Solari: la solución está en casa

  • 11 días después de la caída en Barcelona, el Real Madrid recupera su mejor versión

 

  • 3 juegos, 11 goles a favor, 0 en contra. Bale y Benzema recuperan el gol.

 

 

A finales de octubre, Julen Lopetegui dejó en llamas al Real Madrid, con el orgullo quebrado después de caer frente al Barcelona 5-1 en el Clásico de la Liga Española. 139 días -contados desde el anuncio de su fichaje, hasta la tarde fatídica en el Camp Nou- duró el sueño merengue de Lopetegui.

 

Unas horas después, la Junta Directiva del club anunció la destitución del técnico vasco y la llegada de Santiago Solari al banquillo del cuadro merengue.

 

Con sólo un día de trabajo, Solari debutó el 31 de octubre con un 4-0 en la Copa del Rey frente al Melilla. El equipo mostró unidad en sus líneas, verticalidad en su juego y Benzema recuperó el gol. El resultado, si bien obtenido a costa de un rival de la Segunda B de España, devolvió la seguridad a los jugadores y la confianza de la tribuna.

 

En su primer partido provisional, el técnico argentino alineó a Vinícius, delantero brasileño fichado por 45 millones de euros. El ex de Flamengo no decepcionó la confianza de su entrenador también en el Castilla: asistió a Marco Asensio en el segundo gol y regaló una jugada de “rabona” a la tribuna. Con Lopetegui sólo jugó 12 minutos.

 

Otro canterano, Cristo, confirmó el regreso del gol al Madrid, al firmar el 4-0 definitivo.

 

Tres días después, llegó el debut de Solari en la Liga. Victoria de 2-0 en casa frente al Valladolid. 83 minutos le tomó al cuadro blanco vencer a Jordi Masip, vencido por Vinícius para estrenarse como goleador. 5 minutos después, el capitán Sergio Ramos anotó el 2-0 definitivo.

 

Solari tomó con mesura las primeras victorias. Por delante tenía la primera cita en Champions

 

5 goles a favor

 

El buen momento del Real Madrid se confirmó frente al Viktoria Plzen en la cuarta jornada de la Champions League, con un contundente 5-0. Los goles de Benzema (2) Casemiro, Bale y Kroos significaron la tercera victoria consecutiva y el liderato de su grupo en el torneo europeo.

 

Solari dio la titularidad a Courtois en el arco. para dejar en el banquillo a Keylor Navas. Así, dejó atrás la rotación en la portería, una de las estrategias de Julen Lopetegui.

 

En 9 días, el Real Madrid anotó 11 goles en tres partidos. Con Julen Lopetegui, la misma cantidad se consiguió en 10 juegos. La estadística favorece a Solari.

 

Si los números no bastan, los jugadores y la tribuna avalan el buen paso del equipo. Solari es descrito como un técnico sobrio, de estilo sencillo, formado en casa después de jugar en el primer equipo, a lado de leyendas como Raúl.

 

Después de la victoria en República Checa, el Real Madrid confirmó la recuperación en tres distintas competencias. Después del juego contra el Celta de Vigo, Santiago Solari podría ser confirmado como técnico del campeón de Europa.

 

 

 

 

De espectador a participante

He de confesar que no soy una persona que se distinga por andar en marchas y protestas. Siendo sincero, siempre las he visto desde el punto de vista de un espectador, eso sí, siempre he respetado las diferentes ideologías y acciones que toman diferentes grupos en aras de hacerse escuchar por el gobierno o por las autoridades.

Por mis planes no pensaba formar parte de una marcha en conmemoración del 2 de octubre del 68, sin embargo, la invitación me llegó y no pude decir que no a una nueva experiencia; a verlo desde el otro lado, ya no solo como espectador sino como participante.

Un día antes de la marcha investigué sobre la matanza en la Plaza de las 3 Culturas en Tlatelolco. Comprendí lo mucho que significaba para el país esta fecha pues después de 50 años, todavía se recuerda con tanta fuerza entre los estudiantes de antes y de hoy, por qué fue tan relevante y por qué tiene vigencia hasta el día de hoy. Es el hecho de luchar contra lo que nos parece incorrecto, por los derechos que tenemos que no pueden ser reprimidos de ninguna manera.

Antes de asistir a la marcha, quería estar informado de lo que representaba este movimiento y me di cuenta de que en verdad era algo importante; algo que repercutió de diferentes formas en el país. Convencido estaba de que era algo que no tiene que dejarse en el olvido y que no sólo era marchar por marchar. El 2 de octubre engloba mucho significado para muchas personas y, sobre todo, pensando en el futuro de nuestro país y la clase de gobierno que queremos hoy y que planeamos dejar para las nuevas generaciones.

Se llegó el día, la cita fue a las afueras de Ciudad Universitaria en la capital del estado de Michoacán. Vi algo de gente ya acomodada por bloques, muchos con pancartas y banderas, todos dispuestos a partir e iniciar la marcha que comenzó alrededor de las 4:30 pm. Avanzaron los diferentes contingentes y sin darme cuenta, ya estaba formando parte de la marcha. Fue algo nuevo para mí… no sabía bien qué esperar.

Al principio pude distinguir que había un poco de gente, pero conforme avanzábamos, la visión se ampliaba y pude reconocer que éramos muchos más de los que me imaginaba. Me invadieron muchas imágenes de los participantes, tratando de imaginar quiénes eran todas esas personas, y cómo es que habían decidido unirse para darle fuerza a sus ideales al grito de una sola voz. Era todo un desfile de personalidades; recuerdo muy bien que algunos llevaban girasoles en sus manos.

Todos los contingentes estábamos caminado por las calles de Morelia gritando consignas referentes al tema de la marcha. Recuerdo el “¡Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha estudiantil por América Latina!”; el grito de “¡gobierno farsante que matas estudiantes!”; el clásico “¡el que no brinque es Peña!”; “¡2 de octubre, no se olvida!”. También se hicieron conteos hasta el 43 por los normalistas de Ayotzinapa, entre muchas otras. En el fondo, eran un grito al despertar de la sociedad para no tolerar más las injusticias.

Había personas que llevaban a sus mascotas; al principio me parecía curioso, pero después pensé que no era un buen lugar para llevar animales pues se notaban tensos y con miedo ante la multitud. También vi a muchos estudiantes con cámaras fotográficas, desde las old school de rollo, hasta las nuevas ya de la era digital. Todos ellos tratando de impregnar sus fotos de la esencia de la marcha; de hecho, me arrepiento de no haber cargado con la mía.

Había una vibra especial en el ambiente. Mucha gente joven, estudiantes, pero también identifiqué gente ya adulta que se unía al contingente. Pienso que esa gente adulta ya ha participado por esta causa durante años y me preguntaba si han cambiado las cosas desde esa matanza hasta la fecha. La verdad es que sigo viendo un gobierno asesino y represor, sólo que ahora puede que utilicen otro tipo de estrategias no visibles a los medios de comunicación.

En contraste, pude ver el descontento de los automovilistas que coincidían con el paso de la marcha, veía en sus miradas enojo al no poder transitar libremente. Supongo que era más que nada por no entender –en muchas ocasiones– el significado de lo que pretende una marcha de este tipo o porque tienen horarios que cumplir. No olvidaré la cara de descontento y frustración de una señora al ver que le grafiteaban la pared de su casa. Pienso que hay espacios para todo y que dicha acción generó mayor descontento entre los espectadores que empatía hacia la lucha. Sin embargo, desde mi punto de vista, fue una marcha muy pacífica y ordenada.

Dos horas después llegamos al Palacio Municipal de Morelia y en ese trayecto final, pude escuchar las consignas de una forma más enérgica y fuerte. Podía verse también una gran tormenta que se acercaba directo a donde nos encontrábamos, los ánimos no decayeron por un momento, dimos la vuelta a la glorieta de “Las Tarascas” y hubo partes en el recorrido donde nos tocó correr para no quedar atrás del contingente. Por un momento me sentí como un niño y hasta me divertí. Al final, justo cuando terminamos el recorrido comenzó a llover como si el clima estuviera dando tregua para que termináramos el recorrido, teníamos el tiempo a nuestro favor.

Aprendí mucho al participar en la marcha del 2 de octubre. Me gustó mucho la sensación de formar parte del contingente pues fue algo nuevo para mí y que seguro repetiría. Descubrí que no es lo mismo ser espectador y ver las marchas desde lejos; que para poder hacer un cambio hay que participar. Hay que conocer nuestra historia para no repetir los mismos errores, saber que existe una lucha por evitar la desigualdad y no dar por sentado nada. Buscar siempre mejorar nuestro sistema para de esta forma dejar un nuevo mundo, uno mejor a quienes vienen siguiendo nuestros pasos, nuestros parientes, hermanos, hijos, nietos. Enseñarles que es posible luchar contra las injusticias.

Con gran satisfacción puedo contar que formé parte de la marcha del 2 de octubre. Reconozco y admiro la lucha que se lleva año con año para que no se pierda en el olvido. Pienso que lo importante es seguir alzando la voz a nuestros gobernantes y decirles que no tenemos miedo, que estamos dispuestos a luchar por todos aquellos derechos que nos quieran ser robados o pisoteados.

Al ver a nuevas generaciones estar tan comprometidas en la marcha del 2 de octubre, pude ver una gran esperanza en todos ellos. Vi en ellos unas ganas enormes por gritar, por continuar la lucha que sus padres y abuelos empezaron buscando un mundo donde exista más igualdad. Comprendí que el movimiento está más vivo que nunca.

Los deoistas, expertos en cambio

Para poder comprender el cambio lo primero que debemos hacer es definirlo. Algunos autores mencionan que es pasar de un estado a otro, es la conversión de algo.

De Faria Mello (2006), define cambio como la modificación de un estado, condición o situación. Así, el cambio es una transformación de características, una alteración de dimensiones o aspectos más o menos significativos.

Audicac y cols (2012) lo definen como cualquier modificación o movimiento de un plano o estado a otro que es fácilmente perceptible dentro de un contexto y es llevado a cabo en función del desequilibrio provocado para alcanzar una homeostasis relativamente perdurable.

