Es necesario un debate sobre el racismo; sí, también en la UNAM

¿Por mi raza hablará el espíritu? Para el profesor Federico Navarrete, del Instituto de Investigaciones Históricas, urge cuestionar esta frase pues no es posible que, en pleno siglo XXI, una universidad aluda en su lema a una categoría tan problemática como la de raza (tanto que incluso científicos han pedido desecharla por no aportar nada al entendimiento de la diversidad humana) ni que invoque una idea tan difusa como la de espíritu (que en este caso se refiere al Espíritu Santo, como explicaría el autor de la frase, José Vasconcelos, tras confesar que omitió la última palabra para plegarse a un léxico oficial y laico).

Sin embargo, estudiantes indígenas de la UNAM han denunciado que en esta institución, donde se supone que el espíritu debería hablar por la raza, a ellos se les impide hablar su idioma y hasta portar sus vestidos tradicionales ya que, de hacerlo, de inmediato son folclorizados, exotizados y discriminados, como señala una investigación realizada por David Bedolla Mendoza, alumno de Antropología Lingüística en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, la cual tuvo lectura pública en noviembre pasado en la ciudad de Buenos Aires, en el marco del Sexto Coloquio Internacional de la Red ESIAL de la UNESCO.

Sobre esto el doctor Navarrete subraya que, lo primero a entender, es que todas las sociedades de América —desde Canadá hasta Argentina— son racistas, pues fueron constituidas sobre un orden que distinguía y cribaba a la gente según su origen continental, es decir, por una supuesta raza, y esto que se aprecia tan claro durante el periodo colonial (donde los privilegios los detentaban los blancos europeos) se replicó a la hora de crear los distintos Estados nación en el continente.

“Como cualquier universidad, la Nacional Autónoma de México no sólo es producto de estas estructuras, sino que las reproduce y, por ello, la UNAM es racista, pero lo es como cualquier institución inserta en una sociedad con un orden y formas de poder raciales. Para ponerlo de otra manera, no es su culpa ser de esa forma, aunque sí le es inevitable”.

Para su investigación, David Bedolla —zapoteco del pueblo oaxaqueño de San Bartolomé Zoogocho— entrevistó a 40 universitarios indígenas que dieron cuenta de las múltiples agresiones recibidas en distintos planteles de la Universidad no sólo por sus compañeros de clase, sino por sus profesores, quienes pese a su responsabilidad docente han caído en actitudes tan criticables como ridiculizarlos por no saber ciertas palabras o por su timidez al intervenir, ponerles apodos o hacerles preguntas cargadas de sorna como ‘¿y dónde dejaste a tus burros?’”.

A decir del profesor Navarrete, una cosa a tener presente es que antes de que la crisis del coronavirus detuviera los relojes de la vida universitaria, la demanda más fuerte al interior de la UNAM era la de reconocer la violencia ejercida en la Universidad contra las mujeres y evitarla, por lo que pide aprovechar este momento de autocrítica para hacer lo mismo y admitir que hay agresiones racistas, y ponerles alto.

Cada año en CU se realizaba una comida con los becarios indígenas por el llamado “Día de la Raza” y, en la de 2018, un grupo de ellos aprovechó para protestar colocándose detrás del podio de oradores y desplegar una manta con la leyenda “Por una universidad pública, intercultural y sin violencia”. Tras el hecho algunos manifestantes recibieron llamadas donde se les tachaba de revoltosos y se les advertía de consecuencias; en 2019 no se celebró ya este evento anual.

Uno de los inconformes en aquella ocasión era David Bedolla, quien a la luz de lo ocurrido escribió en su cuenta personal de Twitter: “Las autoridades piensan que por ofrecernos apoyo económico los estudiantes indígenas debemos permanecer callados, aplaudirles y ser sumisos. Ese pensamiento también es racista”.

Hacia una universidad más plural y diversa

En México, 25.7 millones de personas (el 21.5 por ciento de la población nacional) se asume indígena; sin embargo, de los 360 mil alumnos de la UNAM, mil pertenecen a un pueblo originario, es decir, apenas un 0.28 por ciento, lo cual es una de tantas muestras de lo inequitativas que son las oportunidades entre los diversos estratos de la sociedad.

“El acceso a la formación superior en el país es dispar porque la oferta es menor a la demanda y porque hay desigualdades educativas que favorecen siempre a los más ricos; esas diferencias, que bien podrían explicarse en términos de clase social, también tienen una dimensión racial y étnica. En ese sentido la Universidad Nacional es restrictiva pues, en un escenario donde el piso no es parejo para todos, al seleccionar quién entra a sus aulas termina por excluir a indígenas y afromexicanos, es decir, a los más pobres”, indica el profesor Navarrete.

A fin de remediar en algo esta situación, la UNAM cuenta con el Sistema de Becas para Estudiantes de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (SBEI), iniciativa que, para el investigador, aunque valiosa, resulta trunca si no va acompañada de otras estrategias, como programas de integración o una política de cuotas que permita incluir a más de estos grupos tan subrepresentados en el grueso de la comunidad puma.

Una de las voces recogidas en la investigación desarrollada por David Bedolla es la de una becaria que relata cómo, en una ocasión, algunas compañeras de carrera le pidieron su credencial escolar con cualquier pretexto tan sólo para hacer fotocopias que terminarían pegando por todo el todo el plantel con la leyenda: SE BUSCA, por oaxaqueña.

“Agresiones de este estilo suceden con frecuencia y se dan porque estos jóvenes comienzan sus estudios sin haber pasado por un proceso de integración y sin que sus compañeros hayan sido sensibilizados. De ahí que los afectados reciban burlas y castigos por cosas tan absurdas como tener otras costumbres o por no hablar bien el español, y lo más grave es que todo pasa frente a los ojos de una institución indiferente hacia estos grupos tan históricamente discriminados y abusados”.

Justo porque esto se ha practicado desde siempre (en México si alguien es llamado “güerito” se percibe como halago, mientras que si le dicen “prieto” es un insulto, y a nadie se le hace raro), el racismo contra los indígenas se ha normalizado a tal grado que, en muchas ocasiones, ni quien lo ejerce ni quien lo recibe se percata de él, como se aprecia en otro de los testimonios recogidos en la pesquisa de David Bedolla.

En el caso mencionado el entrevistado relataba: “No es que me digan cosas en la escuela ni nada, aunque siempre está esa mirada incómoda que te exotiza y te ve como bicho raro. Luego me quieren tomar fotos por mi vestimenta o me preguntan ¿dónde vas a bailar?, ¿dónde vas a cantar?”; sin embargo, para él, esto no era racista ni discriminatorio. 

A fin de evitar episodios como los consignados en el trabajo del joven zapoteco, el profesor Navarrete propone echar a andar estrategias de integración y promover la sensibilización de la comunidad universitaria. “Debemos diseñar otras políticas porque las actuales no funcionan del todo. No soy experto en ello, pero en la UNAM hay personas que sí lo son; por ejemplo, la Facultad de Filosofía y Letras cuenta con la carrera de Desarrollo y Gestión Interculturales, así como con la de Pedagogía, y también tenemos expertos en Estudios de la Universidad. Es tiempo de aprovechar toda esa experiencia y saber”.

Sobre por qué urge tomar desde ya este tipo de medidas la mejor respuesta la tiene el mismo David Bedolla quien, ante las cámaras de la UNESCO, subrayó: “Muchos de quienes entramos a la Universidad somos discriminados por ser de un pueblo originario. El racismo existe y no acabaremos con él hoy, mañana, ni en un lustro, aunque si somos agentes de cambio quizá en unos 10 o 15 años los que vengan detrás de nosotros tendrán mejor experiencia y, sobre todo, podrán acceder a la educación sin ser discriminados, algo que hoy nosotros no tenemos”.

En pos de la universalidad

A título personal, el profesor Navarrete señala que hay un asunto crucial —y quizá polémico— sobre el cual la Universidad Nacional debe reflexionar: el del tipo de educación que imparte, pues a su parecer éste privilegia el conocimiento y cultura provenientes de Europa y el norte de América, así como el producido en México por ciertos grupos, y termina por excluir lo demás, como los saberes y cosmovisiones indígenas.

Esto se hace patente en hechos como que, para titularse, la UNAM exige el dominio de una segunda lengua además del español, sólo que mientras un estudiante extranjero puede presentar sin problema el idioma de su país y salvar el requisito, un alumno indígena no puede hacer lo mismo con el náhuatl, maya o cualquier otra lengua originaria.

“En la Universidad, cuando hablamos de ciencia global, pensamos en el norte y no en abrir el diálogo con científicos de otras partes del mundo, además de que sólo miramos a Occidente y lo consideramos nuestra fuente única; incluso nos enorgullecemos de que nuestra educación sea 100 por ciento occidental. Al final, eso hace que en nuestra forma de concebir las disciplinas y estructurar programas haya exclusión racial”.

Por esta razón, al igual que esos becarios indígenas que se manifestaron con una manta en la comida anual del SBEI de 2018, el profesor Navarrete aboga por una universidad intercultural donde los alumnos de culturas y orígenes étnicos diferentes puedan participar y aprender, pero siempre aportando sus perspectivas y sabiendo que recibirán apoyo de requerirlo, pues sus necesidades son distintas. 

“Si algo caracteriza a la UNAM es su voluntad de fomentar la universalidad de la igualdad y la meritocracia, es decir, de dar a todos sus alumnos un acceso parejo a las mismas clases, contenidos y profesores, confiando en que el avance de cada uno dependerá de su trabajo, compromiso y talento. Para lograr esto es preciso erradicar cualquier vestigio de racismo y brindar a los estudiantes indígenas (y a los afromexicanos y a los de comunidades rurales) la oportunidad de participar y de abrirse espacios con base a su mérito. Sólo así podremos concretar esa igualdad universalizada de la que tanto hablamos”.

Por ello, se antoja alentador que cada vez sean más los estudiantes indígenas coordinándose para impulsar este tipo de cambios en la Universidad Nacional Autónoma, pues tal y como dijo David Bedolla al cerrar su intervención en el coloquio bonaerense de la UNESCO: 

“México es un país racista y la universidad sólo es un reflejo de lo que pasa en la sociedad. La folklorización y exotización de las formas de ser y entender el mundo de los compañeros también es una forma de discriminación que muchas veces no se toma como tal, pese a hacernos sentir incómodos, y es importante no tolerar más esto. Por ello, los jóvenes becarios nos hemos organizado en una forma de expresarnos conforme a nuestras maneras de ser y entender el mundo, de seguir hablando en nuestras lenguas, de conservar nuestras tradiciones, de portar nuestras vestimentas y de decir aquí estamos”.

