Aristegui regresa a su casa

La periodista Carmen Aristegui regresó a su alma mater, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, donde ofreció la charla Ecuación poselectoral: avances y retos a futuro perteneciente al ciclo de conferencias Encuentros 2018, organizado por alumnos de esa entidad académica.

El auditorio Ricardo Flores Magón celebró su regreso a la radio mexicana, “fue ganar una lucha contra la impunidad y el autoritarismo en este país”, expresó María Angélica Cuéllar Vázquez, directora de la FCPyS, quien le dio la bienvenida.

En su análisis sobre la elección federal de este año, Aristegui la calificó como la más grande de la historia y como una herramienta de transformación, “un giro político histórico esperado por una lucha de 30 años”.

Sin embargo, apuntó que a Morena se le ha entregado un poder inmenso en el espectro político y “si queremos que suceda un cambio profundo y de raíz, hay que vigilar para que se cumpla todo lo que se dijo en campaña”.

Señaló que el principal desafío del nuevo gobierno es acabar con la violencia en el país, pues la actual administración ha sido incapaz de esclarecer los asesinatos y ha dejado una profunda crisis humanitaria y de derechos humanos.

Carmen Aristegui les recordó a los jóvenes que son un pilar importante para cuestionar a los gobiernos y contagiar al resto de la sociedad. Los exhortó a sacudirse el paternalismo y el modelo político y social que ha imperado por años para construir uno nuevo.

“La democracia no es cosa fácil, pero es mejor que la sociedad esté participando a que sea un mueble. No sólo es salir a votar un domingo, es ser activos, en el momento que la sociedad entienda eso México habrá cambiado”.

Se le cuestionó sobre el papel de los medios de comunicación con el nuevo gobierno y expresó que en México no hay condiciones para que los periodistas sean periodistas. “El diseño mediático ha sido para no favorecer la libertad de prensa e información, pero no permitiremos que haya hechos de impunidad que queden abajo del tapete”.

Observó que Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, son los machos alfa, “dos personajes muy fuertes que, o se llevarán muy bien o se matarán, pero por lo pronto están en una ‘luna de miel’ discursiva”.

Finalmente, los estudiantes le regalaron una sudadera en nombre de toda la comunidad de Políticas. Aristegui prometió regresar pronto y mencionó que debe continuarse con la consigna de luchar como estudiantes, periodistas y sociedad en general en la construcción de un país mejor y una democracia participativa.

Caravana Migrante ingresa a México

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La Caravana Migrante, integrada por cientos de hondureños, salvadoreños y ecuatorianos que buscan llegar a Estados Unidos, ingresó a México, luego de que rompieron las rejas del paso fronterizo con Guatemala.

Luego de pasar por varios minutos a las mujeres y niños por arriba de cerca que divide la frontera de México y Guatemala, los migrantes decidieron romperla e ingresar a este país.

No obstante, las calurosas condiciones climáticas y el cansancio han causado que algunas mujeres y adultos mayores sufran desmayos, que los propios migrantes atienden.

Por la reja amarilla, ahora rota, en este momento transitar los migrantes que salieron de honduras y a los que se han sumado miles más que quieren salir de sus países de origen en busca de una mejor vida.

Si bien la Caravana Migrante ha recorrido ya cientos de kilómetros su trayecto aún es largo y deberán pasar las vallas que la Policía Federal ha colocado más adelante.


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Pensar los movimientos estudiantiles en América Latina

Los movimientos estudiantiles son un fenómeno social presente en América Latina desde hace al menos cien años. Todos nosotros, así como también nuestros padres y abuelos, participaron de un movimiento estudiantil. Así como en México la historiografía recuerda, entre otros grandes movimientos estudiantiles, a los que sucedieron en 1929, 1968, 1986 y 1999-2000, en cada país de América Latina son varios los movimientos estudiantiles que se han sucedido desde fines del siglo XIX. Lo que se hará en la conferencia, por tanto, será identificar los puntos en común que presentaron algunos de los principales movimientos estudiantiles de los últimos cien años en América Latina, más puntualmente los sucedidos en Argentina 1918, Brasil 1968, México 1968 y Chile 2011. Y a partir de dichos puntos en común se propondrán algunas líneas de interpretación que permitan comprender, articuladamente, a estos fenómenos sociales que, todo indica, seguirán irrumpiendo en América Latina durante las próximas décadas.

Enlace de la transmisión en vivo: https://buff.ly/2Af5WyH

El voto femenino

Gracias a lucha que diferentes féminas emprendieron en el siglo pasado, actualmente las mexicanas pueden votar, un derecho que ejercen a 67 años de su conquista y que se celebra el 17 de octubre de cada año.

Y es que con el voto para las mujeres no sólo inició la igualdad en la participación política, además se abrió la oportunidad de decidir sobre su vida y la posibilidad de ser electas para estar en cargos de representación pública.

De acuerdo con el portal www. electoral.juridicas.unam.mx, en el estado de Yucatán existieron peticiones para que las féminas pudieran votar desde 1916, sin embargo no fue sino hasta 1923 cuando se reconoció este derecho a nivel municipal y estatal.

Ese año, además se contó con tres mujeres electas para diputadas al congreso estatal: Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche de Ponce, mientras que Rosa Torre fue elegida como regidora en el ayuntamiento de Mérida.

Sin embargo, cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto murió asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que dejar sus puestos.

En San Luis Potosí, las mujeres obtuvieron el derecho a participar en las elecciones municipales en 1924 y en las estatales en 1925. No obstante este derecho se perdió al año siguiente.

Fue hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, en 1937, cuando se lanzó la iniciativa de reforma al Artículo 34 de la Constitución, donde se solicitó por primera vez el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular.

Dicha iniciativa fue aprobada por Cámara de Senadores y Diputados, sin embargo en la última fase del proceso legislativo no se hizo la declaratoria de Reforma Constitucional como lo indica el Artículo 135.

Una década después, señala la Universidad de Guadalajara (UDG), el 17 de febrero de 1947 durante la presidencia de Miguel Alemán se publicó en el Diario Oficial la reforma al Artículo 115 de la Constitución que concedía a las mujeres el derecho de votar pero sólo en las elecciones municipales.

Esta medida es considerada un gran avance, ya que les daba un lugar a las mujeres en la vida política del país aunque fuera uno muy restringido.

En una de las primeras jornadas electorales en Chiapas a finales de ese mismo año, la mujer mexicana finalmente ejerció este derecho.

Posteriormente, el 4 de diciembre de 1952, el Partido Acción Nacional (PAN) solicitó concluir el trámite de la iniciativa presentada por Cárdenas en 1937, pero el 9 de diciembre, el mismo presidente presentó su propia iniciativa de ley.

El 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.

De tal manera, el 3 de julio de 1955 fue la primera vez que las féminas mexicanas emitieron su voto en unas elecciones federales para integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.

Con ello, México ingresó a la fila de los países que otorgaron el derecho de votar a las mujeres y se posicionó como la quinta nación de América Latina en concederlo.

La UNAM informa

La Universidad Nacional Autónoma de México informa que esta tarde presentó denuncias ante las procuradurías generales de justicia de la Ciudad de México y del Estado de México, para que investiguen la supuesta agresión a una alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Naucalpan.

Desde que la Universidad tuvo conocimiento de la denuncia a través de las redes sociales, manifestó su preocupación por los acontecimientos y actos de violencia referidos en las redes y solicitó la colaboración de quienes supieran sobre estos eventos para proceder a la protección de los lesionados y solicitar a las instancias competentes, que los acontecimientos antes referidos fuesen investigados y esclarecidos.

Desde esa misma noche, y durante el domingo 14 del presente mes, personal de la UNAM acudió a los ministerios públicos y a los hospitales de la zona para indagar si había sido presentada alguna denuncia o si existía algún ingreso de una paciente con una lesión similar a la que se mencionaba: En todos los casos no encontró ningún dato que pudiese estar relacionado a la información que en redes circulaba.