Hay varios aspectos a considerar de las definiciones anteriores sobre el cambio, es perceptible, provoca movimiento acelerado, por consiguiente reacciones y posteriormente buscar un equilibrio.

La modernidad significa cambio. Autores actuales como Bauman (2002), identifican a la sociedad moderna como saturada de cambios. Estos son tan veloces que el estado sólido de las cosas se transforma rápidamente en estado líquido e imperdurable. El poder puede moverse con la velocidad de la señal electrónica, el tiempo requerido para el movimiento se ha reducido a la instantaneidad (Bauman, 2002).

Una de las estrategias del cambio es el Desarrollo Organizacional, a través de conocer y sistematizar las conductas de las personas para afrontar y dirigir en mejor forma los cambios, vencer la resistencia que provoca en las personas y en los grupos.

Para las organizaciones, el cambio es supervivencia. De no haber cambio, tienden a estancarse y quedarse varadas en un lugar sin movimiento para finalmente desaparecer. Dicha supervivencia requiere un cambio planeado, a través del Desarrollo Organizacional, disciplina que asume una preocupación por el desarrollo y bienestar de las personas dentro y fuera de las organizaciones con una visión sistémica.

Desarrollo

La dinámica de las organizaciones se ve afectada por lo que sucede en su entorno, ya sean temas políticos, económicos, sociales e inclusive culturales. El medio ambiente es tan importante en una organización como lo que sucede al interior.

A nivel económico, el Foro Económico Mundial (2016) define a la competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país. Para considerarse competitiva una nación, debe tomar en cuenta el bienestar sostenido de su población, los recursos naturales con los que cuenta y poder hacer frente a situaciones externas para enfrentar fluctuaciones económicas. La competitividad mantiene a un país en un nivel óptimo de desarrollo pero también obliga a las naciones a reinventarse y provocar cambios constantes en sus políticas económicas e instituciones.

A nivel político, con las recientes elecciones en México y los cambios de régimen que se avecinan, la población esta incierta y expectante del actuar del nuevo gobierno. Las expectativas de la población son muy altas pero los cambios mencionados en la plataforma electoral del ganador de la elección presidencial también lo son. La población debe estar preparada para enfrentar dichos cambios.

La sociedad también presenta cambios acelerados. Los centennials, la generación “Z” o boomlets nacidos con el siglo, sentarán las bases de los nuevos modelos de comunicación y nuevos estilos de educación. Pertenecen al mundo de la información inmediata, dependientes de la tecnología, su sociedad existe en Internet, y son impacientes, pues desean resultados inmediatos (Vázquez, 2018). Es decir, viven y desean un mundo de constante movilidad y cambios.

Lo mismo sucede con las instituciones y las empresas. Los cambios vertiginosos rebasan la tecnología. La pregunta es, ¿cómo desarrollar y mantener organizaciones que se adapten a los cambios acelerados, líquidos?.

El Instituto de Estudios de Posgrado en Ciencias y Humanidades (INESPO, 2016) define al Desarrollo Organizacional como una estrategia educativa, adaptada para lograr un cambio planeado de la organización, la cual se centra en los valores, actitudes, relaciones, clima y cultura organizacional, tomando como punto de partida a las personas, orientándose hacia la estructura y la tecnología de la organización.

Podemos decir ante ello que el Desarrollo Organizacional surge como una teoría humanista que intenta integrar tanto los objetivos organizacionales como los avances tecnológicos, desde un enfoque sistémico e integrador.

Para cambiar una organización es necesario ver, entender y comprometer a sus miembros en el cambio, desde el máximo nivel hasta el operativo. El involucramiento de la alta gerencia es indispensable; sin él es prácticamente imposible generar cambios en la organización pues su figura faculta y empodera el cambio y este cae en cascada hacía los siguientes niveles organizacionales.

El punto de partida del Desarrollo Organizacional, es el diagnóstico. El diagnóstico, según Daft y Marcia (2005), es un paso en el proceso de la toma de decisión, que coadyuva a analizar y entender los factores causales básicos, asociados con la situación de la decisión. Asimismo, el diagnóstico consiste en la recolección de datos, relativos al funcionamiento de la organización y el análisis de los mismos. A partir de ello, se pueden descubrir los puntos fuertes, puntos débiles, amenazas o las oportunidades de la organización. También, se obtiene información respecto de la naturaleza del entorno que enfrenta y el diseño de cada unidad que constituye la empresa o institución (Guizar, 2008).

Los expertos en Desarrollo Organizacional, deoistas, deben contar con herramientas, habilidades, conocimiento y destrezas para proponer rutas de acción a corto, mediano y largo plazo para el mejor desarrollo de las empresas e instituciones de nuestro país, es indispensable sustentar las propuestas en valoraciones de debilidades y fortalezas, es decir en un diagnóstico certero y efectivo.

El desarrollo organizacional se concentra primordialmente en el aspecto humano y social de la organización y, al hacerlo, interviene también en los aspectos tecnológicos y estructurales. Es indispensable la participación y el compromiso de todos los niveles de la organización en la resolución de problemas y en la toma de decisiones.

El gran reto para los expertos en cambio planeado, es precisamente ser innovadores, con pautas para afrontar y predecir el comportamiento humano, social, empresarial e institucional. Privilegiando siempre los valores personales por encima de la teoría y la investigación.

Los cambios deben comunicarse, las deficiencias en la comunicación se llenan velozmente por rumores. Si se comunican de manera efectiva los cambios a los colaboradores, seguramente los empleados los tomarán de manera más positiva y calmada. Debe prevalecer una relación sincera y abierta de confianza, es decir madura. Los cambios deben discutirse en forma franca y abierta.

Los deoistas deben provocar “incomodidad” en las instituciones y en las personas, el objetivo es generar movimiento y por consiguiente cambio. Esta incomodidad cimbra la zona de confort de las personas que se encuentran en patrones repetitivos de actividades; obliga a modificar comportamientos aprendidos tanto a los líderes como a los colaboradores.

Así también deben aportar estrategias a las empresas e instituciones para la resolución de problemas, la toma de decisiones y la implementación de los procesos, generando información válida y confiable.

Conclusiones

El cambio acelerado (Audirac y cols, 2012) originado por un ambiente de globalización y las nuevas tendencias económicas llaman a que el ser humano y su entorno se ajusten a un proceso de evolución que nunca antes se había requerido.

La época actual que vivimos es de cambios, eso es innegable, de cambios constantes y acelerados, algunos predecibles pero otros son tan rápidos que a veces son imperceptibles para gran parte de la sociedad.

Recordemos que el hombre es capaz de adaptarse a todos los cambios por los que tenga que pasar, llámese empresa, familia, sociedad, etc. De no ser así, la especie se hubiera extinguido hace varios miles de años.

El gran reto de los deoistas es facultar, a través de la enseñanza, a los líderes en la realización de diagnósticos certeros que los lleven a la toma de decisiones y la rápida respuesta para la adaptación y supervivencia de sus instituciones o empresas.

Pausa a la guerra

Era una gélida víspera de Navidad en el año 1914. El teniente inglés Zehmisch ya llevaba varios meses lejos de casa, en una trinchera de Bélgica, y para no sufrir más nostalgia, había ordenado a sus hombres decorar cómo pudieran el lugar, usando árboles improvisados y luces intermitentes.

Del otro lado, a no muchos metros, un grupo de alemanes observaba desde su propia trinchera estas inusuales decoraciones, y contagiados por una especie de espíritu navideño, cruzaron a la peligrosa “tierra de nadie” que los separaba de los británicos. El vigía de estos se percató sobre la aproximación del séquito alemán, pero en lugar de disparar, como cualquier otro día habría hecho, pronunció espontáneamente:

—Merry Christmas —que es “Feliz Navidad” en inglés.

—Fröhliche Weihnachten —replicaron los alemanes, que significa lo mismo en su lengua.

El teniente Zehmisch no se quedó atrás, y salió de su trinchera con las manos en alto, acompañado simplemente de un sombrero lleno de cigarrillos para compartir. Y así, de par en par, los soldados de ambos ejércitos fueron acercándose para convivir e inclusive cantar algunos villancicos, sin importar el idioma. Lo más curioso es que, de la nada, un soldado sacó una pelota de fútbol, y con más rapidez de la que tenían para disparar armas, organizaron un partido entre selecciones. Algunos historiadores dicen que los alemanes ganaron 2 a 1, pero sin duda eso no es lo importante.

Es simplemente destacable como, sin hablar el mismo idioma y sin ser los líderes de sus países, dos grupos de soldados pudieron ponerle pausa, al menos por algunas horas, a una batalla de Guerra Mundial. Hay que darnos cuenta de nuestro poder como sociedad. La guerra es el mejor negocio para los pocos altos rangos de los gobiernos involucrados, pero tan solo respóndanme, ¿es necesario perder millones de vidas por un negocio?

La capacidad de nuestra raza me sigue impactando, y espero que usemos este gran poder para unirnos, porque confío que así, todos los días pueden ser como una fiesta de Navidad.

La UNAM es mi casa

Egresados de la UNAM presentan investigación ferrocarrilera en Puebla

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Vianney Jiménez Hurtado, Lic. en Desarrollo y Gestión Interculturales y Fredy Pastrana Trejo, Lic. en Sociología, ambos egresados de la UNAM, fueron invitados a participar en el II Seminario de Estudios del Ferrocarril “Vías Convergentes” que tendrá lugar en la ciudad de Puebla, el día 31 de agosto del presente año. Tal evento es promovido por el Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias (CEDIF) con motivo de la celebración del 30 aniversario del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos.

La investigación realizada por estos jóvenes inició en 2014, primero como una aproximación a la fotografía social y posteriormente fue adoptada por Vianney Jiménez como su proyecto de titulación. Tal trabajo se concentra en la etnografía de las comunidades ferrocarrileras derivadas de Cuadrillas Sistemales, así como el análisis de lo ocurrido con ellas a 21 años de la desincorporación de la paraestatal Ferrocarriles Nacionales de México (FNM).

