Fiesta del Libro y la Rosa: resistencia y libertad

La Fiesta del Libro y la Rosa (FLyR) celebra su 15° aniversario con un homenaje a la libertad de expresión y la lectura bajo el lema “Resistir con la palabra”. La UNAM vuelve a ser el escenario del encuentro literario más esperado, con una oferta más amplia en foros de conversación, actividades para niños y jóvenes, y un mayor número de expositores.

En un contexto de violencia y silenciamiento, la coordinadora de Cultura UNAM, Rosa Beltrán, presentó el programa de la FLyR para este año. Beltrán mencionó casos como la pérdida de nacionalidad de más de 300 opositores en Nicaragua, incluyendo a escritores como Gioconda Belli y Sergio Ramírez, y el atentado sufrido por el británico Salman Rushdie en agosto pasado, que le dejó como secuelas la pérdida de un ojo y la inmovilidad de una mano.

Programa FLyR 2023: Reflexiones en torno a la libertad

Beltrán expresó su preocupación por el estado actual del discurso público y planteó preguntas como: “¿Cómo ejercer la libertad de expresión en medio de la violencia? ¿Qué papel juegan la memoria y el lenguaje ante el destierro? ¿Qué hacer ante la imposición del silencio?”.

Estos cuestionamientos guiarán las mesas de conversación en la 15° edición de la FLyR, que se llevará a cabo del 21 al 23 de abril en diversas sedes, incluyendo el Centro Cultural Universitario, el Colegio de San Ildefonso, el Museo Universitario del Chopo, Casa del Lago, y sedes universitarias de Cuernavaca (Morelos) y Morelia (Michoacán).

Amplia oferta cultural y destacados participantes internacionales

Serán más de 300 actividades: 115 presentaciones de libros y cerca de 40 mesas de reflexión, además de obras de teatro, lecturas de poesía, narraciones orales, cine y conciertos que cerrarán cada una de las jornadas. Un vasto programa que dará inicio el viernes 21 con una charla entre las escritoras Claudia Piñeiro (Argentina) y Rosa Beltrán: “Resistir con la palabra: utopías posibles”.

En tres lustros, la fiesta ha reunido a 228 mil asistentes, detalló Beltrán. El encuentro ha evolucionado no solo en tamaño y participación, sino en la conversación social, que ha impulsado la equidad de género, la diversidad y la inclusión, así como la reflexión sobre las violencias que son hoy el foco al que responde el programa.

En un país donde han muerto 20 periodistas asesinados tan solo entre 2022 y 2023, se conmemorará al periodista Javier Valdez, acribillado en 2017 en Culiacán. Destacan también los homenajes al escritor Ricardo Garibay en su centenario y a la escritora Luisa Josefina Hernández, cuya novela “El lugar donde crece la hierba” dio origen a la colección Vindictas de Libros UNAM.

En el cartel internacional, participarán figuras como la crítica iraní Negar Azimi, las escritoras Claudia Piñeiro (Argentina), Alma Delia Murillo (México), Ligia Urroz (Nicaragua), Brenda Ríos (México); los escritores Alejandro Zambra (Chile), Enrique Serna (México), Santiago Roncagliolo (Perú), Javier Sicilia (México) y los youtubers mexicanos Alejandro Villarreal y Claudia Ramírez, así como los moneros Jis y Trino.

Este año serán ocho los foros que se desplieguen en el Centro Cultural Universitario. “Sus nombres nos obligan a habitar las palabras en las que vamos a pensar: Libertad, Utopía, Igualdad, Creatividad, Imaginación, Esperanza, Memoria, en donde además vamos a hablar de esos contenidos, a acompañar a escritoras y escritores que hablan desde estas necesidades”, explicó la directora de Literatura y Fomento a la Lectura, Anel Pérez.

“Para este 2023 tenemos un número de stands que aumenta en casi 40 por ciento la exposición y venta de libros, el número de expositores aumenta 35%”, señaló la titular de Libros UNAM, Socorro Venegas, quien anunció la creación de un área especial para niños y jóvenes, además de la oferta de once editoriales y novedades como la ampliación de la Biblioteca de Chapulín.

Las narraciones orales tendrán un sitio destacado en el Foro ¡Aquí tú cuentas historias!, en donde durante las tres jornadas figuras nacionales e internacionales encantarán a niños, niñas y jóvenes, quienes también podrán acceder a un amplio programa de talleres en diversos espacios.

Además, tendrán lugar el Coloquio “Libros, Edición y Cultura de paz”, organizado por Libros UNAM, y el primer Seminario Internacional para Profesionales en la Mediación Cultural “Libros con Mordaza: Censura en la Literatura Infantil y Juvenil”, de la Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco de Fomento a la Lectura.

Toda la información en la página fiestadellibroylarosa.unam.mx.

Ideas destacadas
  1. La Fiesta del Libro y la Rosa celebra su 15° aniversario con un enfoque en la libertad de expresión y la lectura bajo el lema “Resistir con la palabra”.
  2. La UNAM vuelve a ser el escenario del encuentro literario, ofreciendo una amplia variedad de foros de conversación, actividades para niños y jóvenes, y un mayor número de expositores.
  3. La coordinadora de Cultura UNAM, Rosa Beltrán, presentó el programa de la FLyR en un contexto de violencia y silenciamiento, mencionando casos de pérdida de nacionalidad en Nicaragua y el atentado a Salman Rushdie.
  4. Las mesas de conversación en la FLyR abordarán preguntas sobre cómo ejercer la libertad de expresión en medio de la violencia, el papel de la memoria y el lenguaje ante el destierro, y cómo enfrentar la imposición del silencio.
  5. La FLyR ofrecerá más de 300 actividades, incluyendo presentaciones de libros, mesas de reflexión, teatro, poesía, cine y conciertos en diversas sedes.
  6. La fiesta ha reunido a 228 mil asistentes en sus tres lustros y ha impulsado la equidad de género, la diversidad, la inclusión y la reflexión sobre las violencias en la conversación social.
  7. Se conmemorará al periodista Javier Valdez, asesinado en 2017, y se rendirán homenajes a Ricardo Garibay y Luisa Josefina Hernández.
  8. Destacadas figuras internacionales participarán en el cartel, como Negar Azimi, Claudia Piñeiro, Alma Delia Murillo, Ligia Urroz, Brenda Ríos, Alejandro Zambra, Enrique Serna, Santiago Roncagliolo, Javier Sicilia, youtubers y moneros.
  9. Habrá ocho foros temáticos en el Centro Cultural Universitario, abordando contenidos como Libertad, Utopía, Igualdad, Creatividad, Imaginación, Esperanza y Memoria.
  10. La oferta de expositores y stands de libros aumenta este año, incluyendo un área especial para niños y jóvenes, y se llevarán a cabo eventos como el Coloquio “Libros, Edición y Cultura de paz” y el Seminario Internacional para Profesionales en la Mediación Cultural “Libros con Mordaza: Censura en la Literatura Infantil y Juvenil”.

Tolkien: el genio creador de un mundo mágico

Al construir un universo lleno de seres mágicos plasmados en diversos libros, J. R. R. Tolkien se volvió imperecedero en el tiempo, debido principalmente a dos características: los arquetipos y la mitología, afirmó José Ángel Garfias Frías, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

En el marco del Tolkien Reading Day o Día Internacional para Leer a Tolkien, que se conmemora cada 25 de marzo, Garfias Frías explicó que la obra de Tolkien se convirtió en un referente de lo que hoy conocemos como literatura fantástica y creó una mitología acorde a su propia cosmovisión, de ahí su importancia.

La vida de Tolkien y su influencia en su obra

El escritor británico nació a finales del siglo XIX y creció en el contexto del siglo XX, marcado por dos grandes guerras mundiales. Sus obras están motivadas por su propia vida, que resultó muy interesante, añadió el académico universitario. Tras perder a sus padres a temprana edad, Tolkien estudió Filología y se convirtió en un profesor reconocido. Además de “El Hobbit”, publicado en 1937, escribió la famosa saga de “El Señor de los Anillos” (La Comunidad del Anillo; Las Dos Torres y El Retorno del Rey).

En sus libros, el autor plasmó rasgos autobiográficos y elementos de su vida, como su experiencia en la Primera Guerra Mundial, la amistad con escritores como C. S. Lewis, autor de “Las Crónicas de Narnia”, y su adopción del catolicismo tras quedarse huérfano. Además, el amor también se refleja en sus escritos, inspirado por su relación con Edith, su esposa, a quien conoció en un orfanato.

La mitología y el legado de Tolkien

La mezcla de elementos de su vida real, el catolicismo y su formación filológica le brindaron a Tolkien un nuevo sentido a la mitología de Gran Bretaña. En la cultura popular británica, existían historias como la del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda con Excalibur. Estos mitos, junto con dioses griegos y nórdicos como Thor y Odín, enriquecieron a Tolkien para crear su mundo fantástico. Gracias a su formación en filología, construyó el lenguaje élfico, un elemento completamente nuevo y único en su cosmovisión.

El orden recomendado para leer las obras de Tolkien

El orden cronológico recomendado para leer las obras de J.R.R. Tolkien es: primero “El Hobbit”, un libro breve ideal para niños; luego, la saga de “El Señor de los Anillos” que incluye “La Comunidad del Anillo”, “Las Dos Torres” y “El Retorno del Rey”. Posteriormente, se sugiere leer “El Silmarillion”, una obra que detalla la creación de la Tierra Media, seguida de textos y poemas que narran las aventuras del personaje Tom Bombadil.

Los valores clásicos y modernos en las obras de Tolkien

Además de los valores clásicos como la lucha entre el bien y el mal, la justicia, la amistad y la defensa de la bondad en el mundo, Tolkien presenta otros valores propios de su época, como el sacrificio antes del beneficio personal y la valentía del héroe. Sin embargo, también muestra elementos adelantados a su tiempo, como el feminismo en “El Retorno del Rey” con el personaje de Éowyn, quien desafía las expectativas de género al enfrentarse al Nazgul.

La importancia de la naturaleza en las obras de Tolkien

Tolkien también destaca la importancia de cuidar la naturaleza a través de los personajes llamados Ents, grandes árboles guardianes del bosque que se unen a la lucha cuando sus hermanos, otros árboles, son devastados.

Adaptaciones cinematográficas y tecnológicas de las obras de Tolkien

En los años 70, las obras de Tolkien se volvieron muy comerciales, lo que llevó a varios intentos por adaptarlas al cine. Sin embargo, fue el director Peter Jackson quien recreó la trilogía de “El Señor de los Anillos” con excelentes recursos tecnológicos. “El Retorno del Rey” ganó once premios Óscar, igualando a películas como “Ben-Hur” y “Titanic”. Además, hay videojuegos como “Las Sombras de Mordor” que describen detalladamente la Tierra Media. Finalmente, la Warner posee todos los derechos de “El Señor de los Anillos” y los ha explotado al máximo, concluyó el académico universitario.

Información destacada
  1. La obra de Tolkien es imperecedera debido a los arquetipos y la mitología que crea en su universo literario.
  2. Tolkien se convirtió en un referente de la literatura fantástica al crear una mitología propia y acorde a su cosmovisión.
  3. Las experiencias personales de Tolkien, como la Primera Guerra Mundial y su amistad con C.S. Lewis, influyeron en su obra.
  4. El catolicismo y la formación filológica de Tolkien le permitieron dar un nuevo sentido a la mitología británica.
  5. Tolkien enriqueció su mundo fantástico con elementos de mitos populares y dioses de diferentes culturas.
  6. La creación del lenguaje élfico es un elemento único y distintivo en el universo de Tolkien.
  7. Los valores clásicos y modernos, como el sacrificio y el feminismo, están presentes en las obras de Tolkien.
  8. La importancia de cuidar la naturaleza se refleja en personajes como los Ents, guardianes del bosque.
  9. Las adaptaciones cinematográficas de “El Señor de los Anillos” por Peter Jackson lograron gran éxito y reconocimiento.
  10. Las obras de Tolkien han sido explotadas en distintos medios, como el cine y los videojuegos, gracias a la adquisición de los derechos por parte de Warner.

La poesía es la música verbal más poderosa

Nota original de: Gaceta UNAM
Autora de la nota: Patricia López Suárez
Fecha de publicación: 21 de marzo de 2022
https://www.gaceta.unam.mx/la-poesia-es-la-musica-verbal-mas-poderosa/

  • Género literario que acompaña al ser humano desde el origen del lenguaje: Hernán Bravo Varela
Se debe promover en lenguas originarias para llegar con su musicalidad a más lectores.

Género literario que acompaña al ser humano desde el origen del lenguaje, síntesis de sentimientos y emociones narradas con un estilo depurado, la poesía es capaz de establecer una relación directa con el lector, aunque éste carezca de una formación académica.

Esto tiene que ver con que maneja un tipo de lenguaje parecido al que empleamos en prosa, a veces nos da pistas falsas, nos lleva por un recodo en el camino de la comprensión o del mensaje, y luego nos desvía y nos lleva a una zona de un resplandor inusual que no se cumple en procesos ordinarios, advierte Hernán Bravo Varela, editor del semanario virtual Periódico de Poesía, de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura.

El escritor considera que la poesía “es la música verbal más poderosa”. Por ello, las obras fundacionales de prácticamente cualquier literatura en Oriente y Occidente están en verso. “No es un capricho, nos habla de la intención de memorabilidad de esos textos. La música verbal es lo que permite no sólo que lo narrado por los poemas sea más evocador, poderoso y memorable, sino que, ayudados por el ritmo, los mitos fundacionales tengan una razón de ser”, considera.