Desde ese mismo día se exploraron las bases de datos de la Dirección General de Servicios Escolares del CCH en búsqueda de alumnas que pudieran corresponder al nombre de la supuesta alumna lesionada. En aquellos casos donde hubo coincidencia con el primer nombre que en redes se mencionaba se estableció comunicación con las propias alumnas o con sus familias. Todas ellas se encontraban con buen estado de salud y negaban haber sido agredidas.

Ante ello, y la desinformación que esto ha generado, esta Casa de Estudios decidió presentar las denuncias ante las dos procuradurías arriba citadas, ya que las diferentes versiones sobre los supuestos hechos, publicadas a través de las redes sociales y medios de comunicación, son confusas e incluso incurren en contradicciones respecto al sitio donde se dice que ocurrió la supuesta agresión.

La Universidad Nacional reitera su exhorto para que todas aquellas personas o medios de comunicación que cuenten con información sobre el presunto acontecimiento puedan presentarla, a fin de colaborar en la indagatoria, apoyar a la afectada. y, en su caso, exigir que se castigue a los responsables.

Estas son las 10 carreras mejor pagadas

Datos generados a partir de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondientes al tercer trimestre de 2018 y pertenecientes a registros del Portal del Empleo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y del Catálogo Nacional de Ocupaciones, posicionan a la carrera de Química como la mejor remunerada con un salario de $19,781 mensuales, por otra parte, en el décimo lugar podemos encontrar la carrera de  Ciencias Políticas, con una remuneración de $13,928 al mes.

 

Consulta el reporte completo -> Carreras mejor remuneradas

Y tú, ¿ya sabes qué estudiar?

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Hace 50 años, la gloria olímpica y el puño en alto

Hace 50 años Tommie Smith ganó la carrera de los 200 metros planos en 19.83 segundos en la pista del Estado Olímpico Universitario. Rompió el récord mundial de ese entonces. Nadie había corrido esa distancia en menos de 20 segundos. El triunfo lo celebró, junto con John Carlos, medalla de bronce, con el puño en alto. Smith recuerda en entrevista para UNAM Global: “lo que hicimos en el podio lo planeamos sólo minutos antes de subir a él”. Agrega que estaba preparado para hacer algo, “pero aún no sabía qué. Me decidí en uno de los túneles. Yo los llamo así, en algún túnel de los que están aquí. Estoy un poco desubicado, pero fue en el túnel por el que salimos a recibir nuestras medallas. Lo planeamos minutos antes. Así que John Carlos, Tommie Smith y Peter Norman charlamos acerca de esto, y de lo que podría pasar si los tres hacíamos lo mismo. Porque de esa forma nuestra proclamación sería mucho más fuerte. Pensábamos que hacerlo sería innegablemente algo positivo para nuestra lucha por los derechos humanos. Pero fue visto de manera negativa por la gente, debido a que se le asoció con el saludo del Black Power. Se le miró como una crítica a los procesos de igualdad. Pero no lo era, se trataba precisamente de lo contrario. Era sobre la esperanza por la libertad, sobre el proyecto olímpico por los derechos humanos, no los derechos de los negros, no los derechos de los hispanos, ni de los asiáticos, nuestra causa eran los derechos humanos, que viene a ser la culminación de la especie humana.

Añade que “ahí es donde reside el poder de lo que hicimos. También en la oración -Tommie Smith siempre ha sido un hombre de oraciones-, mi cabeza estaba inclinada en oración, con el brazo estirado hacia el cielo, el símbolo del poder, sin calcetines, sin zapatos, en representación de los oprimidos del mundo y abogando por la no violencia contra nuestros jóvenes.

Respecto a la matanza de los estudiantes en 1968 afirma que “fue algo muy lamentable, lo único que ellos buscaban era lograr un cambio en lo social. Cambiar un status quo que estaba profundamente arraigado en el gobierno. Es muy triste cuando eso ocurre. Pero algo sabíamos, y mi carrera, para la mayoría de los casos, la corrí en favor de las tragedias y sacrificios de los estudiantes”.

Smith señala que “hay relevancia en luchar contra el status quo. Pero debes tener un propósito claro para hacerlo, ya que el status quo siempre tendrá a la ley de su lado. Las leyes se pueden cambiar. Tienes que sacrificarte para cambiarlas. No alientes la protesta si no tienes la intención de vivir una experiencia formativa, si no buscas un resultado positivo. Habrá problemas. Y ojalá que aquellos que quieren hacer el cambio no formen parte del problema, ya que ya han sido identificados como problemáticos precisamente por querer ese cambio en primer lugar. Y mientras el mundo siga girando los cambios continuarán siendo relevantes para el avance de la humanidad”.

Las únicas noticias… “son las malas noticias”

Al menos dos tercios de la población global no se consideran representados por sus gobiernos o parlamentos. En esta era de la globalización se ha intensificado  la problemática de la identidad en las naciones, además de vivirse una crisis de las instituciones democráticas, y con ello, del modelo de democracia liberal, aseveró el sociólogo y economista Manuel Castells, quien impartió la conferencia Crisis global de la democracia liberal en la Universidad Iberoamericana.

Para el investigador español, hoy día la profesión más despreciada es ser político, “las personas piensan que ellos, lo políticos, ven más por sus intereses que por la de los ciudadanos, por ello, más del 80 por ciento de la población mundial desconfía de ellos”.

Asimismo, señaló que los procesos políticos se han convertido en política mediática e informacional, “mediática en el sentido de que lo que no está en los medios no existe, e informacional porque la organización y manipulación de la información hacia el electorado es el arma clave”.

El autor de La era de la información argumentó que hay una construcción de política del escándalo y a través de ésta se destruye a las personas, hay una continua sucesión de escándalos y se discute quién es peor, lo que aprovechan los medios de comunicación para amplificarlo porque es lo que vende.

En ese contexto, el investigador de la Universidad de California refirió que las redes sociales aparecieron como medida de corrección para los medios de comunicación, ya que éstos son parte de una empresa, “la redes aparecieron como una primera forma de corrección porque no controlan los contenidos, su negocio es vender los datos no los contenidos y generar tráfico”.

A pesar de los beneficios múltiples de las redes sociales, Castells sentenció que también se han utilizado para manipular la información.

Guías de estudio de ingreso a la UNAM

Con el propósito de que te prepares con anticipación para presentar el examen de selección, la UNAM pone a la venta la Guía de Estudio para el ingreso a Licenciatura.

La podrás adquirir con un costo de $50.00 en la Zona Comercial de Ciudad Universitaria, en el costado sur de la Torre de Rectoría, de 9:00 a 17:00 horas.

Enlaces de apoyo:

http://klicmobile.com/2018/01/22/las-guias-de-est…mision-a-la-unam/

https://galeazzi.jimdo.com/gu%C3%ADa-completa-unam/ 

https://academiainternet.wordpress.com/2017/01/17/guia-unam-2017/  

https://es.scribd.com/doc/213616983/Guia-ingreso-UNAM-pdf 

http://www.forosunam.com/pages/guia-unam/ 

¿Las redes sociales amenazan a la democracia?

Las redes sociales fueron aclamadas como herramientas que crearían nuevas oportunidades de difundir la democracia y la libertad, sin embargo, en la actualidad todo lo relacionado con aquéllas tiene dos caras: una buena y una mala.

“La parte negativa de las redes sociales son la desinformación, noticias falsas, gente sexista, racista y toda democracia aspira a ser un sistema en el cual la ciudadanía toma decisiones de manera consciente e informada, bajo el panorama negativo de las redes sucede lo contrario y lleva a la manipulación”, afirmó Roberto Duque Roquero, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM.

