio de comunicación”, una conversación que se amplió y profundizó durante la primera mitad del siglo xx en nuestro país, cuando “los literatos que escribían en la prensa –novelistas, poetas y también los que hacían meramente periodismo– concedieron atención al cinematógrafo, que muy pronto, en el mundo y en México, encontraría en la literatura una de las fuentes más promisorias para nutrir las historias que cuenta a través de las pantallas”.

Analizar ese periodo de la cultura cinematográfica mexicana es la intención del libro Tinta, papel, nitrato y celuloide. Diálogos entre cine, prensa y literatura en México, coordinado por Francisco Martín Peredo Castro e Isabel Lincoln Strange Reséndiz y editado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM.

Además de textos firmados por los coordinadores del volumen, éste incluye colaboraciones de Carmen García Venegas, Blanca Aguilar Plata, Pilar Mandujano Jacobo, Alfonso Macedo Rodríguez, Federico Dávalos Orozco, Jacquelinne Sánchez Arroyo, Magda Lillalí Rendón García y Rafael López González, quienes comparten en su trabajo un interés por el cine, la literatura y la prensa desde un contexto sociohistórico.

Isabel Lincoln Strange recordó que la idea que dio pie al proyecto surgió durante su estancia como investigadora del Centro de Investigación en Ciencias de la Comunicación en la FCPyS:

“Tenía en mente este proyecto sobre literatura y cine. Era algo que traía en la cabeza para desarrollar porque me había enfrentado a las novelas cinematográficas; las había visto, tocado y revisado, y quería adentrarme en este tema en particular. Impulsada por el profesor Federico Dávalos Orozco, me acerqué al doctor Francisco Peredo y él me orientó en este sentido: sugirió hacer el proyecto más amplio para darle cabida a otras manifestaciones culturales. Él sugirió abrirlo a cine, literatura, prensa e historia”.

Por su parte, Peredo rememoró que en ese momento se encontraba “trabajando sobre las adaptaciones de la literatura universal, latinoamericana y española en el cine mexicano. Pudimos hacer una muy buena conjunción de los intereses que Isa en lo personal traía con los que tenía yo y con lo que sabíamos que nuestros colegas estaban trabajando en el Centro, relacionado con prensa, literatura e historia”.

Intersecciones cinematográficas

Los temas que se presentan en Tinta, papel, nitrato y celuloide ponen “la atención en la conjunción de la cultura de lo escrito con la cultura de lo audiovisual, porque creo que ése es común denominador de todos”, explicó Peredo.

“Si uno ve las colaboraciones de Carmen García Venegas y Blanca Aguilar Plata, por ejemplo, se centran en estudios de prensa que remiten a la cultura de lo audiovisual, porque los suplementos de moralización y educación de los niños durante el Porfiriato nos hablan de una época en que el cine causaba mucha preocupación. Lo que los niños podrían aprender a través del cine en términos de cómo cometer delitos, etc., se utilizó para ‘moralizar’ a través de la crítica en prensa y la censura. Blanca Aguilar nos habla, por ejemplo, de suplementos culturales como El Universal Ilustrado y cómo se referían ahí novelas que primero se publicaban por entregas en prensa y después como obras literarias unitarias, para finalmente ser adaptadas para el cine”.

“Así sucesivamente, con las colaboraciones de Pilar Mandujano Jacobo, Alfonso Macedo Rodríguez, Federico Dávalos –que hace una contribución importante como todas, a propósito de toda esta conjunción entre prensa, literatura y cine como industria cultural–, hasta llegar al punto en el que se abre la puerta para que podamos entrar Isabel, Jaquelinne Sánchez Arroyo y un servidor con lo que tiene que ver específicamente con cultura del cine en relación con obras literarias que se adaptan para el cine o en relación con cómo el cine dio lugar a otro tipo de literatura popular que fue la ‘novelización’ de las películas en pantalla”.

“Es muy importante también la colaboración de Rafael López con la labor de Efraín Huerta como crítico cinematográfico, otra forma de interacción de la cultura cinematográfica con la cultura de la prensa escrita a través de la crítica. Lo que concluimos es que todos tienen una incidencia sobre las comunidades de espectadores. Ésa es una parte que nos importaba: los que leen prensa, los que consumen literatura, los que consumen los productos de industrias subsidiarias o adyacentes al cine –como la novelización de las películas– y la forma en cómo se intersectan entre sí diversas industrias, en un entorno de cruce de la cultura de lo escrito con la cultura de lo audiovisual”, añadió el investigador cinematográfico.

Por su parte, Isabel Lincoln Strange Reséndiz señaló que “la cultura cinematográfica se va enriqueciendo poco a poco; no nace como tal. Se conforma como una industria en varios sentidos. Algunas de las primeras vistas que se filman están relacionadas con la literatura, porque eran representaciones teatrales o representaciones de obras literarias. Me parece que el cine surge tomado de la mano de la literatura; es algo que siempre me ha llamado la atención. Finalmente, existe siempre una estrecha relación entre el cine y la literatura, y una gran parte de lo que en algún momento nos llevó como mexicanos a tener una industria cinematográfica importante fue la existencia de la adaptación literaria”.

“Se trata de un período interesante de nuestra historia que va de finales del siglo xix a mediados del siglo xx, casi llegando a los 60, en el que se observa una panorámica del vínculo entre estas tres formas de cultura –el cine, la literatura y la prensa– junto a otras que menciona el doctor Dávalos: el teatro, la música, la industria radiofónica, la industria editorial, la industria publicitaria del cartel, las fiestas populares… que es interesante cómo se vinculan, cómo la prensa publicitaba la literatura y el cine. Estas revistitas publicitaban a la vez novelas para que la gente leyera, con fotografías y demás”, añadió la también coordinadora académica de la maestría en Comunicación Integral y Transformación Social de la Universidad Anáhuac México.

Actualmente, Tinta, papel, nitrato y celuloide. Diálogos entre cine, prensa y literatura en México puede ser adquirido en formato digital (http://www.libros.unam.mx/tinta-papel-nitrato-y-celuloide-dialogos-entre-cine-prensa-y-literatura-en-mexico-9786073036580-ebook.html) y, próximamente, llegará a las Librerías UNAM en formato físico. Mientras se reinician las actividades formalmente, y hasta que se dé por terminado el confinamiento, se puede contactar a la FCPyS para adquirirlo mediante cita a través del correo suscripciones@politicas.unam.mx.

26 de marzo, lo que pasó un día como hoy

En 1827 murió Ludwig van Beethoven

Destacado compositor, director de orquesta y pianista alemán, su legado musical abarca desde el Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo musical. Considerado uno de los compositores más preclaros e importantes de la historia de la música, su legado influyó de forma decisiva en la evolución de este arte. Entre sus obras destacan: Para Elisa, Concierto para un Piano n°1, Marcha Turca, Concierto para piano n°3.

 

 

Es Día Mundial de la Epilepsia

El 26 de marzo se celebra el “Día Púrpura” o “Día Mundial de la Epilepsia” es una celebración internacional dedicada a difundir la conciencia sobre la epilepsia en todo el mundo. El 26 de marzo de cada año, se invita a personas de todo el mundo a vestirse de púrpura y organizar eventos en apoyo de la concientización sobre la epilepsia. La campaña del “Día Púrpura” fue creada por la canadiense Cassidy Megan, cuando solo tenía ocho años para ayudar a crear conciencia sobre la epilepsia, en respuesta a la poca información y apoyo que había, cuando ella fue diagnosticada con epilepsia en 2007.

 

 

En 2009 murió Griselda Álvarez

Reconocida maestra y política mexicana, fue la primera mujer que ocupó el cargo de gobernadora en el Estado de Colima. Recibió la Medalla Belisario Domínguez, Medalla al Mérito Benito Juárez, Medalla al mérito María Lavalle Urbina. Antes de entrar al mundo de la política fue maestra normalista, posteriormente cursó una carrera en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde logró titularse con mención honorífica. También fue Directora General de Acción Social de la Secretaría de Educación Pública y del Museo Nacional de Arte, trabajó como dictaminadora del Fondo de Cultura Económica.

 

 

En 1904 nació Emilio “El Indio” Fernández

Reconocido director y actor mexicano, su fuerza creativa enalteció el cine en nuestro país. Casi sin querer se destacó como un símbolo nacional, al luchar contra la marginación de la población nativa de México. En 1934, Fernández recibió su primer papel protagónico en la película “Janitzio”. Debido a su complexión atlética y sus rasgos indios, frecuentemente era elegido para interpretar papeles de revolucionarios, bandidos y vaqueros mexicanos. Como director sus películas más famosas son: Flor silvestre, María Candelaria, Las abandonadas, Enamorada, Salón México y Pueblerina.

 

 

En 1949 nació Patrick Süskind

Reconocido guionista de cine, es autor de la famosa novela “El perfume”. La obra traducida a 46 lenguas y con un volumen de ventas superior a los 15 millones de ejemplares, fue llevada al cine en 2006. Tras el éxito de El Perfume, su siguiente obra, La paloma, salió con una tirada excesiva de cien mil ejemplares, pues se esperaba un éxito de ventas. La obra de Patrick Süskind gira en torno a la opresión, a la obsesión y al hombre. Algunas de sus obras son: El contrabajo, El perfume, La paloma y La historia del señor Sommer.

 

 

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En 1931 nació Leonard Nimoy

Reconocido fotógrafo, director y actor de cine, televisión y teatro estadounidense, fue popularmente conocido como “Sr. Spock” en la Serie de ficción Star Trek. Además de dedicarse a la actuación, escribió dos autobiografías: No soy Spock y Yo soy Spock. Desarrolló un gran interés por la fotografía, la poesía y la música, gracias a esas pasiones publicó siete poemarios y libros de instantáneas, entre ellos Eye Contact, Shekina y The full body Project.

