El científico planetario Dr. James O’Donoghue ha creado una divertida animación de la rapidez con la que un objeto cae sobre las superficies en lugares como el Sol, la Tierra, Ceres, Júpiter, la Luna y Plutón.
La animación muestra una bola que cae desde 1 kilómetro a la superficie de cada objeto, asumiendo que no hay resistencia del aire. Puede comparar, por ejemplo, que se necesitan 2.7 segundos para que una bola caiga esa distancia sobre el Sol, mientras que la Tierra tarda 14.3 segundos.
Pero, ¿qué pasa con la atracción de la gravedad en los grandes planetas? Curiosamente, la bola tarda 13.8 segundos en caer sobre Saturno y 15 segundos en Urano.
“Podría ser sorprendente ver que los planetas grandes tienen una atracción comparable a la de los más pequeños en su superficie”, dijo O’Donoghue en Twitter. “¡Por ejemplo, Urano tira de la pelota más lentamente que en la Tierra! ¿Por qué? Porque la baja densidad media de Urano aleja la superficie de la mayor parte de la masa. De manera similar, Marte tiene casi el doble de masa que Mercurio, pero puedes ver que la gravedad de la superficie es en realidad la misma … esto indica que Mercurio es mucho más denso que Marte”.
Ceres entra en el lugar más peligroso para jugar a la pelota, con una pelota que cae 1 km en 84.3 segundos.
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, Campus Morelia, invita a todo el público a participar de una sesión de observación virtual con telescopio para apreciar el eclipse lunar total, la madrugada de este próximo miércoles 26 de mayo a partir de las 4:30 horas (tiempo del centro de México), en transmisión en vivo a través de las redes sociales.
“Un eclipse de Luna es cuando ésta se interpone en la sombra de la Tierra, por lo que se oscurece”, explicó el Dr. René Ortega Minakata, del equipo de Divulgación y Comunicación de la Ciencia del IRyA. “En un eclipse lunar total, nuestro satélite primero disminuye su brillo y luego se oscurece poco a poco, hasta llegar a la fase de total, en la que la Luna se observa con tonos cobrizos o rojizos. Por ello, popularmente se le conoce como ‘Luna roja’, y con un poco más de sensacionalismo, ‘Luna de sangre’”.
“Esto no significa que la Luna tenga algún atributo o poder especial”, continuó el Dr. Ortega Minakata, “y se debe a la combinación de la dispersión y la refracción de la luz del Sol en la atmósfera de la Tierra. Estos fenómenos afectan los diferentes colores de la luz visible en diferente medida, permitiendo el paso de los colores rojos a través de la atmósfera y doblándolos de tal forma que alcanzan la región ensombrecida por la Tierra, iluminando la superficie de la Luna con colores rojizos”.
El evento virtual reúne a astrónomos del IRyA y a miembros de la Sociedad Astronómica de Michoacán (SAMAC). La transmisión durará 2 horas continuas, de las 4:30 a las 6:30 horas (tiempo del centro de México), y en ella se observará en vivo y a través de telescopios la fase parcial del eclipse lunar, que inicia aproximadamente a las 4:45 horas, y la fase total (la “Luna roja”), que inicia aproximadamente a las 6:11 horas, y dura unos 15 minutos.
“Los eclipses lunares sólo pueden ocurrir durante la fase de Luna llena. En esta ocasión, además coincide que el eclipse ocurrirá a pocas horas de que la Luna pasó por su punto más cercano a la Tierra en su órbita, llamado perigeo. Cuando la Luna llena coincide con el perigeo se le conoce popularmente como ‘superluna’, por lo que algunas personas llaman a este eclipse como la ‘superluna de sangre’, comentó el Dr. Ortega Minakata.
“Es muy importante resaltar que esos son solamente nombres populares, y que es completamente seguro observar cualquier eclipse lunar a simple vista, por lo que invitamos a todas las personas a disfrutar de este fenómeno tanto a simple vista como a través de nuestra transmisión en redes sociales”, concluyó.
Todas las personas pueden participar de la transmisión a través de las redes sociales:
La simulación por computadora más realista de la formación de estrellas ofrece vistas impresionantes de cómo se vería el interior de un vivero estelar.
En la simulación de Formación de estrellas en entornos gaseosos, o STARFORGE, una nube virtual gigante de gas colapsa en un nido de nuevas estrellas. A diferencia de otras simulaciones, que podrían representar solo un pequeño grupo de gas dentro de una nube más grande, STARFORGE simula una nube de formación de estrellas completa. También es la primera simulación que explica toda la mezcla de fenómenos físicos que se cree que influyen en la formación de estrellas, informan los investigadores en línea en Royal Astronomical Society.
“De alguna manera conocemos la historia básica de la formación de estrellas… pero el diablo está en los detalles”, dice Mike Grudić, astrofísico teórico de la Universidad Northwestern. Los astrónomos aún no comprenden completamente, por ejemplo, por qué las estrellas tienen masas diferentes. “Si realmente se desea obtener la imagen completa, entonces solo tienes que simular todo”.
STARFORGE comienza con una gota de gas que puede tener decenas a cientos de años luz de diámetro y hasta millones de veces la masa del sol. La turbulencia dentro de la nube crea densos bolsillos que colapsan para forjar nuevas estrellas. Luego, esas estrellas lanzan poderosos chorros, emiten radiación, arrojan vientos estelares y explotan en supernovas. Eventualmente, estos fenómenos hacen desaparecer los últimos vestigios de la nube y dejan una colmena de estrellas jóvenes. Todo el proceso lleva millones de años, o meses de tiempo de computación, incluso ejecutándose en supercomputadoras.
Usando STARFORGE, Grudić y sus colegas han confirmado que los chorros lanzados por nuevas estrellas ayudan a regular la cantidad de material que acumula una estrella. En simulaciones sin chorros, las estrellas típicas tenían aproximadamente 10 veces la masa del sol, mucho más grande que la estrella promedio real. “Tan pronto como agregas esta retroalimentación del jet a tu simulación”, dice Grudić, “las masas estelares comienzan a aparecer más o menos en el punto de lo que se observa que son”.
Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que la Tierra navega con su sombra. La Luna dentro de su órbita la sigue en todo momento, pero no siempre queda bajo esta sombra porque su órbita esta inclinada, a veces se ubica arriba y a veces abajo.
En algunas ocasiones coincide que el satélite queda bajo la sombra de su compañera la Tierra y es cuando se da un eclipse lunar. En este momento vemos su fase llena.
En la antigüedad los eclipses fueron “importantísimos” porque la sombra de la Tierra en la Luna siempre se refleja en un círculo y el único objeto que invariablemente produce esta forma es una esfera. Esa es una de las pruebas más antiguas de la esfericidad de la Tierra.
¿Qué sucede cuando hay Luna de sangre?
La Luz del Sol llega a la atmósfera de la Tierra y actúa como una lupa que desvía la luz y la manda hasta la Luna. El espesor de la atmósfera de la Tierra, sumado a partículas de polvo, arena, cenizas volcánicas, entre otros, absorbe la luz azul, verde y amarilla del Sol, pero dejan pasar las tonalidades rojas. Por esta razón, el satélite se vuelve rojo u ocre durante los eclipses de Luna.
¿Por qué se llama Luna de sangre?
La historia tiene que ver con el rey Herodes, quien era un político romano de Israel en la época de Cristo. Estaba casado con Herodías, una mujer que tenía una hija de otro matrimonio llamada Salomé, quien era “muy seductora y de una belleza inaudita”.
Herodes se enamoró de ella y le rogó que le bailara la “Danza de los siete velos”, ella se negó. El rey le ofreció a cambio sus cisnes blancos, joyas e incluso la mitad de su reino, pero ella seguía negándose.
Le dijo: “te ofrezco lo que quieras”. Finalmente accedió y le pidió la cabeza de Juan Bautista. El rey le ofreció muchas otras cosas, ella no aceptó. Al final, mandó a cortar la cabeza de Juan Bautista y la pusieron en una charola de la plata para llevársela a Salomé.
Justo ese día hubo un eclipse total de Luna, que particularmente se puso roja. Desde entonces los eclipses lunares se conocen como “Luna de Sangre”, concluyó la investigadora universitaria.
¿Cómo se ven los centros de las galaxias en rayos X o infrarrojo? 🤔
La Dra. Omaira González, investigadora en el Intituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA), nos comparte en esta plática su trabajo sobre los centros de las galaxias, en especial los núcleos activos (AGN), que ella estudia utilizando observatorios espaciales que detectan diferentes tipos luz.
La plática contará con intérprete de Lengua de Señas Mexicana y una sesión de preguntas al terminar. Posteriormente, transmitiremos la observación de algunos objetos celestes a través de telescopios, si el estado del tiempo lo permite.
Se presentan resultados relevantes obtenidos con el Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT, por sus siglas en inglés), la misma colaboración que presentó en 2019 la primera imagen de un agujero negro.
El EHT es una colaboración internacional que reúne más de trescientos investigadores e investigadoras y varios radiotelescopios que funcionan como un gran telescopio virtual del tamaño de la Tierra, mejorando en gran medida la nitidez de las imágenes obtenidas.
En la presentación participarán los doctores William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica; Luis Zapata González, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica; Laurent Loinard, investigador del mismo instituto y miembro de la colaboración del EHT; la doctora Celia Escamilla Rivera, investigadora del Instituto de Ciencias Nucleares y Jefa del Departamento de Gravitación y Teoría de Campos y miembro de la colaboración del EHT, y el doctor René Ortega Minakata, responsable de Divulgación y Comunicación de la Ciencia del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica.
Este año el equinoccio de primavera llegará a México de madrugada, anunció Daniel Flores Gutiérrez, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, quien detalló que ocurrirá el próximo sábado 20 de marzo, a las 03:30 horas.
Durante este suceso el Sol cruza el ecuador celeste de sur a norte de la Tierra, el día y la noche duran lo mismo e inicia la temporada de días cálidos, añadió el también editor del Anuario del Observatorio Astronómico Nacional.
La Tierra seguirá su trayecto alrededor del Sol en la bóveda celeste durante 2021 y alcanzará su posición al extremo norte en lo que se conoce como el solsticio de verano (20 de junio, a las 21:32 horas); de nuevo llegará al ecuador celeste dando inicio al equinoccio de otoño (22 de septiembre, a las 13:21 horas); y finalmente en el Sur de la Tierra alcanzará el extremo el 21 de diciembre a las 09:59 horas.
Además de marcar el paso del Sol por el ecuador terrestre, el equinoccio establece el comienzo de los días cálidos, sobre todo al norte de la esfera terrestre; por eso había grandes celebraciones previendo la llegada de las nuevas temperaturas, refirió el universitario.
Flores Gutiérrez precisó que no se debe confundir la llegada de la época de calor con el hecho de que el planeta se encuentre más cerca o lejos en su órbita alrededor de esta estrella. Curiosamente, refirió, el punto más cercano al Sol es en enero, tiempo en el que aún estamos en invierno. La razón de la temperatura en la Tierra se debe a la inclinación de su eje de rotación, acotó.
El experto del IA recordó que se ha hecho costumbre visitar sitios como Teotihuacan o Chichén Itzá donde se generan juegos de luces y sombras. “Al ir, hacemos una remembranza del conocimiento antiguo que era muy importante para la sociedad agrícola”.
Con él coincidió Héctor Daniel Hernández Flores, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, quien manifestó que los pueblos mesoamericanos relacionaban el equinoccio con el inicio del ciclo agrícola. En la época de la colonia se reconceptualizaron y resignificaron los rituales.
