Un migrante deportado de las eras Obama y Trump. Historia marcada por la indiferencia gubernamental y el secuestro

Ciudad de México.- Pide que le llamemos Lucas, por seguridad. Tiene temor y no es para menos. Dice que los narcos le tomaron fotos, además de que cuentan con datos de él y de su familia.

El secuestro por tres días, en una casa de seguridad de Nuevo Laredo, fue una de las situaciones más complicadas que ha enfrentado en México desde que el gobierno Estados Unidos lo deportó, luego de 30 años de vivir y trabajar en aquel país.

Lucas se siente extraño en su patria, tampoco es para menos. A Estados Unidos llegó cuando tenía 13 años y ahí primero trabajo en la pizca de fruta, luego en la construcción de albercas y hasta antes de su deportación en la venta de comida, junto con su hermana.

Antes de ser deportado, Lucas ya percibía que grupos y movimientos racistas como el Ku Klux Klan, resurgían y tomaban fuerza en el estado de Georgia, donde residía.  Pero eso no lo amedrenta. Por encima de ese clima adverso, hay oportunidades que en nuestro país no ve, y quiere regresar.

Aquí, además del secuestro, ha enfrentado la insensibilidad de las autoridades mexicanas y de sus connacionales para, por ejemplo, obtener su credencial para votar o conseguir un empleo.

Quiere poner un restaurante, pero hay muchas trabas, mucha burocracia y Lucas se ha rendido a esa posibilidad. De lo que no pierde esperanza es de regresar a Estados Unidos, porque sigue convencido del sueño americano.

Con todo y el ambiente de racismo que impera en la unión americana o el endurecimiento de las políticas aplicadas por el gobierno de Donald Trump en contra de los migrantes, él buscará ingresar de nuevo a los Estados Unidos. Ya lo intentó semanas atrás.

Allá tiene a dos sobrinos y a su hermana, y una oportunidad de prosperar. Antes de su primera deportación, había iniciado un negocio de comida mexicana que promocionaba por Internet. Le iba bien, pero una detención por una infracción de tránsito mando todo a la basura.

La primera deportación

Habían pasado tres días de la elección presidencial en la unión americana y ya se sabía que Donald Trump había ganado los comicios. Lucas transitaba por una freeway en Atlanta, en donde vivía con su hermana.

Un policía lo detuvo porque circulaba a 70 millas por hora, cuando en esa vía el límite de velocidad era de 65 millas. Ahí comenzaron los problemas.

Del arresto por rebasar el límite de seguridad quedó en manos de autoridades de migración. No tenía manera de comprobar su estancia legal, pero además recuerda con mucha frustración que los policías de Atlanta se burlaban y le echaban en cara una y otra vez que durante los 30 años que estuvo en Estados Unidos acumuló dos DUI (Driving under the influence) y que por eso sería deportado.

Permaneció dos meses detenido antes de su deportación. Sólo un día antes de que lo regresaran a México lo visitaron representantes del consulado mexicano. Les reprochó su ausencia y la falta de asistencia legal durante todo ese tiempo; le respondieron que tenían mucha carga de trabajo.

El deseo de regresar

A mediados de enero llegó a México, pero el 1 de febrero pasado intentó regresar a Atlanta. Cruzó por Tamaulipas, pero de inmediato lo detuvieron y deportaron.  El día 2 estaba en Nuevo Laredo, junto con otros mexicanos que habían corrido la misma suerte.

Con el dinero justo para llegar a la casa de su madre, en el Estado de México, se organizó con los otros paisanos que lo acompañaban para tomar un taxi y trasladarse del puente fronterizo a la central camionera.

Ya iban en el taxi cuando Lucas escuchó que un sujeto en la calle grito: “¡Déjalos, ahorita voy por ellos!”.

“Bajándome del taxi de volada me fui a la central, los otros igual, pero ya estaban esperándonos ahí. Nada más nos dijeron, ´vénganse para acá´ y nos pidieron una clave. Yo no sabía nada de eso, te piden una clave y como no la teníamos nos dijeron ´ya vámonos´. Yo le dije que estaban locos, que yo no iba a ningún lado, pero cuando te empiezan a enseñar fuscas para qué hacerla”, relata.

Lucas permaneció secuestrado por narcotraficantes del 2 al 5 de febrero. Su familia tuvo que pagar 4 mil 500 dólares a los criminales para que lo dejaran libre.

Recuerda que, irónicamente, los delincuentes lo trataron mejor que las autoridades de migración de Estados Unidos. No se burlaban de él y “por lo menos me daban de desayunar, comer y cenar”, dice.

En la Ciudad de México ha buscado una manera de emplearse. Fue a la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del gobierno capitalino, a recibir capacitación para realizar un proyecto productivo.

El apoyo no pudo llegar a más, pues no es residente de la capital del país.

Sin muchas opciones, la idea más clara de Lucas es volver a cruzar ilegalmente la frontera para tratar de llegar a Atlanta y reemprender el negocio de comida mexicana que tenía con su hermana.

De acuerdo con datos de la propia Sederec, cada semana la Ciudad de México recibe tres aviones con migrantes procedentes de Estados Unidos, cada uno con 140 personas, de las cuales 18 por ciento en promedio permanecen en la urbe.