 

 

En 1944 nació Diana Ross

Famosa actriz estadounidense, sus comienzos están ligados al grupo The Supremes, formado en los años 60. También destacó como actriz en la película Lady Sings the Blues, sobre la biografía de Billie Holiday, papel que le valió una nominación como Mejor Actriz a los premios Oscar y un Globo de Oro en 1973. En 2012 obtuvo el Grammy de honor, en el marco de su fructífera carrera artística. Diana es un icono de lo que significa una show woman, ya que durante los años 70 y 80 se convirtió en la artista femenina más exitosa de la era pop. Actualmente tiene una gira programada para Reino Unido en junio de 2022, llamada “Thank You”.

 

 

En 1948 nació Steven Tyler

Destacado músico estadounidense, conoció el éxito casi al inicio de su carrera. Sólo un año después de su debut, ya había llevado la canción Dream On en varias emisoras americanas. Posteriormente formó Aerosmith junto con Joe Perry, Tom Hamilton, Joey Kramer y Ray Tabano. Nadie imaginaba que la agrupación se volvería tan popular, consiguió varios éxitos que poco a poco la introdujeron en la cotidianidad de los rockeros. La década de los 70 estuvo plagada de reconocimientos como estrella de rock, sin embargo también hubo varios altibajos debido a su adicción a las drogas. Conocido por su habilidad de ejecutar varios instrumentos musicales, entre sus canciones destacan: Dream On, Crazy, Dude, Last Child y Fly Away From Here.

25 de marzo, lo que pasó un día como hoy

En 1918 murió Claude Debussy

Destacado compositor y pianista francés, sus creaciones armónicas abren el camino de los cambios musicales del siglo XX. Fue una antigua discípula de Chopin, la señora Manté de Fleurville, quien se dió cuenta de la vocación del muchacho e indujo a sus familiares a cultivarla. De esta forma, Debussy ingresó en el Conservatorio de París. El conjunto de la obra para piano de Debussy, constituye su legado artístico más importante. Entre sus obras más famosas destacan: El mar, Preludio a la siesta de un fauno, Claro de luna, Sonata para violín y piano.

 

 

En 1918 nació Emma Godoy

Reconocida filósofa y escritora mexicana, se destacó como académica y luchadora social en favor de los adultos mayores. Obtuvo la maestría en Lengua y Literatura Española en la Escuela Normal Superior, realizó el doctorado en Filosofía en la UNAM. Como mujer de letras con voz propia, fue una escritora que luchó por conseguir una formación académicas sólida. A ella se debe la fundación del INSEN, hoy Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM).

 

 

En 1947 nació Elton John

Reconocido cantante, compositor y pianista británico. A lo largo de una carrera de más de 50 años, lanzó alrededor de 30 álbumes de estudio y vendió más de 300 millones de copias en el mundo. Considerado uno de los artistas más exitosos de la historia de la música, entre sus imprescindibles álbumes destacan por ejemplo: Tumbleweed Connection, Madman Across The Water, Honky Château, Goodbye Yellow Brick Road y Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy.

24 de marzo, lo que pasó un día como hoy

Es Día Mundial de la Tuberculosis

Esta conmemoración pretende generar mayor conciencia sobre la epidemia mundial de tuberculosis, la enfermedad es mortal aún cuando apareció la vacuna para combatirla. Este evento anual recuerda la fecha en 1882, cuando el Dr. Robert Koch anunció que había descubierto el Mycobacterium tuberculosis, el bacilo que causa la tuberculosis. La OPS/OMS hace un llamado para poner fin a la enfermedad a través del trabajo colectivo, pues la tuberculosis junto con el VIH son las principales causas de muerte entre las enfermedades infecciosas en el mundo. Cada año tras una larga agonía, mueren 1.4 millones de personas a causa de esta enfermedad.

 

 

En 2017 el CELE se transformó en la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción ENALLT

El objetivo fue cubrir la creciente necesidad de formar profesionales con competencias no sólo en su lengua materna, sino también en lenguas extranjeras, en estos campos de estudio. La misión es la de desarrollar e impulsar la enseñanza y el aprendizaje de lenguas extranjeras y nacionales, lingüística y traducción en diferentes modalidades con el fin de ofrecer calidad académica en la enseñanza de lenguas, en la formación y profesionalización de docentes, en la certificación y en la profesionalización del ejercicio de la traducción en México a través de la formación de traductores.

 

 

En 1905 murió Julio Verne

Reconocido escritor francés, es considerado el padre de la ciencia ficción moderna. Su obra se destaca por la predicción de muchos de los inventos tecnológicos del siglo XX, es uno de los autores más traducidos en todo el mundo. Escribió sonetos, algunos libretos de teatro y conoció a la familia Dumas, que influyó fuertemente en sus futuras obras y le ayudó a difundirlas. Entre sus obras destacan: Viaje al centro de la tierra, De la tierra a la luna, Veinte mil leguas de viaje submarino, La isla misteriosa y La vuelta al mundo en ochenta días.

 

 

En 1908 nació Jorge González Camarena

Reconocido artista plástico mexicano, se destacó por la singular técnica que empleaba. Con pigmentos naturales, se inspiraba en la tendencia de los tlacuilos o dibujantes prehispánicos. Maravillado con el arte precolombino y popular, sus piezas hacían referencia a ese pensamiento místico, tradicional y milenario. En sus pinturas y murales abundan entre otras figuras, las referencias geométricas y coloridas. Entre sus obras destacan: Díptico de la vida, El triunfo de la cultura, Presencia de América Latina y La Constitución de 1917.

 

 

En 1968 murió Alice Guy

Primera mujer cineasta de origen francés, fue pionera en la inclusión de los efectos especiales, usando técnicas de máscara de doble exposición y filmando secuencias en retroceso. Dirigió, produjo y supervisó diversos géneros fílmicos, desde cuentos de hadas hasta parábolas religiosas, sin dejar de lado las comedias románticas o las películas policíacas. En 1896 adaptó el cuento francés El hada de los repollos al cine, considerada la primera película que contaba una historia con duración de más de un minuto. En 1906 fue la mente detrás de la primer superproducción de la historia del cine, El nacimiento, vida y muerte de Cristo.

 

 

En 1911 nació Joseph Barbera

Reconocido director y productor estadounidense, fue creador y animador de storyboards. Cofundó, junto a William Hanna, el estudio de animación Hanna-Barbera, donde creó dibujos animados que obtuvieron gran popularidad. Entre los más famosos se encuentran: Tom y Jerry, The Huckleberry Hound Show, Los Picapiedra, Los Supersónicos y Scooby-Doo. Hanna y Barbera recibieron múltiples reconocimientos, ganaron siete premios Óscar y ocho premios Emmy. Sus personajes se han convertido en íconos de la cultura popular y han aparecido en películas, libros y juguetes. En 1994 William Hanna y Barbera, ingresaron al Salón de la Fama de la Academia de Televisión.

Prevén una enorme epidemia de resistencia a los antimicrobianos

 

El aumento de la automedicación durante la pandemia de covid-19 ha favorecido la resistencia de los microbios a los antibióticos y, en consecuencia, puede propiciar un gran riesgo a nivel global, “como si viviéramos en la Edad Media”.

La doctora María del Carmen Jiménez Martínez, coordinadora del posgrado en Farmacología Clínica de la UNAM, afirma, además, que la saturación de las instituciones de salud y la falta de atención con médicos de primer contacto, tanto en el sector público como en el privado, llevaron a muchos a automedicarse antibióticos “cuando no tenían necesidad de tomarlos”.

También contribuyeron al uso indiscriminado de antibióticos las farmacias que “fueron un poco más laxas” en su venta y algunos médicos que, al no estar actualizados y tratar de solucionar un problema del paciente, los prescriben sin una clara indicación para covid-19.

Por eso —dice Jiménez Martínez, del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana—, para no contribuir a la resistencia a los antimicrobianos, es importante concientizar a todos los integrantes del personal de salud para que no den indiscriminadamente antibióticos.

Los riesgos de la automedicación

La automedicación, explica la profesora de la Facultad de Medicina, no sólo oculta síntomas que pueden generar mayores complicaciones, sino que la combinación y la dosis inadecuadas de medicamentos pueden causar intoxicaciones y daño orgánico, agudo o permanente.

Peor aun fue utilizar antibióticos para combatir la covid-19, enfermedad viral para la cual no es efectivo el tratamiento con tales fármacos. Eso tuvo repercusión global porque, al no estar indicados contra el SARS-CoV-2, han contribuido a una mayor resistencia a los antimicrobianos.

Su uso indiscriminado favorece la selección de bacterias; es decir, aquellas que tienen la capacidad de no inactivarse con el antibiótico ahora sobreviven, y sus hijas (la proliferación bacteriana) transmiten esa resistencia a otras bacterias. Por eso ahora hay más riesgo de que las bacterias sean resistentes a múltiples antibióticos.

Y el riesgo es global. Jiménez Martínez apunta que en 2021 se comprobó que la resistencia a los antibióticos causó 1.3 millones de muertes, mientras que 4.9 millones de muertes pudieron estar asociadas.

Si no hacemos un uso racional de los medicamentos, en particular de los antibióticos, en los próximos años tendremos una enorme nueva pandemia de resistencia a los antibióticos. Para el año 2050, se prevé que habrá unos 10 millones de muertes al año por esta causa.

Los riesgos de la automedicación no es algo que se verá a largo plazo. “Ya los tenemos aquí. Y, si seguimos automedicándonos, en unos años más no vamos a poder controlar las múltiples infecciones que hay”.

Son infecciones de todo tipo (respiratorias, choque séptico, etc.) que no se podrán controlar. Aunque al paciente se le den uno, dos o tres antibióticos, no habrá manera de matar al “bicho” o agente causal.

Hoy la gente se puede morir por el proceso infeccioso. “Es como si viviéramos en la Edad Media, cuando morían por infecciones. Es lo que ahora ya está ocurriendo y es justo lo que tenemos que evitar en un futuro no lejano”.