“Lo podemos ver en comunidades indígenas con la celebración de ciertas fiestas patronales que están vinculadas a fechas específicas del calendario greco-romano, pero que corresponden al reconocimiento de las prácticas de cosmovisiones denominadas mesoamericanas. Un ejemplo es la celebración a San Isidro Labrador, el 15 de mayo, que marca el inicio del ciclo agrícola”, precisó el investigador.
Se hacen fiestas por el inicio de la siembra y la solicitud de las lluvias, aunque cambió tras la colonización; lo mismo sucede con el equinoccio de otoño que marca el fin del ciclo agrícola y la celebración de San Miguel, el 29 de septiembre.
El especialista también se refirió a la visita a Teotihuacan para observar desde la cima de la pirámide el surgimiento del Sol; o a la de Kukulkán, en Chichén-Itzá, a fin de ver el descenso de la serpiente emplumada.
“Estas prácticas han venido surgiendo desde hace 30 o 40 años como parte de una moda new age y realmente las poblaciones que acuden a estos sitios, inclusive las comunidades cercanas a estos sitios, han adoptado este tipo de discurso que es parte de un mercado de consumo”, reflexionó Hernández Flores.
En el espacio sideral navegan asteroides y cometas que en algún momento podrían impactar en la Tierra y causar daños considerables. Por esto, la NASA a través de la misión Double Asteroid Redirection Test (DART), planea impactar un asteroide para probar tecnologías que en un futuro podrían salvar al planeta.
La hazaña será en el 2022 y el objetivo es alcanzar a un “pequeño” asteroide llamado Dimorphos, que forma parte de un sistema binario al orbitar otro objeto de mayor tamaño llamado Didymos.
Tienen una órbita elíptica y cuando están más cerca de la Tierra quedan a una distancia de aproximadamente 11 millones de kilómetros. “Este espacio equivale a 28 veces la distancia de la Luna a la Tierra”, afirmó en entrevista Joel Castro Chacón, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La idea es cambiar el periodo orbital de Dimorphos para hacerlo más rápido, aunque esto depende de cómo se produzca el impacto. Se trata de una técnica inercial y los resultados se podrán medir desde la Tierra a través de un telescopio.
Didymos mide aproximadamente 780 metros y Dimorphos 160 metros y están a una distancia media el uno del otro de 1.2 kilómetros. “Están realmente cerca el uno del otro”.
Se eligió este sistema binario porque no representa un peligro para la Tierra, y su desvío tampoco, debido a la cercanía de su órbita es posible observarlo desde un telescopio. Lo único que se pretende es variar su velocidad orbital alrededor de Didymos, pero el movimiento del sistema alrededor del Sol no cambiará.
Amenazas interestelares
En el espacio sideral existe una zona considerada de peligro para el planeta Tierra, es decir, que asteroides o cometas pasen demasiado cerca. Se trata de una esfera imaginaria que rodea al planeta por ocho millones de kilómetros, si estos objetos se acercan más ya se consideran como peligrosos y podrían impactarla y causar graves daños.
Esta distancia equivale a aproximadamente 20 veces la distancia a la Luna, es decir, mucho más lejos y ya se considera peligroso. Si algún objeto del sistema solar o interestelar pasará esta línea imaginaria, el más mínimo desvío en su órbita podría provocar un acercamiento e impactarse en la Tierra.
Cualquier objeto que mida más de 30 metros entra en la clasificación de peligroso, el tamaño no importa, pero sí la distancia. “Pero si es mayor en tamaño los riesgos del impacto para la vida aumentarán”.
El gobierno de Estados Unidos instruyó a la NASA a detectar todos los objetos peligrosos para la Tierra y se dedicó sobre todo a los objetos grandes, es decir, cientos de metros. De acuerdo a modelos matemáticos, se han clasificado más o menos el 95 por ciento de estos objetos, el resto se desconoce. “Todavía no sabemos en dónde anda el cinco por ciento restante”.
De los objetos más pequeños se han detectado el 30 por ciento. “Debe haber una gran cantidad circulando cerca de la Tierra”, enfatizó.
En escalas de tiempo, los impactos de objetos pequeños rondan entre los 50 y 100 años. Por ejemplo, como el ocurrido en 2013 en Chelyabinsk, Rusia. Son bólidos que causan destellos y ondas de choque y miden entre 20 y 30 metros.
En cuanto a los objetos de más de 100 metros se estrellan en la Tierra aproximadamente cada 200 años. Por ejemplo, el caso de Tunguska, Rusia en 1908, que fue devastador.
“No sabemos exactamente bien cuándo llegarán, pero sí sabemos que en algún momento se impactarán”. Todavía existe un cinco por ciento de objetos grandes sin descubrir.
La importancia de DART
El proyecto DART es fundamental para probar una técnica de desvío de objetos peligrosos para la Tierra. En realidad, se trata de impactar al asteroide con una “cajita” que mide tan sólo dos metros, pero la cantidad de energía (velocidad de 6.6 km/s) que maneja es suficiente para variar un poco la órbita.
Si la humanidad prueba este concepto, sabrá que en el futuro podrá impactar un asteroide lejos de la Tierra, pero en camino de estrellarse con nosotros. “Así podremos evitar graves daños”.
“Y aunque se trata de un pequeño asteroide, es un gran avance, por ser la primera vez que se desvía la trayectoria de un objeto de forma artificial”, concluyó el investigador universitario.
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, Campus Morelia, invita a todo el público a participar de una sesión de observación virtual con telescopio, Previo al Maratón Messier, este viernes 12 de marzo a partir de las 19 horas (tiempo del centro de México), en transmisión en vivo a través de las redes sociales.
“En 1774, el astrónomo Charles Messier publicó un catálogo con 110 objetos astronómicos distribuidos en todo el cielo. El Maratón Messier es un evento cuyo objetivo es observar la mayor cantidad posible de objetos de este catálogo a través de telescopios”, explicó el Dr. René Ortega Minakata, del equipo de Divulgación y Comunicación de la Ciencia del IRyA.