La dependencia también destacó que en 2016 se contó con un presupuesto por 18.6 millones de pesos para atender a 18 mil 920 migrantes que fueron repatriados a la Ciudad o que transitaron por ella en busca de una oportunidad laboral.

 

http://www.capital-cdmx.org/

Jacaranda primaveral

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La llegada de la primavera se torna lila, nativa de Argentina, Bolivia y Paraguay, la jacaranda se encuentra en diversos espacios universitarios. En los jardines crea alfombras naturales que contrastan con el verde de los pastos.

Aromatiza el perímetro fresco y dulce, su florecimiento  espectacular permite que se le conozca cómo flor de la pasión.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_masonry_media_grid gap=»15″ grid_id=»vc_gid:1490588501650-6474e3c1-760f-0″ include=»13998,13999,14000,14001,14002,14003,14004,14005,14006,14007,14008,14009,14010,14011,14012,14013,14014,14015,14016,14017,14018,14019,14020,14021,14022,14023,14024,14025,14026,14027,14028,14029,14030,14031,14032,14033,14034,14035,14036,14037,14038,14039,14040,14041,14042,14043,14044,14045,14046,14047,14048,14049,14050,14051,14052,14053,14054,14055,14056,14057,14058,14059,14060,14061,14062″][/vc_column][/vc_row]

El profesor que no sabía multiplicar

Cuando Navarro llegó a su casa había olvidado ya el humillante golpe que esa mañana le había propinado a uno de sus estudiantes por balbucear incorrectamente la palabra “alcance” mientras leía un texto del libro de Español.

No hace falta decir que el profesor de cincuenta años nunca había tenido una preparación pedagógica que lo ayudara a impartir sus clases, pero sus veinticinco años de experiencia lo habían vuelto un especie de leyenda dentro del pueblo. Todos sabían que, aunque sus métodos estuvieran basados en el más puro estilo de la inquisición, el profesor desaparecía las lagunas alfabéticas de sus estudiantes.

Ése había sido el resultado de tantos años en el mismo puesto, la exposición de sus temas era sumamente fluida y la secuencia preveía las dudas y seguía el tren de pensamiento de sus alumnos. Había aprendido a analizar los exámenes resueltos de sus pupilos, encontrando patrones lógicos y logrando entender por qué era común que, resolviendo, erraran de una u otra forma.
] Después de limpiarse los pies sobre la jerga de la entrada, recordó asomarse al buzón de su casa. Dentro, encontró la cuenta del agua y también la del gas, rompió con cuidado el borde del sobre usando una navaja oxidada y miró el número al final de la página: era mucho más alto que el mes anterior. Incluso pensó que quizá podrían estar equivocadas las cuentas, pero al intentar hacer las operaciones le falló la memoria de cómo multiplicar y terminó volviendo a doblar la carta dentro del sobre y entrando a casa.

Pensó que tenía sentido que hubieran subido los precios, el cierre de carreteras mantenido por los compañeros había disparado los costos del transporte y, por lo tanto, de la mercancía que llegaba del exterior al pueblo. En el mercado, el precio del aguacate estaba por los cielos.

Durante toda la cena estuvo intentando recordar cómo era que se hacía una multiplicación. En la guía que les habían entregado para la evaluación de profesores era uno de los temas subrayados como «indispensable».

Lo cierto es que Navarro jamás había aprendido cómo hacer una multiplicación, su profesor de matemáticas en la primaria se había saltado ese tema de la guía. Probablemente tampoco conociera el razonamiento matemático.

Navarro estaba preocupado por la evaluación y, en la mesa, preguntó a su hija:
-Oiga -habló seriamente, intentó ocultar su ignorancia-, ¿usted sabe multiplicar?
– No, papi -contestó la niña sonriendo mientras jugaba con los fideos que tenía en el fondo del cuenco-, nos van a enseñar hasta quinto año, cuando usted le dé clase a mi grupo
– ¿Eh? ¿Quién dice?
Ximena estaba entretenida haciendo remolinos de pasta, ayudándose con el tenedor para adherirlos a los bordes del plato. No escuchó la pregunta de su padre por lo que llamó su atención y le repitió la pregunta.
– ¿Mande? Mmm, lo dice en la guía de Matemáticas.
El profesor Navarro palideció y volteó a ver a su esposa.
– Marta, ¿tú sabes multiplicar? La mujer lo miró y se enrojeció negando con la cabeza.
A la niña le dio sueño pronto y dejó su labor con los fideos para irse a la cama, antes de retirarse se colgó del cuello de su padre para darle un besito de buenas noches. Mientras Marta se llevaba de la mano a la pequeña de trenzas negras, Navarro sonreía sin poder ocultar la pesadumbre que llevaba inquietándolo todo el día.

