Eva Sangiorgi, nueva directora del Festival Internacional de Cine de Viena

Luego de fundar y dirigir durante 8 años el Festival Internacional de Cine UNAM, FICUNAM, Eva Sangiorgi (Faenza, Italia, 1978) se despide de él en la que será su octava edición. A partir de enero ha quedado a cargo de la Viennale, el festival de cine más importante que tiene Austria y uno de los de mayor renombre en habla alemana.

Luego del lamentable fallecimiento de Hans Hurch (1952-2017) el pasado julio, quien dirigió el festival en los últimos 20 años, y de una convocatoria lanzada el pasado mes de noviembre por parte la Viennale, Sangiorgi es quien finalmente toma la dirección de uno de los festivales más propositivos en Europa.

La Viennale, reconocida por cientos de cineastas como un espacio de programación que se abre a diversas propuestas de cine de vanguardia, llegará este 2018 a su edición número 56.

“La aplicación de Eva Sangiorgi a la dirección creó una oportunidad para la Viennale de una dimensión casi histórica, una oportunidad que la Viennale captó con entusiasmo y plena convicción. Eva Sangiorgi es una de las grandes del circuito de festivales: internacionalmente conectada, reconocida y establecida, seguramente continuará estando activa en los jurados de varios importantes festivales.

Se ha ganado una reputación como reconocida creadora de programas y ha hecho contribuciones a una gran variedad de festivales. En 2010, fundó el exitoso FICUNAM, festival internacional de cine en la Ciudad de México, donde fue responsable de la creatividad y administración del mismo.

Eva Sangiorgi entiende la importancia de la Viennale y su prestigio internacional. Demostró una comprensión detallada del carácter, estilo y contenido del festival, así como un sentido refinado de su potencial de crecimiento.

Además de las cualidades que ya se han mencionado, fue su integral conocimiento de las películas y su enfoque claro, decisivo y decidido en ellas y los que las crean, lo que fue decisivo en la elección de Eva Sangiorgi.

Como resultado, la Viennale podrá avanzar, manteniendo todos los elementos esenciales que alimentan su espíritu y el respeto internacional que disfruta: una sola persona seleccionará las películas, proporcionando las razones y aceptando la total responsabilidad de esa selección”.

En los próximos dos meses, Sangiorgi compaginará la integración en su nuevo puesto y la dirección del último FICUNAM bajo su cargo. En nombre de todo el equipo del festival, prometemos una inolvidable octava edición.

Dos clásicos en la UNAM en el Carro de Comedias

La plaza de Juan y de Juana o “La empeñosa verdad de una casa sospechosa”
Adaptación y dirección: Álvaro Cerviño

La verdad sospechosa
de Juan Ruiz de Alarcón
Sábados 11:00 hrs.
Un hombre tratará a través de mentiras ganarse el corazón de su amada. Todo podría venirse abajo si lo descubren. Una historia llena de amor y buen humor te espera.
ENTRADA LIBRE
Explanada de la Fuente del Centro Cultural Universitario
Insurgentes Sur 3000

Los empeños de una casa
de Sor Juana Inés de la Cruz
Domingos 11:00 hrs.
Una familia muy peculiar contará esta historia llena de giros inesperados. El amor se pondrá en juego. Música y baile se darán cita en esta divertida comedia.
ENTRADA LIBRE
Explanada de la Fuente del Centro Cultural Universitario
Insurgentes Sur 3000

Guillermo del Toro y The Shape of Water

 

 

¡La espera terminó! Este fin de semana se estrena a nivel nacional The Shape of Water.

Guillermo del Toro fue galardonado como mejor director por este film en la 75 edición de los Globos de Oro. El cineasta mexicano no competía en estos premios desde 2007, año en que El Laberinto del Fauno fue nominada en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera, pero no ganó.