La detección oportuna de cáncer en niños, reto pendiente en México

Mientras que en naciones desarrolladas como Japón, Suecia o Estados Unidos hasta nueve de cada 10 niños con cáncer recibirán tratamiento en fases tempranas y por lo mismo se curarán, en México los menores con esta enfermedad parecen jugarse la vida en un lance de moneda, pues la mitad morirá y todo porque en el país hemos fallado en la tarea de realizar un diagnóstico oportuno, señala Farina Arreguín, jefa del Servicio de Oncología Pediátrica en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre (CMN20N) del ISSSTE.

Desconocimiento, poca capacitación, inversión insuficiente y hasta protocolos burocráticos son algunas de las razones que, a decir de la también académica de la UNAM, “nos han puesto en este escenario tan preocupante que bien puede ser revertido si todos colaboramos y aprendemos a distinguir un cúmulo de señales antes las cuales deberíamos correr y tocar en la puerta del doctor más cercano”.

A fin de lograrlo, desde el CMN20N se ha impulsado una campaña en la que en vez de esperar a que los casos lleguen al consultorio, los especialistas han salido a escuelas y bibliotecas para hablar con padres y maestros de la importancia de detectar los síntomas de un posible cáncer, y han buscado llegar a médicos de toda la República —vía telemedicina— para señalarles qué aspectos evaluar y para subrayarles que, ante la mera sospecha de la enfermedad, deben referir con celeridad al paciente a una unidad acreditada y certificada.

“Se trata de medidas y acciones muy sencillas que, de seguirse, podrían salvar la vida de ocho de cada 10 de nuestros niños, pero para eso se requiere mucha difusión y llegar a los sitios más remotos. Como parte de este esfuerzo editamos la guía Detección oportuna de cáncer infantil, distribuida en primarias y unidades médicas de primer y segundo nivel de atención, y entregada gratuitamente a todo aquel que la solicite directamente en las redes sociales del ISSSTE”.

En opinión de la doctora Arreguín, no basta con dar datos y explicar que las tres principales neoplasias infantiles son las leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas, sino hacer hincapié en lo importante de tomar un papel activo y estar atentos incluso a detalles aparentemente nimios. “Por ejemplo, en estos tiempos de dispositivos electrónicos en que somos tan dados a tomar fotografías a la menor provocación, basta con poner atención a las imágenes captadas: un reflejo blanco en las pupilas del niño bien podría ser una leucocoria, y ello indicar un retinoblastoma”.

De la misma manera, hay otros malestares que podrían pasar inadvertidos por parecer la consecuencia lógica de un golpe, pero que los padres deben observar muy de cerca, pues aunque parezca de lo más normal que un pequeño exprese malestar en la rodilla tras caerse y que tras administrarle un analgésico éste remita; si el dolor regresa y no se quita bien podría tratarse de un osteosarcoma.

Otros síntomas a considerar son una fiebre de más de dos semanas que no merme con antibióticos ni antipiréticos; pérdida de peso pese a que el niño siga comiendo igual; crecimientos anormales en cualquier parte del cuerpo; sudoración excesiva en las noches que deje las sábanas empapadas; distenciones abdominales; jaquecas persistentes, o hasta cambios súbitos en la conducta.

“Todos estas son señales a tener siempre en cuenta y ante cualquiera hay que ir de inmediato con el médico. Los niños están hechos para jugar y ser traviesos, no les debería doler nunca nada”.

El arte de crear conciencia

En México, el cáncer es la primera causa de muertes en niños por enfermedad. Cada año se reportan seis mil casos nuevos y se estima que la mitad de estos menores perderá la vida debido a que no fueron diagnosticados a tiempo. Por ello, como un recordatorio anual de que con una intervención temprana es posible salvar hasta a nueve de cada 10 pacientes, desde 2001 todos los 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil.

“Justo ese viernes iremos al Instituto Politécnico Nacional a hablar con los estudiantes de medicina sobre detección y de cómo reaccionar ante la sospecha de enfermedad. Algo muy parecido hacemos de forma habitual con los residentes de la UNAM que toman clase con nosotros en el CMN20N. La educación es crucial porque ella nos asegura que cuando ejerzan, sea donde fuere, estos jóvenes referirán en tiempo a sus pacientes. Ésta no es una fecha para celebrar sino para crear conciencia y, por lo mismo, la recibiremos no con ceremonias o actos de relumbrón; lo haremos enseñando”.

A decir de la doctora Arreguín, uno de los principales problemas con el que bregan los médicos en el país es la insuficiente inversión en salud, pues mientras la media en los países miembro de la OCDE es de un 6.6 por ciento de su PIB (Japón, Alemania y Suecia aportan hasta un nueve), aquí se destina apenas un 2.7 por ciento al rubro, lo que dificulta instalar y poner en marcha más unidades acreditadas y certificadas en territorio nacional, y ello provoca que los servicios se centralicen en la Ciudad de México, esquema que se debe romper.

“Los pacientes no deberían desplazarse tan lejos de sus casas; para evitar traslados extenuantes se requiere más inversión no sólo en infraestructura,sino en investigación, así como fortalecer los recursos humanos, lo cual implica capacitar y mejorar los salarios de médicos y enfermeras. Sólo por esa vía es factible equiparar la sobrevida de nuestros enfermos de cáncer con la de otros países”.

Sin embargo, mientras no se solucione el asunto de los recursos (y como la asignación presupuestal no depende del ciudadano de a pie) cada quien puede hacer mucho desde su trinchera para no quedarnos en este bache, asevera Farina Arreguín, quien ha instrumentado un esquema que le permite a un niño recibir atención de inmediato y ya no esperar 101 días para ello, el tiempo que duraban los trámites burocráticos antes de ser ingresado.

“Y no sólo es eso, también es pensar en el antes, durante y después del tratamiento; por eso siempre vamos de la mano de un grupo de psicólogos, tanatólogos y especialistas en cuidados paliativos, pues a un paciente debemos serle claros sobre su enfermedad, lo que experimentará con la quimioterapia, las posibles secuelas e incluso exponerle que si bien puede curarse también podría no hacerlo, pero que haremos todo lo que esté en nuestras manos para regresarle la salud. No es lo mismo dirigirse a un preescolar que a un adolescente; debemos evaluar cada caso y, siempre, hablarles con la verdad”.

La revista Natureha consignado que más del 90 por ciento de las muertes infantiles por cáncer en el mundose dan en lugares donde los recursos son escasos o limitados, por lo que la doctora Arreguín propone hacer un esfuerzo extra y crear unidades acreditadas y certificadas en lugares tradicionalmente excluidos de infraestructura de salud y lograr estrategias efectivas para que ningún enfermo se vea sin acceso a tecnología de vanguardia o a médicos calificados simplemente por no ser derechohabiente de tal o cual institución.

Llevado a un nivel micro esto es lo que se ha logrado en el CMN20N, pues ahí los doctores involucrados han creado una red que permite darle al paciente lo que necesita y no lo que los reglamentos y normas establecen como suficiente. Ejemplo de ello es Clínica de Supervivientes de Cáncer Infantil, única de su tipo en México, la cual acompaña a los menores curados durante cinco años a fin de asegurarse que la enfermedad no regrese y además los rehabilita de las secuelas dejadas por los tratamientos. “Poco a poco esto nos ha constituido en una gran familia”, comparte la académica de la UNAM.

“Hemos roto con las tradicionales divisiones hospitalarias y, sin cobrar nada, especialistas en adultos nos apoyan con los niños. Gente de nutrición brinda asesoría, el Servicio de Cirugía Maxilofacial da seguimiento a quienes lo requieren e incluso el Servicio de Reproducción Asistida trabaja para preservar la fertilidad de los adolescentes cuando hay riesgo de infertilidad por los fármacos”.

La confluencia de estas medidas y esfuerzos ha hecho que el Servicio de Oncología Pediátrica encabezado por la doctora Arreguín haya logrado un índice de curación del 66 por ciento, índice muy superior a la media nacional, del 51. “Pero aún estamos muy por debajo de nuestro objetivo de un 80 a 90 por ciento de sobrevida. La clave para alcanzar tal porcentaje está en el diagnóstico oportuno”.

En busca de modificar los panoramas

Katia vive en Oaxaca y para recibir tratamiento tuvo que trasladarse con su familia a la capital. Ella es una de las pacientes de la doctora Arreguín y hace muy pocos días fue dada de alta. Debido al cáncer corría el riesgo de perder la pierna, pero se le practicó una perfusión aislada de extremidad, lo cual le permitió conservar el miembro.

“Esto fue posible debido a esta red de colaboración creado al interior del CMN20N. Hablamos de una operación realizada en muy pocos hospitales de alta especialidad y que hasta ahora sólo se le había hecho a adultos. Ésta es la primera vez en México que se le práctica a una niña y los resultados fueron más que exitosos”.

Sin embargo, no importa lo experimentado de los médicos o lo avanzado de los equipos, para los pacientes y familiares siempre hay una sensación de zozobra ante lo desconocido, por lo que a lo largo del tratamiento se trabaja de cerca con ellos a fin de explicarles en qué consiste el tratamiento, las intervenciones y qué esperar en los años por venir. “En este tramo es importante la labor de las personas de Trabajo Social, son ellos los encargados de lograr ese clic tan necesario con el enfermo y su parentela, de ver sus necesidades y las distintas formas de ayudarlos. Es crucial generar esa empatía y, por ello, al final la relación termina por ser muy próxima”.

Por esta razón, antes de dejar el hospital y de tomar el próximo transporte rumbo a Oaxaca, una muy sonriente Katia y sus papás buscan a la doctora Arreguín para agradecerle, despedirse y tomarse con ella unas cuantas fotografías con el teléfono celular. Al final todos intercambian abrazos y la promesa de seguir en contacto.

“Curar a un niño y verlo regresar sano a casa es de lo más emocionante de esta profesión. Puedes preguntarle a cualquiera y te dirá lo mismo, ninguno de nosotros estamos en esto por dinero, son este tipo de gratificaciones las que nos mantienen aquí”.

Cien certificaciones, cien historias en español

 

Pese a todos los retos presentados durante la pandemia generada este 2020 por el virus COVID-19, la sede de la UNAM en Los Ángeles, California, ha logrado aplicar este año la certificación número 100 de la prueba SIELE (Sistema Internacional de Evaluación de la Lengua Española), examen destinado a validar internacionalmente el dominio de español de los sustentantes. Esto se consiguió bajo todas las medidas de seguridad requeridas por las autoridades locales.

California es un estado de larga tradición hispana. En Los Ángeles, particularmente, el español no es una lengua ajena sino de profundas y fuertes raíces. Alrededor de la mitad de la población de la ciudad tiene a este idioma como lengua nativa o de herencia.

Año tras año, según estadísticas del Instituto Cervantes, el español cobra fuerza social, cultural, económica y tecnológica. No hay mejor momento para certificarse y pensar en todas las posibilidades que el futuro depara.

