Fuerza Médica Mx, “vivir para los demás”

“Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles”.
Joseph Ernest Renan (1823-1892)/Escritor francés.

En la crisis sanitaria hay quienes muestran su lado bondadoso. Un colectivo conformado por 15 personas, la gran mayoría estudiantes y egresados de la UNAM, se dieron a la tarea de recolectar víveres para el personal médico de algunos centros COVID ubicados en la zona metropolitana.

A través de recursos propios y donaciones de algunas personas de la sociedad civil, Fuerza Médica Mx opera para retribuir con alimento el trabajo que desempeña el gremio de la Salud en estos tiempos de pandemia.

La convocatoria que lanzaron a través de sus redes sociales fue de tal éxito que al poco tiempo de iniciar su labor filantrópica tuvieron que agregar más clínicas y hospitales a la primera lista.

El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, el Hospital General de México, el Hospital de Especialidades Dr. Belisario Domínguez y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias son los cuatros centros que reciben las donaciones que Fuerza Médica Mx recaba.

No es una labor sencilla. La necesidad del distanciamiento físico ha obligado a sus integrantes a contar con la tecnología para coordinarse en la entrega.

En el caso de la recolecta, por ejemplo, la gente hace sus compras y donaciones en línea, ya sea para que el producto les llegue directamente a los centros de acopio, o quien se encargue de las compras acuda a las tiendas a recoger los insumos.

El inicio de la fase 3 en nuestro país provocó que los integrantes del colectivo pausara la entrega de los alimentos. Sin embargo, siguen aceptando las donaciones en especie para que cuando les den luz verde continúen con la segunda etapa.

La comida que están recaudando en su mayoría son alimentos portadores de cierto contenido calórico, como lo son las alegrías, palanquetas, barras de granola, galletas integrales y algunas semillas (cacahuates, calabaza, garbanzos, habas), así como agua natural embotellada y bebidas isotónicas.

En este sentido, los egresados de la UNAM Vianney Jiménez y Fredy Pastrana, se sumaron a la causa a través de su proyecto de cultivo nänä hai al aportar 500 barras de amaranto, producto de la recolecta que obtuvieron de sus donantes.

“No esperábamos que fuera una respuesta tan grande de la ciudadanía, en primera porque son tiempos difíciles: mucha gente está perdiendo su trabajo, se queda sin dinero. Por eso no teníamos una expectativa tan grande de esto”, destacó Marianne Santos Cruz, directora general del colectivo en entrevista para UNAM Global.

Las experiencias del colectivo respecto a la participación de la gente han ido sumándose una tras otra, como aquella que protagonizan dos niñas de entre siete y diez años, quienes bañaron perros para obtener el dinero que enviarían a la recolecta; o la de la pareja de adultos mayores que hornearon algunas de las galletas que se incluirían en el menú a repartir.

A estas historias se suma la que vivieron en uno de los centros COVID: “La entrega que más recuerdo fue la primera que tuvimos en el Hospital General. Ahí salieron la gran mayoría de los médicos que estaban en turno. Algunos estaban muy sorprendidos y conmovidos de que la ciudadanía se unió y que está reconociendo su trabajo”.

Marianne Santos espera que la gente se sensibilice ante situaciones como ésta, y que el modelo de Fuerza Médica Mx se replique en otras partes del país.

“Creo que es importante que la sociedad empiece a organizarse en sus ciudades, qué más quisiéramos nosotros ayudar a otros estados, pero al ser un colectivo muy pequeño, no tenemos las posibilidades y esa logística de operar a nivel nacional”.

Fuerza Médica Mx nace a raíz de los sismos que se suscitaron en septiembre de 2017 en algunas ciudades de nuestro país. El amor genuino que sus integrantes sienten por México hizo posible la unión solidaria de voluntarios civiles, médicos, enfermeras, estudiantes de Medicina, terapeutas en masaje, quiroprácticos y personal auxiliar.

Para formar parte de Fuerza Médica Mx el interesado tendrá que ingresar a la plataforma Brigada de Alfonso Cuarón, desde donde tendrán que enviar un correo electrónico al colectivo. “Lo único que pedimos es que quien se quiera integrar comparta los mismos valores la misión de Fuerza Médica Mx”.

Debemos cambiar la forma en la que hablamos sobre la obesidad

Reducir la obesidad no se trata necesariamente de comer menos y moverse más“.

Los Servicios de Salud Pública, necesitan hacer más para abordar el estigma arraigado y la discriminación que enfrentan las personas con obesidad, dice un destacado psicólogo de la salud.

Aunque es un problema arraigado en la sociedad en general, el Dr. Stuart Flint, profesor asociado de psicología de la obesidad con sede en la Escuela de Psicología de la Universidad de Leeds, dice que las actitudes negativas sobre el aumento de peso son dominantes en los Servicios de Salud Pública y pueden afectar la forma en que se trata a los pacientes.

Así lo aclaró en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology para conmemorar el Día Mundial de la Obesidad, Flint argumenta: “El estigma y la discriminación de peso son comunes en los entornos de atención médica y afectan la calidad de la atención que reciben los pacientes“. “Además de actuar como una barrera para las personas con obesidad que buscan ayuda y reciben tratamiento“.

La ignorancia sobre las causas científicas del aumento de peso son parte del problema. Flint dice que muchas personas tienen estereotipos en los que creen que las personas son responsables de su propio aumento de peso porque son perezosas o glotonas, pero la realidad es otra.

La investigación muestra que la obesidad es “… una condición de salud compleja y multifacética que puede ser causada, por ejemplo, por factores genéticos, epigenéticos, biológicos, ambientales y sociales.

La diferencia más notable es el lenguaje que utiliza el personal de salud para los pacientes con cáncer, que son de carácter positivo, reflejando optimismo y esperanza”, dice. “Pero, cuando se compara con el diálogo usado para pacientes con obesidad, el lenguaje es negativo y refleja pesimismo, miedo y hasta desagrado“.

El Dr. Flint lanzó una lista de lo que se debe y no se debe hacer para ayudar al personal de salud a evitar el lenguaje negativo cuando hablan sobre la obesidad.

La lista sugiere:

  • Utilice descripciones objetivas como “peso” o “exceso de peso”.
  • Ponga a las personas primero: no use “personas obesas” sino “personas con obesidad”.
  • Sea preciso en la descripción de las causas complejas del aumento de peso.
  • Evitar insinuaciones de que hay un grupo de personas que no desean controlar su peso.

Los esfuerzos actuales para reducir la obesidad simplemente no están funcionando“.

Estos consejos ayudarán a liderar el camino para cambiar la forma en que hablamos sobre la obesidad, ayudar a promover una comprensión más amplia de las complejidades de la obesidad y ayudarnos a alejarnos de los estereotipos dañinos“, concluye el Dr. Flint.

Fuente: Universidad de Leeds

Artículo: Flint, S. W. (2020). The NHS long-term plan: a comparison of the narrative used for cancer and obesityThe Lancet Diabetes & Endocrinology.

 

¿Qué tan válido es intercambiar derechos y libertades por salud pública?

El punitivismo, la sanción, las medidas excepcionales de control, los arrestos, el sobreuso del Sistema de Justicia Penal no son una medida efectiva para el control de una pandemia, sentencian Lisa Sánchez, directora general de México Unido contra la Delincuencia (MUCD) y Jacobo Dayán, coordinador académico de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes de la UNAM.

Si bien es cierto que ante una realidad extraordinaria, los gobiernos deben tomar decisiones extraordinarias, los países tienen la obligación de establecer las formas de llevar a cabo estos estados de excepción o restricciones a ciertas libertades y derechos.

De acuerdo con la activista, la implementación de estas prácticas no es justificable, y pueden, incluso, retardar su desmantelamiento.

“Sólo alimentan la idea de que el mejor o único mecanismo de control social y organización que tenemos es el castigo”.

Pero ¿qué tan válido es intercambiar derechos y libertades por salud pública?

 Al respecto, el catedrático de la UNAM, en la mesa del día de Primer Movimiento de Radio UNAM, externó su preocupación en torno al estado de excepción que se está llevando a cabo en varios países del mundo. “Ya hay enfrentamientos abiertos entre poderes. Hay que ver lo que ocurre en El Salvador con la Suprema Corte y Bukele sobre las detenciones arbitrarias a personas que violan la cuarentena. Y eso se está dando en un entorno donde lo que no tenemos son contrapesos”.

En este sentido, los dos concuerdan en los deberes que tienen los gobiernos para con sus ciudadanos. Es decir, cualquier Estado que sancione la falta de cumplimiento de las medidas anunciadas, tendría que demostrar en mayor medida, la capacidad y efectividad que tiene para proveer los servicios de salud, y garantizar los derechos de las personas que estén enfermas o no de COVID-19.

“Los congresos y el Poder Judicial deben de estar listos para dar respuesta a las demandas que se interponen, sobre todo cuando las personas no están haciendo efectivo su derecho a la salud”.

Es por ello que, en situaciones como ésta, la sociedad civil, periodistas y la academia deben demandar a su gobierno el acceso y transparencia de datos en torno a cómo está llevando a cabo su gestión frente a la crisis.