El abogado constitucionalista expresó que antes el racismo se quedaba en una charla de sobremesa, pero ahora ha adquirido voz con las redes sociales y las expresiones de odio son diseminadas a través de ellas, en consecuencia, han servido como un megáfono.

Por otro lado, la tecnología le puede hacer mucho bien a la democracia y a los procesos electorales, “la democracia se tiene que beneficiar de la tecnología, pero enfrenta un reto muy grande en la desinformación y manipulación de las redes sociales”.

En ese sentido, Duque Roquero refirió que es cierto que las redes son una amenaza para la democracia porque son empleadas para desinformar, difundir propaganda y mentiras, pero no influyen para considerar que el sistema de gobierno vaya en decadencia.

“La democracia es una forma de gobierno que ha funcionado mejor que las otras, ha demostrado tener menos defectos que otros sistemas de gobierno, pero sí tiene como un desafío que la manipulación puede privar a una colectividad de tomar decisiones de manera racional, informada y consciente”.

Finalmente, el académico universitario dijo que en estas dos caras de las nuevas tecnologías tiene que imperar la positiva. “El debate abierto y la difusión de información veraz, valiosa para ser un instrumento al servicio de la democracia, los Estados tienen que estar atentos a este fenómeno para evitar la proliferación de mentiras que desinforman y dañan todo un proceso democrático”.

El Valle de México a un año del terremoto

Por Ricardo Capilla 

Ciudad de México. 18 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- El terremoto del 19 de septiembre de 2017, gestado a 120 kilómetros de la Ciudad de México, más allá de los enormes daños y víctimas provocados, fue también una oportunidad para estudiar este tipo de fenómenos y evaluar la capacidad de reacción de ciudadanos y autoridades.

1-HEAD_terremot1818.jpgCrédito: Wikimedia Commons.

El doctor Luis Quintanar Robles, responsable de la red sísmica del Valle de México e investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado fueron importantes para estudiar este tipo de fenómenos, pues el primero es considerado el más grande registrado en la historia instrumental de México con una magnitud de 8.2, mientras que el segundo, de magnitud 7.1, fue el más cercano a la Ciudad de México con esa magnitud.

“Desde el punto de vista científico sismológico, nos permite tener una idea de qué tan grandes pueden ser los sismos que ocurren en el país, qué tanto pueden comprometer áreas ya rotas en sismos anteriores y cuál sería el peligro sísmico para las zonas más cercanas a donde ocurren”, explicó el investigador.

¿Qué se sabe del sismo?

El investigador afirmó que los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre se debieron a que el movimiento telúrico originado al interior de la placa de Cocos generó ondas en ciertas frecuencias que coincidieron con las frecuencias naturales de edificios de la Ciudad de México de entre uno y cinco pisos de altura y con profundidades de sedimentos de entre 20 y 40 metros.

“Al producirse un sismo, se generan ondas de muy diferentes frecuencias. Hay ciertas frecuencias que pueden entrar en resonancia con las frecuencias o periodos naturales de resonancia de los edificios, es decir, si se pone a oscilar con una frecuencia muy cercana a ese periodo natural, las amplitudes de oscilación tienden a aumentar”.

El mapa de riesgos sísmicos de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México indica que la zona en donde se encontraba el lago de Texcoco es la que tiene mayor índice de riesgo por su tipo de suelo que, al ser fangoso, propicia que las ondas sísmicas se amplifiquen, explicó el doctor Jorge Damián Morán Escamilla, profesor investigador del programa Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), comisionado al Programa Agua y Sociedad de El Colegio de 1-quintanarorbl1818.jpgSan Luis (Colsan), que recientemente publicó el libro Escenarios de riesgo y desastres por sismos e inundaciones en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.

“Es una cuenca cerrada donde es imposible sacar el agua de manera natural, por lo que se tiene que extraer por bombeo. Tras un largo proceso, estas condiciones generaron un suelo fangoso que cuando se presenta un sismo, amplifica las ondas sísmicas y genera movimientos intensos principalmente en la zona centro, pero que pueden ser sentidos en diferentes partes del Valle de México”, dijo Morán Escamilla.

¿Los sismos son desastres naturales?

De acuerdo con el doctor Morán Escamilla, diferentes áreas del conocimiento han planteado que los desastres, es decir, las afectaciones a la vida de las personas, no son culpa de los fenómenos naturales, ya que estos siempre han existido, sino que son complejos procesos construidos socialmente en donde intervienen factores sociales, económicos, políticos, culturales y científicos.

“La lluvia y los sismos siempre han existido, el problema radica en la forma como ocupamos los espacios y como construimos, eso es lo que hace que se presenten afectaciones, es decir, que un fenómeno natural que siempre ha existido empiece a generar afectaciones a la población y se constituyan en emergencias y desastres”, explicó.

Por su parte, el doctor Quintanar Robles indicó que el riesgo sísmico solo se puede disminuir al reducir la vulnerabilidad, es decir, al realizar construcciones adecuadas y en lugares de bajo riesgo. Los fenómenos naturales son imparables, pero la vulnerabilidad depende completamente de las personas.

1985, un año clave

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 marcó un antes y después para México en materia de prevención de desastres. Al año siguiente del fatídico suceso, se creó el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), además se han constituido distintos fondos tanto para la atención como para la prevención de desastres y se estableció la normatividad en materia de protección civil.

El catedrático de Conacyt apuntó que la población sigue presentando afectaciones a causa de diversos factores, como el crecimiento de la mancha urbana y el tránsito de aproximadamente 12 millones de personas que se trasladan a la Ciudad de México para realizar sus actividades cotidianas, lo que complica las labores de prevención.

Otro factor importante tiene que ver con las transiciones de gobiernos locales y federales que implican cambios de funcionarios y modificaciones en la forma de administrar los riesgos, imposibilitando la continuidad de estrategias.

“Pese a que tenemos las instituciones y la normatividad, podemos observar que no se está cumpliendo con los marcos normativos, y las instituciones carecen tanto de los instrumentos como del capital humano y económico para poder llevar a cabo acciones de prevención. Seguimos viendo un sistema que suele ser reactivo”, comentó.

México, un país sísmico

Para tratar de reducir los riesgos por sismos, se ha modificado el código de construcción de la Ciudad de México, de tal manera que en cada cambio se mejoran las normas, tomando en cuenta las aceleraciones hipotéticas generadas durante los sismos y que de esta manera los nuevos edificios resistan. Sin embargo —dijo Quintanar Robles—, las construcciones siguen cayéndose porque el reglamento de construcciones no se respeta.

1-sensoregh1818.jpg“Hay estudios en donde se compararon las aceleraciones medidas en la Ciudad de México por el sismo del 19 de septiembre del año pasado con el espectro de diseño de estructuras marcado en el reglamento de construcciones y lo que se encontró fue que las aceleraciones medidas no rebasaron las que se calcularon dentro del reglamento. La norma está bien, pero las estructuras no resistieron porque no se siguió”, dijo el sismólogo.

El doctor Jorge Damián Morán Escamilla explicó que los sismos son los fenómenos naturales que más muertes generan a lo largo del mundo, y aunque se implementen las mejores estrategias para la reducción de riesgos, estos siempre van a estar presentes porque los fenómenos naturales son dinámicos, por lo que no es posible prever claramente cómo se van a manifestar y lo que va a pasar.

En el caso de los fenómenos sísmicos, los científicos han reconocido que los conocimientos sobre el comportamiento de la Tierra aún son pocos, a pesar de los avances que se han tenido, por eso no es posible predecir en dónde y cuándo va a ser el siguiente sismo. Por lo que la forma en que se transmite el conocimiento coadyuva a la generación de riesgos.