“No estaría aquí sin mis monstruos. En tres ocasiones especiales, estas fábulas me han salvado la vida: The Devil`s Backbone, Pan`s Laberinto, and The Shape of Water”. declaró al recibir el reconocimiento.

De esta manera, Del Toro se convirtió en el tercer director mexicano en obtener la distinción. Anteriormente, Alfonso Cuarón obtuvo el premio en 2013 por Gravity, mientras que Alejandro González Iñárritu lo ganó en 2015 por The Revenant.

The Shape of Water, protagonizada por Sally Hawkins y Doug Jones,  estuvo nominada a siete categorías, de las cuales ganó mejor banda sonora y mejor director.

Las otras nominaciones fueron a mejor película dramática, mejor guión, mejor actriz de drama (Sally Hawkins), mejor actor de reparto (Richard Jenkins) y mejor actriz de reparto (Octavia Spencer).

Ganadores

Auditorio Alfonso Caso. El Rector entrega las medallas a los ganadores de 7a. Olimpiada del Conocimiento.

La espera que desespera

Cada segundo nacen aproximadamente cuatro bebés en el mundo, o sea unos 132 millones de bebés al año ¡Una barbaridad!

Pero existen parejas que desean un bebé y éste no llega. El fenómeno de la reproducción es sin duda uno de los más misteriosos y fascinantes. ¿Qué pasa cuando este proceso no se produce?

Cienciorama te explica las causas y posibles soluciones desde la perspectiva de la biología y la medicina de la reproducción:

 

¿Por qué a mí? (Fragmento)

Algo anda mal para una pareja heterosexual que quiere hijos. Después de tanto platicarlo y meditarlo han decidido embarazarse. No fue una decisión sencilla, pero creen que si dejan pasar más el tiempo, será más complicado. El tiempo no pasa en vano, opina la familia tradicional, sobre todo para la mujer. Todos los días hacen su trabajo, pero pasan las semanas y los meses y la ansiada prueba positiva no llega. Empiezan a preocuparse. Quizá sea el estrés, piensa él; quizá el cansancio, piensa ella. Nada que unas buenas vacaciones no consigan mejorar.
Consulta el texto completo en: http://bit.ly/2FswBsg

Práctica comunitaria de la ENTS en Santo Tomás, Ajusco

El grupo de Práctica Comunitaria 1507 de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), a cargo de la maestra Blanca Paulina Cárdenas Carrera, realizó durante más de un año tareas de investigación, diagnóstico, diseño, evaluación y sistematización del Centro de Formación Integral con Albergue A.C. (CEFIA), ubicado en Santo Tomás, Ajusco.

Como parte del proceso, alumnas y alumnos del grupo presentaron resultados del proyecto a autoridades de la Escuela y del Centro; además, destacaron las experiencias y retos a los que se enfrentaron.

Anteriormente, no existía un área de Trabajo Social en el CEFIA, por ello, las actividades realizadas abarcaron la elaboración de un Manual de Funciones y Procedimientos con el fin de contar con un trabajador social que, con todo el rigor metodológico, desarrollará funciones específicas en beneficio de las niñas y niños que asisten al albergue.

Asimismo, la Escuela Nacional de Trabajo Social donó recientemente mobiliario al CEFIA, por lo que existe la posibilidad de que éste se convierta en un sito de extensión en el Ajusco.

En México trabajan 2.6 millones de niños

Desde tiempos de la Conquista han existido niños abandonados que han luchado por sobrevivir, algunos de ellos fueron esclavizados para trabajar. En la actualidad, a nivel mundial la situación no ha cambiado y varios pequeños viven en condiciones muy similares.

De hecho, la agricultura, la pesca, la industria textil, el trabajo doméstico e incluso el servicio sexual son los sectores altamente potenciales para la esclavitud infantil en el mundo.

Al respecto, Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social, explicó que en el mundo existe la esclavitud infantil en lugares como en la India y Nepal en donde someten a los niños a trabajos forzosos en condiciones precarias y a procesos de deshidratación importantes.