Con motivo del Día Mundial de la Poesía, que se conmemora el 21 de marzo, Bravo Varela destaca que este género literario conecta con los lectores sin la necesidad de una introducción, o un acompañamiento crítico o académico, porque es –y no es al mismo tiempo– el lenguaje que hablamos, que pensamos y soñamos.

Para Bravo Varela “el lenguaje y la lengua cristalizan todo aquello que una comunidad deja a un lado por irse a la utilidad, a la practicidad y la instrumentalidad”. Señala que la poesía nos abre nuevos horizontes que tienen que ver con la particular disposición rítmica y espacial de la página en blanco y que altera para siempre la realidad que conocemos. Los lectores se conmueven, se ven arrastrados a una zona inédita de la realidad, incluso antes de que el poema sea completamente comprendido, considera.

Detalla que en las artes, cada una con sus particularidades, se manifiesta el sentido de la construcción, asociado con la etimología de la palabra poesía. Ésta proviene del latín poesis, y ésta a su vez del griego poiesis, que significa hacer o materializar.

La poesía es un género literario que se caracteriza por ser la más depurada manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos, emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a la belleza, el amor, la vida o la muerte.

Enigmas o dudas

Para Bravo Varela, lo que inspira a un bardo es prácticamente cualquier cosa, generalmente enigmas o dudas. “Un poeta generalmente procede a partir de la duda sistemática y no busca certezas; busca una amplificación de las preguntas que se hace sobre la vida, sobre la muerte, el amor, el deseo, la violencia”.

Agrega que no son preguntas que busquen responderse, sino emparejarse y generar una armonía con aquellas que tiene también el lector. “La poesía es un terreno sembrado de dudas, de incertidumbres, de consideraciones que pueden cambiar vertiginosamente de un verso a otro”, sostiene.

Para el universitario, lo que está en juego en la poesía es mirarse en un espejo como el de Alicia, para entrar en una realidad hechizada y sobrenatural. “Independientemente de que la rima toque ciertas regiones afectivas, termina por sobrecogernos”, considera.

Bravo Varela dijo que la efeméride es propicia para promover este género en todas sus formas, con especial énfasis en lenguas originarias para darse a conocer y llegar con su musicalidad a más lectores.

Vindictas: herir el canon

Revista de la Universidad de México
Fascismo / CRÍTICA / Marzo de 2020
https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/99f539df-1f8b-4496-a8a2-840ffbfcc67e/vindictas-herir-el-canon
Autora: Nora de la Cruz

La intención de Vindictas, la más reciente colección creada por la UNAM, de entrada suena prometedora: recuperar novelas que han estado agotadas durante más de veinte años, y que por distintas circunstancias permanecían prácticamente desconocidas, a pesar de tratarse de trabajos premiados o publicados por editoriales prestigiosas y a pesar de haber sido escritas por autoras que no eran ajenas al medio cultural o académico. Éste es el caso de los primeros cinco títulos de la serie: Minotauromaquia, de Tita Valencia; En estado de memoria, de Tununa Mercado; La cripta del espejo, de Marcela del Río; El lugar donde crece la hierba, de Luisa Josefina Hernández y De ausencia, de María Luisa Mendoza. Cada uno cuenta en esta nueva edición con una introducción escrita por una autora nacida en los ochenta, es decir, perteneciente a la generación que participa del entusiasmo por leer a otras mujeres y del esfuerzo para equilibrar poco a poco los libreros, las bibliotecas, los programas de estudio y, en última instancia, la historia de la literatura. Esto último es el propósito declarado de la colección: reivindicar la obra de las escritoras a quienes se les ha negado un lugar en el canon al volver a ponerla en circulación y hacerla accesible a los lectores. Sin embargo, es indudable que, por las características de esta tanda inicial, se puede hacer mucho más que eso: la diversidad de los primeros cinco volúmenes ofrece un panorama que mueve al lector a redefinir lo que entiende por escritura femenina.

Hablemos de los lugares comunes: que las mujeres escriben poco, casi siempre para niños o sobre temas domésticos, y con la sencillez propia de seres primordialmente emocionales, ajenos a todo intelecto. Quien se acerque a estos cinco libros notará que los intereses de las autoras son diversos y que tal vez lo que más claramente tienen en común es la complejidad.

Posiblemente el ejemplo más obvio de la complejidad a la que me refiero es la Minotauromaquia de Tita Valencia.

UNAM, Ciudad de México, 2019

Ganadora del premio Xavier Villaurrutia en 1976, la novela fue rechazada por la comunidad intelectual al considerarla ofensiva para el célebre escritor al que alude, aunque nada indica que él se hubiera dado por ofendido. Más allá de la notoriedad que ahora o en su época le hubiera podido otorgar este fondo anecdótico, y pese al subtítulo “Crónica de un desencuentro”, no es una novela que relate de manera literal los detalles de la relación amorosa en la que se inspira. Por el contrario, Valencia teje una obra con claves privadas que tal vez sólo podrían descifrar los involucrados, pero en torno a ellas construye una observación lírica del amor. Y si digo lírica me refiero a que en el relato destaca el estilo, compuesto por figuras retóricas e imágenes, mucho más que por episodios o anécdotas. Por momentos roza lo ensayístico en su capacidad de abstracción —donde se nota la formación musical de la autora— y destaca por el despliegue de referencias literarias, filosóficas e incluso mitológicas, todas entramadas en un discurso notablemente denso. Claudina Domingo, en su introducción, repara justamente en la fuerza poética de la obra y en su reflexión sobre el amor como experiencia, desde una perspectiva femenina con agencia y un vasto mundo interior, además de su crudeza e incluso mordacidad.

En cuanto a densidad, la novela de Valencia puede compararse con la de Tununa Mercado, En estado de memoria, aunque su complejidad no está en las figuras del lenguaje sino en el contenido del discurso.

UNAM, Ciudad de México, 2019

Con un estilo preciso y elegante, la autora elabora un relato poco convencional de sus propias experiencias en el exilio y la vuelta a Argentina, en el cual se construye una revisión casi filosófica de los efectos que tienen éstas en la identidad de las personas. El arco narrativo es lo de menos: a partir de anécdotas nimias y detalles descriptivos mínimos, la experiencia estética que el lector recibe de Mercado es la del recuerdo, ese estado de memoria tan lábil que esta agudísima escritora consigue representar más que explicar.

En el mismo sentido, El lugar donde crece la hierba, de Luisa Josefina Hernández, es una novela que, más que enfocarse en lo anecdótico, está compuesta en un sentido casi alegórico.

UNAM, Ciudad de México, 2019

La narradora y protagonista se dirige a su primer amor para contar, en un discurso entre lo epistolar y lo confesional, su experiencia en la casa de un extraño, adonde su marido la ha llevado a esconderse debido a una calumnia que la persigue. Paulatinamente, el relato va creando una atmósfera extraña y asfixiante, llena de elementos tan desconcertantes como las ratas que salen a jugar en un terreno contiguo o los personajes que rondan las cercanías de la casa. La protagonista, que en algún momento afirma que ha sido “pobre y ambiciosa”, lamenta su falta de libertad en todos los aspectos: en principio por la limitación física de estar escondida en una casa ajena; luego, también parece atrapada en su matrimonio e incluso en el amor que siente por su interlocutor, que no da muestras de ser correspondido. La dicción en este caso es mucho más simple, pero el tono es duro y cortante, lo cual intensifica la sensación de desamparo sin victimismo que la protagonista experimenta.

En el lado opuesto del espectro emocional se encuentra De ausencia, de María Luisa Mendoza, novela atrevida en su ejercicio del humor.

UNAM, Ciudad de México, 2019

En este caso, lo más evidente es la complejidad del estilo, sobrecargado de adjetivos, de un registro elevado con pincelazos de irreverencia (la palabra verga aparece ya en la primera página). La historia abre con una imagen fálica, y de ahí deriva en una especie de biografía erótica de Ausencia Bautista Lumbres, su protagonista. Es curioso que esta especie de novela de crecimiento use el epígrafe de —quizá— la más célebre de este género que se haya escrito en el México contemporáneo: Las batallas en el desierto. Tanto Mendoza como Pacheco abren con la misma cita de The Go-Between, aunque la novela de “La China” es anterior.

Esta novela se enfoca, claro está, en cierto tipo de placeres, pero de todos el superior es el del lenguaje, terreno donde la autora se solaza al combinar tecnicismos, cultismos y una sintaxis compleja con expresiones mexicanas coloquiales y pícaras. El humor está en las situaciones, claro, pero sobre todo en este estilo disparatado que no hace sino acentuar los excesos de la historia. Jazmina Barrera acierta en su introducción al comparar a Mendoza con Rabelais, lo cual no es menor. Por si esto fuera poco, aparece en esta novela una imagen poco reverente de lo que culturalmente se entiende por femenino; como ejemplos la maternidad y la concepción. Este tono burlón, excesivo y escatológico, se sostiene a lo largo de toda la novela sin decaer, lo cual es, sin duda, su principal mérito.

Finalmente, La cripta del espejo, de Marcela del Río, es —en palabras de su prologuista, Lola Horner— una novela del 68.

UNAM, Ciudad de México, 2019

Distinta del resto en su abordaje, más enfocado en los hechos externos que en los fenómenos interiores, cuenta el viaje diplomático de una familia a Checoslovaquia, cuando los eventos de Tlatelolco son aún recientes. En contraste con el resto de las novelas, en ésta encontramos no sólo múltiples personajes sino también perspectivas, que nos permiten observar los acontecimientos de un momento particular de la historia, pero también el desvalimiento de algunos de sus actores, como los jóvenes, las mujeres y las empleadas domésticas, cuya situación no ha cambiado mucho en medio siglo.

Aunque ciertos entornos virtuales pudieran crear la ilusión de que en la actualidad la palabra de las mujeres ha cobrado más fuerza y presencia que la de los hombres, en la realidad amplia eso aún es falso. A pesar de las iniciativas por difundir la escritura femenina, todavía están pendientes otros asuntos, que no será sencillo resolver: ¿cómo se recupera la historia borrada?, ¿cómo se cambia la percepción del lector común? Esta colección puede ser un primer paso en esa dirección.

¿Cómo contarles Ayotzinapa?

Revista de la Universidad de México
Fascismo / DOSSIER / Marzo de 2020
Autor: Adolfo Córdova
https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/8b18e554-aeb1-47b3-966d-e1415bfe58fe/como-contarles-ayotzinapa
Imagen de portada: Diseño de Ilustradores Otros Mundos A.C. en solidaridad con Ayotzinapa. BY-NC

“¿Han oído hablar de Ayotzinapa?”, pregunto a un grupo de niños y niñas de quinto grado de primaria. Responden a coro que no. Me sorprende el consenso. No esperaba que gritáramos “¡Vivos se los llevaron!”, pero creí que tendrían alguna idea. Insisto: “¿No les suena el número 43?” Y allí un niño se apresura a responder que sí, pero no logra explicar nada más. Su compañera de banca intenta: “¿Es algo de unos estudiantes?” La noche del 26 de septiembre de 2014 policías municipales, estatales y federales, miembros del ejército, sicarios y un observador de inteligencia militar perpetuaron, con sus propias manos y armas o en calidad de testigos cómplices, la desaparición forzada de 43 estudiantes y el asesinato de seis personas, tres estudiantes y tres civiles, entre ellos un joven futbolista de 15 años. A esta “etapa material”, así llama al primer momento del “operativo” el periodista John Gibler, le siguió una “etapa administrativa” que consistió en ocultar los hechos y fabricar una explicación de lo ocurrido; una perversa “verdad histórica” que pretendía cerrar el caso y proteger la extensa red narcopolítica, y que ha retrasado enormemente el proceso de esclarecimiento y justicia. En septiembre de 2014 la mayoría de los niños y niñas a quienes lancé esta pregunta tenían cinco años de edad. Naturalmente nadie les explicó entonces qué había ocurrido. ¿Quién hubiera querido sumirlos en semejante desasosiego? ¿Dónde acomodar un horror así de paradójico: cuidarte de quien debería cuidarte? Más de cinco años después, ¿deberíamos contarles? ¿Es necesario hablar a niños, niñas y jóvenes de otros niños, niñas y jóvenes torturados, desaparecidos y asesinados? ¿Explicarles qué es el terrorismo de Estado? ¿Preguntarnos con ellos dónde están 43 estudiantes que recién habían empezado sus clases? Me he planteado estas preguntas muchas veces en mi trabajo como mediador de lectura y como escritor; he preguntado a otros creadores, editores y mediadores. La respuesta es siempre la misma que imagina Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, normalista desaparecido: “Pienso que sí. Para que no se olvide.” Vuelvo al salón de quinto grado de primaria. Es septiembre de 2019, inicio un nuevo ciclo de lecturas y se acerca el día del quinto año sin saber dónde están. Planeo leerles La composición de Antonio Skármeta y Alfonso Ruano para detonar una conversación sobre Ayotzinapa. Ya he compartido con estos niños otras lecturas, cuando iban en cuarto grado, y sé que pueden dar un paso adelante como lectores y ciudadanos críticos. “¿Es algo de unos estudiantes?”, pregunta la niña. Y les digo que sí. “Hace cinco años desaparecieron a 43 jóvenes que estudiaban para ser maestros en una escuela de un lugar llamado Ayotzinapa. No sabemos dónde están; un grupo de criminales se los llevó, pero no sabemos a dónde ni cómo…” No digo mucho más. Espero. No hay preguntas. Miro de reojo a la maestra; creo que está incómoda. Recuerdo a una amiga mediadora que me cuestionó sobre la pertinencia de abordar este hecho con ellos. ¿Me equivoqué? ¿Tengo derecho a seguir sin conocer la voluntad de la maestra o de los padres? Por más confianza que tenga en el grupo, son niños de diez años; no puedo ser explícito ni fatalista. Lanzo mi ancla y continúo: “Hoy les voy a leer un libro que se llama La composición, que se conecta de alguna forma con Ayotzinapa. Ustedes deben descubrir cómo.”