“Como estos objetos están ubicados en diferentes posiciones del cielo, sólo en algunas semanas entre marzo y abril se pueden observar todos los objetos en una sola noche”, continuó el Dr. Ortega Minakata. “Con este evento Previo al Maratón Messier, queremos abrir esta temporada de observación, que en esta ocasión sólo podemos compartir con las personas de forma virtual debido a las condiciones de salud actuales”.
El evento virtual reúne a diferentes grupos de divulgación de la astronomía de todo el país. Además del IRyA, participan la Sociedad Astronómica de Michoacán (SAMAC), la Asociación Astronómica del Valle de Toluca, la Sociedad Astronómica Charles Messier, el grupo Ne-notoka Cofame, y Astrofísicos en Acción. También participan estudiantes del posgrado en Astrofísica del IRyA y astrónomos invitados, todos de forma remota.
La transmisión durará 5 horas continuas, de las 19 a las 24 horas (tiempo del centro de México), y en ella se observarán en vivo, a través de telescopios, la mayor cantidad posible de objetos del catálogo de Messier entre nebulosas, cúmulos estelares y galaxias.
Todas las personas pueden participar de la transmisión a través de las redes sociales de los grupos participantes:
El 19 de octubre de 2017 se detectó un objeto único y diferente en el espacio sideral. Vino desde la estrella Vega, que se encuentra a 25 años luz. Desde su llegada surgieron varias hipótesis sobre su origen, y a pesar de que los datos no coincidían, los científicos decidieron que se trataba de un asteroide.
Fue llamado Oumuamua, que significa “mensajero llegado desde lejos” y lo detectó el telescopio Pan-STARRS, ubicado en Hawái. Lo sorprendente de este objeto radica en su forma y tamaño: alargado y plano, algo nunca antes visto por los astrónomos. Era un asteroide tan extraño que los científicos decidieron que se trataba de una anomalía.
Desde su detección, todos los telescopios se enfocaron en el objeto. El 6 de septiembre de 2017 cruzó el plano orbital donde todos los planetas giran alrededor del Sol. Pero sólo estaba de visita.
El 29 de septiembre cruzó la órbita de Venus, el 7 de octubre la de la Tierra, y luego avanzó rápidamente hacia la constelación de Pegaso a una velocidad de 94,800 kilómetros por hora y finalmente desapareció en la oscuridad.
La comunidad científica internacional fue incapaz de cuadrar los resultados con la hipótesis de un cometa o asteroide. No obstante, Avi Loeb, astrofísico investigador de la Universidad de Harvard, planteó su propia explicación que lo enfrentó a toda la comunidad científica: se trataba de vida extraterrestre.
Al respecto, Loeb dijo en conferencia de prensa: “no podemos decir con certeza que exista más vida en el Universo, pero afirmar que somos únicos y especiales es arrogante”.
De hecho, “la pregunta no es si estamos solos en el Universo, sino más bien: ¿somos los más inteligentes de la cuadra? Si no lo somos, podríamos aprender de los demás, de sus tecnologías y de sus errores”, afirmó.
“Por ejemplo, si una civilización se auto destruyó, aprender de sus errores y evitarlo en nuestro planeta. La humanidad en vez de desperdiciar tanto tiempo, recursos y energía en pelearnos, deberíamos trabajar juntos para un mejor futuro”.
¿Por qué es difícil considerarlo un asteroide?
Los científicos estudian los objetos interestelares a través de la luz. Las alteraciones en su brillo aportan claves incalculables para conocer su forma.
En el caso del Omuamua, el brillo variaba por un factor de diez cada ocho horas, según se deduce la cantidad de tiempo que tardaba en completar una rotación entera.
Con esta drástica variabilidad en el brillo, los científicos concluyeron que el objeto tenía una silueta alargada, de una longitud al menos cinco o diez veces superior a su anchura.
Es relativamente pequeño: 100 metros de largo, más o menos lo que mide un campo de futbol y nueve metros de ancho. Si pasó muy cerca del Sol tendría una temperatura de superficie muy caliente, algo que la cámara de infrarrojos del Telescopio Espacial Spitzer, lanzado por la NASA en 2003, habría podido ver. Sin embargo, no detectó que desprendiera algún calor.
Si las dimensiones son correctas, esto significa que la geometría del Oumuamua sería varias veces más alargada que todos los asteroides o cometas más alargados que se hayan avistado desde la Tierra.
Además, despedía una luminosidad extraña. Al pasar cerca del Sol y reflejar su luz, el objeto resultó ser relativamente brillante, como mínimo diez veces más que los asteroides o cometas típicos del Sistema Solar. Su relevancia se acercaba a valores sin precedentes, similares a los de un metal reluciente.
Una hipótesis planteó que sus atributos se debían a la exposición de la radiación cósmica a lo largo de cientos de miles de años. En teoría la radiación ionizante podría haber erosionado la roca, aunque no está claro cómo un proceso así podría haber provocado su forma.
Quizás se debía a su origen: un planeta pudo expulsarlo violentamente con un efecto de onda gravitatoria. Es decir, si un objeto del tamaño adecuado se acerca lo suficiente a un mundo, parte de dicho planeta podría ser arrancado y propulsado al espacio interestelar como si fuera lanzada por una honda.
O tal vez fue liberado con suavidad de la capa de objetos congelados que orbitan en los confines del sistema solar, algo parecido a la nube de Oort (nube esférica compuesta de objetos transneptunianos).
El Oumuamua no sólo tuvo una forma y propiedades reflejantes extrañas, sino que además aceleró en su camino alrededor del Sol, su trayectoria se desvió de la gravedad del astro solar.
De hecho, el objeto entró en el Sistema Solar con una trayectoria más o menos perpendicular al plano orbital de la Tierra y del resto de los planetas.
