Sobre Annie Ernaux

A las críticas que se opusieron a su obra en los años 80, tildándola de “subjetiva”- como ha ocurrido siempre en cierta tradición patriarcal donde lo épico sólo puede contarse en tercera persona-  Annie respondió con un desafío: se autodefinió como “etnóloga de sí misma”, apuntando que no sólo lo personal es político, sino que lo íntimo es siempre social pues atraviesa el mundo de las leyes, la historia, el tiempo que a quien escribe le tocó vivir. La historia de cada una puede ser en un sentido única y emblemática, representativa de un grupo social, pues sería distinta si viviera en otro momento histórico y bajo otras leyes.

A partir de 1984 con “El lugar” decide abandonar la ficción pura y comienza su viaje por una narrativa donde la reflexión en primera persona se mezcla con el diario y la crónica de experiencias familiares e íntimas. El clímax de este experimento es, sin duda, “El acontecimiento”, que habla de su aborto siendo estudiante de filología en un momento y un país en que éste es ilegal y está penalizado con cárcel. Su pareja apenas se entera, se desentiende y ella que no desea tener al bebé tiene que enfrentar sola esa experiencia dolorosa y traumática. No sólo vivir experiencias duras sino hablar de ellas de forma tan cruda, tan desafiante, implicó en su momento cierto repudio, un escándalo. ¿Por qué alguien querría exhibirse de modo tan  “obsceno”? ¿Por qué alguien querría hablar del intento de su propio padre por matar a su madre -cosa que hizo en otro libro, La Honte (La vergüenza). “Mi padre intentó matar a mi madre un domingo de junio. Fue a primera hora de la tarde. Yo había ido como de costumbre a misa de doce menos cuarto y después a comprar unos dulces a la pastelería del centro comercial de la ciudad, un conjunto de edificios provisionales construidos después de la guerra”. ¿Por qué alguien tiene que contar que después de la escena donde el padre trata de matar a la madre con un hacha, ella, siendo niña, su madre y su padre -los tres- aparecen en la cocina-, ella llora y el padre le dice: “¿Tú por qué lloras? Yo a ti no te hecho nada”, con la naturalidad de esa lógica con que muchos reaccionan a la violencia doméstica. Pues porque alguien tiene que “dar a saber” los graves conflictos del terrorismo social y familiar que antes no se llamaban así y por tanto no existían. Y porque tenía que escribir de eso una gran escritora y esa escritora se llama Annie Ernaux.

 

La escritora francesa Annie Ernaux gana el Nobel de Literatura 2022

A sus 82 años y nacida en Lillebonne, Francia, la escritora Annie Ernaux ganó el Premio Nobel de Literatura 2022. Es autora de una veintena de libros, la mayoría autobiográficos. Por esto, ella se define como una etóloga de sí misma, más que como una escritora.

De hecho, Ernaux ha sostenido, que más que una autobiografía, lo suyo es “auto-socio-biografía”. Así afirma: ¿Qué cuento intimidades? Lo íntimo siempre es algo social.

El galardón que concede la Academia Sueca será entregado en diciembre y está dotado por 10 millones de coronas suecas, es decir, más de 920 mil euros. De los 118 galardones entregados desde 1901, sólo 16 veces se ha otorgado a mujeres.

El comité que concedió el premio destacó “el coraje y la agudeza clínica” con que la escritura de Ernaux “devela las raíces, los extrañamientos y los frenos colectivos de la memoria”.

Sus obras más sobresalientes

Publicada en 1974, su primer obra fue Los Armaríos Vacíos, en la cual relata el aborto de una chica de 20 años en una residencia universitaria. En el 2000 publicó otro libro llamado El Acontecimiento, en el cual sí narró su  propio aborto. De hecho, fue llevado al cine la temporada pasada.

El relato del aborto clandestino que cuenta en El Acontecimiento, hubiera sido distinto con una ley y una sociedad diferentes. “No me considero un ser único y singular sino el resultado de una suma de experiencias y determinaciones sociales, históricas y hasta sexuales”, dijo la escritora.

En 1984 publicó El Lugar, redactado en primera persona. Además, incluye el relato de experiencias personales vividas en momentos muy concretos y una reflexión sobre su pasado.

Después de la muerte de su madre publicó Une Femme, todavía no traducido al español. Años más tarde, publicó La Vergüenza (Tusquets), la historia de su familia a partir de una tarde en la que, cuando ella tenía 12 años, su padre intentó matar a su madre.

Durante décadas ha sido escritora de tiempo completo y esto le ha dado la libertad total para escribir: “Fue una barrera contra el autismo del escritor”, dijo Anne Ernaux.

Sus obras han sido llevadas tres veces al cine. En 2008, Lautre, de Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic que hablaba de relaciones sentimentales adictivas. Después Passion simple, de Danielle Arbid, que concursó en el festival de cine de San Sebastián. Y el año pasado El Acontecimiento, de Audrey Diwan que ganó el León de Oro de Venecia y fue la candidata al Óscar por Francia.

Aunque Ernaux es la dieciseisava mujer que obtiene este galardón, es la quinta en los últimos diez años. El idioma más premiado ha sido el inglés, pero Francia es el país en el que más veces ha recaído el galardón: llevan 15, incluyendo a Jean-Paul Sartre, que no lo aceptó en 1964. El último antes de Ernaux fue Patrick Modiano, que lo recibió en 2014.

Fuente: El País

https://elpais.com/cultura/2022-10-06/annie-ernaux-gana-el-premio-nobel-de-literatura-2022.html

 

¿Quién fue David Huerta en la creación literaria y la enseñanza?

El profesor David Huerta Bravo nació en la Ciudad de México en 1949. Realizó sus estudios de licenciatura en la década de los sesenta y, a lo largo de más de cuatro décadas –desde 1972, cuando publicó su primer libro de poesía–, se ha consagrado a la literatura en diversos terrenos.

Fue director del Periódico de Poesía, Premio Universidad Nacional 2017, titular de la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz y profesor universitario.

Sus tareas han abarcado diferentes géneros y modalidades, que van de la creación de obras propias a la enseñanza y la investigación; de la ensayística y la crítica a la reseña bibliográfica y la crónica; de la edición de revistas y suplementos a la difusión cultural, y de la elaboración de antologías a la traducción al español de obras en italiano, francés e inglés.

No obstante, la variedad de esas tareas no ha impedido que, todas y cada una de ellas, compartan un centro animador: el amor a la literatura. Por ello, fue merecedor, en 2015, del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y literatura, y es creador emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

En el terreno de la enseñanza y la difusión de la literatura, desde muy joven ha impartido clases de literatura y coordinado talleres de creación literaria. Ha mostrado un compromiso muy especial con la UNAM, habiendo sido coordinador de talleres literarios en la Casa del Lago, articulista de la Revista de la Universidad de México y, desde 2010, profesor de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), encomienda en la que lo antecedieron escritores como Juan José Arreola, Salvador Elizondo y José Revueltas.

Su vasta producción poética y ensayística consta de casi 20 obras publicadas. En reconocimiento a su calidad y trascendencia, el Fondo de Cultura Económica publicó, en 2013, una magna compilación de su poesía en dos volúmenes, con el título: La mancha en el espejo. Poesía 1972-2012. Su labor le ha valido ser reconocido también con el Premio de Poesía Carlos Pellicer en 1990 y el Premio Xavier Villaurrutia en 2006, además de haber recibido apoyos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y de la Fundación Guggenheim.

Algunas de sus obras de poesía de las últimas dos décadas son: el poema “Ayotzinapa” (2014), a petición del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Oaxaca, cuyos versos podían leerse en uno de los muros de dicho museo y que, más adelante, fue traducido a 23 idiomas; Los grandes almacenes (Barcelona, 2013); Curso délfico (Instituto Nacional de Bellas Artes, 2012); Before Saying any of the Great Words (2009); Canciones de la vida común (2009); La calle blanca (2006); Perro de Goya y otros poemas (2005); Tres formas: romance, octava real y verso libre (2003); La olla (2002); El azul en la flama (2002); Hacia la superficie (2002); Los cuadernos de la mierda (2001); Homenaje a la línea recta (en colaboración con Gunther Gerzso, 2001), Calcinaciones y vestigios (2000) y La música de lo que pasa (1997).

Ha trascendido fronteras, impartiendo conferencias y participando en diversas actividades culturales (en especial, en lecturas de su propia obra) en diversos países, como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Colombia, Argentina, Cuba, la antigua Unión Soviética, El Salvador, Guatemala y España. Asimismo, su obra ha sido traducida a los idiomas alemán, inglés, francés, portugués, árabe y japonés.

Se ha consolidado como una figura central en el panorama literario y cultural de nuestro país y de América Latina. Su trayectoria sigue la ruta trazada por los grandes humanistas y su obra nos vincula con la gran tradición de los Siglos de Oro de las literaturas hispánicas, siendo fundamental para entender el trasfondo cultural del México contemporáneo; específicamente, su obra poética y ensayística se inscribe en la línea del canon mexicano de Sor Juana Inés de la Cruz, Jorge Cuesta, José Gorostiza y Octavio Paz.

Ha establecido nexos con otras áreas estéticas, especialmente con las artes plásticas, y ha colaborado en obras conjuntas con autores de la talla de Gunther Gerzso, Francisco Toledo, Miguel Castro Leñero y Vicente Rojo. La ineludible relación entre el poeta y el mundo quedó plasmada de forma conmovedora en la instalación realizada en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca después de la tragedia de Ayotzinapa.