 

Memorias frágiles e imaginación política. Feminismos e intervenciones curatoriales al 68 mexicano

La conferencia “Memorias frágiles e imaginación política. Feminismos e intervenciones curatoriales al 68 mexicano” impartida por el Dr. Luis Vargas Santiago, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y curador en jefe del M68, se realizará el jueves 3 de diciembre a las 17:00hr, en el marco del Ciclo de conferencias Trayectorias archivísticas en América Latina, organizado por la Fundación Espigas y la Universidad Nacional de San Martín, Buenos Aires, Argentina.

En esta charla se discutirá como M68, el espacio del CCU Tlatelolco de la UNAM, ha contribuido a la preservación de memorias sociales y generación de experiencias polifónicas y complejas para el México contemporáneo.

El acceso es gratuito.

Regístrate en el siguiente link:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeVm2hF88dQLzTvH6i2w6tue2nYKsmV5U04o_lUPLRaG3_qOQ/viewform

Homenaje a la Dra. Elisa VargasLugo

El Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM realizará un homenaje a la Dra. Elisa Vargas Lugo Rangel (1923-2020), Investigadora Emérita del IIE, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005, Doctora Honoris Causa por la UNAM y profesora por asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras, quien falleció apenas el pasado 30 de agosto de 2020.

El homenaje busca reconocer sus aportaciones al estudio de la historia del arte mexicano, especialmente de aquellas manifestaciones artísticas surgidas en el periodo que abarca desde el siglo XVI a los albores del siglo XIX, conocido como “época novohispana” o como coloquialmente se le llama “arte colonial”.

La presentación se realizará el miércoles 25 de noviembre a las 17:00 horas a través del canal de Youtube y participarán académicos del IIE: Elsa Arroyo, Alicia Azuela, Peter Krieger y Jaime Soler, así como Consuelo Maquívar, investigadora emérita del INAH y la catedrática en Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, Carmen Sotos Serrano.

La moderación estará a cargo del Dr. Pedro Ángeles, académico del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y quien fuera alumno de la Doctora por 30 años.

Exposición fotográfica en memoria de Vargaslugo

La mesa de homenaje estará acompañada por la exposición virtual “Fotografiar el arte mexicano. Homenaje a Elisa Vargaslugo”, integrada por imágenes que la investigadora fotografió en los años 50.

La exposición es iniciativa del Archivo Fotográfico “Manuel Toussaint” del IIE, en memoria de la académica que se entregó con ahínco a la fotografía y a la conformación de un archivo fotográfico para la investigación, desde el año 1953, por encomienda del director del Instituto de Investigaciones Estéticas, Manuel Toussaint y Ritter. 

Esta exposición muestra parte de la obra que el Instituto ha cultivado desde su fundación, con el propósito de apoyar la investigación, la enseñanza de la historia del arte, la preservación, la defensa del patrimonio y a la difusión del arte mexicano. 

Las imágenes provienen de diapositivas 35 mm en fina película Kodachrome, de la autoría de Elisa Vargaslugo, hechas entre 1953 y 1966; y fotografías impresas en tamaño 8×10, expuestas en abril de 2003 en el claustro del Museo Franz Mayer, como parte del homenaje por los 50 años de su vida académica. 

A partir del miércoles 25 de noviembre, se podrá visitar la exposición en la página del Instituto www.esteticas.unam.mx.

Artistas intervienen sus hogares para hacerle frente al encierro y a la pandemia

Tras meses de confinamiento hemos comenzado a ver nuestros hogares de otra forma: para algunos, cada habitación se ha vuelto una celda en cuyos muros sólo faltan dibujos de cuatro líneas paralelas atravesadas por una quinta en diagonal para llevar cuenta de “los días dentro”, mientras que para otros la casa se ha vuelto un claustro que nos mantiene a salvo de un virulento “afuera”.

En este escenario, el Museo del Chopo ha convocado a una decena de artistas dispuestos a alterar sus domicilios para reflejar cómo han procesado el encierro y para mostrar que, con un poco de creatividad y una webcam en vez del ojo del público, es factible darle nuevo rostro a estas soledades de cuatro paredes. El resultado de esta propuesta es Escena viva. Intervenciones al espacio doméstico, ciclo que podrá seguirse vía internet del 23 de junio al 21 de julio.

“Atravesamos un momento excepcional donde lo emocional está a flor de piel, pues el distanciamiento nos afecta de diferentes maneras. Los creadores no están exentos de ello y de ahí que aprovechen este trance para imaginar distintas formas de sortear la pandemia”, señala Gabriel Yépez, coordinador de Artes Vivas en el recinto universitario.

Entre los convocados a esta experiencia se cuentan la compañía española-mexicana Oligor/Microscopía Teatro; la bailarina Toztli Abril de Dios; La Liga Teatro Elástico; la actriz argentina Laura Agorreca; Teatro Bola de Carne; la performancera rusa Aliona Shewionkova, y el actor Misha Arias de la Cantolla, quienes presentarán diferentes propuestas echando mano tanto de disciplinas artísticas tradicionales como de hibridaciones creativas.

En su ya célebre texto Construir, habitar, pensar, Martin Heidegger reflexionaba sobre las innumerables casas derruidas por las bombas aliadas en la Segunda Guerra Mundial y decía que el verdadero sentido de crear un sitio donde vivir no es el de poseer un techo, sino el de habitarlo, pues la razón misma de construir no es generar espacios de alojamiento, sino lugares propicios para ser habitados.

“Construir es habitar, y habitar es la manera que tienen los mortales de ser en la tierra”, escribía el filósofo alemán en 1951 y eso es justo lo que están haciendo estos artistas: construir y crear arte en (y con) sus hogares, logrando así habitarlos, pero de maneras distintas. 

El hashtag más replicado a últimas fechas es el de #QuédateEnCasa, el cual revela un fenómeno inédito: nunca antes tanta gente se había quedado en encierro domiciliario tanto tiempo y ello, inevitablemente, nos lleva a pensar una vez y otra sobre el hogar. Así, de tanto meditar sobre lo mismo, era inevitable que surgiera un proyecto como Escena viva. Intervenciones al espacio doméstico, explica Gabriel Yépez. 

“El reto aquí fue tomar estos entornos con todo y sus baños, salas y cocinas, con sus libreros, recuerdos y recovecos, y hacerlos parte de la escena misma. El objetivo era mostrar esa impronta casera y lo mismo da si para ello se usa una webcam o el celular, pues al retratar lo íntimo son tan importantes tanto el fondo como la forma”.

Las obras a presentarse abordarán temas de lo más diverso, como la prohibición de los besos y los abrazos por parte de la autoridad sanitaria; cómo los edificios de la Narvarte funcionan casi seres vivos, con tuberías y tendidos eléctricos que emulan a los sistemas circulatorio y nervioso, o cómo, al mirar a detalle, los departamentos siempre terminarán por mostrarnos huellas del inquilino anterior.

“No tenemos superproducciones. La mayoría son trabajos filmados con el móvil o cámaras caseras pues la pretensión no es hacer videoarte o lograr una calidad audiovisual merecedora de reproducirse en aparatos HD, sino de —en medio de tanta restricción— dar una oportunidad de manifestarse a las artes vivas”.

Sobre este punto Gabriel Yépez confiesa que, en tiempos del coronavirus ha sido particularmente difícil abrirle espacios a este tipo de expresiones creativas cuya esencia radica, como lo dice su nombre mismo, en ser presentadas ante la gente y en vivo.

“Estos meses nos han obligado a explorar e imaginar estrategias pues las artes vivas son todo aquello que no podemos hacer en este momento. Siendo honestos, los proyectos generados en estos meses dan cuenta de una producción de las artes vivas, pero no son las artes vivas en sí. Éstas ocurrirán sólo cuando estemos juntos y podamos tocarnos, vernos y compartir el presente”.

Escena viva. Intervenciones al espacio doméstico podrá verse en el Facebook Live y en el canal de YouTube del Museo Universitario del Chopo. El programa consta de las piezas Zurcido invisible (23 de junio, Oligor/Microscopía); Vuelcos_Selftapes (25 de junio, Aura Arreola); Besos (30 de junio, Toztli Abril de Dios); Sólo queda el mar (2 de julio, Teatro Bola de Carne); Fragmentos de lo cotidiano (7 de julio, La Liga Teatro Elástico); Fragmentadxs (9 de julio, Misha Arias de la Cantolla); Gallina (14 de julio, Nicolás Poggi); Voron. La muerte del sentido (16 de julio, Aliona Shewionkova), y Otra cosa. Apuntes para mi re-habitación del 31 (21 de julio, Laura Agorreca).

Clínica de Diagnóstico para Coronavirus, un espacio donde la UNAM cuida de su comunidad

No hay pruebas perfectas, admite la doctora Yolanda López Vidal al hablar de las herramientas para detectar si alguien está contagiado con SARS-CoV-2. “Algo a tener en claro es que este patógeno permanece en nuestro organismo durante un lapso muy específico y si te tomamos una muestra fuera de esa ventana temporal (porque está por abrirse o porque se cerró) y la analizamos mediante el método PCR cuantitativo o en tiempo real, tu resultado será negativo, pero eso no garantiza que eres o serás una persona negativa; y también puede darse el caso contrario, que arrojes un positivo y, al aplicarte el test dos semanas después, no haya ya trazas del virus”.

Sin embargo —dice la profesora de la Facultad de Medicina (FM)—, en esta crisis sanitaria es crucial practicarse estos exámenes, pues conocer el estado de salud propio siempre tranquiliza y, además, saber si estamos infectados permite aislarnos de los otros para evitar que la enfermedad se propague a niveles incontrolables.

A fin de colaborar en esta tarea, la Universidad Nacional puso en marcha la Clínica de Diagnóstico para Coronavirus, ubicada en las afueras de CU y en la que pueden solicitar la prueba para COVID-19 estudiantes, trabajadores y académicos de la UNAM. Para agendar una cita es preciso marcar al número 55 5544 0587 o al 74 4505 2271, entre semana y sólo de nueve de la mañana a tres de la tarde.

“A la fecha hemos atendido a más de mil 100 individuos (la mitad alumnos) y realizado 600 exámenes, pues no a todos se les aplica el test, sino sólo a quienes, tras responder un cuestionario, califiquen como candidatos. Cuando empezamos (el 24 de marzo) la prevalencia era de cinco por ciento; hoy ronda el cuarentaicinco”.

Sobre cómo este esfuerzo —en el que participan tanto la FM, el Instituto de Química y el Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), como las facultades de Química y de Medicina Veterinaria y Zootecnia— incide en la lucha contra la pandemia, la docente explica que gran parte de quienes han sido analizados son pasantes de Medicina o Enfermería que apoyan en clínicas y hospitales. “Que ellos puedan seguir atendiendo a los enfermos más graves por COVID-19 depende de que estén sanos; ésta es la forma que tenemos nosotros de reconocerles y también de cuidarlos”.