 CIDCLI, Ciudad de México, 2014
Como la guardería ABC

“El día de su cumpleaños a Pedro le regalaron una pelota…”. Leo y se van iluminando los circuitos. Cuando la historia ya ha dejado claro que Pedro vive en una ciudad donde los militares son una amenaza y, mientras él juega futbol, desaparecen a la gente, los niños y niñas empiezan a hacer conexiones complejas que revelan su capacidad de hablar del tema. Recupero dos comentarios que lo ejemplifican y que surgieron mientras leía, no al final; debido a que les lancé un desafío, estaban escuchando la historia políticamente activados. “Ah, ya sé”, dice uno, “es como en la película sobre los nazis, la de El niño con el pijama de rayas”. “¿Cómo?”, le pregunto. “Sí, los soldados se llevan a la gente para matarla.” Me sorprende la claridad de esta deducción y sus alcances. Este niño nos está diciendo que, en su experiencia, este libro cuenta algo que ha ocurrido otras veces, a otras personas, en otros lugares. Traza una continuidad histórica hasta la noche de Iguala. Abre múltiples vías para adentrarnos en la lectura. Los personajes militares se vuelven más peligrosos, la tensión dramática en el libro (y en nuestra sesión) se refuerza. Aunque no se diga qué pasa con el papá de Daniel, un amigo de Pedro al que se llevan los militares, con esta información que aportó el niño ahora sabemos que puede ser grave. ¿Los soldados se llevaron a los estudiantes de Ayotzinapa? ¿Qué pasó con ellos? ¿Los mataron? Nadie lo formula en voz alta, pero sé que algunos, como muchos de nosotros, empezarán a hacerlo. ¿No tienen derecho los niños y niñas a plantearse estas preguntas también? Sigo leyendo. Apenas un par de líneas después, otro niño se adentra todavía más: “Es como el caso de la guardería ABC.” Su comentario nos saca de órbita un microsegundo. Sé que ha hecho una conexión cruzada, ideológica, pero no es evidente. ¿Qué es como la guardería ABC? ¿Cómo se relacionan los soldados que se llevan al papá de Daniel y el trágico incendio en la guardería? ¿Trenzó este niño una serie de relaciones sobre el abuso de poder? No me queda claro, así que le pregunto: “¿Por qué como la guardería ABC?” Él responde: “Porque es una injusticia.” Ya estamos completamente fuera del libro, pero con el libro en las manos. Este lector ha continuado la línea de pensamiento, de deducciones colectivas e individuales. En el transcurso de una misma página fuimos del terrorismo de Estado como crimen específico a la impunidad como fenómeno a gran escala que enmarca éste y otro tipo de delitos en México. ¿Se resolvería en el libro el destino del papá de Daniel? ¿Le habría ocurrido lo que en otras dictaduras a los desaparecidos? ¿Vivimos una especie de dictadura o Estado fascista en México? ¿Habrá justicia para los estudiantes de Ayotzinapa como la que seguimos esperando para tantos otros casos en México? Tantas preguntas posibles y apenas vamos en las primeras páginas de La composición. El comentario de este lector nos coloca en un contexto de denuncia y nos recuerda que los niños y niñas también se enteran, temen, se enojan y quieren justicia. Insisto en la autonomía de estos lectores. Yo sólo había planteado una primera pregunta. Nada más. No sabía qué iba a ocurrir ni los presioné para que empezaran a hacer suposiciones y participaran, pero abrí la puerta. Eso suele bastar para que ellos pasen. El cuento de Pedro arrancaba y quería que continuaran en él y experimentaran la ficción, así que les dije que habían encontrado muy pronto buenas conexiones, pero que mejor las retomáramos al final. Entonces vivimos una proyección fascinante en el salón.

 Ediciones SM, Ciudad de México, 2015
De pie, bien derechitos

Sigo leyendo y mostrándoles las ilustraciones de La composición cuando toca el turno de la maestra. Ya no parece incómoda, está atenta. En el libro, un capitán del Ejército visita la escuela de Pedro, entra a su salón y la maestra dice: “De pie, niños, y bien derechitos.” Le pregunto a la maestra de la vida real si quiere leer la frase. Lo hace y automáticamente los niños siguen el juego y se ponen de pie. Esta transformación performática de un espacio de lectura es preciada para los lectores, no sólo por su carácter lúdico; también, según Michèle Petit, por sus múltiples implicaciones simbólicas: imaginación colectiva que estrecha lazos sociales, trasposición de su realidad para habitar la ficción, proyección de escenarios posibles, etcétera. Entiendo entonces que yo, al frente de la clase, con el libro en las manos, debo convertirme en… “Buenos días, amiguitos. Yo soy el capitán Romo y vengo de parte del Gobierno”, leí. El capitán les informa que habrá un concurso de composiciones, ensayos, y que el mejor se llevará una medalla de oro que será entregada por el presidente del país. El texto dice que el capitán “puso las manos tras la espalda, se abrió de piernas con un salto, enderezó el cuello levantando un poco la barbilla” y dijo: “¡Atención! ¡Sentarse!” Hice mi parte y ellos también: se sentaron entre risas. Enseguida, el capitán les indica cómo se titulará la composición: “Lo que hace mi familia por las noches”. Los oigo contener la respiración y sobresaltarse a medida que continúo leyendo: “Es decir, lo que hacen ustedes y sus padres desde que llegan de la escuela y del trabajo. Los amigos que vienen. Lo que conversan. Lo que comentan cuando ven televisión. Cualquier cosa que a ustedes se les ocurra libremente con toda libertad. ¿Ya? Uno, dos, tres: ¡comenzamos!” Los niños de la vida real identifican perfectamente que el militar es una amenaza y, esa libertad, una trampa. Les preocupa Pedro y su familia, pues ya saben que ellos están contra la dictadura y que escuchan la radio de la resistencia en las noches. Los niños en el libro empiezan a hacerle preguntas al capitán. Los niños en el salón leen: “¿Se puede borrar?”, “¿Se puede hacer con bolígrafo?”, “¿Cuánto hay que escribir, señor?” “Dos o tres páginas”, respondo. Los niños en el libro protestan, los de la vida, también, los invito a que al mismo tiempo digan fuerte: “¿Dos o tres páginas?” El militar cede: “Bueno, que sean una o dos.” Este diálogo introduce un subtexto significativo: el capitán es una autoridad pero es posible reclamarle. Subvierte la relación de poder adultocentrista en favor de los estudiantes. Y lo hará todavía más en el desenlace del libro.

 Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2012
¿Yo también estoy contra la dictadura?

Tiempo después, el capitán vuelve con las composiciones ya leídas; los felicita, les regala un dulce y les comunica que nadie de ese salón ganó. Luego, en su casa, Pedro les cuenta a los padres del concurso y lee su composición. Allí demuestra que él también está contra la dictadura y es capaz de resistir y quebrarla. No revela lo que hacen sus padres, se inventa un rutina ordinaria para el capitán. Incluido que juegan ajedrez. “Habrá que comprar un ajedrez, por si las moscas”, dice el papá. En otro momento Pedro le había preguntado a su padre si él, igual que el papá de Daniel, estaba contra la dictadura. Cuando el papá le responde que sí, Pedro teme que también se lo lleven preso. El padre le dice que no será así y entonces Pedro pregunta: “Papá, ¿yo también estoy contra la dictadura?” La madre interviene: “Los niños no están en contra de nada. Los niños son simplemente niños. Los niños de tu edad tienen que ir a la escuela, estudiar mucho, jugar y ser cariñosos con sus padres.” Pedro ya conoce esas “frases largas” que lo dejan en silencio. Pero al final demuestra que sí, los niños y niñas también están en contra del autoritarismo, y que debemos tomarlos en cuenta. Contarles es contarlos. De manera espontánea, cuando termino de leer la historia, uno de los niños grita: “¡Re-sis-ten-cia!” Es una palabra que aparece varias veces en el libro, incluso dibujada como grafiti en una pared. Todos gritamos varias veces “¡Resistencia!” Retomamos brevemente la conversación sobre las injusticias. Pero ya no hay mucho tiempo y prometo que el próximo lunes continuaremos. Agradezco a la maestra su tiempo y ella me sonríe. “Pasó de la tensión, a la atención”, me dirá después una colega. La composición resuelve algunas preguntas y abre otras, sin paralizar a los lectores, al contrario. Salgo del salón y por la ventana veo a un niño en el interior que alza un puño y gesticula. Leo en sus labios, otra vez “Resistencia.” Quizá la próxima sí podamos gritar “¡Vivos los queremos!”

Amanuta, Santiago de Chile, 2016
Sr. Presidente, ¿dónde los tienen?

La siguiente semana entro al salón y antes de dar los buenos días alzo el puño y grito: “¡Re-sis-ten-cia!” Los niños y niñas responden igual: “¡Re-sis-ten-cia!” Hablamos del libro, de Pedro y de cómo relacionaron la lectura con los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y enseguida empiezan a compartir la noticia del quinto aniversario de la desaparición. El grupo ha crecido en siete días: unos vieron imágenes de la manifestación en la tele y otros la oyeron en el radio, uno cuenta que hay un monumento con un 43 “gigante” y otro que vio un campamento en la calle de Reforma, y que los padres de los normalistas desaparecidos fueron a la marcha y salieron en internet… Traigo otro libro: El maestro no ha venido, escrito por Marcela Arévalo e ilustrado por Natalia Gurovich. Les cuento que Arévalo se basó en las desapariciones forzadas y lo dedicó a los 43, y que fue su manera de hacer algo al respecto. Luego de leérselos empiezan a teorizar sobre qué pudo haber pasado con los estudiantes y deciden que también quieren hacer algo para exigir justicia. Algunos escriben y dibujan carteles con 43 lápices o plantitas que dicen “¿Dónde están?” o “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”; otros, cartas a los propios normalistas desaparecidos, a sus padres (“lamento su pérdida, les escribo esta carta para darles fuerza, alegría […] A mí me daría miedo si desaparecieran a mis papás. No quiero saber cómo se siente pero me doy una idea…”) y hasta al presidente (“Sr. Presidente, si ustedes tienen a los 43 estudiantes, les exigimos que nos los regresen por favor, porque todas las familias están preocupadas porque no aparecen, por favor, regrésenlos.”)

 Ediciones SM, Santiago, 2013

Todos intentan darles fuerza. “Yo estoy con ustedes”, “yo sé qué se siente”, escribe una niña; otra sólo dibuja dos nubes llorando lluvia, otro, una manifestación y agrega “Protestar sin violencia.” Les piden que no estén tristes, aseguran que sus hijos van a aparecer. Y me doy cuenta de que la mayoría de estos niños tiene la esperanza intacta. Creen que los normalistas regresarán vivos. “Este año los van a recuperar y sin un rasguño”, escribe uno. He hablado con varios de los padres de los 43 recientemente y comparten esa esperanza. Luminosa expresión de resistencia en el oscuro desvelo. Hablan en plural: “Los vamos a encontrar”, “Exigimos que nos los regresen…”. En dos sesiones el grupo pasó de ignorar qué había sucedido y qué eran las desapariciones forzadas a sentirse parte y escribirle cartas al presidente. Sus elaboraciones reflejan que saben más de lo que creen o expresan (no están al margen ni son ajenos a lo que ocurre) y comprueba que abrir preguntas en espacios de escucha atenta y compartir lecturas detona acciones y pensamiento crítico. Se ha tratado de emanciparlos como lectores, como dice María Teresa Andruetto en su texto “Resistencia”, que a su vez dialoga con El espectador emancipado de Jacques Rancière. Escribe Andruetto:

En el acto de leer ligamos en todo momento lo que vemos con lo que ya hemos visto o dicho o hecho o soñado. En ese poder de asociar y disociar, en recorridos que de tan particulares son únicos porque ir hacia lo desconocido es descubrir, es “profundizar allí dónde uno hace pie y lo pierde”, como dice Jorge Larrosa citando a Peter Handke, reside la emancipación de cada uno de nosotros como lector.

Me llevo las cartas y dibujos. Les digo que la siguiente semana podrán terminarlos y decidiremos qué hacer con ellos. Además, les leeré Ah, pajarita, si yo pudiera de Ana María Machado, con otra protagonista que no sigue órdenes, actúa para vencer el miedo y consigue justicia. Y sucede. Antes de salir grito: “¡Porque vivos se los llevaron!”. Y ellos responden: “¡Vivos los queremos!”

 Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2008

¿Cómo explicar fácilmente 4 mil millones de años de evolución?

  • La misión de María Garza-Jinich de hacer la evolución accesible para todos

Charles Darwin sigue siendo una figura fundamental en el mundo de la ciencia, cuyo legado continúa inspirando a investigadores en todo el mundo. Uno de ellos es la exuniversitaria María Garza-Jinich, quien se ha dedicado a explorar la evolución desde una perspectiva más dinámica y accesible.

La evolución, una pasión que María Garza-Jinich quiere compartir con todos

María, quien dedicó gran parte de su carrera a la investigación en ciencias de la computación en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, siempre se sintió atraída por el tema de la evolución, pero sus obligaciones académicas la mantenían alejada de su pasión. Sin embargo, hace 16 años, decidió dejar atrás su carrera académica y centrarse en su verdadero interés: hacer que la evolución sea más accesible y emocionante para todos.