Fue asesor cultural de la Casa del Poeta Ramón López Velarde; obtuvo la Cátedra Extraordinaria Juan Ruiz de Alarcón y Miguel de Cervantes en la FFyL; colaboró en la exposición-encuentro: Estado del Arte/de la creación/del Arte, en el Museo Universitario de Ciencias y Arte; ha colaborado en la Revista de la Universidad de México en la columna “Aguas aéreas” desde 2007; ha coordinado diversos trabajos editoriales de la revista Cultura Urbana en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) desde 2005; y participó en el II Coloquio del Seminario de Estudios Áureos de la FFyL.

Asimismo, participó en los Upcoming Copper Canyon Press Events y en el Bilingual Reading Tour with Acclaimed Mexican Poets; ha colaborado en la columna “Libros y otras cosas” del periódico El Universal desde 1991; participó en la Cátedra de Cultura de México y en la conferencia magistral Lectura de Poesía en Chicago, en 2013; fue conferencista en Creación Literaria para Jóvenes 2012, de la Universidad Metropolitana de Monterrey y la Fundación para las Letras Mexicanas; miembro del Comité Organizador de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y del jurado de la VI Edición del Certamen de Poesía Hispanoamericana “Festival de la lira”, y formó parte del jurado del Premio Nacional de Artes y Literatura en 2016.

En 2009, la FFyL organizó una serie de lecturas y mesas redondas con el título “60 años aquí”, para festejar su sexagenario, en el que participaron estudiantes, escritores y maestros universitarios; en 2008, en el marco del 2° Festival Universitario del Libro, se realizó el homenaje “Honor al mérito a David Huerta”; y recibió, asimismo, un homenaje por parte de la UACM en 2006.

Por su extensa trayectoria, la trascendencia de su labor poética y su compromiso con la cultura, el profesor David Huerta Bravo es honorable merecedor del Premio Universidad Nacional 2017, en el área de Creación artística y extensión de la cultura.

Con información de: https://dgapa.unam.mx/index.php/semblanzas-anio-pun-2015/2017/878-2017c17-huerta-bravo-david

Recomendaciones para leer y escuchar:

https://periodicodepoesia.unam.mx/tag/david-huerta/

https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/a59ffa18-220b-4c78-9477-3c2eeaa4069e/aguas-aereas-los-otros-y-los-mismos

https://unamglobal.unam.mx/honor-inmenso-ser-parte-del-material-de-lectura-de-la-unam-david-huerta/

https://descargacultura.unam.mx/en-voz-de-david-huerta-54406

La Casa Universitaria del Libro alberga la obra de Margo Glantz en la Biblioteca CASUL de Escritoras

La Casa Universitaria del Libro reconoce la trayectoria de Margo Glantz y reúne su obra en la Biblioteca CASUL de escritoras.

La escritora estará presente en un conversatorio acompañada de Socorro Venegas, Eduardo Rabasa, Carmina Estrada y Guadalupe Alonso.

El homenaje se realizará el miércoles 24 de agosto a las 18:00 horas en las instalaciones de CASUL.

La Casa Universitaria del Libro lleva a cabo un homenaje a la reconocida escritora y Profesora Emérita de la UNAM, Margo Glantz, e integrará su obra a la Biblioteca CASUL de Escritoras.

Como parte de las actividades, se realizará un conversatorio en torno a la trayectoria de la académica mexicana y Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, con la participación de los escritores y editores Socorro Venegas y Eduardo Rabasa, la Directora de la Revista Punto de Partida, Carmina Estrada, y Guadalupe Alonso Coratella, titular de CASUL.

La Biblioteca CASUL de Escritoras está concebida como un espacio dentro de esta casa emblemática en la Colonia Roma, para la difusión de la obra de autoras destacadas en la literatura mexicana y latinoamericana. Esta iniciativa, inaugurada el pasado mes de mayo con los libros de  Elena Poniatowska, se enriquece, en esta ocasión, con la obra de una destacada universitaria.

Los títulos de Margo Glantz que albergará la Biblioteca CASUL de Escritoras fueron reunidos gracias a la colaboración de diversas casas editoras: el Fondo de Cultura Económica, Grupo Editorial Penguin Random House, Almadía, Sexto Piso Editorial, Trilce, Editorial Siglo XXI, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Cafebrería el Péndulo y Libros UNAM.

Dicha obra estará disponible para su consulta en la Casa Universitaria del Libro, CASUL UNAM, ubicada en Orizaba 24, Roma Norte, de lunes a viernes en un horario de 10:00 a 18:00 horas.

“Estamos perdiendo cuerpos femeninos de manera monstruosa”: Margo Glantz

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nota original de Corriente Alterna, de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM
https://corrientealterna.unam.mx/genero/estamos-perdiendo-cuerpos-femeninos-de-manera-monstruosa-margo-glantz/
Fecha de publicación de la nota original: 13 de agosto de 2016[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Después de la pandemia de covid-19 nadie puede ser la misma persona. Esto lo tiene claro la escritora Margo Glantz (Ciudad de México, 1930). Lo que no sabe, porque no es profeta, dice, es si el mundo pospandémico traerá cambios positivos. Hasta ahora, en los primeros esbozos de la llamada “nueva normalidad” continúan las amenazas a la libertad; la violencia contra las mujeres se ha recrudecido y la tendencia a la derechización va en aumento a nivel mundial. ¿Se mantiene la esperanza de construir mejores sociedades?

En entrevista para Corriente Alterna, la autora mexicana de 92 años comparte cómo vivió el confinamiento por la emergencia sanitaria y sus reflexiones sobre los cuerpos femeninos en México.

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Margo Glantz viste pantalón y blusa negros, y un vistoso collar de hilos multicolores. Es sábado 23 de abril y ofrece la entrevista tras su participación en una mesa de diálogo de la Fiesta del Libro y la Rosa. Como otras mujeres, también acude a este evento consternada porque, apenas un día antes, las autoridades de Nuevo León confirmaron el hallazgo del cuerpo de la joven Debanhi Escobar. Una familia más de luto en México.

Autora de decenas de libros, sobre todo novelas y ensayos, quien por años ha reflexionado sobre los cuerpos de las mujeres, Glantz no duda en recordar a Debanhi ni en cuestionar la actuación de las fiscalías encargadas de la búsqueda de personas desaparecidas.

“Todos los días hablamos de desapariciones. Los cuerpos aparecen, pero ya sin vida. Eso es lo trágico. Y hay muchos cuerpos que no han vuelto a aparecer. Las muertes y las desapariciones de mujeres muestran la violencia que hay, tan tremenda, contra la mujer. Porque no solo la torturan: la violentan, la matan o le echan ácido”, lamenta la escritora.

Margo Glantz explica que los cuerpos femeninos todavía son vistos como objeto de colonización, tentación o prohibición. Por ejemplo, en algunos países árabes las mujeres deben cubrirse completamente “porque el cuerpo es algo prohibido”. Y en países occidentales se mantiene el mito bíblico de que el cuerpo de la mujer es un cuerpo de tentación y “Eva es la culpable de lo que nos ha pasado a todos”. Actualmente, detalla, se continúa culpando a las mujeres y justificando la violencia que se ejerce contra ellas por su forma de vestir.

–No es posible que, a pesar de todo lo que hemos avanzado, en muchos sentidos y aparentemente, sigamos viviendo con esta prohibición de que, si saliste de noche, te mereces que te maten.

“El cuerpo femenino es mucho más vulnerable, siempre está sujeto a violencias. Y lo vemos muy claramente”, explica. Durante y después del confinamiento por la pandemia de covid-19, por ejemplo, la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes se mantiene al alza.

Ve la entrevista con la escritora Margo Glantz. Video: Pablo Gasca Gollas / Corriente Alterna.

EL POTENCIAL DE LAS REDES SOCIALES

Margo Glantz recuerda el caso de Wendy Sánchez, la artista nayarita que desapareció en enero de 2021. Se le vio por última vez mientras viajaba de Bahía Banderas, Nayarit, a Guadalajara, Jalisco. Catorce meses después no se sabe nada de su paradero.

“Sus padres todavía siguen escribiendo tuits preguntando: ‘¿Dónde estás, Wendy?’”, cuenta Glantz, quien fundó en 1966 Punto de Partida, revista literaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La ensayista plantea una idea: las redes sociales, pese a la violencia y el odio que también se ejercen en ellas, pueden construir memoria y resistencia. Por eso, asegura que siempre retuitea el memorial de Auschwitz y publicaciones en defensa de la libertad de expresión y en contra de la extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador de WikiLeaks. “Para que no olvidemos en absoluto que el nazismo está muy cerca de nosotros; que, desgraciadamente, fue algo terrible, y que, sin embargo, se puede repetir de muy diversas maneras. Es una forma de recordatorio, porque la memoria histórica es muy falible, la gente olvida muy pronto. Y, entonces, tratar de recordar a través del Twitter”.

También comparte todo lo que está pasando con las desaparecidas y los desaparecidos “para que cada vez sea más alto el clamor”.

–Porque parece ser que no hay respuesta oficial a lo que está pasando. Entonces, tiene que ser la sociedad civil y, en ese sentido, las redes sociales funcionan como sociedad civil, afirma la ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2004.

Con esta idea en mente, Margo Glantz lanzó una invitación al público que acudió a la mesa de diálogo: escribir todos los días (en redes sociales) los nombres de las desaparecidas y desaparecidos, como se hizo en Argentina con los casos del terrorismo de Estado en los años de la dictadura.

“Sería muy importante que diariamente todos escribiéramos que estamos perdiendo cuerpos femeninos de una manera verdaderamente monstruosa, sin que haya ninguna posibilidad, parece, de que esto mejore”.