Mujeres reclusas en situación precaria frente a la crisis sanitaria

Ante la crisis sanitaria que se está viviendo a nivel mundial, las visitas a los centros penitenciarios de México no pueden suspenderse de manera drástica. Las autoridades deben valerse no sólo de medidas sanitarias, sino de ciertos mecanismos legales y jurídicos que les permita hacerle frente a la epidemia desde sus trincheras, destacó Ángela Guerrero, coordinadora del Centro de Estudios y Acción para la Justicia (CEA-Justicia).

En el caso específico de los dos centros penitenciarios femeniles de la Ciudad de México, las mil 311 mujeres recluidas en ellos no gozan de las condiciones mínimas que les permitan satisfacer sus necesidades básicas, como el acceso diario a agua potable, lo que complica aún más las prácticas de higiene que se requieren.

Por otro lado, la medida de preliberación que han solicitado algunas asociaciones civiles de derechos humanos y que se establece dentro de la Ley Nacional de Ejecución Penal, necesita la intervención del Poder Judicial para llevar a cabo el proceso, lo cual amerita mucho tiempo, “por tanto, no hay manera”.

Bajo este contexto, Guerrero enfatizó la necesidad de realizar una estrategia simultánea que permita “liberar” a un recluso, es decir, valerse de la iniciativa de Ley de Amnistía local y del indulto, mecanismos distintos, pero necesarios.

Y es que, debido a la política en la que se mantienen las penitenciarías, las preliberaciones están reducidas únicamente a delitos no graves, por lo que el robo agravado no forma parte de ellas, lo que significa que muchas mujeres no podrán salir bajo esta figura.

En el caso del indulto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, por ejemplo, cuenta con la atribución para realizarlo en los casos de delitos del orden común. A este respecto, Ángela Guerrero comentó que “más del 30 por ciento de las mujeres que están en los centros penitenciarios están por robo, y una gran parte de esas mujeres son parte de estos grupos en situación de vulnerabilidad”.

La iniciativa de Ley de Amnistía local, por su parte, puede utilizarse para beneficiar únicamente a personas ya procesadas. Debido a que el 40 por ciento de su población no cuenta con una sentencia, ni el indulto ni la preliberación aplicarían para ellas.

De utilizar cualquiera de estos mecanismos, las autoridades competentes tendrán que pensar en una estrategia de liberación que tiene que ver con cantidad, tiempo y forma, ademas de otros factores que cubran de manera integral su inserción en la sociedad.

“Para sacarlas, necesitarían como mínimo cuatro cosas: atención inmediata para ellas y sus familiares; asegurar su movilidad a la vivienda donde se dirigen; entregarle un documento de identidad para tener acceso a programas sociales y ayudas, y establecer un albergue de gobierno para mujeres. De lo contrario, sacaremos a esa gente en medio de una crisis sanitaria y económica”.

A este respecto, señaló que México actualmente cuenta con una comisión intersecretarial, presidida por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, encargada de monitorear y establecer el proceso de reinserción social de las personas recluidas en todos los centros penitenciarios del país (200 mil personas).

La Comisión Intersecretarial para la Reinserción Social y Servicios Postpenales también es la responsable de resolver problemas de reclusión en estados del país que no cuentan con centros de reclusión exclusivamente para mujeres.

“Habría que tener relación con todas las comisiones estatales intersecretariales para pensar en cómo se están juzgando a las mujeres que llegan a esos centros, es decir, si realmente representan un riesgo para la sociedad como para estar recluidas en uno, de ser así, tenerlas bajo condiciones óptimas”.

A decir de Guerrero, existe una brecha grande entre lo que establece la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP), el Código Penal y lo que realmente sucede dentro de los centros: “Parece que es una población invisible y no lo es. Es un reflejo de lo que somos como sociedad. Tenemos que empezar a cuestionarnos por qué las estamos metiendo a la cárcel, porque, claramente, vienen de sectores empobrecidos”.

El confinamiento incrementó la violencia intrafamiliar, ¿por qué?

En tiempos de crisis es probable que la violencia intrafamiliar aumente, pues la tensión y el estrés se incrementan al no poder controlar ciertos factores, ya sean económicos, de salud, de seguridad, sociales, de desempleo, etcétera. Ahora bien, si a esta situación le sumamos el confinamiento, medida adoptada por los países ante el aumento de casos de la COVID-19 a escala mundial, estas cifras son aún más alarmantes para los gobiernos. Sin embargo, el índice de denuncias, aunque se ha incrementado (en Colombia, un 91 %; en México, un 40 %, y Perú registra 207 denuncias), no refleja la verdadera situación para algunos gobiernos como el de Chile, donde este porcentaje ha bajado un 18 %, y Ecuador, donde se redujo un 37 %. «En relación con las mujeres, es posible que no estén denunciando más porque ahora mismo esta no es su prioridad: saben que ahora lo más importante es cuidar a sus hijos, cuidar a sus familiares, cuidar su unión familiar y no ponerla en vulnerabilidad», indica Maria Olivella Quintana, coordinadora de la Unidad de Igualdad de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La violencia intrafamiliar no solamente es el maltrato hacia la mujer: es el tipo de abuso que pasa dentro del hogar, es decir, se conceptualiza por el lugar donde sucede y no por la razón de la violencia, por quién es la víctima o quién es el agresor. Por lo tanto, el agresor también puede ser un padre, una madre, un abuelo, una abuela, un hijo o una hija; asimismo, la víctima puede ser cualquiera de estos miembros. Con el confinamiento, esto puede convertirse en una bomba de tiempo para las familias, sobre todo y especialmente para aquellas que antes del confinamiento tenían problemas tanto de maltrato psicológico como físico. «El hecho de que las familias deban permanecer juntas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, impide poder salir, poder abandonar la situación o parar los conflictos; muchas veces las escaladas de conflictos en las parejas se solucionan con un tiempo fuera, cada uno por su lado, lo cual ayuda a rebajar las tensiones que se ocasionan», afirma Adrián Montesano, experto en relaciones interpersonales y terapia familiar de la UOC.

Para los expertos, el confinamiento nos hace pasar de tener un rol en casa a un multirol, es decir, ahora en casa los padres son maestros, cuidadores, compañeros de actividades, policías, psicólogos, y todo esto a la vez hace que incluso las parejas que pueden estar más sensibilizadas con el tema se vean también enfrentadas a estos supuestos machistas interiorizados en la convivencia del día a día. Pero ¿por qué las mujeres son las personas más afectadas por la violencia?

Las mujeres, las menos infectadas por el coronavirus pero las más afectadas en estos tiempos

Hemos creado un sistema que legitima este tipo de violencia social y hasta económico, partiendo de la idea de dominación del hombre hacia la mujer y la desvalorización de esta en la sociedad. Es por eso que las crisis magnifican la desigualdad, convirtiendo a las mujeres en las más afectadas, pues además están en primera línea como soporte fundamental de sostenimiento de la vida; es decir, en situaciones como las que estamos viviendo, la mayoría desarrollan actividades relacionadas con la salud, la limpieza o trabajan de cajeras; adicionalmente, en la mayoría de los casos, el peso de los cuidados, del trabajo no remunerado invisible y las tareas domésticas recaen sobre las mujeres. «Veamos los trabajos tradicionalmente asociados a las mujeres, por ejemplo los de cuidados, que están o no remunerados en el mercado laboral o mucho menos valorados», afirma Olivella.

En este contexto, los expertos afirman que los motivos por los que las mujeres no están denunciando son tres: el primero es el desconocimiento ante dicha violencia, es decir, está justificada o normalizada por su entorno y por ellas mismas, y muchas veces no son conscientes de que viven una situación de violencia. Por otro lado, desconocen los derechos que tienen y los recursos que la ley dispone para ellas, dónde acudir, mecanismos de activación y proceso a seguir para denunciar. Para finalizar, el tercer motivo por el que no denuncian es porque precisamente conocen estos recursos y mecanismos para denunciar y, sin embargo, saben que hay un peligro, y es lo que los expertos llaman «victimización secundaria o revictimización». Para muchas mujeres, acudir a las entidades pertinentes a denunciar es ponerse en riesgo: «saben muchas veces que no las van a ayudar, que pasar por un juicio dentro del sistema penal es muy duro, pues no las creerán o las pondrán en entredicho; tendrán que declarar y esto significa volver a recordar», indica Olivella. Adicionalmente, el sistema penal basa la carga en pruebas, y en muchas de las situaciones las cosas pasan en un contexto íntimo, sin pruebas ni testimonios.

Para Olivella y Montesano, los gobiernos juegan un papel fundamental, ya sea en la violencia intrafamiliar o hacia la mujer: cada país cuenta con leyes, mecanismos, programas y recursos distintos para denunciar este tipo de maltrato. Sin embargo, no siempre la población los conoce, por eso es importante que durante el confinamiento y después del mismo los gobiernos dispongan de espacios educativos; además, cada país debe evaluar los canales para denunciar de manera anónima y segura durante el aislamiento y crear, asimismo, protocolos de respuestas sostenibles para la unidad familiar, pues, ante estos casos, los hijos son generalmente testigos de la violencia, por lo que también requieren atención y asistencia.