Para diferenciar la esclavitud infantil del trabajo seguro, la experta explicó que la primera se caracteriza por transgredir los derechos fundamentales de los niños y adolescentes.

Por ello, es importante pensar que la esclavitud podría poner en riesgo la integridad física, psicológica y emocional de los menores de edad, añadió la investigadora universitaria, “es conocido que trabajan de 16 a 17 horas en condiciones desfavorables”.

Por su parte, Víctor Manuel Inzua Canales, profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social, dijo que el trabajo infantil está prohibido porque los menores no gozan de su niñez, su escolaridad y menos de convivir con sus familias.

De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo se estima que en el mundo existen alrededor de 215 millones de niños, de estos 115 millones están sometidos a trabajos forzosos en condiciones riesgosas, agregó Ruiz Serrano.

Por ejemplo, en el Himalaya tenemos niños que cargan piedras, en Ghana hay 4 mil niños laborando en la pesca, así como en la industria textil y en algunos casos también son sometidos al servicio sexual y doméstico.

En México

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), existen alrededor de 2.6 millones de niños que trabajan, todos ellos provenientes de contextos de extrema pobreza y marginalidad. Algunos de ellos son captados por redes de trata, apuntó Ruiz Serrano.

De hecho, el Diagnóstico sobre la Situación de Trata de Personas realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en 2014, informó que existen 16 mil niños explotados sexualmente y 30 mil son implicados en delincuencia, donde cuatro de cada diez son de origen étnico.

A decir de la investigadora, el maltrato y la violencia generan en el niño una huella endémica, intangible que se instala en sus cuerpos, los cuales son utilizados por los adultos para su servicio.

Niños trabajadores

De acuerdo con Inzua Canales existen dos razones por las que los niños laboran, la primera es porque los padres no tienen empleo y los hijos tienen que salir a las calles para apoyar con el sustento económico.

En algunos casos, los progenitores exponen a sus hijos a actividades poco seguras como son las de limpiaparabrisas y el comercio ambulante. Además, una vez que venden o trabajan en la calle deben rendir cuentas sobre sus ingresos.

Un ejemplo se da en los mercados, donde los niños son alquilados como diableros y ganan aproximadamente 60 o 70 pesos al día, cuando ellos pesan 45 kilos llegan a cargar hasta 200 kilos.

La segunda es cuando los niños tienen que sobrevivir solos en las calles, ya sea porque su familia los lanzó del hogar o por alguna otra razón. Algunos viven en un parque, estación del Metro, terreno baldío, y los ingresos que obtienen son para subsistir ellos mismos.

Los infantes que trabajan, destacó Inzua Canales, lo hacen desde los cinco hasta los 17 años, y el 80 por ciento se trata de varones. El académico mencionó que no existen programas o albergues en México para niños en situación de calle.

En conclusión, agregó Carmen Ruiz Serrano, debemos pensar en el bienestar de las familias y en los contextos sociales para que puedan brindarles a sus pequeños las herramientas necesarias para su desarrollo previo.

 

Quelites, documental que retrata los saberes y sabores de una tradición que se niega a morir

A últimas fechas, a Víctor Manuel Méndez Villanueva le ha dado por preguntar a familiares y amigos “¿cuándo comiste quelites por última vez y cuántas especies conoces?”, y no sólo porque en su doctorado estudia la dimensión simbólica de los sistemas de alimentarios, sino porque recién terminó de filmar el documental Quelites, historia de saberes y sabores, una producción del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, el cual resume, en 24 minutos con 42 segundos, los casi tres años de investigación de un proyecto Conacyt.

Al jefe del Departamento de Producción Audiovisual y Multimedia del CEIICH, la mitad del 2017 se le fue en viajar al municipio mexiquense de Ozumba y a diferentes localidades de Oaxaca y Yucatán a fin de grabar material y hacer entrevistas con el objetivo de esclarecer el papel de estas hierbas en la cultura nacional y de entender por qué esta tradición culinaria va en franco declive.