“No vamos a poder evitar que tiemble y no vamos a poder evitar que sigan cayéndose edificios o que sigan muriendo personas, pero lo que podemos hacer es evitar que el número de edificios sea mucho mayor al que tenemos actualmente y que el número de personas, que mueren o presentan algún nivel de pérdida, sea menor al que observamos para que las afectaciones puedan reducirse al mínimo”, expresó el catedrático de Conacyt.

Por otra parte, Quintanar Robles agregó que con el aumento de la densidad poblacional, a través de los años también aumentaron los desastres, pues antaño, cuando había comunidades pequeñas, no ocurrían tantos daños. Hasta que no se llegue al punto de predicción sísmica, lo que se puede hacer es prepararnos para responder a los fenómenos y así evitar que se conviertan en desastres.

¿Estamos preparados para otro sismo?

El sismólogo Quintanar Robles afirmó que técnicamente sí estamos preparados para un sismo de características similares, siempre y cuando se respeten los reglamentos para levantar construcciones y los protocolos de simulacro y evacuación. Asimismo, dijo que la concientización de la sociedad de que vivimos en un país sísmico es fundamental para estar preparados.

“Si me preguntan si estamos preparados de una manera definitiva, en principio yo contestaría que no, pero sí estamos mejor preparados que en 1985, cuando no había ni siquiera un Sistema Nacional de Protección Civil y no existía la alerta sísmica. En ese sentido, no podemos negar que sí ha habido avances”, finalizó el responsable de la red sísmica del Valle de México.

1-bolivar1818.jpgCrédito: Wikimedia Commons.

 

Reconstrucción en Ciudad de México estaría lista en cinco años

“No nos olviden”, “El tiempo pasa y no pasa nada”, “Volveremos con ayuda de todos” son tan solo algunos de los letreros y mensajes que se muestran aún en las cientos de viviendas dañadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017, donde algunos inmuebles fueron demolidos, otros se mantienen en proceso y cientos más permanecen igual que hace un año.

El polvo que aún se levanta -ya sea por las demoliciones o por la fricción de muros dañados- se combina con el silencio de espacios que a simple vista parecieran abandonados aunque a los costados, en pequeños cuartos acondicionados con lonas, se mantienen las guardias de familias con rostros desencajados que con furia o llanto exigen solución.

Demoliciones parciales y totales, escombros y espacios vacíos se muestran en Benito Juárez, Cuauhtémoc, Tlalpan, Coyoacán e Iztapalapa, con inmuebles emblemáticos como el multifamiliar de Tlalpan, la colonia de Los Girasoles en Coapa donde cayó una plaza comercial, decenas de edificios en avenida Miramontes, así como el símbolo de la tragedia centrada en el colegio Enrique Rébsamen donde 19 niños y siete adultos perdieron la vida.

“El sismo no solo fracturó mi hogar, también fracturó a mi familia; mi mujer vive en un lado, yo vivo en otro, porque no tenemos para pagar una renta”, contó Juan Zaldívar, damnificado de la tercera edad en avenida Miramontes, quien recibe cuatro mil pesos mensuales del Programa de Pago Temporal de Rentas de la Ciudad de México, sin embargo, asegura que los costos en zona oscilan alrededor de ocho mil.

María Justina Acedo, representante del edificio 304 en avenida Miramontes en la colonia Girasoles, permitió a Notimex hacer un recorrido por el inmueble que hasta a la fecha permanece acordonado ante el riesgo de posible colapso, sin embargo, asegura que no ha tenido respuestas claras sobre su futuro.

Si bien Xochimilco había sido una de las zonas menos atendidas en los primeros días, ahora San Gregorio Atlapulco ya muestra la mayor parte de los hogares rehabilitados debido a las donaciones hechas por la Fundación Carlos Slim en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México.

Sin embargo, el panorama no es el mismo en San Luis Tlaxialtemalco en la misma delegación, donde las calles aún se repavimentan por el rompimiento de tuberías y donde de las más de 100 casas afectadas, solo algunas se levantan con los ahorros de los propietarios, según cuenta Cristina Ramírez, quien muestra los escombros de su hogar en la calle de Camelia 34.

En otras zonas de San Luis, la Fundación Techo donó 44 casas de madera que, aunque modestas logran cubrir un poco las inclemencias del clima, según narra, Concepción Cuaxospa de 66 años de edad, quien comparte el espacio con nueve personas más.

“Por lo menos ya no andamos molestando o causando lástimas en otras casas donde nos ponen caras. A veces pienso que ya no tiene caso vivir así. Les suplico que volteen tantito para acá, que nos vengan a ver, ya no queremos estar padeciendo todas estas angustias”, comentó con lágrimas y llanto.

Reconstrucción estaría lista en cinco años

En entrevista con Notimex, el comisionado para la Reconstrucción de la Ciudad de México, Edgar Tungüí Rodríguez, mencionó que la reedificación de la capital del país, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, podría estar lista en cinco años.

“Nosotros estimamos que como se ha venido teniendo disposición de los recursos y el ritmo y tamaño del daño, creemos que en cinco años podría estar concluida la reconstrucción”, manifestó a un año del temblor de 7.1 grados que causó la muerte a más de 200 personas y miles de viviendas afectadas.

Al cuestionarle sobre las voces que consideran que el proceso de reconstrucción ha sido lento, recordó que la Comisión comenzó operaciones el 6 de marzo del presente año para dar forma al diseño de atribuciones.

“Entendemos la desesperación, no hemos dejado de trabajar en poder dar los apoyos. Lo importante es que ya se están entregando, que ya hay un camino trazado para poder acceder a ellos. Eso hemos venido trabajando con el gobierno entrante, de ver la manera que no se frene, que el cambio de gobierno no sea un impedimento para que continúen los programas”, enfatizó.

La Comisión de Reconstrucción de la Ciudad de México coordina 12 dependencias capitalinas, las cuales trabajan en 49 acciones entre las que destacan programas de Pago Temporal de Rentas que otorga cuatro mil pesos mensuales a damnificados; Créditos Emergentes para Reparación de Vivienda; y el pago de los proyectos ejecutivos (108 hasta ahora) para la rehabilitación de edificios a cargo del Instituto para la Seguridad de las Construcciones.

Tungüí Rodríguez sostuvo que los fondos para llevar a cabo los programas se derivan del decreto de Presupuesto de Egresos de 2018 que en su artículo 14 estipula un Fondo de Reconstrucción por seis mil 855 millones de pesos.

Detalló que cerca de cinco mil 600 millones de pesos están destinados en alguna acción y que se envió una iniciativa a la Asamblea Legislativa para que la diferencia (940 millones de pesos) se pudiera enviar al Fideicomiso para la Rehabilitación y Reconstrucción de Vivienda, creado de manera reciente.

Desde su oficina, ubicada en el Antiguo Palacio de Ayuntamiento, reveló que en los próximos días se publicará un lineamiento para que la Ley de Reconstrucción contemple la vivienda unifamiliar, pues recordó que hasta ahora solo contempla multifamiliares.

Sobre los cuestionamientos que tienen que ver con el destino de los donativos nacionales e internacionales después de la emergencia, mencionó que el Gobierno de la Ciudad de México no tuvo contacto con ninguna asociación, sin embargo, sí abrió una cuenta para donaciones donde se recabaron 25 millones de pesos, cuyo fin está desglosado en la Plataforma CDMX.

En cuanto a si la ciudad está preparada en infraestructura y capacidad de reacción para enfrentar a un nuevo temblor de gran magnitud, el Comisionado apuntó que aún faltarían cosas por revisar, en especial, los edificios construidos antes del temblor del 85 para poder reforzarlos “y entonces sí, poder hablar de que estamos ya listos para un siguiente sismo”, subrayó.

Reconstrucción en números

El sismo del 19 de septiembre de 2017 causó la muerte de 228 personas, además de miles de daños divididos entre viviendas, escuelas, hospitales, oficinas y edificios de gobierno.