Los siguientes gobiernos han dispuesto líneas de atención para atender estos casos:

Colombia Línea: 155

México Línea: 800 108 40 53

Ecuador Línea: 911

Perú Línea: 100

Chile Línea: 149 o 147

Sugieren expertos de la UNAM usar cubrebocas

Estamos en el último minuto para  no llegar tan tarde a la inexorable cita con la pandemia por COVID-19. En este momento la transmisión del virus se intensifica  como consecuencia de que sigue circulando en la ciudad, “te llamamos a no moverte, quédate en tu casa y esperemos que disminuya la transmisión”, afirmó el doctor Samuel Ponce de León Rosales, titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus.

Al iniciarse en los próximos días una fase de extensión intensa (alta contagiosidad) en la Ciudad de México y sus áreas conurbadas, exhortó a las áreas administrativas responsables de compras y distribución para surtir los equipos de protección personal a las áreas hospitalarias que “es urgente proveer a todos los grupos y hospitales de material suficiente en calidad y cantidad. La protección del personal de salud es en este momento una prioridad máxima”.

El coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM recomendó que a partir de hoy, en condiciones de aglomeración: transporte público, metro, camiones, metrobús, mercados, filas y tiendas, se debe priorizar el uso de cubrebocas. “Utilizándolo con las precauciones debidas, sin descuidar la higiene y la etiqueta respiratoria. No deben usarse máscaras N95 que son de uso exclusivo del personal médico”.

Si bien este producto ya escasea desde hace algunas semanas sugirió fabricarlo en casa con diferentes tipos de pañuelos, “siempre será mejor esta protección a no tener nada en las situaciones que hemos descrito”.

Finalmente hizo un llamado a la comunidad universitaria y a la población en general a esforzarse para salir adelante de esta crisis, “estamos frente a un reto mayúsculo, quizás nunca tendremos otro mayor, esforcémonos al máximo para salir adelante”.

Riesgo de brotes racistas y xenófobos a medida que se agrave la crisis del Covid-19

Además de la propagación del virus, el Covid-19 podría provocar en México otros brotes igual de graves: de racismo, clasismo y xenofobia. “Se trata de un riesgo es real y ya hay señales de que vamos en ese camino”, señala la doctora Olivia Gall, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), quien hace poco escuchó a su marchante quejarse de los muchos chinos que trabajan en la Central de Abastos para luego responsabilizarlos de “contagiar al mundo con el coronavirus”.

A decir de la académica, basta abrir cualquier periódico para ver que éste es un fenómeno que se está replicando en todo el planeta y, por lo mismo, cada vez es más común leer sobre ataques a personas tan sólo por tener ojos rasgados, como le pasó a Jonathan Mok en Londres, golpeado por dos adolescentes británicos quienes lo tomaron por chino cuando, en realidad, él es de Singapur. El temor ha escalado a tal grado que muchas comunidades han salido a manifestar su gran miedo a “toser siendo asiáticos”.

Por ello, la también coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Racismo y Xenofobia se confiesa inquieta por lo que pueda pasar en nuestro país, en especial en sitios de la Ciudad de México como la Central de Abastos, el Centro Histórico o la colonia Viaducto Piedad, que congregan a la comunidad china, o en ciudades como Saltillo o Pesquería, donde se han establecido muchos coreanos tras el establecimiento de fábricas de Samsung y Kia. “Muchos dirán que señalar hoy esto no es prioridad pues lo importante es lo sanitario, pero estos temas van junto con pegado”.

Quizá lo más preocupante sea que esta propensión al estigma fácil se observa en todo tipo de individuos, desde en altos jerarcas políticos como Donald Trump —quien suele referirse al Covid-19 como “el virus chino” o “extranjero”— hasta en trabajadores que viven al día, como el marchante de la doctora Gall, a quien en su momento ella le objetó que pensar de este modo era un sinsentido “porque los virus no tienen nacionalidad ni pasaporte, son tan sólo eso: virus”.

Algo a no perder de vista, dice la profesora de la UNAM, es que el racismo y xenofobia tienden a escalar si somos cortos de vista y, por lo mismo, pide proteger no sólo a los colectivos asiáticos sino a las personas de piel oscura y centroamericanos radicados o de paso por el país, pues al hacer trabajo de campo —y sin esta crisis de por medio— ha visto cómo los negros africanos son vejados en sitios como Tapachula bajo el argumento de que portan infecciones.

Asimismo, es común leer sobre agresiones de mexicanos hacia hondureños en ciudades como Tijuana, ante lo que Olivia Gall pregunta, “¿qué pasará con estas personas? Muchas contraerán el coronavirus debido al hacinamiento y poca higiene de las estaciones migratorias, y entonces ¿cómo los tratarán si los saben enfermos?”.

Para la docente es claro que los actos de odio no sólo son contagiosos, sino que se agravan, por lo que no le extrañaría que las hostilidades contra los chinos pronto se extiendan a personas de determinada fisonomía o nacionalidad, ni que aparezcan personajes que aprovechen las aguas revueltas para impulsar cruzadas racistas y xenófobas, o agendas propias sin relación alguna con el Covid-19.

Y quien lo dude sólo debe hojear los periódicos para enterarse de que el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, tras responsabilizar a los migrantes de la epidemia aprovechó la crisis sanitaria para otorgarse poderes ilimitados, gobernar por decreto, desconocer las leyes y castigar a periodistas que den a conocer noticias que él considere falsas, mientras que Trump, amparándose en el avance del coronavirus, tuiteó: “ahora más que nunca necesitamos el muro”.

La sinofobia, un prejuicio histórico

 A fin de entender mejor el trasfondo de las agresiones contra los chinos en México, la doctora Gall refiere que la sinofobia en el país no se originó con el coronavirus ni es reciente y, para respaldar su afirmación, se remite a un capítulo del que no se habla en las escuelas ni suele aparecer en los libros de historia (aunque como dice el escritor Julián Herbert, “es algo que quiere ser contado”): el asesinato de 303 chinos entre el 13 y el 15 de mayo de 1911 en Torreón, Coahuila, a manos de las tropas revolucionarias de Madero.

“Al buscar en el diccionario la definición de genocidio (aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos) es fácil ver que este episodio se ajusta bien a la descripción, sin que se haya declarado así oficialmente”.

Y aunque quisiera que no fuera de esta manera —agrega— nuestra historia está salpicada de episodios similares; ello explica que durante los años 30 y 40 surgieran por todo el país grupos como la Liga Obrera Anti-China, el Comité Juvenil Anti-Chino o la Liga Anti-China y Anti-Judía, los cuales, además de acusar a los orientales de traer la tuberculosis a México y cabildear leyes para expulsarlos del país, publicaban comunicados como éste: “Los chinos son la más terrible amenaza de nuestra salubridad, duro con ellos antes de que se crucen más con nuestra raza. Evitemos a nuestras compatriotas la peor de las vergüenzas: el tener hijos de físico chino”.

La pregunta es, apunta la investigadora, ¿cómo un país que se enorgullece de ser mestizo es al mismo tiempo xenófobo? “Quizá la respuesta esté en que, desde los albores del siglo XIX, y de manera más acentuada con la consolidación del Estado postrevolucionario, se nos ha repetido hasta la saciedad que nuestra identidad nacional es esencialmente mestiza, pero no debido a una mezcla cualquiera, sino por la confluencia de dos raíces: la indígena y la española. Las demás vetas posibles ni siquiera se consideran”.

A fin de apuntalar este ideal se llegó a impulsar desde el gobierno una serie de políticas para impedir la incursión al país de ciertas nacionalidades, como establece la circular confidencial 157, emitida por la Secretaría de Gobernación el 27 de abril de 1934, y donde se ordenaba a los encargados de migración evitar la entrada a México de gente de “raza amarilla o mongólica, africana o australiana, indoeuropea, aceitunada o malaya, pues su sangre, cultura, hábitos y costumbres los hacen exóticos para nuestra psicología, y sus prácticas resultan perturbadoras para la idiosincrasia nacional”.

Incluso muchos de los intelectuales más importantes de la época deslizaban tales prejuicios en sus obras, como José Vasconcelos, quien en La raza cósmica (1925) escribía: “Ocurrirá, y ha ocurrido ya, que la competencia económica nos obligue a cerrar nuestras puertas, tal como hace el sajón, a una desmedida irrupción de orientales. Pero al proceder así nosotros no obedecemos más que a razones de orden económico; reconocemos que no es justo que pueblos como el chino, que bajo el santo consejo de la moral confuciana se multiplican como los ratones, vengan a degradar la condición humana”.

Por episodios como estos —y otros muchos que escaparon a la enumeración—, la doctora Gall es enfática al afirmar que “aunque nos ofendamos y haya quienes lo pongan en duda, México ha sido muy xenófobo y lo es aún de muchas formas, por ello en vez de ofendernos si nos señalan esto, lo mejor es estar conscientes de este pasado, aprender de él y, desde ahí, promover un cambio”.