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Las escritoras Margo Glantz (centro), Gabriela Jáuregui (derecha) y Anel Pérez en una mesa de diálogo en la Fiesta del Libro y la Rosa 2022. Foto: Pablo Gasca Gollas / Corriente Alterna.

DESPUÉS DE LA PANDEMIA

En la pospandemia vivimos la invasión de Rusia a Ucrania y el apoyo creciente a las políticas de derecha, que inició antes de la emergencia sanitaria, pero se mantiene. “Estamos en un momento muy violento de la historia en donde la derechización del mundo es muy peligrosa”, dice la profesora emérita de la UNAM.

De la derechización, explica, el primer riesgo es la censura. Los regímenes totalitarios persiguen desde siempre a quienes ejercen la palabra, buscan acallar. Ahora, considera, el problema también es la autocensura.

“De repente me siento asediada porque no puedo emitir ninguna duda respecto a algo que está pasando;  inmediatamente me callan la boca de una manera brutal. Uno ya tiene una autocensura, ya me cuesta trabajo. Digo: ‘¿Puedo hablar o no puedo hablar?’. Introyectar el miedo y autocensurarse es uno de los principios de perder la libertad individual”.

Margo Glantz recuerda que durante el confinamiento vivió una especie de afasia (incapacidad de comunicarse), pues dejó de “escribir lo que quería”. No puso un pie en la calle en más de un año y solo veía pasar a la gente a través de la ventana de su baño. “Empecé a escribir unas memorias hace como ocho meses y llevo seis páginas, así que, como diré, sí me afectó bastante la pandemia”, confiesa. No obstante, en 2020 publicó Cuerpo contra cuerpo, una antología editada por Ana Negri que reúne varios de sus ensayos previos.

Ahora que regresa a las actividades presenciales reconoce que “extrañaba salir a la calle, ver gente, verlos de cuerpo entero, abrazarlos, aunque sea de ladito, o con la máscara”. Querer ver a los otros, a las otras, quizá eso sea la esperanza en la pospandemia.

escritora Margo Glantz, feminismo, violencia contra las mujeres, libros
Foto: Pablo Gasca Gollas / Corriente Alterna.
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Margo Glantz, transmisora ejemplar del conocimiento

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nota original de Gaceta UNAM.
https://www.gaceta.unam.mx/como-viven-su-sexualidad/
Fecha de publicación de la nota original: 17 de noviembre de 2020[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Soy una joya arqueológica, estoy lúcida, escribo, y pienso que quizá, a lo mejor, les doy lata hasta los 100 años; ojalá”, expresó Margo Glantz Shapiro, profesora emérita de la UNAM, al ser homenajeada por la Academia Mexicana de la Lengua (AML) con motivo del nonagésimo aniversario de su nacimiento.

Luego de escuchar a sus amigos, colegas e integrantes de la prestigiada agrupación –donde fue elegida para ocupar la silla XXXV, el 26 de octubre de 1995–, dijo sentirse muy conmovida. “Con esta actitud contradictoria de toda mi vida, no quería homenajes, pero sí quería. Cuando el día de las madres mis hijas no me felicitan, me enojo, pero odio ese día; cuando me hiperbolizan, me enojo, pero lo adoro. Lo lamento mucho”.

Después de lo que han dicho sobre ella, abundó, “me siento la reina de Roma o de Coyoacán; han dicho que soy maravillosa y casi me lo estoy creyendo”, agregó la ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el ámbito de Lingüística y Literatura (2004).

“Al pedir que me hicieran un homenaje, no queriendo que lo hicieran, pero queriéndolo, estaba planteando, quizás, este miedo a la muerte que toda persona que cumple nueve décadas, como yo, tiene”, añadió Margo Glantz (Ciudad de México, 28 de enero de 1930).

Todo lo que han dicho, sostuvo, “me conmueve y me posesiona de mi misma. Me hace sentir que tengo, sobre todo, grandísimos y maravillosos amigos, y que esta polivalencia que me caracteriza vale la pena”.

Conversatorio virtual

En el conversatorio virtual, Rosa Beltrán, escritora, directora de la Casa Universitaria del Libro y miembro de número de la AML, expuso que Glantz es una escritora incansable prácticamente en todos los géneros, que no sólo ha publicado más de 25 libros de ensayo y narrativa, sino que es una tuitera famosa.

Se trata de una académica que se ha convertido en una institución en la Universidad Nacional. Es también una investigadora singular que ha abarcado temas que van de la Conquista y la Malinche, a Sor Juana y la literatura contemporánea, con obras que tienen que ver con literatura y la música, la pintura y las distintas artes.

Felipe Garrido, también miembro de número de la academia y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, recordó que Glantz fue su profesora en la licenciatura. “A partir de entonces hemos sido compañeros de trabajo en algunas ocasiones, pero siempre ha sido mi maestra”.

Fernando Serrano Migallón, académico de número de la AML y exdirector de la Facultad de Derecho, destacó que la emérita pertenece al grupo de los universitarios de tiempo completo. Ella es una transmisora del conocimiento ejemplar y una promotora cultural en el más amplio sentido de la palabra; se ha dedicado a propiciar que la cultura penetre en los más amplios y profundos niveles de la sociedad mexicana.

Sara Poot Herrera, miembro correspondiente de la academia, comentó que la destacada universitaria ha sabido esparcir su sabiduría entre las generaciones más jóvenes, y agregó: “Soy hiperbólica, pero cuando leo tu sinécdoque, tus metonimias, tus metáforas, siento que mi hipérbole se queda chiquita a tu lado”.

En su turno, el académico de la AML, poeta y ensayista, Adolfo Castañón, recalcó que Margo Glantz es, sobre todo, una viajera, una etnóloga, que ve al mundo con la mirada del antropólogo, pero también del crítico literario. En la exploradora, el tema del naufragio recorre como hilo conductor su propia escritura.

La novelista Silvia Molina, académica de número, mencionó el sentido del humor extraordinario de su maestra. “Nos inculcó la tenacidad; llegaba llena de energía a contarnos lo que había descubierto la noche anterior. No seguíamos un programa en específico, sino que nos metía de lleno en sus anhelos, sus ilusiones, en lo que estaba investigando”.

Liliana Weinberg Marchevsky, miembro electo de la AML e investigadora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, apuntó que Margo Glantz enseña a vivir la escritura y a escribir la vida, mediante fragmentos que combina y recombina a través de tramas que son tejidos, que son textos.

Finalmente, Rodrigo Martínez Baracs, también miembro de número de la agrupación, resaltó que la obra de Glantz es peculiar, porque es narradora, ensayista, y porque “en primer lugar fuiste una historiadora, una trabajadora de la cultura, y pronto prendió en ti ese espíritu, ese demonio literario que está siempre presente y que le da un toque especial a tus aproximaciones a la literatura antigua”.

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 Taller propone “cocinar imágenes” para impulsar creatividad

Con el fin de imaginar y poder crear ideas por medio de las imágenes, Anel Pérez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, abrió la invitación para participar en el taller “Cocinar imágenes”, que busca promover la creación de fotos y la ilustración.

A través de la cápsula “Si leo no me encierro’, Anel Pérez manifestó que el  objetivo del taller es que “los participantes se sensibilicen ante la creación de una imagen, desarrollen habilidades, recompongan en su mente y plasmen al final el trabajo de ilustración”.

Por otro lado, destacó que es necesario que los participantes sepan desarrollar sensibilidad ante el desarrollo de una imagen. En todo el proceso interviene la percepción de lo que cada uno entendemos por una imagen, desde el concepto más trivial hasta el más elaborado. Añadió que el curso busca dar herramientas y técnicas prácticas para desarrollar nuevas versiones en el mundo de la iconografía.

El taller iniciará el próximo 10 de agosto y será impartido por dos grandes de la materia: Lucía Ayala Rosas, disenadora con una gran experiencia en el mundo de la semiótica, y Alberto Rosas “Phikus”, con estudios de biología y flauta tranversa en la UNAM y que además ha coordinado muchos montajes de programas televisivos y elaborado muchas ilustraciones en cuentos infantiles.

“Cocinar imágenes” forma parte del programa Universo de Letras. Estará dividido en cinco sesiones que incluyen desde nociones del dibujo para principiantes, hasta presentaciones, exposición y análisis de trabajo en cada una de las sesiones. El taller será en línea, lo cual brindará una gran flexibilidad a los interesados.

Para inscripciones o más información es necesario enviar un correo a info@universodeletras.unam.com.mx

Taller cocinar imágenes

¿Por qué “sobrevivir” es un verbo muy latinoamericano?

El niño/pandillero que intenta recordar un momento de felicidad en su vida y no lo encuentra, no sabe lo que es; el relato de la migrante violada en su tránsito por México, relato que el periodista ha escuchado una y otra vez; testigos, fuentes periodísticas que tienen el tiempo contado y a las cuales no se les puede hacer ninguna promesa. Seres que aprovechan cualquier circunstancia para obtener ganancias a costa de los demás, dividendos de almas laceradas, sumidas en entornos de miseria y violencia. Secuestros, extorsiones, violaciones, miedo. Eso cuenta Óscar Martínez en su libro Los muertos y el periodista.

Óscar Martínez, quien ganó en 2016 el premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia, es jefe de redacción del periódico El Faro. En sus libros, el periodista salvadoreño cuenta los múltiples riesgos que ha corrido. Le pregunto si está consciente de que ha puesto en riesgo su vida: “Yo creo que una carrera periodística se compone de un montón de cosas: es el cúmulo de malas y buenas decisiones que tomaste. Mi primer libro, que publiqué a los 27 años, Los migrantes que no importan, después de viajar con migrantes centroamericanos por México, muchas decisiones fueron producto de la inconsciencia y de la aventura sin cálculo”.

