Durante su estancia, Renata formará parte del equipo del Centro de Estudios Mexicanos involucrándose en los proyectos académicos y culturales de esta Sede de la UNAM en Nueva Inglaterra. Pondrá en práctica los conocimientos adquiridos durante su carrera y contribuirá al desarrollo de las funciones sustantivas de UNAM-Boston.
Es licenciada en Administración-Negocios de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán y beneficiaria del “programa de titulación para egresados de la UNAM a través de prácticas profesionales en las sedes de la UNAM en el extranjero (TPP).
Tendrá la oportunidad de tomar clases en algunas de las mejores universidades del mundo como la Universidad de Harvard, la de Boston y la de Massachusetts y, también, de participar en eventos organizados por instituciones locales que le permitirán enriquecer su formación académica-profesional para la siguiente etapa de su vida, ya sea laboral o estudios de posgrado.
Renata es la cuarta egresada de la UNAM beneficiaria de esta beca de la Universidad.
Las intoxicaciones en perros y gatos ocurren con bastante frecuencia. Generalmente, son los cachorros los más afectados debido a su curiosidad por explorar el entorno que los rodea. También se necesita tener en mente que muchos de estos organismos representan cierta toxicidad en humanos, sobre todo en los niños pequeños.
En ese contexto, los felinos se intoxican con menor incidencia debido a que son más selectivos al momento de utilizar algún elemento para jugar; los perros, por el contrario, muerden y tragan objetos con mayor insistencia.
En este sentido, investigadores del Laboratorio de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de la Plata, realizó una clasificación de las plantas ornamentales tóxicas que provocan con mayor frecuencia intoxicaciones en mascotas, así como de los insectos y animales venenosos que son comunes en los jardines y en el hogar.
Las plantas
Existen plantas que poseen estructuras microscópicas en sus hojas que, si son mordidas, pueden provocar irritación intensa de la boca y la lengua y otras estructuras anatómicas cercanas. Cuando nuestra mascota se expone a ellas es necesario lavarle la boca con abundante agua y llevarla de inmediato a la clínica veterinaria. Estas intoxicaciones no suelen ser peligrosas y son:
Ciertas plantas producen frutos que pueden resultar atractivos para los caninos. En el caso del «cinamomo» (Melia azedarach), si los frutos son consumidos provocan un cuadro gastroentérico de gravedad variable (caracterizado por vómitos y diarrea), e incluso, problemas neurológicos. Otros, como el «francesino» o jazmín paraguayo (Brunfelsia sp.) pueden provocar una variedad de signos que afectan al aparato digestivo, corazón y al sistema nervioso. De ocurrir la ingestión de los frutos de alguna de estas plantas, puede desarrollarse un cuadro grave que requiere pronta atención veterinaria.
Otras mucho más peligrosas que pueden conducir a la muerte de tu mascota. Es el caso de la «laurel de flor o trinitaria» (Nerium oleander) es de las plantas más venenosas del mundo (posee oleandrina, toxina que actúa sobre el corazón). Otra especie de planta representa un peligro para los felinos, el «lirio» pues puede provocar daños graves en sus riñones, especialmente si el animal es muy joven.
Insectos y animales venenosos
Entre los arácnidos, las arañas y escorpiones son el grupo más temido y sólo unos pocos representan peligro, que en el mismo caso de las plantas, también son una amenaza para los humanos.
Entre ellos se encuentra «la araña violinista» (Loxosceles sp.) y la «viuda negra» (Latrodectus sp.). Suelen encontrarse dentro de los domicilios, pero no son organismos agresivos, los accidentes ocurren porque las arañas son pisadas o molestadas, ya sea a propósito o accidentalmente.
Hablando de escorpiones, los cuales todos poseen veneno pero sólo algunos son peligrosos, como los del género Tityus, su picadura provoca intenso dolor local y posibles manifestaciones sistémicas.
En cuanto a las serpientes u ofidios, los envenenamientos más frecuentes ocurren por la mordedura de las «terciopelo» (género Bothrops), encontrada en el Sur de México. El veneno de estas serpientes es una mezcla compleja de sustancias capaces de provocar gran daño local caracterizado por hinchazón, hemorragia y necrosis (muerte de tejidos), aunque también son posibles los daños sistémicos (distantes al sitio de la mordedura), como sangrado, daño muscular, renal, entre otros.
La mayoría de anfibios son venenosos, eso sí, no quiere decir que sean peligrosos para los humanos, pocos pueden afectar a la salud. Algunas especies de sapos poseen glándulas especiales que producen una mezcla de sustancias tóxicas capaces de provocar gran irritación en la lengua y boca (mucha salivación) y en algunos casos signos cardíacos y nerviosos. Es fundamental que, si una mascota lame o muerde un sapo, el propietario lave rápidamente la boca con agua (con una manguera, por ejemplo) y acuda al veterinario.
Investigadores de la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York) han creado un pez robótico con un sistema sintético (hidráulico) que permite moverse y almacenar energía para potenciar sus aplicaciones y desarrollar tareas sofisticadas y de larga duración, en un fluido al que sus inventores llaman «sangre de robot».
Los seres humanos y otros organismos se mantienen a través de sistemas integrados. Aquéllos almacenan energía en reservas de grasa (lípidos) distribuidas por todo el cuerpo, y un intrincado sistema circulatorio que ayuda a transportar oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo para llevarlos a billones de células.
En este sentido, los investigadores desarrollaron un robot blando con aproximadamente 40 centímetros de longitud, que no requiere de baterías sólidas, sino que es impulsado por un fluido de doble función, pues sirve para almacenar energía y permite el movimiento de las aletas.
Dicho mecanismo permite a la máquina almacenar más energía en un espacio más pequeño y ligero, para operar por períodos más largos sin la necesidad de paquetes de baterías pesados y engorrosos.
La innovación es un paso hacia la creación de robots autónomos, aquellos que pueden realizar tareas sin intervención ni guía humana, dice Robert Shepherd, robotista de la Universidad de Cornell, quien formó parte del equipo de investigación.
Este dispositivo incrementó la cantidad de energía almacenada en el robot en un 325 por ciento, en comparación con una máquina que tiene una batería y un sistema de fluido hidráulico separados, dice Shepherd, y podría funcionar durante 37 horas sin necesidad de recargar.
Los investigadores describen su máquina en un artículo publicado en la revista Nature.
En lugar de usar el fluido hidráulico convencional, que normalmente circula alrededor de las máquinas para mover sus partes, el equipo de Shepherd utilizó un fluido de batería que alimenta al robot y también una bomba para mover las aletas, haciendo que los peces naden.
La Universidad de Tecnología de Eindhoven (TU/e) ha tomado medidas radicales para aumentar su proporción de académicas al abrir vacantes de empleo sólo para mujeres.
A partir del 1 de julio, la TU/e en los Países Bajos no permitirá a los hombres postularse para trabajos académicos permanentes durante los primeros 6 meses del proceso de reclutamiento, esto bajo un nuevo programa de becas. En caso de que no se encuentre un candidato adecuado en ese lapso, los hombres podrán postularse, pero el comité de selección tendrá que nominar al menos a un candidato de cada género.
«Se dice que toman todo tipo de medidas, pero sólo se hace de ‘dientes para afuera’. Las estadísticas aún se ven horribles», dice Robert-Jan Smits, presidente de la TU/e.
Actualmente, el 29 por ciento de los profesores asistentes de la TU/e son mujeres; a nivel de profesor asociado y completo, alrededor del 15 por ciento son mujeres. Con este programa, la TU/e pretende llegar al 50 por ciento de mujeres para profesores asistentes y asociados, y al 35 por ciento para profesores titulares.
El plan fue anunciado el 17 de Junio de este año y está causando grandes controversias. «La gente dice que es ilegal, dicen que vamos a bajar los estándares. Eso es un montón de tonterías «, refiere Smits.
Algunos críticos dicen que el programa discrimina a los hombres. «Sí, absolutamente, durante años los hombres han discriminado a las mujeres y a las mujeres no se les ha pagado igual que a los hombres por los mismos trabajos», comenta Smits
Las leyes holandesas y de la Unión Europea (UE) permiten que las políticas recluten grupos subrepresentados. Sin embargo, en la ciencia persiste una brecha de género: en 2011 las mujeres representaban sólo un tercio de todos los investigadores de la UE, y en el nivel más alto de la escala de la carrera académica sólo el 21 por ciento eran mujeres durante el 2013, de acuerdo con datos de la Comisión Europea.