La realidad del miedo

A la doctora Gall no le cabe duda de que estos son tiempos de miedo ni de que este sentimiento lleva a muchos a buscar culpables para descargar en ellos su angustia. “En esto se parecen las pandemias y las guerras, pues al temer por nuestra integridad y la de los nuestros tendemos a pensar que hay un ‘nosotros’ amenazado por un ‘ellos’”.

Podemos decir que jamás seremos racistas o xenófobos, ¿pero y si nos hubieran tocado otras circunstancias?, plantea la académica, quien a fin de ejemplificar qué tan cambiante puede ser el humano cita al escritor Amin Maalouf, un hombre muy culto y convencido de la paz quien en su libro Identidades peligrosas confiesa que al verse atrapado en medio de una guerra religiosa en su natal Líbano, y con una esposa embarazada y un hijo pequeño, de no haber huido a Francia habría empuñado un arma y disparado contra musulmanes.

“Eso es la banalidad del mal, como diría Hannah Arendt, y cualquiera podría caer en ella. Si hoy presenciamos cosas que hace un mes no veíamos, como discriminación o saqueos, es porque el pánico es algo terrible. Si tuviera injerencia impulsaría una campaña para crear conciencia sobre no culpar a otros, sean pobres, extranjeros, migrantes o indígenas, de la problemática mundial y nacional”.

Sobre achacarle a los chinos de México la expansión local del coronavirus la doctora Gall es enfática al decir que es un absurdo ya que no sólo gran parte de esta comunidad china no ha regresado a su país en años, sino que muchos nacieron aquí y son mexicanos.

No obstante, el temor flota en el aire y, en opinión de la académica, es preciso atender el asunto, pues como advertía Maalouf en el libro antes citado, “el sentimiento de miedo o de inseguridad no siempre obedece a consideraciones racionales, hay veces en que se exagera o adquiere incluso un carácter paranoico. A partir del momento en que una población tiene miedo lo que hemos de tener en cuenta es, más la realidad del miedo, que la realidad de la amenaza”.

Transporte  potencia probabilidad de contraer coronavirus

 

Desde la época de la peste bubónica hasta el coronavirus, los patógenos se mueven con las personas en las rutas de transporte, ya sean aéreas, terrestres o marítimas. Ante este panorama, los modelos matemáticos nos pueden explicar cómo se dispersa el coronavirus, así lo dijo Jorge Velasco Hernández, del Instituto de Matemáticas, Unidad Juriquilla de la UNAM.

El transporte aéreo es una invención de la humanidad relativamente moderna y tiene la cualidad de que es sumamente rápido. Un avión con 300 pasajeros recorre en tres horas y media cuatro mil kilómetros y dependiendo del tamaño de las ciudades que conecta y el volumen de la población puede ser muy significativo para el contagio.

En México la mayor parte de la población se mueve en transporte terrestre a través de los camiones. Aunque las distancias son cortas el recorrido dura varias horas y viajan una gran cantidad de personas en un espacio cerrado, condiciones que brindan al patógeno la oportunidad de transmitirse y moverse a otras localidades.

En un ambiente normal de la calle o en el trabajo, el coronavirus tiene un número reproductivo de 2.5, eso significa que por cada infectado se contagiarán aproximadamente entre dos y tres personas.

“Si a un individuo con estos síntomas lo encerramos en un camión con otras 50 personas y que carece de un sistema de ventilación y circulación de aire eficaz, el número de infectados será arriba de dos, puede ser tres, cuatro o hasta cinco, dependiendo de las condiciones del transporte (ventilación, aire y cercanía con el infectado)”.

Recordemos que una epidemia depende de varios factores, dos de los más importantes son el número reproductivo y la densidad de la población.

Mientras más grande sea una ciudad más sujetos hay propensos a contagiarse. Se puede plantear este tipo de simulaciones matemáticas para determinar el efecto que un caso infeccioso que arribe a una ciudad puede tener en función de su número de habitantes.

“Evidentemente cuando estamos en un espacio cerrado y hay muchas personas adentro, la capacidad infecciosa de una sola persona se puede incrementar, simple y sencillamente porque existen muchos contactos arriba de lo normal”.

Lo mismo que pasa en el transporte público sucede en los eventos masivos, la aglomeración de las personas incrementa la probabilidad de transmisión.

Superdispersores

“Hay individuos que poseen una infecciosidad elevada pero que no tienen síntomas, y por consiguiente, pueden infectar a un número muy inusual de personas, por arriba del promedio”. En el caso del coronavirus se ha sabido de casos donde una sola persona contagia de 10 hasta 20 personas.

Un superdispersor puede infectar a un número muy elevado de personas en eventos masivos, donde hay mucha gente encerrada. Afortunadamente estos casos son muy raros, pero el problema es urgente y es difícil identificarlos.

Existen personas que son superdispersores por naturaleza, pero también se pueden generar superdispersores si se toma una persona enferma y se encierra en un camión durante siete horas con 50 personas o en un avión durante 11 horas de México a Venecia con otras 250. “Las probabilidades que alguien se enferme dependerán de la cercanía de la persona y los patrones de circulación del aire, de la limpieza de las superficies, etc.”.

Los modelos matemáticos ayudan a entender cuál es el papel que pueden jugar los superdispersores en la dinámica de una enfermedad. No obstante, los parámetros utilizados en estos modelos son inferidos y siempre existirá incertidumbre.

Por tanto, los números con los que trabajan son solamente promedios. “Existe una dispersión alrededor de estos números, una cierta incertidumbre de la que hay que estar conciente”, indicó el matemático de la UNAM.

Modelos matemáticos

“Los modelos matemáticos son herramientas que pueden servir para diseñar políticas públicas y tomar decisiones que a veces son difíciles. Su uso para predicción es todavía bajo, desafortunadamente la enfermedad que tenemos encima es nueva y no la conocemos mucho, no tenemos suficentes datos en las escalas de tiempo y espacio necesarias. Por ello, la predicción todavía está lejos en este caso”.

Medidas como el distanciamiento social y no salir de casa se han estudiado a través de los modelos matemáticos y se sabe que son eficaces.

Finalmente, el investigador universitario recomendó que en estos días la gente viaje lo mejor posible, y si van a salir que sea lo estrictamente necesario. Es importantísimo quedarse en casa, concluyó.

La cuarentena es una obligación, el aislamiento un privilegio

El periodo de mantenerse en casa para evitar el contagio por Covid-19 trae consigo impactos psicológicos importantes. De acuerdo con la doctora Carolina Santillán Torres Torija, supervisora académica de la estrategia Crisis, Emergencia y Atención al suicidio de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, señaló que cuarentena es cuando una persona ya ha estado en potencial riesgo con otra que ya está infectada y se le ha indicado que necesita aislarse.

Por otro lado, el aislamiento es el privilegio y derecho de hacerlo voluntariamente, se lleva a cabo por aquellos que no han estado en contacto con alguien ya portador del Covid-19. Esta situación va cambiar conforme pasen los días, ya que los  primeros casos eran importados y ahora al presentarse el contagio comunitario el riesgo aumenta.

La investigadora de la FES Iztacala refirió que el impacto psicológico es diferente de acuerdo al grupo social al que se refiera. El 40 por ciento de los mexicanos están empleados de manera informal y dependen de sus ingresos diarios para poder subsistir. Esas personas tendrán el riesgo adicional de desigualdad, con preocupaciones por sus niveles altos de endeudamiento, tienen poca información y no han dimensionado la problemática de salud pública. Tendrán ansiedad, depresión y consumo de sustancias.

La especialista señaló que las que cuentan con una situación privilegiada van a enfrentarse a situaciones económicas complicadas: aburrimiento, frustración, enojo y cuestiones relacionadas con depresión.

Por otro lado, las  personas que se encuentran en cuarentena por haber convivido con alguien contagiado tendrán el riesgo adicional de presentar estrés postraumático, especialmente si son papás con hijos pequeños o mujeres embarazadas.

Mencionó que los profesionales de la salud tienen un impacto adicional porque tienen el estrés de su familia, cansancio. Los niños pueden desarrollar miedo, nerviosismo, tristeza, mientras que otras personas pueden sentir culpa o vergüenza por temor de contagio. “El impacto puede llevar a ingerir alcohol y otras sustancias, habrá un aumento de la depresión y la violencia intrafamiliar”.

Para mitigar esta situación, además de los apoyos que el gobierno pudiera ofrecer, debieran sumarse los bancos, la industria privada, créditos automotrices, de vivienda y que empresarios no retiren a sus trabajadores de sus empleos. Es un problema que necesita de muchos actores y en lo individual apoyar en lo que se pueda, “los que puedan dar apoyo psicológico o económico lo hagan, pero si  no, tampoco hay que estigmatizar a aquellas personas que salen por necesidad, esta pandemia lo menos que debe hacer es dividirnos”.

Exhortó a estar atentos entre todos y monitorear señales tempranas  de nuestros familiares y/o vecinos como problemas para dormir, disminución del apetito, irritabilidad, llanto, tristeza y animarlos a que reciban ayuda profesional a la distancia.