Los periodistas siempre caminamos entre líneas opacas bien delgadas, bien poco perceptibles, añade. “En el momento en que patees esa línea, la lectura, la planificación, la determinación pasa a ser estupidez, y eso es muy delgado. ¿En qué momento ocurre eso? Cada reportero te lo dirá. Si al final lograste ponerle punto final podés decir cómo lo hiciste. En el periodismo, el que no va, sólo puede decir que no fue; el que fue puede decir si le sirvió o no, y al final el periodismo te exige”.

Ante los riesgos, señala que “los periodistas tenemos que aprender a protegernos porque está claro que nadie más lo va a hacer”.

Escribe en su libro Los muertos y el periodista: “Nuestro trabajo no es estar en el lugar indicado a la hora indicada. Ese es el trabajo de los repartidores de pizzas o de los trenes. Nuestro trabajo no es decir cosas. Nuestro trabajo son otros verbos: entender, dudar, contar, explicar, desvelar, revelar, afirmar, cuestionar. Ninguno de esos verbos se alcanza sólo con lo que sale de la boca de un policía tras un ‘enfrentamiento’. Pero tantos parecen aceptarlo con tanta normalidad”.

El periodista de El Faro afirma que vivimos una era de caudillos, en todas partes. “Hartos de la política tradicional Latinoamérica empieza a reaccionar buscando mesías que los salven”.

Sobre lo que vivimos en Latinoamérica precisa que muchos países latinoamericanos no conocemos de paz. “Ustedes en México no conocen qué es paz ni nosotros en El Salvador. Conocen qué es menos guerra, conocen qué es menos muertos, conocen qué es que algunas zonas dejen de ser rojas, pero paz, cómo se ejecuta eso, no lo conocemos”.

Óscar Martínez dice enfático: “Cómo construir paz es una lección que no sabemos. No ha habido reconciliación, no ha habido procesos de perdón, no ha habido justicia. La impunidad y el desconocimiento de la paz son dos elementos indispensables para la construcción de la América Latina violenta”.

Respecto a los riesgos de hacer periodismo en El Salvador dice que es muy difícil, “es muy desgastante, la gente del periódico (El Faro) del que soy jefe de redacción, a la que admiro, se están dejando el pellejo, su tranquilidad emocional, la paz de sus familias por hacer esto, pero es un compromiso que aprecio. Es decir, nadie de nosotros pensó nunca que esto no iba a ser difícil, nunca pensamos que develar corrupción, violencia, impunidad, crímenes de guerra en una región violenta y con Estados débiles, como El Salvador, Guatemala y Honduras, iba a ser fácil. La gente aprende a sobrevivir; sobrevivir es un verbo muy latinoamericano”.

Ya has escrito mucho sobre violencia, ¿no es suficiente?, le pregunto. Me dice: “Si crees que un asesino es alguien que tenía el ADN corrupto y podrido y por eso nació de esa forma no vas a entender la región en la que vives o si pensás que alguien se hace pandillero a los 9 años porque tenía vocación de pandillero y no porque el mundo sólo le ofreció ser nadie toda la vida”.

Óscar Martínez cree que el periodismo puede ser un eslabón de cambio social, sin los otros eslabones es sólo un papel escrito.

Escribe en su libro Los muertos y el periodista: “De pronto los vi tropezándose en la plaza y sentí una tristeza abrupta, como un puñetazo en una fiesta, y todo rasgo de satisfacción se fue. Quise poder protegerlos, quise seguir con ellos, llevarlos al norte, quise emborracharme con ellos y hablar como amigos de lo vivido esos días, sin pensar en ningún porvenir incierto. No hice nada de eso. Mi trabajo había terminado. Yo lo sabía. De ellos ya no quería información, para ellos sólo quería bienestar. Ya no me interesaba ser periodista y anhelaba ser amigo. Pero no era amigo, era periodista. Nunca los volví a ver”.

Molière, escritor universal siempre de actualidad

A la sátira, crítica y mordacidad de las obras de Jean-Baptiste Poquelin, verdadero nombre de Molière (15 de enero de 1622-17 de febrero de 1673), habría que añadir una característica más: su actualidad, que lo hace ser un autor muy ameno.

El dramaturgo francés “aborda temas que han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, los mismos problemas, las mismas debilidades de la naturaleza humana que presentan su rostro más desagradable, pero al mismo tiempo, el más cómico. Y todo lo que hace reír merece seguir siendo representado”, afirmala académica de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, Claudia Ruiz García.

En efecto, uno de los escritores más universales y traducido a todas las lenguas logró “corregir las costumbres riendo”, como lo señala la expresión latina Castigat ridendo mores, referente a la comedia y la sátira que ponen en ridículo los vicios y defectos humanos, en este caso de la Francia del siglo XVII.

 

A 400 años del nacimiento de Molière, la licenciada en Lengua y Literaturas Modernas (francesas) por la UNAM, maestra en lingüística por la Université Stendhal III (Grenoble, Francia), y doctora en Letras por esta casa de estudios, menciona que como otros clásicos Poquelin se estudia porque sigue respondiendo interrogantes, porque nos sigue “hablando”.

Por ejemplo, en la comedia “El enfermo imaginario”, para uno de los personajes –caricatura feroz de un médico–, toma un modelo que existe en la realidad en ese momento, un famoso doctor de La Sorbona que está en guerra con los partidarios del cartesianismo y que dice que hay que seguir estudiando a Aristóteles y aprendiendo de memoria. Este modelo podría ser universal, el del conservador, aquel que no quiere incorporar el nuevo conocimiento porque “la tradición dice que tiene que ser así”.

Cuando vemos otra de sus comedias, “Tartufo”, recordamos que a los falsos devotos también los vemos hoy en día por todos lados; “basta ver lo que ocurre en la Iglesia, el doble discurso, para pensar que ese universo está plagado de hipócritas que por un lado hablan de santidad, y por otro, cometen abusos”, menciona la profesora de la FFyL.

Con Molière, añade la universitaria, pasa como con otras grandes figuras, como Shakespeare: su presencia es tal, que opaca a todos los posibles dramaturgos que en su época intentaban hacer representaciones o escribir teatro, y que se quedan a “medio camino”. Es un autor que pasó a la posteridad y cuyos personajes se han quedado en la tradición.

En el teatro de los siglos posteriores, XVIII y XIX, imaginar a algún otro dramaturgo que pudiera estar por encima de Molière no es posible, porque no existe, asegura la experta.

El también actor vivió una situación privilegiada, porque tampoco tuvo rivales en su época. “Es un caso único, como aislado en su siglo, y por eso toda la crítica teatral se concentra en él para decir que ‘es muy hábil en cierto aspecto’, que logra ‘crear un rito en el teatro que es inigualable’, o que ‘el dominio de la especificidad en el lenguaje de cada personaje es fabuloso’”.

Eso permitiría justificar la posición que alcanzó como gran autor de comedia del siglo XVII en Francia, un periodo que se puede equiparar con el Siglo de Oro Español. Así como en España hubo grandes dramaturgos, como Calderón de la Barca o Tirso de Molina de quienes fue lector, Molière creó una especificidad para el caso del teatro francés.

Hoy, existen una serie de adaptaciones de sus obras al cine o, incluso, su biografía novelada, que pueden darnos una visión de este autor irreverente, que integra al teatro una serie de polémicas filosóficas de su tiempo, poniéndolas a nivel accesible para todo el público, porque a sus representaciones no sólo asistía la Corte francesa; en el teatro había también personas de pie, en gayola, hasta atrás, y todos reaccionan ante las situaciones cómicas y serias de sus puestas en escena.

Molière escribía, actuaba, dirigía y hasta llegaba a tener el personaje protagónico. Su repertorio es vastísimo, señala Claudia Ruiz, incluye obras cortas y largas, escritas en verso o prosa. Podía hablar de un falso devoto, de un nuevo rico, un hipocondriaco, un tacaño o un cornudo, “defectos” inherentes a la naturaleza humana, pero que él va “vistiendo” de una manera fabulosa.

El tema de los médicos es importante en su obra y está presente hasta el final de su vida, en “El enfermo imaginario”, que se considera una obra emblemática. Otro tema que viene y va es el de los celos, mediante personajes inseguros, que sufren, que tienen miedo de que las mujeres los traicionen, abunda Ruiz García.

Otro de sus temas es el acceso femenino al conocimiento; en “Las mujeres sabias” hay discusiones acaloradas, actuales, inteligentes, entre protagonistas que no quieren asumir el papel de amas de casa y prefieren dedicarse a la ciencia o la filosofía; y en el otro lado de la moneda está “Las preciosas ridículas”, terrible crítica a esas mujeres que le ponen precio al amor o la amistad. En “La escuela de las mujeres” los padres quieren mantener a las hijas en total ignorancia, porque saben que la educación puede ser un factor de emancipación.

Integrante de una familia acomodada, como hijo de un tapicero de rango en la Corte, Jean-Baptiste Poquelin pronto tuvo claro que no quería ejercer el oficio de su padre; desde muy joven había conocido la pasión del escenario, de escribir e improvisar, y decidió dedicarse al teatro.

Tuvo altibajos; algunas de sus obras fueron aceptadas por la crítica y el público, y otras condenadas; hay una parte de su producción donde sus piezas son “ácidas”, tristes, en contraste con los divertimentos, farsas y comedias, a los que estaba acostumbrado el público, añade la doctora en Letras.