En el municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México, sobre las vías férreas se encuentran vagones de tren habitados por toda una comunidad ferrocarrilera, ellos eran trabajadores de FNM, específicamente pertenecían a Cuadrillas Sistemales. Las cuales son agrupaciones de entre 24 y 26 peones de vía que recorrían el país cumpliendo con la construcción y reparación de las vías férreas; por su carácter ambulante, los trabajadores vivían en los vagones de tren y con ellos llevaban a sus familias. Conformando así comunidades ambulantes de ferrocarrileros con formas de vida muy particulares.

Los peones de vía eran el sector más bajo en la jerarquización laboral del ferrocarril, colocándolos en situaciones precarias. Con la privatización de FNM, se les abandono, de la noche a la mañana estas familias se quedaron sin sustento y con riesgo de perder su hogar, su vagón. Ante la resistencia de las comunidades a dejar su hogar y sus formas de vida, las autoridades solamente los remolcaron a las periferias de las ciudades, es así como nacen las comunidades ferrocarrileras derivadas de Cuadrillas Sistemales. Actualmente, la comunidad ferrocarrilera de Naucalpan es valiosa por mantener su composición con todos los elementos de una cuadrilla, incluso mantiene la última escuela Tipo Art. 123 de FNM, única en su tipo por estar dedicada a la educación primaria de los trabajadores y desarrollarse sobre un vagón de tren.

Cabe destacar que la investigación es única en su tipo, ya que es el primer trabajo que se concentra en la recuperación de la memoria de los miembros de esta comunidad sobre el cómo era la vida cotidiana en las Cuadrillas Sistemales, sus experiencias sentires, el andar de una lado a otro; en contraste con su vida actual, ya fijos en el espacio.

La relevancia de dicha investigación recae en la visibilización de los efectos de la privatización de FNM en la vida de sus trabajadores. Investigar, difundir y poner sobre la mesa la memoria dolorosa de los trabajadores y sus familias es una premisa de responsabilidad social. Además de que el ámbito ferrocarrilero es poco estudiado en el país, y aún menos estudiado, desde un enfoque humanístico, patrimonial y social.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_masonry_media_grid grid_id=”vc_gid:1534991141308-b499519c-6508-2″ include=”46386,46387,46388,46389,46390,46391,46392,46393,46394,46395,46396,46397,46398″][/vc_column][/vc_row]

Los maestros de educación básica: botín político

Ante la liberación y reaparición de Elba Esther Gordillo en los medios de comunicación, los focos rojos de la política sindical se han encendido. Aunado al inicio de un caótico y desalentador ciclo escolar 2018-2019 –marcado por diversos y nada halagüeños cambios en el currículo–, parecen aproximarse futuras batallas por el poder político del magisterio. Pero ¿qué opinan los maestros de base de este nuevo escenario? y ¿hacia dónde parece inclinarse la balanza con el gobierno entrante?

 

La respuesta a la primera pregunta en voces de muchos colegas es “¡nada! Los maestros seguirán trabajando y la pelea se dará como siempre a nivel de cúpulas”. De la segunda he escuchado muchas especulaciones, desde que AMLO y Esteban Moctezuma ya pactaron con Elba Esther su retorno como lideresa del SNTE, hasta que –ahora sí– la CNTE tendrá un mejor lugar en la interlocución con la SEP.

 

La educación en México vive tiempos difíciles y el gobierno entrante, sin duda, necesitará de interlocutores para plantear el Nuevo Acuerdo Nacional por la Educación. Bajo este panorama político ¿quiénes serán los elegidos? Me atrevo a especular un posible regreso al pasado; aunque no lo deseamos ni yo ni miles de maestros de base cuya participación en las decisiones de su vida laboral y profesional es nula. Y cuando digo que es posible que tengamos una vuelta al pasado, me refiero al reforzamiento del SNTE como un sindicato del Estado y para el Estado. También a la existencia de un “nuevo” diálogo con la CNTE para jugar a la democracia y por último a la consulta y realización de foros para llevar a cabo un Acuerdo que es probable ya se haya decidido y planeado de antemano.

 

Durante años, los docentes de la Ciudad de México hemos vivido y asumido –aunque sea a regañadientes– las decisiones de las cúpulas del SNTE con la SEP y también hemos vivido las distintas campañas de movilización de la CNTE. Pero la realidad es que miles de maestros no nos identificamos con ninguno de los dos. El “ya para qué”, “siempre es lo mismo”, “que me den un crédito y ya” son expresiones comunes entre los maestros cuando se habla del sindicato.

 

Por eso es probable que, desde las gradas, los maestros seamos solo observadores de las pugnas entre distintos grupos de poder que buscan representarnos. De hecho, desde el triunfo de AMLO, el asunto se torna surrealista. ¿Quién es el bueno y el malo de esta historia? Nada puede responderse a la ligera y sin analizar varios escenarios; aquí expongo mis hipótesis:

 

– ¿Elba tiene futuro? Si así fuera tendría que agradecérselo a los errores de Peña Nieto y a Aurelio Nuño. Si bien muchos docentes no están a favor de la maestra, desde que empezó la implementación de la reforma educativa, en las escuelas se escuchaban comentarios con tono de broma a favor de ella: “liberen a Elba”, “Carrera magisterial fue mejor”, “más valía mala por conocido”, “estábamos mejor con Elba”. En su reaparición en los medios el día 20 de agosto, la maestra expresó las mismas demandas que la CNTE al posicionarse en contra de la Reforma y el Nuevo Modelo Educativo. ¿Qué maestro no apoyaría estas demandas en la actualidad? Demos un poco más de tiempo y tal vez Elba Esther sea instituida como mártir y presa política del gobierno peñanietista.

 

– ¿Juan Díaz de la Torre tiene posibilidades de conservar el control político del SNTE? Parece tener la mayor desventaja porque apoyó de forma total al gobierno saliente. La mayoría de maestros desaprueba su gestión por haber negociado a favor de la Reforma y no haber defendido los derechos laborales de los docentes.  Bajo ese antecedente será difícil que gane más adeptos. Pero como el poder es el poder, seguro este grupo jugará en la contienda con los recursos que tiene y con un probable –aunque no seguro– respaldo institucional.

 

– ¿La CNTE? Aunque sus demandas siempre han sido a favor del magisterio, tampoco se escapan de imponer algunas prácticas corporativas a los maestros. Recuerdo a un colega del sur de México quien me contó que se le ponía de condición asistir a marchas por obligación o se le descontaría el salario. Por otro lado, sus tácticas a veces ultraradicales del todo o nada, ahuyentan a maestros deseosos de participar, pero de formas distintas. Si la CNTE no renueva sus discursos y estrategias, seguirá con los mismos afiliados de siempre. Sin embargo, al representar una fuerza importante de contrapeso, el gobierno de AMLO les dará interlocución, aunque está en veremos qué tan amplia y seria.

 

– Miles de maestros sin filiación política. La situación educativa y laboral es cada vez más compleja. Sería oportuno que todos los maestros que no se han interesado en estos temas dialogaran en las escuelas. Algunos lo hacen en la medida de sus posibilidades, pero falta mucho por avanzar. Es cierto que los tiempos ahí son limitados, que el estrés y la dinámica escolar imponen obstáculos para intercambiar diálogos y experiencias, pero también es cierto que se necesita mayor participación y congruencia con la formación cívica que se imparte a los alumnos.

 

¿Qué pasará entonces con el control político del magisterio? Como dije antes, se corre el riesgo de volver al pasado que aunque fue mejor que el presente, tampoco era el idóneo. ¿Esperanza? Aun vive en mí y espero no dejarla morir a pesar de las sorpresas que nos ha dado el gobierno entrante.[1] La ausencia de voces que conocen la realidad de las escuelas, que respetan la diversidad y que quieren un mejor futuro, aún se miran ausentes.

 

[1] El nombramiento de Gilberto Guevara a la SEP, por ejemplo, quien maltrató de forma verbal a los maestros de Básica en varios foros públicos a favor de la Reforma. La gestión de Esteban Moctezuma como Secretario de Educación Pública para la mayoría de docentes está a prueba y hechos como éste disminuyen las expectativas de un cambio para mejorar.

 

 

**Profesora de Educación primaria en la Ciudad de México y Doctorante del DIE-CINVESTAV.

Lance Wyman

Es inevitable pensar en los Juegos Olímpicos de México 68 sin recordar a Lance Wyman, autor del logotipo oficial y de  las imágenes para cada uno de los deportes. Este trabajo, a decir del artista, surgió de un proceso creativo que inició con una visita al Museo de Antropología e Historia, “de la que salió la idea de plasmar los eclipses solares en los aros olímpicos y la idea de movimientos en las imágenes para cada uno de los eventos deportivos”.

En ese momento, la geometría de las letras y el diseño del logotipo se realizaron con compás, ya que no había programas de diseño gráfico.

El también creador de los íconos del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, de la mascota Pico para la Copa Mundial de Futbol México 1970, de la Central de Abastos y del Papalote Museo del Niño, entre otros, nació en 1937 en Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos.

Ideó la señalética de las líneas 1, 2 y 3 del Metro y consiguió que cada estación esté representada por una imagen sintetizada, a la que se ha llegado a través del reconocimiento de una particularidad de la zona (por ejemplo, el pato de la estación Candelaria de la Línea 1). “Podemos quedar de vernos en la estación del pato y no tendremos problemas para llegar a la cita”.

En 1968 fue asesinado el activista Martin Luther King, en Memphis, Tennessee, Estados Unidos. México fue el primer país en publicar una estampilla postal conmemorativa y el diseño fue de Lance Wyman.

Durante los años 60

La mayoría de nosotros hemos escuchado que la década de los 60 fue la época de la rebeldía mundial en prácticamente todos los rubros de la vida cotidiana.

En política, surgieron figuras emblemáticas como la del Che Guevara a la cabeza de la Revolución Cubana, o Ho Chí Minh quien pugnó por la unificación de Vietnam.

Apareció el movimiento hippie al amparo del mítico concierto por “la paz y el amor” de Woodstock, Nueva York. El rock como forma de protesta hacia la guerra, los conflictos raciales y la censura. Músicos blancos influenciados por sus pares afroamericanos como Chuck Berry, dieron otro giro a la música y enloquecieron a  multitudes, desataron histeria colectiva y convirtieron en himnos canciones como Love me do o (I can´t Get No) Satisfaction.