El libro de divulgación científica de María Garza-Jinich: “Breve historia de cuatro mil millones de años: Entendiendo a Darwin”

“En las escuelas lo ves, pero a lo mucho le dedican dos semanas, y yo realmente nunca logré entender el tema en su totalidad. Ya en mi adultez, me di cuenta de que hay gran cantidad de material sobre la evolución, pero la realidad es que no había uno que lo explicara de forma simple y amena”, comentó María.

María es una apasionada de la evolución y de cómo ésta nos ha llevado a donde estamos hoy en día. Su objetivo es hacer que el tema sea más accesible y menos teórico, de manera que todos puedan entenderlo y disfrutarlo. A través de su trabajo, busca atraer adeptos al tema y fomentar el interés por la ciencia y la investigación.

El libro de María Garza-Jinich es un ejemplo de su dedicación a esta causa. La autora comenta que su libro está dirigido a un público general, ya que es divulgación científica escrita de manera sencilla. En él se tratan cuestiones resultantes de argumentos anatómicos, genéticos, paleontológicos, moleculares y geográficos.

La evolución en la actualidad: ejemplos en el libro de María Garza-Jinich

A lo largo de 14 capítulos, ilustrados con gran calidad, la autora resume cuatro mil millones de años de historia, desde las primeras formas de vida hasta nuestros días, destacando el papel de los científicos en el conocimiento de la evolución.

Garza-Jinich afirma que su intención con este libro es compartir todo lo que ha aprendido sobre la evolución y exponer el mundo desde la óptica de la ciencia, lo que permite explicar el origen de lo que nos rodea y dar una justificación viable sobre dónde venimos.

En uno de los capítulos, la exdocente da varios ejemplos de cómo podemos ver la evolución en la actualidad, como el hecho de que las serpientes de cascabel han dejado de realizar su clásico cascabeleo para evitar ser atrapadas por los humanos, o la población en África que se está haciendo inmune al VIH. También menciona la mutación del virus COVID-19 como un ejemplo más de la evolución presente en la actualidad.

Inauguración de la 44 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería

“Pedaléalee”: una nueva experiencia de creación literaria

  • ¡Nuevo Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta” forma a jóvenes universitarios en literatura y escritura!

La Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura (DLFL) concluyó el Primer Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta”, un curso único que explora la relación entre la bicicleta, la literatura y la escritura. Con la dirección de Anel Pérez Martínez, el taller fue impartido en formato híbrido del 16 de enero al 3 de febrero, con 21 jóvenes universitarios egresados.

Los textos elaborados por los participantes serán publicados en la revista digital Punto en Línea de la UNAM, incluyendo géneros variados como ensayo, manuales y autobiografías.

Aranzazú Blázquez, una de las asistentes al taller, y también editora de la revista Punto de Partida de la DLFL, enfatizó: “todos encontramos en las dos ruedas mucha libertad y alegría, mucha solidaridad con otras personas; somos muy distintos, pero eso nos une. La bici es algo que te hace pensar mientras ruedas, te conectas al mundo exterior, pero también contigo mismo. Es como una experiencia reflexiva de una u otra manera, tanto literariamente como académica es una fuente de inspiración”.

Entre los módulos impartidos en el taller se encuentran:

  1. “Por las veredas del manual de ciclismo”
  2. “La hibridez genérica en escrituras ciclistas”
  3. “Juego e imaginación. La bicicleta en la ficción”
  4. “Moverse en bici. La refundación de la ciudad”
  5. “Pedalear, escribir”. La responsable de “Pedaléalee”

La escritora, periodista y docente Lucía Navarrete Turrent, señala que la combinación de lectura y pedalear provoca un “punto de encuentro interesante” que puede fomentar la escritura y la creación.

La última sesión del taller tuvo lugar en el salón “Miguel Ángel Herrera” de la Casita de las Ciencias de UNIVERSUM, donde se entregaron reconocimientos a los participantes.

La organización contó con la colaboración de la Escuela de Escritura, la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, la Dirección General de Servicios Generales y Movilidad, el programa Bicipuma y el organismo educativo “17, Instituto de Estudios Críticos”.

La UNAM cuenta con ocho kilómetros de ciclopistas en Ciudad Universitaria, y en 2022 las bicicletas recorrieron, en conjunto, dos millones 65 mil 980 kilómetros, equivalentes a 52 vueltas a la Tierra y haber impedido la emisión de 620 toneladas de dióxido de carbono.

¡Celebramos a los egresados del Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta” y sus logros en literatura y escritura!

¿Cómo reprodujeron el mural de O’Gorman en la FIL Guadalajara?

En el 2004, Ricardo Alvarado Tapia y Ernesto Peñaloza Méndez, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, se dieron a la tarea de plasmar la imagen de la Biblioteca Central en fotografías.

El proceso no fue fácil, en ese entonces no había drones ni cámaras digitales de alta resolución. Sin embargo, lograron la hazaña y su trabajo quedó plasmado en un libro dedicado a la arquitectura y arte de este edificio.

Casi 20 años después, su trabajo se replicó en la Feria del Libro (FIL) de Guadalajara en el stand de la UNAM, que presentó una maqueta a escala de la obra de Juan O’Gorman.

La reproducción de la Biblioteca Central causó tal sensación, que la UNAM obtuvo el Premio Platino al mejor stand de la FIL Guadalajara 2022. Sin duda, quedará como referencia para las siguientes ediciones de la Feria.

No es la primera vez que la UNAM gana este galardón, ya lo había hecho varias veces: en 2013, 2016 y 2019. Sin embargo, en esta ocasión las personas se acercaban para admirar de cerca la majestuosidad de la obra ubicada en Ciudad Universitaria y tomarse fotos como si estuvieran en la Biblioteca Centra de Ciudad Universitaria.¿Cómo reprodujeron el mural de O'Gorman en la FIL Guadalajara?

El proceso de creación

Ernesto Peñalosz, fotógrafo de la Biblioteca, se enfrentó a varios retos para captar el edificio. En el 2004 apenas comenzaba la era digital y las cámaras no contaban con la resolución necesaria para plasmarla en el libro.

Para el trabajo utilizó dos cámaras de gran formato: una de ocho por diez pulgadas (con fotografías tamaño carta) y otra de cuatro por cinco pulgadas, que funcionaron muy bien para la tarea.

De hecho, el formato ocho por diez pulgadas es lo máximo que da una cámara analógica. Así, tomaron cada cara de la Biblioteca Central en varias sesiones y posteriormente las unieron.

Uno de los retos que encontró Peñaloza fue fotografiar la cara que da hacia la avenida Insurgentes porque le estorbaban las ramas de los árboles. Los expertos pidieron se podaran ciertas ramas que estorbaban su línea de visión. “Quizá les pareció un contrasentido, pero lo hicieron”.¿Cómo reprodujeron el mural de O'Gorman en la FIL Guadalajara?

Sin embargo, desde la posición del fotógrafo seguían estorbando algunas ramas. Así, Ernesto Peñaloza tomó la parte alta de la biblioteca desde una mejor posición, y después los fragmentos de la parte inferior del edificio.

La cara más difícil de fotografiar fue la que da hacia el norte porque es la que recibe menos sol durante el año. Por ejemplo, en el invierno tiene sombra y en verano sólo algunos días tiene la luz óptima para captarla en fotografía.

En verano, justo antes de la llegada de la lluvia, la calidad de la luz es extraordinaria. Por ello, las fotos se tomaron en esa época del año, sobre todo las de la cara norte. Algunas otras fotos se tomaron desde la azotea del edificio de Rectoría.

Otra dificultad fue la calidad de la luz para exteriores. De hecho, hay una serie de factores que permiten que el aire sea mucho más limpio y la luz sea óptima para la fotografía.

Ahora bien, en general, el mejor día para tomar las fotos es el domingo porque hay menos circulación vehicular. Por ello, la mayoría de las imágenes se tomaron ese día en diferentes momentos.

El fotógrafo se vio obligado a esperar varias horas para encontrar la mejor condición lumínica y realizar la toma. Así, tuvo que adaptarse a las condiciones climáticas. Al final se tomaron 20 fotografías.

En la siguiente etapa, Ricardo Alvarado se dio a la difícil tarea de digitalizarlas en alta resolución y unirlas.

Siempre se trabajó con parámetros de calidad muy altos. Recordemos que en aquel entonces los escáneres no tenían tanta resolución como los actuales, lo que representó otro gran reto que tuvieron que sortear.¿Cómo reprodujeron el mural de O'Gorman en la FIL Guadalajara?

Estas imágenes están disponibles en el archivo de fotografía del Instituto de Investigaciones Estéticas, de la UNAM, para investigadores y estudiantes (tanto internos como externos de la UNAM), y para el público en general.

 

UNAM anuncia la V edición de la Filuni

● Sociedad y tecnología, energía y medio ambiente, Salud y bienestar y Cultura serán los ejes temáticos de la Filuni 2023.
● Se convoca al gremio editorial universitario al reencuentro del libro para las y los universitarios, Filuni 2023.
● La próxima edición de la Filuni tendrá como invitada de honor a la Universidad de Texas en Austin.

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara) 2022 fue la plataforma ideal para anunciar la V Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni) 2023 de la UNAM, en donde un corpus de profesionales de la edición y la cultura encontrarán un reflector para sus propuestas, actividades y proyectos, tanto académicos, como comerciales, enfocados en la edición universitaria. En esencia, la Filuni es una celebración del conocimiento que reúne a estudiantes y docentes de educación media superior y superior, a profesionales especializados, así como al público en general, en torno a una oferta internacional de sellos editoriales universitarios y diversidad de actividades.

En su más reciente edición, la Filuni fue el escenario de más de 300 actividades artísticas, culturales y científicas que se desarrollaron a lo largo de seis días de feria, a la cual acudieron 35 mil asistentes. En la próxima edición, además de las actividades organizadas, diferentes países se reunirán a festejar y promover al libro universitario junto a un compendio de nuevas experiencias que vincularán a la comunidad editorial y la lectora.

Para 2023 se han definido los siguientes ejes temáticos: Sociedad y tecnología, Energía y medio ambiente, Salud y bienestar y Cultura. A partir de ellos, se desarrollará el grueso de las actividades de esta celebración. La invitada de honor será la Universidad de Texas en Austin, cuyas propuestas enriquecerán el intercambio, el descubrimiento, además de la perspectiva cultural de lectoras y lectores.

La Universidad de Texas en Austin (UT), fundada en 1883, es considerada una de las 40 mejores instituciones educativas en el mundo. Situada en la capital cultural de Texas, funge como un semillero donde explorar innumerables oportunidades para los artistas, científicos, atletas, médicos, empresarios e ingenieros del mañana, apoya a unos 52 000 estudiantes y 3000 docentes, oferta 156 programas de licenciatura y 237 de posgrado.

Del 29 de agosto al 3 de septiembre de 2023, en el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM, la Filuni recibirá a su público, que contempla población universitaria, público en general y profesionales del gremio editorial, quienes tendrán la oportunidad de descubrir novedades y propuestas de múltiples universidades nacionales e internacionales. Cabe mencionar que en la edición del 2022 acudieron 352 sellos editoriales representados por 90 expositores.

El anuncio de la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios 2023 fue presidido este lunes 28 de noviembre de 2022 por Rosa Beltrán, Coordinadora de Difusión Cultural y Socorro Venegas, Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial en el estand de Libros UNAM en la FIL Guadalajara 2022, que este año ha lucido una réplica a escala de los murales de la Biblioteca Central, con motivo de la conmemoración de los cien años del muralismo en México. Rosa Beltrán y Socorro Venegas, ambas escritoras, editoras y entusiastas del mundo editorial, invitaron a los representantes de los sellos editoriales universitarios a sumarse a la quinta edición de la Filuni, no solo para compartir y acercar sus acervos al público de esta innovadora Feria que se lleva a cabo en la UNAM, también para registrar propuestas de actividades académicas y culturales que conformarán el programa general de esta fiesta del conocimiento.

Para los interesados en participar como expositores y profesionales, pueden ingresar a la página electrónica www.filuni.unam.mx, en donde podrán encontrar las bases y fechas para ser parte de la V Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios.

Sigue las redes sociales de Libros UNAM para mantenerte al tanto de todas las actividades que tenemos en puerta. No olvides asomarte al programa de la UNAM para esta conocer las actividades de la UNAM en la FIL Guadalajara en el siguiente enlace: www.libros.unam.mx/ProgramaUNAMenFIL-Guadalajara-2022.pdf

Pinocchio y Del Toro, en la UNAM

  • Se proyectará en la Sala Julio Bracho del CCU y el Cinematógrafo del Chopo a partir del 30 de noviembre
  • Con funciones dobladas al español y en su versión original en inglés con subtítulos en español

Continuando con la celebración por el Doctorado Honoris causa otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México al cineasta, escritor y productor mexicano Guillermo del Toro, la Filmoteca de la UNAM exhibirá en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario y en el Cinematógrafo del Chopo su más reciente película, Pinocho (Estados Unidos, 2022), a partir del 30 de noviembre.

Pinocho se exhibirá en la versión doblada al español en algunas funciones de los sábados y domingos y también se presentará en su versión original en inglés con subtítulos en español. Para conocer los horarios y fechas puede consultar la programación en: https://www.filmoteca.unam.mx/exhibiciones/pinocho-de-guillermo-del-toro-guillermo-del-toro-s-pinocchio/

El filme, tendrá varias fechas y horarios de presentación en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario: 30 de noviembre, jueves 1, viernes 2, sábado 3, domingo 4, miércoles 7, jueves 8, viernes 9, sábado 10 y domingo 11 de diciembre.  

También tendrá funciones en el Museo Universitario del Chopo el martes 29 y miércoles 30 de noviembre. En diciembre estará disponible el jueves 1, viernes 2, sábado 3, domingo 4, martes 6, miércoles 7, jueves 8, viernes 9, sábado 10, domingo 11, martes 13, miércoles 14, jueves 15, viernes 16 y sábado 17.