Después de acostar a Ximena, la pareja se sentó lado a lado en unas sillas que habían colocado afuera de la casa. Las estrellas brillaban como sólo Oaxaca las ha visto resplandecer y Marta, advirtiendo el silencio de su marido, preguntó si sucedía algo.
– Marta -susurró Navarro y apretó su mano -, ¿qué vamos a hacer con la niña?
– ¿A qué te refieres? – preguntó ella volteando hacia su marido, visiblemente extrañada, él tardó unos segundos en contestar y pronunció cada sílaba con cautela.
– La niña no sabe multiplicar… – las luces nocturnas se reflejaron en los ojos vidriosos de Navarro.
– Pero, Miguel…
– Siento vergüenza Marta, de ser el profesor del quinto año y no podérselas enseñar.
– Pero ¿cómo ibas a aprenderlas, hombre? No seas tan duro contigo mismo, hiciste lo mejor que pudiste con lo que se te dio.
Navarro ignoró estos vanos intentos de su esposa por hacerlo sentir mejor y la interrumpió bruscamente.
– ¿Qué hago Marta? ¿No lo ves? Por un lado pienso que si renuncio quizá entraría alguien más preparado que podría educar a la niña y prepararla para conseguir un buen trabajo, pero nosotros nos quedaríamos sin lana ¿Y qué hacemos entonces? Ni para comer habría si dejo el trabajo en la escuela. No acompletamos tu y yo juntos si dejo ese ingreso. ¡Y ésa es otra Marta! ¿A qué hora estudio para el examen?
Además del empleo de profesor que comenzaba de lunes a viernes a las siete de la mañana y terminaba a las tres, Navarro siempre había trabajado en la casa del señor Osorio, un político con un alto cargo en el gobierno del estado. Su trabajo de chofer variaba en horarios, pero solía ser de tres de la tarde a diez u once de la noche entre semana y de nueve a dos de la mañana los sábados. Navarro regresaba todos los días a casa oliendo a sudor, con la columna destrozada y arrastrando los pies fatigado y añorando acostarse sobre el viejo colchón.
-¿A qué hora voy a aprender todo lo que me están pidiendo para poder seguir dando clases?
Marta lo miró de frente y enjuagó las lágrimas de su marido mientras le tomaba las manos y se las acercaba a los labios para besarlas con ternura, pero no supo qué contestar, así que se quedó callada.

El último tango

Seguro que usted me conoce, soy una artista famosa. ¿No me vio en Mama Dracula? El cine francés siempre ha sido muy respetable y yo soy una de sus principales figuras, ¿no? Protagonicé las películas de Bertolucci, de Antonioni. ¿Ya se va acordando? Bueno, seguro que usted conoce a mi padre, Daniel Gélin, una celebridad gala. Él nunca me reconoció, ¿sabe? Fui producto de una aventura que tuvo con mi madre. Ella vendía libros. Esa falta de reconocimiento suya, quizá, hizo que me interesara tanto ser una estrella de la pantalla.

¡El cine! Qué cosa maravillosa. Ahora nos parece cotidiano, pero en aquella época, ir al cine era más sagrado que asistir a la misa dominical. Imagínese, en la década de 1960, todo lo que significaba sentarse y dejarse deslumbrar por un mundo diferente: las imágenes a color, el sonido inundando los oídos. No todos tenían televisores en casa; por eso ir al cine era todavía más significativo. Era nuestra vía de escape. Haga un esfuerzo, seguro que me vio cuando yo era joven con Delon. Qué guapo era él, todo un caballero, con esa nariz afilada y puntiaguda y esos ojos claros, derretía a cualquier chica… y yo tenía sólo diecisiete años.

Me escapé de casa de mi madre porque ella era muy retrógrada. Se enojaba porque yo iba a ver películas tres veces por semana. Pensaba que quería encontrar a mi padre. No me interesaba; si él no había querido figurar en mi vida, yo tampoco sería parte de la suya. Yo lo que amaba, lo que deseaba más que ninguna otra cosa, era ser parte de ese mundo.
Pero en serio que estaba yo guapa. Ahora me ve usted aquí, toda deslucida, me queda poco de mi radiante melena y ya no tengo esa figura que levantaba todas las miradas. El medio cinematográfico siempre ha sido muy machista. Si no eres bonita, tienes que tener un talento bárbaro. Yo en serio que le eché ganas, por eso me gané un nombre, por eso fui una estrella. Claro, era guapa. Mi problema fue El tango.

Quisiera poder decirle que ese incidente no marcó mi vida, quisiera repetirle lo que me he repetido a mí misma durante más de treinta años. ¿Usted vio El Padrino? ¿Usted vio Apocalypse? ¿A poco no era imponente el hombre? ¿A poco no daba miedo?

Le estaba yo contando de mi carrera. Actué con Jack Nicholson y con ese ser extraordinario que era David Bowie. ¿Qué más podría pedir? Un poco de reconocimiento, tal vez. Creo que di lo mejor de mí, traté de aprender de grandes maestras como Brigitte Bardot, con quien incluso viví un breve tiempo, Catherine Deneuve y Sophia Loren. Las europeas éramos las más guapas, para ser totalmente honestos. Además, mucho más atrevidas, no teníamos pudor o tapujos moralinos. Por supuesto nunca imaginé que sucedería lo que sucedió. Le juro que no guardo rencores, he perdonado, he encontrado la paz.

Por ahí va a oír usted que estoy loca, que traté de matarme, que he pasado la mitad de mi vida en psiquiátricos. Mi publicidad pareciera más mala que buena. En lugar de hablar sobre las más de treinta películas en las que aparezco, sólo comentan lo de Calígula, que me negué a encuerarme, que me tuve que internar. Usted yo no sé si se hace o en verdad no me reconoce… pero muchos que me ubican sólo vuelven a lo mismo: ¿tan fuerte fue que se refugió en las drogas?