El escritor tuvo la gran fortuna de contar con el aprecio de Felipe I de Orleans, hermano del rey Luis XIV de Francia, quien también asistió a sus presentaciones teatrales. Esa protección, que al final de su vida le había sido retirada, fue decisiva para que pudiera tener un entierro digno (ya que en esa época los actores no podían ser sepultados en el cementerio), luego de morir a causa de tuberculosis. Su epitafio, escrito por él mismo, dice: “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”.

“Persona normal” creció para aliviar el peso de la pandemia

Guadalajara, Jalisco. – Hace 10 años Benito Taibo presentó su libro Persona normal por primera vez en un evento de Ecos de la FIL de Guadalajara. Llegó hasta Tecolotlán, Jalisco, sin saber qué iba a pasar. La pequeña ciudad estaba vacía y no entendía nada, el coche lo llevó hasta un portón enorme de madera, era la biblioteca. Se abrieron las puertas, había un patio central lleno de jóvenes de 15 años. Entró por un pasillo y se levantaron adolescentes y dijeron de viva voz: “yo soy Ana Frank, tengo 13 años, soy una niña judía”; se levantó otro chico y dijo: “yo soy Ulises”, se levantó otro y dijo: “yo soy Tom Sawyer”, “se levantó otro chico y yo empecé a llorar y no paré de llorar durante toda mi visita hasta que se levantó Jorge y dijo: “yo soy Benito Taibo”. Ahí fue “cuando me derrumbé completa y absolutamente”, contó Benito Taibo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Todos los años

Fue una de sus primeras experiencias en Ecos de la FIL y lo sigue haciendo todos los años, “porque estoy convencido que el libro salva, de que el libro está ahí para convertirnos en quienes somos, para hacernos tomar mejores decisiones. Estos sirven para ver que otros puedan verse reflejados y tomen decisiones importantes para su vida y su futuro”. Este año acudió a la Preparatoria Regional de El Grullo.

Benito Taibo, escritor y director de Radio UNAM, estuvo acompañado de varios de esos alumnos de la Secundaria 6 Mixta Jalisco que lo escucharon hace dos lustros. Hoy Lorena Zepeda está a punto de ser pediatra y Javier Hernández, ingeniero en computación; el profesor Natividad Cueva sigue haciendo generaciones de lectores.

Natividad Cueva destacó que el hecho de que un libro permanezca por 10 años en el mar de la literatura, en el gusto de todos y sobre todo del público a quien va dirigido, resulta extraordinario. “Hemos visto que el libro llega al estante y desaparece rápidamente y Persona normal está ahí. Ecos de la FIL ha sido como un faro”.

Por su parte, Lorena Zepeda dijo que a través de este libro se abrieron las puertas a un montón de mundos “y yo estaba encerrada en un pueblito muy chiquito. El programa Ecos de la FIL nos entusiasma, nos permite conocer en persona a quien estamos leyendo”.

Taibo indicó que esta generación ha vuelto a tener amor por el libro impreso y esto se agradece enormemente. “En tiempos en que la tecnología nos ha permitido todas estas cosas magníficas y maravillosas como tener la Biblioteca de Alejandría en un celular, tener el libro en físico sigue siendo una de estas grandes joyas que hay que aquilatar, porque en él están nuestros sueños, nuestras pesadillas, nuestra memoria, nuestras tradiciones, lo que somos, lo que seremos, lo que nunca podremos ser y sin embargo está presente”.

A 10 años de Persona normal, precisó, escribió 10 capítulos extras. A los tres o cuatro meses de pandemia se dio cuenta de la cantidad de jóvenes y adolescentes que estaban a punto de salir a su primera fiesta, a dar su primer beso, a irse a su primera pinta y tuvieron que encerrarse en su casa para salvar la vida por el Covid-19. Se dijo: “tengo que darles algo, tengo que de alguna manera aliviarles el pesado día a día y la grisura y la oscuridad que había caído sobre nosotros. Escribí estos capítulos, los publicamos gratuitamente en redes y luego se convirtió en parte del libro. Persona normal 10 años contiene textos que suceden en pandemia”.

Persona normal es un texto que me cambió la vida, agregó. “Cuando me preguntaban qué es Persona normal yo daba vagas, exóticas explicaciones. Hoy ya sé que es: una carta de amor a la señora literatura para agradecerle todo lo que ha hecho por mí durante todos estos años, porque me salvó la vida y me la sigue salvando y sigo entrando a una librería con el mismo amor, fervor. Entro esperando una vez más para ser asombrado, sorprendido, llenado de todas esas maravillas que se esconden entre las moscas de letras que están ahí y que representan El infinito en un junco y muchísimo más que ello. Yo escribí Persona normal después de haber escrito una novela que me costó mucho trabajo llamada Polvo, una novela histórica”.

Sólo un lector

Recordó cómo nació la novela: “un día sentados en la mesa mi madre me dijo: ‘¿Por qué no escribes algo de aquí (se toca el corazón)?, ¿por qué no escribes eso que sientes?’ Soy sólo un lector que un día saltó al vacío y se dedicó a escribir, pero es eso, soy sólo un lector”.

En su mente están las palabras de su padre: “a los niños no hay que educarlos, hay que quererlos. El día que mi padre me dijo eso por primera vez descubrí justamente cómo funciona la lógica de los tíos Paco, cuando quieres a alguien lo estás educando. Educar es hacerlo partícipe de la emoción, de la aventura, de la vida, de eso que suena, de eso que sabe, de mirar florecer un árbol, como decía el gran poeta español Luis Rius: ‘no podemos vivir como si la belleza no existiera’. Si logras eso, si logras abrir mucho los ojos, tener listo el paladar para nuevos sabores, estar dispuesto a escuchar –incluso reggaetón–, estar abierto a las posibilidades, podrás tener una vida extraordinaria”.

A 100 años del nacimiento del gran genio del microrrelato: Tito Monterroso.

El 21 de diciembre se cumplieron 100 años del natalicio de Augusto Monterroso.

1. Contra lo que puede pensarse, el escritor guatemalteco Augusto Monterroso no nació en Guatemala. Él mismo lo cuenta en su libro Los buscadores de oro: “Soy, me siento y he sido siempre guatemalteco; pero mi nacimiento ocurrió en Tegucigalpa, la capital de Honduras, el 21 de diciembre de 1921. Mis padres, Vicente Monterroso, guatemalteco, y Amelia Bonilla, hondureña; mis abuelos Antonio Monterroso y Rosalía Lobos, guatemaltecos, y César Bonilla y Trinidad Valdés, hondureños. En la misma forma en que nací en Tegucigalpa, mi feliz arribo a este mundo pudo haber tenido lugar en la ciudad de Guatemala. Cuestión de tiempo y azar.” En 1936, en compañía de sus padres y hermanos, Monterroso se fue a vivir a la ciudad de Guatemala.

2. “Sin empinarme, mido fácilmente un metro sesenta. Desde pequeño fui pequeño”, escribió Monterroso en “Estatura y poesía”, texto incluido en su libro Movimiento perpetuo (1972). Sin embargo, la baja estatura no le impidió participar activamente en las manifestaciones y protestas organizadas en contra del general Jorge Ubico, quien finalmente tuvo que renunciar como presidente de Guatemala el 1 de julio de 1944. El 4 de julio de ese mismo año, otro general, Federico Ponce Vaides, asumió el poder y Monterroso fue detenido por la policía y recluido en la cárcel, pero al cabo de dos meses escapó y pidió asilo político en la embajada de México.

3. Una vez concluyó la llamada Revolución de Octubre de 1944, que encabezó Jacobo Arbens, Monterroso recibió una invitación para desempeñar un cargo en el consulado de Guatemala en México, donde permaneció hasta 1953. Un año después, Arbenz fue derrocado, por lo que Monterroso debió exiliarse en Chile. En 1956 viajó de nuevo a México, donde estableció su residencia definitiva.

3. En 1959, Monterroso publicó su primer libro, Obras completas (y otros cuentos), en el que aparece “El dinosaurio”, cuento cuya fama universal se fundamenta, en buena medida, en el hecho de que es muy breve, quizás el más breve de todos los cuentos que se han publicado hasta la fecha (por lo menos en español). Ahora bien, en no pocas ocasiones, “El dinosaurio” ha sido –y sigue siendo– mal citado, y así, cuando torpemente se le añade una “Y” al inicio (que es lo que suele suceder), deja su condición de “rey del cuento brevísimo” para transformarse en una cuasi novela-río, cosa que incomodaba mucho al propio Monterroso.

4. Luego del magnífico recibimiento que tuvo su primer libro, Monterroso se dedicó a pensar y a ver las nubes, hasta que un día retomó el antiguo género literario practicado por Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte, Samaniego, Hartzenbusch…, lo zarandeó, lo purgó, le sacó la tediosa moraleja y con lo que quedó de él se puso a confeccionar una serie de fábulas modernas para “combatir el aburrimiento e irritar a los lectores, principio este irrenunciable”, según declararía más tarde en una entrevista. Así, en 1969 salió a la luz su opus 2: La oveja negra y demás fábulas, uno de los libros más agudos, inteligentes y divertidos de la literatura española. De él, Gabriel García Márquez dijo: “Este libro hay que leerlo manos arriba: su peligrosidad se funda en la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta de seriedad.””