El Sol ejerció su fuerza gravitatoria sobre el Oumuamua y el 9 de septiembre de 2017 giró en torno al Sol a unos 300 mil kilómetros por hora, tomó impulso con la gravedad del astro y salió despedido en otra dirección. Luego siguió su trayecto por el sistema solar hacia el exterior.
Hay cometas que muestran una desviación parecida, pero dejan detrás de sí un reguero de polvo y vapor por el hielo que calienta la luz solar, y este es el motivo por el cual adquieren una fuerza de repulsión contraria a la fuerza gravitatoria de atracción del Sol. El objeto interestelar no dejó ninguna huella.
De acuerdo con las leyes universales de la física, el Oumuamua no se comportó como se esperaba. De hecho, no había ninguna explicación obvia para esta conducta.
Todas estas anomalías llevaron a Avi Loeb a plantear su hipótesis sobre la vida extraterrestre. Posteriormente los astrónomos cuestionaron y negaron sus declaraciones.
Al respecto Loeb precisó: “Lo peor que la comunidad científica puede hacer es ridiculizar cualquier discusión que tenga que ver con este objeto, sólo logran que los jóvenes no se animen a hablar al respecto y eso es negativo”.
“No se trata de cerrarle la boca a las personas que piensan diferente, eso le pasó a Galileo, no querían que hablara y lo detuvieron. El resultado fue que la humanidad se quedó ignorante mucho tiempo y de cualquier forma la Tierra siguió girando en torno al Sol”.
“Su teoría quedó y como resultado se nos fue la oportunidad de hacer que la ciencia avanzara más rápido. Yo pensé que ya habíamos aprendido la lección y tendríamos una mente más abierta, pero no ha sido así”, concluyó.
Con información del libro Extraterrestre de Avi Loeb, editorial Planeta.
El Dr. Laurent Loinard del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, Campus Morelia, recibió el Premio TWAS 2020 en el área de Ciencias de la Tierra, Astronomía y del Espacio, que otorga la Academia de las Ciencias del Mundo (The World Academy of Sciences, TWAS). Esta Academia es un organismo internacional dependiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la UNESCO.
Manifestó su satisfacción después de recibir la noticia sobre esta distinción, que se entrega en reconocimiento a la trayectoria de las y los investigadores galardonados en las diferentes áreas de la ciencia que cubre el premio, previa nominación de algún colega. “El Dr. Luis Felipe Rodríguez tuvo la gentileza de nominarme”, comentó el Dr. Loinard, a quien le fue otorgado este premio “por su contribución al estudio de la formación estelar y el medio ambiente de los agujeros negros usando la interferometría de línea de base muy larga”, de acuerdo con la academia TWAS.
“TWAS es una organización enfocada en la ciencia hecha en los países subdesarrollados o en vía de desarrollo”, comentó el Dr. Loinard. “Es una iniciativa muy interesante que lanzó el premio Nobel de física pakistaní Abdus Salam, quien en 1979 recibiera el premio Nobel por su contribución a la unificación entre las interacciones electromagnética y débil. TWAS promueve la colaboración entre estos países y organiza muchas actividades de intercambio.”
El Dr. Loinard ha contribuido significativamente al desarrollo y utilización de la técnica llamada interferometría de línea de base larga, que consiste en utilizar dos o más radiotelescopios alejados cientos o hasta miles de kilómetros entre ellos. Con esta técnica se pueden construir radiotelescopios “virtuales” tan grandes como la distancia que separa a los telescopios individuales, permitiendo aumentar la nitidez de las imágenes obtenidas con ellos.
Usando esta técnica, la colaboración del Telescopio del Horizonte de Eventos (Event Horizon Telescope, EHT), a la que pertenece el Dr. Loinard, publicó en 2019 la primera imagen directa de la región alrededor del horizonte de eventos del agujero negro supermasivo al centro de la galaxia M 87, imagen que dio la vuelta al mundo y que ahora es un ícono del éxito de las colaboraciones científicas internacionales. Las personas miembros del EHT recibieron en conjunto el premio Breakthrough 2020 por este acontecimiento.
El lunes 22 de febrero a las 7 pm (hora de Morelia), el IRyA transmitirá una entrevista en vivo con el Dr. Laurent Loinard a través de sus redes sociales (Facebook, Youtube y Twitter) para comentar más a fondo sobre su trabajo y sobre este premio.
Trayectoria del Dr. Laurent Loinard
El Dr. Laurent Loinard estudió la licenciatura en física, y la maestría y el doctorado en astrofísica en la Universidad Joseph Fourier de Grenoble, Francia. En octubre de 2000 se incorporó al Campus Morelia de la UNAM, donde es investigador en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica. Actualmente se desempeña como Coordinador del Posgrado en Astrofísica de la UNAM, que incorpora sedes en la Ciudad de México y Ensenada además de en Morelia.
Marte era como la Tierra, tenía atmósfera, agua, ríos, lagos y un día sufrió un efecto invernadero y se desertificó. Miles de años más tarde, justo el 18 de febrero del 2021, la humanidad llevó al robot Perseverance a la superficie del planeta rojo para averiguar qué pasó.
Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que para la ciencia es muy importante esta hazaña. “Así podremos entender sobre esta desgracia, aprender y cuidar a nuestro planeta”.
Hace 13 mil años un meteorito chocó en Marte y el Perseverance aterrizó muy cerca. El objetivo es estudiar esta zona, que podría ser igual que el desierto de Coahuila, que antes fue un gran lago y hoy está plagado de fósiles.
Explorar este sitio es muy relevante. En las orillas del cráter hay depósitos calcáreos y en la Tierra esto es producto de animales que estuvieron vivos, tenían conchas y caparazones. “Imagínense que podríamos encontrar”.
Aunque también se analizarán otros sitios para buscar fósiles o micro-fósiles, en total recorrerá 28 kilómetros.