La diseñadora londinense Mary Quant popularizó la prenda “que conquistó al mundo”: la minifalda, que junto al uso de la píldora anticonceptiva Envoid marcaron el inicio del movimiento de “liberación sexual”.

En cuanto a los avances en ciencia, tecnología, salud y cultura, Yuri Gagarin, cosmonauta soviético, realizó el primer vuelo espacial. “Veo la Tierra es tan hermosa”, dijo entonces. Neil Armstrong, tripulante de la misión norteamericana Apolo 11, caminó sobre la superficie de la Luna. En Sudáfrica, el doctor Christiaan Barnard realizó el primer trasplante de corazón en el mundo. Asimismo, se publicó Cien años de soledad del escritor Gabriel García Márquez.

La globalización mundial, el consumismo y México*

En este contexto, en México el ingreso per cápita (PIB) “ascendía de 4 mil 558 pesos en 1950 a 8 mil 681 en 1970, este último año la moneda nacional cumplía tres lustros de cotización fija (12.50 frente al dólar)”.

La industria se transformó en el sector más dinámico y con mayor crecimiento del país, pero la riqueza estaba concentrada en pocas manos, el llamado “milagro mexicano dependía del exterior.

La población urbana era mayoritaria, los jóvenes “soñaban con un mundo mejor” y se rebelaban contra “la represión y la antidemocracia”, sin embargo, “la dictadura perfecta” no admitía disidencias como lo demostró la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968.

La Universidad Nacional Autónoma de México vivía un clima de agitación estudiantil, no obstante, la Escuela de Medicina se transformó en Facultad, lo mismo ocurrió con la de Ciencias Químicas y la de Ciencias Políticas. Se fundó la Filmoteca de la UNAM y se creó la escuela de cine más antigua de América Latina, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC).

Se impulsó la reforma del Plan de Estudios de la Escuela Nacional Preparatoria y fue aprobado el nuevo Reglamento General de Exámenes, lo que permitió el pase automático de preparatoria a la Universidad. Por otro lado, se firmó el acuerdo de creación del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras.

*Con información de La Universidad Nacional un Siglo de historia 1910-2010, serie conmemorativa del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE) publicada en  Gaceta UNAM junio 2010.

Lean Startup, la metodología que está cambiando todo

Lanzar exitosamente un nuevo negocio, ya sea una startup, una pequeña empresa o una iniciativa dentro de una gran corporación, puede depender de la suerte. Tradicionalmente, los fundadores de una empresa debían redactar un plan de negocios, completarlo con un pronóstico de 5 años, usarlo para recaudar dinero y luego desarrollar sus productos o servicios mucho antes de contar siquiera con una validación del resultado. Y en algún lugar de esta secuencia de eventos, hay probabilidades de sufrir un revés fatal: según una investigación de Harvard Business School, el 75% de las nuevas startups fracasan.

Pero el escenario podría estar cambiando. En los últimos años, una nueva metodología para empresas de reciente creación llamada Lean Startup ha colocado la agilidad y eficiencia en la cima de la transformación. Gracias a este método, los nuevos negocios comienzan buscando un modelo funcional, prueban, revisan y descartan hipótesis, continuamente reúnen los comentarios de los clientes y rápidamente iteran y modifican sus productos.

La metodología Lean Startup, que estamos impulsando a través de una alianza estratégica con la Aceleradora de Negocios IDEARSE-Anáhuac, de la Universidad Anáhuac, reduce en gran medida las posibilidades de que las nuevas empresas gasten mucho tiempo y dinero en el lanzamiento de productos que nadie adquirirá y, con ello, las probabilidades de fallar.

Juan Carlos López, MBA, mentor certificado en la metodología Lean Startup y consultor del Centro de Investigación en Iniciativa Empresarial (CiiE), del IPADE, es uno de los arquitectos de este programa en el país y ha visto que el enfoque ayuda a las empresas a despegar rápidamente y con éxito. Hoy estamos anunciando esta alianza porque creemos que si se populariza su adopción, se reducirá la incidencia de fallas en la puesta en marcha de una compañía. Además, en combinación con otras tendencias como la nube, la democratización del financiamiento de riesgo y el uso de tecnologías disruptivas como Blockchain, se podría encender una nueva economía más emprendedora.

Hay indicadores de que el enfoque se está expandiendo: las escuelas de negocio y las universidades están incorporando principios de Lean Startup en sus planes de estudios y grandes empresas alrededor del mundo los están aplicando a sus propias iniciativas de innovación.

Y es que si alguien puede dar muestra de cómo la transformación digital ha cambiado la estructura y agilidad de los nuevos negocios son las startups. Desde que la figura del emprendedor fue tomando fuerza y dejó de ser quien se acercaba a las grandes compañías en busca de alguna oportunidad para ser el protagonista del verdadero cambio inyectando eficiencia a los negocios, el ecosistema evolucionó.

La economía digital

Un gran porcentaje de emprendedores -no la totalidad, por supuesto- nacieron con la era digital, centrándose en nuevas tecnologías, tomando ventaja de los servicios en la nube, como IBM Cloud, ayudando a transformar empresas, cambiando las experiencias de clientes e impulsando la fluidez y la eficiencia de un mundo en plena transformación.

Esta transformación digital ha afectado de manera transversal a las empresas, su modelo de negocio y sus competencias. Llevar a cabo una completa transformación significa dar tanto a usuarios como clientes, la experiencia que hoy demandan todos los consumidores y, a la vez, hacer más competitivo un negocio.

Las startups tienen muchas ventajas en este sentido: hacen que lo digital sea un aliado y además no tienen límites corporativos tradicionales que se interpongan en el camino. La innovación y adopción de las nuevas tecnologías son aspectos claves en una startup, dos factores que hoy las empresas más grandes buscan imitar.

IBM reconoce la importancia de tener un rol importante dentro del ecosistema emprendedor y gran parte de nuestro trabajo está enfocado en unir la cultura emprendedora con la experiencia de una empresa global, acercando a la vez esa agilidad a sus clientes y beneficiando a todos los actores en el proceso.

Para fortalecer este objetivo es que trabajamos con una red de aceleradoras en México que nos ayudan construir las conexiones más importantes para que las startups transformen a las organizaciones en empresas habilitadas digitalmente. Startupbootcamp, Colaborativo, Lean Startups México y 500 Startups, son parte de las alianzas que hemos hecho para poder acercar las tecnologías emergentes a todos los emprendedores del país, llevándolos después a la mesa de nuestros propios clientes.

Ejemplo de esto es la suma de esfuerzos que establecimos en mayo pasado con HSBC México para ayudar al banco a enriquecer el desarrollo de soluciones digitales para el sector financiero gracias al acercamiento con startups que forman parte de Startup with IBM y que tienen soluciones tecnológicas robustas y sólidas.

En los últimos años, IBM ha puesto al alcance de todas las startups con menos de cinco años en el mercado, sus servicios de infraestructura y plataforma en la nube a través de Startup with IBM (antiguo Programa Global para Emprendedores – GEP) brindando un apoyo de hasta $240 mil dólares en créditos a ser utilizados en IBM Cloud a fin de poder ser usados desde tecnologías tan tradicionales pero necesarias como servidores y bases de datos, hasta tecnologías de punta como servicios de Internet de las cosas (IoT), Blockchain e inteligencia artificial, entre otros.

Para saber más sobre Startup with IBM, ingresa a la página del programa: http://emprendedoresibm.com.mx

Antes de que sea tarde

Era una noche fría de 1899, y en Colorado Springs el viento no dejaba de arreciar. Un científico salió de su laboratorio ubicado en la pradera, y después de alejarse varios metros de él, clavó en el pasto una especie de foco con un tubo. Luego, dio una orden a su asistente, el cual activó la enorme antena de 43 metros que se encontraba encima del laboratorio. Lo que sucedió enseguida no tiene precedentes. A pesar de no contar con cables, este foco se iluminó sin más. Y por si no era ya suficiente hazaña, el científico lo desenterró del suelo y lo sostuvo en su mano, sin que este se apagara. Fue justo ahí cuando Nikola Tesla supo que lo que acababa de lograr cambiaría el mundo. Para entender su dimensión solo basta con decir esto: energía inalámbrica disponible hace más de 100 años atrás.

Nikola tenía planeado construir varias antenas transmisoras de señal alrededor del mundo, todas parecidas a la de su laboratorio. De esta manera, la Tierra estaría conectada entre sí mediante energía aprovechada de su mismo suelo. Sin embargo, estoy seguro de que ahora te preguntas: ¿por qué jamás había oído de esto? Pues la respuesta es simple: porque el proyecto de Tesla nunca se concretó. El científico buscó inversionistas por doquier, y a pesar de que encontró uno que le construyera un ejemplar en Nueva York, este se arrepintió y lo derrumbó,  todo después de enterarse que Nikola planeaba crear una compañía para repartir la energía de manera completamente gratuita para todos. Y he aquí el motivo de este texto. Yo me pregunto: ¿hasta cuando seguiremos poniendo el dinero y las ganancias económicas por encima del desarrollo humano? Con tan solo imaginar qué sería de nosotros si le hubieran dado una oportunidad filantrópica a Tesla. Y no vayamos tan lejos como pensar en autos voladores o viajes a Saturno, sino simplemente con el hecho de haberle prevenido a la Tierra el inmenso desgaste que le hemos causado por nuestra búsqueda de proveedores energéticos monetariamente redituables.

Confío en que estableceremos prioridades a tiempo. Espero también que un papel, el dinero, no se convierta en el engaño más grande de la humanidad, porque, citando un proverbio de los Indios Cree: “Cuando el último árbol sea cortado, el último río envenenado y el último pez pescado, solo entonces el hombre descubrirá que el dinero no se come.”

Educación en la Era Cognitiva

Hay tres cosas muy importantes para que los líderes de la Educación conozcan sobre la Era Cognitiva y su impacto en el segmento.