Además, habrá una función gratuita al aire libre en el Foro Alicia Urreta de Casa del Lago, el sábado 3 de diciembre a las 18:30 horas, con cupo limitado.

Pinocchio se exhibirá en diferentes horarios, tanto subtitulada como doblada al español. Además, tendrá descuentos para la comunidad UNAM y adultos mayores.

Los boletos pueden adquirirse en boletoscultura.unam.mx/?category=41

Para mayor información visitar:

www.filmoteca.unam.mx/programacion/

Pinocho/Pinocchio(EUA, 2022)

Dirección: Guillermo del Toro y Mark Gustafson

Guion: Guillermo del Toro, Patrick McHale, basado en el cuento y los personajes creados por Carlo Collodi

Fotografía: Frank Passingham (fotografía), Dan Ramsay, Anthony Elworthy y Chuck Duke (jefes de animación stop motion)

Edición: Holly Klein y Ken Schretzmann

Música: Alexandre Desplat

Compañía productora: Netflix Animation, Necropia Entertainment, Pathé, Double Dare You (DDY), entre otras

Producción: Guillermo del Toro, Lisa Henson, Gary Ungar, Alexander Bulkley y Corey Campodonico

Reparto: Gregory Mann, Ewan Mcgregor, David Bradley, Tilda Swinton, Finn Wolfhard, Cate Blanchett, Ron Perlman, Christoph Waltz, John Turturro, Burn Gorman, Tim Black Nelson.

Sinopsis: El cineasta ganador del Óscar Guillermo del Toro y la galardonada leyenda de la animación cuadro por cuadro Mark Gustafson reinventan el cuento clásico del mítico niño de madera de Carlo Collodi con una fabulosa obra maestra que lleva a Pinocho a una aventura mágica que trasciende mundos y revela el poder vivificante del amor.

Para viajeros improbables, que viajan con la imaginación

  • Cerremos el año con una aventura literaria; seamos viajeros y viajeras improbables.
  • Conoce una de las más recientes novedades de la colección Hilo de Aracne: de la autoría de Cecilia Eudave y con un microcómic de John Marceline.

Para la FIL Guadalajara 2022 Libros UNAM ha programado eventos que se desprenden de su colección especial para jóvenes: Hilo de Aracne. En esta ocasión el volumen de Cecilia Eudave: Para viajeros improbables (versión reloaded).

Hilo de Aracne está en camino a posicionarse como un imprescindible de las bibliotecas personales, digitales o físicas, por lo que seguirá reuniendo a las autoras y los autores más brillantes de esta época.

Con apenas dos años, es difícil hablar de una colección de literatura infantil y juvenil que se le compare en México. Acoger a viajeros y viajeras improbables, perdernos en las dimensiones del tiempo y el espacio, desdibujar la línea –y convertirla en un vínculo– entre la literatura y la ciencia, descubrir nuevas voces humanas y no humanas, aprender las posturas del arte de esquivar zombis y convertirnos en sobrevivientes para recopilar algunas famosas últimas palabras son tan sólo una muestra de las fascinantes experiencias que podemos encontrar al abrir cualquiera de los títulos de esta propuesta editorial.

Este título de Hilo de Aracne fue creado por la investigadora, profesora y doctora en lenguas romances Cecilia Eudave. Ella ha colaborado con diferentes revistas y suplementos culturales a nivel nacional e internacional, es reconocida como una de las voceras de la literatura fantástica contemporánea y se le considera referente en España y México de esta vertiente literaria.

Con Bestia vida ganó el premio de novela Juan García Ponce; mientras que con Técnicamente humanos y otras historias extraviadas, Mención Honorífica en los 13th Annual International Book Awards en la categoría de Mejor libro de cuentos. Además, destacan sus publicaciones, dirigidas tanto al público infantil y juvenil, como al público en general, traducidas al coreano, inglés, chino, portugués, checo, italiano y japonés.

Como toda viajera o todo viajero improbable, en alguna bucket list necesitamos tener apuntados los lugares que deseamos conocer. Por ello, la primera parte del volumen está dedicada a los “Países que debo visitar algún día”, una serie de microcuentos que hacen gala de la perspicacia y la maestría literaria de su autora.

Eudave nos traslada a naciones que no necesariamente se habitan en un espacio geográfico o visible: desde un reino en la palma de una mano; un país a donde va lo extraviado; una nación que fue apostada y perdida en un juego; hasta el país de los enigmas, que puede estar o no, pero su existencia, como estas palabras que dejamos atrás, es imposible de negar —¿o sí?—. Lo más sorprendente: cada sitio es tan familiar que nadie podría asegurar no haberlo visitado o incluso habitado.

Un compendio de historias “no oficiales” de los más conocidos seres mitológicos conforma la segunda parte de este libro: “Sirenas de mercurio”. El mundo de los mitos tiene aristas infinitas, como un laberinto en el que cabe todo escondido en diferentes cámaras. Eudave encuentra en este laberinto seres cuya existencia quedó relegada a las bocas de los muertos o estropeada para siempre en algún siniestro de la Edad Media. Estos personajes increíbles nos engañan, parecen vivir en el mundo de la fantasía, hasta que, luego de un par de golpes de mirada, nos enteramos de que están aquí a nuestro lado. De repente, entendemos que nadie podría siquiera cuestionar que hemos existido, pues en el futuro, cuando desaparezcamos, seremos como los cíclopes, los astomos o Medusa, el residuo de algún recuerdo.

Terminamos con una sección fascinante que comparten Frankenstein, vampiros, animales desaparecidos y otros personajes realmente insólitos, pero que en esta recopilación nos parecerán de lo más común. “Los desencajados” funciona como una especie de homenaje a ellos; además, la profundidad de algunos relatos puede petrificarnos por su ingenio y su humor negro, ácido e hilarante. Entre momias y caníbales, por ejemplo, siempre podremos reconocer un poco de nosotros mismos o nosotras mismas. Aquí también la escritora nos comparte una cura para los hombres lobo, y un extracto desconocido del Génesis, donde nos enteramos de la terrible tragedia, ocurrida en medio del diluvio, por la cual los animales con la letra Ñ son tan escasos.

No podemos dejar de mencionar las ilustraciones, elaboradas por John Marceline. Aunque al principio la artista interviene pocas veces con sus creaciones y fotografías, que representan distintos tipos de suelo, al final despliega la belleza de sus composiciones con un cómic basado en el imaginario de Eudave y los personajes que aparecen a lo largo del libro.

La UNAM trae de regreso la “Biblioteca del Chapulín”

  • La UNAM vuelve a publicar la emblemática colección de literatura infantil de mediados del siglo XX.
  • Conoceremos los libros que leían nuestras abuelas y abuelos en su infancia.

En la FIL Guadalajara 2022, las infancias tienen un lugar destacado, pues son las nuevas generaciones lectoras. Para ellas la UNAM trae este 2022 tres volúmenes de la Biblioteca de Chapulín.

La colección, conformada por 16 relatos, fue originalmente editada por la Secretaría de Educación Pública a lo largo de la década de los 40, con una reedición de Conaculta a inicios de los 90, así como posteriores publicaciones de títulos aislados en 1997 como parte de la colección Libros del Rincón.

A casi tres décadas de no contar con estos valiosos materiales, la UNAM revive en el siglo XXI la emblemática colección biblioteca de Chapulín, una bella edición facsimilar autorizada por la Secretaría de Cultura.

En su origen, gracias a la visión del poeta y editor tlaxcalteca Miguel N. Lira, en esta propuesta editorial confluyeron obras creadas con plumas y pinceles de autores, adaptadores, traductores e ilustradores —hombres y mujeres— que alentaban la sensibilidad estética de pequeñas y pequeños, a través de contenidos literarios de carácter universal y libre. El compromiso con la población infante era firme y activo, más que ideológico, por lo que figuran escritores, escritoras y temáticas correspondientes a distintas épocas, orígenes y miradas. Quienes ilustraron los libros, pintores, escenógrafos, dibujantes, grabadores y muralistas (también hombres y mujeres), ofrecieron una alternativa íntima y digna a las siguientes generaciones con miras a difundir el arte en la esfera pública.

De acuerdo con Sarah Corona Berkin y Arnulfo de Santiago Gómez, después de la antología Lecturas clásicas para niños, dirigida por José Vasconcelos y publicada entre 1924 y 1925, el segundo proyecto editorial más importante que la SEP destinó a la niñez mexicana fue la colección Biblioteca de Chapulín.

Entre los artistas que se comprometieron con extender la belleza de su plástica al público infantil, se hallaron Angelina Beloff, quien realizó las adaptaciones del ruso al español de dos títulos, las ilustraciones de tres de las obras, además de colaborar en el planteamiento escenográfico del teatro de marionetas; José Chávez Morado, autor de las imágenes de tres obras, y Jesús Escobedo, invitado especial de Gabriel Fernández Ledesma. Otros nombres que forman parte de este valioso proyecto editorial son: Juan R. Campuzano, Manuel Ángel Bayardi, Alfredo Cardona Peña, Julio Prieto, Dagoberto Dinori, Salvador Bartolozzi, Magda Donato y Antoniorrobles.

La Biblioteca de Chapulín está integrada por cuentos breves en prosa o verso siempre acompañados por ilustraciones. En la Biblioteca Nacional de México se encuentra la primera impresión de 12 de los 16 títulos, que ahora podrán ser disfrutados de nueva cuenta. Por el momento, están a nuestro alcance La máscara que hablaba, autoría de Alfredo Cardona Peña e ilustraciones de Jesús Escobedo; El niño de mazapán y la mariposa de cristal, de Magda Donato, con ilustraciones de José Chávez Morado, y El caballito jorobado, de Piotr Pavlovich Yerchoff, que fue traducido al español por Germán Cueto y Angelina Beloff, quien también fungió como ilustradora.

En esta terna, tenemos la posibilidad de descubrir las historias del Rey Sol, cuya ambición lo meterá en serios problemas al querer poseer una máscara parlante e indiscreta; de la solitaria dueña de la dulcería El Bombón de Oro y su predicamento después de seguir una receta de mazapán que le recomendó una mariposa mágica, y de Vanka, quien, luego de encontrarse con una yegua dorada, recibe como regalo un caballo del que no puede deshacerse, así le ofrezcan todo el dinero del mundo.

Muralistas que pintaron para niñas y niños

Angelina Beloff fue una artista de origen ruso que desarrolló gran parte de su obra en México, incursionando en óleo, acuarela, grabado, fotografía, artes gráficas, títeres, entre otros materiales y formatos. Mantenía vínculos estrechos con artistas de la época, como David Alfaro Siqueiros, Adolfo Best Maugard, Ángel Zárraga, Roberto Montenegro y Diego Rivera, con quienes compartía proyectos sociales, políticos y culturales que más tarde sumarían a la causa de la Revolución. A mediados de la década de 1940, realizó Escenas de circo, mural localizado en el Hospital Infantil. También, a pedido personal de la familia González Gallo, pintó un mural en Guadalajara con imágenes inspiradas en los cuentos de Miguel N. Lira.

Las ilustraciones para El caballito jorobado no fueron las únicas que hizo Beloff para la colección Biblioteca de Chapulín, también ilustró El zar Saltán de Alexandr Pushkin, así como Canción para dormir a Pastillita de Miguel N. Lira. En el caso de los primeros dos libros, se nota una unidad cromática y estilística en las ilustraciones, que remiten visualmente a sus referentes inspirados en el folclor ruso.

José Chávez Morado, de Silao, Guanajuato, y exponente de corriente nacionalista de la tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, fue uno de los artistas plásticos más reconocidos de México en el siglo XX. Su obra abarca una cantidad interminable de libretas con bocetos, caricaturas y grabados varios. Es muy importante también su trayectoria en el muralismo; contamos, por ejemplo, los murales de la Alhóndiga de Granaditas (Guanajuato) y la antigua Torre de Ciencias de Ciudad Universitaria (Ciudad de México), así como los relieves y la obra mural Pluralismo político en la fachada del Palacio Legislativo de San Lázaro y la columna-paraguas del Museo Nacional de Antropología (México).

Chávez Morado también firmó sus obras como Juan Brochas o Con; a los 16 años partió rumbo a Estados Unidos y Canadá, viviendo otra suerte de exilio muy distinta a la experiencia de Magda Donato, fue pescador, jornalero y bracero, e incursionó en el mundo plástico al tomar clases de dibujo en la Chouinard School of Arts (Los Ángeles California), en la que trabajó como conserje, en ese tiempo comenzó a interesarse por las artes para nunca alejarse de ellas. Fue uno de los migrantes repatriados entre 1930 y 1933 del país vecino debido a la Gran Depresión; tras su regreso a México se dedicó a la caricatura, pintura y escultura. Sobresalió por su discurso nacionalista y sus claras opiniones políticas.

Jesús Escobedo nació en Dos Estrellas, Michoacán. A los diez años se inició como dibujante y grabador en la Escuela de Pintura al Aire Libre Santiago Rebull, que dirigía Gabriel Fernández Ledesma. Entre 1937 y 1943 trabajó como dibujante en el Departamento de Publicidad de la Secretaría de Educación Pública y fundó, junto con artistas del grabado, una organización independiente: El Taller de la Gráfica Popular. Fue acreedor de la Beca Guggenheim en 1945. En 1952 realizó el mural alusivo a los cien años del estado de Guerrero, mismo que se encuentra en el Museo Regional de Chilpancingo.