«Si no tomas medidas audaces, las cosas no mejorarán», señala Smits y agrega que espera que el programa tenga un efecto de “bola de nieve” en otras políticas de reclutamiento universitario.
El satélite cuántico es una piedra angular hacia la red cuántica práctica del espacio libre y supera la pérdida de fotones a gran distancia.
El objetivo de los ‘satélites cuánticos’ es experimentar con la comunicación cuántica, basada en cambios de estado de partículas subatómicas como los fotones, que en la práctica podría tener dos grandes usos: un sistema de transmisión de datos más rápido que los actuales e imposible de interceptar (pues no se pueden interceptar ni espiar partículas cuánticas).
En este sentido, ingenieros chinos de la Universidad de Nanjing en China, están desarrollando una red de comunicaciones cuánticas en el aire con drones como nodos, capaz de enviar y recibir fotones entrelazados en pleno vuelo durante 40 minutos y a 100 metros de altitud, cuyo peso es de 35 kg. Una alternativa móvil de bajo coste a una red basada en fibra, ‘red cuántica’ compuesta de drones, en lugar de satélites artificiales.
El entrelazamiento cuántico es uno de los fenómenos más desconcertantes de la mecánica cuántica: cuando dos partículas, como los átomos, los fotones o los electrones, se entrelazan, experimentan un vínculo inexplicable que se mantiene incluso si las partículas están en lados opuestos del universo.
Un problema clave con el desarrollo de redes cuánticas terrestres es la fragilidad del enredo; Al enviar fotones a través de redes de fibra óptica existentes, esto limita la distancia de transmisión y las velocidades de datos. Teniendo esto en cuenta, en los últimos años, los científicos han investigado cada vez más las redes cuánticas relacionadas con fotones transmitidos al aire libre.
Sin embargo, aún existen desafíos que incluyen la cobertura de todas las ubicaciones en tiempo real y la construcción de múltiples nodos, que pueden complementarse con la diversidad de drones modernos.
La Universidad de Salamanca (USAL), con la colaboración de la Universidad de Colorado y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), demuestra que la luz es capaz de forzar una torsión sobre sí misma en ausencia de fuerzas externas.
Los científicos Laura Rego, Carlos Hernández García, Luis Plaja y Julio San Román del Grupo de Investigación en Aplicaciones del Láser y Fotónica (ALF-USAL), son quienes lideran la investigación internacional, muestran una propiedad nunca antes vista hasta ahora el ‘torque de la luz‘, estudio que acaba de ser publicado en Science.
Dicho estudio abre nuevas vías para la comunidad científica internacional en la investigación básica sobre las dinámicas de interacción entre luz y materia. Dichos impulsos dinámicos de vórtice podrían usarse potencialmente para manipular nanoestructuras y átomos en escalas de tiempo ultrarrápidas.
Hasta la fecha se conocía que los haces de luz podían ser creados con torsión, es decir, con una estructura en forma de remolino alrededor de su eje de propagación. Los ‘vórtices de luz’ -como se conoce a los haces de luz con torsión- son análogos a los torbellinos que forma el viento y, al igual que estos, son capaces de ejercer fuerzas de rotación sobre los materiales.
El nuevo tipo de haz de luz demostrado por la USAL posee, además, la propiedad de acelerar su torsión en el tiempo, como un remolino que acelera su rotación. No sólo gira por sí mismo, sino que, también es «capaz de aumentar la velocidad de su giro sin ayuda externa, auto acelerándose«, subrayan los autores. Son, por lo tanto, vórtices que ejercen sobre sí mismos un torque, es decir, luz con auto-torque.
Los vórtices de luz tienen aplicaciones interesantes en diferentes ámbitos de la tecnología, si bien todavía a nivel experimental. Se trata, de una nueva herramienta para estudiar la dinámica de las interacciones entre la luz y la materia, en la escala micro y nanoscópica. «Es un paso fundamental para el desarrollo de la tecnología del futuro«, concluyen los científicos.
¿Quieres crear un nuevo tipo de proteína que pueda tener propiedades útiles? No hay problema. Sólo tararea alguna buena melodía.
Una sorprendente unión entre ciencia y arte, fue lograda por los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quienes han desarrollado un sistema para convertir las estructuras moleculares de las proteínas, los componentes básicos de todos los seres vivos, en un sonido audible que se asemeja a pasajes musicales. Luego, invirtiendo el proceso, pueden introducir algunas variaciones en la música y convertirla de nuevo en ‘nuevas proteínas’ nunca antes vistas en la naturaleza.
Aunque no es tan simple como crear una nueva proteína, el nuevo sistema se acerca. Proporciona una forma sistemática de traducir la secuencia de aminoácidos de una proteína en una secuencia musical, utilizando las propiedades físicas de las moléculas para determinar los sonidos. Aunque los sonidos se transponen para llevarlos dentro del rango audible para los humanos, los tonos y sus relaciones se basan en las frecuencias vibracionales reales de cada molécula de aminoácido, calculadas utilizando teorías de química cuántica.
El sistema fue desarrollado por Markus Buehler, el Profesor de Ingeniería de McAfee y jefe del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT, junto con el postdoc Chi Hua Yu y otros dos. Como se describe hoy en la revista ACS Nano, el sistema traduce los 20 tipos de aminoácidos encontrados en la naturaleza, que son los ‘bloques’ de construcción que se unen en cadenas para formar todas las proteínas, en una escala de 20 tonos.
Por lo que una larga secuencia de aminoácidos de cualquier proteína se convierte en una secuencia de notas.
Si bien esta escala suena poco familiar para las personas acostumbradas a las tradiciones musicales occidentales, los oyentes pueden reconocer fácilmente las relaciones y las diferencias después de familiarizarse con los sonidos.
Todo el concepto, explica Buehler, es lograr una mejor comprensión de las proteínas y de su amplia gama de variaciones. Las proteínas constituyen el material estructural de la piel, los huesos y los músculos, pero también son enzimas, moléculas de señalización, interruptores moleculares y una gran cantidad de otros materiales funcionales que conforman la maquinaria de todos los seres vivos.
Pero sus estructuras, incluida la forma en que se ‘pliegan’, forma que toman y que a menudo determinan sus funciones, son extremadamente complicadas. «Tienen su propio idioma, y no sabemos cómo funciona«, dice.
Al traducir ese lenguaje a una forma diferente a la que los humanos están particularmente bien sintonizados, esperan obtener nuevos conocimientos sobre las relaciones y diferencias entre las variadas familias de proteínas, y utilizar esto como una forma de explorar los posibles ajustes y modificaciones de su estructura y función.
Todos los organismos vivos están formados por células individuales e identificables, cuyo número, junto con su tamaño y tipo, definen en última instancia la estructura y las funciones de un organismo.
Es fácil, por ejemplo, saber el número exacto de células en organismo inferiores: por ejemplo, las bacterias y las levaduras están compuestas por células individuales, mientras que el gusano Caenorhabditis elegans adulto consta de exactamente 959 (hombres) o 1031 (hermafrodita) células somáticas.
En contraste, es más difícil determinar el número de células en organismos superiores, aunque presumiblemente está regulado por mecanismos más amplios de homeostasis, como la proliferación, diferenciación y muerte celular. Esto nos lleva a tener ciertas consideraciones, por ejemplo, la altura y masa corporal; aunque en general se esperaba que existiera un número conservado de células corporales entre los seres humanos, que se creía oscilaba entre 1012 y 1020 células. Valores rara vez respaldados por mediciones o cálculos.
Por ello, para calcular las células totales, tomaron un “hombre de referencia”, cuyo peso de 70 kg, entre 20-30 años y de 1.7 metros de altura. Esto porque, se aplican diferencias cuantitativas relativamente modestas para las mujeres debido a los característicos cambios en la masa corporal, el volumen sanguíneo y la microbiota genital. Así, considerando estos datos, nuestro “hombre de referencia” se encuentra formado en promedio por 30 trillones de células humanas. La gran mayoría de células humanas se encuentran en la sangre (glóbulos rojos), el 70% del total de las células corporales, seguido por células gliales (8%), células endoteliales (7%), fibroblastos dérmicos (5%), plaquetas (4%) y células de la médula ósea (2%). Otros 50 tipos de células representan el 3% restante.