Plan contra la resistencia a los antimicrobianos 

Ante este problema, la Organización Mundial de la Salud ha emitido un plan de acción global en el cual participan alrededor de 115 países. Éstos son los cinco objetivos principales:

  1. Mejorar la concientización y comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos.
  2. Reforzar los conocimientos y la base científica a través de la investigación y la vigilancia en salud humana y animal.
  3. Reducir la incidencia de infecciones con medidas eficaces de saneamiento, higiene y prevención.
  4. Utilizar de forma óptima los medicamentos antimicrobianos tanto en humanos como en animales.
  5. Preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.

Para cumplir con este plan global de la OMS, México emitió en junio de 2018, a través del Consejo General de Salubridad, un acuerdo en el que se declara la obligatoriedad de la estrategia nacional de acción contra la resistencia a los antimicrobianos.

A las instituciones de salud, entre ellas la Facultad de Medicina de la UNAM, les corresponde implementar estos objetivos en acciones institucionales para que “todos los involucrados en el sector salud tengamos conciencia plena de la necesidad del uso racional de antibióticos y de alertar a nuestros pacientes y personal no médico sobre el peligro de la automedicación”.


Revisar si el uso de antibióticos es o no adecuado le corresponde a la Cofepris, autoridad sanitaria que también contribuye al conocimiento y a la educación para la salud. En su cuenta de Twitter y en otras redes sociales continuamente está exponiendo los riesgos de la automedicación y de la resistencia a los antimicrobianos.

En esa labor de difusión y concientización también participan escuelas y la facultad de Medicina de la UNAM y de otras universidades, puntualiza la doctora Jiménez Martínez.

Vacuna “Mosaico” ya se prueba en México: esperanza contra VIH

“Una golondrina no hace primavera”, dice el doctor Roberto Vázquez Campuzano, académico de la UNAM, sobre la reciente cura con células madre de una mujer infectada con el virus de inmunodeficiencia humana.

Reconoce, sin embargo, que el uso de células del cordón umbilical para tratar diversas enfermedades es un enorme avance para la salud pública.

Aunque ha permitido tratar a personas con VIH, es necesario seguir investigando. Desafortunadamente, este tipo de tratamiento no puede utilizarse en la población general y se encuentra limitado principalmente a pacientes con algún tipo de cáncer.

Para la curación del sida se han utilizado múltiples estrategias. Desde calentar la sangre de los pacientes para eliminar el virus hasta el uso de células madre de cordón umbilical.

Desafortunadamente, agrega el profesor de la Facultad de Medicina, el VIH integra su material genético al de nuestras células, haciendo imposible erradicarlo, hasta ahora.

Las células madre son pluripotenciales y dan origen a muchas células, pero si éstas ya contienen el VIH, seguirán infectadas durante toda su vida y se irán eliminando paulatinamente.

Preventiva, no curativa

La otra estrategia —señala el doctor Vázquez Campuzano, del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE)— es el uso de anticuerpos monoclonales, que también están funcionando no sólo para VIH sino también para otras enfermedades.

El Gobierno de Estados Unidos recién anunció un proyecto de 65 millones de dólares para el desarrollo de nuevas vacunas que podrán utilizarse en el caso del surgimiento de nuevas pandemias.

En México y en ocho países más se prueba la vacuna Mosaico contra el virus de inmunodeficiencia humana, que el doctor Vázquez Campuzano espera que pueda ayudar a evitar el sida en un futuro no muy lejano.

La vacuna Mosaico, ya en fase 3, se prueba en tres ciudades de nuestro país: en la Ciudad de México, en Mérida, Yucatán, y en Guadalajara, Jalisco. En este proyecto participan “una buena cantidad de voluntarios” que ayudarán a probar su eficacia.

Las vacunas requieren pasar por diversas etapas antes de su autorización y aplicación. Primero, por fases preclínicas que se realizan generalmente en mamíferos pequeños, para asegurar que sea razonablemente segura. Posteriormente se realizan los estudios clínicos, que se llevan a cabo en cuatro fases. En la fase 1 se aplican a algunos individuos, alrededor de 100, para asegurar que no se producen efectos adversos peligrosos en humanos. En la fase 2 se comprueba la efectividad de la vacuna, por lo que se escala a varias centenas de voluntarios (200 a 500). En la fase 3 se evalúa la dosis y la eficacia, probándola ya con miles de personas, generalmente en estudios multicéntricos. La fase 4 se realiza una vez que ha sido aprobada la vacuna y permite determinar su funcionamiento real.

El doctor Vázquez Campuzano tiene mucha confianza en que la vacuna Mosaico llegue a funcionar “bastante bien”. En tres o cuatro años se verán sus resultados.

Esta vacuna, que comenzó a desarrollarse a fines de 2019, es una mezcla de proteínas o diferentes antígenos virales de la envoltura del virus, los cuales se utilizan para inducir la respuesta inmune. En teoría —dice Vázquez Campuzano—, permitiría al sistema inmune reconocer a la mayoría de los VIH que tuviera en circulación una persona.

La Mosaico es una vacuna preventiva, no curativa. Y se aplicaría a la población que tiene o pudiera tener alguna situación de riesgo de infección por el VIH.

Como el VIH se transmite por vía sexual, prácticamente todos tendríamos riesgo de infectarnos. La vacuna se aplicaría primero a parejas de personas seropositivas o que se dedican a alguna actividad que implique una potencial transmisión del virus. Después, al resto de las personas.

La última vez que una vacuna contra el VIH logró llegar a fase 3 fue en 2009, cuando el ensayo RV144 mostró algunos resultados prometedores. Ahora, después de casi 13 años, con la vacuna Mosaico se tiene “una buena candidata y esperamos que funcione muy bien”.

Negativas consecuencias físicas y emocionales por la exposición a pantallas en la niñez

Celulares, tabletas, computadoras y televisiones son parte de la vida cotidiana alrededor del mundo. La pandemia sólo ha incrementado su uso, sobre todo en relación con nuestras interacciones sociales. Sin embargo, el uso prolongado de pantallas y dispositivos podría tener efectos perjudiciales en los más jóvenes.

De acuerdo con INEGI, en México hay 4.05 millones de viviendas que cuentan con una consola de juego, 30.8 millones tienen acceso a celulares y 18.3 millones utilizan una conexión a internet. Por ello es importante monitorear su uso y detectar a tiempo una posible adicción.

Es un tema tan reciente que, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales, “hasta el momento sólo se considera al juego patológico y al trastorno de juego por internet como trastornos diferentes al consumo de sustancias o comportamientos adictivos”, comenta Mariana Viruega, especialista en el tema.

“Sobre el trastorno de juego por internet sólo se establecieron los criterios, que requieren de mayor evaluación. Sin embargo, la Clasificación Internacional de Enfermedades sí incluye el trastorno por uso de videojuegos, que es un comportamiento adictivo. Son las únicas conductas que se han considerado como un trastorno de corte adictivo”.

“Normalmente los investigadores y médicos consideran que la cantidad de tiempo en una actividad, como el uso de pantallas o dispositivos digitales, es de suma importancia para distinguir lo que es normal de lo que no es saludable. Pero lo más importante, sobre todo en niños y adolescentes, es evaluar los hitos de desarrollo, qué criterios se alcanzan según la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Así se observa si hay síntomas de trastorno específico para evitar patologizar cualquier conducta”.

“Debemos hacer una distinción en excesos conductuales en menores, que pueden estar relacionados con factores como prácticas de crianza inadecuadas o modelos de comportamiento de duración excesiva –por ejemplo, los padres o madres que pasan un gran número de horas realizando una actividad, como el uso de celular o asistir a un gimnasio, como una forma de escape de su contexto–”, subrayó la psicóloga.

Viruega llamó a los padres a conocer a fondo a sus hijos, ya que esto permite “detectar cualquier anomalía del desarrollo o conducta para poder abordarla y prevenir situaciones más graves a futuro”.

Problemas a largo plazo

Una de las grandes consecuencias que genera en menores el uso prolongado de estos aparatos son los problemas de sueño. Cuando los pequeños están sumergidos en una actividad que provoca emoción y exige estar alerta, llevarlos a la cama puede ser un problema. La niñez se considera como una etapa de neurodesarrollo que requiere un tiempo de sueño de entre 10 y 12 horas para generar procesos importantes, como la liberación de la hormona del crecimiento.

“Entre las consecuencias del uso prolongado de dispositivos digitales está la baja de rendimiento académico, la obesidad –que puede llevar a comentarios negativos de otras personas– y el sedentarismo –al estar todo el tiempo sentado–. Las estrategias de crianza inconsistentes y poco efectivas en relación al manejo de estos dispositivos son las que provocan un impacto en el estado emocional de niños y adolescentes”, comentó Mariana Viruega.

“Ellos experimentan culpa o enojo, sobre todo si los parámetros de uso son inconsistentes; también sufren de depresión y ansiedad”. Sin embargo, la especialista destacó que el uso de videojuegos también puede tener efectos positivos:

“Algunos videojuegos fomentan la regulación emocional y no sólo eso: también habilidades visoespaciales y capacidades de concentración. Pero debemos tener cuidado con el uso excesivo de pantallas; es necesario un balance. Los padres deben involucrarse y encontrar este acompañamiento con sus hijos”.


Luz, otro problema

Por su parte, Hugo Sánchez Castillo, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, afirmó que el uso prolongado de pantallas y la luz que utilizan generan una conexión con el sistema nervioso que podría provocar el aumento o disminución en la producción de hormonas en el cuerpo de los menores. “Una de las cuestiones que permiten la maduración de nuestro cerebro es justamente el ritmo circadiano”.

Los seres humanos somos seres cíclicos que regulamos nuestras actividades, como el sueño, a partir de los horarios: día y noche. En el caso particular de los niños, al exponerse de manera continua a la luminosidad durante etapas de desarrollo, sus niveles de melatonina (hormona que se regula por la luz, generalmente por el sol) y los marcadores ambientales (reguladores del sistema nervioso) podrían verse afectados. Al pasar tanto tiempo frente a la luz se trastornan los horarios de sueño.