La recolección
Hace millones de años chocó un meteorito contra la Tierra, aventó material al espacio y algunos fragmentos cayeron en la Luna. En 1969 cuando la humanidad realizó su primer alunizaje, los astronautas recolectaron piedras y entre ellas trajeron una de la Tierra.
En nuestro planeta tenemos muestras de Marte porque algunos meteoritos han chocado contra el planeta rojo y los fragmentos nos han llegado, particularmente al Polo Sur. “Estos se distinguen muy bien sobre el hielo por su color, así se han podido recuperar muy bien”.
No obstante, para no cometer el mismo error que en la Luna, el Perseverance está preparado. Dentro de su mecanismo lleva un helicóptero “pequeñito” que es capaz de volar y tomar fotos y con éstas los geólogos en la Tierra decidirán cuáles rocas son las que deben recolectarse.
Este robot lleva un carrusel con muchos “frasquitos” y recolectará los minerales y rocas más interesantes. Dentro de dos años, cuando Marte y la Tierra vuelvan a estar cerca, se podrán recuperar estas muestras y así analizarlas. “Se trata de un proyecto a largo plazo”.
¿Qué pasaría si Marte fuera igual que la Tierra?
Esto sería muy interesante porque significaría que un día se dio un gran efecto en el espacio sideral que distribuyó la vida en el Universo, pero ¿qué tal si la vida marciana fuera totalmente distinta a la nuestra? Sería algo fascinante, añadió Julieta Fierro.
“Si en dos mundos del Sistema Solar hubiera dos formas distintas de vida, imaginemos lo que sería el Universo”.
El Perseverance además cuenta con una cajita cubierta de oro que tiene por objetivo tomar muestras de CO2, es decir el aire de Marte, para transformarlo en oxígeno.
“Si alguna vez decidimos ir a vivir allá más vale que aprendamos a obtener oxígeno”. No sólo para respirar, sino para tener los primeros cultivos de plantas y combustible que nos permita regresar.
En este camino, lo primero es mandar misiones a la Luna que será el próximo 2024. Así aprenderemos a armar módulos que además sean subterráneos, porque debido a los rayos cósmicos del Sol los humanos podrían sufrir mutaciones.
Esto se comprobó con unos gemelos rusos, uno vivió un año en el espacio y el otro en la Tierra. Cuando el primero regresó a nuestro hogar los médicos detectaron una serie de mutaciones en su organismo.
En la Tierra no caen los rayos cósmicos directamente, porque el campo magnético de la Tierra los desvía, pero en la Luna y Marte sí. Por esto, “debemos construir túneles o caparazones para que vivan las personas”.
Una vez que se logre vivir en la Luna, el siguiente paso será Marte, transformarlo en un planeta igual que la Tierra y que nuestros descendientes puedan vivir allá. Este proceso podría tardar más o menos 300 años.
A las nuevas generaciones
La expedición de Marte fue un éxito, por eso Fierro Gossman recomendó a los jóvenes mexicanos incorporarse a proyectos multinacionales. De hecho, en México hay muchas oportunidades de desarrollo.
“Los invito a que se dediquen a la ciencia, la tecnología, la robótica y la innovación, a lo que les guste, porque hay mucho espacio en este ámbito para todos”.
▶️ En este «Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia», te presentamos a algunas de las científicas mexicanas que hoy están poniendo en alto el nombre de 🇲🇽 en el 🌎. #MujeresEnCienciapic.twitter.com/qabb5fXHe8
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reconoció el trabajo de ocho científicas del país “que están poniendo en alto el nombre de México en el mundo” gracias a sus investigaciones desarrolladas en diferentes áreas de conocimiento, algunas de ellas de manera directa en trabajos para analizar y combatir el virus causante del Covid-19.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora este 11 de febrero, la cancillería difundió un video en el que hace una síntesis del trabajo que realizan estas académicas.
Se trata de Susana Vázquez Torres, maestra en ciencias médicas y farmacéuticas por la Universidad de Groningen en Holanda, quien trabaja en una súper vacuna contra el coronavirus a base de proteínas sintéticas. “Este sofisticado método comienza con un trabajo de software y se espera que su respuesta inmune sea diez veces mayor a las vacunas tradicionales”.
Laura Alicia Palomares Aguilera, doctora en ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien es líder del proyecto de desarrollo de la vacuna contra el Covid-19 que se lleva a cabo en el Instituto de Biotecnología de la máxima casa de estudios.
Mónica Olvera de la Cruz, doctora en física y líder del Departamento de Ciencias de Materiales en Ingeniería en la Universidad de Northwestern. Sus investigaciones a nivel computacional le permitieron identificar las interacciones electroestáticas del virus del Covid-19, que lo unen a las células humanas. Ahora trabaja con dos colegas para desarrollar una molécula que bloquee esa acción y con ello inhibir la infección, detalló la SRE.
Carol Perelman, química farmacéutica y bióloga. Recientemente publicó el cuento infantil Coronesio, Covidín y los secretos de lo invisible, una ficción basada en evidencia científica sobre el Covid-19.
Susana López Charretón, doctora en biomedicina básica por la UNAM. Sus investigaciones están centradas en la genómica funcional de la interacción virus-célula huésped, así como en epidemiología, diagnóstico y metagenómica viral.
Norma Alma Fierro González, doctora en ciencias bioquímicas por la UNAM. Investiga la variabilidad genética de los virus y la inmunopatogénesis asociada a infecciones virales.
Otra de las científicas reconocidas por la cancillería es Marisela Morales, doctora en bioquímica y biología celular por la Universidad de Guanajuato, quien descubrió la existencia de neuronas combinatorias que explicarían conductas adictivas. Por sus investigaciones fue premiada por el National Institutes of Health y el National Institute on Drug Abuse en Estados Unidos.
Paty Rodil, maestra en biología molecular por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, quien es fundadora de Científica Mexicanas, una red de mujeres académicas que busca visibilizar el trabajo y los logros de las mujeres mexicanas en la ciencia y la tecnología.