Aconsejó mantener el estilo de vida, hacer mínimo treinta minutos de ejercicio, tener contacto social a distancia y dosificar la información a la que se tiene acceso y preferir fuentes verificadas y oficiales.

Curso de periodismo para detectar fake news

Actualmente el virus COVID-19 se encuentra presente en diferentes medios de comunicación: televisión, radio e internet. Algunas de estas noticias son falsas y confunden a la gente. Ante este panorama la UNAM, a través del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia Justicia y Sociedad (PUEDJS), relanza una herramienta para combatir las Fake News.

Walter Arellano Torres, coordinador de Formación y Docencia del PUEDJS, explicó en entrevista para UNAM Global, que se trata de un curso de periodismo en línea y es gratuito.

Este curso es importante porque “la otra pandemia es justamente la desinformación en las noticias falsas”. Muchas de estas noticias falsas buscan crear miedo, desesperanza, desolación y sobre todo establecer una crisis, pero no hay que caer en pánico. Por ello, es importante detectar los contenidos de las noticias falsas, justamente en los momentos de crisis como éste.

Esta herramienta está compuesta por cuatro unidades y es impartido por una veintena de prestigiados periodistas y académicos como Juan Carlos Monedero, Jenaro Villamil, Julio Hernández “Astillero”, Blanche Petrich, Arturo Cano, Fabrizio Mejía, Pedro Miguel, Sanjuana Martínez, Sergio Sarmiento, Socorro Apreza, Jean-Francois Boyer, Walter Arellano y John Ackerman.

Aborda temas del contexto geopolítico de los medios corporativos y del periodismo independiente; géneros periodísticos, obtención de fuentes informativas, edición y creación de un estilo personal, detección de noticias falsas, ética, perspectiva de género y seguridad digital.

“Dentro de este marco tenemos un manual que se puede descargar de manera gratuita sobre 10 puntos básicos, donde ayudan a verificar y combatir las noticias falsas”.

Finalmente, Arellano Torres invitó a inscribirse de manera totalmente gratuita a todos los interesados. En el siguiente link se encuentra toda la información:

https://es.coursera.org/learn/periodismo-digital

Medidas de autocontrol para el bienestar psicosocial y salud mental

La simple idea de contagiarnos de una enfermedad, para la cual aún no hay cura, nos provoca estrés, miedo y ansiedad. Una respuesta racional – dicen los psicólogos- a la que no debemos ceder el control. Pero ¿cómo pueden los mexicanos enfrentar el estrés y ansiedad que provoca la situación por el riesgo de padecer coronavirus?

Como una medida de mitigar pensamientos, sentimientos y emociones negativas, la doctora Silvia Morales Chainé, de la Facultad de Psicología de la UNAM, recomienda mantener contacto virtual con nuestros seres queridos, compañeros de trabajo y demás círculos sociales, así como establecer estilos de vida saludables con rutinas de ejercicio, relajación y sueño.

Del mismo modo debemos atender nuestras necesidades, emociones y sentimiento. Recordar también que la práctica de prevención de la enfermedad se lleva a cabo consumiendo información oficial y verídica.

A través del canal de Youtube de la Coordinación Nacional de Protección Civil, comentó que la Facultad de Psicología de la UNAM realiza un tamizaje de emergencias que evalúa la condición actual del paciente. De salir con un nivel alto de riesgo a padecer algún trastorno psicológico (ansiedad, miedo, estrés) recomienda llamar al teléfono de Atención Psicológica a distancia de la Facultad para aclarar y ampliar la información requerida.

Asimismo, la académica universitaria aseveró que, para hacerle frente al coronavirus, se precisa saber identificar sus síntomas, pues de ello depende la atención que se le puede brindar. Si la probabilidad de haberla contraído es alta, lo siguiente por hacer es llamar a la línea de atención directa para ser evaluados.

“De estar diagnosticados o tener con nosotros personas con la enfermedad, se deben tratarlas con empatía. No son ‘casos COVID-19’, ‘Víctimas’, ‘familias de COVID-19’ ni ‘enfermos’. Se trata de ‘personas que tienen COVID-19’”.

Exhorta a dar más valor a las historias positivas que se escuchen sobre las personas que se han recuperado y reconocer el trabajo del personal de salud que se está ocupando de atender a las personas tratadas por el padecimiento.

De esta manera, en aras de mantener una buena salud física, mental y psicosocial, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en colaboración con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y otras instancias de la salud, brinda recomendaciones de autocontrol en torno a la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) que actualmente azota al mundo

¿Qué hago si la prueba sale positiva?

Morales Chainé hizo hincapié en la necesidad de ayudar a reducir al máximo la posibilidad de contagiar a otras personas. Para ello, recomienda lo siguiente:

  • Quedarse en casa salvo que se requiera de una atención médica urgente.
  • Evitar visitas
  • Utilizar un solo cuarto para permanecer en él.
  • De contar con un sólo baño, mantener las condiciones de higiene al máximo.
  • Limitar el contacto con mascotas; lavarse las manos antes y después de interactuar con ellas.
  • Usar cubre bocas tanto para la persona diagnosticada con COVID-19 como para su familia
  • Cubrirse con un pañuelo al toser o estornudar. Posteriormente tirar los pañuelos a un bote de basura con tapa en una bolsa cerrada.
  • Lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos, o por lo menos, usar alcohol gel que contenga entre el 60 y 95 por ciento de alcohol.
  • Evitar tocar ojos, nariz y boca.
  • Evitar compartir artículos personales (utensilios de comida, toallas o sábanas); después de usarlos lavarlos bien con agua y jabón.
  • Usar cubre bocas y guantes al limpiar la habitación.
  • Es necesario que quien padece la enfermedad vigile constantemente sus síntomas y busque atención médica si empeoran los síntomas o si detecta dificultad para respirar.
  • Si se necesita trasladarse al médico, hay que hacerlo de forma segura previo aviso al médico.
  • Mantener la distancia mínima de un metro.

¿Por qué la gente cree los mitos de la COVID-19?

En los últimos días han circulado diversos mitos sobre la COVID-19: “se trata de un virus que no existe, es un invento del gobierno para controlarnos después de tantas marchas”,  “fue creado por Estados Unidos para acabar con China”, “no es tan mortal y los medios manipulan la información para crear pánico”, pero ¿por qué la gente cree tan fácilmente esto en vez de informarse?

En entrevista con UNAM Global, Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que aunque los mitos son elementos de los cuales no se tiene evidencia, las personas los validan porque les brindan entendimiento, tranquilidad y coherencia a un mundo que generalmente es caótico.

“El ser humano se organiza alrededor de leyendas y ficciones para orientarse sobre dónde está posicionado en el Universo. ¿Fue un dios quien nos creó? ¿Fue el soplido de un ser divino?  Todos son mitos porque nunca estuvimos ahí para corroborarlo, sin embargo, damos certeza y creencia de que así fue”.

En el caso particular de esta pandemia, encontramos en redes sociales noticias falsas con esta misma dinámica. Frente a una situación no clara, los seres humanos buscan explicaciones para tener certeza sobre lo que realmente está pasando, eso nos brinda una sensación de control sobre la realidad, que regularmente está descontrolada.

La explicación es adecuada a nuestra propia cultura y grupo social. Por ejemplo, una persona que tiene un nivel cultural de preparatoria o universidad y detecta un mito explicando cómo las vacunas son un complot por parte de las farmacéuticas es mucho muy probable que crea esta idea, en vez de una explicación de corte místico.

Cuando existe una situación de crisis los seres humanos buscan creencias alternativas que permitan dar mayor sentido a esta situación.

Por eso, en algunas ocasiones “si no soy religioso podría buscar explicaciones alternativas, dado que mi mundo actual no me resuelve mis creencias en este momento, busco entonces en otros grupos sociales”.

Siempre encontraremos una serie de conductas que se elaborarán en estas crisis, pero posteriormente el ser humano busca regresar a su cotidianidad, independientemente de la situación en que nos encontremos. Esto sucedió con la pandemia del 2009, cuando las personas estaban aterradas y buscaron formas de regresar a la normalidad.

“El mundo que construimos en realidad es un mundo creado, no sabemos si lo que existe, existe de verdad, pero frente a ello, cualquier información diferente e innovadora que se nos presente como importante, diferente o interesante, siempre nos será necesaria”.

El papel de las redes sociales

Las redes sociales son el “caldo de cultivo” perfecto para las noticias falsas, para las medias verdades, para las teorías de conspiración y cualquier tema que no se tenga evidencia, pero que brinden un sentido al mundo.

Cuando alguien comparte en las redes sociales este tipo de información siente una sensación de poder y piensa que tiene cierto control sobre el mundo. Al mismo tiempo, le permite a otras personas adherirse a su propuesta en un determinado grupo social.

De ahí viene este interés, que de pronto compartamos la información para que los demás piensen “como yo”. Esto es bastante adictivo y embriagante, porque da una sensación de validez de que “yo si sé y los otros no”. “Los voy a educar en función de esto”.