A eso se debe sumar que a causa de la pandemia se han reducido las actividades físicas. “Se puede generar de manera inmediata una conducta sedentaria que puede tener como consecuencia evidentemente una disminución de la actividad, por ejemplo, aumentando los niveles de cortisol”, una hormona que se libera como respuesta al estrés. “Se ha demostrado científicamente que los menores que están expuestos con mayor frecuencia a pantallas la generan en mayor cantidad”.

Iniciará la edición 43 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería

 

La edición número 43 de la Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería se celebrará, por segundo año consecutivo, a distancia, del  24 de marzo al 3 de abril, con 120 actividades transmitidas en sus redes sociales (Facebook Live, YouTube y www.filmineria.unam.mx), de 11:00 a 22:00 horas, informó el director de la feria editorial más antigua del país, Fernando Macotela Vargas.
En los emblemáticos salones del Palacio de Minería se llevarán a cabo 13 eventos por hora, entre los que destacan presentaciones de libros, charlas, mesas redondas, recitales de poesía, feria de los cuentos y ciclos de literatura de terror y de divulgación científica, adelantó.
La FIL de Minería se ha constituido en un buen escaparate para la venta de libros, que en numerosos sitios del país tienen problemas de distribución; en esta edición se podrán realizar compras directamente con las casas editoriales, informó.

La UNAM forma ciudadanos sensibles y conscientes de su entorno: Graue

 

Para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es fundamental formar ciudadanos sensibles y conscientes de su entorno, y el bachillerato es una oportunidad única para lograrlo, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.
Al presidir la entrega de premios de la Décima Olimpiada Universitaria del Conocimiento 2020-2021, a distancia, señaló que esta ceremonia es motivo de orgullo para la Universidad, celebra el compromiso y dedicación de sus alumnos de la educación media superior que han sabido asumir con responsabilidad esta etapa de la vida, en la que las posibilidades parecen infinitas y empiezan a vislumbrarse proyectos acordes a sus intereses.
“Mis más calurosas felicitaciones a las y los 68 ganadores de esta edición 2020-2021 y mi reconocimiento a los más de mil 400 participantes, en las ocho distintas categorías”, expresó el rector acompañado por el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.

¿QUÉ PAPEL TUVIERON LAS MUJERES EN LOS PRIMEROS 100 AÑOS DE MURALISMO MEXICANO?

 

Patricia Quijano ha creado alrededor de 20 murales en solitario y 30 en colectivo, y durante décadas ha luchado porque estas obras ocupen un lugar relevante en todo tipo de espacios, trátese de bibliotecas, museos o mercados. Sin embargo, cuando quiso titularse de La Esmeralda con una investigación sobre muralistas mexicanas, sus profesores le rechazaron el proyecto al tiempo que argumentaban: “No hay mujeres en el muralismo de México”.

¡Me dijeron eso a mí, que hago murales!, comenta la también docente, quien se propuso demostrar que sus maestros estaban equivocados. Sólo para contradecirlos incluyó en su tesis un grueso apartado sobre personajes femeninos en el arte público nacional, mismo que se ha vuelto referente para los interesados en el tema.

A Quijano le gusta citar aquella frase de Rosario Castellanos que dice: “Una mujer que no se reconoce ni le reconocen la categoría de persona será una deficiente profesionista”, y a su parecer eso es lo que se aprecia en los anales del muralismo, una carencia de reconocimiento a lo femenino, pues apenas dedican un pie de página a todas aquellas artistas que buscaron expresar su visión del mundo en una pared, además de que le niegan el título de muralistas a creadoras con grandes méritos.

Y a esto podemos sumarle –explica– todos los obstáculos que ellas debieron enfrentar. Un ejemplo es María Izquierdo, a quien en 1945 le comisionaron un mural para el Antiguo Palacio del Ayuntamiento que llevaría por nombre El progreso de la Ciudad de México, el cual fue bloqueado por intervención de artistas hombres (se sospecha de Rivera y Siqueiros), quienes aseveraban que alguien como ella no estaba capacitada para concretar una pieza de tal envergadura. Hoy a Izquierdo se le recuerda por acuñar la frase: “Es delito ser mujer y tener talento”.

La misma Quijano confiesa haber lidiado con las expectativas de género depositados en ella. “Estudié Psicología Educativa en la UNAM como primera carrera para tranquilizar a mis padres, quienes no veían al arte como algo para mujeres, o más tarde, cuando me encargaron un mural para Universum, Museo de las Ciencias, alguien ahí me pidió hacerles uno, pero que emulara el trabajo de un hombre: el de mi maestro y esposo Arnold Belkin. En vez de ello les entregué La infraestructura de una nación (1994), una pieza muy mía y, por ende, producto de una visión femenina”.

Para la artista es evidente que en los cien años de vida del movimiento mural en México las mujeres han estado ahí, aunque no aparezcan en los libros, y ello explica que sus profesores de carrera le aseveraran que no había figuras femeninas en el muralismo, como si una Aurora Reyes, una Lilia Carrillo o una Leonora Carrington jamás hubiesen existido. “Es un poco triste dedicarse a la pintura y que tu persona y obra sean borradas”.

Por ello, a decir de Patricia Quijano, es preciso romper con esas estructuras que han mantenido a tantas artistas en la sombra. “No es raro que a las mujeres nos digan qué podemos ser y qué no, o cuál es nuestro lugar en la historia; ante ello debemos reclamar nuestro sitio. Por eso, cada que me preguntan a qué me dedico, y para que no digan que no existimos, siempre digo con orgullo: ¿yo?, ¡yo soy muralista!”.

Abandonar las sombras

En la contraportada de su libro Eclipse de siete lunas, la docente Dina Comisarenco Mirkin es tajante al afirmar: “Existe una deuda histórica con el trabajo artístico de las mujeres muralistas. Su paso por uno de los movimientos culturales más importantes en México se ha registrado, en la mayoría de los casos, desde un papel secundario”.

Y esto es porque, a decir de la investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y colaboradora del Instituto de Investigaciones Estéticas, a las pintoras mexicanas se les ha invisibilizado debido a una serie de prejuicios de género que sólo perpetúan falsedades, como la de que las mujeres no tienen fuerza física como para acometer un mural y terminarlo, o que a ellas no les interesa la cuestión pública, pues lo político “es cosa de hombres”.

En el Inventario del muralismo mexicano, de Orlando Suárez, se hace un registro muy detallado de todas las obras de gran formato realizadas en el país y, a partir del desglose de estos datos, se establece que, hasta inicios de los años 70 del siglo pasado, había 260 muralistas con obra desplegada y, que de ellos, 33 eran mujeres (un 13 por ciento). Además el texto revela que mientras ellos producían 20 obras en promedio, ellas generaban apenas tres.

Si imaginamos cuánto representa eso en metros cuadrados pintados es fácil hacerse una idea de qué tan grande ha sido esta disparidad. “Mujeres en este movimiento siempre ha habido, pero para ellas ha sido más difícil conseguir oportunidades y nadie ejemplifica mejor esto que la primera muralista mexicana, Aurora Reyes, quien hizo su primer mural a los 30 años, el segundo a los 50 y el tercero a los 70. Estos largos paréntesis sólo se explican por la dificultad que tuvo para acceder a espacios”.

Si algo tiene claro Dina Comisarenco es que este proceso de invisibilización ha sido sistemático y se remonta a los inicios mismos del muralismo, pues cuando las mujeres comenzaron a pintar sus primeras paredes, los críticos decidieron ignorarlas, no las entrevistaron ni mostraron interés en difundir su obra.

A fin de romper con tantos años de silencio, la investigadora se ha dedicado a divulgar la vida y obra de estos personajes; sin embargo, muchos vicios persisten. “Trabajé durante mucho tiempo en un libro sobre las mujeres muralistas y lo puse a disposición de una editorial mexicana reconocida. Lo tuvieron en revisión un año y me lo regresaron diciéndome que les había gustado mucho y que deseaban publicarlo, pero a condición de que incluyera a muralistas hombres y hablara de su obra con la misma profundidad con que abordaba la de ellas”.

Por fortuna –celebra Comisarenco– los tiempos cambian, y esta falacia de que no hay muralismo femenino no se dice más. “Eso lo constaté hace unos años cuando viajé a Chile a presentar justo el libro que menciono y alguien de entre el público comentó: es que en México hay muchísimas mujeres muralistas, aquí no podríamos escribir nada igual. No sé qué pensar de eso, más que esa importante producción de la que nadie hablaba por razones de género, hoy se ha comenzado a visibilizar”.

 

 

 

SAN ILDEFONSO, EL COLEGIO DONDE NACIÓ EL MURALISMO MEXICANO

Hay movimientos que respiran antes de nacer y el muralismo mexicano es prueba de ello, pues aunque su obra más antigua data de 1921 —se trata de El árbol de la vida, de Roberto Montenegro—, la pieza con la que en realidad arranca esta corriente fue pintada en 1922, en el anfiteatro del Antiguo Colegio de San Ildefonso, por un Diego Rivera de 35 años que, tras pasar más de una década en Europa, regresaba a México desde París a petición de un José Vasconcelos que aún no cumplía los cuarenta.

El nombre de dicha obra es profético: La creación, y en él se anuncian —mediante elementos cristianos y paganos, y un Adán y una Eva morenos— que en México estaba por gestarse algo nuevo.

La historia del muralismo mexicano comenzó a escribirse hace 101 años, cuando José Vasconcelos reunió a un grupo de artistas dispuestos a plasmar imágenes de gran formato a fin de romper con el monopolio artístico de las élites al llevar la plástica de las galerías a los espacios públicos, pero ¿cómo si Montenegro fue el primero de entre los convocados vasconcelistas en concluir un mural, se dice que el que funda todo es Rivera?