Como sabemos, los microbios se encuentran en todo el cuerpo humano, principalmente en las superficies externas e internas, incluido el tracto gastrointestinal, la piel, la saliva, la mucosa oral y la conjuntiva. Por ello no era tan descabellado pensar que las células bacterianas dentro del cuerpo humano se encontraban en un rango de 10:1, es decir, 10 células bacterianas por cada célula humana, estimación realizada en 1972 por el microbiólogo Thomas Luckey.
Pero cuando se realizó un conteo real en el “hombre de referencia” utilizando técnicas más modernas como el análisis de ADN y resonancia magnética, Milo, Sender y Fuchs, hallaron que, la gran mayoría de la microbiota se localiza en el colon, con un estimado de 1014 bacterias, seguidas por las células bacterianas en la piel que se estiman en aproximadamente 1012 bacterias. También determinaron que 0.2 kg, es la contribución del peso del total del microbioma en un hombre promedio.
Al juntar todos estos cálculos, los investigadores propusieron una nueva proporción de células microbianas a humanas, de 1.3:1, y con una gran seguridad. Aún con estos nuevos cálculos, podemos notar que las células bacterianas siguen superando a las humanas.
“Creo que es bueno saberlo, pero en realidad, no le encuentro ningún significado biológico”.
*Esta publicación se realizó gracias al apoyo del Dr. Adrián Fernando Álvarez, Investigador Asociado del Departamento de Genética Molecular en el Instituto de Fisiología Celular en la UNAM.
Referencias:
Bianconi, E., Piovesan, A., Facchin, F., Beraudi, A., Casadei, R., Frabetti, F., Vitale, L., Pelleri, M., Tassani, S., Piva, F., & Perez-Amodio, S. (2013). An estimation of the number of cells in the human body. Annals of human biology, 40(6), 463-471.
Sender, R., Fuchs, S., & Milo, R. (2016). Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. PLoS biology, 14(8), e1002533
Abbott, A. (2016). Scientists bust myth that our bodies have more bacteria than human cells. Nature, 10.
*Investigadores del Cinvestav han detectado proteínas del patógeno que ayudan a su movimiento en el organismo y que juegan un papel en la infección
Tras un intento de suicidio, un historial de problemas por violencia en la escuela y múltiples sesiones sicoterapéuticas, el diagnóstico se inclinó más hacia una infección congénita que a un tema sicológico. La historia es de una paciente de 20 años que ha vivido toda su vida con toxoplasmosis, una infección que adquirió de su madre, quién durante el periodo de gestación transmitió la enfermedad a su hija.
El mismo tiempo que la paciente ha vivido con toxoplasmosis, Ricardo Mondragón Flores, adscrito al Departamento de Bioquímica del Cinvestav, ha investigado el parásito que la ocasiona, a fin de generar opciones para controlar esa infección que, según estimaciones, afecta de manera crónica a un tercio de la población humana.
De acuerdo con el investigador del Cinvestav, la toxoplasmosis es una parasitosis producida por el Toxoplasma gondii, un parásito capáz de invadir cualquier tipo de células en animales de sangre caliente. Toxoplasma es un parásito intracelular que afecta tanto a personas como a animales por la ingesta de verduras u hortalizas mal lavadas, agua contaminada o carne mal cocida o cruda.
En mujeres embarazadas, este parásito puede producir nacimientos de bebés con ceguera o retraso mental, además de provocar aborto cuando la infección ocurre en el primer trimestre del embarazo. Los bebés también pueder nacer aparentemente sanos, y es en la adolescencia cuando manifiestan esquizofrenia, actitudes agresivas o tendencias suicidas.
Este patógeno ha encontrado en los gatos a su principal vector de transmisión, ya que el felino puede infectarse al comer aves y roedores con el parásito. Dentro del intestino del gato se forma una estructura esférica resistente, conocida como ooquiste, que no es infectivo pero que al ser eliminado en heces en fuentes de agua o en zonas de hortalizas, permite su maduración y capacidad de infección al ser ingerido, afectando a personas o animales.
Una vez ingerido el ooquiste, el parásito sale e invade a las células del intestino en donde se transforma en una forma parasitaria de alta virulencia conocida como taquizoíto, que atraviesa las células intestinales hasta alcanzar el torrente sanguíneo y distribuirse por todo el organismo.
En personas nutridas adecuadamente y con un sistema inmune eficiente, el parásito no produce síntomas y se aloja en los tejidos en forma de un quiste y permanece ahí por el resto de su vida, hasta que haya alguna condición que induzca su resurgimiento como una inmunosupresión o un embarazo, ya que el sistema inmune sólo puede controlar la infección, pero no eliminarla.
“Hemos estudiado el comportamiento a nivel celular del parásito Toxoplasma gondii, porque este patógeno puede vivir dentro de las células del organismo por años sin afectar al organismo, pero por alguna razón se activa, sale del quiste en el que está alojado y se disemina a todos los órganos incluyendo el cerebro, donde provoca encefalitis, y al ojo, ocasionando ceguera por coreorretinitis”, señaló Mondragón Flores.
De los aspectos esenciales en la capacidad invasiva de este parásito están su gran motilidad y su alta capacidad de secreción de componentes; fenómenos en los que el equipo de investigación de Mondragón Flores ha puesto énfasis en sus estudios.
Recientemente ha encontrado que una serie de proteínas conocidas como GRA8 y 4 ubicadas en gránulos densos al interior del parásito también forman parte de su citoesqueleto, están relacionadas con una función estructural del citoesqueleto y contribuye así con las propiedades mótiles de este patógeno.
“Nosotros encontramos que esas proteínas están en el citoesqueleto del parásito, contribuyendo con el proceso de invasión de la célula blanco, un evento que ocurre en un tiempo menor a cinco segundos”, mencionó el investigador del Cinvestav.
A la fecha, el tratamiento farmacológico contra la toxoplasmosis es limitado e ineficiente con las formas enquistadas, y tampoco existe una vacuna disponible en humanos. De allí la importancia de conocer a profundidad la forma en que actúa el parásito a fin de poder identificar blancos moleculares que ayuden a generar nuevas alternativas terapéuticas capaces de contener la infección por toxoplasmosis o moléculas candidatos con aplicación inmunoprotectora.
De hecho, esa es otra línea de investigación del grupo de Ricardo Mondragón Flores, en la que se han obtenido algunos avances con la intención de encontrar tratamiento o incluso alguna vacuna contra este parásito.
Unas 464.000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017, superando con creces las 89.000 que murieron en conflictos armados en el mismo período, esto de acuerdo con el Estudio mundial sobre el homicidio 2019, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
«El Estudio mundial sobre el homicidio 2019 busca arrojar luz sobre los asesinatos por motivos de género, la violencia entre pandillas y otros desafíos, teniendo como propósito apoyar en la prevención y las intervenciones destinadas a reducir las tasas de homicidio», dijo el Director Ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov. «Los países se han comprometido a cumplir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a fin de reducir todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad relacionadas a este delito para el año 2030. Este informe ofrece ejemplos importantes de intervenciones comunitarias efectivas que han ayudado a lograr mejoras en áreas afectadas por la violencia, las pandillas y el crimen organizado».
El estudio muestra que el número total de personas que sufrieron una muerte violenta como consecuencia de un homicidio aumentó en el último cuarto de siglo, de 395.542 en 1992 a 464.000 en 2017. Sin embargo, debido a que la población mundial ha aumentado a un ritmo más rápido que el incremento de las víctimas de homicidio registradas, el riesgo general de ser asesinado por homicidio ha disminuido de manera constante. La tasa mundial de homicidios, que se mide como la tasa de víctimas por cada 100.000 personas, disminuyó de 7,2 en 1992 a 6,1 en 2017.
La delincuencia organizada es responsable del 19 por ciento de los homicidios
El crimen organizado por sí solo fue responsable de hasta un 19 por ciento de todos los homicidios en 2017. Desde el comienzo del siglo XXI, las organizaciones criminales han causado la muerte de un número de personas igual al de todos los conflictos armados del mundo. Por otra parte, al igual que los conflictos armados, la delincuencia organizada desestabiliza a los países, mina el desarrollo socioeconómico y erosiona el estado de derecho.