Pues sí, sí quedé un poco perturbada, pero de eso ya tanto tiempo… he procurado olvidar. Brando fue mi amigo hasta el final. Una amistad rara, distante, permeada por ese suceso que nunca volvimos a mencionar. Se puso tan gordo, tan feo. Lo cierto es que en la década de 1970 ya no era un galán, ¡pero era Marlon Brando! Su simple presencia imponía; tenía una espalda que era como dos veces la suya, sin ofender. Nunca habrá otro como él, con esa quijada dura, con esos ojos profundos y turbios, con ese cabello indomable. ¿Quién diría usted que está más loco, él o yo? ¿Se acuerda que en lugar de ir por su Oscar a la ceremonia de la Academia mandó a una india? ¿De eso sí? ¿De su extraña isla de la que no salía? ¿De que nadie podía someterlo, ni siquiera Coppola? Hacía su voluntad. Nadie le daba órdenes. Almas como la de Marlon y la mía no vuelven seguido, créame. Escúcheme lo que le digo: no nos repetimos.

Le voy a ser sincera hasta más no poder, al que me costó más disculpar fue a Bertolucci. Pero ya qué queda. Nuestro tiempo es prestado. A mí ya me ganó la batalla este cáncer… sólo me consuela recrear los viejos tiempos, las alfombras rojas, las cenas de gala, las fiestas exóticas. Cuando llegue mi hora, moriré satisfecha porque sé que mi paso no fue en balde. Tal vez usted no, pero mucha gente me recordará. Mucha gente hablará de mí. Al menos eso espero.

París… qué bella ciudad. Todo pasa en París, desde siempre. Hasta su nombre es hermoso; en francés, obviamente. Repita conmigo: paguí, paguí. Tantas canciones, tantos poemas: Elle est née d’aujourd’hui/ Dans le coeur d’un garçon/ Sous le ciel de Paris/ Marchent des amoureux. Quién no quiere enamorarse en la Ville lumière, quién no quiere ser parte de su luz, usted seguro que conoce París: sus puentes, su torre, la brisa gélida del Sena en las noches de enero; sus Champs Élysées, su Arco del Triunfo. París es para mí símbolo de todo lo bueno y todo lo malo. De mi éxito y mi ruina, mi vida y mi muerte. París y Brando. Lo más amado y lo más odiado.

Nuestro último tango no podía ser en otro lugar que no fuera París. Cuando escapé de casa de mi madre, no dudé en dirigirme a la Ciudad Luz. Todo sucede ahí. ¿Sabe usted lo que es el tango, a todo esto? Pareciera que le hablo de cosas del pasado, que usted no me entiende nada. El tango surgió a orillas de otro río, no del Sena, sino del de La Plata. Hay mucho de europeo en los rioplatenses. La música se produce con pocos instrumentos: el piano, el contrabajo, el violín y el bandoneón. Sin los mugidos tristes del bandoneón, no hay tango.

Triste, el tango es triste, es sufrimiento, melancolía; pasión, una pasión desbordante, exacerbada. La pareja se acerca, se aleja, se ama, se agrede, se busca, se repele; la música sube, baja, las piernas se entremezclan, los ojos lloran, el bandoneón pega, el violín raspa. El amor no existe, sólo el sufrimiento.

¿Se da cuenta, entonces? Todo de lo que le hablo: el cine, el tango, París. ¿Se da cuenta la tremenda combinación que pretendía materializar Bertolucci? Su guion era muy sencillo: un hombre y una mujer se conocen en un apartamento vacío. Ambos quieren rentarlo. No se dicen nada, no se conocen, pero algo surge entre ellos. Algo como un tango, como una necesidad insaciable del otro. ¿Comprende usted lo que es necesitar así a alguien? Yo nunca estuve casada, no sé lo que puede ser un amor como aquel. Pero ahí reside la grandeza del intérprete. Los demás tienen que creer que de verdad uno lo siente.

Mi personaje, Jeanne, siente esa atracción por Paul, Marlon Brando. Sin nada por perder, comienzan una relación. Pero para qué le cuento más, vea usted la película. Seguro que le encanta.

Yo tenía sólo 19 años. Censuraron el largometraje en varias partes del mundo. Creo que nos excedimos un poco; bueno, ellos. Sí es verdad, nunca más quise hacer un desnudo. Me gané muchas críticas y el apodo de loca. ¡Entiéndanme! ¡A mí nadie me lo dijo! ¡Me violaron ante una cámara! Y digo me porque fueron los dos, aunque encima sólo haya tenido a Brando.

Yo sabía que el papel iba a requerir de mí un esfuerzo más grande. Que, como toda buena historia, se trataba de una tragedia. Pero no tuvieron la decencia de advertirme que me iban a sodomizar. ¿Sabe que lo de la mantequilla fue algo que surgió de último momento? ¿Sabe usted que mis lágrimas son reales?

Pero los he perdonado, a los dos confabuladores: a Marlon y a Bernardo. Quiero irme en paz. Quiero que la gente me recuerde como una gran actriz francesa, y no como a la pobre niña a la que consumió El último tango en París.

¿Vivimos en un déficit de atención generalizado?

Mientras viajaba en el transporte de regreso a casa, subió al camión uno de esos vendedores que te ofrecen “promociones” de dulces o cacahuates, de aquellos que te lanzan su speech con un tono tan intimidante que hasta hacen que te preguntes si la experiencia no terminará en un “cáiganle con lo que traigan”.