4. La literatura de Monterroso se caracteriza por ser breve y precisa, y por estar dotada de un humor fino, punzante y no pocas veces melancólico, lo cual no significa que sea humorística, ni mucho menos, pues una cosa es una cosa, y otra cosa, otra. A propósito del humor, el escritor guatemalteco declaró en otra entrevista que le concedió al escritor y crítico literario peruano José Miguel Oviedo: “[…] En todo caso, el humor no es un género sino un ingrediente. Cuando el ingrediente se vuelve el fin, todo el guiso se echa a perder; pero siempre habrá quienes gusten de él, así y todo. Bueno, para las vacas la sal no es un ingrediente sino el alimento propiamente dicho, y tal vez por eso las vacas son más amables y felices, aunque no se rían.”

5. Entre los premios y reconocimientos que Monterroso recibió a lo largo de su vida, destacan el Premio Magda Donato (1970), el Premio Xavier Villaurrutia (1975), la Orden del Águila Azteca (1988), el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1996), el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (1997) y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2000).

6. A partir de inmensas brevedades, Monterroso creó una riquísima literatura que perdurará mientras haya lectores sensibles y atentos. ¡Qué deleite releer un libro suyo –el que sea– o, mejor aún, leerlo por primera vez!

Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer

Apenas hace dos días, Yaroslabi Bañuelos Ceseña, joven poeta con estudios profesionales en Psicología, nacida en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, México, se enteró que su poemario Inventario de las cosas perdidas (2020) editado por la Coordinación de Difusión Cultural UNAM a través de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura bajo el sello de ediciones Punto de partida, era la obra ganadora del Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 2021. Dicho galardón es otorgado por la Secretaría de Cultura de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y el Gobierno del Estado de Tabasco.

En 45 años de historia, el Premio Pellicer sólo ha sido otorgado a 10 mujeres, entre ellas, Bañuelos. Otros galardonados y galardonadas han sido entre otros: Fabio Morábito en 1985; Carmen Leñero en 1998; Tedi López Mills en 2015 y Luis Armenta Malpica en 2020.

En entrevista con la Dirección de Literatura y Fomenta a la Lectura, la autora galardonada comparte algunas de sus reflexiones en torno al premio, al poemario Inventario de las cosas perdidas, y al acto de escribir poesía.

Los primeros años de escribir poesía

“Escribía desde que empecé a leer, siempre me atrapó la poesía. La sentía como un refugio, como una casa segura donde me sentía protegida. Siempre fui una niña muy apartada y he padecido problemas de ansiedad, de depresión. La literatura en general −la narrativa, las novelas y los cuentos− siempre han sido una forma de contención, aunque a la poesía la he sentido mucho más cercana. Con ella me siento con mayor fluidez. Después de pasar por la preparatoria, me incliné por estudiar Psicología; no estudié letras como pudiera haberse pensado. Sin embargo, siento que de alguna manera la poesía y la Psicología están vinculadas”, comparte Yaroslabi.

“En aquellos años practicaba más la poesía como un ejercicio personal, no tanto como algo profesional. Ya para los 22 y 23 años me lo empecé a tomar más en serio y asistí con mayor disciplina a diversos talleres y cursos. Siempre he sido autodidacta, lo que me ha ayudado a aprender sobre muchos temas. Publiqué algunos artículos sobre temas de psicología, sobre sexualidad, relacionando a la licenciatura y a explorar a su vez temas literarios. Mis primeras publicaciones fueron de cuentos, poco después me atreví a publicar poesía”, comenta Yaroslabi.

¿Qué te llevó a participar en eventos literarios?

“Los certámenes y concursos literarios funcionan como un estímulo y una motivación para compartir la literatura con el mundo que nos rodea, con la comunidad. Me atrae mucho llevar la poesía hacia un enfoque más comunitario. Desde hace años he impartido talleres de escritura terapéutica o escritura autobiográfica dirigidos a mujeres y también de poesía infantil, y noto el cómo la poesía es ese lazo que nos acerca, que nos une y siempre con resultados muy positivos para la comunidad. Me gusta pensar que la poesía ayuda en mucho. Mi intención principal al participar en certámenes es compartir las letras, la literatura y acercarme así a las y los lectores”.

¿Cómo fue que llegaste al proyecto de Punto de partida UNAM?

“La primera vez que tuve contacto con Punto de partida fue al mandar el poema El taxista, a través de la convocatoria en 2019; pasaron unos meses y salió publicado en el número impreso y esto me emocionó mucho. Después salió la convocatoria de “Vivir el encierro” en marzo-abril de 2020, y envié un par de poemas que fueron seleccionados también. Carmina Estrada, jefa de la Unidad de Revistas y Publicaciones de la DLyFL, se comunicó conmigo porque le gustaron mucho los poemas y deseaba leer más de mi trabajo, y en ese momento yo estaba armando un poemario que se convertiría en Inventario de las cosas perdidas, el cual se mandó para que el comité editorial de Punto de partida lo dictaminara y fue así como nació el libro. Para febrero de 2021, se presentó en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en la Ciudad de México de modo virtual”, agrega Yaroslabi.

El transcurrir de la poesía durante la pandemia

“En lo personal fue muy curioso ya que la pandemia, a pesar de que nos arrolló con el temor de la incertidumbre, de enfermarnos o de perder a un ser querido, no me costó mucho trabajo, es decir, no me fue muy difícil estar encerrada. Muchas compañeras participantes de los talleres han encontrado en la escritura y en la lectura un campo para canalizar las emociones de angustia, estrés, ansiedad y, sobre todo, al momento de compartirlos, permite vernos reflejados en los trabajos de las demás compañeras. Al final, coincidimos en esas experiencias y establecemos vínculos. Creo que la poesía, a pesar de que se produce en soledad, tiene un fin social al ser compartida, desarrollando empatía que es muy importante, ayudándonos a lidiar con estos tiempos extraños”, agrega.

En relación al título del poemario, ¿qué cosas se han perdido?

“Siempre he creído que desde que nacemos vamos perdiendo cosas. Nuestro cuerpo va cambiando, crecemos y seguimos transformándonos. Siempre estamos en una pérdida constante, no se detiene. Es un ciclo que no para. Perdemos amigos, amigas, familiares, mascotas, relaciones, etcétera. Hay un cambio permanente y las pérdidas son inevitables”, señala.

¿Qué es lo que te inspira para escribir?

“Creo que me “llegan” las historias, quizá por mi cercanía con la narrativa; al leer cuento y novela me pierdo por completo de la realidad y entro a otros universos, pero me gusta contar historias a través de la poesía y siento que así sin más, me llegan las historias que en su mayoría sucedieron, tal vez no tal cual, pero que llevan algo de realidad y así pienso en contarla para transmitirla y que le signifique algo a alguien. El siguiente paso es el cómo quiero contar esa historia en el poema, de qué manera lo voy a hacer, cómo es que lo voy a diseñar. Me detengo y me pregunto el cómo quiero contar esto y así de pronto llegan las historias”. indica Yaroslabi.

“El cómo hablas de ti a partir de esa memoria… Me gusta mucho ir de lo íntimo a lo social, me gusta hacerlo para que las demás personas también se encuentren en esa historia, que haya construcción empática con los demás”.

Las imágenes poéticas que utilizas son a un tiempo terribles y hermosas, ¿cómo percibes la belleza?

“La poesía tiene una especie de magia o de conjuro, en dónde lo terrible o el horror, por medio del filtro de la poesía puede adquirir otro velo, otra sombra, y se puede acceder a ello; creo que esto se debe a la alquimia poética que podemos encontrar en el lenguaje y en las palabras.”

Soy gran seguidora del género de horror, por cierto, tanto en la literatura como en el cine. Algunas de mis poetas favoritas son: Wislawa Szymborska y Alejandra Pizarnik, a quienes siento muy cercanas, y por el lado de la narrativa contemporánea latinoamericana, estoy fascinada con Mariana Enriquez, Samantha Schweblin, Solange Rodríguez y María Fernanda Ampuero. Me gusta mucho la intensidad de la literatura latinoamericana”, indica Yaroslabi.

Planes para 2022

“Me gustaría hacer más presentaciones del libro Inventario de las cosas perdidas, sobre todo acá en La Paz y en la zona noroeste del país. Poder hacer lecturas con público, visitar otros lugares y dar a conocer más el libro. La zona noroeste de México está creciendo más y ha tomado más impulso en temas literarios a través de los años; ahora hay más talleres, se realizan más vistas de autores, hay más eventos de formación literaria y eso alimenta a toda la literatura sudcaliforniana”, finaliza Yaroslabi Bañuelos.

El objetivo editorial de Punto de partida

Punto de partida es una plataforma de impulso a la creación literaria de jóvenes autoras y autores a través de sus distintas líneas de acción: revistas impresas, concursos y la colección de libros Ediciones de Punto de Partida. Este proyecto ha sido desde su fundación en 1966, un semillero de nombres en la literatura nacional, que difunde la creación literaria emergente tanto en la comunidad universitaria como en el exterior, fomentando de esta manera la formación de nuevos públicos lectores.

La colección de libros de Punto de partida inició en el año 2005, pero es heredera de las publicaciones de otras épocas, como los Cuadernillos y libros colectivos publicados en las décadas de los 70 y 80 por Punto de partida. Ahora como entonces está dedicada a obras de autores jóvenes, en libros individuales o antologías.

El poemario Inventario de las cosas perdidas (2020), de Yaroslabi Bañuelos es el número 22 de la colección.

El día en que Pablo Neruda perdió una apuesta y ganó un Nobel

Hasta entonces sólo dos escritores latinoamericanos habían obtenido el Premio Nobel de Literatura: la chilena Gabriela Mistral, en 1945; y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, en 1967.

