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Para viajeros improbables, que viajan con la imaginación

  • Cerremos el año con una aventura literaria; seamos viajeros y viajeras improbables.
  • Conoce una de las más recientes novedades de la colección Hilo de Aracne: de la autoría de Cecilia Eudave y con un microcómic de John Marceline.

Para la FIL Guadalajara 2022 Libros UNAM ha programado eventos que se desprenden de su colección especial para jóvenes: Hilo de Aracne. En esta ocasión el volumen de Cecilia Eudave: Para viajeros improbables (versión reloaded).

Hilo de Aracne está en camino a posicionarse como un imprescindible de las bibliotecas personales, digitales o físicas, por lo que seguirá reuniendo a las autoras y los autores más brillantes de esta época.

Con apenas dos años, es difícil hablar de una colección de literatura infantil y juvenil que se le compare en México. Acoger a viajeros y viajeras improbables, perdernos en las dimensiones del tiempo y el espacio, desdibujar la línea –y convertirla en un vínculo– entre la literatura y la ciencia, descubrir nuevas voces humanas y no humanas, aprender las posturas del arte de esquivar zombis y convertirnos en sobrevivientes para recopilar algunas famosas últimas palabras son tan sólo una muestra de las fascinantes experiencias que podemos encontrar al abrir cualquiera de los títulos de esta propuesta editorial.

Este título de Hilo de Aracne fue creado por la investigadora, profesora y doctora en lenguas romances Cecilia Eudave. Ella ha colaborado con diferentes revistas y suplementos culturales a nivel nacional e internacional, es reconocida como una de las voceras de la literatura fantástica contemporánea y se le considera referente en España y México de esta vertiente literaria.

Con Bestia vida ganó el premio de novela Juan García Ponce; mientras que con Técnicamente humanos y otras historias extraviadas, Mención Honorífica en los 13th Annual International Book Awards en la categoría de Mejor libro de cuentos. Además, destacan sus publicaciones, dirigidas tanto al público infantil y juvenil, como al público en general, traducidas al coreano, inglés, chino, portugués, checo, italiano y japonés.

Como toda viajera o todo viajero improbable, en alguna bucket list necesitamos tener apuntados los lugares que deseamos conocer. Por ello, la primera parte del volumen está dedicada a los “Países que debo visitar algún día”, una serie de microcuentos que hacen gala de la perspicacia y la maestría literaria de su autora.

Eudave nos traslada a naciones que no necesariamente se habitan en un espacio geográfico o visible: desde un reino en la palma de una mano; un país a donde va lo extraviado; una nación que fue apostada y perdida en un juego; hasta el país de los enigmas, que puede estar o no, pero su existencia, como estas palabras que dejamos atrás, es imposible de negar —¿o sí?—. Lo más sorprendente: cada sitio es tan familiar que nadie podría asegurar no haberlo visitado o incluso habitado.

Un compendio de historias “no oficiales” de los más conocidos seres mitológicos conforma la segunda parte de este libro: “Sirenas de mercurio”. El mundo de los mitos tiene aristas infinitas, como un laberinto en el que cabe todo escondido en diferentes cámaras. Eudave encuentra en este laberinto seres cuya existencia quedó relegada a las bocas de los muertos o estropeada para siempre en algún siniestro de la Edad Media. Estos personajes increíbles nos engañan, parecen vivir en el mundo de la fantasía, hasta que, luego de un par de golpes de mirada, nos enteramos de que están aquí a nuestro lado. De repente, entendemos que nadie podría siquiera cuestionar que hemos existido, pues en el futuro, cuando desaparezcamos, seremos como los cíclopes, los astomos o Medusa, el residuo de algún recuerdo.

Terminamos con una sección fascinante que comparten Frankenstein, vampiros, animales desaparecidos y otros personajes realmente insólitos, pero que en esta recopilación nos parecerán de lo más común. “Los desencajados” funciona como una especie de homenaje a ellos; además, la profundidad de algunos relatos puede petrificarnos por su ingenio y su humor negro, ácido e hilarante. Entre momias y caníbales, por ejemplo, siempre podremos reconocer un poco de nosotros mismos o nosotras mismas. Aquí también la escritora nos comparte una cura para los hombres lobo, y un extracto desconocido del Génesis, donde nos enteramos de la terrible tragedia, ocurrida en medio del diluvio, por la cual los animales con la letra Ñ son tan escasos.

No podemos dejar de mencionar las ilustraciones, elaboradas por John Marceline. Aunque al principio la artista interviene pocas veces con sus creaciones y fotografías, que representan distintos tipos de suelo, al final despliega la belleza de sus composiciones con un cómic basado en el imaginario de Eudave y los personajes que aparecen a lo largo del libro.