Compromiso a prueba de todo

Originalmente la Clínica de Diagnóstico para Coronavirus iba a operar en el Centro Médico Universitario, a 300 metros de Rectoría, “pero el cierre de CU nos tomó por sorpresa y debimos movernos a unas instalaciones que nos prestaron muy cerca de ahí y que adaptamos para cumplir con los máximos niveles de higiene, y para que los asistentes mantuvieran en todo momento la sana distancia”.

Sobre la atención, la académica explica que, a todos quienes agendaron cita, lo primero que se hace es darles un cubrebocas (si han llegado sin uno), para después practicarles una prueba de olfato, medir sus niveles de oxígeno sanguíneo y determinarles la frecuencia cardiaca. Posteriormente se les pide llenar un cuestionario.

“Esta parte es crucial, pues de lo que declaren dependerá si se les realiza el test o no; de ninguna manera esa decisión recae en nosotros, sino de la encuesta y de lo que respondan los candidatos”.

Si el sujeto avanza a la siguiente fase, sólo entonces se le practica la prueba PCR cuantitativa (la cual busca material genético del SARS-CoV-2) y, para ello, se toman muestras paralelas tanto naso como orofaríngeas, y luego de saliva, las cuales se envían al Laboratorio de Inmunología Molecular Miocrobiana de la FM, para su análisis.

“Una vez obtenidos los resultados, éstos son enviados tanto al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) —ya que el laboratorio está certificado por esta entidad y así lo dicta el protocolo— como al individuo. ¡Claro!, no podemos aplicar todas las pruebas que quisiéramos pues estamos limitados por nuestra capacidad técnica y por el número de reactivos, pero en promedio estamos ejecutando de unas 25 a 35 al día”.

Para la doctora López Vidal, los datos arrojados por esta tarea son reveladores: “Los análisis nos muestran que la población más afectada son los varones de mediana edad —entre 45 y 55 años—, seguidos muy de cerca por mujeres del mismo sector etario, aunque también hay muchos estudiantes positivos, sobre todo residentes que actualmente prestan sus servicios en diferentes sedes hospitalarias, lo cual nos dice mucho del compromiso que tienen estos jóvenes”.

¿Qué seguirá en la “nueva normalidad”?

A decir de la doctora López, si bien el esfuerzo de montar esta clínica fue para responder a una pandemia no esperada por nadie hace medio año —cuando todos brindábamos por la llegada del 2020 mientras que en Wuhan se daba a conocer el primer caso de contagio por coronavirus—, hoy más que nunca este proyecto debe seguir. 

“Estamos desarrollando ya nuestra propia prueba rápida a fin de determinar de qué tamaño es la epidemia; ello a través de la medición de anticuerpos. La idea es aplicar este test serológico (aunque se están evaluando otros) entre la comunidad puma y, con los datos obtenidos, ayudar a los tomadores de decisiones a establecer cómo será la movilidad al interior de Ciudad Universitaria una vez que regresemos a actividades cotidianas”.

De momento no se contempla a las diferentes facultades de Estudios Superiores, CCH o preparatorias, pero para la académica la magnitud de esta empresa lo justifica. “CU es, en sí misma, una ciudad pequeña (con una la población estimada es de 300 mil sujetos) dentro de una ciudad inmensa. De lo que se haga dentro de este espacio dependerá la salud de un gran número de personas”.

Por ello, la Clínica de Diagnóstico para Coronavirus se prepara para la siguiente etapa, la cual comenzará cuando se levante la cuarentena y la UNAM decida que es hora de volver a las aulas.

“En ese instante se moverá a donde originalmente se pensaba establecerla, al Centro Médico Universitario, y asumirá el cargo la Dirección General de Atención a la Salud. Lo que no podemos hacer ya es ponerle freno a la iniciativa, pues será fundamental para marcarnos el camino que, en lo sucesivo, deberemos andar”.

Después de la cuarentena, abuelos no podrán cuidar a sus nietos por un largo tiempo

Al regresar a nuestras vidas tras el parón impuesto por la crisis del coronavirus deberemos modificar muchas de nuestras costumbres y una de los más arraigadas y que deberán cambiar tiene que ver con los niños, pues aunque se relajen las medidas sanitarias ellos deberán mantenerse alejados tanto de personas con padecimientos crónico-degenerativos como de los ancianos. “Eso es algo a no perder de vista”, indica la doctora Guadalupe Miranda Novales, profesora de Infectología en la Facultad de Medicina de la UNAM.

Pese a que los menores contagiados por la COVID-19 experimentan una versión muy atenuada de la enfermedad e incluso gran parte de ellos ni siquiera desarrollará síntomas, sí pueden transmitirla y ello es muy peligroso para ciertos grupos demográficos. “En algún punto volveremos a nuestra cotidianidad y perderemos el control brindado por las cuarentenas, por lo que diabéticos, hipertensos, asmáticos o gente con un sistema inmune comprometido, afecciones respiratorias crónicas o de la tercera edad no podrán estar a cargo de un niño. Desafortunadamente, esto incluye a los abuelitos”.

Esto podría representar un cambio radical en las dinámicas familiares actuales, ya que según la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social de 2017, en México los niños de cero a seis años no cuidados por su padres —sea por trabajo u otras razones— suelen ser encargados (en el 65.5 por ciento de las ocasiones) a sus abuelas. Debido a que esta opción es la más socorrida, hace un año el gobierno de López Obrador proponía eliminar el presupuesto asignado a las estancias infantiles y dar el dinero directamente a los abuelos, siempre y cuando ellos fueran los cuidadores de sus nietos.  

No obstante, esto deberá cambiar al menos en el corto y mediano plazo —apunta la doctora Miranda— pues el mayor problema planteado por la COVID-19 es que, por ser una enfermedad tan nueva, aún ignoramos cómo curarla, cuándo tendremos una vacuna o hasta si alguien ya recuperado puede contraerla de nuevo.

“Lo que sí sabemos es que entre a quienes la infección golpea con más fuerza están los ancianos y esto nos coloca en una situación triste: la de que los abuelitos no puedan visitar a sus nietos y viceversa. Deberemos mantener esta medida por un largo tiempo a fin de evitar que las personas mayores se lleguen a contagiar”.

Y no son pocos los especialistas que han llamado la atención sobre este hecho. El 10 de abril los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) de EU advertían que, como los pacientes pediátricos presentan síntomas muy atenuados o incluso ninguno, los niños podrían tener un papel importante en la diseminación del virus y, además, propagarlo silenciosamente; justo una semana después The New England Journal of Medicine publicaba el editorial Transmisión asintomática, el talón de Aquiles de las estrategias actuales para controlar la COVID-19, donde abundaba al respecto.

Sobre este punto la doctora Miranda señala: “Los primeros estudios señalan que hasta un 25 por ciento de los niños serían asintomáticos, lo cual en sí dificulta la detección, y a esto se suma el que, en caso de presentarse la enfermedad en los menores, ésta puede pasar inadvertida. Quizá los padres vean a su hijo toser un poco o con flujo nasal por tres días y de pronto no, y por lo mismo piensen que todo fue un resfriado ligero, cuando en realidad podría tratarse de SARS-CoV-2 y el pequeño estaría diseminando el virus hasta por 20 días”.

A decir de la doctora Miranda, no falta mucho para que los niños regresen a las escuelas y a jugar en los parques, y esto es deseable, aunque también nos obliga a dar los pasos necesarios para ponernos de nuevo en marcha, pero sin dejar de cuidar la salud de todos aquellos con padecimientos crónicos y ni la de nuestros ancianos. 

Una incógnita por resolver

Un aspecto que desde un inicio desconcertó a los médicos fue lo poco agresivo que resultaba el SARS-CoV-2 con los niños ya que, por tratarse de un virus respiratorio, los especialistas esperaban un comportamiento similar al de la influenza, que suele generar cuadros graves, sobre todo en los menores de dos años.

“Sin embargo, al revisar el número de menores hospitalizados (en Ciudad de México no sobrepasan los cuatro) éste resultó tan bajo que los investigadores comenzaron a formular diversas hipótesis sobre el porqué”, explica la profesora Guadalupe Miranda.

Una teoría es que el SARS-CoV-2 requiere la enzima convertidora de angiotensina (receptor localizado principalmente en los pulmones) para adherirse a las células y entrar, pero como ésta se encuentra poco expresada en los menores, al patógeno se le dificulta causar daño. Otra es que el organismo de los infantes, al estar expuesto de forma continua a infecciones respiratorias no graves, ha aprendido a responder de mejor manera al coronavirus que los adultos.

La tercera propuesta —y la que más interesa a la académica— sugiere que el tipo específico de anticuerpos que se están formando en el cuerpo humano a esa edad puede contrarrestar al patógeno en etapas tempranas. “Si esto se corrobora y somos capaces de determinar cuáles de ellos logran detener la progresión del virus estaríamos cerca de obtener la tan ansiada vacuna”.

No obstante, la doctora Miranda pide no confiarse de este fenómeno y, ante cualquier sospecha de COVID-19, llevar al menor al Instituto Nacional de Pediatría, al Hospital Infantil de México o a la Unidad Médica de Alta Especialidad de Pediatría del IMSS, en Centro Médico. “Debemos estar atentos a la presencia de fiebre, irritabilidad en vez de cefalea, tos, rinorrea, escozor en la garganta, dolor general o rechazo al alimento, en especial si se dan algunos o todos juntos”.

Un aspecto que suele pasarse por alto y que no se debe descuidar —finaliza la académica— es el de hablar con los pequeños sobre sus dudas y miedos. “Se han hecho videos muy didácticos y claros, pero que no responden a interrogantes como ¿y qué sigue?, o ¿por qué no puedo ver a mis abuelos?, pues uno de los vicios que tenemos como adultos es el de querer explicarle a los niños todo sin detenernos un momento para escuchar cuáles son sus inquietudes”.

La ópera de Los Ángeles lleva entretenimiento a tu casa: gratuito y en español

 El telón virtual se abre para que tú y tu familia disfruten de uno de los géneros artísticos más excitantes pero menos favorecidos por la comunidad latina: la ópera. A través de su programa comunitario, LA Opera estrenó este mes la página web “LA Opera Connects Programas en Español”, un sitio dedicado a promover este arte que muchas veces suele ser considerado para las “élites”, “gente adinerada” o “personas muy cultas”.

En este portal encontrarás videos y podcasts con la historia y datos curiosos de las óperas más famosas de la historia, como “La Flauta Mágica”, de Mozart, o “La Bohème”, de Puccini. Todo explicado de manera sencilla por el crítico musical mexicano Gerardo Kleinburg, quien desde el 2019 ha presentado una serie de talleres en español en el Dorothy Chandler Pavillion, gracias al auspicio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Es algo que nunca se había hecho”, asegura Kleinburg. “La presente alianza entre la UNAM y la ópera de Los Ángeles es un esfuerzo para formar nuevos públicos en español, lo que resulta totalmente coherente en esta ciudad”.