Ya bien entrado el mes de octubre, el nombre del poeta chileno Pablo Neruda comenzó a sonar, una vez más, como uno de los posibles ganadores de tan codiciado galardón.

Sin embargo, a Neruda, quien acababa de llegar a París para desempeñarse como embajador de su país en Francia, ya le aburría y le irritaba que cada año se le mencionara y, a final de cuentas, sus expectativas terminaran por los suelos.

Según cuenta el propio Neruda en su libro de memorias Confieso que he vivido, una noche, su compatriota Jorge Edwards, quien fungía como consejero de la embajada chilena, le propuso cruzar una apuesta: si le daban el Premio Nobel de Literatura, Neruda pagaría a Edwards y a su esposa una cena en el mejor restaurante de París; y si no, Edwards se encargaría de cubrir la cuenta de Neruda y de su esposa, Matilde. El poeta aceptó, y luego le dijo a Edwards: “Comeremos espléndidamente a costa tuya.”

En la mañana del jueves 21 de octubre de 1971, una multitud de periodistas y camarógrafos de televisión invadió los salones de la embajada chilena, ansiosa por obtener alguna declaración del autor de Crepusculario, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Residencia en la tierra, Canto general, Los versos del capitán, Cien sonetos de amor, Cantos ceremoniales… Pero Neruda no tenía nada que decir porque la Academia Sueca aún no había hecho público el nombre del ganador.

Entonces, mientras Neruda atendía una llamada telefónica del embajador sueco en la que éste le pedía verlo, una estación de radio parisina interrumpió su programación habitual para anunciar que él era el ganador del Premio Nobel de Literatura. ¡Al fin!

Destino común

Debido a que recién lo habían operado, Neruda lucía bastante débil. No obstante, en la noche de ese inolvidable día recibió a varios amigos provenientes de distintas partes, para cenar y celebrar a lo grande: los pintores Robero Matta y David Alfaro Siqueiros, y los escritores Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Miguel Otero Silva, entre otros.

Poco menos de dos meses después, el 10 de diciembre, Neruda viajó a Estocolmo en compañía de su esposa para recibir de manos del rey de Suecia un diploma, una medalla y un cheque por una cantidad considerable de coronas suecas…

En su discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura dijo, entre otras cosas: “No hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía: mas en esa danza o en esa canción están consumados los más antiguos ritos de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y creer en un destino común.”

Junto con Neruda, ese año ganaron los demás premios Nobel: el húngaro Dennis Gabor (Física), el canadiense de origen alemán Gerhard Herzberg (Química), el estadounidense Earl Wilbur Sutherland Jr. (Medicina), el ruso estadounidense Simon Kuznets (Economía) y el alemán Billy Brandt (de la Paz).

De la cena que Neruda debió pagar a Edwards y a su esposa en el mejor restaurante de París no se tienen noticias, pero es de suponerse que fue abundante y estuvo deliciosa.

Reconoce la FIL de Guadalajara a Margo Glantz con la Medalla Carlos Fuentes

Margo Glantz recibió la Medalla Carlos Fuentes que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). La Profesora emérita de la UNAM, Premio Sor Juana Inés de la Cruz y Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2010) dijo que “esta medalla es como una especie de coronación, muy importante y me uno a un amigo y un gran escritor como Carlos (Fuentes)”.

En la Apertura del Salón Literario de la edición 35 de la FIL señaló que Aura, la novela de Carlos Fuentes, es cada vez más vigente. “Estamos en un momento en donde la diferenciación de los sexos ha dejado de ser importante, ha cambiado totalmente y hay una infinidad de posibilidades de designar a los sexos. Esta novela revela esa ambigüedad”.

La escritora afirmó que trabaja mucho la Wikipedia, el Facebook “y soy tuitera. Si no escribo un tuit todos los días hoy no escribí. Es como si no me pusiera ropa interior. Tengo que estar escribiendo un tuit porque es importantísimo. A veces sueño con tuits, también eso aparece en mi libro Y por mirarlo todo, nada veía en donde esa fragmentación con la que empecé escribiendo, por la que no me publicaban las editoriales, acabó siendo mi modelo más importante. Acabo siendo la fragmentación de la fragmentación y se volvió pulverización. Yo estoy entera todavía pero pronto me voy a pulverizar obviamente. Qué horror”.

Cuando entró a la Academia Mexicana de la Lengua le dijeron: “pero Margo, tú que eres una chica tan agradable, tan bonita, por qué escribes esas cosas tan sucias. Y luego, algunos de mis compañeros de la academia no leían mi libro (Apariciones), pero de repente veía yo que se lo llevaban y lo leían a escondidas. ¡Qué maravilla de libro fue el que escribí! Y apenas ahora mi libro se acaba de reeditar. Cuando vinimos a la feria hace dos años estaba el libro en una edición muy hermosa que se hizo en Chile y que tiene unos dibujos verdaderamente sicalípticos, con lo cual me vuelvo una escritora asquerosa. Transfiero mi mente morbosa a una escritura menos morbosa porque está bien escrita”.

“¿Qué le diría a Carlos Fuentes?”, le preguntó un reportero.

Con casi 92 años, Margo Glantz respondió: “Hola Carlos, dentro de poco llego contigo”.

 

 

 

Experimentamos un tiempo inédito, marcado por la mundialización de la enfermedad y su contagio: Diamela Eltit

La fuerza de la extrema derecha pugna por gobernar Chile. Nuestra comunidad, la literaria, con el conjunto de la ciudadanía estamos trabajando de manera intensa. Lo hacemos para impedir un gobierno rapaz, fundado en el desprecio, señaló Diamela Eltit, ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2021.

En el marco de la edición número 35 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara afirmó que este premio, “instaurado e inscrito desde el mundo latinoamericano, desencadena en mi flujos de memoria, escenas, momentos, tránsitos, sucesos imposibles de condensar de manera lineal. Hoy no puedo sino describir un modo aleatorio de temas, situaciones, interrogantes, gracias a los principios sociales de mi madre. Siempre estuve parada en la vereda izquierda de la cuadra del mundo, una vereda pensante y comunitaria. Jamás he traspasado ese territorio ético”.

Agregó que no puede dejar de señalar que experimentamos un tiempo inédito, marcado por la mundialización de la enfermedad y su contagio. Un tiempo que recuerda las pestes medievales, el confinamiento.

Recordó que su primera visita a Guadalajara fue motivada precisamente por la obtención del Premio -el primero que se establecía bajo el nombre de Juan Rulfo-, al poeta chileno Nicanor Parra. “Yo vivía en la Ciudad de México, trabajaba en la embajada en Chile”.

Contó que como lectora es completamente rulfiana, “es así porque Juan Rulfo es para mi un referente. La novela Pedro Páramo es una de las obras más valiosas del continente, consiguió otorgar una poética a los espacios no centristas, convirtió la muerte en un viaje inacabable con los tiempos. Fundió y confundió la ecuación muerte-vida para referirse al amor y al poder. Juan Rulfo acudió al fragmento para construir continuidades, convirtió la escritura en un conjunto de imágenes que se fijaron en cada uno de los imaginarios de los lectores. Comala fue el sitio más importante de la tierra literaria”.

Añadió que la literatura ha sido su centro, “de manera intensa la fusión literaria fue mi horizonte. Una parte de mi niñez y mi adolescencia se cursó en la lectura. Así, de manera simbólica, recorrí el mundo leyendo. Comprendí la complejidad que portamos cada uno de nosotros leyendo. Entendí que la realidad se parapetaba en los recodos de la ficción”.

Posteriormente, en conferencia de prensa señaló que vivió en Chile durante todo el tiempo de la dictadura. Fue una situación ominosa y dramática. “Mi situación no puede ser comparable a los miles de presos políticos de ese tiempo, a los desaparecidos, al exilio masivo de importante población chilena”. Después vino a México en 1990 cuando se reabrió la embajada de Chile que estaba cerrada, vino como agregada cultural. Vivió cuatro años acá y siempre ha dicho que un átomo suyo es mexicano. “Fue un tiempo liberador, importante, fue un privilegio”,

 

 

La UNAM presente en la FIL de Guadalajara

Con más de 700 novedades, producto de la labor de 76 dependencias universitarias editoras, la Universidad Nacional Autónoma de México se suma al regreso a las actividades presenciales de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el encuentro editorial más importante de habla hispana.

Luego de que el año pasado la Feria se realizara a distancia por la pandemia de COVID-19, la 35 FIL se llevará a cabo del 27 de noviembre al 5 de diciembre, con un formato híbrido. Setenta por ciento de sus  actividades serán presenciales, tanto en la Expo Guadalajara, como en el Centro Cultural Universitario, en donde se llevarán a cabo las actividades infantiles.  El resto de la programación será transmitida a través de su portal.

Perú será el país invitado de honor en esta edición, en la que se le otorga el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2021 a la escritora chilena Diamela Eltit. La autora de Lumpérica  recibió el pasado mes de septiembre el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español 2020, que otorga la UNAM y la Secretaría de Cultura federal.

En esta edición de la Feria participarán destacadas y destacados poetas de México, Perú, España y Portugal, quienes compartirán lecturas en voz alta, en el Salón de la Poesía, espacio emblemático que regresa con 12 sesiones presenciales y en línea para celebrar el género lírico.

Con su vocación de difundir conocimiento y cultura mediante la palabra escrita, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial (Libros UNAM), se suma al magno evento librero con un estand de 330 metros cuadrados, en el que se exhibirán 43 mil ejemplares de dos mil títulos.