Las tasas de homicidio varían ampliamente entre las regiones y dentro de ellas
La tasa de homicidios promedio en 2017 (6.1) oculta dramáticas variaciones regionales. La tasa en el continente americano (17,2) fue la más alta registrada en la región desde que se iniciaron los registros confiables en 1990. La tasa de África (13,0) también estaba por encima de la media mundial, mientras que las tasas de Asia, Europa y Oceanía estaban por debajo de la media mundial (2,3, 3,0 y 2,8, respectivamente).
Aunque las tasas de homicidio siguen siendo altas en América, el panorama varía enormemente dentro de la región y dentro de cada país. En América Central, el país con la tasa de homicidios más alta (62,1) tenía una proporción siete veces superior a la del país con la tasa más baja. En América del Sur, el país con la tasa de homicidios más alta (56,8) tenía una proporción más de 16 veces superior a la del país con la tasa más baja.
Dentro de los países del continente, los altos niveles de homicidio están agrupados, con algunas poblaciones locales que enfrentan tasas de homicidio comparables a las tasas de mortalidad en zonas de conflicto y otras que tienen un riesgo insignificante.
La mayoría de las víctimas de homicidio son hombres, pero las mujeres suelen ser asesinadas por sus familiares y parejas íntimas.
A nivel mundial, alrededor del 81 por ciento de las víctimas de homicidio registradas en 2017 eran hombres y niños, y más del 90 por ciento de los sospechosos de homicidio eran hombres, según las estimaciones más recientes. Sin embargo, el estudio muestra que la disparidad de género entre las víctimas cambia con la edad.
Tanto las niñas y los niños de nueve años, así como los menores de edad, son asesinados en tasas aproximadamente iguales, contrastando con todos los demás grupos de edad, en los que los hombres constituyen más del 50 por ciento de las víctimas, según datos de 41 países.
En todas las regiones, la probabilidad de que los niños sean víctimas de homicidio aumenta con la edad, aunque este proceso ocurre en diferentes etapas. Los hombres y los adolescentes de sexo masculino de entre 15 y 29 años corren el mayor riesgo de ser víctimas de homicidio en todo el mundo.
Aunque las mujeres y las niñas representan una proporción mucho menor de víctimas de homicidio en general que los hombres, siguen siendo, con mucho, las que soportan la mayor carga de los homicidios cometidos por sus parejas íntimas y por su familia.
Enfrentando las causas de los homicidios
Las intervenciones dirigidas y eficientes para contrarrestar los homicidios requieren una comprensión integral de su escala y sus causas. Entre los factores que impulsan este delito que se destacan en el estudio figuran la desigualdad, el desempleo, la inestabilidad política, la prevalencia de los estereotipos de género en la sociedad y la presencia de la delincuencia organizada.
El estudio también señala la importancia de un modelo de gobierno centrado en el estado de derecho, el control de la corrupción y la inversión en el desarrollo socioeconómico, incluida la educación, como elementos fundamentales para reducir la tasa de delitos violentos. Las armas de fuego, las drogas y el alcohol son otros factores que facilitan el homicidio y que es necesario abordar, según el estudio.
Consta de cinco folletos temáticos, cada uno de los cuales ofrece una visión de las facetas y dimensiones específicas de este complejo fenómeno: tendencias y patrones de homicidio; impulsores, mecanismos y tipologías de homicidio; homicidio y desarrollo sostenible; asesinatos de mujeres y niñas relacionados con el género; y asesinatos de niños y adultos jóvenes. Un sexto folleto adicional consiste en el resumen ejecutivo y las implicaciones para las políticas públicas.
El escenario regional y nacional en torno a la migración se encuentra en un punto particularmente álgido, producto de la confluencia de coyunturas cada vez más enardecidas. La primera de ellas es una resurgida discusión en la arena pública sobre la entrada y desplazamiento de centroamericanos por México, al nuestro país haber evitado temporalmente –45 días, para ser exactos– la imposición progresiva de aranceles a todas sus importaciones por parte de Estados Unidos de América (EE.UU.) a través de una dudosa negociación, cuyo resultado público fue un comunicado conjunto entre ambas naciones emitido el pasado 7 de junio. En él, México se comprometió a desplegar las fuerzas armadas de su Guardia Nacional a lo largo de la República para frenar la entrada “irregular” de migrantes centroamericanos a EE.UU. y permitió que dicho país retorne rápidamente a territorio mexicano a quienes soliciten refugio al gobierno estadounidense, en lo que éste procesa “aceleradamente” sus solicitudes. Simultáneamente, encontramos diásporas centroamericanas en México y sus fronteras, pagando cualquier costo por la esperanza; incluso si éste es el mismo del que huyen en sus lugares de origen: la muerte.
La segunda coyuntura es el arranque de la campaña de reelección presidencial de Trump hace dos semanas con un discurso anti-inmigración. No olvidemos que, para el actual presidente y candidato, el nacionalismo xenófobo –un pleonasmo, en realidad– es una bandera que ondea tan alto que no dudó en enfrentar a su país al cierre de gobierno más largo de su historia para conseguir recursos que financiaran el muro fronterizo que prometió durante su primera campaña. Curiosamente, el mismo día que Trump comenzó su segunda carrera por la presidencia, el titular del ejecutivo federal mexicano anunció las nuevas medidas de identificación que solicitó implementar a líneas de autobuses comerciales aludiendo a la supuesta seguridad de los migrantes, y que empresas como ADO (2019) anunciaron como un “derivado de la contingencia migratoria” –¿acaso el término “contingencia” no nos hace pensar en una epidemia que debe ser contenida y, de ser posible, erradicada?–. Por su parte, una tercera coyuntura es el otorgamiento de 30 millones de dólares a El Salvador desde el gobierno mexicano hace poco más de una semana para un programa homónimo al denominado “Sembrando vida” que impulsará en el campo de nuestro país, pero que en territorio salvadoreño pretende servir como medida de contención migratoria. Su baja aceptación por parte de mexicanos en redes sociales no es novedad alguna.
En este agitado marco, resulta particularmente relevante hablar de las perspectivas de nuestros universitarios en torno al tipo de migración que es foco de dichas coyunturas, al tratarse de futuros profesionistas de quienes se espera respuesta ante fenómenos de tal magnitud. En la UNAM, los planes de estudio de al menos una licenciatura en cada facultad incluyen en su perfil de egreso el análisis de los problemas de nuestra sociedad para contribuir en su solución hacia el bienestar. Incluso hay facultades –como la de Filosofía y Letras (FFyL)–, en las que dicho elemento se encuentra –más o menos– presente en todos sus planes de estudio. Sin embargo, ¿cuál es la perspectiva de nuestros universitarios respecto a problemáticas sociales tan polémicas como la migración indocumentada?
Al visibilizarse mediáticamente el éxodo centroamericano llamado «caravana migrante» a inicios de octubre pasado, el repudio a las y los migrantes por parte de mexicanos en partes usualmente externas a la capital del país, si bien me eran dolorosas, no me resultaban fuera de lo ordinario. Nuestro sistema educativo e instituciones se han encargado de justificar nuestra xenofobia bajo la etiqueta de «identidad nacional». Basta recordar las marchas ciudadanas que exigieron la expulsión de los centroamericanos “vivos o muertos” y las campañas de odio de las que fueron objeto en redes sociales, incluso por parte de las mismas autoridades locales. Lo que me resultó verdaderamente lejos de lo esperado, fueron las expresiones de rechazo en las redes sociales provenientes de estudiantes de esta universidad: “la máxima casa de estudios”. Como alguien que había buscado inscribirse en cursos especializados sobre migración y realizado voluntariados en albergues de atención a personas que encarnan este fenómeno, la percepción de ilegitimidad hacia el éxodo centroamericano entre tales jóvenes me resultaba abrumadora y, francamente, inverosímil.
Con la finalidad de aproximarme a ello, más desde las ciencias sociales, y menos desde la parcialidad de las propias redes y experiencias, el mes siguiente –antes de que la primera diáspora arribara a la Ciudad de México– me propuse encuestar a 50 alumnos de la FFyL seleccionados al azar. Hice uso de un cuestionario escrito y anónimo compuesto de cinco secciones que pretendieron develar las tendencias sociopolíticas en las percepciones de los estudiantes en torno a procesos de migración indocumentada. Participaron alumnos desde 1º a 8º semestre de la vasta mayoría de las licenciaturas existentes en la facultad. A continuación, presento los principales hallazgos y un par de reflexiones al respecto. ¿Qué piensan nuestros universitarios sobre la migración indocumentada?