Afortunadamente no fue así. Lo que llamó mi atención al ver a ese hombre fue la súplica que nos lanzaba: “No me ignores…Se siente feo que te dejen con la mano estirada, que en cuanto te subes la gente se voltea a la ventanilla o se hacen los dormidos, se quedan viendo quién sabe qué en sus celulares”. Y tan sólo dos cuadras más adelante se subió otro vendedor, lo cual me hizo pensar de inmediato en que efectivamente uno también se cansa de escuchar lo mismo.

Sin embargo, ahora que también me estoy dedicando a la Docencia, me doy cuenta de que yo les pido exactamente lo mismo a mis alumnos: “Jóvenes, préstenme atención!” Confieso que a veces siento que “compito” con la atractiva y estimulante información que viaja a través de un whatsapp o que si logro captar la atención de los muchachos el encanto se pierde a los 5 minutos. ¿Cómo hacer entonces para resultar “atractivo” hoy en día y lograr que nos pongan atención?

Podría bastar con decir que por estar en una ciudad enorme es muy normal vivir acelerados. O decir también que nuestros queridos gadgets se han vuelto tan importantes que andar sin ellos es como sentir que nos falta algo. Sin embargo, parece que sólo justificamos el por qué de nuestra selectividad, cuando creo que la pregunta es: ¿qué está pasando con nuestra forma de comunicarnos?, ¿es síntoma de algo más?

Hoy me sorprendió ver la cantidad de personas que vi con el cuello doblado y la vista clavada en el celular mientras el Metrobús circulaba en avenida Insurgentes. Desde los albañiles hasta los oficinistas, y claro, sin excluirme a mí. Así como el número de personas que transitamos con los audífonos puestos, no sé si en la búsqueda de una “ambientación” o de un poco de aislamiento.

¿Será acaso que estamos contagiándonos de un “déficit de atención” generalizado? Y con esto me refiero a esa falta de atención para los otros, a la falta de conexión con el semejante, con sus necesidades. Y quizá hasta con nosotros mismos y con nuestros malestares por convivir con tanta gente.

SIRKO, espejo de nuestra realidad

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“SirKo. La vida es un acto no premeditado”, obra reflexiva concebida como un clown por Gerardo Trejoluna, quien además actúa y dirige, con la colaboración de Rubén Ortiz.

La puesta utiliza elementos multimedia, de hecho el proceso escénico se desarrolla principalmente a través de videos proyectados en una gran pantalla, realizados con tintes cinematográficos, de arte conceptual y documental por Yaride Rizk.

La obra nos permite miramos como en un espejo, donde los seres humanos contemporáneos nos reflejamos, inmersos en una vida que se “vive” a través de un monitor de un celular, tablet y computadora; donde expresamos nuestros sentimientos, emociones, alegrías (ciertas o no), enojos y tristezas, perdiendo el contacto humano y la objetividad de lo que es real y de lo que no lo es.

La historia se desarrolla en un circo donde un payaso está a punto de dar función, pero de último momento se niega a salir a escena, así que decide a través de una cámara explicarle al público. Desnuda su alma y habla de sus frustraciones, de su arte, de lo más profundo de su ser.

En algunos momentos salen a escena un cuadro de actores disfrazados de payasos e invitan a miembros del público a interactuar con ellos, y de manera divertida traen a la memoria a los payasos de Federico Fellini, que en la película “I Clowns” (1971) interpretan la muerte del circo en la pista.

SirKo se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000) del 10 de marzo al 30 de abril de 2017, los jueves y viernes 20:00 horas, sábados 19:00 horas y domingos 18:00 horas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_gallery interval=»3″ images=»13979,13980,13981,13982,13983,13984,13985,13986,13987″ img_size=»large»][/vc_column][/vc_row]

¿Sabes cuánta agua se necesita para hacer un celular?

https://youtu.be/zYss_NplLF0

Éste y otros datos los podrás encontrar en la sala “Agua, elemento de la vida” del Museo Universum, exposición interactiva y permanente sobre cómo promover el manejo racional y conservación del agua en el país y cómo debemos actuar para implementar una cultura del agua.

A través de un video mapping conocerás los orígenes del agua, los ecosistemas y animales acuáticos. También hay maquetas interactivas, una cuenca en rompecabezas y un globo terráqueo con proyecciones virtuales de huracanes.

Visita la Sala del Agua en el Museo de las Ciencias UNIVERSUM.

Fotofestín, un espacio donde los universitarios celebran la fotografía

 


Incluso con un buen dominio de la cámara, mirada artística o premios bajo el brazo, la primera sensación de quien se decide a hacer de la foto su forma de vida es la de caminar sin brújula por no saber cuánto cobrar por trabajo, cotizar proyectos o abrirse un hueco en el mercado. A fin de servir de guía en éstos y otros temas nació el Festival Universitario de Fotografía (o Fotofestín), cuya séptima edición tendrá lugar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, del lunes 24 al viernes 28 de abril.

“Hasta las actividades previas al arranque del encuentro son una muestra del amplio abanico que podemos abordar, pues el 17 de abril tendremos un ejercicio de fotografía subacuática y deportiva en la Alberca Olímpica de CU, a cargo de Emma Lozano y Nicole Holmes, dos profesionales reconocidas, y el año pasado hicimos algo similar, pero con drones”, expuso Ariana Oropeza, directora de Fotofestín.