Esta publicación es un trabajo conjunto entre la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial y el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, con la valiosa participación de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO)

Un documento sobre estar vivos y lo que de verdad importa

  • Libros UNAM publica el cuarto número de la colección Crónica.
  • Una obra que reúne a 24 escritoras y escritores de Iberoamérica.
  • Crónica núm. 4: sobre las problemáticas del final de la década de 2010 y su remate con la pandemia.
  • 14 mujeres y 10 hombres de Iberoamérica exponen el panorama del último lustro desde sus trincheras.

Con lágrimas en los ojos y la mandíbula apretada, como se hacen las cosas importantes, se hizo también este libro.

María Fernanda Ampuero

Los 23 textos que conforman el cuarto volumen de la colección Crónica, prologado y compilado por la escritora ecuatoriana María Fernanda Ampuero, desentrañan múltiples entornos. Presentado en el marco de la FIL Guadalajara 2022 “éste es un libro agónico. Se gestó en el primer año de la peste, el año desesperado”, afirma Ampuero para hacer alusión al 2020, cuando la pandemia alcanzó su punto más crítico y, no obstante, inició el proceso de compilación.

“Con lágrimas en los ojos y la mandíbula apretada, como se hacen las cosas importantes, se hizo también este libro”, añade. Se trata, sin embargo, de una obra extraordinaria, “un documento sobre estar vivos y lo que eso significa, sobre gente ordinaria dedicada a obrar milagros, sobre seres bondadosos caminando entre perfidias, […] sobre lo que de verdad es importante”.

Catorce mujeres y 10 hombres hispanohablantes escribieron lo que en este punto parece el antídoto, la vacuna o la palabra de salvación para las secuelas emocionales que convulsionan al mundo, por lo cual, cada texto que comienza nos transporta a una latitud distinta, aunque no parecen tan diferentes entre ellas, gracias a la sensibilidad de su compiladora, ya que reconoció en estas voces el retrato de nuestra época y, quizás, procura la esperanza de las siguientes.

Política, diversidad, violencias, migración, amenazas del cambio climático, discriminación y demás problemáticas no han podido encontrar mejor medio que la crónica para extenderse sensiblemente entre el público lector y convertirse en un periodismo vivencial. Estás crónicas que, desde el dolor, han marcado el último lustro, constituyen la aguda mirada de varios autores iberoamericanos y varias autoras iberoamericanas, que probablemente se retomará en algún libro futuro de historia, cuando se hable de los finales de la década de 2010, “coronada”, por supuesto, por la enfermedad de la COVID-19.

Crónica, número 4, abre con una propuesta del español Agus Morales donde se habla de profesionales de la medicina y la enfermería, de “las manos que arrancan el virus de los enfermos” y de “manos con miedo a tocar a sus seres queridos”. Prosigue con “Lo que pasa en Alaska no se queda en Alaska”, del también español Alberto Arce, quien advierte, a través de un engranaje de voces espectantes y dolientes, que en la Tierra “nos estamos cociendo a fuego lento” y alerta sobre la velocidad vertiginosa a la que el planeta se calienta: “el Ártico, su escaso y derretido futuro, nos afecta a todos”.

“Desapareció en México, sólo se hallaron sus restos”, del venezolano Albinson Linares, es un homenaje a la doctora María Elizabeth Montaño Fernández, considerada “embajadora de los temas de inclusión y educación médica, por su trabajo en la Coordinación de Educación en Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social” y quien “desapareció entre sombras en la Ciudad de México”. Su muerte conmocionó a la población trans de la república mexicana, “que, después de Brasil, es el país latinoamericano con los peores índices de violencia hacia personas gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros o queer, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, y donde la esperanza de vida para este sector de la ciudadanía era de 35 años de edad en 2015.

En el cuarto texto de este compendio, la chilena Alejandra Costamagna nos ofrece flashazos sobre lo que significó el triunfo del “Apruebo” en el plebiscito para una nueva constitución en Chile, que se regía desde 1980 por la que fuera escrita durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet. En cambio, con el relato “Sado Gay. Sufrir por amor”, el escritor argentino Enzo Maqueira nos conduce a un bar sadomasoquista para gays en Buenos Aires donde “no se violenta la voluntad de nadie”.

Encontraremos también el texto del maestro mixe Mito Reyes, investigador, ensayista y maestro en literatura mexicana por la Universidad de Guadalajara. “Zaparrisas” nos habla desde el marco del Festival CompArte por la Humanidad 2017, y retrata el entusiasmo de los jóvenes por construir un mundo diferente, en un homenaje al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ocurrido hacía 23 años al momento de esta crónica. El festejo, la protesta, la lucha y el optimismo, junto con la admiración por la fuerza de quienes mantienen viva la llama de la justicia, son el corazón de este texto.

Más adelante, en “Los jornaleros forenses: crónica de un nuevo oficio en un país de fosas”, Paula Mónaco Felipe y Wendy Selene Pérez describen y dan voz a “desenterradores” y “buscamuertos”; nos recuerdan que “las entrañas de México esconden cuerpos”, que eso continúa y ocurre en una democracia. Nos hablan de cómo Gonzalo, “el campesino que no sabe leer ni escribir, en pocos años hizo de sí mismo una mezcla de antropólogo con perito forense, de arqueólogo con jornalero. Se hizo desenterrador, un nuevo oficio que muestra el desgarro de un país con más de 40 mil desparecidos y 240 mil asesinatos en 12 años”.

La antología cierra con la reflexión autobiográfica de la mexicana Yásnaya Elena Aguilar Gil, escritora, lingüista, traductora, investigadora y activista ayuujk (mixe) que trabaja en el estudio y difusión de la diversidad lingüística, así como de lenguas originarias en riesgo de extinción. Con su texto “Leer”, describe la manera en que llegó a su comunidad, en la Sierra Norte de Oaxaca, la alfabetización: “de la mano de un proceso castellanizador belicoso, que amedrentaba. […] La enseñanza de la lectura estaba fuertemente relacionada con el objetivo de desaparecer nuestras lenguas”. Consigna la contradicción que subyace en sus actos de lectura, donde percibe la evidencia del triunfo de una imposición: “la lectura, siempre en castellano, se convertía […] en la negación de una posibilidad impensable entonces: leer en mixe, nuestra lengua materna”.

En síntesis, en el volumen encontramos textos y semblanzas de Yásnaya Elena Aguilar Gil, Wendy Selene Pérez, Mito Reyes y Ketzalli Rosas, de México; Alberto Arce, Marta Arias, Mikel Ayestarán, Maribel Izcue, Pablo de Liano, Agus Morales y Mónica G. Prieto, de España; Leo Felipe Campos y Albinson Linares, de Venezuela; Rosa Chávez Yacila y Joseph Zárate, de Perú; Soraya Constante, Sabrina Duque, Santiago Rosero y María Fernanda Ampuero —la compiladora—, de Ecuador; Alejandra Costamagna, de Chile; Flavia Fiorio, Leila Guerriero, Enzo Maqueira y Paula Mónaco Felipe,de Argentina, y Melisa Rabanales, de Guatemala.

La colección de Crónica, editada por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM,inició en 2016.

Encuentra esta novedad editorial en la tienda electrónica www.libros.unam.mx, en la red de librerías de la UNAM.

La lectura debe dejar de ser un privilegio

La sociedad lectora necesita ser la promotora de los libros entre quienes no tienen acceso a ellos, llaman Alberto Manguel e Irene Vallejo durante la entrega de la Medalla Carlos Fuentes

Más que la organización de eventos masivos de promoción de la lectura como es la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a donde concurren las personas que ya tienen acceso a los libros, los lectores deberían llevar los libros a las personas que no  disponen de ellos, pues aún en estos tiempos parecen ser un privilegio. Sobre esta idea insistió el escritor argentino Alberto Manguel durante la inauguración del Salón Literario de la edición 36 de la FIL Guadalajara, donde recibió la Medalla Carlos Fuentes junto con la escritora española Irene Vallejo.

“El gran desafío, y disculpen que lo diga así en público, no es decirle a Irene Vallejo que el libro es maravilloso y qué lindo es leer y qué divertido, y qué es lo que se pierden los que no leen; no, el verdadero desafío es ir a los que no son lectores todavía. Todos tenemos la capacidad de ser lectores, pero muchos somos privilegiados”.

Por ejemplo, recordó que en Colombia al gobierno se le ocurrió hace unos quince años que, al momento de edificar viviendas económicas, además de acondicionarlas con cocina, recámara y baño, les construyeran una pequeña biblioteca donde colocaron unos pocos libros. La medida, dijo, permite que para la persona que ingresa a la casa “la biblioteca se convierta en un espacio común como la cocina, como el inodoro, no como una cosa extraordinaria que viene de fuera. Creo que tenemos que hacer un gran esfuerzo para no contentarnos desde este sillón y decir qué linda es la lectura, sino salir a ver a quién no lee y ver cómo podemos hacer para que ellos sean lectores”.

Vallejo recordó que desde el comienzo de su historia el libro fue un objeto que sólo se permitían poseer los privilegiados en las escuelas sacerdotales, con los reyes y los aristócratas, toda vez que este transporta el conocimiento y hace más sabios a quienes los leen.

“En sus primeros momentos, quienes disfrutaban de los libros se aseguraban de dejar fuera a las personas, a la mayoría de la sociedad, y custodiaron celosamente a ese tesoro de palabras. Fueron necesarios siglos y siglos de esfuerzo para que los libros se vayan expandiendo, para que fueran recibiendo a las personas que quedaron excluidas, y ese ha sido un gran logro colectivo”.

Vallejo se congratuló de ser parte de la FIL por vez primera en su vida, gusto que, dijo, era mayor por hacerlo al lado de su gran maestro, Alberto Manguel, de quien supo después de que un amigo suyo le regalara un tomo de su libro Una historia de la lectura, y le anticipó que ese libro cambiaría su vida.

“Fue así realmente, porque yo descubrí que existía esa fascinante historia de la lectura; que no siempre se leyó de la misma forma; que el acceso a los libros no fue como yo tuve el privilegio de conocer, de manera inmediata, fácil; que los libros no son ese objeto que damos por sentado, sino que tuvieron detrás peripecias, aventuras, esfuerzos, logros, riesgos, búsqueda y todo eso llegó a mí a través de ese maravilloso libro”, expresó la autora española.

Rosa Beltrán fue la encargada de dirigir la charla entre Vallejo y Manguel, a quienes, entre otras cuestiones, preguntó si también leían autoras contemporáneas. Vallejo recordó que se percató de que la biblioteca de su familia era habitada solo por autores varones y que no fue sino hasta que leyó El diario de Ana Frank, cuando vio la importancia de explorar los mundos literarios y ensayísticos de las mujeres.

“Existe un poco la idea de que los libros escritos por mujeres tienen como objetivo un público de mujeres, mientras que lo que escriben los hombres es universal. Pero esa universalidad se rebaja a sí misma si no incluye a más de la mitad de la humanidad”, dijo Vallejo, mientras que Manguel, en cambio, respondió con un rotundo “No” a la misma pregunta. “Yo leo literatura, a mí no me interesa ni la nacionalidad ni el sexo del autor (…). No quiero juzgar un libro porque el autor sufrió en su infancia y tuvo problemas, eso no tiene que ver con la obra, claro, hablo de una lectura ideal y no es posible, pero me esfuerzo, en no pensar en si el autor es hombre, mujer, trans, gay o lo que sea”.

Silvia Lemus, quien fue esposa de Carlos Fuentes, se encargó de entregar a ambos autores las medallas de este año.

“Clara como un fantasma”, comienza a desaparecer a los 17

Una novela sobre desapariciones acude a la FIL Guadalajara.
Su autor, Alejandro von Düben, es el ganador de la tercera edición del Premio de Novela Juvenil Universo de Letras 2022.

Llega a la FIL Guadalajara 2022 Clara como un fantasma, de Alejandro von Düben, ganadora del Premio de Novela Juvenil Universo de Letras 2022, que fue convocado por la Dirección de Literatura, a través del Sistema Universitario de Lectura Universo de Letras, y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM.

Clara como un fantasma es una obra que trata sobre desaparecer. Clara es una joven que cumple 17 años al momento de iniciar la historia. Para su sorpresa, su figura en el espejo se vuelve difusa y ella no es capaz de reconocerse; con el tiempo empieza a perder su imagen, el tacto y el olor. Pronto se dará cuenta de que no sólo ella está desapareciendo, pues a su alrededor muchas personas que se le semejan se desvanecen poco a poco o de la noche a la mañana.

En esta novela hay dos Claras; una de ellas, la protagonista, presencia la desaparición forzada de la otra, una desconocida que a partir de allí se vuelve muy familiar. La primera Clara, quien en un principio vive con su madre, su hermano y su gato, se enfrenta a una transformación compleja que la obliga a cambiar de perspectiva. Mientras su cuerpo desaparece, su espíritu queda expuesto; el alma abierta descubre una manera de comunicarse con la de Lucía (su madre), Luz (su hermana) o la otra Clara —no pasa desapercibido que los nombres hacen alusión a la visibilidad—. Clara comienza su metamorfosis hacia una nueva ella, que, al igual que algunas mariposas, “En lugar de cuerpo, parece que [tiene] el alma por fuera”.

Esta novela con tintes humorísticos y del género del horror, ambientada en un escenario cotidiano del México actual, da cuenta del talento de Von Düben para manejar la trama y utilizar de la mejor forma los elementos que crean una alegoría sobre pesadumbres sociales y personales con las que nos identificaremos y conmoveremos profundamente.

En esta tercera edición del Premio, el jurado calificador estuvo integrado por Clara Obligado, Julián Herbert y Fanuel Hanán Díaz, quienes afirmaron que, “por su originalidad, valentía, capacidad de metaforizar acerca de situaciones sociales y por lograr representarlas de manera efectiva”, von Düben merece el galardón.