  1. Estos sistemas impregnarán muchas partes diferentes de la economía, lo que a la vez creará mayores expectativas de servicios entre los integrantes, pero también cambiará la forma en que se enseña a los nuevos profesionales.
  2. Las instituciones son mucho más proactivas para desarrollar las bases de datos para habilitar nuevos sistemas cognitivos, adoptando un enfoque más holístico.
  3. Estos nuevos sistemas transformarán cómo se habilitan los resultados. Las instituciones estarán en mejores condiciones para mejorar los resultados de aprendizaje, incluida la alineación con las necesidades profesionales. Esto fomentará la vitalidad económica y se volverá más importante dentro de la región.

 

Para obtener más información sobre cómo aprovechar la experiencia en datos, las capacidades analíticas profundas y los estándares abiertos para crear nuevos modelos de educación personalizada, visite el sitio web de IBM Education .

El gabinete del nuevo presidente

La cuna de la política puede ubicarse en las universidades. Antes de que innumerables políticos fueran reconocidos por sus decisiones en la gestión que desempeñaron -ya sea por sus aciertos o sus omisiones- su paso por la universidad dejó huella en su trayectoria profesional. Particularmente, por la visión con la que se formaron e inculcaron sus principios, ideales, valores y conocimientos, que les imprimieron una serie de características con las que se distingue su quehacer, independientemente del campo y área que cursaron.

Así también, la línea política se hereda y mantiene vigente entre egresadas y egresados que compartieron espacios universitarios. La actividad política universitaria constituye uno de los referentes para pensar el origen de distintas figuras públicas, que no solo comparten entre sí las licenciaturas, posgrados y hasta generaciones en las que obtuvieron sus estudios, sino los ideales políticos que sustentan sus acciones en la gestión pública. No resulta una casualidad que personajes como José Antonio Meade Kuribreña y Luis Videgaray Caso -tecnócratas e hijos del priismo contemporáneo- compartieran una relación amistosa desde que coincidieron en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

La universidad de la élite para la élite. El ITAM se fundó en 1946 para formar los cuadros profesionales vinculados al cambio económico desde el sector empresarial, por lo que dicha institución de educación superior ha perfilado de manera minuciosa y selectiva el ingreso, permanencia y egreso de estudiantes provenientes de la más alta clase social, quienes pueden pagar sus ostentosas colegiaturas, teniendo en sus aulas a futuros empresarios y líderes a favor del libre mercado. Creando una clase política dirigente -de varones blancos y aburguesados- que se cobijan en el discurso neoliberal para implementar políticas a su favor.

De tal universidad, tal clase política. La cantera de la política tecnócrata por excelencia vio egresar entre sus filas a Felipe Calderón Hinojosa, ex-presidente señalado como responsable por empezar la llamada Guerra contra el narco, un suceso armado que dejó al país con al menos 120 mil muertos en su sexenio (Huffpost, 2017). Otro egresado con escándalos públicos, es el propio José Antonio Meade, el ex-candidato presidencial que ha fungido como titular en algunas de las secretarías de Estado en dos gabinetes, y quien también se vio envuelto en el caso Odebrecht, con su ceguera ante un contrato que permitió el desfalco millonario a Petróleos Mexicanos (Aristegui, 2018).

Entre tanto, las universidades públicas también han sido semilleros de políticos. Después de contar con un gabinete presidencial conformado por algunos de los egresados del ITAM, Andrés Manuel López Obrador, político de origen tabasqueño y ahora presidente electo para el periodo 2018-2024, presentó a su futuro gabinete conformado en su mayoría por egresadas y egresados de universidades públicas, destacándose como distinguidas personalidades que suscriben su perfil a la agenda política de su proyecto de nación y de su partido. Añadiendo como cereza al pastel, que el nuevo presidente también es egresado de una universidad pública.

Por lo anterior, se puede confirmar que la presencia de las universidades en la política se concatena de manera permanente al desarrollo político, económico y social del país. En gran parte, porque la universidad es un espacio de producción y reproducción del conocimiento, al servicio de las necesidades sociales emergentes que demandan la formación profesional necesaria para hacer frente a los retos de la época – que en ocasiones se ha empleado para servir y legitimar al régimen en turno- buscando fortalecer el desarrollo económico y social con la intervención de múltiples miradas y teniendo como resultado la colaboración de universidades públicas como la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de México (COLMEX) y demás universidades nacionales, instituciones que cumplen con las tres funciones sustantivas de una universidad: investigación, docencia y difusión de la cultura.

Provenir de una universidad pública puede distinguir o no el quehacer político. En el nuevo gabinete tenemos Olga Sánchez Cordero, Graciela Márquez Colín, Esteban Moctezuma Barragán,  Javier Jiménez Espriú, Irma Eréndira Sandoval,  Jorge Alcocer Varela,  Luisa María Alcalde y Alejandra Frausto Guerrero, egresadas y egresados de la UNAM con estudios en derecho, economía, medicina e ingeniería; María Luisa Albores y Víctor Villalobos,  dos ingenieros agrónomos de la Universidad Autónoma Chapingo;  Rocío Nahle, Ingeniera Química de la Universidad Autónoma de Zacatecas; Marcelo Ebrard, licenciado en Relaciones Exteriores por el Colegio de México;  Carlos Manuel Urzúa Macías, licenciado en Matemáticas por el Tecnológico de Monterrey; Miguel Torruco Marqués con estudios en Hotelería de la Universidad de Cornell, la única institución educativa extranjera; y Román Meyer Falcón, Arquitecto del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

La conformación estratégica del nuevo gabinete se vincula a su pasado universitario, sus relaciones políticas y una agenda conjunta. Participar en el movimiento estudiantil del 68, acercarse a MORENA y haber colaborado en otros cargos durante sexenios anteriores son algunas de las causales que vinculan al futuro gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Cabe señalar que en la nueva agenda política se hacen explícitas posturas progresistas a favor de la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana y la amapola, la defensa de los derechos de la comunidad LGBT+, evitar la expropiación de empresas mexicanas y retirar al Ejército de las calles. Por ende, puedo afirmar que quienes hoy ocuparán un cargo en el gabinete del nuevo presidente, tienen una línea clara de qué harán para mejorar a México.

Hoy vivimos un cambio significativo que denota el posible cambio de paradigma en el poder. En otros sexenios, gran parte de los presidentes habían egresado de la Universidad Nacional, pero, en las últimas décadas, sus perfiles políticos se asentaron en universidades privadas y extranjeras. Quedan dos preguntas por responder en lo que vendrá durante seis años ¿Qué hizo posible el regreso de la confianza a políticos con estudios en universidades públicas? ¿Tendremos una alternancia entre universidades privadas y públicas o una transición exitosa de la mano de las universidades públicas?

 

Referencias

Aristegui Noticias. (3 de junio, 2018). “Meade permitió quebranto en Pemex por proyecto de

Odebrecht, pese a advertencias”. Aristegui Noticias. 7Tomado de https://aristeguinoticias.com/0306/mexico/meade-permitio-quebranto-en-pemex-por-proyecto-de-odebrecht-pese-a-advertencias/

Huffpost. (23 de noviembre, 2017). “Peña y Calderón suman 234 mil muertos y 2017 es

oficialmente el año más violento en la historia reciente de México”. Huffpost. Tomado de https://www.huffingtonpost.com.mx/2017/11/23/pena-y-calderon-suman-234-mil-muertos-y-2017-es-oficialmente-el-ano-mas-violento-en-la-historia-reciente-de-mexico_a_23285694/

 

*Estudiante de Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

El contenido del Blog es responsabilidad del autor.

Marx, 200 años

Karl Heinrich Marx es uno de esos pensadores cuya presentación puede resultar ociosa pues sus ideas, su apellido y la imagen de su barba y cabello desaliñados que enmarcan la mirada del agitador universal, son una suerte de herencia cultural que ha transportado hasta nuestro presente – en el que conmemoramos 200 años de su nacimiento – una figura indeleble de la historia.

Nacido en Tréveris en 1818, Marx encontrará el final de su vida en el Londres de 1883, – el de la revolución industrial y la agitación obrera – como resultado de los avatares del exilio y la persecución política desplegada por aquellos que encontraban en el pensamiento marxista un arma letal contra sus formas de organizar y concebir el mundo, un orden que Marx lucharía por evidenciar como radicalmente injusto a través de una obra teórico-política fundacional.

El despliegue de su obra y pensamiento, en tanto producto histórico, será una serie de disputas por la apropiación teórica y política de una tradición inaugural para el pensamiento social radical. En sus distintos momentos de desenvolvimiento histórico, el pensamiento de Marx será enarbolado desde posiciones políticas muy diversas, producto del encuentro entre el desarrollo teórico de sus postulados iniciales y las propias necesidades que le va demandando en ‘movimiento de lo real’, haciendonos imposible hablar de un solo Marx o un solo marxismo.

De esta forma, al hablar de Marx y de su obra, hablamos de una multiplicidad de traducciones y aplicaciones políticas que necesariamente tuvieron que poner en crisis sus planteamientos fundamentales en cada una de las nuevas circunstancias históricas de su recepción. La potencia crítica de su obra tuvo que atravesar la prueba de fuego al confrontarse con realidades sociohistóricas no desarrolladas en su núcleo original.

Esta disputa por la herencia de su interpretación ha dejado en claro con el paso de los años que la obra de Marx es una odisea teórica abierta, de ninguna manera acabada ni concluyente. Al estar impregnada por una vocación crítica transformadora, esta odisea requiere ella misma de una crítica praxiológica de sus supuestos fundamentales de cara a las necesidades teóricas y políticas de aquellos que encuentran en esta tradición un arma para luchar contra un orden injusto con una obra que al mismo tiempo no deja de ser el resultado de una circunstancia histórica específica y que encuentra como uno de sus más grandes retos la traducción de sus tesis a realidades concretas distintas a las de su producción, como lo son las de los países subdesarrollados y particularmente las realidades latinoamericanas.

La herejía del subdesarrollo

Algunos de los momentos más grises de la trayectoria histórica del marxismo los podemos encontrar en la recepción acrítica de sus postulados en algunas regiones del, así llamado, tercer mundo; circunstancia que llevó a no pocos yerros en la búsqueda por entender la especificidad de la configuración de las sociedades latinoamericanas, por ejemplo, y que nubló una comprensión crítica que era indispensable para potenciar la capacidad transformadora de los movimientos sociales y políticos herederos del marxismo.