A partir de las respuestas obtenidas, pude identificar que existen contradicciones de 3 tipos en las perspectivas de los estudiantes sobre la migración indocumentada:
1) Simultánea solidaridad y rechazo hacia los migrantes centroamericanos. Al preguntar si los alumnos experimentaron algunos sentimientos enlistados respecto a la entrada indocumentada de centroamericanos a nuestro país, así como su objeto, aquéllos expresaron tendencias mayoritariamente de solidaridad en el caso de los sentimientos de impotencia, tristeza, enojo y curiosidad; sin embargo, al tratarse del miedo, casi el 60% de los universitarios que dijeron haberlo experimentado, fue con expresiones de rechazo hacia los migrantes. “De las enfermedades que puedan portar”, “por el caos que están generando”, “a que cometan actos delictivos”, “que se queden en México y otros tomen su ejemplo”, “a convivir con ellos”, son algunos de los motivos que los alumnos de esta casa de estudios presentaron –textualmente– en este sentido.
Otra de las secciones del cuestionario consistía en expresar sus opiniones sobre lo retratado en las siguientes fotografías –las hubieran visto antes o no–, además de señalar la frontera en la que se creía retratada la escena y la nacionalidad de los migrantes implicados.
Fotografía 1. Migrantes centroamericanos en la frontera México-Guatemala. | Autoría: Pedro Pardo
Fotografía 2. Madre e hijo centroamericanos durante enfrentamiento con piedras en la frontera México-Guatemala. | Autoría: Ueslei Marcelino
Pese a que los estudiantes afirmaron saber que, tanto la fotografía 1, como la 2, eran escenas ocurridas en la frontera México-Guatemala y los migrantes de origen centroamericano, las opiniones sobre lo retratado fueron contradictorias entre sí por parte de los mismos encuestados. Por un lado, hubo expresiones como “siento lástima por las personas que se ven en la necesidad de abandonar su país y exponerse a estos riesgos” mientras que, por el otro, hubo respuestas como “no estoy de acuerdo con las migraciones de tono invasivo” y “entraron a la fuerza a la frontera, me parece que [es] muy irresponsable de su parte”. Esta percepción de rechazo es apreciable aún con mayor claridad en las siguientes contradicciones.
2) Percepciones diferenciadas en correspondencia con el origen de los migrantes. Además de las imágenes previas, se preguntó lo mismo sobre las siguientes dos fotografías tomadas en la frontera México-EE.UU. (véase fotografía 3 y 4).
Fotografía 3. Madre e hija salvadoreñas detenidas en la frontera México-EE.UU. por la patrulla migratoria estadounidense. | Autoría: John Moore
Fotografía 4. Mexicanos cruzando la frontera México-EE.UU tras ser perseguidos por la patrulla migratoria estdounidense. | Autoría: Todd Bigelow.
La contradicción que saltó fue que cuando los estudiantes estaban seguros de que la frontera era la de nuestro país con Centroamérica (véase fotografías 1 y 2), el rechazo hacia los migrantes primaba con opiniones como “manera inadecuada de entrar”, “se busca por la fuerza el mejoramiento de la vida, aunque el gobierno de México ofreció oportunidades de ingresar legalmente, muchos omitieron eso” y “no hay seguridad en las fronteras, cualquiera puede entrar”. Mientras que en las fotografías 3 y 4 que les hacían pensar –en su mayoría– que el grupo de migrantes era sólo de mexicanos o los incluía, los estudiantes opinaron: “necesidad de la ilegalidad es preocupante”, “impotencia ante las pocas oportunidades de un trabajo estable y bien remunerado [que llevan a] tener que arriesgarse a cruzar” y “las malas maneras en que el gobierno de Trump trata a los migrantes como animales”. Así, parece que la legitimidad de la migración –y sus medios– según los estudiantes encuestados, está relacionada con el origen de los que la llevan a cabo; dicho factor parece determinar también la percepción que se tiene sobre la legitimidad de las acciones de política pública en la materia, es decir, su carácter más o menos restrictivo.
Expresiones como “miedo a no saber quiénes son”, comunes entre el grueso de la población mexicana, y entre los estudiantes encuestados, respecto a los migrantes centroamericanos son reproducidas continuamente por los gobiernos para implementar medidas restrictivas que rayan o se transforman en violencia. Sin embargo, resulta paradójico que vivimos día a día con conciencia de que coexistimos en el mismo país con millones de personas cuya identidad desconocemos –a veces, incluso, la de nuestros propios vecinos de cuadra–; entonces, ¿por qué sí nos interesa saber «quiénes son» los extranjeros que llegan en el éxodo? ¿Qué queremos saber realmente cuando “queremos saber quiénes son”? ¿A quiénes consideramos legitimados para ingresar a nuestro territorio y cómo establecemos los requisitos que deben cumplir?
Tal contradicción fue más notoria en el apartado del cuestionario consistente en un test de coordenadas políticas, en el que se solicitó a los estudiantes indicar su grado de acuerdo con afirmaciones sobre la forma en la que el gobierno estadounidense debería abordar la inmigración indocumentada llevada a cabo principalmente por mexicanos, y lo que el gobierno de México debería hacer con la proveniente de Centroamérica. Mientras que, en el primer caso, los alumnos se inclinaron a que el gobierno estadounidense garantizara derechos a migrantes mexicanos –al libre tránsito, trabajo, vivienda, educación, seguridad social, etc.–, en el segundo caso, los estudiantes señalaron mayoritariamente que el Estado mexicano debería no sólo ser más restrictivo en sus políticas migratorias, sino también invertir los recursos públicos que se destinan a la asistencia de migrantes centroamericanos, en problemáticas que aquejan a los mexicanos.
De esta forma, las perspectivas de nuestros universitarios parecen revelar fenómenos sociales de racialización, xenofobia, conservadurismo, clasismo y aporofobia. Todos ellos entrelazados, privando unos sobre otros en correspondencia con la conformación particular de subjetividades, aunque todos presentes en alguna medida; podría decirse que fueron pocas las perspectivas consistentes a lo largo del cuestionario en términos de expresar solidaridad hacia los migrantes indocumentados. A tales fenómenos sociales, se suma una de las problemáticas que, considero, enmarca –y recrudece– muchas de las demás señaladas, a saber, la percepción de falla del Estado mexicano para cumplir con las funciones de bienestar generalizado de su población por las que, según Bobbio, Matteucci y Pasquino (1983), el Estado fue fundado como concepto e institución.
3) Percepciones segregacionistas discordantes con el enfoque humanista sostenido por la UNAM. En las respuestas de los universitarios al test de coordenadas políticas aludido, emergió una tercera contradicción directamente relacionada con la formación humanista que se esperaría entre ellos como estudiantes de la UNAM, especialmente de la Facultad de Filosofía y Letras. Los participantes se dijeron principalmente “sin postura”, “de acuerdo” o “muy de acuerdo” con que el gobierno mexicano debería, tanto “reforzar sus fronteras para evitar la migración indocumentada”, como “endurecer sus políticas migratorias”, pese a que es de conocimiento público que ambas medidas suelen ser en detrimento de los derechos humanos de los migrantes y traer consigo consecuencias funestas. Dicha contradicción se profundiza con el hecho de que el 65% de los encuestados dijeron haber cursado materias en un área específica de ciencias sociales y humanidades en el último año de su educación media superior. Así, la falta de expresión de una postura clara y, especialmente, el de una que no tiende al privilegio de la dignidad humana, no es algo que se esperaría de la población universitaria.
También pregunté si conocían la cifra de centroamericanos que componía la “caravana” a la que se hacía referencia; 29 estudiantes dijeron no hacerlo o no contestaron, y de los 21 que dijeron que sí, sólo 4 se aproximaron a la cantidad reportada por diversas fuentes (entre 2,000 y 4,000 migrantes), el resto de ellos, enunciaron cantidades altamente superiores. Curiosamente, pese a que no se les solicitó que expresaran su percepción sobre las dimensiones de la “caravana” si no conocían su cantidad, 39 encuestados lo hicieron independientemente de ello; 34 dijeron que la “caravana” les parecía “mediana”, “grande” o “muy grande”, pese a que su cantidad real no representa siquiera el 0.6% del estado menos poblado de México (Colima) y tan sólo el 0.003% de la población total del país. De esta forma, y al cruzar tales respuestas con las proporcionadas en otras secciones del cuestionario, encontré una contradicción entre la materia social de estudio de los alumnos y, por un lado, la desinformación respecto al tema y, por el otro, las fuentes de construcción de la percepción sobre la dimensión del fenómeno, pues ésta proviene en menor medida de información certera, y más a partir de sus prejuicios y del sesgo, tanto de los medios de comunicación, como de sus propias redes sociales.