La Comisión de Reconstrucción de la Ciudad de México señala que después del sismo y hasta la actualidad existen siete mil dictámenes de viviendas (entre multifamiliares y unifamiliares) con daño medio y alto.

Reporta que tras el sismo se dañaron mil 900 escuelas, de las cuáles 700 tuvieron daño medio o alto y que será a finales de este año cuando se encuentren rehabilitadas en su totalidad.

En cuanto al tema de hospitales, dos clínicas (en Álvaro Obregón e Iztapalapa) tuvieron afectaciones mayores; ambas se encuentran en rehabilitación.

El Sistema de Aguas de la CDMX sufrió daños en su estructura al suroriente de la ciudad y hasta el momento mantiene una recuperación del 50 por ciento.

De acuerdo con el comisionado para la Reconstrucción, Edgar Tungüí Rodríguez en la actualidad ya no existen inmuebles con “alto riesgo de colapso” ya que todos fueron demolidos.

Mencionó que en cuanto al tema de la reconstrucción de edificios se comenzaron a dar los primeros pasos, como es el caso del Multifamiliar de Tlalpan, donde comenzó el levantamiento del edifico 1C que colapsó el día del temblor.

Durante un recorrido, con información del gobierno capitalino y el portal de la Fundación Carlos Slim, se constató la construcción y rehabilitación de 400 casas en Xochimilco y Tláhuac.

La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la CDMX envió a Notimex una ficha informativa, con corte al 31 de agosto, donde informa sobre la demolición de 73 inmuebles, 11 en coordinación con particulares.

Las demoliciones se han realizado en 35 colonias de las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tlalpan, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza. El documento explica que, en promedio, la Sobse culmina una demolición por semana.

¿Por qué los millennials no pueden comprar una casa?

La crisis financiera del 2008 inició en Estados Unidos y es recordada por la gravedad y repercusión que tuvo en el mundo.

Aunque fue hace diez años los efectos siguen presentes y afectan a la denominada generación millennial, quienes nacieron entre 1980 y los 2000. Generalmente se les descalifica llamándoles “generación perdida” o “generación smartphone“, pero es la generación más conectada, más informada.

¿Cómo empezó la crisis y por qué?

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 había un ambiente de pesimismo e inestabilidad. Para reactivar la economía los bancos bajaron las tasas de interés de referencia del seis al uno por ciento. Era muy barato pedir préstamos y se otorgaron a clientes “ninja”, sin ingresos ni empleo fijo y sin propiedades. A estas hipotecas se les denominaban “subprime”, porque tenían mayor riesgo de no ser pagadas, y eso ocurrió.

Las deudas se repartieron, se vendieron a otros inversores y a bancos de todo el mundo, alcanzando al sistema financiero mundial. Finalmente, los bancos suspendieron los préstamos porque tenían poca liquidez (dinero en efectivo).

La crisis arrancó oficialmente con la bancarrota del Banco Lehman Brothers, sin embargo, no todos los bancos se fueron a la bancarrota, ya que los gobiernos rescataron a estas instituciones otorgándoles préstamos con el dinero de la nación por miedo a que su colapso dañara la economía general.

 

¿Cómo afecta a la generación millennial?

Los millennials tienen dificultad para cumplir sus expectativas laborales.  Las empresas les ofrecen trabajos precarios, no estables, sin contratos indefinidos y mal remunerados.

Lo que les impide independizarse o en un futuro contar con una casa propia. Incluso los millennials se ven obligados a trabajar en otros países lejos de sus familias porque ofrecen mejor salarios y condiciones de trabajo.

Además, al no contar con un trabajo estable y sin cotizar es probable que en un futuro no cuenten con una pensión para su jubilación.

 

 

(Con datos de BBC Mundo, El País y Economista)

“Creo que falté a una cita muy importante en mi vida ese 2 de octubre”

En 1968, Gustavo Ontiveros Amador tenía apenas 17 años, estudiaba en la Vocacional 5 ubicada en Balderas, por cuestiones escolares tenía que trabajar con otros cinco compañeros durante el semestre, llevarían una relación cercana entre cada actividad académica.

Gustavo estaba involucrado en el movimiento estudiantil del 68, y una de las actividades que tenia encomendada era botear en los alrededores del Centro Histórico para seguir con la impresión de volantes.

“Entregábamos volantes a la gente, algunos no los recibían de buena gana, sin embargo, otros sí eran solidarios con el movimiento, incluso nos daban ánimos para seguir”.

Las manifestaciones seguían y él y sus compañeros de equipos asistían a todas, ya que las clases seguían suspendidas en la Vocacional. Creían que era el momento para demostrar su inconformidad ante la represión.

Un día que estaba boteando con sus compañeros, cansados del camino y el clima, se detuvieron en la reja de la Vocacional 3, “teníamos la costumbre de que cuando veíamos a la policía cantar una cancioncita que descompusimos, me voy pal´pueblo, hoy es mi día, que chingue a su madre la policía.

Ellos pasaron como si nada, de repente, uno de ellos regresó hacia nosotros y nos encañonaron con una metralleta y nos dijo “quiero que me mientes la madre ahorita”, recuerda Gustavo.

Para el 2 de octubre fueron convocados a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Gustavo se levantó y alistó para ir al mitin, él y sus compañeros tenían planes, después de la marcha irían al cine. Al comentarle a su madre, ella no le dio permiso de salir, sintió que no era coherente con lo que hacía y decía, sintió que le daba la espalda a sus compañeros. Creo que falté a una cita muy importante en mi vida, confiesa y sus ojos se llenan de lágrimas.

“Regresar a la escuela fue muy difícil, ir con la esperanza de encontrar a tus amigos, a tus compañeros, incluso, maestros que desgraciadamente estuvieron ahí, todo fue muy difícil. A dos de los cinco compañeros de equipo, jamás los volví a ver”, dice Gustavo con voz entrecortada. Una prohibición que si bien le salvo la vida, se convirtió en una consternación que ha cargado en su corazón y en su conciencia toda su vida.

El relato de Gustavo es desgarrador y no es el único, los protagonistas —cuyas edades oscilan entre los 65 y 80 años— los cuales, algunos, ya no están con nosotros. Libros y películas nos cuentan la historia, algunos de los protagonistas del movimiento nos dejaron sus testimonios, pero nada de esto es suficiente para acercarnos a la verdad, la angustia que experimentaron, la frustración y el miedo que vivieron.

Gustavo se lamenta y se siente responsable de no haber asistido al mitin. Siente haber traicionado sus principios, aquellos por los que luchaba, sin embargo, es una voz más que no permite que perezca el recuerdo de aquellos que persiguieron la libertad y fueron víctimas de la intolerancia.

Hoy tiene tres hijos, dos nietos, pero el dolor no lo abandona cada vez que cuenta su experiencia. Cada vez que se para en la Plaza de las Tres Culturas, revive esa cadena de eventos que determinaron la ruta que tomó su vida.

Hay heridas que jamás se curan, la que lleva Gustavo es una de esas. Su voz resuena entre muchas otras y son testimonio necesario para los que no conocían esta historia.

Al terminar la entrevista, su pareja Laura lo abraza fuertemente. Gustavo rompe en llanto una vez más al recordar aquel fatídico 1968.

19 de septiembre, una fecha estresante

Se acerca el 19 de septiembre, fecha que trae consigo el recuerdo de dos episodios que han marcado la vida de miles de mexicanos. Basta con escuchar el sonido de alguna alarma, leer en la web o en redes sociales noticias con respecto a un próximo terremoto de igual o mayor magnitud a los vividos en 1985 y 2017, para revivir la sensación de angustia que provocaron.

Pero más que informar, la gran mayoría de estas noticias desinforman, debido a que carecen de veracidad al no contar con un sustento científico.