Finalmente, el investigador recomendó buscar alternativas de información que permitan construir un criterio más amplio de ese fenómeno.

Fortalecer vínculos comunitarios frente a pandemia de coronavirus

Pandemia, coronavirus, Covid-19, cuarentena, lavarse las manos, compras de pánico,  son palabras que han saturado los medios informativos de México y el mundo en los últimos días.

Hemos visto imágenes provenientes de Europa de países que han decretado cuarentenas entre sus habitantes para evitar que el virus se expanda aún más. Todos están encerrados en sus casas. Ante el aislamiento los vecinos cantan desde su ventana o balcón, tocan algún instrumento o regalan algún presente a quien vive solo. Hablan del tema entre ellos y sin darse cuenta establecen un vínculo de comunidad que hace más fácil soportar la situación.

En entrevista para UNAM Global, el Doctor Raúl Cabrera Amador, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, habló sobre el tema.

El especialista indicó que la situación de salud que actualmente estamos enfrentando es de alarma, de pánico y de estrés generalizado. Para hacerles frente, indica, hay dos tipos de respuesta: buscar la inmunidad de las personas a través del no contacto, la distancia física, y el aislamiento, que parecieran son las únicas alternativas para impedir que el virus avance; la segunda es la individualización.

 Construir vínculos comunitarios

Cabrera Amador destaca que se debe construir de manera comunitaria alternativas que permitan buscar el cuidado de los otros, y no sólo el individual, porque la única alternativa realmente útil es aquella en la cual nos cuidamos mutuamente.

“Una respuesta solidaria, colectiva, es fundamental para evitar situaciones de pánico o de tensión nerviosa que está produciendo la pandemia”.

¿Podría desatarse la violencia intrafamiliar por la cuarentena?

El especialista considera que durante el periodo de cuarentena sí habrá tensiones en la familia, para ello hay mecanismos que pueden disminuir la tensión.

Al contrario de lo que se piensa, los niños saben qué está pasando en el mundo porque están expuestos a la información, sobre todo aquella vertida en las redes: “los niños tienen perfectamente claro que algo está sucediendo, que es grave y genera tensión”.

Para ellos se debe procurar el juego porque a través de esa actividad, los niños expresarán lo que sienten y sacarán la tensión que están viviendo.

La cultura del meme puede ayudarnos a sobrellevar la situación

Lo mismo sucede en el caso de los adultos. Cuando vemos un meme sobre la circunstancia que estamos viviendo, a pesar de que es una cosa tan grave, pues nos da risa, y esa risa es liberadora de tensión, explica Cabrera.

“Este tipo de prácticas (los memes) que podrían parecer fuera de lugar, sí resultan alternativas porque reducen la tensión y permiten una mejor convivencia.”

También tenemos la posibilidad de intercambiar información, porque aprendemos de la información recibida y del intercambio de esta. Este caso, del intercambio de opiniones: “¿Cómo la estás pasando?, ¿cómo la estás viviendo (la situación)?”

Esa acción de compartir la experiencia es otro de los elementos que contribuye a buscar comunidad y salidas colectivas.

 ¿Cómo convivir con los vecinos?

El doctor indica que la situación no está afectando a uno o a otro, sino a todos; todos estamos expuestos, lo cual permite ver cómo, cada quien, está enfrentando el problema

“He visto cosas que me parecen muy interesantes, por ejemplo: personas que ponen carteles en las ventanas de su departamento ofreciendo sus servicios para aquellos vecinos que no pueden salir por su despensa”.

Estas formas de colaboración mutua serían la alternativa entre vecinos ante esta situación de emergencia, que no es parte de la vida cotidiana en la cual no nos hablamos con el vecino, pero ahora estamos enfrentando una situación que es común.

“Las redes sociales, las ventanas, los balcones como se ha visto en imágenes que comparten personas que ya llevan varios días en cuarentena, me parece que son importantes porque podemos ver esas escenas y decir: “sí, hay posibilidad de establecer vínculo con el otro”, y eso es hacer comunidad frente al problema y nos salvará.

¿Cómo seguir fomentando la comunidad una vez que pase el peligro?

Todos estamos expuestos al sufrimiento y al dolor, unos más que otros pero todos estamos expuestos, resalta el académico.

El asunto es cómo resolvemos y qué salida le damos a esas formas de sufrimiento y de dolor. Entonces, cada quien busca de manera particular las alternativas para responder a ese sufrimiento.

Parte de la salud mental tiene que ver con el tipo de alternativas que uno encuentra para responder al tema del sufrimiento: “Este encierro, necesario, nos coloca en situación de vulnerabilidad a todos, y en ese sentido es importante establecer estas formas de colaboración con el otro, justamente para tratar de impedir el aislamiento completamente”.

“Me parece que compartir con el otro el dolor es una forma de alivio. Cuando uno le cuenta a un amigo que le duele algo que está viviendo, después de haberlo contado hay un alivio”.

Nadie se va a salvar por sí mismo. Sí es importante el autocuidado pero también es importante el cuidado mutuo en estas circunstancias, por ello se debe buscar las formas y las estrategias para fomentar ese cuidado mutuo.

También es importante buscar los espacios donde se pueda hablar del tema, pero también procurar los espacios donde podamos reírnos, lo cual regresaría la capacidad de enfrentar el problema, explicó finalmente.

La pandemia nos hizo tomar conciencia de nuestra fragilidad

Las catástrofes sacan lo peor y lo mejor del ser humano. La presencia del coronavirus en nuestra vida cotidiana nos resquebrajó, pero también nos da la oportunidad de crear un mundo nuevo.

Alberto Betancourt Posada, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, refirió que en Control Urbano: La Ecologia Del Miedo, Mike Davis sostiene que las catástrofes lejos de suspender los conflictos, los agudizan.

“Lo que tenemos el día de hoy no es una suspensión de los conflictos estructurales de nuestra sociedad, sino una agudización de la lucha geopolítica de la competencia comercial, de las diferencias entre el norte y el sur, e incluso, de la lucha de clases”.

Para muestra un botón: la ultraderecha de Estados Unidos ha aprovechado la pandemia del COVID-19 para recrudecer la xenofobia y el racismo al responsabilizar a China por esta crisis de salud mundial.

Por su parte, Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, protagonizó un evento preocupante en términos geopolíticos al publicar tuits en torno al posible origen del virus.

El 12 de marzo tuiteó que, durante su comparecencia en el Congreso de Estados Unidos, Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), reconoció que un examen póstumo aplicado a varios de los 14 mil fallecidos supuestamente por influenza, dieron positivo de coronavirus, lo que indicaría que el paciente cero, es decir, el origen de la enfermedad, podría ser Estados Unidos, ya que una semana antes del brote en China, el gigante asiático realizó juegos deportivos militares a los que asistió una delegación de militares del ejército norteamericano.

Sin embargo, Betancourt Posada señaló que lo importante a destacar sobre la pandemia es habernos devuelto nuestra conciencia de humanidad: hacernos notar nuestra fragilidad, finitud y necesidad de solidaridad como especie humana.

“Italia está realizando asambleas a distancia que plantean el aprovechamiento de la enfermedad para tomar conciencia con el fin de refundar a la especie humana como una gran comunidad democrática”.

Por su parte, China ofrece la experiencia adquirida durante el manejo epidemiológico para ayudar a Corea del Sur, Irán e Italia, países que reciben asesoría, apoyo médico y equipo.

El académico universitario hizo referencia a lo publicado por Luigi Ferrajoli en Il Manifesto Quotidiano Comunista, quien planteó que “la epidemia nos ha colocado ante un riesgo global que nos hace cobrar conciencia como especie humana, lo que implicaría la posibilidad de asumir que hay asuntos de la humanidad que desbordan las fronteras, por lo que considera que sería necesario constituirnos como una comunidad que responde a los intereses de la especie y no solamente a intereses particulares”.

Fake news, la pandemia de la desinformación

Existen pandemias mucho más graves que la provocada por un virus: la desinformación.

En su interés por mantenerse informados en torno al COVID-19, la ciudadanía consume todo tipo de publicaciones de manera irresponsable. Compartir noticias sin corroborar y confrontar sus fuentes informativas es no sólo antiético para un medio de comunicación, sino para el ciudadano común.

Al respecto, Luis Ángel Hurtado Razo, director general de Comunicación Política Aplicada y académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, comentó que en situaciones de crisis no faltan los grupos de la sociedad civil o líderes de opinión que toman provecho de la situación para circular noticias falsas.

En entrevista con Deyanira Morán, conductora de Prisma RU de Radio UNAM, Hurtado Razo enfatizó la necesidad de evitar la propagación de noticias falsas, las cuales sólo atienden a cuestiones políticas y económicas con el único fin de generar histeria colectiva.

Acotó que las redes sociales obedecen más a las emociones que a lo racional, de ahí su vulnerabilidad para difundir notas, videos y memes que, lejos de aminorar la crisis, provocan una pandemia de desinformación.