Un último hallazgo relevante para lo aquí tratado es que sólo 15 participantes (30%) dijeron haberse implicado en labores de asistencia para los migrantes de la “caravana”; sólo 3 de ellos lo hicieron de forma diferente a la donación. Pese a que podría esperarse un mayor involucramiento en tales labores de la población en cuestión, es importante visibilizar la acción de esos 15 estudiantes. De la misma forma, pese a que se trata de intenciones que pueden nutrirse para desencadenar su potencial, más que de percepciones humanistas ya consolidadas o de acciones realizadas, la mayoría de los universitarios se inclinaron a que tanto México como EE.UU. debían continuar brindando ayuda internacional a los países de los que provienen los migrantes que entran indocumentadamente a sus territorios y a que la solución a la problemática debe provenir de la cooperación internacional, pues la respuesta a ella no incumbe sólo a un país. Algo parece estar fallando en la formación humanista de la universidad como para que sus estudiantes de humanidades y ciencias sociales tiendan al segregacionismo en materia migratoria; sin embargo, estos últimos datos parecen indicativos de que ello puede cambiar.
La relevancia de (re)posicionarnos como universitarios
La xenofobia, racialización, conservadurismo, clasismo y aporofobia presentes en las perspectivas de los universitarios respecto a los procesos de migración indocumentada aquí retomadas, son sólo la punta del iceberg perteneciente a quienes poseen estudios superiores en materias sociales. Así, la base del iceberg no puede ser mucho mejor –salvo admirables excepciones en ambos espacios–. ¿Por qué esto es relevante ahora? Porque el tiempo corre y, con él, consecuencias con costo tan alto como el de vidas humanas.
Con el acuerdo firmado entre EE.UU. y México, al final se dio un paso más hacia lo que Ebrard ha señalado en múltiples ocasiones que no se haría: posicionar a México como un «tercer país seguro«. Este concepto tiene su base en la convención de refugiados de 1951 –con antecedentes desde 1933– y su definición se encuentra en una conclusión del comité ejecutivo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) emitida en 1989. Para que México se convirtiera en el “tercer país seguro” de EE.UU., ambos Estados tendrían que acordar que nuestra nación procesará como propias solicitudes de refugio inicialmente hechas a su vecino, ante el desborde de las capacidades de éste para hacerlo. Aunque no se puede afirmar que éste es el estatus actual de México, la posibilidad de que suceda no podría descartarse todavía, pues lo que sí quedó acordado es que fungiríamos las veces de “sala de espera” en lo que se procesan tales solicitudes en EE.UU. Así, en caso de que éstas sean rechazadas o retardadas, el número de peticiones de refugio a México aumentará considerablemente, operando éste como “tercer país seguro”, aún sin la etiqueta de serlo. Habrá que esperar a la declaración que se comprometieron a emitir ambas naciones en 90 días y a la primera evaluación de las medidas de México para detener la migración indocumentada con destino a EE.UU. en 45 días –a partir del 7 de junio–. Como dije: el tiempo corre.
La preocupación de que México sea declarado un “tercer país seguro” para la mayoría de los que nos decimos migrantólogos, viene menos del lado de «vergüenza nacional» apreciable en múltiples comentarios en redes sociales, y más porque nuestro Estado no es un país seguro para los migrantes, pues el Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Defensa Nacional se encuentran entre las 5 autoridades con mayores quejas frente a la CNDH (2019) –considerando que las cifras pueden estar subestimadas, ya que no todas las violaciones a derechos humanos (DD.HH.) son denunciadas– y 99% de los delitos contra migrantes quedan impunes (Suárez, Díaz, Knippen y Meyer, 2017). México no es un país seguro siquiera para los defensores de los derechos humanos de dicha población, pues las violaciones a los DD.HH. de tales defensores han llegado a ocupar el segundo lugar de violaciones contra defensores de DD.HH. en México (14% en 2013) (ACUDDEH, 2013). El caso reciente más conocido es el de Cristóbal Sánchez. Grupos de la sociedad civil organizada dedicados a la protección de personas migrantes incluso han denunciado que el presente gobierno busca, tanto desprestigiar sus acciones sin mostrar evidencias (Ureste y Pradilla, 2019), como manejar un discurso de política migratoria de respeto a derechos humanos contradictorio al enfoque de seguridad militarizada que está operando de facto en el país (Misión de observación, 2019), pues los cuerpos de seguridad no sólo se encuentran a la expectativa en las zonas de paso migratorio, sino que han recrudecido los actos persecutorios realizando redadas en espacios públicos y privados –como hoteles, vecindades y los mencionados camiones comerciales–. Si bien tampoco EE.UU. es un lugar seguro para los migrantes –especialmente desde que se postuló con un discurso de odio su actual presidente–, una cosa es segura: no puede decirse que México sí lo es sólo para operar una política migratoria cuyo fin ulterior es la restricción.
Ante todo lo aquí expuesto, ¿cómo nos posicionaremos los universitarios en las coyunturas que sólo se prevén agravadas?, ¿qué se puede y qué se debe esperar de nosotros? ¿Qué de nuestra institución? ¿Qué podría esperarse de la formación que ofrece a sus estudiantes; particularmente de la de aquellos especializados en ciencias sociales y humanidades? ¿Es la memorización de teorías y la realización de trabajos difícilmente aplicables a lo que aspiramos?, ¿o podríamos construir otros proyectos educativos dedicados al reconocimiento de la alteridad y una lectura sociológica libre de prejuicios fragmentarios?
No hay duda sobre las contradicciones entre los discursos y acciones de nuestros gobernantes, ¿pero estamos conscientes de las que existen en nuestros universitarios? ¿Qué podemos hacer para aceptarlas y resignificarlas, en lugar de negarlas y permitir que erijan muros simbólicos –y reales– entre seres con el 99.9% de sus genes iguales? Ojo: este artículo no busca condenar individualidades, sino sistemas de los que somos producto (Arendt, 1963/2003), pero también reconocer las agencias que podemos construir en sus grietas.
Como universitarios nos compete, si bien no tener una misma opinión sobre semejante polémica, sí cuestionar el origen de nuestras propias perspectivas, hacer uso de las herramientas que idealmente nos ha dado nuestra formación y exigir que nuestros gobernantes no utilicen a seres humanos como moneda de cambio política y económica. Construyamos una universidad que combata y no que reproduzca la fragmentación social.
[1] Egresada de la Licenciatura en Pedagogía (FFyL-UNAM), ayudante de profesora en la FFyL-UNAM, asistente de investigación en el INIDE-UIA y apoyo académico externo del servicio de educación migrante en Baja California.
En el mundo, cada año se arrojan al océano entre cinco y 13 millones de toneladas de plásticos, y para 2050 la cantidad aumentará cinco veces, aseguran investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.
El uso irresponsable de esos desechos rebasa cualquier esfuerzo de manejo adecuado, situación que se agrava por la acción bacteriana, el oxígeno atmosférico, la radiación ultravioleta y la fuerza mecánica de las olas, que provocan que el 99 por ciento del plástico se fragmente en partículas minúsculas e imperceptibles (de uno a cinco milímetros), conocidas como microplásticos, que afectan a las especies marinas y, en consecuencia, a todo el sistema biológico.
En México, y en la mayoría de los países de Latinoamérica, el estudio de microplásticos es incipiente, lo que hace difícil diagnosticar los daños que se producen. “Ya se han encontrado estas partículas en organismos acuáticos, por lo que inferimos que no sólo contaminan nuestros mares, sino también los alimentos marinos que consumimos, lo que representa un riesgo para la salud humana”, detalló Jorge Feliciano Ontiveros Cuadras, investigador del ICML.