Las charlas pretenden hacer entender al público “cómo se cocina” una ópera: los ingredientes, los procesos, y todo lo necesario para que cuando se atienda a una función en persona, la magia comience.

“La ópera tiene fama de difícil, de que es para viejitos o que resulta aburrida”, dice Kleinburg. “Pero todo eso está completamente equivocado: la ópera sirve para pasarla bien y ponernos en contacto con nuestras emociones. Si te gusta sentir pasión, la ópera es para ti”. El crítico incluso compara muchas obras con canciones de Eminem o con series de televisión, como “Friends”.

Pese a esas afirmaciones, hay quienes aseguran que este género puede resultar intimidante para los latinos.

“Creo que la gente piensa que ir a una función de ópera es pretencioso o que hay que tener un nivel alto de educación y economía: cómo vestirse, qué hacer y qué no, el precio de los boletos, etc.…”, comenta Jessica Rendon, quien ha asistido a múltiples funciones en California.

Tampoco hay que dejar a un lado la barrera del idioma. “La verdad sí me llama la atención pero nunca me he metido a fondo porque casi todo lo que encuentro está en italiano, francés o alemán”, asegura Andrés Uro.

También hace falta acentuar la diversidad desde dentro e incrementar la difusión. En opinión de Héctor Vega, residente de California, no hay muchos referentes del género que sean ampliamente conocidos en los medios de comunicación. “Los latinos no vemos la ópera como parte de nuestro estilo de vida”.

Sin embargo, este sitio está decidido a hacer que pienses lo contrario. Únete: tienes un asiento reservado.

Con el nuevo T-MEC, México cede soberanía y se subordina a EU

 

Tras firmarse la nueva versión del T-MEC (Tratado entre México, EU y Canadá), de inmediato Donald Trump salió a declarar que éste era “el mayor logro de su presidencia”, algo que la doctora Claudia Maya, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), pide tomar con reservas pues el acuerdo, por sí solo, le representa a Estados Unidos un 0.3 por ciento de su PIB y apenas 170 mil empleos, es decir, nada respecto a sus necesidades de crecimiento.

“En contraste, si consideramos que la economía mexicana depende en más del 80 por ciento de la de la Unión Americana, entonces entendemos por qué nuestro país aceptó subordinarse a las exigencias del vecino del norte. Nunca fue algo entre pares y, lo que sí, es que al firmarlo México cedió soberanía económica y política, y terminó por supeditarse a las conveniencias estadounidenses”.

Para la académica, la mayor evidencia de este sometimiento es que la última versión del acuerdo es la aprobada por el Senado de Washington y que las correcciones y modificaciones fueron las propuestas por el Partido Demócrata. “México tan sólo aceptó lo que tenía enfrente. De haber podido hubiera exigido una reforma migratoria —lo lógico en vista de sus 12 millones de connacionales trabajando en los EU—, pero no tuvo con qué negociar”.

 Aunque la ratificación del T-MEC supone un respiro para la administración de Andrés Manuel López Obrador —que no creció en 2019 y estuvo a nada de declararse en recesión—, esto no ha generado optimismo en los mercados respecto a nuestro país y ello se aprecia en hechos como que recién fuéramos expulsados de  la lista de los 10 países más atractivos para invertir o que un grupo de especialistas haya pedido no esperar impactos positivos derivados de este tratado ni en el corto ni en el mediano plazo.

“¿Entonces cuándo llegarán los beneficios tan anunciados? ¡Nunca!, y eso se veía venir desde el primer T-MEC (es decir, desde los años 90), pues al apostarle como vía de crecimiento a dedicar 80 por ciento de sus exportaciones al mercado estadounidense y no diversificar con otros socios comerciales, México se volvió totalmente dependiente de los Estados Unidos”.

Un aspecto a subrayar —señala la profesora Maya— es que al suscribir el T-MEC, los tres involucrados se comprometieron a no hacer uso de su política monetaria para promover sus exportaciones, lo que para México es como si un agente externo le  colocara una camisa de fuerza y no pudiera ya tomar decisiones que le competen.

A todo esto se suma un punto que los medios han llegado a describir como “la píldora venenosa de Trump”: el artículo 32, que le impide a nuestro país establecer pactos comerciales con China, ¿y cómo podríamos entender el panorama económico actual sin la participación del gran capital chino?, pregunta la académica.

“Como se ve, hay aspectos más allá de lo comercial y de cuestiones de inversión que exhiben la debilidad del Estado mexicano, el cual ha subordinado su política económica y social a los intereses de EU. En el primer tratado había cierto rango de decisión, pero ya no más. Estas restricciones son mandatory, es decir, imposiciones dentro de un documento que ya tiene nuestra firma”.

La industria gana, la gente pierde

 Uno de los rubros que más atrajo reflectores en las negociaciones fue el automotriz, debido a que en 2016, durante su campaña presidencial, Trump se comprometió a reactivar el llamado rust belt y a obligar tanto a Chrysler como a otras ensambladoras a retornar a ese cinturón industrial después de  que éstas se trasladaran al sur de la frontera en vista de que un trabajador allá cobraba hasta nueve veces menos (en México se paga 2.5 dólares la hora y en EU, 21).

“Para forzar tal regreso se propone en el T-MEC elevar el salario en México a 16 dólares la hora, pero sólo en el ensamblaje o en la elaboración de piezas automotrices, no en los demás sectores. Jamás se planteó una reforma laboral ni dar movilidad a esa fuerza humana, como hace la Unión Europea, por lo que no se puede hablar de una mejora contundente en las condiciones de nuestros trabajadores. Además, falta ver si esas empresas pagarán más aquí o si deciden que, para maximizar sus rendimientos, prefieren mantener los sueldos bajos y cubrir el costo de los aranceles”.

Otro punto a considerar es el tocante a las empresas farmacéuticas, pues ahora reciben mucho mayor protección. “Antaño las patentes duraban de cinco a ocho años y después las fórmulas se liberaban. Ahora dicho lapso se extiende por una década, haciendo que el consumidor final tenga que pagar más por sus medicamentos”.

Uno de los argumentos dados por el gobierno en favor del nuevo T-MEC es que éste asegura la “estabilidad económica de México”, aunque a decir de la doctora Maya, si fuera así, dicha situación no sería muy larga ya que “uno de los aspectos anexados es la revisión periódica del tratado, es decir, cada 16 años enfrentaremos la incertidumbre de si continúa o no. Eso no estaba antes”.

“Éstas son algunas de las cosas que se saben, pero también hay mucho del acuerdo no se hizo público, a tal grado que hubo empresarios mexicanos molestos con el negociador, Jesús Seade debido a que, en su opinión, pactó solo y no informó de asuntos como qué papel jugarán los inversionistas o la banca. He hurgado en las noticias y lo dado a conocer a la gente no es todo lo que se firmó”.

Por ello, la académica sugiere comenzar a hacer preguntas, pues aunque se ha hablado mucho sobre elevar los salarios de nuestros trabajadores automotrices, ¿dónde queda el sector agrícola?, ¿qué pasará con la transferencia tecnológica para empresas mexicanas? “De eso no se habla, quedó sellado para las corporaciones”.

Por éstas y otras razones, la doctora Claudia Maya es enfática al señalar que las beneficiadas del T-MEC son las corporaciones; no los trabajadores y, por supuesto, no México.

 Se firmó el tratado, pero no se solucionan los grandes problemas del país; de hecho, las corporaciones están rogándoles a las matrices invertir más y éstas no lo hacen, con todo y la certidumbre económica que, se dice, brinda la ratificación del T-MEC, ¿y por qué? Porque hay problemas en la economía mundial y la recesión, el desempleo y la desigualdad no se resuelven con un acuerdo de libre comercio, ni tampoco aplicando las mismas políticas de austeridad en general”.

Devenires, un encuentro para reflexionar feminismos y pensar con el cuerpo

Paola Marugán Ricart nació en Valencia, pero en vez de hacer vida en un solo sitio decidió moverse de forma constante, lo que la ha llevado vivir en sitios como Río de Janeiro o, actualmente, Ciudad de México, donde ha realizado diversos estudios sobre las mujeres y sus entornos. Ella misma se declara “un espíritu nómada”, mismo que le ha transmitido a uno de sus proyectos más ambiciosos: Devenires, un encuentro multidisciplinario cuya segunda edición tendrá lugar este fin de semana en el Museo Universitario del Chopo y donde se reunirán creadoras, académicas y artistas de todo tipo para dialogar sobre la situación femenina desde todos los espacios posibles.

“Y es que más allá de visiones acotadas y transmitidas por cierta tradición académica, tanto la danza, como el performance y el teatro —además de muchas otras expresiones— son una forma de producir conocimiento y resultan equiparables a lo generado al escribir una tesis, porque también pensamos y sentimos con el cuerpo y, por ende, todas las discusiones deberían pasar por éste”.

Lo que busca la curadora con esta actividad es dar voz a las mujeres en un sentido amplio (cis, trans, lesbianas, heterosexuales) para entender cómo inciden en ellas interseccionalidades como la raza, la clase o el género. “Sólo así podremos plantearnos preguntas como ¿qué significa ser mujer en este país? ¿cómo hacer arte siendo feminista, ¿qué implica trabajar con prácticas artísticas que pasan por el cuerpo en un país donde nos están matando? ¿Qué formas tenemos para visibilizar, denunciar y visibilizar esas violencias que cada una de nosotras vive, y sin reproducir discursos de violencia?”.

Para Marugán Ricart, probablemente las respuestas broten del reflexionar sobre la mujer, pero no desde las ópticas usuales, sino considerada como hacía la teórica Nelly Richard, es decir, como un plural diferenciado de subjetividades.

La primera edición del encuentro fue en Salvador de Bahía, Brasil, en 2018; ahora se desarrollará en Ciudad de México, y muy probablemente, el tercer Devenires se realizará en Colombia. “Que todo tenga lugar en Latinoamérica es deliberado, pues es donde he estado viviendo y trabajando con diversas prácticas artísticas. La voluntad aquí es invitar a gente de afuera a pensar juntos, juntas, juntes, sobre las cuestiones que nos atraviesan, molestan y emocionan, y lo que nos implica vivir aquí”.

En esta ocasión, el Museo del Chopo servirá de foro para que tres creadoras mexicanas, dos portorriqueñas y dos brasileñas, coincidan con investigadoras de Argentina, México y España, quienes presentarán performances, danza y conversatorios y libros, mas no como eventos aislados, sino como una oportunidad para el diálogo.