Entre las actividades organizadas por LibrosUNAM  destaca la que se llevará a cabo el 29 de noviembre, en el Salón 2, planta baja, a las 4 pm, cuando la escritora Margo Glantz y Vicente Quirarte charlen sobre Punto de Partida, la revista de las y los estudiantes de Universidad,  que fue fundada por Glantz y Gastón García Cantú en 1966. Con 55 años de existencia, la publicación sigue fiel a su propósito de ser un espacio de difusión de la literatura emergente.

El miércoles 1 de diciembre, Alberto Chimal, multipremiado narrador mexicano en el ámbito de la literatura fantástica, presentará su libro La saga del Viajero del Tiempo, cuarto título de la colección Hilo de Aracne. El autor hablará sobre los microrrelatos que integran el volumen y sobre lo que es narrar hoy en la era de Twitter, red social donde se originó el texto, cuyo estilo denomina “imaginación fantástica” y con el que rinde homenaje al personaje de La máquina del tiempo, de H. G. Wells. Lo acompañará la booktuber Andrea Moreno a las 3 pm, en el Salón 9, Área Nacional.

El sábado 27 de noviembre, a las 8 pm, en el Salón C, Área Internacional, se llevará a cabo el recital de Ruperta Bautista, poeta y traductora tsotsil, que leerá algunos poemas de su libro Letras humildes, título bilingüe de la colección El Ala del Tigre, la noche.

De la colección El Ala del Tigre, creada hace ya más de tres décadas para dar a conocer la riqueza lingüística y literaria del país, hablarán las poetas Yelitza Ruiz, Ana Belén López y Ruperta Bautista, el domingo 28 de noviembre, a las 9 pm, en el Salón F, Área Internacional.

El domingo 28, Mario Humberto Ruz, Rosa Herminia Yáñez y Leonardo Lomelí presentarán la serie Textos de Ayer, Lecturas de Hoy. Ensayos Filológicos, Historiográficos y de Lingüística Histórica, de la colección Biblioteca Indomexicana, destinada a dar cuenta de nuestra riqueza lingüística, literaria y filológica en lenguas diversas al castellano, para contribuir a un mejor entendimiento de las creaciones y tradiciones que conforman la gama pluricultural de México, así como la amplia variedad de expresiones propias de las y los hablantes de las lenguas originarias. La actividad se llevará a cabo en el Salón 3, planta baja, a las 11 am.

El lunes 29 Yásnaya Elena Aguilar, Margarita Cossich y Gibrán Bautista conversarán sobre la serie 1521, un atado de vidas, de la emblemática colección Material de Lectura, en el Salón 2, planta baja, a las 12 pm. La colección ha iniciado una nueva época con un diseño y tamaño renovados. Con 44 años de vigencia, cuenta ya con las series Poesía Moderna, Cuento Contemporáneo, Narrativa, Ensayo, Vindictas. Poetas latinoamericanas, y Vindictas. Pensadoras latinoamericanas. En total, la constituyen más de 350 títulos, a los que se unen ahora los 15 primeros de 1521, Un atado de vidas, indispensables para reflexionar y mirar la historia nacional desde puntos no abordados con anterioridad.

 

 

Vindictas web

VINDICTAS surgió para dar a conocer la obra de autoras del siglo pasado desplazadas a un segundo plano, a pesar de su calidad literaria. Sin embargo, muy pronto se convirtió en un programa transversal que reivindica la vida y la labor de las mujeres en distintas disciplinas artísticas y científicas. Ahora el resultado de esos necesarios trabajos se ha concentrado en un sitio web abierto a todo público.

Conócelo: ingresa a: vindictas.unam.mx

La literatura no es ajena a las mujeres

El olvido, borramiento y marginación de las mujeres también ha estado presente en el ámbito literario. La historia, se dice, se ha escrito por el hombre. El siglo XX vio nacer el llamado boom latinoamericano con figuras como Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Julio Cortázar, pero no figuraba ninguna mujer.

Socorro Venegas, escritora y directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, señaló que esa ausencia se normalizó con el tiempo, parecía natural. Por ello, celebra la colección Vindictas, la cual abre la lente a una mirada plural, puesta en retrospectiva para recuperar grandes novelas escritas por mujeres que habían quedado fuera del alcance de las lectoras y los lectores, a pesar de su relevancia literaria y de una vigencia asombrosa.

En la colección se encuentra una nueva lectura, más empática e incluyente a estas obras, no sólo permite reivindicar el mérito de sus autoras, sino compensar la deuda con la literatura escrita por mujeres.

El trabajo en Vindictas de varias escritoras académicas, ha sido colectivo y  tiene una visión intergeneracional para tender un puente entre mujeres de distintas épocas, “para conocer a esas escritoras que abrieron la puerta a las actuales y que tendríamos que leer por el valor literario de su trabajo y que cuentan con una visión adelantada a su tiempo”.

El trabajo literario en esta colección editada por Libros UNAM no es mejor ni peor a la escrita por hombres, sólo es diferente. Es la historia contada desde la perspectiva femenina, conoceremos profundidades que no sabíamos que existían. “Se ha comunicado desde las aulas y los espacios formativos que la literatura es un espacio de hombres, pocos conocen a las autoras de la colección, se cree que la literatura es ajena a las mujeres y eso debe cambiar”.

 

Concluye la edición 42 de la Feria Internacional del Libro

Bajo la consigna “La UNAM sigue activa y la FIL de Minería también” concluyó la 42 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) de la UNAM. El encuentro literario llevó hasta las pantallas del público lector un total de 101 actividades transmitidas por su canal de Youtube, facebook y página web. Este año la FIL Minería en su formato digital alcanzó 1 818 707 visitas a lo largo de 12 días de actividad que tuvieron lugar del 18 de febrero al 1 de marzo de 2021.

Por primera vez el público tuvo acceso total desde sus dispositivos y computadoras a la programación cultural de la Feria donde los internautas pudieron ver: 40 presentaciones editoriales de libros, revistas y publicaciones electrónicas; 5 charlas y conferencias; 6 lecturas y recitales; 8 mesas redondas; 18 cápsulas de entrevistas de la serie “En voz del autor”; 17 programas de TV; 4 cápsulas de ciencia y 3 conciertos. Cabe resaltar que las actividades están disponibles de manera permanente en el canal de Youtube, “FILMineria”.

Algunas de las actividades más concurridas fueron: “Claves feministas para la autoestima de las mujeres, de Marcela Lagarde (Siglo XXI Editores); El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo de Irene Vallejo (Siruela Ediciones); Rosa Beltrán. Material de lectura, de Rosa Beltrán (UNAM); 6ª Jornada de literatura de horror.  Nuestra señora del horror: Una celebración a la vida y obra de Amparo Dávila (FILPM); La novela gráfica en el FCE (FCE), por mencionar algunas.

En esta edición 42 de la FIL Minería, las paredes del Palacio no fueron el límite del alcance del evento universitario que se adaptó a las circunstancias obligadas por la COVID-19 e hizo uso de las herramientas tecnológicas para transmitir una programación que pudo llegar a distintas latitudes como: Estados Unidos, Colombia, España, Perú, Argentina, Chile, Ecuador y Canadá. Países donde se pudo ver la participación de: 22 editoriales, 14 dependencias de la UNAM, 6 instituciones públicas, 4 universidades, 4 canales de televisión y más de 208 participantes entre escritores, poetas, editores, académicos, narradores y promotores de lectura.

En un mensaje grabado, el director de la Feria, Fernando Macotela y su equipo de trabajo agradecieron a las autoridades y dependencias universitarias; instituciones, editoriales y colaboradores que apoyaron la realización de la edición virtual de la 42 FILPM. Especial mención tuvieron los “12 distinguidos escritores y queridos amigos de esta Feria que accedieron generosamente a grabar las cápsulas, En voz del autor”. Por último, el agradecimiento más importante fue para el público que “nos honró asistiendo a nuestras actividades” dijo el director de la FIL del Palacio de Minería.

La poesía, herramienta para manejar las emociones

Entre las selectas actividades que trae la edición virtual de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería está la presentación del libro Inventario de las cosas perdidas, de la escritora y poeta Yaroslabi Bañuelos.

Originaria de La Paz, Baja California, entrelaza su voz más íntima, familiar, cotidiana, con la social a la que no se puede ser indiferente, que es abrumadora. La violencia de género ha estado presente en su vida por la zona geográfica en la que vive.

En su más reciente trabajo, Inventario de las cosas perdidas, recupera las emociones y situaciones vividas durante el confinamiento en sus poemas: Los pájaros volvieron a cantar pero cantan diferente y Me resguardo del mundo dentro de una habitación en llamas.

Con un texto personal y honesto, su libro de poemas representa un refugio, un santuario, un abrazo, una herramienta para manejar sus propias emociones, es su medio para sobrevivir. Psicóloga de profesión, Yaroslabi ha encontrado en la escritura una forma para vivir de todas las formas posibles. No concibe su vida sin la poesía.

A quienes se inician en la lectura de poesía les recomienda no dejar de leer, es sólo un mito afirmar que la poesía  es aburrida. “Sigan buscando hasta que encuentren esa obra en la que se reflejen y se encuentren”.

Leer a alguien que no conocemos y que no hemos visto nunca pero que escuchamos como una amiga y que nos escucha es parte del  conjuro poético que encontramos en la lectura de este género. “En la poesía nos encontramos a nosotras mismas, nos sentiremos menos solas en el mundo”.

La presentación de Inventario de las cosas perdidas será este viernes 26 de febrero a las 14:00 horas a través de las redes sociales de @FILMineria.