-Como parte del día Internacional de las mujeres y las niñas en la ciencia la Dra. María de Los Ángeles Pérez nos platica desde galaxias hasta cúmulos globulares.
-Mujeres en la ciencia: ¿Por qué estudiar ciencias y cuáles son los retos de la equidad de género en la astronomía?
En donde Mabel, María Fernanda, Stephania y Valeria nos hablaran sobre su experiencia.
Para este 2021 habrá ocho emocionantes eventos astronómicos que disfrutar y para explicarlos UNAM Global buscó a Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía.
6 de marzo. Mercurio no siempre puede observarse a simple vista. Esto se debe a que se ubica muy cerca del Sol y en ocasiones sólo puede contemplarse justo antes de que nuestra estrella salga o se ponga. En este día podrá mirarse hacia el oeste.
Desde la Tierra se ve rojo porque el polvo que está en nuestra atmósfera absorbe la luz verde y azul, explicó la astrónoma. “Si ven el cielo se verá como un rubí, que es fantástico”.
20 de marzo. El planeta más brillante, Venus, se observará poco antes de salir el Sol. Al igual que la Luna, tiene fases y durante la noche es imposible verlo, tampoco cuando se ubica del otro lado del Sol que se encuentra en su fase “llena”.
Sólo puede observarse cuando está en sus fases creciente y menguante, y por eso varía el brillo. “A veces se mira como una estrella muy luminosa y otras como un astro muy lejano, tenue”.
Este planeta es muy brillante porque está cubierto de nubes que crean ese efecto. Los astrónomos detectaron que este planeta tenía un mar de 7 kilómetros de profundidad que se evaporó y ahora está en las nubes.
27 de abril, 26 de mayo y 24 de junio. Las personas tendrán la fortuna de deleitarse con las “Súper Lunas” o también llamadas “Lunas llenas”.
La Luna tiene una órbita elíptica alrededor de la Tierra, donde a veces está más cerca y otras más lejos. “En esta ocasión veremos la fase llena cuando se encuentre más cercana”.
“Los mexicas veían en este satélite a un conejo dentro de una vasija, quienes también gustaban de mirar el cielo”.
22 de agosto. Se podrá contemplar la Luna Azul. Suele llamarse así cuando en un mes se presentan dos o más lunas llenas. En esta ocasión será una Luna Azul porque en el otoño habrá cuatro Lunas llenas.
26 de mayo. Los amantes de la astronomía podrán divisar un eclipse de Luna total y parcial.
Al respecto, Julieta Fierro recordó que hace más de tres mil años en Mesopotamia descubrieron que la Tierra es redonda por la sombra que refleja en la Luna. Ellos encontraron que sólo un objeto esférico puede proyectar una sombra circular.
10 de junio y 4 de diciembre. Este año habrá dos eclipses de Sol, pero “tenemos poca suerte porque sólo podrán verse en Rusia en junio y en la Antártida en diciembre”.
20 de marzo. El equinocciode primavera ocurrirá en este día. “No pasa nada extraordinario, simplemente habrá 12 horas de luz y 12 de obscuridad”.
Las culturas mesoamericanas festejaban esta fecha porque marcaba el inicio de las lluvias.
21 de junio. El solsticio de verano entra en el mes de junio y se llama así porque alude al término “Sol quieto”. Si una persona todos los lunes mira la posición del Sol se dará cuenta que su posición cambia a la misma hora y con el transcurrir de los días se desplaza, a veces más tendido al sur y a veces más al norte. “Si observamos bien podremos notar que forma el símbolo del infinito y esta figura se llama Analema”.
De hecho, cuando el Sol está cerca del equinoccio se mueve muy rápido, semana con semana, pero cuando está en los solsticios, tanto de verano como de invierno, casi no se mueve.
“Los invito a soñar con los astros, a sumarse a ver el cielo y tener un año lleno de aventuras de ciencia”, concluyó Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, Campus Morelia, invita al ciclo de Viernes de Astronomía de 2021. En este ciclo, las y los investigadores del IRyA nos comparten pláticas dirigidas a el público en general sobre diversos temas astronómicos.
En este primer semestre, las astrónomas y astrónomos del IRyA nos hablarán sobre los telescopios y observatorios astronómicos, terrestres o espaciales, que han utilizado durante sus investigaciones, y nos compartirán sobre los resultados que han obtenido con ellos.
Las cinco pláticas de este semestre se llevarán a cabo de forma virtual. Se transmitirán en vivo el último viernes de cada mes, de enero a mayo, a las 19 horas (tiempo del centro de México), de forma simultánea a través de las páginas de Facebook, Youtube y Twitter del IRyA UNAM.
Al terminar las pláticas, si el estado del tiempo lo permite, se transmitirá la observación diversos objetos celestes utilizando telescopio, gracias a la colaboración entre el IRyA y la Sociedad Astronómica de Michoacán, SAMAC. Además, todas las pláticas contarán con intérprete de lengua de señas mexicana.
Para abrir el ciclo, la Dra. Susana Lizano nos compartirá la plática “El telescopio de Arecibo y los vientos de las estrellas jóvenes”, este viernes 29 de enero a las 19 horas (tiempo del centro de México). En esta plática nos contará sobre los vientos de gas neutro que emiten las estrellas jóvenes, descubrimiento que ella y sus colaboradores realizaron utilizando el imponente radiotelescopio de 300 metros en Arecibo, Puerto Rico. Esta telescopio lamentablemente sufrió daños irreparables en diciembre pasado, y será desmantelado.
La Dra. Lizano es investigadora emérita de la UNAM en el IRyA, miembro de El Colegio Nacional y actualmente es presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias. En las pláticas de febrero a mayo contaremos, en orden cronológico, con el Dr. Luis Felipe Rodríguez, radioastrónomo y también investigador emérito de la UNAM en el IRyA, la Dra. Omaira González Martín, investigadora del IRyA experta en el estudio de los núcleos activos de las galaxias en diferentes frecuencias de la luz, el Dr. Javier Ballesteros, investigador del IRyA experto en formación y dinámica estelar, y el Dr. Ricardo Chávez, investigador joven que estudia las galaxias muy lejanas y la historia del universo.