El subtítulo de Devenires es Encuentro sobre Feminismos, con una ‘s’ en la última palabra porque —como explica Paola Marugán— existe un feminismo antirracista, pero también hay otro anticolonial, decolonial, postcolonial, negro, indígena, comunitario y hasta uno islámico, entre una gran variedad. “Hay muchos, yo me apunto en los míos por mi lugar de enunciación y también me inscribo en otros muy diferentes ya que la vida debe entenderse así, siempre en plural”.

Por su formación como filósofa, con este experimento Marugán Ricart busca desafiar la concepción cartesiana que separa cuerpo y mente, pues para ella el performance, danza y hasta la poesía son algunas de las formas que tiene el cuerpo para producir conocimiento.

“Kant dijo sapere aude, atrévete a pensar. Si pudiera reformular esto yo diría ‘atrévete a desafiar el marco de lo pensable’. Por ello, Devenires reúne a personas que trabajan pico y pala a fin de generar grietas en las estructuras más rígidas del pensamiento. Si identificas estas fisuras y te acercas a ellas, verás que de su interior surge luz”.

Devenires tendrá lugar este sábado 15 y domingo 16 de febrero, con un programa que incluye performances de Helen Ceballos, Diana Olalde, Jaime Géliga Quiñones y Lía García; danza con Alysson Amancio; diversos conversatorios a cargo de artistas y académicas, y la presentación del libro Desobediencia radical.

La UNAM, presente en la FIL tapatía con 4 mil 800 títulos

El rector Enrique Graue Wiechers inauguró el pabellón de esta casa de estudios en la 33 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en el que ofrece a los miles de visitantes más de 120 actividades y 50 mil ejemplares de cuatro mil 800 títulos.

“La literatura es la expresión del pensamiento, de las ilusiones y aspiraciones de los seres humanos; leer nos permite imaginarnos distintos, tener una actitud diferente hacia los demás, ser más tolerantes”, destacó el rector.

Acompañado del coordinador de Difusión Cultural, Jorge Volpi; de la directora de Publicaciones y Fomento Editorial, Socorro Venegas, y la directora de Literatura, Rosa Beltrán, el rector recorrió el pabellón y felicitó a los trabajadores pues en años anteriores han obtenido el reconocimiento como el mejor de la feria, que reúne a más de dos mil casas editoriales de más de 40 países y es visitada por cerca de 800 mil personas.

Graue Wiechers también observó la puesta en marcha de actividades como concursos para niños y jóvenes, relacionados con la lectura, que se acompañarán de charlas, coloquios, presentaciones, lecturas dramatizadas y un concurso de disfraces.

Además, miró la exhibición de libros de literatura, historia, ciencias, arte, así como libros de texto; revistas de divulgación científica y de humanidades que abordan distintos temas como migraciones, feminismos, entre otros. También escuchó parte de la oferta del programa Descarga Cultura.

Libros UNAM está en el pabellón H11 con 390 metros cuadrados de exhibición que presenta al público 750 novedades. Mantendrá descuentos diarios hasta de 20 por ciento y, durante la venta nocturna, ofertará 50 por ciento. Los visitantes podrán descubrir una amplia variedad en el catálogo: libros premiados, materiales que darán a conocer durante la feria, lo más reciente en investigación, literatura, cine, ciencia, arte, gastronomía y más de 70 títulos sobre género.

Hasta el 8 de diciembre habrá charlas, coloquios, presentaciones, lecturas dramatizadas y talleres. Las actividades se desarrollarán en los salones de la Expo y en un foro diseñado al interior del pabellón.

Dos encuentros importantes son la presentación de la edición 2020 de la Feria Internacional del Libro de los Universitarios (FILUNI), y la lectura de poemas y firma de libros a cargo de David Huerta.

El huevo, un alimento benéfico que ha sido satanizado

Se sabe —por documentos desclasificados— que en 1979, Margaret Thatcher se sometió a un régimen que consistía en ingerir 28 huevos a la semana. A esto se le conocía como la Dieta de la Clínica Mayo, la cual prometía eliminar 10 kilogramos de grasa corporal en 14 días, algo que la llamada Dama de Hierro —quien entonces medía 1.65 metros y pesaba 59 kilos— buscaba con desesperación antes de tomar protesta como Primera Ministra del Reino Unido, pues anticipaba que al asumir dicho cargo aparecería a diario en periódicos y televisores, y deseaba lucir lo más delgada posible. 

Hoy los nutricionistas opinan que consumir tales cantidades de clara y yema en lapsos tan cortos genera estreñimiento, ventosidades y mal aliento, pero en aquellos tiempos la ovofagia se veía como una vía infalible e inocua para perder peso con celeridad, algo que al profesor Gregorio Benítez Peralta, de la Facultad de Medicina de la UNAM, no le sorprende “porque sobre el huevo siempre han corrido muchos mitos: o se exageran sus beneficios o se sataniza”.

Por un lado, están quienes abogan por su causa diciendo que se trata de un alimento milagroso y, por el otro, hay quienes piden eliminarlo de las dietas por su alto nivel de colesterol, algo que el experto aduce a la falta de información, pues aunque usamos con prodigalidad dicho término, la mayoría no sabe qué es el colesterol y se limita a imaginarlo como una suerte de grasa que se acumula en las arterias hasta taponarlas, pasando por alto que, en realidad, se trata de un lípido esteroide esencial para el organismo que no sólo forma parte de las membranas celulares y ayuda en la interconexión neuronal, sino que es precursor de la síntesis de hormonas y de la vitamina D.

“¿Cómo se gestó la idea de que el huevo es dañino? Quizá debamos empezar explicando que existe una lipoproteína llamada HDL (High Density Lipoprotein) que transporta al colesterol desde los tejidos hasta el hígado, donde es eliminado, y otro, el LDL (Low Density Lipoprotein), que hace lo contrario y lo lleva a las células. El problema es que este último, en su camino, puede oxidarse, generar adherencia en vasos y dar pie a la ateroesclerosis, que es cuando diversos compuestos —colesterol incluido— se acumulan en el interior de las arterias, rigidizándolas y obturándolas”.

Por ello el LDL, al ser señalado como el responsable de muchos problemas vasculares, recibió el poco halagador mote de colesterol malo —“pese a no ser malo y a no ser colesterol, sino un sistema de transporte de lípidos esenciales para mantenernos vivos”—, mientras que su contraparte de alta densidad, el HDL, fue bautizado como colesterol bueno ya que ayuda a disminuir los excesos del LDL en el torrente sanguíneo y a mantenerlo en niveles aceptables. 

“Sin embargo, muchas personas al escuchar que el huevo era alto en colesterol pidieron borrar este producto de cualquier menú, sin entender bien qué es el colesterol, su importancia para el buen funcionamiento del organismo y, muy probablemente, ignorando que nuestro cuerpo lo produce y en mayor cantidad del que ingerimos”. 

Otra cosa que tampoco sabían era que todo indica que el consumo de huevo aumenta los índices de HDL, lo cual tiene efectos positivos. Tal hallazgo ha hecho que el tablero se invierta a tal grado —añade el profesor— que si bien hubo décadas donde las autoridades desaconsejaban consumir huevos por miedo a abrirle la puerta a los padecimientos cardiovasculares, hoy instituciones como la American Heart Association buscan promover su ingesta con eslóganes rimados como: “an egg a day just may keep the doctor away”.

Entonces ¿desayunar huevo aumenta el riesgo de enfermedades vasculares?, pregunta el profesor Benítez. “En algunos casos podría, pero no por los huevos en sí, sino por el tocino, mantequilla y demás cosas con que los acompañamos. Culpamos al huevo por tanto tiempo que olvidamos ver aquello que agregábamos a nuestro plato”. 

Con nosotros desde siempre

“¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?”, el dilema es tan viejo que hasta Aristóteles reflexionó al respecto, pero este planteamiento que en casi todos los casos conduce a aporías, al hablar de América sí tiene respuesta: fue la gallina y eso lo sabemos porque, según las bitácoras de navegación de 1493, Cristóbal Colón, en su segundo viaje a este continente, trajo 200 de estas aves en sus carabelas.

“Este dato nos muestra que el huevo nos ha acompañado a lo largo de la historia y ello no es exagerar; se han encontrado sedimentos de dicho alimento en molares de hombres prehistóricos, así que se puede decir que ha estado con nosotros desde el principio”.

Por ello, al profesor Benítez no le extraña que el consumo de huevo sea común a todas las culturas ni que, entre los mexicanos, éste sea elevado, en especial porque debido a la precaria situación económica vivida en el país desde siempre, muchos han hallado en las claras y yemas un sustituto a la proteína de la carne, mucho más cara.

“Mientras que el consumo anual promedio en el planeta es de 9.19 kilos (183 piezas, aproximadamente) per cápita, en México esta cifra se eleva a casi el doble: 18.34 kilogramos por individuo, lo cual nos obliga a preguntarnos: ¿cuál es la cantidad de huevos adecuada si atendemos a parámetros de salud?”.

Sobre este punto es fácil confundirse debido a que incluso en 2019 medios de renombre siguen reimprimiendo variantes de la dieta seguida hace 40 años por Margaret Thatcher como si fueran algo inocuo y novedoso, y aún pervive la creencia de que la manera más sana de comer huevos es quedarnos sólo con las claras, cuando la parte realmente beneficiosa de este alimento es la yema (la clara es agua en un 90 por ciento, con un poco de glucosa y proteínas).

Debido a esto —acota el especialista— lo sensato es remitirse a los estudios más recientes y éstos dicen que ingerir un huevo por día es lo más conveniente en gente sana, tal y como señala la American Heart Association con su optimista “an egg a day just may keep the doctor away”, aunque tratándose de individuos con sobrepeso lo mejor sería limitar dicha cantidad a tres piezas por semana.

“El huevo contiene aminoácidos esenciales, proteínas de fácil digestión, glucosa, vitaminas, sales, calcio, potasio, fósforo, ácido pantoténico, tocoferol, carotenoides, luteína y zeaxantina (las dos últimas previenen problemas oculares) y sólo aporta 174 calorías por pieza, además de que al llegar al estómago genera sensación de plenitud gástrica, lo cual nos hace comer menos a lo largo del día”.

Por todo ello debemos quitarle ese estigma negativo que durante tanto cargó el huevo y, para tal efecto, lo mejor es difundir el tema y educar, subraya el profesor Benítez. “Sin embargo, si algo debe tranquilizarnos es que durante todo el tiempo que se habló mal de él la gente no dejó de consumirlo, lo cual quiere decir que, más allá de los discursos, por sus meras propiedades el huevo se defiende solo”.