Alejandro von Düben (1988) es licenciado en letras hispánicas por la Universidad Autónoma de Guadalajara. Fue ganador de los Juegos Florales de Zapotlán El Grande 2014, el Premio Nacional de Poesía Francisco González León 2015 y el Certamen Internacional de Poesía Infantil 2017 (Fondo Editorial Estado de México, FOEM). Ha publicado Dar a luz (Serpiente de papel, 2017), Los poemas de la noche insomne (Puertabiertaeditores, 2017), 20 poemas para construir una casa (FOEM, 2018) y Palabras como de otro mundo (Secretaría de Cultura, 2022).

Clara como un fantasma es una de las novedades más recientes de Hilo de Aracne. Esta colección de Libros UNAM se enfoca en el público juvenil y cuenta con un catálogo de escritoras y escritores de la talla de Antonio Malpica, Cecilia Eudave, Alberto Chimal, Raquel Castro, M. B. Brozon, Martha Riva Palacio, entre otras figuras de la literatura contemporánea en cuyas plumas descansa la certeza de que esta propuesta será referente mundial por su calidad.

Cabe mencionar que cada uno de los títulos de Hilo de Aracne ha sido enriquecido con el trabajo de ilustradoras e ilustradores, genias y genios de las artes plásticas como Pamela Medina, Joan X. Vázquez, Sólin Sekkur, Gala Navarro y John Marceline. Clara como un fantasma cuenta con el talento creativo Diego Álvarez.

Adquiere este ejemplar para descubrir el misterio de su historia, encuéntralo en el estand de la UNAM dentro de la FIL, o búscalo en libros.unam.mx o la red de librerías de la UNAM.

Los murales de San Ildefonso, 100 años después

El espíritu del 22 nos lleva a través de cien años de historia y arte en San Ildefonso.
Una obra que revela el vínculo directo de la UNAM con el muralismo mexicano.

San Ildefonso y la UNAM llegan a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara) 2022 para exponer un legado sobresaliente en el panorama cultural, político y social de la Ciudad de México que imprimió una huella artística mexicana en todo el mundo: el muralismo.

La Universidad Nacional Autónoma de México es un parteaguas en la historia de país: nuestra alma mater ha sido constante testigo y cómplice de las transformaciones de la nación y del mundo. Ha estado presente en sucesos importantísimos de índole histórica, artística y cultural; no hablemos de los magnos eventos deportivos, ni de las posturas, movimientos y acciones producto del pensamiento álgido y vibrante de sus estudiantes, ni de los políticos, arquitectos, artistas, filósofos, investigadores —hombres y mujeres— que ha formado. Sinnúmero de ideologías continúan teniendo relevancia en nuestro cotidiano, tan cercanas, palpables y admirables.

En esta FIL Guadalajara 2022 se presentó El espíritu del 22. Un siglo de muralismo en San Ildefonso, libro publicado por la UNAM y que da cuenta de la estrecha relación que tuvo la entonces Universidad Nacional de México con el surgimiento de uno de los movimientos artísticos más importantes aquí y en el extranjero, el muralismo mexicano, con los exponentes que a lo largo y ancho del planeta fueron reconocidos por sus obras: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, también llamados “Los tres grandes”.

Sin embargo, el nacimiento de este muralismo puede remontarse a 1922 en el Colegio de San Ildefonso, cuando José Vasconcelos encomendó La creación a Diego Rivera en el anfiteatro. Por lo tanto, así como la UNAM, el muralismo nació dentro del antiguo Colegio, acontecimiento del cual se celebran cien años en este 2022. En el Colegio de San Ildefonso encontramos las huellas de Diego Rivera, Fernando Leal, Jean Charlot, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Emilio García Cahêro, Carlos Mérida, Xavier Guerrero, Amado de la Cueva y Máximo Pacheco, quienes sentaron las bases para este fenómeno.

El muralismo se considera, junto con los corridos, la novela de la revolución y el teatro de revista, un relevante precursor y testimonio del movimiento revolucionario de la segunda década del siglo XX, por lo que se convirtió en un importante elemento de la identidad nacional. A causa de esto, se tomó el espíritu del 22 como emblema, recuerdo e impulso para continuar creando y significando a través del compromiso con el arte y la sensibilidad social.

En el siglo XX el muralismo fungió como un movimiento social, una dignificación del pueblo: el arte se alejó de la clase aristocrática, de los caballetes y palacios, y se mudó a las instancias públicas, donde sus formas y colores pudieron manifestar a toda la población el mensaje, la experiencia sensorial de la belleza plástica o, al menos, un golpe de ojo que, por su poder, quedara en el subconsciente. De este modo, se logró hacer partícipe y cómplice a cualquier persona que anhelara ser considerada y dignificada; una especie de promesa para saldar una deuda histórica. Así, el muralismo se transformó en espíritu, en concepción y misión de la Universidad Autónoma de México.

Cabe mencionar que la publicación de El espíritu del 22se complementa y acompaña con una exposición organizada en el antiguo Colegio de San Ildefonso. El corpus teórico es tan rico que fue necesario conjuntar la experiencia de la lectura y el conocimiento con los testigos infalibles y vivos de esta manifestación social, artística y cultural tan copiosa.

Ambos, la planeación de la muestra y el libro, se han dividido en sectores curatoriales. Entre las personas responsables, se encuentra Carla Zurián, investigadora y curadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien nos plantea los antecedentes del muralismo, cómo José Vasconcelos retomó esta idea anteriormente encomendada al Dr. Atl y Saturnino Herrán, aunque vale la pena recordar a José Guadalupe Posada, uno de los creadores de esta estética mexicana iniciada quizás entre 1900 y 1920.

Eduardo Vázquez Martín aborda la rebelión en las artes y su relación con Vasconcelos, la conclusión del positivismo y la construcción de un nacionalismo, sin presentarnos un antecedente enfocado en las relaciones entre artistas y el Colegio de San Ildefonso. “El espíritu del 22 es la efervescencia creativa que se respiraba en este Colegio y que arroja como resultado los murales que hoy podemos observar.”

Por su parte, Dina Comisarenco ha dedicado años de profundos estudios para develar, recordar y reconocer a las mujeres muralistas que estuvieron involucradas en la misión de revestir México con murales y que resultan de un movimiento artístico feminista de finales del siglo XIX. Las mujeres en los andamios fueron tan importantes para el movimiento como lo es reconocerlas en la actualidad. En el capítulo que ella nos ofrece, se habla de Nahui Olin, Tina Modotti, Frida Kahlo, Rosario Cabrera, Anita Brenner, Guadalupe Marín, Graciela Amador, Concha Michel, Frances Toor, Aurora Reyes, Carmen Foncerrada e Isabel Villaseñor.

También destaca el capítulo de Sandra Zetina Ocaña, quien nos cuenta el proceso creativo de La creación, de Diego Rivera; los antecedentes de la vida artística hasta ese momento de Rivera, y la conversación con Vasconcelos para elaborar la pieza que inauguraría la época del muralismo mexicano.

Laura Emilia Pacheco nos presenta la obra de Fernando Leal, Los danzantes de Chalma, que fue pintado en los muros de San Ildefonso y responde a cualidades estéticas e históricas asombrosas; un fragmento de esta pieza fue retomado como elemento gráfico para la portada del libro. En cambio, Tatiana Flores se acerca a Jean Charlot y La Masacre en el Templo Mayor, inspirada en las crónicas de fray Diego Durán. Charlot fue asistente de Diego Rivera en La creación y finalmente consiguió que Vasconcelos le cediera un muro para una obra propia.

Alberto Híjar Serrano aborda la Alegoría de la Virgen de Guadalupe, un mural piramidal que representa el mestizaje y las regiones de México; Fermín Revueltas es el autor de este mural y el más joven (con 21 años) al momento de su realización. También podemos acercarnos a las obras de Siqueiros desde la apreciación de Irene Herner, conocer las aportaciones de José Clemente Orozco con Renato González y otras varias temáticas que serán absolutamente reveladoras e interesantes para así invocar al espíritu del 22 en este nuevo ciclo que comienza luego de cien años.

Complementarios entre sí, libro impreso y tecnologías digitales

Nota original de: DGCS UNAM
Fecha de publicación: 6 de julio de 2022
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2022_556.html

• En ocasiones se nos olvida su carácter social y la lectura, pero está ahí y es esencial, aseveró Elizabeth Treviño Salazar

Aunque existen buenas razones para leer un libro, en México hay cada vez menos lectores. De acuerdo con los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021), 71.6 por ciento de la población adulta que sabe leer y escribir leyó algún libro, revista, periódico o página de internet.

Sin embargo, hay una reducción gradual por año a partir de 2016, cuando la población lectora en el país era 9.2 por ciento más grande. Su promedio de ejemplares en un año fue de 3.7, “cifra que no se alcanzaba desde 2017”. Las mujeres declararon haber tenido acceso a más de estos materiales que los hombres (3.9 y 3.5, respectivamente). La mayor parte de los encuestados (42.6 por ciento) dijo que el motivo principal es por entretenimiento; le siguen las razones de trabajo o estudio, y por cultura general.

Entre las preferencias destacan los de literatura con 36.1 por ciento, seguidos de aquellos de alguna materia o profesión, de texto o uso universitario, con 30.8 por ciento. Además, el estudio señala que para 2021 el porcentaje de personas adultas que optaron por los de formato digital se triplicó en relación con lo declarado en 2016 (21.5 por ciento contra 6.8) y fue casi el doble de 2020, cuando era de 12.3 por ciento.

Al respecto, Elizabeth Treviño Salazar, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, recalcó que la obra en papel continúa como el formato más buscado, a diferencia de lo que se piensa. “Siempre habrá quienes prefieran los impresos, pensemos en niños y adolescentes. La lectura tiene que ver también con la manipulación de ese objeto, porque el libro, ante todo, lo es”.

Los dos motivos principales de la población adulta que declaró no leer ningún material considerado por el MOLEC fueron, al igual que en 2020, la falta de tiempo, de interés, motivación o gusto por la lectura.

Trasciende barreras

Los libros nos permiten pasar el tiempo, brindan el placer de la lectura y siempre han ocupado un lugar excepcional en la transmisión del conocimiento; también ayudan a reflexionar sobre nuestras vidas, la sociedad o el momento histórico en el que estamos.

Nos posibilitan tender puentes: con uno mismo, porque lo que leemos nos mueve o no es indiferente para nosotros; y con los demás, aunque el acto de lectura es esencialmente individual y personal, nos conecta con la obra “dando espacio para una suerte de diálogo con el autor” y su época, que trasciende las barreras del tiempo y el espacio; “esto es realmente fascinante”.

Asimismo, se establece relación con quienes nos interesa “rebotar” lo que hemos leído, cuando le platicamos a alguien acerca de nuestra lectura y así la compartimos. En ocasiones, afirmó la investigadora, se nos olvida ese carácter social del libro y la lectura, pero está ahí y es esencial, como lo ha sido históricamente en la transmisión del conocimiento.

La universitaria aseguró que las obras escritas también contribuyen al fortalecimiento de la identidad. “En la actualidad hay muchos registros de voces distintas, como el spanglish, que está vinculado a una cultura, hoy reconocido como una forma legítima de hacer literatura”.

Aprendido en casa

Para la estudiosa de libros del siglo XVII, la clave en la promoción de la lectura está en crear vínculos. Las campañas de fomento hacen falta siempre, “lamentablemente no todas son atinadas. Hay que intentar ser empáticos, pensar en lo que el público necesita, en la manera en que podemos llegar a todas esas personas, ponernos en su posición. Hay que nutrirnos de lo que la gente dice para poder proponerle y ofrecerle un puente a la lectura que esté mejor hecho y sea más atinado”.

Al reflexionar sobre por qué a unas personas les gusta leer y a otras no, Elizabeth Treviño explicó que cada experiencia es única, parece haber un patrón o común denominador entre quienes sí son lectores: el desarrollo a temprana edad. “Una pasión por la lectura que no se fomenta en nuestro hogar es más difícil que venga de fuera”. Con el ejemplo en el entorno inmediato, será más fácil que un infante adquiera el hábito de la lectura.

Cuando te preguntan qué lees, esta práctica se hace social y se vuelve más amena e interesante; subestimamos la importancia de comunicar al otro lo que nos motiva, apasiona, nos llena o nos deja pensando. Un niño que lee y tiene preguntas, pero no tiene oportunidad de expresarlas a alguien y resolver sus dudas, se desalienta. Leer sin comprender lo desmotiva para terminar una obra o tomar la siguiente.

La ganadora del Premio SRBHP Host’s Prize for Junior Scholars in Honor of Trevor Dadson otorgado por la Society for Renaissance and Baroque Hispanic Poetry por su trabajo “Apuntes sobre el fenómeno editorial de la ‘Floresta latina’ (México, 1623)”, entregado recientemente en la Universidad de Cambridge, recalcó que también es importante que esa práctica sea acorde con la edad de los pequeños, porque darles textos que no entienden les puede crear frustración y alejarlos del objetivo.

Libre circulación del conocimiento

Estamos, continuó la especialista, en un momento afortunado en el que se cuestiona qué tanto deben pelearse los derechos de autor, sobre todo ante el uso de internet y el acceso abierto (Open Access) de las obras. “¿Se puede controlar la difusión o divulgación de un libro o qué uso se le da? Las obras tienen muchas vidas, pasan de mano en mano y también se reproducen, y esa reproducción no siempre es controlable”.

Las redes sociales, internet o las nuevas tecnologías se consideran como una especie de amenaza, pensándolos como si fueran una competencia, como si pudieran opacar al libro, “en lugar de verse como complementos porque amplían el espectro del público que puede alcanzar una obra dada”.