“Porque así lo aseguraban los artistas de la época, para quienes La creación marcaba el inicio de una vanguardia”, apunta la profesora Sandra Zetina, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, quien no duda en afirmar que si el muralismo tiene cuna, ésta es el Colegio de San Ildefonso.

Y es que como explica la académica, pocas veces en nuestra historia nacional tantos pintores tan importantes confluían en un mismo sitio —Rivera comenzó con su obra en marzo de 1922 y casi al mismo tiempo, de ahí hasta 1926, se pintaron 40 piezas más en el entonces edificio de la Escuela Preparatoria Nacional— lo cual daría pie no sólo a reflexiones sobre lo mexicano y su esencia, sino a diálogos y rivalidades que terminarían por darle una identidad única al movimiento muralista.

Escribe Octavio Paz sobre el tema: “Nuestra pintura es un capítulo del arte moderno. Pero, asimismo, es la pintura de un pueblo que acaba de descubrirse a sí mismo y que, no contento con reconocerse en su pasado, busca un proyecto histórico que lo inserte en la civilización contemporánea”.

Sin embargo, empujar hacia adelante implica lidiar con resistencias que tiran hacia atrás y eso es algo que Rivera experimentó al pintar La creación, pues como señalan algunos biógrafos, llegó un punto en el que el muralista debió subir a los andamios armado con una pistola para protegerse de preparatorianos ofendidos —casi todos jóvenes conservadores que “antes que intelectuales en ciernes se sienten protectores de la sociedad que los encumbrará-”, explica Carlos Monsiváis.

Parte del proyecto vasconcelista era crear públicos para una cultura visual en ciernes: aquellos estudiantes, y grupos afines, no eran aún parte de ese grupo ni deseaban serlo, lo que explica que con frecuencia dichas obras fuesen vandalizadas.

El muralismo es, quizá, el movimiento artístico de mayor impacto a nivel global, pero en su momento ni siquiera sus impulsores oficiales hablaban de estas creaciones en términos de su valor cultural, sino monetario, como se desprende del informe presidencial obregonista de 1923: “Para estimular a los pintores nacionales, se les ha encomendado la decoración de edificios públicos, los cuales han quedado bellamente decorados con poco costo”.

¿Pero quién podría anticiparse al futuro? Ni siquiera los artistas involucrados imaginaban las repercusiones de aquellas obras monumentales que comenzaron a pintar a inicios de los años 20 ni cómo éstas marcarían sus carreras. El mismo Rivera llegó a comentar, tras haber vivido casi 15 años en París: “Volví a México el 20 de junio de 1921 con la cabeza poblada de proyectos. El primero no era hacer pintura mural, sino crear un instituto politécnico”. Hoy Diego es nuestro muralista más conocido.

Sin embargo, lo vivido en aquellos años de 1921 y 1922 inauguró un capítulo en la vida artística de nuestro país que aún nos marca. Como apunta Eduardo Vázquez Martín, coordinador general del Antiguo Colegio de San Ildefonso: “El encuentro que se dio en lo que entonces era el edificio de la Escuela Nacional Preparatoria dio pie a un diálogo en el que seguimos enfrascados. San Ildefonso fue el laboratorio del muralismo mexicano donde confluyeron los más grandes talentos de su tiempo (incluidos los llamados “tres grandes”: Rivera, Orozco y Siqueiros), marcando un momento único en el tiempo”.

Donar tu cuerpo a la UNAM puede salvar vidas

Como tanatóloga, Mabel Villazán sabe que pocas cosas hay tan difíciles como hablarle a un niño de la muerte de su madre o padre; “muchos colegas rehúyen a estos pacientes; yo no”. Haber desarrollado en el consultorio esa delicadeza argumentativa tan propia de quienes abordan temas difíciles le fue de utilidad hace poco, cuando le planteó a su familia que, cuando ella muera, desea que su cadáver sea llevado a la Facultad de Medicina (FM) para que sirva a alumnos y profesores en sus prácticas e investigaciones.

“A mi hijo no le gustó la idea, pero al final dijo: si así lo quieres, ¡adelante, mamá!”, comenta la psicóloga al tiempo que saca de un sobre de papel kraft los papeles que la acreditan como una de las tres mil 800 personas integrantes del Programa de Donación de Cuerpos (PDC) de la UNAM.

Para Diego Pineda Martínez, responsable de la iniciativa, es muy importante –y lo más ético– que la gente manifieste en vida su voluntad de entregar sus restos a la ciencia, ya que ello, amén de evitar malentendidos y desencuentros familiares, garantiza el avance del conocimiento. “Siempre lo he creído: es mejor ensayar en un cadáver que con los pacientes”.

El PDC nació en 2016. Antes, los cuerpos diseccionados en la FM provenían de las morgues y casi siempre se trataba de individuos no identificados o no reclamados por su parentela, los cuales eran prestados por un lapso no mayor a un año con siete días: luego debían ser devueltos. “Esto nos limitaba mucho; con frecuencia hallábamos algo en nuestras investigaciones y de pronto debíamos parar para no exceder los muy estrictos tiempos legales”.

Además –añade Pineda– con la entrada en vigor de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, el 17 de noviembre de 2017, este tipo de cadáveres dejaron de ser entregados a las universidades, pues como se señala en su sección cuarta, artículo 128: Los restos cuya identidad se desconozca o no hayan sido reclamados no pueden ser incinerados, destruidos o desintegrados ni disponerse de sus pertenencias.

“De no haber contado con el Programa de Donación de Cuerpos las actividades docentes de la FM se hubiesen visto muy afectadas a partir de 2018 y hubiésemos tenido que recurrir a maniquíes o a simuladores para instruir a los alumnos, lo cual no es lo mismo. Nada puede sustituir a lo real.”

Por ello Mabel Villazán se siente muy orgullosa de su decisión y siempre carga consigo su tarjeta de donante, la cual en su revés tiene impreso el siguiente texto: A mi familia, es mi voluntad que a mi fallecimiento sea entregado mi cuerpo a la Facultad de Medicina para contribuir en el desarrollo e impulso de la docencia e investigación en México.

“Eso despeja cualquier duda de qué hacer conmigo el día de mi muerte, la cual esperemos tarde mucho en llegar”, bromea la tanatóloga, no sin antes aclarar que, para ella, esto se trata de un acto sumamente espiritual.

“Y aclaro que cuando menciono la palabra espiritualidad no aludo a algo religioso; un ateo también puede ser alguien de mucho espíritu. A lo que me refiero es a esa cualidad tan humana de ligarnos unos con otros. Si al permitir que investiguen con mi cadáver logro que alguien aprenda o que un enfermo salve su vida, ¡entonces qué manera más hermosa de trascender!”

Plantar semillas para cultivar bosques

El logotipo del PDC de la UNAM es un árbol con follaje verde y azul, cuyo tronco está formado por una figura mitad masculina, mitad femenina con brazos y piernas extendidos que, además de fungir como ramas y raíces, emulan al muy renacentista Hombre de Vitruvio.

“¿Por qué un árbol? Para transmitir el verdadero sentido del programa, pues esto se trata de vida, no de muerte”, explica Diego Pineda, quien también es el jefe del Departamento de Innovación en Material Biológico Humano de la FM, una división académica que tiene grabada justo a la entrada de sus instalaciones la frase latina: Hic locus est, ubi mors gaudet succurrere vitae (‘aquí es donde la muerte disfruta ayudando a la vida’).

Aunque al principio se creía que los inscritos en el PDC serían universitarios jóvenes, la realidad se mostró muy diferente. Si se revisan los registros es notorio que la mayoría de los donantes sobrepasan los 50 años y que, entre ellos hay de todo: gente con más de un posgrado, licenciados, pasantes e incluso personas sin formación profesional.

“Podríamos agruparlos en tres sectores: quienes donarán su cuerpo a la FM por sentirse muy pumas, los que no estudiaron aquí, pero confían en nosotros y los que hicieron examen de ingreso y fueron rechazados. Estos últimos suelen decir, a manera de chanza, que finalmente vieron una oportunidad para quedarse en la UNAM y que no la desaprovecharán.”

Sobre las razones que tienen los veinteañeros y treintañeros para no sumarse con la facilidad con que lo hacen individuos de más edad, Pineda considera que esto se debe a que pensar sobre la muerte propia genera incertidumbres y hasta miedo, por lo que el PDC cuenta con un equipo de especialistas y abogados capacitados para responder a cualquier pregunta que pudiesen tener los indecisos, como “¿si soy donador de órganos aún puedo donar mi cuerpo?” (la respuesta es sí) o quizá la más importante de todas: ¿y una vez fallecido, ¿qué va a pasar conmigo?

“Aquí se les explica que pueden legar sus restos a perpetuidad o por unos años, que los trataremos con el mayor respeto y que apoyaremos a los deudos con el trámite del acta de defunción. También les aclaramos que, en caso de optar por un préstamo temporal, al concluir el lapso pactado le devolveremos a la familia las cenizas de su muerto, por si esto les ayuda a cumplir con sus creencias religiosas o a llevar de mejor manera el duelo”.

La idea original en el PDC era crear un memorial, el cual consistiría en plantar un árbol por cada occiso recibido (de ahí su logotipo), idea que no se ha podido concretar por la pandemia y por la imposibilidad de conseguir un terreno lo suficientemente amplio como para albergar una pequeña foresta con la esperanza de que algún día se transforme en bosque.

“Aún no descartamos eso, aunque por ahora hemos tenido que buscar otra forma de honrar a los donantes, como con ceremonias”. De todas formas la intención original, y su simbolismo, siguen ahí, pues a decir de Pineda, cada persona que dona su cuerpo a la ciencia –aún sin saberlo– está sembrando una semillita de interés y consciencia entre sus cercanos.

“Son ya tres mil 800 las personas firmantes y el número va en aumento”, refiere el académico, quien considera que, si vemos al PDC como a un árbol, esos números son evidencia de que sus raíces ya son fuertes, que sus ramas seguirán creciendo y que podemos desde ya cosechar sus frutos.