De acuerdo con Francisco Martínez León, académico del Centro Comunitario Dr. Julián Mac Gregor y Sánchez Navarro de la Facultad de Psicología de la UNAM, esto sólo provoca estrés y ansiedad.

“En sí, la fecha como tal va a ser un efecto estresor sobre la población. Este tipo de notas lo que detona es una ansiedad exacerbada y un sentimiento de incertidumbre que se acompaña de sintomatologías como insomnio y estrés, así como pensar demasiado en el evento y contagiar la emoción”.

Esto provoca que la gente se encuentre expectante ante la posibilidad de un próximo movimiento telúrico cuando, de acuerdo al Sistema Sismológico Nacional (SSN), esto es imposible de predecir.

Por tanto, es importante aclarar la diferencia que existe entre las emociones que viviremos en los próximos días derivados de la fecha y la información, y aquellas que afectan la vida cotidiana de una persona.

“El estrés es, hasta cierto grado natural, sin embargo, el estrés postraumático es aquel que daña las partes sociales, laborales y familiares de alguien, es decir, lo incapacitan para realizar sus actividades diarias”.

Finalmente, Martínez León destaca que la cultura de la prevención es la clave para evitar tragedias humanas a consecuencia de un fenómeno natural.

Los héroes universitarios del 19 de septiembre

 

19 de septiembre de 1985

La Universidad Nacional Autónoma de México expresa su más sentido pésame a todos los mexicanos

 Universitarios

“Nuestra Institución no podía permanecer ajena a la tragedia que vive la nación como consecuencia de los graves sismos del 19 y 20 del corriente mes. Fiel a su compromiso con la sociedad que la nutre y sostiene, la Universidad ha puesto todo su potencial técnico y científico, así como el esfuerzo generoso de los miembros de su comunidad, al servicio de la población afectada por los siniestros”. Doctor Jorge Carpizo, rector de la UNAM.

7:19 am, el Distrito Federal (D.F.), gente caminando en sus calles, abordando el camión o transportándose en Metro con rumbo al trabajo o a la escuela. Otros, aún duermen, desayunan o se preparan para salir.

El 19 de septiembre de 1985, sin alertas previas, un terremoto con epicentro en las costas de Michoacán y Guerrero –magnitud 8.1 grados en la escala Richter y duración de 120 segundos–, sacude a la capital del país y deja innumerables muertos, heridos y desaparecidos, así como miles de casas y edificios dañados. A la fecha, no hay una cifra exacta del número de víctimas.

En medio del caos, hombres, mujeres, estudiantes, trabajadores se organizan, ayudan en el rescate, proveen herramientas, comida, ropa, ofrecen albergues e insumos médicos. La clave es reaccionar y los ciudadanos lo entienden.

La capital está incomunicada, no hay información sobre la magnitud de la tragedia. Se respira desolación, urgencia, angustia, inseguridad, temor a las réplicas del sismo. La respuesta del gobierno es lenta, 36 horas le toma al presidente dirigirse a la nación.

Poco a poco, la ciudad vuelve a reconstruirse, aprende de la catástrofe, surge la cultura de prevención y protección civil como respuesta ante los desastres naturales. Se implementan los simulacros de evacuación en escuelas, hospitales y edificios públicos. Hay nuevos reglamentos para construcción.

 A partir de esta experiencia, se institucionalizan el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y un Sistema de Alerta Sísmica que vigila los movimientos telúricos que se originan en el Océano Pacífico, frente a las costas de Guerrero. Este sistema alerta a las personas 50 segundos antes de que se presente un sismo en la capital. Tiempo que marca la diferencia entre la vida y la muerte.

 

19 de septiembre de 2017

Solidaridad. La UNAM, en pie: el rector

“Ya están con el Cenapred nuestros binomios de perros y de gente de prevención social auxiliando a la Ciudad de México y esperamos poder colaborar en la medida en la que nuestros estudiantes y académicos lo hagan.

Quiero expresarles que la Universidad estará solidaria como siempre. Con México y la sociedad mexicana estaremos trabajando en la medida en la que podamos ser requeridos y podamos auxiliar en este desastre que vivimos. Nuestro gran sentido pésame a todas las víctimas de este lamentable suceso”. Doctor Enrique Graue, rector de la UNAM. 

México está asentado sobre tres grandes placas tectónicas que están en constante movimiento. La Ciudad, construida sobre los sedimentos de un antiguo lago, lleva 32 años preparándose, hoy, más temprano se realizó un simulacro de evacuación.

La numerosa población que habita la capital, y el sismo del 7 de septiembre de 2017 con saldo de 90 muertos en Oaxaca y Chiapas, hacen que autoridades y ciudadanos estén alertas. 

13:14:40. La tierra vuelve a estremecerse, terremoto magnitud 7.1 reporta el Servicio Sismológico Nacional, con epicentro a las afueras de Axochiapan, Morelos, deja 369 muertos, 228 de ellos en la Ciudad de México. Suena la Alerta Sísmica en los 10 mil altavoces, en las estaciones de radio y televisión, en las aplicaciones para dispositivos móviles.

En esos primeros minutos, después del terremoto, las redes sociales juegan un papel fundamental, vecinos, amigos y familiares establecen comunicación. La información sobre los daños fluye sin problema a través de twitter.

20:00 Jóvenes universitarios toman la iniciativa, los futuros médicos, ingenieros, arquitectos y psicólogos forman o se organizan en brigadas de ayuda, responden a un plan de participación social no escrito y salen, junto con sus profesores, a las calles en operativos contrarreloj para salvar vidas y aminorar la sensación de temor. La Universidad Nacional establece un Centro de Acopio en el Estadio Olímpico, recibe medicinas, agua, alimentos y herramientas para el rescate. 

En los lugares colapsados, suena un silbato, los rescatistas levantan el puño en señal de guardar silencio parar escuchar a los sobrevivientes. Los binomios caninos son de gran ayuda en la localización. 

La UNAM es solidaria, participa en la reconstrucción, el concepto de comunidad se extiende a toda la Ciudad de México.

“Me enseñaron a pensar, no a obedecer”

Edahena Villavicencio*

 

“Aquí, todos los días quemamos porros”, gritaban amenazantes, irónicos y burlones estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Visuales, en una frase que resumía el sentimiento generalizado de rechazo a la presencia de grupos violentos en los planteles universitarios, y que movilizó a decenas de miles de jóvenes en la marcha más nutrida que ha habido en el campus de Ciudad Universitaria la UNAM en décadas.

Una protesta de indignación. Rechazo absoluto a la presencia de grupos de choque, en defensa del derecho a la manifestación, de solidaridad y cobijo con los cecehacheros de Azcapotzalco golpeados el lunes por un grupo de sujetos con “intereses oscuros”.

Éstos fueron identificados gracias a las redes sociales, 18 agresores ya han sido dados de baja de la UNAM. Para quién o quiénes trabajaban aún no se sabe. Suenan nombres e hipótesis. Lo cierto es que los universitarios están decididos a expulsarlos de su casa.

Frente al contingente de los alumnos de la Preparatoria 2, un cartel gigante decía: “Me costó un huevo entrar a la UNAM, pero me sobra otro para defenderla”. El por qué de la movilización fue claro, unánime. No tolerarán que los golpeen. El espíritu los impulsa a defender a su raza.

Cuando algunos psicólogos, expertos en educación y opina fáciles criticaban a los padres de los ahora jóvenes por dialogar y negociar con sus hijos en lugar de hacer valer su autoridad frente a ellos, la llamada Generación Z muestra, una vez más (ya lo hizo tras el temblor del 19 de septiembre de 2017), su poder de respuesta, organización y fuerza. “Me enseñaron a pensar, no a obedecer”, sentenciaban en otra pancarta.