Para promover el estudio de microplásticos en 14 países de la región, la Unidad Académica Mazatlán del ICML, con auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), forma parte del proyecto “Fortalecimiento de la vigilancia y respuesta regional para entornos marinos y costeros sostenibles”.
El equipo de trabajo, conformado por Ana Carolina Ruiz Fernández, Jorge Feliciano Ontiveros Cuadras, Joan Albert Sánchez Cabeza, Raquel Briseño Dueñas, Federico Páez Osuna y Sergio Rendón Rodríguez, académicos del ICML, con la colaboración de Lorena Ríos-Mendoza, de la Universidad de Wisconsin Superior, en Estados Unidos, impulsaron el estudio para analizar, de diciembre de 2018 a enero de 2019, la arena de seis playas del sur de Sinaloa, y el agua superficial del Estero de Urías y la bahía de Mazatlán.
“Son de los primeros esfuerzos para estudiar la situación de estas partículas en nuestro país; estamos convencidos de que debemos conocer la magnitud del problema para implementar acciones que permitan reducir su ingreso a nuestras playas y sistemas acuáticos”, dijo Ontiveros Cuadras.
Microplástico en las playas
Los resultados indicaron que la concentración de microplásticos en las playas del sur de Sinaloa oscila entre una y 10 partículas por kilogramo de arena. Estos valores preliminares son considerablemente menores que los registrados en zonas costeras de otros países, como Estados Unidos (entre 13 y 51 partículas por kilogramo), Taiwán (entre cuatro y 532) y Alemania (entre 14 y 532 partículas por kilogramo).
En las aguas superficiales alrededor de Mazatlán, el promedio es de 2.3 partículas por metro cúbico, equivalente a una tercera parte de la concentración promedio registrada para el norte del Golfo de México (6.0 partículas m-3), y una décima parte en comparación con otros sitios del mundo, como Corea del Sur (211 partículas m-3).
“Pese a las bajas concentraciones, se confirma la presencia de estos contaminantes en nuestros ecosistemas costeros, así como su disponibilidad para ser transferidos al ser humano a través del consumo de recursos pesqueros”, revela el informe.
Los investigadores alertaron que las escorrentías con desechos plásticos se incrementan sustancialmente con las lluvias, por lo que es necesario continuar con el monitoreo de arenas y agua de mar durante la próxima temporada de lluvias, a fin de evaluar el estado de la contaminación en Mazatlán.
Como resultado del proyecto, se divulgó la carta compromiso “Por un Mazatlán Libre de Plásticos”, para alentar la participación ciudadana, del sector público, académico y privado, y generar un marco legal que limite el uso de plástico, además de llevar a cabo una labor de concientización y educación ambiental, de la que ya se obtuvieron las primeras firmas de apoyo.
Estudiante de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM con sede en Morelia, Luz Graciela Vigueras Gomez Tagle de la ENES Unidad Morelia, logró llevarse el bronce en la prueba de Apnea de Resistencia 16x50m en el VII Campeonato Panamericano de Apnea, llevada a cabo el pasado 30 de junio en Santiago de Chile con un tiempo de 16:10.250.
El campeonato es organizado por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas Zona América y la Federación Deportiva Nacional de Actividades Subacuáticas y Salvamento Acuático de Chile.
Encabezados por los keniatas Matthew Kisorio y Vivian Kiplagat con récord personales de 2 horas, 4 minutos, 53 segundos (varonil) y 2:22.25 horas (femenil), respectivamente, fueron presentados los 18 corredores elite “Etiqueta Oro”, que participarán en el Maratón de la Ciudad de México Telcel 2019.
Kisorio fue segundo lugar en el Maratón de París y tercer sitio en Valencia y Ciudad de México, todos en 2018; mientras que Vivian ganó lo maratones de Buenos Aires y Honolulu en 2018, y recientemente, se impuso en el de Milán 2019.
En el marco del “Foro Maratón de la Ciudad de México Telcel 2019”, organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), a través del Instituto del Deporte, el director general del INDEPORTE, Rodrigo Dosal Ulloa, y Javier Carvallo Chinchilla, responsable técnico del Maratón capitalino, informaron los nombres de los y las corredoras que gracias a sus cronometrajes tiene la categoría dorada, que le ofrece validez al Maratón capitalino para conservar la Etiqueta Oro de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
En el teatro Universum, “Museo de la Ciencia”, de la Universidad Nacional Autónoma de México, se realizó este anuncio que promete la certeza de calidad elite, en la carrera que se llevará a cabo el domingo 25 de agosto.
“Los corredores Etiqueta Oro deben tener un cronometraje mínimo de 2:10.30 horas en el caso de los hombres y 2:28.00 en cuanto a las mujeres, con un máximo de 36 meses de que hayan conseguido tal registro”, subrayó Rodrigo Dosal.
Durante el Foro, diversos actores del llamado “running mexicano”, intercambiaron ideas de cómo avanzar por un camino más certero en una industria que crece en todo momento y se perfila hacia la tecnología innovadora en varios sentidos.
Por su parte, el profesor de la UNAM, René Vargas Pineda, compartió sus amplios conocimientos en su ponencia “Historia del Maratón”, donde expuso también su evolución, con datos y análisis, acompañado de memorables anécdotas que han hecho de esta legendaria prueba, una de las más atractivas del programa olímpico y mundial del atletismo, un legado deportivo para la humanidad.
Asimismo, se llevaron a cabo mesas de debate, como: “Ciencia, Innovación y Tecnología aplicada al deporte”, con los especialistas Salvador Ascencio, Samuel García y Facundo Gassa; además, “Entrenamiento rumbo al Maratón”, con el head coach Frank Martínez; después, la ponencia “El Maratón, Evento Sustentable”, dictada por la consultora ambiental Patricia Narváez; y por último, la mesa “La Mujer en el Maratón”, con la participación de la maratonista en silla de ruedas Ivonne Reyes, la fondista mexicana Esmeralda Rebollo, la periodista deportiva Jocelin Flores y la atleta influencer en redes sociales Amancay Macky González.
Autoridades indonesias emitieron una alerta de tsunami para las comunidades costeras del este del archipiélago, tras un fuerte sismo de 7.1 grados que sacudió hoy el norte de la isla de Sulawesi, sin que reporten, por ahora, víctimas o graves daños materiales.
La alerta fue emitida la noche de este domingo (tiempo local) por la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia (BMKG, por sus siglas en inglés) poco después del sismo registrado a las 22:08 horas locales (14:08 GMT).
En un mensaje en su cuenta oficial en Twitter, la dependencia precisó que la alerta fue emitida para las regiones costeras del norte de Sulawesi y de las Malucas, luego del movimiento telúrico de 7.1 grados de magnitud, localizado a 0.51 grados latitud norte y 126.18 longitud este, a una profundidad de 10 kilómetros.
El fuerte sismo se sintió principalmente en la ciudad de Manado y sus alrededores, aunque por ahora, “no hay información sobre el daño del terremoto”, destacó el mensaje de alerta de la BMKG, emitido de inmediato por varios medios indonesios e internacionales, como el sitio Chanel News Asia.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), encargado de monitorear los temblores en el mundo, fijó la intensidad del sismo en 6.9 y lo ubicó a unos 129 kilómetros al suroeste de la localidad indonesia de Kota Ternate, en el archipiélago de las Molucas.
En tanto, el epicentro del terremoto fue localizado a una profundidad de 24.9 kilómetros, en el mar de Molucas, entre las islas de Sulawesi y las Molucas.
El archipiélago de indonesio, formado por 17 mil islas e islote, que se encuentra dentro del “Cinturón de Fuego del Pacífico”, una zona donde chocan las placas tectónicas, con fuerte actividad sísmica y volcánica.
En 2004, un potente terremoto de magnitud 9.0 en la isla indonesia de Sumatra provocó un tsunami en el Océano Índico, que dejó 226 mil personas muertas en 13 países de la región, más de 160 mil de ellas tan sólo en Indonesia.
El 28 de septiembre pasado un potente terremoto de magnitud 7.5 azotó la isla indonesia de Célebes, desatando un tsunami con enormes olas, que arrasaron con miles de casas en las ciudades de Donggala y Palu, capital de Sulawesi Central.