Aunque el evento se realizará en la FCPyS no es necesario pertenecer a esa comunidad para participar y ni siquiera estar matriculado en la UNAM, pero sí inscribirse en fotofestin.com para acceder a los talleres, mesas de debate y conferencias magistrales que tendrán lugar a lo largo de esa semana.

“Se trata de un espacio abierto a todos pues deseamos que sea un punto de encuentro entre expertos y universitarios —sin importar su carrera o escuela— a fin de que quienes ya han recorrido este camino compartan sus experiencias con quienes apenas empiezan, los inviten a avanzar en esta ruta y los aconsejen para evitar tropiezos”.

Un proyecto que crece y madura

Ariana quiso dedicarse a la fotografía cuando un profesor de su secundaria le mostró una cámara y su funcionamiento; marcada por este hecho, más tarde cursaría la carrera de Artes Visuales en una facultad que solía llevar por nombre Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), “donde mi máximo anhelo era vivir para la foto”.

Por ello en 2011, como una vía para cumplir con su servicio social, la joven le propuso al entonces encargado del Departamento de Difusión Cultural de la ENAP, Enrique Dufoo Mendoza, organizar un evento donde confluyeran aquellas carreras en las que se enseñaba foto, desde Odontología y Diseño hasta Comunicación y Periodismo. De esta manera surgía Fotofestín.

“Desde entonces el evento se ha ido afinando, muchas actividades han pasado de lo solemne a lo lúdico, tenemos apoyo de empresas como Nikon o Turicia y cada vez son más las personas que nos visitan —globalmente han asistido 14 mil 100 y esperamos que a la FCPyS acudan más de cinco mil)”.

A la par de esta evolución, destacó Oropeza, también se ha ido perfeccionando el programa de voluntariado, integrado por alrededor de 60 personas y la base sobre la cual se sostiene la iniciativa.

“Hablamos de individuos entregados a este proyecto y a los cuales no les importa pasar sus sábados con nosotros; en retribución ellos reciben capacitación técnica, aprenden a trabajar en equipo y, sobre todo, crecen a nivel personal. De hecho, muchos han salido de aquí tras obtener intercambios académicos importantes u ofertas de trabajo interesantes y todo porque se trata de sujetos convencidos de que donar su esfuerzo no es tiempo perdido, sino bien invertido”.

Para Oropeza, algo que define el espíritu de Fotofestín es su vocación itinerante, pues desde su nacimiento en la ENAP (hoy Facultad de Artes y Diseño), no sólo ha viajado a diferentes sedes de la UNAM, sino a las universidades Insurgentes y de Guadalajara, “y en cada ocasión hemos constatado lo diverso de cada entorno; cada edición ha sido única justo por lo mismo”.

A fin de relatar esta historia de siete años actualmente se edita un documental donde se registra el largo camino andado por un festival nacido como un proyecto de servicio social y que después se volvió un referente. Esperan grabar las últimas escenas en la FCPyS, “aunque esto ya no para, hay mucho más en el futuro cercano”.

La fotografía puede cambiar el mundo

“La idea de Fotofestín es de inspiración gastronómica, pues intentamos ofrecer un banquete a los amantes de la fotografía para que, según sus gustos y apetitos, cada quien pueda escoger entre una amplia oferta de temas y actividades y empaparse de todo, probar aquí y allá o enfocarse a una cosa”, explicó Oropeza.

Así, quienes asistan a esta edición podrán jugar con burbujas gigantes, polvos holi (areniscas coloreadas de tradición hindú), nubes de humo y bombas de confeti, y captar dichos efluvios con la cámara, o debatir con expertos sobre cómo las redes sociales han influido en la cantidad y calidad de las instantáneas a las que tenemos acceso.

“El festival abarca de lo lúdico a lo profundo y no debe extrañar, pues el campo de la fotografía es así de amplio y no se limita a apretar un botón y accionar un obturador, también implica estrategias de marketing, reflexiones filosóficas o incluso asuntos de índole legal. Lo que se puede descubrir tras explorar un poco es sorprendente”.

Y la misma Ariana puede dar testimonio de ello, pues tras siete años de coordinarlo, este evento le permitió hallar su verdadera pasión. “Fue difícil, lo medité muy a fondo —entre 2013 y 2014— y al final llegué a una conclusión: más que andar con una cámara al cuello y a la caza de la mejor imagen, lo que a mí me gusta es gestionar proyectos y es a lo que me dedico de lleno desde entonces”.

De ahí que Oropeza sostenga que Fotofestín representa una oportunidad para aprender en muchos aspectos, incluso de uno mismo, como le ha pasado a muchos voluntarios o ella misma.

Los invitamos a venir, a charlar con expertos, a mejorar sus técnicas con la cámara o a reflexionar sobre la imagen. En esta edición nos hemos propuesto demostrar que la fotografía puede cuestionar y transformar el mundo; de entrada, ya lo ha hecho con el nuestro, concluyó.