Crean geoportal fronterizo México-Estados Unidos

Los problemas de la frontera han sido un tema de gran interés para el Instituto de Geografía (IGg), por lo que trabajar con el grupo de geógrafos de la Universidad Estatal de California llevó a ambos equipos a crear el Laboratorio Internacional de Tecnología e Investigación Espacial, y en él desarrollamos el primer producto: el geoportal binacional fronterizo, que nos permite enfrentar el reto de compartir y analizar información de la zona como región única y sin muros”, afirmó Luis Chias Becerril, coordinador del Laboratorio Internacional de Tecnología e Investigación Espacial (iSTAR, por sus siglas en inglés), durante la inauguración de este espacio.

El iSTAR es el resultado de un esfuerzo conjunto del grupo de investigación en Geotecnología, Infraestructura y Sustentabilidad (GITS) del Instituto de Geografía y del Center for Geospatial Science and Technology (CGST) de la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN).

“Para nuestro Instituto son importantes las colaboraciones internacionales, porque a partir de ellas es posible hacer proyectos ambiciosos entre universidades como pares. Esta iniciativa es un ejemplo para la UNAM, ya que no cuenta con muchos laboratorios internacionales en los que se dé el intercambio de profesores, estudiantes e investigadores”, refirió Manuel Suárez Lastra, director del IGg.

“Se trata de un grupo binacional altamente motivado y diverso con varios tipos y niveles de experiencia. El equipo proporciona una diversidad de antecedentes, múltiples conjuntos de habilidades y una amplia extensión de creatividad”, mencionó Danielle Bram, directora del CGST.

Ambas universidades cuentan con laboratorios de vanguardia GIS/Teledetección, que albergan estaciones de trabajo de equipos, supercomputadoras, software estándar de la industria, trazadores de gran formato, servidores seguros, impresoras 3D, drones, entrenamiento y espacio para conferencias.

Para el desarrollo de las actividades científicas y profesionales, iSTAR cuenta con dos sedes: una en el campus de Ciudad Universitaria (IGg) y otra en el campus Northdrige de CSUN. Estos tienen el apoyo de personal, investigadores y estudiantes en prácticas con experiencia en el campo de la tecnología geoespacial, incluido el desarrollo de software gratuito y de fuente abierto.

Paula de Gortari, directora de la Sede UNAM-Los Ángeles (Centro de Estudios Mexicanos), apuntó que estas iniciativas llenan de orgullo a toda la comunidad de la Universidad, pues reafirman su posicionamiento mundial, ya que mediante las sedes en el extranjero hacen conexiones científicas y culturales para extender puentes de conocimiento.

Francisco Trigo Tavera, coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales, dijo que esta relación ha sido fructífera, porque el IGg tiene mucho que aportar y este proyecto seguramente será exitoso.

Características

Este proyecto se trata de una plataforma de tecnología geoespacial bilingüe que ofrece a los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, investigadores y la industria privada en ambos países herramientas de vanguardia para apoyar proyectos de investigación, planificación y gestión en la región fronteriza.

“Su misión es constituir un servicio web competitivo y sustentable en el menor tiempo posible para integrar, almacenar, visualizar, analizar y descargar datos e información geográfica que atienda requerimientos de los usuarios; los datos e información geográfica se encuentran tanto en inglés como en español”, señaló Héctor Daniel Reséndiz López, coordinador técnico de GITS.

Añadió que es una herramienta de geotecnología de avanzada que sirve para promover la planificación y gestión de temas estratégicos.

Las dimensiones múltiples y complejas de la frontera requieren el uso de enfoques científicos diversos y rigurosos, y el diseño, construcción y aplicación de herramientas tecnológicas que faciliten la gestión, organización, almacenamiento y difusión de grandes cantidades de datos mediante un repositorio de datos.

Diez tecnologías que lo intentaron y fallaron

Por: Omar Páramo

  1. Desaparece Flash para móviles

El 99% de las computadoras con conexión a la red tiene instalado Flash, un programa desarrollado por Adobe para visualizar animaciones. Este porcentaje hizo pensar a la empresa que su programa, adaptado para móviles, recibiría una aceptación similar; de hecho, su plan era, para 2015, tener presencia en 562 millones de smartphones, es decir, en 80% de ese mercado (http://www.adobe.com/products/flashplatformruntimes/statistics.displayTab2.html). 

Sin embargo, la crítica de los consumidores era la misma: el software hacía que sus teléfonos se alentaran y consumieran más batería, por lo que hace un año Steve Jobs dijo que incluir Flash en dispositivos portátiles era estancarse, pues “pertenece a la época de las PC, mientras que la era móvil es de artefactos de bajo consumo, interfaces táctiles y estándares abiertos, como el HTML5” (http://www.apple.com/hotnews/thoughts-on-flash/).

En su momento, el CEO de Adobe, Shantanu Narayen, argumentó que estas acusaciones eran “una cortina de humo”, que actualmente 130 millones de smartphones tenían instalado el programa y que, con el tiempo, se vería quién tenía razón  (http://blogs.wsj.com/digits/2010/04/29/live-blogging-the-journals-interview-with-adobe-ceo/). 

Parece que al final Apple la tuvo, porque hace días Adobe anunció que pondría punto final al desarrollo de Flash para móviles y trabajaría, en lo sucesivo con HTML5, justo el programa que tanto alababa Jobs (http://mexico.cnn.com/tecnologia/2011/11/09/adobe-termina-con-el-flash-player-para-moviles-como-predijo-steve-jobs).

  1. El LP después del CD, ¿regreso triunfal o lucha por la supervivencia?

En 1982, salió el primer reproductor de CD. El vinil aún reinaba, y si comparamos los 295 millones 200 mil long plays editados ese año contra los 800 mil compactos ofertados, la diferencia es abismal. Pero, 10 años más tarde el escenario era distinto, y para 1992 eran ya 333 millones 300 mil los CD que salían al mercado, contra apenas 4 millones 800 mil acetatos (http://www.nytimes.com/1992/07/18/news/short-journey-into-obsolescence-for-lp-s.html?src=pm).

Con base en esto se declaró obsoleto al LP y a finales de los 90 era imposible hallarlos en tiendas. Para los CD, el 2000 fue su año de mayores ventas y el de su debacle, ocasionada por la aparición de las descargas de música por internet. La gente comenzó a preferir alternativas virtuales, a tal grado, que hoy todos los formatos físicos de música van a la baja, menos uno: el vinil (http://evolver.fm/2011/02/25/music-industry-chart-corrected-sales-declining-faster-than-bain-claimed/).

Mientras que de 2008 a 2009 el CD perdió 17 millones de compradores, los coleccionistas de LP aumentaron en 33%, lo que ha llevado a muchos a hablar de una “resurrección del vinil”, aunque hay quienes ponen esto en duda y lo llaman “supervivencia” (http://mexico.cnn.com/salud/2010/08/13/por-que-los-melomanos-siguen-prefiriendo-los-discos-de-vinil). 

En 2010, se ofertaron 3 millones 200 mil long plays, cifra que queda muy por debajo del mítico 1977, cuando este numeral era de 344 millones. Y hoy, pese a su declive, se venden más CD en una semana que acetatos en un año (http://digitalmusicnews.com/stories/050511vinyl). 

  1. WiMax, de asesino del 3G a elefante blanco

Hoy es posible navegar por la web desde un móvil gracias a la red 3G; sin embargo, ésta se cae con frecuencia, por ello, cuando es posible, los usuarios prefieren conectarse a una señal Wi-Fi por ser más estable, aunque sólo puede ser captada a pocos metros.

¿Y si hubiera un sistema similar al Wi-Fi, pero con un alcance de 50 kilómetros? Bajo este concepto nació WiMax, desarrollo que, se decía, revolucionaría el internet inalámbrico y que al ser lanzado en 2008 fue llamado “el asesino del 3G” (http://www.techrepublic.com/blog/hiner/sanity-check-will-wimax-be-a-3g-killer-or-is-it-vice-versa/556). 

WiMax, considerado tecnología 4G, entusiasmó a compañías como Intel, el mayor fabricante de chips del mundo, que creó circuitos compatibles con este sistema. Pero hubo otras, como Ericsson, que le dieron la espalda, tras argumentar que haría obsoleta la redituable infraestructura 3G que ellos habían ayudado a erigir (http://www.theregister.co.uk/2007/03/26/ericsson_pulls_out_of_wimax/).

Pese a las cuantiosas inversiones, este sistema jamás despegó como esperaba Intel, la cual cerró su oficina WiMax en 2010 (http://www.pcworld.com/businesscenter/article/200253/intel_is_closing_its_wimax_program_office_in_taiwan.html).

En 2011, la 3G ha crecido en usuarios, mientras que WiMax intenta mantener a flote las más de 500 redes que tiene en 147 países y contener el embate del LTE, un nuevo sistema que, se dice, hará lo que él no pudo, crear una infraestructura 4G de alcance masivo (http://money.cnn.com/2009/11/09/technology/sprint_clearwire_wimax.breakingviews/).

  1. Microsoft y Apple

Hubo un tiempo en el que Microsoft tenía el toque de Midas y no había quien disputara su dominio. Sistemas operativos como el MS-DOS o el Windows estaban en cada computadora del planeta y por dos décadas su rival más cercano, Apple, no pasaba del segundo lugar (http://www.bgr.com/2011/06/23/microsoft-vs-apple-infographic-details-rivalry-from-inception-to-global-domination/).

Sin embargo, los tiempos han cambiado y en un mundo en el que la tecnología ya no es de ordenadores de escritorio sino de aparatos móviles, la compañía de la manzana ha tomado revancha, pues desarrollos como el iPhone, el iPod o el iPad le han conseguido lo que hasta hace poco parecía imposible: hacer de Apple la compañía de tecnología más valiosa del orbe (http://www.nytimes.com/2010/05/27/technology/27apple.html) y relegar a Microsoft no a un segundo, sino a un tercer escaño.

Los intentos de Gates por dar batalla han terminado en descalabros épicos, como el del Zune, un reproductor que quiso competir con el iPod y al cual diarios como el Chicago Sun-Times calificaron de “falla total y humillante” y cadenas como CNN de “horrible”. Aunque quizá la historia de fracaso más sonada sea la del Microsoft Kin, un celular que se pensaba haría frente al iPhone y cuya demanda fue tan baja que fue retirado de las tiendas a dos meses de su lanzamiento y llegó a ser ofertado en Amazon en apenas un centavo de dólar (http://www.informationweek.com/news/windows/microsoft_news/225702097).

  1. Una batalla betamaxeada

El 7 de junio de 1975, Sony sacó al mercado la videograbadora Betamax, un aparato que, como prometía su publicidad, permitiría “ver lo que sea cuando sea”. Era la primera vez que el consumidor podía acceder a un artefacto de precio moderado que hacía posible reproducir películas y grabar programas de TV (http://www.wired.com/thisdayintech/tag/movies/).