Redes sociales del IRyA UNAM
Para participar las pláticas de este ciclo de Viernes de Astronomía y todas las actividades que realiza el IRyA UNAM, síguenos en las redes sociales:
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM (IRyA) es una entidad académica del Campus Morelia de la UNAM que realiza investigación de alto nivel e impacto en las áreas de Medio Interestelar, Formación Estelar, Estrellas Evolucionadas, Altas Energías, Dinámica y Estructura Galáctica, Astronomía Extragaláctica y Cosmología, participa de la formación de recursos humanos de alto nivel, y mantiene un estrecho contacto con la sociedad a través de diversos programas de divulgación. Para saber más sobre nuestro Instituto, visite www.irya.unam.mx, www.facebook.com/iryaunam, www.instagram.com/iryaunam, www.twitter.com/iryaunam, www.youtube.com/iryaunam
Después de más de 57 años de contribuir en la realización de importantes investigaciones científicas, descubrimientos de estrellas de neutrones, observación de planetas y detección de peligrosos asteroides en trayectoria cercana a la Tierra, es una enorme pérdida para la comunidad científica lo que sucedió con el Telescopio de Arecibo.
Construido en la década de los sesenta con fondos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el radiotelescopio de Arecibo fue inaugurado en 1963. Dio seguimiento a objetos cercanos a la Tierra, permitió descubrimientos como el del periodo orbital de Mercurio, que es de 59 días y no de 88 como se pensaba, se hicieron investigaciones que condujeron a un premio Nobel y determinar si un planeta es potencialmente habitable.
De acuerdo con Gloria Delgado Inglada, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, el diámetro del telescopio ubicado en Puerto Rico era equivalente a la altura de la Torre Eiffel acostada y se le consideraba como el “monumento mundial a la astronomía”. Gracias a las investigaciones hechas en este lugar se descubrió hielo en los polos sur y norte.
En agosto de 2020 una parte del telescopio colapsó y se derrumbó, estrellándose desde 120 metros de altura hacia el fondo del plato cóncavo de 305 metros de largo de radio. En noviembre de 2020 otro cable más se dañó y provocó daños a su estructura. Se anunció que el telescopio sería desmantelado por motivos de seguridad. Pero el 1 de diciembre los otros cables que lo sostenían desde 3 pilares terrestres no soportaron más su peso de 900 kilos y el radiotelescopio se precipitó al vacío.
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM Campus Morelia invita a todas las personas a seguir la observación con telescopio de la Gran Conjunción de Júpiter y Saturno este domingo 20 y lunes 21 de diciembre, ambos días a las 19 horas (centro de México), en vivo a través de las redes sociales.
“Una conjunción es un acercamiento aparente en el cielo de dos o más planetas de nuestro sistema solar, además de la Luna, que ocurren periódicamente. En el caso de Júpiter y Saturno, sus conjunciones ocurren cada casi 20 años y se les suele llamar Gran Conjunción, pero este año será especialmente cercana”, comentó el Dr. René A. Ortega Minakata, encargado de Divulgación y Comunicación de la Ciencia en el IRyA.
“La última vez que se acercaron tanto fue en 1623, pero fue muy difícil de observar pues ocurrió muy cercana al Sol desde nuestra perspectiva, y no hay registros de que haya sido observada con telescopios, que eran un invento reciente. Antes estuvieron aún más cerca en 1226, y sí fue observable, pero entonces no había telescopios. La próxima vez que se acerquen tanto como ahora será en el año 2080, por lo que podemos decir que este es un evento único en la vida”, agregó el Dr. Ortega Minakata.
La observación con telescopio de este evento único se realizará en colaboración con la Sociedad Astronómica de Michoacán, SAMAC, y será transmitida en vivo a través de los perfiles de Youtube, Twitter y Facebook del IRyA y del perfil de Facebook de la SAMAC.
Sobre si esta conjunción de Júpiter y Saturno tiene algo que ver con la ‘estrella de Belén’, el Dr. Ortega Minakata respondió que “no tienen relación alguna. Esta idea surgió porque Kepler, astrónomo muy prominente en su tiempo, observó la conjunción de 1603 y una nova no relacionada en 1604, que sí comparó con la ‘estrella de Belén’. En el s. XIX se popularizó que Kepler especuló que una Gran Conjunción podría haber sido la ‘estrella de Belén’, pero no hay registro de esto.”
Sobre la relación con las novas, comentó que “en su tiempo se pensaba que las novas eran estrellas ‘nuevas’, pero ahora sabemos que son otro fenómeno distinto. Estas conjunciones no podrían ser confundidas con novas ni con estrellas, pues los planetas se observan acercarse días antes de la conjunción y alejarse días después, entonces cualquier observador sistemático del cielo reconoce esto como algo diferente a una estrella. Entonces la tradición de la ‘estrella de Belén’ no tiene relación con esta conjunción”, concluyó.
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Sobre el IRyA, UNAM
El Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM (IRyA) es una entidad académica del Campus Morelia de la UNAM que realiza investigación de alto nivel e impacto en las áreas de Medio Interestelar, Formación Estelar, Estrellas Evolucionadas, Altas Energías, Dinámica y Estructura Galáctica, Astronomía Extragaláctica y Cosmología, participa de la formación de recursos humanos de alto nivel, y mantiene un estrecho contacto con la sociedad a través de diversos programas de divulgación. Para saber más sobre nuestro Instituto, visite www.irya.unam.mx, www.facebook.com/iryaunam, www.instagram.com/iryaunam y www.twitter.com/IRyAUNAM, así como nuestro canal de Youtube “IRyA UNAM”.