Convocatoria para el Examen de admisión a licenciatura

• Recuerda que la Convocatoria para el Examen de admisión al Sistema Escolarizado y al Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia Ciclo Escolar 2017-2018/1, se publicará el próximo martes 28 de marzo en la página electrónica www.escolar.unam.mx

• El registro para la convocatoria es únicamente por internet, del 28 de marzo al 2 de abril

• No caigas en engaños, la única manera de ingresar a la UNAM es por medio del examen de selección

Nebulosa de Orión en realidad aumentada


Las nebulosas son cuerpos celestes que permiten estudiar las teorías de la Astronomía, producen una fracción del helio del universo, la mitad del carbono de nuestro cuerpo y casi todo el nitrógeno; “la frase somos polvo de estrellas es una realidad científica”, señaló Manuel Peimbert en la inauguración de la exposición astrofotográfica: “Nebulosas: del nacimiento a la muerte estelar”.

La Dirección General de Tecnologías de la Información y Comunicación (DGTIC) en colaboración con el Instituto de Astronomía (IA) desarrolló una aplicación de realidad aumentada, para que a través de las imágenes que fueron captadas por mexicanos aficionados a la astrofotografía, y que resultaron ganadoras en un concurso fotográfico organizado por el IA en 2015, se conozca a la Nebulosa de Orión o de la Serpiente, desde un dispositivo móvil.

La aplicación fue creada por el equipo de María del Carmen Ramos Nava, jefa del Departamento de Visualización y Realidad Virtual, es gratuita y está disponible a través de PlayStore de Google.
Las imágenes muestran las cosas espectaculares que existen en el Universo y que forman parte de un todo. William Lee Alardín, Coordinador de Investigación Científica de la UNAM, señaló que aplicaciones como la realidad aumentada “van empujando desarrollos tecnológicos, y esa parte es importante. Sin el empuje por hacer cosas diferentes no existirían los avances tecnológicos de ahora”.

La exposición estará en el vestíbulo del Instituto de Astronomía del 16 de marzo al 19 de abril, con fines de itinerarla en diferentes museos y planetarios de la Republica.

El cambio climático en el mundo

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Es posible corregir genoma dañado antes de nacer

A pesar del debate, en 2016 nació el primer bebé con el ADN de tres personas, método realizado para disipar enfermedades mitocondriales. Así, el procedimiento consistió en reemplazar el material genético dañado del óvulo de la madre, por otro sano proveniente de una donadora y posteriormente fecundado por un esperma.

Este método ha sido muy controversial debido a que la sociedad ha planteado que el bebé tiene dos mamás y un papá. Sin embargo, gracias a la ciencia fue posible retirar la mitocondria dañada del óvulo para brindar una mejor posibilidad de vida al niño, explicó Diana María Escalante Alcalde, investigadora del Instituto de Fisiología Celular.

Las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular. Por lo tanto, si no funcionan bien puede surgir el síndrome de Leigh, un trastorno que afecta el sistema nervioso en desarrollo y proviene de los genes de la madre.

A decir de la experta, cuando un niño padece este síndrome, y por alguna razón es sometido a una cirugía o se enferma, su recuperación requiere de mucha energía y se convierte en un reto para sus mitocondrias que son incapaces de sanar. En ese momento es cuando se expresa la enfermedad.

Esta afección puede surgir desde el útero y hasta en los primeros años de vida, donde los pequeños comienzan con defectos psicomotrices y casi siempre mueren por un paro cardiorrespiratorio. Su esperanza de vida es máximo de siete años, resaltó.

El procedimiento

Los padres del primer bebé nacido con este procedimiento son de origen jordano y radicados en México. Ellos habían tenido dos hijos antes, quienes murieron muy pequeños debido a esta rara enfermedad. Por tal motivo, decidieron probar esta nueva técnica.

Escalante explicó que este método se desarrolló precisamente para parejas que portan mutaciones específicas en la mitocondria, y quienes definitivamente tendrán hijos que morirán muy pronto. La probabilidad de que su nuevo bebé se encuentre bien es mucho más alta, pero depende de cómo hayan realizado el procedimiento y no tomaran las mitocondrias dañadas.

En ese contexto, todavía se investiga en torno a este procedimiento para estar completamente seguros que al realizar la transferencia del genoma de los padres al óvulo que sólo contiene la mitocondria, no se lleven material dañado.

Igualmente, la académica universitaria detalló que el material donado sólo contiene el uno por ciento de la genética que obtendrá el bebé, y ahí no se incluyen los rasgos fenotípicos (rasgos físicos y conductuales).

Nueva tecnología busca corregir el genoma de las células
Con este procedimiento, sólo se pueden corregir enfermedades mitocondriales, pero recientemente se investiga otro método llamado tecnología Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats (CRISPR/Cas9), en español Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas que buscan llegar más allá.

Esta nueva metodología permitirá corregir el genoma de las células. Por ejemplo, será posible suprimir enfermedades como la esclerosis múltiple, concluyó.

Las economías mexicana y estadounidense, integradas profundamente

La economía mexicana actual es compleja y es difícil saber cuál producto es estadounidense y cuál mexicano. Por ejemplo, los automóviles que provienen de Estados Unidos poseen un 40 a 60 por ciento de piezas manufacturadas en nuestro país, así lo dijo Edgar Amador, profesor de la Facultad de Economía.

De hecho, en los últimos 20 años la integración de las cadenas productivas de Norteamérica ha logrado que los productos mexicanos o estadounidenses sean norteamericanos, añadió el también titular de la Secretaría de Finanzas del gobierno de la Ciudad de México.

Así, a lo largo de todo el espectro de la economía, desde la industria automotriz hasta la textil y de calzado, los productos han estado implicados en una integración más profunda. De tal forma que si dejamos de comprar un producto estadounidense, es no consumir hasta un 60 por ciento de manufactura mexicana, destacó el académico universitario.