Mostraron un músculo enorme. El lunes, porros atacaron a los cecehacheros en Rectoría; el martes, prepas, CCH, escuelas y facultades se fueron a paro; el miércoles, la megamarcha de asistencia multitudinaria y larga duración.

La cita fue a las 13 horas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, pero el Circuito Mario de la Cueva no bastó para albergarlos a todos; algunos contingentes no alcanzaron a llegar y se incorporaron a la marcha en el camino a Rectoría, se abrieron espacio entre los bloques, no sin recelo ni negociación previa.

Los estudiantes querían evitar infiltrados y provocadores a toda costa, así que marcharon en grupos muy compactos y unidos, bajo la consigna de no separarse. Los de Ciencias se resguardaron con mecates alrededor y se pintaron el símbolo de la integral en la cara, en color azul; los de Ingeniería vistieron de rojo; otros llevaban brazaletes, también de colores; la mayoría se sujetaba de las manos en los costados de la caravana para no dejar pasar a nadie, además, se cuidaban al evitar la dispersión. Si alguien deseaba comprar agua o un Bonice llamaban al vendedor, pero no permitían que se alejara nadie.

Las medidas de precaución incluyeron también ir plenamente identificados, portar sus credenciales y papeles dentro de su ropa con su nombre, dirección, tipo de sangre, teléfono de un familiar y plantel de estudios. No pocos se pintaron estos datos en los brazos.

En Ciencias Políticas iban “más preparados” y advertían: “Chicas, si hay necesidad, sepan que los del brazalete amarillo llevan el gas pimienta y las molotov; los de banda azul traen los botiquines y darán primeros auxilios”.

Sin pulseras visibles, pero sí vestidos de negro y con holgadas sudaderas, se veía pasar a grupitos de tres y hasta cinco jóvenes con el rostro cubierto y bultos dentro de la ropa. Se les miraba con recelo y se les filmaba, los fotógrafos de algunos medios de comunicación no dejaron de vigilarlos.

Se les vio apostados (cerca de 25 individuos) atrás de la Biblioteca Central, algunos más, en el paso peatonal que cruza por debajo de Insurgentes. Otros frente a Rectoría, muy jóvenes éstos últimos y cuya presencia alejó a la gente a su alrededor. Empezaron a discutir entre ellos. No, ellos con ellas. Las mujeres les acabaron gritando: “Anarcos machistas, protegen violadores” y se fueron encabronadas.

Había miedo latente, expectativa, precaución, pero ni por un instante cobardía. Al contrario, se les veía alegres, contentos por estar ahí, invadidos por la certeza de que hacen algo.

No pocos padres de familia los acompañaron. Los demás no estaban solos y ante cualquier cámara, sobre todo de televisión, alzaban sus carteles: “Mamá, no te preocupes, estoy luchando por nuestra seguridad”, “Mamá, papá, la lucha es de todos y para todos, no me hagas quedarme con los brazos cruzados”.

La vanguardia, con estudiantes del CCH Azcapotzalco y representantes de las facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Políticas, tras su llegada a Rectoría, leyeron auxiliados por un megáfono su pliego petitorio. Lo escucharon los medios de comunicación que ya los esperaban ahí.

Sin embargo, a un radio de apenas cinco metros de distancia ya nadie oía nada. Así que cada plantel se concentró en corear sus propias consignas: “Sexo, cama y orgasmo, arriba, arriba, la Prepa de don Erasmo”, “Se ve se siente, la FA está presente”, “¡Cuautitlán! ¡Cuautitlán! ¡Cuautitlán!”, etcétera. Sólo dos cánticos unificaban a la masa: “El que no brinque es porro” y “1,2,3…43, ¡justicia!”.

A las cuatro de la tarde la retaguardia llegaba apenas a Las Islas. Visible con sus batas blancas, un enorme cuerpo de médicos, veterinarios, químicos y odontólogos con eslóganes del tipo: “La violencia es una caries, hay que quitarla”, “Brindar seguridad al paciente es parte del tratamiento” y “Un médico luchando también está curando”.

Trato especial recibieron las instituciones de educación superior que se sumaron a la marcha, incluidos el Instituto Politécnico Nacional, las universidades Pedagógica Nacional, Autónoma Metropolitana y el Colegio de México, a las que recibieron al grito de “Ese apoyo sí se ve”.

Cansados de corear consignas, algunos manifestantes se sentaron, otros se pusieron a platicar. Por momentos, parecería más un día de campo entre risas y espera. Mantenían, eso sí, la cercanía de sus grupos. La multitud nunca se homogeneizó. Podía diferenciarse a la perfección hasta dónde llegaban los integrantes de cada plantel, escuela o facultad. Entusiastas todos.

En el momento en que más manifestantes había enfrente, atrás, a los costados de la Torre de Rectoría y en Las Islas, una decena de supuestos anarquistas decidió cerrar la Avenida Insurgentes, hicieron estallar un petardo y al grito de “porros” las personas en la explanada se echaron a correr, los más huyendo.

En un altavoz se escuchó: “¡Calma compañeros, eso buscan, dispersarnos, pero resistamos juntos; si estamos unidos ni siquiera se acercarán!”. Entonces, muchos volvieron, y en bola se dirigían hacia la avenida, pero de nueva cuenta, el llamado a la calma: “Son provocadores, quedémonos aquí, no les demos fuerza, no nos dejemos usar, no les demos legitimidad, mostremos a los medios que la mayoría está aquí, que la noticia está de este lado en la manifestación pacífica”.

Unos cuantos se acercaron a ver qué pasaba en la avenida. Reclamaron a los que cerraron, les gritaron que ni siquiera eran estudiantes, que el movimiento era dentro de Ciudad Universitaria.

“Sí somos estudiantes y no todos somos tan pacifistas”, se defendían los ¿anarquistas?, ¿radicales? “No hacen daño a nadie”, intentaba justificarlos una jovencita. “Encabrona a los automovilistas y no se gana nada”, le reviraron. Hubo un breve zipizape con fotógrafos, más numerosos que el grupo que bloqueaba.

Media hora después liberaron la avenida. Representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al menos así lo decían sus batas, atestiguaron los hechos. Ningún policía se acercó. (Alrededor de las 18:15 horas pasaron frente a Rectoría al menos tres camionetas con granaderos).

Tras el cierre de Insurgentes (16:30 horas) los manifestantes iniciaron la retirada. Marchar había sido suficiente para ellos. Sin equipo de sonido ni liderazgos definidos, no hubo mitin y esperar más fue considerado riesgoso. Había oradores con un altavoz, pero no los escuchaban ni tres personas.

El problema quizá fue el lugar donde estaban ubicados. En la explanada de Rectoría no quedó casi nadie luego del bloqueo vial, aunque miles permanecían frente a la Biblioteca Central. Estudiantes de la FCPS los invitaron a acompañarlos a donde se ubicaba TV UNAM para dar un mensaje y que se viera el apoyo. Sólo unos cientos respondieron. Los demás se agruparon y tras breves diálogos se retiraron.

Con ya muy pocos manifestantes, la presencia de Nacha Rodríguez, una de las lideresas del movimiento estudiantil del 68 emocionó: “Ese apoyo sí se vio”.

*Egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, acompañó a su hija a la marcha, estudiante de bachillerato de la Máxima Casa de Estudios.

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“Ana y Bruno”, porque los niños no son tontos: Carlos Carrera

Este viernes 31 de agosto “Ana y Bruno”, la nueva película de Carlos Carrera (La vida conyugal, La mujer de Benjamín), llegará a las pantallas de cine de todo el país. La cinta animada es producto de un largo proceso, similar al que sufren la mayoría de los largometrajes mexicanos para darse a conocer al público.