En nuestra región, sin embargo, no sólo podemos hablar de la reproducción de un determinado marxismo occidental y europeizante, también podemos ubicar la recepción de un marxismo fruto del pensamiento de los subalternos que cómo tal, nunca formó parte integrante de la herencia teórica hegemónica de los procesos coloniales.

El marxismo fue una recuperación transcultural marginal, que llegaría en un primer momento a través de los flujos migratorios europeos, cuyos principales integrantes eran los desheredados y desterrados periféricos de los países capitalistas centrales: las clases subalternas. El pensamiento de Marx era ya en Europa marginado y llegaría a las costas de América en los bolsillos vacíos de obreros, campesinos, comunistas y militantes, y no en los camarotes de primera clase. A pesar de ello, esto no eximía a la tradición marxista del duro trance de propiciar lecturas creativas a una nueva realidad, pero esto llevaría algunos años más.

A inicios del siglo xx Marx era ya una figura conocida por los pueblos de América, su nombre y pensamiento eran participes de luchas sociales y obreras, y la noticia de la Revolución Rusa de 1917 potenciaba la difusión de sus obras entre quienes se organizaban de este lado del Atlántico. Sin embargo, faltaba aún un ingrediente fundante del potencial teórico original de la obra de Marx: la herejía. Este elemento, con el que ha sido caracterizado en distintos momentos el dispositivo autocrítico del marxismo, había quedado fuera del cuerpo teórico de la tradición al relegar el análisis específico de nuestras realidades. El propio Marx en vida, al reconocer las distintas acepciones que comenzaban a cobrar sus obras en algunos países de Europa, se vio en la necesidad de renegar de su pertenencia al ‘marxismo’ y a llevar a revisión su propia teoría al confrontarse con las problemáticas que sus seguidores enfrentaban en países periféricos a los centros capitalistas como la misma Rusia.

Ese marxismo herético fue revitalizado en Latinoamérica por José Carlos Mariátegui, quien, recuperando la labor de traducción como verbo creativo, supo articular la teoría a las nuevas determinaciones con las que debía confrontarse la práctica política en la región. Así quedaba asentado un nuevo momento histórico de la tradición cuya herejía consistió en una crítica cabal al dogmatismo, al anquilosamiento de la teoría para ser útil a una nueva realidad, para – como planteaba Lenin – hacer análisis concreto de una situación concreta.

Por ello, y como hemos tratado de presentar en esta breve provocación, es que creemos que hablar de Marx es hablar de un pensamiento múltiple e inacabado, que demanda él mismo como impronta fundamental la crítica de todo lo existente, incluida su tradición misma. Los años han empolvado a momentos la barba del creador de El Capital, pero se agita el polvo en las luchas de los pueblos, para quienes escribió y dedicó su gesta teórica, las y los herederos fundamentales, aquellos que en pleno siglo xxi aún quieren entender al mundo para transformarlo.

Ernesto Che Guevara. Pensamiento, palabra y acción

“El Che no es un ídolo, es un hombre, es posible.”

Comandante Fidel Castro Ruz

Han pasado unos meses del 50 aniversario del asesinato del Che en Bolivia y desde entonces se han creado diversas ideas sobre quién era el Che. En unas lo enaltecen o lapidan, y en otras lo describen con justicia. Me parece que, para hablar del Che, debe de hacerse desde ese sentido de justicia y esa cordura revolucionaria que le caracteriza y enlazan siempre su pensamiento y acción.

Después de una voraz y transparente persecución internacional, en el mes de octubre de 1967 el Che es herido, apresado y al día siguiente ejecutado en Bolivia. Y durante treinta años sus restos y los de la columna guerrillera que le acompañó hasta el último momento, permanecieron sepultados clandestinamente en la localidad de Vallegrande. (EcuRed, s.f.)

El Che combatió y fue capturado en las condiciones más duras y difíciles. “La muerte le llegó no como el resultado de una necesidad implacable o de una lucha trágica, desesperada y sin salida, sino como una posibilidad realizable […] después de medir conscientemente las posibilidades históricas […] a través de una lucha organizada dura y larga y no en acciones fugaces, espontáneas y desesperadas […] muere consciente de que la historia no se escribe en un solo día ni en varias jornadas sino en un largo proceso.” (Vázquez, 2000, p. 19)

La lectura dedicada y el desarrollo del pensamiento marxista-leninista del Che es el apartamiento de la tradición comunista de lo realmente existente, por un pensamiento que parte de la realidad, ideas e inmediatez latinoamericana y africana. Es un dirigente y jefe revolucionario de nuestro tiempo, un marxista comprometido con el comunismo como proyecto político-moral, partiendo de la realidad concreta y un hombre dispuesto a dar todo por la revolución[1] y la defensa del proyecto socialista, consciente de que articular el proyecto implicaría siempre un enfrentamiento directo contra el imperialismo norteamericano. El Che es más que un conjunto de tácticas guerrilleras de combate y el valor de la realización de un imposible. (Monereo, 2001, p. 11-17)

Articular ese proyecto significó el conocimiento de la realidad para transformarla a través de un proceso dialéctico y no de una automatización, enfrentar vicios dogmáticos y economicistas y situar al ser humano como determinador consciente de su futuro, probado como arquetipo de la construcción de una sociedad nueva a partir de las contradicciones existentes y la concreción del socialismo.

El Che es el cuerpo donde se funde a cualquier precio palabra y acción que devienen de la conciencia socialista, el necesario rescate del sentido del internacionalismo proletario como deber revolucionario y de la lucha armada como elemento organizador y catalizador del proceso revolucionario. “Es práctica revolucionaria apoyada en el conocimiento de la realidad y no en patrones escolásticos. Es un revolucionario consciente, no un soñador o rebelde a ultranza y menos aún un aventurero en sentido estrecho […] lo que define al verdadero revolucionario de nuestro tiempo -al verdadero marxista- es la vinculación estrecha entre la teoría y la práctica, entre el pensamiento y la acción […] luchan conforme a un proyecto que surge y se nutre de la propia realidad. […] El Che es fiel exponente de una política revolucionaria realista que no tiene nada que ver con el romanticismo idealista ni tampoco con el realismo a todo trance que degenera en el oportunismo o en una política sin principios.” (Vázquez, 2000, p. 19)

Por todos estos rasgos, el Che resulta imprescindible, confirma que los hombres son hacedores de la historia y de la revolución; “el Che, con su palabra y su acción, con su vida y su muerte, deja un testimonio ejemplar de lo que puede hacer el hombre en nuestro tiempo cuando está impregnado de una verdadera conciencia socialista […] el Che es inconcebible sin el socialismo, el socialismo de Marx y de Lenin es inconcebible sin el Che.” (Vázquez, 2000, p.20)

 

Referencias

EcuRed. (s.f.). Obtenido de EcuRed: https://www.ecured.cu/Ernesto_Guevara_de_la_Serna

EcuRed. (s.f.). Obtenido de EcuRed: https://www.ecured.cu/Revoluci%C3%B3n#Concepto_de_Revoluci.C3.B3n

Monereo, M. (2001). Con su propia cabeza. El socialismo en la obra y vida del Che. España: El Viejo Topo.

Vázquez, A. S. (2000). El valor del socialismo. México: Itaca.

 

 

[1] Revolución, en el concepto desarrollado por el Comandante Fidel Castro Ruz: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”. (EcuRed, s.f.)

Un tal pedagogo

En esta ocasión voy a compartir un poco sobre quién soy. Considero importante antes de leer a alguien, conocer quién es, de dónde es, qué hace en la vida, etc., para comprender de mejor manera desde dónde escribe lo que escribe, por qué y cómo mira lo que mira.

Estudié Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. El perfil de pedagoga/o en esta institución es de especialistas en educación. Lo que sea que eso signifique pues, como en todo, existen distintas perspectivas desde las cuáles entender a la pedagogía. Sostengo que es una ciencia social y que la educación no es neutra sino política, o sea que ni buena ni mala. También sostengo que la educación es mucho más que la escuela y que, aunque puede coadyuvar a mejorar nuestro mundo, también puede perpetuarlo con todas sus injusticias y desigualdades, e incluso empeorarlo. Por ello, es que me posiciono y pregono una pedagogía crítica que tiene como horizonte un proyecto político-pedagógico que haga posible un mundo diferente y mejor.

Pertenezco al 1% de la población en México que tiene la oportunidad de estudiar un posgrado (OCDE, 2017). Significa que tengo un enorme privilegio pero, sobre todo, una inmensa responsabilidad pues pude acceder al programa de maestría en Pedagogía de la UNAM. Asumí dos cosas: 1) que para que yo pueda estar estudiando en esta institución, muchas otras personas han tenido que quedar fuera y 2) que me es posible estudiar esta maestría gracias a la beca que me otorgó el CONACyT –que es sostenida por financiamiento del erario público–. ¡Bendita educación pública y gratuita! De no ser por ella, yo no hubiera podido pensar en hacer una carrera y ser parte del pequeñísimo 17% de personas en el país que tiene la oportunidad de estudiar en una universidad, ya sea pública o privada. (OCDE, 2017).

En la maestría que estudio, nos forman para ser investigadores/as en educación. Asimismo, participo como profesor adjunto de la asignatura Investigación pedagógica en el tercer año de la licenciatura de Pedagogía-UNAM. A continuación, haré un esquema que me permite entender y reflexionar sobre el espacio en el que me muevo: la UNAM.

La Facultad de Filosofía y Letras es la única facultad de humanidades en el campus central, sin embargo, es de las más desdeñadas política, social, científica y económicamente. Supongo que es por la fama que tiene de formar gente pensante y contestataria, o como nos llaman: “revoltosos” e “izquierdosos”. A quienes estudiamos en esta facultad, muchas veces nos desdeñan tachándonos de “poco o nada científicos”. De hecho, los recursos como becas de movilidad, proyectos de investigación o cultura, son los menos para esta facultad porque “lo de hoy” es invertir en ciencia “verdadera” que se pueda usar.