Sobre los alimentos de marca estadounidense consumidos en nuestro país, el economista explicó que regularmente son preparados aquí, por gente mexicana y comprados por nosotros. La marca podrá ser estadounidense pero genera empleos en nuestro país, y además, los insumos usados son locales, concluyó.

El ejercicio propicia el nacimiento de nuevas neuronas

Realizar ejercicio puede modificar la actividad y estructura del cerebro, al grado de propiciar el nacimiento de nuevas neuronas, un proceso que se conoce como neurogénesis, el cual se creía imposible hasta hace pocos años, según se desprende de estudios clínicos en humanos y ratones, señaló en la Facultad de Química la investigadora María del Carmen Vivar Estudillo.

Al dictar el 23 de marzo la conferencia ¡Corre por tus neuronas! El efecto del ejercicio en el cerebro, la especialista del CINVESTAV explicó que la neurogénesis se lleva a cabo en un área denominada giro dentado, la cual forma parte del hipocampo, parte del cerebro que está involucrada de forma directa en los procesos de aprendizaje y memoria.

Vivar Estudillo indicó que este nacimiento de neuronas se ha observado cuando aumenta la actividad física que requiere de un elevado consumo de oxigeno, tal como correr. Es así que el ejercicio puede mejorar la memoria, el aprendizaje y la formación de nuevas neuronas, apuntó.

No obstante, alertó que este fenómeno puede verse afectado por actividades como el tabaquismo, el alcoholismo, la privación del sueño o la mala alimentación, entre otros factores, aunque todavía hay muchas preguntas sin resolver debido a la complejidad del cerebr

Ocultos entre pelos y membranas: los parásitos de murciélagos

En la naturaleza los organismos tienen adaptaciones que les pueden servir para aumentar la probabilidad de supervivencia y reproducción, que además dan una idea de las características del hábitat en el que viven. Por ejemplo, los jaguares tienen manchas y colores en su piel que les permiten pasar inadvertidos en la selva y no ser fácilmente detectados por sus presas, es decir, son crípticos. De igual manera los monos tienen colas prensiles y extremidades largas que les facilitan moverse entre los árboles, así buscan comida, pareja o aprovechan los recursos en el dosel de la selva.

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Existe un grupo de organismos que se ha adaptado a vivir en una relación muy íntima con otros seres vivos, ya sea en su interior o sobre su cuerpo: los parásitos. Estos organismos son todos aquellos que obtienen los nutrientes necesarios para su supervivencia de otro organismo causando daño fisiológico a su huésped. Los parásitos poseen adaptaciones morfológicas, fisiológicas o de comportamiento gracias a las cuales pueden explotar los recursos disponibles como alimento o refugio de una manera eficiente.

El organismo que porta un parásito es conocido como huésped. Los parásitos afectan al huésped de varias maneras, generalmente enfermando o disminuyendo su capacidad de moverse, afectando la manera de procesar adecuadamente sus alimentos o reduciendo su capacidad reproductiva, debido a que aprovechan la energía de este para su propio desarrollo y reproducción.

Los parásitos y sus adaptaciones

Los parásitos son un grupo muy diverso que incluye virus, bacterias, protozoarios, nematodos, hongos, artrópodos, plantas y vertebrados. Han desarrollado diversas adaptaciones especiales para poder vivir con su huésped sin llegar a matarlo, en la mayoría de los casos, ya que dependen de él para su propia supervivencia y movilidad. Sin embargo estas adaptaciones han surgido evolutivamente a través de mucho tiempo y son sumamente variadas.

Dentro de las múltiples adaptaciones que poseen los parásitos para obtener los recursos del huésped, hay dos de suma importancia que casi todos comparten:

  1. Órganos de fijación que ayudan al parásito a permanecer adherido, que evita que el huésped lo remueva (por ejemplo rascándose) y le ayudan a alimentarse de manera constante, ya sea dentro o fuera de su huésped (ver figura 1).
  2. Estructuras corporales simples, como la pérdida de ojos y de las funciones de algunas estructuras por ejemplo, la reducción de alas que ya no se usan para volar. Muchos parásitos compensan lo anterior con el desarrollo de órganos genitales repetidos varias veces, ambos sexos están en el mismo individuo (hermafroditismo) o sincronizando la época reproductiva con su huésped.

Ectoparásitos de murciélagos

Durante mi investigación trabajaré con murciélagos y sus ectoparásitos. Se dice “ectoparásitos” porque habitan en las partes externas del cuerpo como el pelo, la piel o mucosas (ecto significa externo). En un texto posterior relataré los resultados de mi actual investigación de doctorado en el Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres, la cual trata sobre el efecto que pueden tener los ectoparásitos en las migraciones de los murciélagos.

El primer paso de mi investigación ha sido conocer a estos pequeños animales que habitan sobre el cuerpo de los murciélagos y aquí muestro algunas de mis observaciones, que son las adaptaciones especiales que les permiten vivir asociados a sus huéspedes (Ver Figuras 1-6). A pesar de pasar desapercibidos o ser vistos de manera despectiva, son de una complejidad única, la cual yo diría es de una belleza sui generis.

 

Reporte completo en Ciencia UNAM >> https://goo.gl/YEzXzd