Aunque eso, para Carrera, no es relevante: “todas las películas tardan mucho tiempo, las fechas exactas son complicadas de definir. Depende desde donde cuentes el origen. Si es desde que se empezó a trabaja el guión, entonces es 2007-2008. La producción empezó en 2010, se paró dos años. Y la película se terminó en 2016”, a lo que agrega ”en realidad, fueron 4 años. Lo normal en una producción mexicana. Fue mucho trabajo, pero estamos muy contentos porque finalmente llega al destino para el que se hizo: el público”.

La animación tiene como protagonista a Ana (Galia Mayer), una niña que es abandonada junto a su madre en una “casa de descanso” junto a la playa. En el lugar, la pequeña comenzará a detectar que no todo es lo que parece y los doctores podrían no estar haciendo lo más adecuado por sus pacientes, al tiempo que conoce a una extraña criatura verde que dice llamarse Bruno (Silverio Palacios), pronto descubrirá que su nuevo amigo no es el único y deberá salvar a su madre de un monstruo de fuego.

Para Carrera, aunque Ana y Bruno es una cinta de animación, su público ideal no son sólo los niños, así lo asegura el realizador: “es una película para toda la familia, no es una película infantil. Yo respeto muchísimo el cine infantil, hay diseños de películas y contenidos para toda edad. Desde los muy chiquitos, hasta los adultos… prefiero las películas donde los niños disfrutan y también los adultos”.

El ganador de la Palma de Oro al Mejor Cortometraje apunta que “los niños no son tontos, también se dan cuenta de lo complejo de la realidad”, punto que se refuerza dentro de Ana y Bruno, la película trata tópicos como la esquizofrenia, la pérdida de seres queridos, abandono y muerte con un tono juguetón empapado de madurez. Carrera rechaza a aquellos que minimizan el impacto de este tipo de producciones: “las películas de animación sirven como cualquier otra película, se puede hablar de cualquier tema con profundidad. La animación también es cine.”

El director egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica es considerado uno de los pioneros de la animación mexicana y uno de sus grandes defensores. Además de su triunfo Cannes por el cortometraje El héroe, en el que una chica saltaba a las vías del metro, el realizador se ganó el reconocimiento del público y sus colegas gracias a sus otros trabajos de animación como Malayerba nunca muere, De raíz o Un muy cortometraje.

“Empecé haciendo cortos de animación. Estudié, aprendí de manera autodidacta el lenguaje del cine mediante la animación. Experimenté por mi cuenta, aprendí de libros, documentales. Siempre quise estudiar eso y no había dónde en los 80. Intenté trabajar en publicidad, no me quisieron dar trabajo por no echarme a perder. Por mi cuenta empecé a hacer mis cortos, en la escuela de cine se diversificó mi gusto. No sólo por la animación, sino por el cine de ficción. Curiosamente resultó más sencillo hacer cine de ficción que animación”, detalla sobre una de las grandes pasiones de su carrera.

A diferencia de otras cintas animadas recientes hechas en México, Ana y Bruno busca insertarse en la historia de nuestra cinematografía y rendir homenaje a ésta mediante su simbología. Al interior de la cinta existe “un homenaje a los personajes pícaros del cine mexicano de la Época de Oro. La playerita de Bruno es un homenaje a Pedro Infante en Pepe El Toro” y una elefante rosa acosada por ataques indómitos de celos como un guiño a Profundo carmesí, una de las películas más reconocidas de Arturo Ripstein.

La intención es llevar México a la pantalla sin convertir a la película en un vehículo para turistas, asegura Carrera, “no es folclórica. Hay una banda en el pueblo, pero nada más. Las películas francesas pasan de repente en París, esta pasa aquí. Es una historia universal que pasa en México. Vemos un México normal… quería ver en una película de animación 3D un taquero. O sea, por qué no hay puestos de tacos en las películas mexicanas, como debe ser.”

Niños crecen durante las vacaciones porque duermen el tiempo necesario

La mañana del 20 de agosto está muy cerca. Más de 25 millones de despertadores en el país marcarán el fin del periodo vacacional de igual número de niños y sus familias. Para que el inicio sea amable y haya infantes sanos y con buen aprovechamiento, es recomendable que tres horas antes de dormir estén alejados del celular, de la televisión, de los videojuegos y de todo lo que tenga pantalla.

 

Rafael Santana Miranda, responsable médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, en el Hospital General de México, indicó que “las vacaciones son un periodo especial y necesario. Todos hemos escuchado decir: ‘su hijo creció en estas vacaciones’, y es verdad porque duermen más, no se tienen que levantar temprano y entonces la hormona de crecimiento se libera”.

Aunque el descanso es fundamental, vivimos en una sociedad restringida de sueño: los adultos dormimos cada vez menos y nuestros hijos no lo hacen las horas que requieren de acuerdo con su edad, y eso se refleja en su crecimiento y desarrollo, alertó.

Dormir, como política pública

Por ello, Santana Miranda hizo un llamado a respetar el sueño de los niños: no es malo que duerman más tiempo en vacaciones, posteriormente se adaptarán de nuevo al horario escolar. “Es una manifestación de su organismo, estamos equivocados al exigirles que vayan contra su naturaleza”.

El universitario recomendó vigilar que los niños se acuesten temprano, porque no hay medicamento o terapia que logre los efectos que tiene el dormir. “Se relaciona con el sistema inmunológico, cómo se comportan las defensas, con cosas tan específicas como el control de los vasos sanguíneos en el cerebro; es indispensable para el funcionamiento del organismo”.

Robarnos sueño es robarnos calidad de vida y salud. No dormir es la base de trastornos metabólicos, cardiovasculares, de bajo rendimiento y falta de crecimiento; incluso, incide a la postre en el abuso de sustancias. Es un fenómeno que requiere atención y necesita políticas públicas de salud, educación y laborales.

 

“Se debe hablar de nuevo de jornadas de trabajo de ocho horas para tener tiempo de atender a la familia, tener horas de esparcimiento y hacer ejercicio”, resaltó.

Además, prosiguió, tener el primer lugar global en obesidad infantil tiene que ver directamente con falta de sueño: cuando se duerme poco y mal se activa el área del apetito en el cerebro, con predilección por los carbohidratos.

En edad escolar, la restricción de sueño puede incrementar parasomnias como sonambulismo, terrores nocturnos, despertares confusos y pesadillas. Aunque son hasta cierto punto “normales”, no deben ser recurrentes, y si lo son, deben ser atendidas a fin de descartar un foco epileptógeno (epilepsia).

Los adolescentes, indicó, suelen tener su ciclo circadiano trastornado, es decir, tienen fase retrasada de sueño porque se acuestan muy tarde, a veces en la madrugada, y se roban horas de descanso por estar atentos al celular.

El sueño es un fenómeno neurológico complejo. Hay cambios en función de  la edad y necesidades diferentes; por ejemplo, los recién nacidos duermen entre 16 y 18 horas; los niños en edad escolar (entre seis y 12 años) deben dormir 10 horas; los adolescentes, nueve; y los adultos ocho horas.

No obstante, aclaró, hay variaciones genéticas, por lo que “no se debe considerar que una persona es más floja sólo porque requiere dormir más”.

Finalmente, el maestro en Rehabilitación Neurológica recomendó que los niños eviten antes de acostarse el consumo de sustancias activadoras como azúcar y chocolate. Si hay una charla con los padres debe hacerse con luz tenue y definitivamente no exponerse al televisor, pues un monitor encendido perjudica incluso a las mascotas.

La Clínica de Trastornos del Sueño de la FM cuenta con dos sedes: una dentro del campus de Ciudad Universitaria y la otra al interior de la Unidad de Medicina Experimental del Hospital General de México; tan solo en esta última se atendió, de enero a julio del presente año, a 825 paciente pediátricos.

Para mayor información consultar la dirección electrónica http://clinicadelsueno.facmed.unam.mx/.

México 68: Programa de identidad olímpica