Dentro de esta facultad tan despreciada, la carrera de Pedagogía es –a su vez– la menos bienvenida entre los gremios de filósofos, historiadores y algunos otros despistados; siguen insistiendo en sacarnos de su facultad. Todavía recuerdo mi primer día de clases en la carrera…unos muchachos gritaban en la entrada: “Bienvenidos todos, menos –las- de pedagogía”. Enfatizo el género porque soy un hombre que estudió en un Colegio en el que el 90% de la matrícula son mujeres. En ese contexto, además de todo, la asignatura de Investigación pedagógica en la que participo como adjunto, es obligatoria y a casi nadie gusta. La gran mayoría de las colegas la cursan a regañadientes porque tienen que hacerlo y no porque quieran.

Lo anterior puede ayudar a entender por qué escribo lo que escribo, por qué escribo como escribo y desde dónde estoy mirando el mundo. Entenderán que la vida me ha llevado a estar y defender –con convicción– espacios y cosas que generalmente causan “urticaria” o desaprobación social. No le sorprenda si de repente detecta mi adscripción y simpatía con los principios generales del EZLN y con el movimiento mismo. Tampoco si coincido y apoyo muchas de las posturas de las compañeras feministas y sus luchas, menos si detecta cierta crítica pesimista en mis palabras y mucho menos si descubre que mi denuncia (regularmente sarcástica), guarda sus esperanzas en propuestas con iniciativa. Soy de esos que piensan que muchas cosas están mal, pero también pienso que no basta con decirlo porque estoy convencido que podrían estar mucho mejor. Soy de esos que apuestan la vida día a día por tratar de ser congruentes y consecuentes con sus ideales. Soy ese que, en su “odiada” clase de investigación, disfruta intentando convencer a las compañeras/os de que investigar sirve de mucho. Estoy convencido de que investigar es, necesariamente, pensar; y que pensar es, necesariamente, pensar diferente, pensar críticamente cuestionando lo que se presenta como dado. Investigar es la forma de concreción del pensamiento que nos distancia de la reproducción y nos acerca a la transformación.

Puedo decir que lo que hago como universitario no es solamente pensando en mi beneficio personal, porque, desde que entendí que mi educación se paga por medio de impuestos y con el trabajo de muchas personas que jamás van a poder entrar a la universidad, asumo que la mayor parte de mi responsabilidad es hacia esas personas sin nombre. Gracias a ellas me formé y tengo un papel en nuestra sociedad y no me da miedo decir que mi lealtad y mi trabajo son para esas personas.

Salir de casa y descubrir mundos nuevos

(Parte 1)

Si hay una oportunidad viable de estudiar un posgrado, tómala. Si es un posgrado en un lugar diferente de donde vives, vete. No lo pienses tanto, a veces eso es lo que nos detiene para hacer las cosas…para soñar tantito. Si concursas por una beca y no te la ganas, no te sientas mal, síguete preparando para la siguiente solicitud y trabaja en tu nivel de frustración.

Desde hace unos meses, ingresé a una maestría en una institución que se encuentra en Pátzcuaro, Michoacán. Siempre había querido conocer este lugar por sus memorables tradiciones del Día de Muertos. Nací, viví y estudié en el sur de la Ciudad de México y hoy vengo a platicarles lo que he vivido en dos meses fuera de mi zona de comodidad.

A esta maestría ingresamos 12 mujeres y 2 hombres de entre 20 y 50 años de edad. Las 14 personas vivimos, comemos y estudiamos juntas. Al principio fue todo amor y paz; después de dos semanas…ya nos estábamos agarrando del chongo. Nada de qué preocuparse; nos estamos conociendo. Aquí coincidimos personas de varias regiones del mundo: Sud, Centro y Norteamérica; Alemania, y en estos días llegará un colega cubano. Nos comunicamos en español y en inglés.

Me encanta preguntarles sobre sus tradiciones, costumbres y cultura. Ya aprendí que ¡Órale!” se dice “¡Brígido!” en chileno; que en Costa Rica le dicen “wuilas” a las niñas; que en Perú comen cullo asado y que en Alemania, los maestros deciden el destino profesional de los niños y niñas. Charlando con mi compañera de Nuevo León, supe que entre regios tienen un pleito (¡imagínense cómo ha de ser eso!). Nunca debes confundir a un regio de San Pedro Garza García con uno de Monterrey (y viceversa). Que “El Bronco” era un señor al que sí querían mucho y que hoy ruegan para que no sea candidato independiente a la presidencia. Que les da mucho “oso”. No se apuren, a todos nos da vergüenza ese personaje y ya hoy sabemos que no estará en la boleta electoral.

Es divertidísimo ver a mis colegas extranjerxs comer chile. No podemos evitar el ya famoso “¡échale, no pica!” y después ver un incendio en sus caras. No sabemos si reírnos o correr por agua o ambas cosas al mismo tiempo. Dejó de ser divertido cuando vimos que se les ponía la boca entre morada y negra.

Ser de la Ciudad de México pesa un montón. Una tiene que hacerse de mañas para sobrevivir en esa bella jungla gris y es algo que los de otros lados no entienden. Mis colegas nacionales son de Nuevo León, Michoacán, Puebla, Chiapas, Guanajuato, del Estado y Ciudad de México. A nosotras, las de la CDMX, nos dicen “chilangas” [sic] y ya tengo varias cosas prohibidas si no quiero ser la burla de las demás:

  • Voltear a ver las estrellas porque… “¿a poco allá no se ven?” No.
  • Admirarme del cielo azul despejado porque… “¿allá no se ve así?”. No.
  • Sorprenderme del tren Arkansas City que pasa varias veces al día tocando el silbato porque… “allá tienen metro, ¿no?”. Sí pero no es lo mismo, no manchen.
  • Decir “quesadillas de/sin queso” porque… me agarran de bajada por un buen rato. ¡Qué pesadas, oigan!

 

Sobre el punto 4, me la pasé semanas enteras tratando de defender que somos libres de ponerle el guisado que queramos a las quesadillas e incluso, prescindir del queso. No lo he logrado, pero sigo en la lucha. Nos hemos llevado un buen rato discutiendo la fenomenología de la garnacha mexicana. Por ejemplo: me he dado cuenta que los mejores tacos de pastor los producimos nosotros en la bella CDMX. Acá en Michoacán enrollan extrañamente la tortilla y no le ponen piñita. Mis compañeras Guanajuatenses les dicen flautas a los tacos dorados. ¿Cómo creen? Para que sean flautas, tienen que estar hechas de tortilla larga y ovalada. Sus tacos dorados son –lo que para nosotrxs– las quesadillas fritas de papa o de frijol. De hecho, en León hacen tacos dorados de aire, es decir, ¡no tienen relleno! (y se quejan de que nosotrxs decimos “quesadillas de queso” ¡ja!). ¿Han escuchado hablar de las guacamayas o dorilocos? Pues parece ser que los fundadores de esas bombas de calorías fueron los leonenses. También ya hemos probado la bebida de tascalate, café chiapaneco, cacao peruano y café de una famosa cafetería de Guanajuato capital. Alguien mándenos una orden de verdaderos taquitos de pastor y yo les mando carnitas de Quiroga.

 

Hablando de León, aproveché la invitación de mi amiga que es de allá para conocer su ciudad. Resulta que, en ese lugar está sucediendo un fenómeno nuevo muy interesante. Las plantas automotrices como Mazda, Nissan, Toyota, GM y otras, están cambiando la ciudad. Ya es común encontrarse a chinos, coreanos y japoneses en cualquier lado y la ciudad se está adaptando a ellos y no al revés. Me tocó ver que, en el coche de enfrente, alguien tiraba basura y lo primero que dijeron fue: “seguro es chilango”. ¿Disculpen? Pues sí, resulta que han tenido malas experiencias con gente proveniente de la CDMX (lo saben por las placas) que acostumbran tirar basura en las calles y que manejan muy mal. No los culpo, tampoco somos una monedita de oro, pero ¿qué pasa que nadie de otros estados nos quiere? ¿Por qué?

 

Por otro lado, trato de conocer Pátzcuaro y su sabor en mis ratos libres. En una esquina de la Plaza Grande se pone un puesto de uchepos y corundas y ¡no saben! Esta última es la campeona garnachera. Imagínense un como tamal relleno de carne de cerdo o rajas poblanas pero bañado en salsa verde (o roja) con crema y queso. En la otra esquina se encuentran las famosas nieves y la tradicional es la de pasta. Enfrente de la Basílica donde están los restos de Vasco de Quiroga, está “La Tradición. El verdadero sabor de Apatzingán”. Es un restaurante de comida típica de la región de Tierra Caliente y doña Victoria (maestra cocinera tradicional) y su familia son quienes preparan y, además, atienden. Las enchiladas placeras, la morisqueta y la sopa tarasca son mis platillos favoritos.

 

Me he divertido mucho con esta gente que osa de criticarme por mi lugar de origen; les digo que no es fácil ser del D.F. (como ellas dicen) y menos ser egresada de la mejor universidad del país. Si juntan esas dos variables, acostúmbrense a tener las miradas puestas en ustedes y cargar con ese peso encima. En dos meses de vivir con esta gente, yo ya siento que las quiero poquito (pero no les digan). Me gusta molestarlas. Falta mucho tiempo por compartir y habrá muchas historias que contarles. Estén pendientes.

 

 

 

Dana invita los cuentos

Cuando de “orwelliano” se trata

 

La palabra es un neologismo que tiene su origen en la famosa novela 1984 de George Orwell, todos recordamos esa sociedad totalitaria donde el Gran Hermano vigilaba en todo momento a las personas, donde el Ministerio de la Verdad eliminaba pasajes históricos, palabras del diccionario, y donde un funcionario se resistía a abandonar sus libertades.

La novela fue publicada en 1949, en el contexto de la caída del régimen nazi y frente a una creciente Unión Soviética que decepcionó al joven periodista inglés durante su expedición para luchar contra la falange española. Sin embargo, como muchas excelentes novelas no ha perdido su vigencia, con el siglo XXI ha llegado una nueva interpretación de sus líneas, una especie de manifestación ante un neoliberalismo exacerbado, a tal punto que desde la llegada de Donald Trump al poder, se ha disparado su venta en Estados Unidos e incluso se encuentra agotada en Amazon.