La especialista se declaró a favor de la circulación del conocimiento, que debe ser libre, al igual que la cultura. “Con la especificación de que es sin fines de lucro, el hecho de compartir material con el afán de distribuir y facilitar el conocimiento, debería ser bienvenido”.

Hay que detenernos a pensar el importante lugar que tienen los libros en nuestras vidas, acercarnos a un autor que no conocemos, a un título que siempre hemos querido leer o un estilo nuevo de literatura, y aprovechar cualquier momento para conocer diferentes mundos sin necesidad de viajar, estimular la imaginación, reforzar la ortografía, ampliar el vocabulario y mejorar la expresión oral y escrita, entre otros beneficios que nos brindan, concluyó Elizabeth Treviño.

El apasionante mundo de los libros raros o curiosos

Nota original de: Gaceta UNAM
Autor de la nota: Fernando Guzmán Aguilar
Fecha de publicación: 11 de marzo de 2021
https://www.gaceta.unam.mx/el-apasionante-mundo-de-los-libros-raros-o-curiosos/

  • La UNAM prepara un proyecto para mostrar algunas de las joyas bibliográficas de la BNM a partir del descubrimiento de nuevos autores y fomentar la lectura es “Raros y curiosos: libros, escritores y documentos de México de los siglos XIX y XX”.

Los libros raros y curiosos son un tesoro de toda biblioteca antigua, son el principio de su historia. La Biblioteca Nacional de México (BNM) tiene una colección rara avis que incluye algunos incunables, entre otras colecciones.

En la entrada de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ejemplo, se exhiben La Biblia impresa por Gutenberg, obra rara por su singularidad fundacional, y la biblioteca de Thomas Jefferson, colección de libros raros y origen de la Biblioteca del Congreso. También hay otros libros célebres, como el primer folio de William Shakespeare.

Dicho folio es la primera edición de 36 obras teatrales de Shakespeare. Apareció después de su muerte en 1616. Recientemente se vendió un primer folio en diez millones de dólares en Nueva York. Cuestan tanto porque son escasos y son lo más cercano a los manuscritos de dramaturgo inglés.

Por la solapa del tema

De autores y libros que pueden conformar una biblioteca digital selecta nos habla el doctor Pablo G. Mora, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), previo repaso por la solapa del tema.

De colecciones mexicanas y otras no necesariamente raras se seleccionarán algunos autores, libros y documentos que pueden considerarse raros y curiosos, no sólo desde la bibliología, sino también desde la literatura.

La colección de raros y curiosos de la BNM, bajo resguardo de la UNAM, contiene alrededor de 11 mil registros, entre los que destaca, por ejemplo, La Divina Comedia, de Dante Alighieri, que data de 1494. Es un incunable, es decir, un libro impreso entre la invención de la imprenta de tipos móviles de Gutenberg y principios del siglo XVI.

Algunos son ediciones príncipes, otros, primeras ediciones americanas del siglo XVI, cuando llegó la imprenta a México en 1539.

Los otros raros

Un libro se considera raro y curioso por su singularidad, escasez, edición numerada, manufactura, belleza de sus ilustraciones, por el nombre del impresor (Gutenberg, el más apreciado), la dedicatoria del autor, el estilo literario, el lugar de impresión, el tipo de manuscrito, la tipografía, las notas al margen, libros autobiografiados, etcétera.

Sin embargo, también hay otros raros desde la literatura que pueden suscribirse a lo raro y curioso desde su singularidad temática y estilística: son los heterodoxos.

Paul Verlaine fue uno de los primeros en hacer una galería de lo que podemos llamar escritores raros de la cultura finisecular: Los poetas malditos (1888), libro que fue catalogado como un raro.

En ese libro Verlaine honra a Arthur Rimbaud, Tristán Corbière, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L’Isle-Adam, y a Pauvre Lelian (anagrama de Paul Verlaine).

El nicaragüense Rubén Darío, padre del Modernismo en América Latina, hizo también una galería de escritores raros y curiosos siguiendo, en buena medida, los pasos del francés Verlaine.

En Los raros (1896), Darío incluye semblanzas de escritores marginales, no canónicos, que representan lo heterodoxo del estilo, lo anómalo dentro de una corriente literaria; autores que iluminan su obra con una luz distinta, “no usada”.

En esa galería destaca Edgar Allan Poe, escritores europeos y tres escritores latinoamericanos, entre los que llaman la atención están los cubanos José Martí y Augusto de Armas, y uno nacido en Montevideo, Uruguay: Isidore Lucien Ducasse, Conde de Lautréamont.

Sobre este tipo de libros, el IIB organizó un coloquio en 2016, en el centenario de la muerte de Darío. En noviembre próximo aparecerá como adelanto un libro heredero de la obra fundamental del nicaragüense: Los Raros y los otros, que recoge algunos “otros” escritores raros mexicanos.

Se incluye, por ejemplo, al impresor y escritor Luis G. Inclán, no por Astucia, una de las novelas más importantes del siglo XIX mexicano, sino por su biografía de un caballo: El Chamberín.

También se montó una exposición de raros y curiosos en la que incluso se exhibió un libro de ajedrez que destacaba por su diseño e ilustraciones.

Pero no todos los libros raros y curiosos son necesariamente antiguos. Algunos, publicados en los últimos años, tienen otras singularidades que los vuelven una rareza, una curiosidad para bibliófilos y adictos a la lectura.

Uno de ellos es el Archivo Blanco, publicado en 1995. Este libro de Octavio Paz ya no se ha reeditado y la obra original es toda una apuesta para la historia de la edición y del libro. sic [Archivo Blanco no es de Paz; propongo lo siguiente]

Uno de ellos es el Archivo Blanco. En 1967 se publicó Blanco, libro de poemas de Octavio Paz que no se volvió a editar, pero en 1995, para festejar el cumpleaños 81 del poeta, apareció una edición facsimilar de Blanco, a la que se acompañó del libro Archivo Blanco; la edición original es toda una apuesta para la historia de la edición y del libro.

Galería digital

Un proyecto de la UNAM para mostrar algunas de las joyas bibliográficas de la BNM a partir del descubrimiento de nuevos autores y fomentar la lectura es “Raros y curiosos: libros, escritores y documentos de México de los siglos XIX y XX”.

El doctor Pablo G. Mora trabaja en ese tema de investigación. Uno de sus productos será una biblioteca selecta digital de lectura que se espera esté lista para ‘ojearse’ en 2022.

En esta galería de rarezas el director del IIB incluirá a escritores nacionales y a tres extranjeros (dos españoles y un costarricense) que publicaron su obra en México. Son escritores al margen de corrientes literarias, con influencias poco comunes en su época, a veces visionarios.

En la biblioteca de Raros y curiosos figurará, por ejemplo, Santiago Sierra, hermano de Don Justo, fundador de la Universidad Nacional, quien dejó una novela inconclusa publicada con el título Viaje por una oreja (1869). Una rareza en la literatura y la novela fantástica.

También estará incluido “El Hombre Bisturí”, sobrenombre del médico Hilario Soto y Frías, que además de una singular escritura, hacía retratos y galerías.

Un escritor conocido pero que se puede leer como raro es Francisco Sosa, cuya Bitácora fue calificada como “un libro aburrido” por Antonio Saborit. Enrique Fernández Ledesma, ex director de la BNM, tiene una rareza en su producción; un libro de poesía maravilloso y único por su manufactura: Con la sed en los labios (1919).

El costarricense Rogelio Fernández Güell, quien también fue director de la BNM, escribió algunos libros raros. Esotérico y espiritista, como su compañero Francisco I. Madero, publicó, en 1911, su novela Lux et umbra.

Otros raros son Alfonso Junco, mexicano franquista quien cultivó la poesía religiosa y fue editor de la revista Ábside, o Efrén Hernández, una rareza en la cuentística y la edición mexicana por la forma como intervino sus propios libros.

Otros ejemplos de estos raros en el siglo XIX los encontramos en algunos de los modernistas, encabezados por Julio Ruelas, pintor y dibujante extraordinario, que publicó una serie de textos e ilustraciones basados en esa rara avis.

El poeta hispano-mexicano Gerardo Deniz es un autor inclasificable. Algunos de sus libros, además, son raros por su manufactura hecha con esmero artístico por impresores artesanales y marginales.

Pocas, pero no podían faltar las mujeres. Laura Méndez de Cuenca, escritora, poeta y feminista, también fue cronista de modas. El espejo de Amarilis, su única novela, la publicó por entregas en el periódico El Mundo.

Otra rara es Laureana Wright. En su revista Violetas del Anáhuac promovió el voto de la mujer en México, y publicó, entre otros libros, La emancipación de la mujer por medio del estudio.

Wright estuvo asociada con escritores afines al espiritismo, corriente filosófica del siglo XIX que les dio un punto de partida para desarrollar su veta literaria heterodoxa.

El desafío de descubrir

Raros y curiosos es un instrumento bibliográfico digital en proceso de construcción, que incluirá notas sobre por qué es rara y/o curiosa la obra y su autor. Será una colección de libros o “biblioteca lúdica” que busca detonar la curiosidad del lector y acercarlo a la belleza u originalidad de textos raros de los últimos dos siglos.

El próximo año, cuando se espera esté en una plataforma de internet, la biblioteca digital de libros y escritores mexicanos raros y curiosos de los siglos XIX y XX será una herramienta complementaria y siempre al margen de la colección original y de valor cultural inconmensurable, como es la Colección de obras antiguas, raras y curiosas de la Biblioteca Nacional.

Booktubers, nuevo acercamiento a los libros

  • En su mayoría son jóvenes lectores que reseñan obras en videos y los suben a las redes sociodigitales: Imelda Martorell Nieto
  • El 12 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Libro, con el propósito de fomentar la lectura en México 

De una manera casual y hasta divertida, los llamados booktubers logran que otros jóvenes, como ellos, se interesen por la lectura. Hablan de su propia experiencia y transmiten sus sensaciones y apetencias sobre lo que han leído, sin dar clases o pretender influenciar a nadie, sólo compartir las enseñanzas que les dejó una obra literaria, refiere la coordinadora de Fomento a la Lectura y la Cultura Escrita de la UNAM, Imelda Martorell Nieto.

Generan empatía a partir de su propia juventud; comparten su lectura de forma espontánea en las redes sociodigitales para que se acerquen a los libros, a fin de hacer una comunidad lectora. Hoy se lee más que nunca, y en buena medida es por estas nuevas generaciones que comenzaron con Harry Potter y en la actualidad leen a Cortázar.

En ocasión del Día Nacional del Libro -que se conmemora el 12 de noviembre- comenta que hay un nuevo fenómeno: los llamados clubes de lectura, que se crearon y desarrollaron a partir de la pandemia y gracias a las nuevas tecnologías. Los integran 400 o 500 miembros, quienes leen un libro y luego conversan con la autora o el autor. Es un suceso que se debe seguir de cerca y que proviene de la lógica booktuber.

Booktubers, nuevo acercamiento a los libros

Cabe mencionar que en 2020-2021 la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana reportó que la producción editorial tuvo una disminución en el mercado abierto de 59.3 millones de ejemplares, comparado con 2019 que fue de 82.9 millones. Otro dato es que para 2021 aumentó dos por ciento la población lectora mayor de 18 años, con respecto a 2020, al pasar de 41.1 a 43 por ciento.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de 2016 a 2021 el porcentaje de población lectora de libros en formato digital pasó de 6.8 a 21.5 por ciento; es decir, casi el doble de 2020, que fue de 12.3 por ciento. Además, los libros que más leyeron los mexicanos en 2021 fueron los de literatura, de texto o universitario, superación personal y religiosos.

Anualmente se producen cerca de dos mil libros con el sello universitario. La Biblioteca Central de la UNAM consta de 619 mil 996 volúmenes. Esta colección está conformada por obras generales y de temáticas especializadas. En la Dirección General de Bibliotecas hay aproximadamente un millón 787 mil 294 títulos y siete millones 126 mil 584 volúmenes, de los cuales 451 mil 740 son electrónicos.

Opciones para todos

Al continuar, Imelda Martorell comenta que personas influyentes, llamados youtubers e influencers, logran destacar en diversas plataformas con sus videos. A pesar de que algunos no se dedican a la literatura, también comienzan a publicar sus libros en físico en los cuales narran sus propias historias de vida o ficticias. Al respecto considera que son una moda que se modificará.

A través de las redes sociales, las personas exponen su día a día y es importante que los jóvenes utilicen este tipo de plataformas para comunidades lectoras y compartan lo que han descubierto, no solamente en una pantalla o en una computadora, también tienen que volver a las librerías y bibliotecas para empezar a organizar círculos de lectura.

Hay libros para todos y de cualquier tema, desde clásicos hasta contemporáneos, escritos en diversos géneros como narrativa, ficción, crónica, poesía, entre otros. Lo valioso es tener a una persona que nos acompañe en nuestra lectura y nosotros tomemos la decisión, subraya la experta.Booktubers, nuevo acercamiento a los libros

La conmemoración

De acuerdo con información de la Secretaría de Cultura de México, el Día Nacional del Libro fue instituido por decreto presidencial el 6 de noviembre de 1979 durante el gobierno de José López Portillo. En ese entonces, se enfatizó que la educación dentro del proceso de desarrollo del país era una prioridad, conmemorándose por primera vez en 1980 para honrar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, máxima exponente de la literatura mexicana.

Su objetivo es promover el impacto de la lectura en el progreso social. Hoy en día se cumplen 43 años de difundir la lectura con diversas actividades artísticas y culturales, con el propósito de acercar a la población a la literatura en español, así como en lenguas indígenas.Booktubers, nuevo acercamiento a los libros