“Los medios de comunicación deberían ser los más prudentes en tiempos de crisis. Lo que se hizo este fin de semana —respecto a la publicación de la muerte de un empresario a causa del coronavirus— es muy irresponsable. Por rating o ganarse la nota generan un estado de mayor crisis y estados de ánimo en la ciudadanía que pueden derivar en exigencias o colapsar el sistema de salud”.

Desde su punto de vista, a medida que crece la paranoia, aumenta el número de fake news que se comparte en el espacio público digital.

En solidaridad el 9 de marzo

El 9 de marzo, día en que en México se busca evidenciar la importancia que tienen las mujeres en la sociedad, la Doctora Alicia Mayer, directora general de la UNAM-Canadá, lanzó una convocatoria a las mujeres que integran su equipo de trabajo a participar en un espacio de diálogo abierto a fin de compartir el sentir, las reflexiones y las estrategias que pueden surgir acerca del movimiento de mujeres en México por la equidad y contra violencia de género.

Es muy peculiar la manera en que los mismos fenómenos impactan en la vida de quienes se encuentran en otro contexto social, éste es el caso de la UNAM-Canadá, que no está ajena a los fenómenos que se presentan en la UNAM y en el país.

¿Qué podemos hacer sin estar? Desde la distancia, las mujeres aquí viven en solidaridad la lucha de sus compatriotas. Impotencia ante los feminicidios, el abuso de poder, la normalización de la violencia y del acoso. Por ello, se manifestó la preocupación sobre la impunidad existente ante la falta de mecanismos de prevención y de apoyo para la denuncia de hechos consumados.

A través del intercambio de opiniones de las 17 participantes, quedó en evidencia la necesidad de abrir el espacio al diálogo de manera permanente, que involucre a los hombres, se expuso la imperiosa necesidad de sensibilizar y reeducar a la sociedad sobre códigos-valores que dignifiquen a la mujer y que rompan con los estereotipos de género.

En conclusión, unánime: Indispensable pasar a la acción con políticas justas y condiciones de vida dignos, es por ello que la equidad salarial, política expresa del país anfitrión, es ejecutada por esta sede.

La UNAM-Canadá tiene el privilegio de estar liderado por una mujer e integrado en su mayoría por mujeres, todas profesionistas, mujeres que hoy escucharon el compromiso de su directora para concretar los protocolos de equidad y protección contra el acoso dentro de la institución y de buscar mecanismos que reflejen cambios positivos en el clima laboral.
Las resoluciones de este encuentro serán incorporadas de manera integral al programa de actividades de este centro de idiomas y cultura.

Mujeres que luchan por mujeres

Desde hace algunos años con los movimientos #Niunamenos y #Metoo se ha logrado dar un paso en contra de la violencia de género: que el silencio sea cosa del pasado, a las mujeres no se les acosa, no se les viola, no se les pega, no se les mata por ser mujeres.

Hace apenas unos días el país se estremeció por el feminicidio de Ingrid Escamilla y Fátima, lo que da cuenta que la problemática, lejos de retroceder, aumenta. El clamor de ¡Ya Basta! viene de todos los sectores sociales, “todas las mujeres vivimos una situación de peligro en el país y en el mundo, pero aquí en México por raíces culturales de machismo enfrentamos una situación terrible que no es nueva, pero sí más visibilizada”, refirió Anahí Caldú, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.

De acuerdo con la astrónoma, la violencia de género no sólo es una violación o muerte como tristemente sucede, se vive día a día y tenemos que reconocerla para evitarla. El tema debe estar sobre la mesa sin que se polarice, encontrar mecanismos para hablar y escuchar al otro, mirar a nuestro alrededor y formar una sociedad más igualitaria y justa para todos.

Hay que alzar la voz, reiteró Erika Villavicencio Ayub, investigadora de Psicología Social en la UNAM, “estamos hasta el hartazgo de la violencia de este sistema exageradamente corrupto, lleno de lucha de poder, pero a su vez escaso en salud mental, tanta impunidad, tanto crimen organizado, tanto machismo, por dónde empezar para lograr salir de este estado de indefensión, donde predomina la casi extinción de los valores en la sociedad”.

Saiph Savage, del instituto de Ingeniería de la UNAM, coincidió en que las mujeres deben hacerse escuchar, “decir que no queremos normalizar esto. Tenemos ciertos estereotipos arraigados, todavía muchas personas creen y es común escuchar que las mujeres les pasa algo porque han hecho algo malo, porque andaban en malos pasos, pero ellas no tienen la culpa”.

Es muy fuerte ver a diario en las redes sociales un impacto en contra de las mujeres, toda esa violencia, dolor y miedo que viven diariamente, refirió Estefanya Márquez, estudiante de la Facultad de Música de la UNAM. Para la mezzosoprano, las personas viven con terror de salir a la calle, sobre todo aquellas que ya vivieron una experiencia de violencia, también quien se expone todos los días, pero han surgido cosas buenas, “hemos encontrado redes de mujeres para cuidarnos entre nosotras, nos acompañamos, estamos creando comunidad”.

Para lograr un verdadero cambio se necesita una transformación de raíz de las organizaciones educativas, las instituciones y el sector empresarial, que se adapten para hacerlas menos incompatibles unas con otras, “que esta cosmovisión tripartita logre que los horarios, las distancias y la carga laboral permitan un balance de vida para la familia entera.  Donde la madre tenga horarios que facilite el doble rol, que el adulto vigile el crecimiento y la educación del niño, la convivencia, garantizando la justa satisfacción de las necesidades básicas, como alimentación, salud, seguridad”, explicó Villavicencio Ayub.

Para la especialista, son fundamentales las reformas que mejoren las condiciones de trabajo, incluido el salario, estrategias que permitan abordar, en todos los sectores, el trabajo en perspectiva de género, de no violencia, de equidad y sea impartido desde edades tempranas.

Asimismo, evitar revictimizar en los diferentes procesos de denuncia, investigación, comunicación, enseñanza, redes sociales, “no provoquemos un espectáculo del dolor ajeno, no consumamos medios informativos que filtran imágenes de las víctimas. Impongamos sanciones”, exhortó.

En ese contexto, Nelly Lucero Lara Chávez, doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, explicó que los medios de comunicación, como actores sociales, cumplen una función de transmisión de valores y prácticas, reproducen lo que leemos como sociedad. “Una tarea de los medios sería dar cuenta de por qué suceden los fenómenos para entenderlos, pero sucede lo contrario, presentan la violencia en contra de las mujeres como un espectáculo, estigmatizan y denigran el conocimiento de la teoría feminista”.

Sin embargo, refirió que como espectadores también se tiene el poder de decidir qué discursos se quieren consumir para crear niveles de significación distintos, “a nivel personal, de los hogares, de los medios, dejar de consumir programas que representan a la mujer de forma estereotipada es una forma de erradicarla”, explicó Nelly Lara.

El movimiento encabezado por las mujeres no es improvisado, a pesar de que su lucha se ha mantenido por más de 300 años sigue persistiendo la desigualdad entre hombres y mujeres.

De acuerdo con Cristina Rosas González, doctora en Relaciones Internacionales por la UNAM, estamos en una sociedad donde por usos y costumbres se acepta la violencia contra las mujeres, se fomenta, incluso culturalmente, se trata diferente a hombres y mujeres, se les paga diferente a pesar de hacer el mismo trabajo.

En ese contexto, ¿qué hacer para que esto cambie y manifestar el hartazgo generalizado por estos niveles de violencia vividos?

 Para Erika Villavicencio hay que trabajar en el diseño de políticas públicas para prevenir, atender y eliminar la violencia de género, así como la puesta en marcha de  una Fiscalía Especializada en feminicidio.

Reforzar protocolos de acción desde un enfoque multidisciplinario, dar capacitación a quienes están a cargo de la administración de justicia (policía, personal pericial, forenses y profesionales del derecho), dar orientación  para llevar a cabo la investigación del delito de feminicidio con la debida diligencia, garantizando así el acceso pleno de las mujeres a la justicia.

“Hay que hacer muy costoso para quien favorece la desigualdad, la discriminación y la violencia contra las mujeres, en la legislación mexicana para poder disuadir la delincuencia que circunda a las mujeres”, refirió Cristina Rosas.

Aludir a la memoria histórica para que las cifras no aumenten, para que las listas no tengan más nombres, “no basta con estar en este laberinto para buscar culpables, construyamos soluciones y que esta lucha legítima sea el inicio del cambio”, exhortó Erika Villavicencio.

“Que esto no sea esporádico, no debe ser flor de un día, sino que todos los días, desde nuestras trincheras, trabajemos para lograr ese cambio, que no va a ocurrir mañana, pero hay que iniciarlo ya”, finalizó Rosas González.

Feminicidas libres

El auto en el que una mujer fue asesinada por su pareja pasó tres años en un corralón de la fiscalía mexiquense sin que se tomaran huellas, muestras de sangre o de ADN. Los videos de las cámaras de seguridad del motel donde otra mujer fue violada y asesinada pasaron por varias manos antes de llegar a la policía, y por ello fueron invalidados como prueba. Un feminicida confeso fue retenido demasiadas horas por la policía, por lo que el juez anuló la confesión en la que ese hombre reconocía el asesinato de una mujer.