Daniela Zambrano, de 22 años y estudiante de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, junto con Alejandra Estrella, se llevaron la plata en saltos sincronizados plataforma de 10 metros Femenil en la Universiada Mundial en Nápoles, Italia 🇮🇹
#Clavados 🇲🇽 La dupla conformada por Alejandra Estrella y Daniela Zambrano se hizo de la medalla de plata 🥈en saltos sincronizados plataforma de 10 m femenil en la Universiada Mundial en Nápoles, Italia🇮🇹.#Napoli2019 ¡Felicidades! 🙌🏻🙌🏻🎉 pic.twitter.com/Ft9vDVcgGr
Un terremoto de magnitud 7, 1 sacudió el sur de California, el segundo temblor importante en menos de dos días. La agencia EFE indica que ocurrió a 0.9 kilómetros de profundidad y el epicentro se ubicó a unos 17 kilómetros al norte-noreste de Ridgecrest, donde, según Los Angeles Times, hay reportes de algunos incendios y otros daños.
La zona de baja presión, asociada a la onda tropical No. 11, que se localiza al sur de Lázaro Cárdenas, Michoacán, adquirió 40 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en 48 horas, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En su último aviso, el SMN indicó que el sistema se ubicaba a la 01:00 horas (tiempo del centro de México) a aproximadamente 170 kilómetros al Sur de Lázaro Cárdenas. Michoacán, con un desplazamiento hacia el oeste a 27 kilómetros por hora (km/h), vientos sostenidos de 30 km/h y rachas de 45 km/h.
Por otro lado, el organismo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que “Bárbara” se debilita a huracán categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, y se localiza a 2,190 km al oeste-suroeste de la Península de Baja California sin afectar al país.
Desde hace 20 años, el Departamento de Física del Cinvestav ha estudiado con la técnica de espectroscopía fotoacústica las características ópticas y térmicas de cerámicos prehispánicos, productos agrícolas (maíz), alimenticios (aceites y tortillas) y hasta automotrices (aceites multigrados) para conocer sus propiedades térmicas u ópticas y determinar aspectos como sus posibles usos y mejoras.
Sin embargo, recientemente han incursionado en el análisis de sangre para establecer la evolución de una de las enfermedades que más afecta al país: la diabetes que, según datos de la Secretaría de Salud, afecta a más de 10 y ocho por ciento del total de mujeres y hombres en México, respectivamente.
De acuerdo con Alfredo Cruz Orea, parte de esta investigación, fue por medio de un grupo multidisciplinario e interinstitucional (con investigadores del IPN, como Cleva Villanueva, de la Escuela Superior de Medicina) que se decidió analizar muestras de sangre con diabetes tipo 1 (en un modelo animal) a través de la técnica de espectroscopía fotoacústica, con el objetivo valorar con mayor precisión la evolución de la enfermedad, en específico el desarrollo del daño renal.
Entre los resultados que el grupo multidisciplinario pudo obtener con la técnica de espectroscopía fotoacústica, figura la detección de una mayor presencia de hemoglobina glicosilada en las muestras del grupo con diabetes tipo 1, respecto al grupo control de animales sanos.
Pero lo que más llamó la atención fue que, a partir de un método llamado separación en la fase, los investigadores encontraron un elemento conocido como citocromo P-450, que es un indicador de la evolución del daño renal, una de las principales afectaciones relacionadas a la diabetes. Los resultados preliminares de este tipo de análisis serían importantes para determinar el posible daño de los riñones en los pacientes con diabetes.
“El análisis de sangre a través de la técnica de espectroscopía fotoacústica consiste en colocar una muestra no mayor a los 42 microlitros en una celda (de 85 milímetros cúbicos de volumen) que solo contenga el fluido y el aire que quedó confinado antes de cerrarla”, mencionó Lilia Ivonne Olvera Cano, parte del grupo de investigación.
Una vez que es sellada herméticamente la celda, con la muestra de sangre dentro de la misma, se le hace incidir un haz de luz modulado (17 pulsos por segundo), el cuál es absorbido por la muestra, generando un calentamiento periódico y por difusión de calor, un calentamiento en el aire encerrado en la celda, lo que a su vez genera una onda acústica, la cual es detectada por un micrófono y pasa a un sistema de amplificación para así obtener la señal fotoacústica que es proporcional al espectro de absorción óptico de la muestra.
Es allí donde el equipo encabezado por Cruz Orea detectó el citocromo P-450, el cual es difícil identificarlo con técnicas espectroscópicas convencionales, por lo que resultó de mucha importancia la tecnología fotoacústica, con la que cuenta el Cinvestav. Estos resultados podrían ser muy útiles en el estudio de la evolución de daño renal en pacientes con diabetes.
Si bien las muestras se realizaron en sangre con diabetes tipo 1, de acuerdo con los investigadores las pruebas se podrían replicar en el tipo 2; sin embargo, se eligió la primera debido a que es más fácil inducirla en el modelo animal, por lo que el siguiente paso es realizar el estudio con muestras de sangre humana, para lo que será necesario realizar acercamientos con hospitales a fin de realizar pruebas clínicas.
De replicarse los resultados del modelo animal en las muestras humanas, los investigadores propondrán llevar esta técnica de medición fotoacústica a las clínicas, donde podrá emplearse como pruebas complementarias para analizar criterios de evolución en diabetes. Para lo cual analizan desarrollar equipos más baratos, pero igual de efectivos a los que cuenta el Departamento de Física del Cinvestav.
Hace unas horas el Senado de la República aprobó por unanimidad la reforma al artículo IV de la Constitución con el fin de garantizar los cuidados paliativos y con ello “una muerte digna a los enfermos terminales”.
”No se trata de ´eutanasia´”, precisó el senador Miguel Ángel Mancera (PRD), pues la enmienda establece que “toda persona tiene derecho a la protección de su salud en condiciones de dignidad”.
Para hablar sobre el tema, Deyanira Morán platicó en su espacio radiofónico Prisma RU con Paulina Rivero Weber, doctora en Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien abundó sobre la necesidad de aclarar la concepción de muerte digna, suicidio asistido y eutanasia
“Porque el concepto de dignidad es muy ´resbaladizo´. Hay gente que considera que morir con dolor es algo digno, pero habemos personas que consideramos que lo digno es morir precisamente sin dolor, a través de una eutanasia”.
De acuerdo con la también directora del Programa Universitario de Bio-ética, la eutanasia es el acto médico que se lleva a cabo por petición expresa de un paciente desahuciado que está en situación de dolor irremediable.
En cambio, el suicidio asistido se refiere a la potestad que el médico le otorga al paciente desahuciado -a petición de éste-, limitándose a facilitarle los medios para llevarlo a cabo.
Aunque ambas formas de morir se realizan actualmente en algunos países, en México su práctica no está permitida.
Al respecto, Rivero Weber refirió que más allá de medicar al paciente en situación de dolor, lo que se necesita hacer en México es legislar en torno a la eutanasia y el suicidio asistido.
“Esta última reforma que ha hecho el Senado remite más que nada a los cuidados paliativos que siempre han existido, pero no para aquellas cuestiones que realmente no han sido aceptadas”.
Dijo que con legislar sobre la muerte digna se dio un sólo paso de los varios que se deben dar, pues aún no se ha puesto en la palestra del Legislativo qué hacer en aquellos casos en que el enfermo o un familiar -en caso de que el paciente esté inconsciente- pida la eutanasia.
“Por supuesto que hay casos complejos, pero hasta cuándo vamos a aceptar que una persona que ya está desahuciada se le otorgue el beneficio de tener una muerte, no quiero decir digna, sino una muerte buena, de acuerdo a lo que esta persona considera que es una muerte buena”.
En torno a los fármacos que se emplean para conducir hacia la muerte, la doctora Rivero comentó que, aunque algunos hospitales cuenta con ellos, lo que no se tiene es la aprobación legal debido a una particular idea sobre la vida, la cual es respetable, pero no correcta: “no me parece que se imponga al resto de la población una creencia sobre si se es o no dueño de nuestra propia vida”.
Partidaria de la voluntad anticipada, la investigadora universitaria espera que este tema abra el debate y sensibilice a la gente ya que esta reforma no garantiza la inexistencia de sufrimiento.
“Hay un momento en que los enfermos terminales requieren dosis de morfina que son tales que los conducen a la muerte, ¿estamos dispuestos a hacerlo? Si la respuesta del licenciado Mancera es que sí, pues yo estoy completamente de acuerdo con él”.