Al año siguiente apareció su competencia, el VHS, desarrollado por JVC. Sus cintas tenían menor calidad en imagen, pero duraban más, algo que desde un principio inclinó la balanza en favor de este sistema, pues mientras los primeros casetes Beta almacenaban 60 minutos de imagen, los VHS, guardaban 120, el tiempo de un largometraje promedio (http://www.betainfoguide.net/RiseandFall.htm).

Durante una década, Sony intentó dar batalla, desarrolló cartuchos de mayor duración e incluso lanzó aparatos Hi-Fi, pero cometió un error, puso trabas para que otras compañías fabricaran aparatos con su formato, mientras que JVC no, y el resultado fue que para 1990 había 60 millones de reproductores en EU, y 95% eran VHS (http://www.ew.com/ew/article/0,,317263,00.html).

Así, el formato dejó la batalla, pero nos dejó un neologismo: “betamaxeado”, cuya definición es: “lo que pasa cuando la mejor tecnología pierde ante una de menor calidad, pero mejor posicionada en el mercado” (http://businesstoday.intoday.in/story/meaning-of-the-word-betamaxed/1/19940.html). 

  1. El HD-DVD, perdedor en una guerra de alta definición

En su momento, el DVD significó una revolución, pues a comparación de los VHS, éste proyectaba imágenes más nítidas, sin embargo, no eran HD, pues sus discos almacenan 4.7 GB y la alta definición requiere más espacio.

La limitante del DVD es que, para trabajar, emplea láser rojo. Por ello, las compañías interesadas en desarrollar un nuevo formato se vieron en una encrucijada: para guardar más datos era preciso un disco más grande o, si no, quedarse con los estándar, pero usar láser azul, que por tener una longitud de onda menor lee información más condensada (http://news.cnet.com/FAQ-HD-DVD-vs.-Blu-ray/2100-1041_3-5886956.html).

Bajo la premisa del láser azul surgieron dos sistemas: el HD-DVD (cuyos discos albergan 30 GB) y el Blue-Ray (50 GB). Ambos se comercializaron en 2006, y mientras el primero recibía apoyo de Toshiba, Sanyo y Microsoft, el segundo tenía respaldo de Sony y Philips. 

Durante años la justa se mantuvo pareja, pero el 4 de enero de 2008 el estudio Warner decidió el resultado al decantarse por el Blue-Ray. Inmediatamente Walmart, BestBuy y Netflix lo secundaron y la batalla acabó (http://www.nytimes.com/2008/02/16/technology/16toshiba.html). 

Un mes después, Toshiba anunciaba la muerte de su sistema de video y admitía que en esta guerra de alta definición, para el HD-DVD las cosas no se veían bien (http://www.toshiba.co.jp/about/press/2008_02/pr1903.htm).

Una nueva especie de rana en los bosques de niebla de Oaxaca

https://youtu.be/YlWEPh5OHn0

Eran las 11 de un lunes por la noche cuando, a mitad de la Sierra Madre del Sur y con la poca luz de una Luna a punto de ser llena, el biólogo Víctor Jiménez Arcos y cuatro colaboradores suyos avistaron a una rana muy grande —de casi nueve centímetros— sobre una roca mojada de rocío, a dos pasos de donde rompe una cascada. 

“Esto fue el año pasado, el 29 de enero para ser precisos, y se nos había hecho tarde. Realizábamos monitoreos nocturnos en uno de los bosques de niebla de la Mixteca Alta de Oaxaca y, como nos dieron las tres de la mañana, esperamos al amanecer para revisar al anfibio. Al examinarlo a detalle y ya con Sol, notamos en sus patas una membrana mucho más desarrollada que la presente en otras variedades de su familia y así, mis colegas y yo, concluimos lo mismo: estábamos ante una especie desconocida para la ciencia”.

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Aunque todo pasó en 2018, el hallazgo se oficializó 378 días después, el 11 de febrero de 2019, gracias a un artículo publicado en la revista Zootaxa y firmado por seis académicos —entre ellos el profesor Jiménez, quien da clases en la FES Iztacala—. En el texto no sólo se describe a la rana, su hábitat y los métodos usados para corroborar que en realidad se trata de una especie nueva, sino que se da a conocer el nombre que, a partir de ahora, lleva esta criatura que hasta entonces había vivido sin uno: Charadrahyla sakbah.

“Nombrar a un animal es más complejo de lo que parece, pues siempre quieres que tu elección comunique algo. En este caso Charadrahyla —voz formada a partir del griego χαράδρα, o ‘cañada’, e ὕλη, ‘bosque’— apunta a su género y ahí no había opción, debía llevarlo. El epíteto específico sí lo escogimos nosotros y fue sakbah, palabra mixteca que significa ‘rana’ y con la cual buscábamos reconocer los esfuerzos y la cultura de esa comunidad oaxaqueña que, sin saberlo, ayudó a preservar y a proteger a este anfibio”.

El pueblo al que se refiere el profesor Víctor se llama San Isidro Paz y Progreso y se ubica en el suroeste de Oaxaca, entre montañas, nubes y ríos, a mil 740 metros sobre el nivel del mar. Su población se acerca, pero no rebasa las 300 personas —casi todas indígenas— y la mayoría está ligada de una u otra forma a la agricultura (“no somos hombres de maíz, somos gente de milpa”, dicen). 

Pese a ser tan pequeño, el poblado ha creado una reserva ecológica de 60 hectáreas alrededor del Chite ku’e (o ‘arroyo de las mil cascadas’), afluente con múltiples caídas de agua donde está prohibido hasta lavar. Para fomentar su cuidado, en el enclave se han colocado letreros con la leyenda: “Cada trozo de tierra es sagrado para mi pueblo, cada playa arenosa, cada niebla en los bosques oscuros, cada prado, cada insecto en su zumbido, todos ellos son sagrados en el recuerdo y experiencia de mi pueblo”, frase escrita en 1854 por el jefe indio Seattle (o Noah Sealth) en lo que se considera el primer manifiesto ecologista de la historia.

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Y es que para los mixtecos cuidar la naturaleza no es un hábito reciente o una moda nacida en respuesta a las catástrofes ambientales del nuevo siglo, sino parte de una identidad milenaria que se hace patente en su lengua cada vez que ellos se llaman a sí mismos ñuu savi (‘pueblo de la lluvia’), o por el mero hecho de que las palabras ñuu (‘pueblo’) y ñu’u (‘tierra’) se parecen tanto que hasta dan la impresión no de ser dos, sino una sola.

También, ello explica que San Isidro Paz y Progreso haya creado una pequeña reserva a las afueras del pueblo a iniciativa de los lugareños y no por presiones de alguna oficina federal o estatal de gobierno, permitiendo así la pervivencia de ranas sin precedente taxonómico y de mamíferos como el colapinta, o que crezcan orquídeas como la Trichocentrum hoegei —mejor conocida como orejita de burro manchada—, una variedad sujeta a protección especial en México.

A decir del profesor Jiménez, este esfuerzo es de reconocerse, en especial porque esta comunidad mixteca está preservando, y de manera óptima, un pedacito de bosque de niebla o mesófilo, “uno de nuestros ecosistemas más mermados, pues equivale apenas a un uno por ciento del territorio nacional (ya que sólo es posible en las serranías, por encima de los mil metros sobre el nivel del mar). De todos estos bosques sólo la mitad se conserva a niveles aceptables”. 

Si a esto le sumamos que de entre los vertebrados terrestres los anfibios son el grupo en mayor riesgo (el 42 por ciento está en peligro de extinción, según la Lista Roja de la International Union for Conservation of Nature), aunque nos faltan más cosas por saber de la Charadrahyla sakbah podemos adelantar de ya que se trata de una especie amenazada y, por ello, debemos cuidar su hábitat, subraya.

Sin embargo, el académico no cree que este argumento, por sí solo, sea tan efectivo como cuando se usa para abogar por los pandas, jaguares o lobos debido a los muchos mitos que corren sobre anfibios y reptiles. “Para su mala suerte, eso hace que estos animales sean poco carismáticos y que la gente se muestre indolente con ellos”.

Afortunadamente para la Charadrahyla sakbah, en San Isidro Paz y Progreso las cosas son muy diferentes pues los pobladores han mostrado un entusiasmo sin precedentes por su hallazgo, a tal grado que se han colocado carteles con su foto y datos en las márgenes del Chite ku’e, además de que este animal es la portada de la página de Facebook usada en el pueblo para comunicarse las noticias locales más importantes, mandar recados o promocionar los temas del grupo musical más famoso de la localidad: Aventura del Amor.

Aunque lo que más sorprende al profesor Jiménez es que, de alguna manera, la rana se ha colado en la vida diaria de los vecinos al grado de participar en las fiestas patronales que tienen lugar en la segunda semana de mayo para honrar al santo del sitio: San Isidro Labrador.  

“En este marco se realizan muchos eventos y uno de ellos es una carrera (de 10 kilómetros a campo traviesa). En esta ocasión algunos corredores imprimieron la imagen de la rana en sus playeras, cerca de donde va el dorsal. Como se ve, ya es parte de la comunidad”.

Una rana entre la niebla

Sobre cómo llegó a la Mixteca Alta y, en particular, a San Isidro, Víctor Jiménez recuerda que todo se debe a una lagartija de la que se conoce muy poco —“por no decir casi nada”— y que, le dijeron, había sido vista en la zona: la Sceloporus tanneri. Para constatar este dato recibió apoyo de la Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund, el cual posibilitó, al final, hallar a una nueva especie de rana.

En el prólogo de El libro de los animales misteriosos, la primatóloga Jane Goodall escribía: “Imaginar seres desconocidos para la ciencia que viven ocultos en bosques, montañas, pantanos o en las profundidades marinas me fascina desde la infancia. ¡Cómo añoraba yo encontrar algún día, en una expedición a tierras remotas, un animal hasta el momento sólo conocido por la población nativa!”.

El profesor Jiménez confiesa que, para alguien que como él se dedica a la zoología, hallar una nueva especie es lo más emocionante del mundo y que, por lo mismo, al sospechar que la Charadrahyla sakbah era un anfibio no descrito por la ciencia preguntó entre los locales qué tanto sabían de dicho animal. “Por supuesto que lo habían visto, pero sin reparar mucho en él” (por la página de Facebook del pueblo se sabe que le llamaban Sa’va kuii, nombre mixteco genérico que significa rana trepadora, pero sin recibir un apelativo particular).

Cuando uno localiza a una criatura que podría pertenecer a una especie nueva lo primero a hacer es una colecta para verificarlo. “Nosotros la realizamos con permisos tanto de la Semarnat como de la gente de San Isidro y nos llevamos unos cuantos ejemplares para revisarlos a detalle. Con frecuencia se analiza también su ADN; sin embargo, en este caso las características morfológicas eran tan peculiares que este recurso no fue necesario”.