Ayudar es también un credo

¿En qué creen los no creyentes? ¡En la ciencia!, afirma Vania Nuche, quien además de ser locutora y productora radiofónica, hace no mucho decidió sumarse al PDC, tras la muerte de su padre por negligencias al tratarlo contra el cáncer. “¿Y si sus doctores hubieran estado mejor preparados? “No soy religiosa, por lo que si mi cadáver ayuda a que haya médicos mejor preparados en vez de ser sometido a misas y rituales, yo prefiero donar”.

La joven se enteró de esta iniciativa muy de mañana, cuando trabajaba en el matutino Primer movimiento de Radio UNAM e invitaron a Pineda a hablar del proyecto. “Nunca pensé que yo, como comunicadora, colaboraría al avance científico, pero esto es algo que podemos hacer tú, yo, todos, sin importar la formación”.

Desde entonces, cada que es pertinente, ella suele platicar del PDC con quien quiera oírla, sin afán de convencer a nadie, mas sí planteando los beneficios de que cada vez más personas se unan. “En su momento les comenté de esto a mis padres y los dos se inscribieron, sin saber que papá fallecería poco después, hace casi tres años ya”.

Por lo mismo, Vania sabe muy bien qué sucederá con ella cuando fallezca: está consciente de que uno de sus familiares se pondrá en contacto con la FM para que una ambulancia recoja su cuerpo y lo lleve a CU, que ahí sus restos serán aprovechados para investigación y práctica médica y que, al concluir el tiempo estipulado, la Facultad la cremará y devolverá las cenizas a sus deudos. “Lo sé porque así nos entregaron de regreso a papá”.

A decir de Pineda, estudiar cuerpos como el del señor Nuche abre las puertas para entender de mejor forma cómo progresó su cáncer y avanzar hacia mejores formas de tratar esa enfermedad. “Asimismo, tener acceso a cadáveres donados nos permite conocer más sobre la evolución de muchas enfermedades crónico-degenerativas o identificar características anatómicas propias de la población mexicana”.

Hace poco Vania recibió un reconocimiento –en nombre de su padre y de parte de la Facultad de Medicina– por aportar al avance del conocimiento médico en México, algo que la comunicadora considera un tanto inesperado y un mucho inevitable. “Recuerdo a mi padre como alguien siempre generoso, y lo siguió siendo después de su muerte”.

A fin de continuar el ejemplo paterno, Vania ya ha hablado con sus conocidos de su decisión y les ha dado instrucciones sobre qué hacer con ella cuando fallezca. “Mi familia es católica y les preocupa no tener un lugar en el cual rezar por mí, por eso decidí donar mi cuerpo por dos años. Si no fuera por ellos lo hubiera hecho a perpetuidad”.

Ante los cuestionamientos acerca de su decisión Vania ya tiene una respuesta contundente: “Participar en el PDC implica renunciar al egoísmo para hacer que la medicina progrese. Ésta es una manera de apoyar a la ciencia y a los médicos en formación. Suelo decir que no soy creyente, pero no es del todo cierto: creo mucho en la posibilidad de ayudar”.

Epidemia de miopía en niños por falta de exposición a la luz natural

Desde hace poco más de tres años se comenzó a desarrollar una epidemia de miopía en el mundo, sobre todo en países orientales como China y Japón.

“Prácticamente toda su población está siendo miope”. El 80% de los asiáticos padecen esta patología visual, asegura la doctora Jessica Vargas, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Hay muchos artículos publicados sobre cómo la miopía se está incrementando en el mundo. Ya es una epidemia”.

En tiempos de la pandemia Covid-19, también en México cada vez se presentan más casos de niños pequeños con miopía. La causa no es tanto el aumento de atención a pantallas de tabletas, celulares y computadoras, sino la falta de exposición a la luz natural.

La luz de las pantallas, aclara la oftalmóloga, no causa miopía sino otro tipo de fatiga visual. Por eso ahora existen tantos protectores de pantalla y lentes con protección.

La epidemia de miopía se debe a que los niños, al estar recluidos por la Covid-19, ya no salen como en épocas anteriores al exterior y sólo juegan con dispositivos electrónicos dentro de su casa, asegura la doctora Vargas, también del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana.

Estar frente a una pantalla o celular durante mucho tiempo estimula la visión cercana, lo que favorece que los ojos converjan de forma constante; aunado a la falta de exposición a la luz natural, que es un factor importante para el crecimiento del ojo; lo que empieza a generar miopía.

La luz natural, explica, es un factor importante para el crecimiento del ojo. Un estudio en pollos, unos con rutina normal bajo luz natural y otros con los párpados suturados; mostró que aquellos que tenían los párpados cerrados después de un tiempo tenían los ojos “miopes”.

Tener padres miopes es un factor de riesgo de miopía. Pero hay niños cuyos papás no son miopes, y llegan a consulta con la doctora Vargas por mala visión y cansancio y resulta que tienen miopía.

El problema además de la miopía, son las complicaciones o implicaciones de esta la patología. No sólo afecta la parte óptica de “ver borroso”, sino también causa alteraciones en el ojo. Algunos tipos de miopía se asocian a desprendimiento de retina, glaucomas o lesiones en la retina en el área macular; lo que puede ocasionar enfermedades de tratamiento prolongado con repercusión a la larga en la parte económica (gastos en salud) y de independencia (pacientes que pueden necesitar de ayudas ópticas para realizar sus actividades diarias).

A fin de combatir la epidemia de miopía, la doctora Vargas recomienda a los papás que los niños salgan una o dos horas al patio, al parque o que al menos “salgan al balcón o se asomen por la ventana” para recibir luz natural.

Otras recomendaciones son usar las pantallas a una distancia correcta: celulares y tabletas a 30 o 40 centímetros; y computadoras a 60 o 70 centímetros.

También puede ayudar a disminuir esta patología visual, si los niños conectan sus dispositivos electrónicos a una televisión, aparato que da una imagen más grande y “mucho más retirada”.

“Justicia hídrica”, un pendiente por resolver en México y el mundo

Hace casi 12 años, el 28 de julio de 2010,  la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció  el acceso al agua como un derecho humano y exhortó a todas las naciones y organismos internacionales a proporcionar recursos financieros, promover capacitación y transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los que se encuentran en vías de desarrollo, para garantizar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona diariamente para garantizar que se cubren las necesidades más básicas.

Sin embargo, a pesar de ser reconocido como un derecho y un recurso clave en el desarrollo sostenible, la salud, la educación, el crecimiento económico y el medio ambiente, en el mundo hay dos mil 200 millones de personas que no tienen acceso al agua, de ellos, 884 millones no tiene acceso a agua potable segura.

Y en México entre 12.5 y 15 millones de habitantes no cuentan con ella, de esa cifra, 9.3 millones carecen del servicio mediante una toma en sus viviendas, de acuerdo a cifras de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (CONEVAL).

En ese contexto,  el acceso al agua es inequitativo, “algunos la acaparan, otros no la tienen, tendríamos que empezar a pensar en una especie de justicia hídrica, de cuánta necesitamos realmente, cómo garantizamos que la tengan  y cómo reflejamos eso en las politicas publicas”, afirmó Victor Magaña Rueda, doctor en ciencias atmosféricas del Instituto de Geografía de la UNAM.

El investigador señaló que es un error culpar a la naturaleza de la escasez de agua, sin reconocer los errores en la forma de manejar el recurso hídrico. “Hace 20 o 50 años éramos la mitad de los que somos, es decir, el mismo litro lo tenemos que repartir entre el doble, entonces cada vez va a haber menos agua por repartir si no hacemos nada para que compesemos la demanda de agua”.

Asimismo, reconoció que la salud de las personas depende enormemente de tener o no tener acceso al agua: para lavarse las manos, para lavar alimentos, para tener higiene. “Con la pandemia nos dicen lávense más frecuentemente  las manos, pero con qué agua. Por ello, si dejamos que todo dependa de cuánto llueva o deje de llover nos ponemos una situación de alta vulnerabilidad”.

Ante eso, sugirió que debe depender de qué se haga o cómo se gestione o maneje el agua con la que se cuenta. En primer lugar, advirtió que se debe de invertir en obras para llevar agua a todos los que no la tienen, hacer más eficiente el manejo para que con la mitad del agua se haga lo mismo. Por ejemplo, en el sector agrícola, a través de sistemas de riego más eficiente y planeando cultivos para que requieran menos agua, y en los hogares se puede economizar agua a través de uso de regaderas ahorradoras y la implementación de sistemas de captación de agua de lluvia.

Todo ha evolucionado, pero lo que no, es la implementación de todas estas medidas. Otra forma de la distribución inequitativa del agua son las tarifas desiguales, ya que en la capital del país, la población más pobre paga entre 5 y 10 veces más que las personas de mayor ingreso, ya que destinan hasta mil 200 pesos para comprar pipas y garrafones. Mientras que la tarifa para inmuebles ubicados en zonas clasificadas como con alto valor adquisitivo es de 772 pesos, “los responsables dicen: a los que consumen más agua les vamos a cobrar caro porque riegan jardines grandes. En su lógica les darán mil litros y piensan que es mucho, pero hay casas donde viven 10 personas y ellas tendrían que ocupar menos de 100 litros para que no se les disparen los precios”, explicó.

La escasez la viven todos los días

Esa situación la corrobora Maria Eugenia García y Yesenia Espinoza, habitantes de la colonia el ocotal, en la alcaldía Magdalena Contreras de la Ciudad de México, desde hace más de 20 años.

En  casa de Yesenia viven 7 personas y todos los días viven la carencia del vital líquido, “el agua nos llega cada mes, hay veces que nos llega de noche una hora,  y hay veces que de plano no nos llega, hasta pasando uno o dos meses”.

Yesenia comentó que hace unos años no era tan marcada la escasez, de hecho, los colonos se organizaron para reunir los fondos necesarios para construir un depósito que les proveía de agua, pero la situación cambio con el crecimiento de condominios y edificios en otras zonas.