Es así como resurge el término orwelliano, el cual no sólo hace alusión a un régimen totalitario, sino al concepto de doblepensar que se toca en el libro. El Ministerio de la Verdad manipula y trunca la verdad a su favor. Orwell describe este proceso como consciente para que no quede ninguna duda y sea suficientemente preciso, y también inconsciente, para que no exista un sentimiento de falsedad y de culpabilidad.

Normalmente, se genera a través del oxímoron, la contraposición de dos conceptos que son opuestos, en la novela Orwell pone varios ejemplos como lo es el Ministerio del Amor, que está encargado de mantener a las personas alejadas una de otra a través del miedo, la tortura y el lavado de cerebro.

Aunque a primera vista nos podría parecer una política completamente fantástica, así era como funcionaba gran parte de la propaganda estalinista, por ejemplo, cuando borraba a sus enemigos políticos de las fotografías, en un intento de manipular los hechos históricos para la posteridad y en la mente de quienes estaban en el régimen.

Así funcionaba también la mente del maquiavélico Joseph Goebbels, encargado de la propaganda nazi, presentando los campos de exterminio a la población judía como un campo de retiro y descanso. Autor de la célebre frase “Una mentira mil veces repetida se transforma en verdad”.

¿Hay una forma más acertada de asfixiar una cultura que desacreditando su lenguaje y desmotivando a los usuarios de la misma? No en vano ha habido tensiones entre las naciones por el reconocimiento de las lenguas oficiales. Durante el régimen franquista en España se prohibieron lenguas como el euskera, el catalán, el asturleonés, el aragonés y el gallego, a pesar de que Franco nació en Ferrol, porque comprendía que la lengua significa poder político, identidad, comunicación y expresión.

El castellano representaba el régimen y las lenguas del norte, la resistencia. ¿Existe una forma más acertada de atacar la identidad de un grupo que estigmatizando su lengua? Actualmente, la Casa Blanca elimina su versión web castellanizada, en 1984 el partido borraba palabras del diccionario para evitar que la gente se comunicara con claridad y simplificara su pensamiento.

La reinterpretación de 1984 ha adaptado el término orwelliano, no necesariamente se refiere a un régimen totalitario, estalinista o nazi, sino que orwelliano ha pasado a ser un adjetivo que califica la manipulación política a la cultura de la población a nivel histórico, tradicional y lingüístico.

¿Y no está funcionando así gran parte de nuestro mundo en términos de política? ¿No son los eufemismos de las crisis económicas y humanitarias otra forma de doble discurso? Presentar una realidad terrible a través de palabras que la hagan sonar como un logro nacional.

Frases como “movilidad exterior” para referirse a la fuga de cerebros por falta de oportunidades en el país, “recarga temporal de solidaridad” para hablar de una subida de impuestos, “desaceleración transitoria” en lugar de crisis económica, es parte del concepto de doblepensar, quizá sea nuestro propio Ministerio de la Verdad.

Pendientes de septiembre

“El desastre nos incumbe a todos. Los que no resultamos damnificados directamente por los sismos del mes de septiembre, lo fuimos al tomar conciencia de las dimensiones de sus consecuencias…”

En 1985, la Coordinación General de Apoyo a los Damnificados conformada en la UNAM reflexionaba lo anterior y llamaba la atención sobre la transgresión del “límite de una ciudad enorme, con graves contradicciones y problemas que en vez de resolverse tienden a agravarse diariamente… el desastre hace estallar ese límite… potenciando la realidad de la destrucción ocasionada, en último término, por la mala planeación, por la carencia, en fin, de un desarrollo armónico”.

Tal como entonces, a 32 años exactos del gran sismo de 1985, y luego de 12 días del mayor movimiento telúrico habido en el país desde 1932 —el 7 de septiembre—, el cual afectó principalmente a Oaxaca y Chiapas, el 19 de septiembre de 2017 un movimiento intraplaca, con epicentro en la colindancia de Morelos y Puebla, tuvo como zona cero a la Ciudad de México y causó graves daños en aquellas dos entidades federativas, además de Guerrero y el Estado de México.

El corredor Roma-Condesa, Obrera, Narvarte, Portales, Coapa, Lindavista, Santa Rosa Xochiac… la tecnología actual de teléfonos móviles, cámaras de seguridad en calles y avenidas y las redes sociales posibilitaron ver, de primera mano, la forma en que muchos inmuebles quedaron aplastados o derrumbados en unos segundos.

No obstante, que el sismo del 19 de septiembre de 2017 —aun con sus consecuencias de destrucción, tragedia y cobro de vidas en la capital del país y en los estados afectados—, no tuvo los mismos efectos que el de 32 años atrás, al menos en la Ciudad de México dejó ver que hay avances innegables en materia de protección civil, tareas de rescate; normatividad para la construcción, respuesta de las autoridades, entre otros.

Asimismo, el refrendo de la ayuda solidaria de la sociedad que, como testimonian diversos documentos audiovisuales, se lanzó, literalmente, a escarbar y quitar piedras de las edificaciones caídas, una vez que se asentó la nube de polvo dejada por los derrumbes, para intentar el rescate de quienes quedaron atrapados entre escombros.

Se aprecian, sin embargo, varios puntos pendientes, señalados por la UNAM ya en 1985, sobre los que debe reflexionarse y trabajar de manera permanente, habida cuenta de que los sismos no pueden predecirse. México es un país de alta sismicidad por ubicarse sobre cinco placas tectónicas y su capital, asentada en un lago, es víctima de la amplificación de las ondas sísmicas.

• Sigue existiendo una alta concentración de servicios públicos en la Ciudad de México, y no se han tomado medidas para regular y controlar su crecimiento, de forma armónica con el resto del país. Tampoco se ha trabajado en una urbanización ordenada: en la ciudad ha continuado un crecimiento anárquico que no toma en cuenta sus características ecológicas, lo cual la deja vulnerable a los fenómenos naturales.

• Es insuficiente la atención al mantenimiento y conservación de inmuebles, y existe falta de control sobre modificaciones a los mismos, no obstante, la adecuación de normas en materia de construcción, algunas incluso, consideradas dentro de las más avanzadas del mundo.

“Falta control de calidad” en la aplicación de las normas, afirmó en conferencia vía Facebook Live el investigador emérito del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Luis Esteva Maraboto, exdirector de esa instancia académica en 1985 y miembro de la Comisión Interdisciplinaria conformada para estudiar diversos aspectos en relación con los sismos de septiembre de aquel año.

Por su parte, académicos reunidos en la conferencia “La vivienda de la Ciudad de México después de los sismos” señalaron que en materia de construcción, tanto en la capital del país como en el resto de las entidades federativas, prevalece la lógica del mercado sobre la planeación y la seguridad de la población. El investigador Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones Económicas, destacó que deben conocerse los atlas de riesgos, utilizados en pro de la especulación inmobiliaria.

En tanto, los investigadores Víctor Cruz Atienza y Shri Krishna Singh, así como Mario Ordaz Schroeder, de los institutos de Geofísica e Ingeniería, respectivamente, indicaron la existencia de un “grave problema” de incumplimiento de las normas especificadas en el reglamento de construcción vigente en la Ciudad de México, por lo que “los daños observados se explican mejor con la falta de observancia de las normas, más que con deficiencias” en la normatividad actual.

Otros puntos no menores detectados también hace 32 años por especialistas universitarios y que siguen sin resolver son:

• La inexistencia de mecanismos eficaces para la atención de emergencias urbanas, tanto en la capital como en el resto de las entidades federativas afectadas.

• Falta de una cultura sísmica bien consolidada entre la sociedad, los cuerpos de auxilio y seguridad, para saber qué acciones, actitudes y medidas proceden ante la ocurrencia de estos eventos con objeto de evitar, por ejemplo, la saturación de líneas telefónicas o para descongestionar vialidades.

• La comunicación social, de nuevo, adoleció de falta de articulación, dando pie a la difusión de rumores e información inexacta, pese a la profusión de mensajes de orientación en medios tradicionales, internet y redes sociales.

En 1985, al momento del sismo se habían efectuado elecciones federales intermedias; en 2017, el proceso para elegir al próximo presidente de la República, senadores y diputados, además de ocho gobernadores, entre los que destaca quien encabezará el gobierno de la Ciudad de México y más de 2,700 cargos públicos en todo el país, comenzó el 8 de septiembre.

Hace poco más de tres décadas la UNAM observó:

La falta de capacidad de las asociaciones y partidos políticos para organizar y movilizar la participación ciudadana con fines distintos a los electorales, se reflejó en su escasa intervención en la coordinación y apoyo de los esfuerzos improvisados de la población para enfrentar el siniestro.

Los sismos de los días 7, 19 y 23 de septiembre de 2017 volvieron a dar cuenta de lo anterior.

La reflexión del rector Jorge Carpizo ante los eventos geológicos de hace 32 años respecto de la comunidad universitaria sigue siendo válida, y se extiende a las autoridades, a los políticos y, en general, a toda la sociedad:

• Los sismos de septiembre de 1985 constituyen un momento crucial en la historia de México. Después de ellos, ni el país ni la sociedad serán los mismos. Por ello los universitarios debemos reflexionar y actuar. Reflexionar sobre los caminos que se deben tomar, y actuar para recorrerlos. Nunca como ahora debemos ser propositivos; la sociedad y la nación nos lo requieren.

“La catástrofe nos removió a todos. No nos queda más que hacer algo positivo de ella… la preparación necesaria en caso de desastre nacional atañe no sólo a un plan de emergencia, sino también a un plan de convivencia armónica y coherente en las condiciones de vida normal de nuestra ciudad y de nuestro país”, advertió la Coordinación General de Apoyo a los Damnificados en 1985. Hoy, 32 años después, la observación sigue vigente.

Las reflexiones y resultados de los trabajos de la Comisión Interdisciplinaria, así como el Informe de la Coordinación de Apoyo a Damnificados y las palabras del doctor Carpizo que aquí se citan se publicaron en octubre de 1985 en el libro La UNAM ante los sismos de septiembre; editado por la Dirección General de Publicaciones de la misma Universidad.