Esas son algunas de las aberraciones procesales por las que los jueces liberan a presuntos feminicidas, por las que se caen los juicios y por las que los asesinos de mujeres están en las calles.

Desde marzo de 2019 Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) solicitó a las 32 entidades federativas las versiones públicas de las sentencias que resultaron en absolución de presuntos feminicidas en el periodo 2012-2018. Durante el anterior sexenio, hubo 739 condenas por feminicidio y 105 absoluciones, de 3 mil 56 asesinatos de mujeres en condición de feminicidio en todo el país.

MCCI quería conocer las causas por las cuales se absuelve a presuntos feminicidas. Pero los sistemas de procuración de justicia de los estados fueron opacos y omisos en revelar esa información. Luego de cientos de solicitudes, solo fueron entregadas 18 sentencias absolutorias de casos de apenas un puñado de entidades federativas. ¿Son pocas como para sacar conclusiones? No. Son demasiadas muertes de mujeres con una constante: impunidad increíble.

A partir de ese universo que no llega ni a la veintena, se pueden sostener que todas las liberaciones ocurrieron por fallas al debido proceso y no por dudas fundadas sobre la responsabilidad del inculpado. Todas. En las 18 carpetas hay indicios, evidencias, testimonios, videos, objetos, vehículos, escenas del crimen, dictámenes periciales y elementos que, de haberse procurado correctamente, habrían bastado para que las víctimas de esos feminicidios tuvieran justicia, en vez de la sentencia de absolución de quienes dieron muerte a esas mujeres.

La otra cosa que se puede concluir a partir de esos casos, es que el feminicidio no solo es perpetrado por una persona, sino encubierto, o permitido de facto, por todo el sistema de justicia de los estados, que encima reserva los expedientes donde quedaría evidenciada su impericia y negligencia.

A ellas las están matando, y a ellos, a los asesinos, los están liberando.

En esos siete años, las fiscalías estatales han reportado oficialmente 3 mil 56 feminicidios. Sin embargo, a partir de las mismas solicitudes de información, en ese sexenio MCCI contabilizó 2 mil 646 casos más de mujeres asesinadas a golpes, asfixiadas o con rastros de violencia sexual o mutilación; y cuyas muertes no fueron reconocidas como feminicidios.

Los tenían y los soltaron: por “aberraciones” de la policía, porque “no se cuidó” la cadena de custodia de las pruebas, porque la fiscalía “no buscó” evidencias, o por “incomprensibles” decisiones de los jueces.

Estas son cinco de las 18 historias, de miles de casos de impunidad en contra de la vida de las mujeres.

Las mataron, había pruebas que apuntaban al autor de ese crimen, pero el feminicidio quedó impune. Siempre.

Esta es la autopsia de un sistema de justicia que a ellas las olvida, y a ellos, todo les perdona.

 

Aquí podrás consultar el trabajo de investigación.

¿Cuáles son las “razones” de un violador?

“Cuando se piensa en un violador, uno se imagina a un individuo anómalo y psicópata, sin embargo son personas dentro de la sociedad”, dijo Ana Celia Chapa Romero, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM. Entonces ¿cuál es la razón para que alguien sea un agresor sexual?

De acuerdo con la académica universitaria no existen estudios concluyentes sobre la personalidad de un violador, sin embargo, no se ha encontrado algún trastorno de personalidad o psicosis significativa en las personas que tienen este tipo de conducta. 

Lo que se ha detectado es que estos individuos tienen conductas adictivas, como es el consumo de alcohol o drogas, además de padecer baja autoestima y poco control en sus impulsos.

Un estudio llevado a cabo por el investigador Marshall plantea que este tipo de conductas sexuales se relacionan con factores socioculturales e historias de vida de cada persona, explicó la académica universitaria.

Identificó que se da en contextos donde existe un mayor machismo y devaluación del papel de la mujer. “Al conjuntar esos factores legitiman de alguna manera este tipo de conductas y constantemente las refuerzan”.

De hecho, se trata de una construcción de la masculinidad hegemónica y el control que pueda tener sobre las mujeres. “En ese sentido la violación sería un acto de moralización”. En el violador, añadió Chapa Romero, irrumpen muchos valores y creencias que están presentes en la sociedad sobre quién es una mujer que puede ser violada.

Surge la creencia de que las mujeres están para satisfacer las necesidades de los hombres. En algunos casos, para ellos  hay dos tipos de mujeres: las  malas y buenas.

Las primeras merecen ser castigadas porque son libres y son capaces de tomar decisiones. Así, se construye la fantasía de poderlas controlar y el abuso sexual es una forma de hacerlo. El violador siente placer, es decir, su cerebro produce dopamina. No obstante, siente más placer al recordar el acto, que el acto mismo, porque todo le salió cómo lo tenía planeado.

Distorsiones cognitivas 

En este contexto, los agresores sexuales presentan distorsiones cognitivas, pensamientos erróneos que están presentes dentro de la sociedad. Por ejemplo, exponen que cuando una mujer dice “no”, en realidad dice que sí, o ella lo pedía; llevaba una falda muy corta, ella se ofreció, me sonrió, es una “puta” y ha tenido varias parejas sexuales, se estaba insinuando.

Esta ideología es un pretexto para que el violador no sienta culpa de sus actos ni empatía hacia su víctima, porque justifica sus acciones, enfatizó Celia Chapa. “Devalúan a la mujer para no otorgarle una categoría de humanidad”.

Esos pensamientos permanecen en toda la sociedad. Por ejemplo, cuando una mujer acude a denunciar las autoridades la cuestionan: ¿por qué ibas sola?, ¿dónde estaba tu novio?, ¿estabas bajo los efectos del alcohol? Culpan a la víctima más que al agresor. No se castiga al violador, las sanciones son mínimas y por esto es que es más fácil que existan los abusadores sexuales. Si no hay castigo, es más fácil que estos sucesos se repitan en varias ocasiones.

¿Puede haber un cambio?

Para la especialista en el tema, una transformación podría ser viable si se empieza por los niños y niñas. “Debemos plantarles habilidades emocionales y fomentar relaciones más equitativas”.

Agregó que el sistema de procuración de justicia debe ser más amigable, es decir, que hayan menos obstáculos.

La masculinidad no depende del control que un hombre pueda ejercer sobre otra persona, concluyó Ana Celia Chapa.

Compañías que permiten la participación de las mujeres en las Juntas Directivas, son más innovadoras y eficientes

Si hubiera una forma directa y rentable para que las empresas impulsen la innovación, mejoren la eficiencia, estimulen el crecimiento, aumenten la competitividad y reduzcan el riesgo, casi seguramente la adoptarían.

Pero según un nuevo estudio de la Escuela de Negocios Sauder de la Universidad de Columbia Británica (UBC), la solución es muy simple: las empresas solo necesitan nombrar a más mujeres en sus juntas directivas. Este es el primer estudio de este tipo, en el que se vincula la diversidad de género para mejorar la eficiencia e innovación.

Los investigadores examinaron la composición de juntas en 12,244 empresas en 45 países. También analizaron el nivel de innovación de las empresas haciendo uso de medidas como: número de patentes, novedad de sus patentes y la rentabilidad de esa innovación.

Los resultados arrojaron que las empresas con más mujeres en sus juntas producían una mayor cantidad de patentes, y eran patentes más innovadoras con una eficiencia mayor.

Debido a que la innovación es el motor principal detrás del crecimiento corporativo, los resultados muestran que una mayor diversidad en los directorios puede aumentar significativamente las posibilidades de éxito de las empresas.

Los hallazgos fueron consistentes incluso después de que los investigadores controlaron las diferencias, como la edad del director, el número de directores, el cargo en el consejo, la experiencia en la industria, la nacionalidad y los antecedentes educativos, lo que confirma que la diversidad de género es distintiva y económicamente importante.

Las mujeres tienden a ser más cautelosas, orientadas a largo plazo y más orientadas a la comunidad, mientras que los hombres podrían estar más motivados por la reputación, la riqueza y el éxito personal“, dijo el profesor de la UBC Sauder Kai Li, quien fue coautor del estudio. “Y obtienes más por tu dinero, porque por el mismo gasto, generas más patentes“.

Y, sin embargo, en la mayoría de las áreas del mundo, la diversidad de género, es muy deficiente. El estudio descubrió que el país con la mayor proporción de mujeres en juntas corporativas era Noruega, mujeres que ocupaban el 27% de los puestos de la junta.

Li enfatiza que el estudio no dice que las mujeres sean inherentemente mejores que los hombres; más bien, una variedad de antecedentes, perspectivas y enfoques es lo que tiene más sentido comercial.

El punto no es centrarse en si un género es mejor que otro. Es la mezcla lo que cuenta“, dijo Li.

Fuente: The University of British Columbia

Artículo: Griffin, D., Li, K., & Xu, T. (2019). Board Gender Diversity and Corporate Innovation: International EvidenceJournal of Financial and Quantitative Analysis, 1-68.