“Están extrayendo agua para zonas de Santa Fe y colonias que tienen dinero, se me hace injusto porque nosotros como vecinos organizamos un tanque para captar agua de los Dinamos, se dio dinero, se dio cooperación, se pusieron manos y sin embargo, no tenemos agua porque este tanque lo abren para colonias que tienen más recursos que nosotros.” Por su parte, Maria Eugenia García solo pide que les den agua más seguido, “todos necesitamos el agua, ya no la pido diario, sino aunque sea una vez a la semana y estuviéramos contentos”.

Esta situación no es exclusiva de zonas populares de la Ciudad de México, en el interior del país el problema del agua enfrenta diversas aristas. En Puebla, el crecimiento de su zona metropolitana ha provocado la desaparición de cuerpos de agua; en Nuevo León, las presas agonizan por la falta de lluvia y en Baja California Sur el desabasto es provocado por la sobreexplotación de su acuífero.

A nivel global, según cifras de la ONU, se calcula que una persona consume diariamente 366 litros de agua, lo que ubica a México en el quinto lugar de los paises que más consumen agua, tan solo debajo de Estados Unidos, Australia, Italia y Japón, naciones que oscilan entre los  575 y 374 litros. En contraste con Nigeria, Sudan y Etiopía que sólo disponen de 9 litros.

En ese contexto, el doctor Magaña Rueda exhortó a realizar mucha investigación e implementar ya medidas para cuidar y reciclar el agua, “no hacemos gran cosa, esperamos a que ya la situación sea de emergencia para actuar. Yo esperaría que cambiáramos esa forma de ver los problemas y lo resolviéramos antes de que se nos vuelvan tragedia”.

 

23 de marzo, lo que pasó un día como hoy

Es Día Meteorológico Mundial

Esta conmemoración pretende crear conciencia sobre la importancia de la información meteorológica. Esta información es valiosa porque puede llegar a salvar vidas, como en el caso de fatales fenómenos naturales. Se conmemora cada 23 de marzo, ya que en 1950 se creó la Organización Meteorológica con el fin de alertar a la sociedad sobre fenómenos meteorológicos que podrían ocurrir, cuyas consecuencias serían graves. En el Día Meteorológico Mundial se destaca el papel de las nubes en el tiempo, el clima y el agua. La Meteorología es una de las líneas de investigación del Departamento de Ciencias Atmosféricas, que forma parte del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. Los interesados en especializarse en este tema, pueden estudiar la Licenciatura en Ciencias de la Tierra que abarca la Meteorología, en la Facultad de Ciencias en Ciudad Universitaria.

 

 

En 1981 se inauguró el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno (Hoy Centro de Ciencias Genómicas)

En el año de 1981 fue inaugurado el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno en Cuernavaca, Morelos. A partir del año 2004 recibió el nombre de Centro de Ciencias Genómicas y está ubicado en el Campus Morelos de la UNAM. Sus estudios están divididos en siete programas que están enfocados en las áreas de genómica microbial y de plantas, investigación ecológica y, más recientemente, en aspectos de genómica humana.

 

 

En 1937 nació Robert Gallo

Reconocido virólogo estadounidense, se le atribuye el descubrimiento del Virus de Inmunodeficiencia Humana tipo 1 (VIH). Proveniente de una familia de inmigrantes italianos, Gallo obtuvo la licenciatura en Biología por la Universidad de Providence y más tarde el doctorado en medicina en la Jefferson Medical College de Filadelfia. En 1978 identificó el primer retrovirus que se encontrará en los seres humanos, aportó la metodología necesaria para lograrlo. El hallazgo del VIH le valió el Premio Albert Lasker, que comparte con L Montagnier.

 

 

En 1910 nació Akira Kurosawa

Prestigioso director de cine japonés, debutó como director en 1943 con la película Sugata Sanshiro (La leyenda del gran Judo). Dirigió más de 30 películas, el cine de Kurosawa se asocia a peleas de samuráis o épicas de clanes en el Japón medieval. En 1951 ganó el León de Oro por la película Rashomon, en 1980 ganó la Palme d’Or en el Festival de Cannes por la película Kagemusha, mientras que en 1990 recibió un Óscar honorífico por su trayectoria. Dentro de sus películas más importantes se destacan: El perro rabioso, Rashômon, Vivir, Los Siete Samuráis y Trono de sangre.

 

 

En 1968 nació Damon Albarn

Reconocido cantante británico, saltó a la fama como líder de la banda de rock Blur. También formó la banda virtual Gorillaz a mediados de 2001, como solista grabó varios discos. Fue incluído en el libro Guinness de los Récords Mundiales como integrante de Gorillaz, gracias al éxito sin precedentes que logró la banda virtual. Entre sus canciones más famosas destacan: Girls and boys (“Parklife, Blur, Clint Eastwood (“Demon days)”. Ganó el premio Grammy a la mejor colaboración de pop en 2005.

 

 

En 1944 nació Ric Ocasek

Famoso músico estadounidense, es vocalista y líder del grupo New Wave The Cars, también es productor para otras bandas. The Cars consiguió un contrato discográfico con Elektra Records, en 1976 lanzaron su primer disco. Algunos de los éxitos que produjeron son: Nada Surf – High/Low, Romeo Void – Benefactor, Bad Brains – Rock For Light y Le Tigre – This Island, entre otros. The Cars fue incluida en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2018.

¿Cómo ve la filosofía a la guerra?

“¿Cuál es la primera gran obra literaria de la civilización occidental? – pregunta Guillermo Hurtado, investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM -. La Ilíada, la historia de una guerra cruel y sanguinaria. El poema alaba a sus héroes y ensalza sus proezas. He aquí un ejemplo, entre otros, de cómo guerra ha sido enaltecida como una empresa admirable. Los héroes son, casi siempre, héroes de guerra. Y, sin embargo, la guerra también nos parece algo repudiable.

Acerca de la guerra, como de cualquier otra cosa, podemos tener opiniones encontradas: desde las más negativas, hasta las más positivas. La filosofía tiene que colocarse entre esos extremos. Hay que reflexionar críticamente sobre las razones que nos pueden mover a pensar de una u otra manera”.

Para Hurtado, lo más difícil es encontrar el punto medio. “Para algunos es fácil tomar una postura radical, por ejemplo, defender un pacifismo a ultranza; sin embargo, ha habido algunos filósofos, como Bertrand Russell, que han sido capaces de distinguir los matices. En la Primera Guerra Mundial, Russell fue un pacifista, incluso fue a la cárcel por negarse a participar en ella. Pero en la Segunda Guerra Mundial, Russell pensó que la guerra era necesaria. Podemos ver, entonces, que el pacifismo de Russell no era dogmático, sino que se ajustaba al examen crítico de las circunstancias.

Se ha escrito mucho a favor de la guerra como un medio para alcanzar un fin justo: “pienso en las guerras revolucionarias, por ejemplo, en la Revolución Francesa, una guerra civil que se ha considerado como necesaria, porque el estado de cosas que se alcanzó después de ella fue mejor del que había antes. Lo que se ofrece, en este caso, es una justificación de la guerra dentro de la lógica de los medios y los fines: hay fines por los que es correcto ir a la guerra. No obstante, hay filósofos, como Tolstoi, que han afirmado que ninguna guerra es justificable, ni siquiera una guerra defensiva. Esta visión puede resultarnos extrema, pues, en ocasiones, hay guerras que son medios para fines valiosos. El problema es: ¿hasta qué punto se puede hacer uso de la violencia para alcanzar un fin valioso? No es fácil responder esta pregunta. Pensemos, por ejemplo, ¿acaso hay un fin que justifique el uso de bombas atómicas?”

¿Hay guerras justas?

Hurtado comenta que ha habido filósofos que han hablado de la guerra justa, como el filósofo español Francisco de Vitoria, fraile dominico y catedrático de la Universidad de Salamanca. Según Vitoria, son justas aquellas guerras que se hacen para defender a personas a quienes se les violentan sus derechos básicos o para detener genocidios o para impedir crímenes de lesa humanidad. Vitoria acuñó el concepto de “guerra justa” durante la conquista de América, y aunque contempló razones a favor y en contra de considerar a la conquista como justa, al final concluyó que sí lo fue. “Es un problema que la filosofía pueda ofrecer justificaciones a ciertas guerras. Se han dado justificaciones filosóficas a todo tipo de guerras y el tema no puede quedar fuera de la filosofía. Uno de los primeros textos filosóficos, atribuido a Heráclito, afirma que la guerra es la madre y diosa de todas las cosas. ¿Qué entendía Heráclito por la guerra? ¿Lo mismo que nosotros?”

¿Cuándo se volvió mala la guerra?

“Un cambio en la apreciación moral acerca de la guerra – señala el especialista – aconteció con en el surgimiento de la civilización cristiana, la cual es, por principio, antibélica; aunque haya habido cruzadas y otras cosas terribles, como la Inquisición. El mensaje de Jesucristo va en contra de la violencia en todas sus formas y de aquí se plantea una utopía de la paz que afirma que en el fin de los tiempos la guerra ya no existirá, los seres humanos ya no se matarán entre ellos. Es interesante que la paz universal sea un ideal de la humanidad, presente en muchas culturas, en muchas matrices religiosas, a pesar de que la historia de la humanidad es una historia de guerras permanentes”.

“Lo que algunas religiones han imaginado como una promesa para el más allá, en la historia de la filosofía se ha pensado como algo que puede alcanzarse aquí en la Tierra. Este es el ideal filosófico de la paz perpetua. Lo que se sostiene es que los seres humanos deben ser capaces, por medio del ejercicio de su razón, de construir un mundo en el que no existan las guerras. No tenemos que esperar a que Dios implante un nuevo orden de paz, sino que somos nosotros, los humanos, quienes, por medio de nuestra inteligencia y nuestra voluntad, seremos capaces de terminar con el mal de la guerra”, apunta Hurtado.

Distinguir entre guerra y conflicto

Para el especialista es necesario distinguir entre la guerra y el conflicto: “Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, las acciones bélicas cesaron, pero el conflicto siguió latente. Se firmaron los Tratados de Versalles, pero el conflicto europeo no se resolvió, tanto así, que poco después estalló la Segunda Guerra Mundial, que, de acuerdo con algunos especialistas, fue una consecuencia de los problemas no resueltos por la paz de Versalles.”

“Podría decirse que lo mismo sucedió con la llamada Guerra Fría y que lo que vemos ahora es la erupción bélica de un conflicto no resuelto entre Europa y Rusia”.

Sobre la forma de acabar con una guerra, Hurtado comenta: “Acabar una guerra no es fácil, pero puede ser más fácil que acabar con un conflicto. Los conflictos pueden durar cientos, miles de años. Acabar con un conflicto es complicadísimo, porque involucra, además de razones y cálculos, emociones y memorias, que son muy profundas. En el plano interpersonal la guerra puede acabar, pero el conflicto permanecer de muchas otras maneras. Así como podemos distinguir entre la guerra y el conflicto, podemos distinguir entre dos tipos de paz: la paz como lo contrario de la guerra y la paz como lo contrario del conflicto. Como lo contrario a la guerra, puede haber una paz en la que siga habiendo elementos conflictivos; por eso, el ideal más alto de la paz tendría que ser no sólo el de lo contrario de la guerra, sino del conflicto. Un mundo donde podamos ir más allá de las rencillas, envidias, enemistades, resentimientos, para poder vivir como hermanos, es el gran ideal de la fraternidad universal en donde todos nos tratamos como miembros de una misma familia, la familia humana. El sueño es hermosísimo. ¿Es eso posible? Yo sí lo creo.

Estrés hídrico padece 25% de la población mundial: ¿Qué es?

 

El mundo y México padecen hoy la crisis del agua que ya  se vaticinaba en una reunión de la ONU realizada en Mar de la Plata, Argentina, en 1977.

Ese futuro que se advertía hace  casi 50 años  “ya lo tenemos en 2022”, pues una cuarta parte de la población mundial padece estrés hídrico, advierte el doctor Fernando González Villarreal.

El Director  del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM (PUMAGUA) agrega:

Más del 80 por ciento del agua disponible en las cuencas hidrológicas ya se está utilizando  para poder atender la demanda del vital líquido en el mundo.

México, con desiertos en cerca de la mitad de su territorio,  también tiene un estrés hídrico extremadamente alto. A la vez,  en otras regiones del país ocurren muchas precipitaciones que causan inundaciones y daños que impiden su desarrollo económico. Hay periodos o años de sequía y de abundancia —respectivamente— por abajo y por arriba del promedio anual.

Ante la crisis del agua, propone González Villarreal, es necesario alcanzar la seguridad hídrica, presente y futura, que se compone de cuatro elementos: 1. garantizar el abastecimiento de agua, de buena calidad, en la cantidad adecuada para toda la población, incluyendo zonas periurbanas y zonas rurales, 2. contar con una cantidad suficiente de agua para el desarrollo saludable del medio ambiente, 3. tener agua para las actividades económicas (producción industrial, de alimentos, de energía, etcétera) y 4. garantizar “estas tres cosas”, incluso ante la ocurrencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos, como sequías e inundaciones, que son cada vez más extremas por el cambio climático.

Particularmente, México presenta condiciones desfavorables para alcanzar esa seguridad hídrica, asegura González Villarreal, investigador del Instituto de Ingeniería. El noroeste mexicano, por ejemplo, padece una gran sequía. Ciudades como Monterrey están en una situación complicada. Cuencas enteras, como la del Río Conchos, presentan escasez importante.

Tres iniciativas de la Universidad

Por esa razón, la UNAM participa activamente en  la solución de la crisis del agua, con base en  tres iniciativas:

  1. Busca ser ejemplo de buen manejo, reúso y tratamiento de agua. En la Universidad, por ejemplo, se utiliza más eficientemente este recurso, reduciendo las pérdidas. Y su distribución en los más de 180 bebederos de CU es agua potable.
  2. Red del Agua UNAM. En ella participan más de 2 mil personas, 27 distintas dependencias universitarias relacionadas con el agua y 15 grupos de análisis. Su objetivo es  constituirse como una red social de conocimiento que fomente la cooperación entre todos dentro de la universidad. Con más de 10 años de fundada,  incentiva investigaciones, cursos y difusión de la cultura para aprovechar mejor el agua.
  3. Centro Regional de Seguridad Hídrica para América Latina y el Caribe, auspiciado por la UNESCO. Desde hace dos años y medio se cuenta con él para promover precisamente la seguridad hídrica en nuestra región.

El círculo vicioso del agua

La experiencia de PUMAGUA, dice su director, puede replicarse no sólo en la Ciudad de México, sino también en las 74 áreas metropolitanas del país y en las más de 100 mil comunidades que reciben agua, las cuales, en general, tienen problemas en la distribución de agua de buena calidad.

En México todavía unos 10 millones de habitantes no reciben agua en su casa. Y hay muchos más que, por la epidemia del cólera (se trasmite por agua) ocurrida en 1992 en el país y  por un servicio  público que no garantizaba su calidad, comenzaron  a comprar —a un precio caro— agua embotellada, en garrafones, cubetas o pipas para abastecerse.

A falta de agua en casa y “al no confiar en el abastecimiento público, la gente comenzó a comprarla  a proveedores privados, que tampoco son tan confiables como la gente piensa”, y así  se formó  “un círculo vicioso”.

Según las Naciones Unidas, lo que se  debe pagar por el agua no debería pasar del 3 al 4 por ciento del ingreso familiar.  En México, dice González Villarreal, un hogar promedio gasta en botellones y botellas de agua, hasta 300 pesos al mes. Sin embargo,  para muchas personas  el gasto es doble. Pagan por el suministro público y, al no recibir agua las 24 horas, compran tinacos, botellones y botellas,  cuyo costo sobrepasa el 4 por ciento del ingreso mensual familiar.

México tiene los índices más altos del mundo en consumo de agua embotellada por la falta de confianza en el abastecimiento público.  Una encuesta en la UNAM en 2019 mostró que su comunidad gastaba hasta dos millones de pesos diarios en botellas de agua.

Grandes pendientes

Es necesario, considera el coordinador técnico de la Red del Agua UNAM,  mejorar la calidad y eficiencia del servicio público del agua para volver a tener confianza en él  y poder cancelar  el uso excesivo de botellas y garrafones.

Que grandes consumidores no paguen la cantidad que consumen,  que haya tomas ilegales y medidores adaptados en casa-habitación, impide a los organismos operadores  recibir recursos económicos suficientes  para prestar un buen servicio de agua potable.

En general, en la Ciudad de México, por ejemplo, la gente paga poco por el abastecimiento público (un metro cúbico de agua le cuesta entre 10 y 15 pesos)  y al pagar poco “tenemos un servicio deficiente”. En cambio, paga muy caro el agua embotellada. Si un litro cuesta 10 pesos,  un metro cubico (mil litros) le cuestan diez mil pesos. La gran disparidad en lo que se paga entre una y otra agua “es que pensamos que los servicios públicos deberían ser gratuitos”.

Otro problema sin resolver es “la incapacidad de gobernar la ocupación del territorio”. Si pudiéramos realmente ordenar que las personas se asienten en lugares donde existen recursos hidráulicos tendríamos mucho menos problemas.

Otro pendiente es cómo manejar las cuencas hidrológicas de tal manera que nuestras áreas de captación de lluvia las podamos usar de formas más racional. También necesitamos diseñar planes de desarrollo urbano considerado como elemento central al agua.

 

Recuadro

PORQUÉ CON PUMAGUA LA UNAM ES EJEMPLO DE BUEN MANEJO DEL AGUA

  1. Tiene un sistema de información que permita saber cómo está fluyendo el agua, cuál es su presión y cuáles son los gastos que se generan por la red. Así se tiene conocimiento de cómo funcionan nuestras redes. CU cuenta con 53 km de tuberías enterradas. Cuando hay una fuga, en la mayor parte de los casos, como no sale a la superficie, se localiza con aparatos y tecnologías especiales. “Sabemos dónde están las tomas,  sabemos cuánto hay de gasto y cuál es la presión en casi todos los puntos”.
  2. Se han hecho cambios para utilizar menos agua. En CU cada persona consume en promedio 20 litros de agua por día. Para utilizar menos, se han cambiado los muebles de baño: los anteriores, cada uno,  consumía más de 20 litros por cada uso;  ahora sólo seis o menos litros. Hay una eficiencia muy importante, porque tiramos menos agua.
  3. Tenemos buena calidad del agua en nuestras redes de distribución. En CU hay bebederos y lavamanos donde  se  puede tomar el agua.   Mantener su calidad es clave para que la gente tenga confianza y no compre botellas de agua todos los días.
  4. Todo esto se logra con la participación de la comunidad universitaria.

 

¡RECUERDA!:    el  próximo 23 de marzo, la UNAM celebra el Día Mundial del Agua con el Festival Universitario del Agua en Las Islas.

Tuberculosis, enfermedad antigua sin erradicarse

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la tuberculosis continúa como una de las enfermedades infecciosas crónicas más frecuentes y mortíferas del mundo. Cada día, aproximadamente cuatro mil personas pierden la vida por esta causa; en promedio, 28 mil la contraen.
En 2019, la Secretaría de Salud del gobierno federal de México reportó que la tasa de mortalidad fue de 1.59 por cada cien mil habitantes; en 1990, de 7.54 por la misma cantidad de habitantes.
La académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Antonia Isabel Castillo Rodal, resalta que se trata de una enfermedad antigua; sin embargo, no se ha tenido la capacidad de erradicarla. Pese a lo anterior, se progresa en la disminución en el número de casos y de fallecimientos que produce.