“El proyecto que dio pie a este documental se llama Rescate de especies subvaloradas, tradicionales de la dieta mexicana y su contribución al mejoramiento de la nutrición en México, nombre que expresa, palabra por palabra, lo que busca este trabajo; ya sabes, a los científicos les gusta meter toda su tesis en un solo título”, bromea.

En la primera escena del filme un grupo de campesinos hurga en las milpas en busca de estas plantas, mientras que en la siguiente éstas ya están en el tianguis formando montoncitos o manojos, lo que de alguna manera sintetiza una historia centenaria, pues como indica Amanda Gálvez Mariscal, profesora de la Facultad de Química y quien encabezó la parte académica de la iniciativa, “los quelites han estado siempre en México, pero poco a poco se han ido perdiendo”.

A decir de Víctor Manuel Méndez, aunque dicha aseveración es correcta, se precisa cautela pues ello no implica que estén en peligro de extinción, “lo que pasa es que brotan espontáneamente en las milpas, pero con la irrupción de los nuevos patrones de producción agrícola les hemos arrebatado sus espacios naturales para crecer”.

Por ejemplo, añadió, los pesticidas y herbicidas los identifican como una plaga y los atacan hasta erradicarlos, y a ello se suma la apuesta industrial de poner monocultivos extensivos hasta donde alcanza la vista, lo que nos ha hecho perder la diversidad en los sembradíos.

En un artículo escrito por Robert Bye y Edelmira Linares, del Instituto de Biología de la UNAM y quienes figuran como voces expertas en el documental del CEIICH, se señala que, en 500 años, la presencia de los quelites en la cocina mexicana ha disminuido hasta en un 90 por ciento, “lo cual ilustra el dramático impacto de la colonización”.

Al rescate de una tradición en declive

La lámina 462 del Códice Florentino lleva por nombre “El consumo del quelite” y muestra a un indígena en el acto de arrancar estas hierbas del suelo para colectarlas en su tilmatli. Este manuscrito del siglo XVI que recoge los testimonios de ancianos del Valle de México hace evidente la importancia de estos vegetales en el mundo prehispánico al registrar casi 100 variedades distintas, aunque este número se queda corto pues se calcula que en el país hay quinientas.

A fin de acotar este abanico, tanto el proyecto Conacyt como el documental del CEIICH se enfocaron en tres plantas: los alaches (Anoda cristata), consumidos en la zona volcánica del Estado de México; la chaya (Cnidoscolus aconitifolius), típica de la Península de Yucatán, y el chepil o chipilín (Crotalaria longirostrata), indispensable en la gastronomía oaxaqueña.

Además de ser un ingrediente básico en la dieta prehispánica se conoce que los indígenas aprovechaban sus propiedades medicinales, práctica que aún perdura, como constató la profesora Linares al ver que muchas personas con diabetes ingerían alaches no sólo para saciar el hambre, sino para sentirse mejor, ello por su alto contenido de flavonas antihiperglucemiantes y por contener un mucílago que ralentiza la absorción de azúcar en el organismo.

“Lo absurdo es que a pesar de todos sus beneficios los quelites cada vez se consumen menos, en gran parte por el estigma de ser ‘comida de pobres’, algo que de alguna manera tiene ecos en aquella frase de ‘a falta de pan tortillas’, algo que seguimos repitiendo pese a que todos sabemos que éstas tienen un valor nutricional mucho más alto que un bolillo”, subrayó Víctor Manuel Méndez.

La historia se escribe entre todos

En el proyecto Rescate de especies subvaloradas, tradicionales de la dieta mexicana participaron 22 investigadores de distintas disciplinas y procedencias, quienes se enfocaron en analizar las propiedades químicas y biológicas de estas plantas, así como su impacto cultural y social; sin embargo, para Méndez Villanueva, como documentalista, su interés siempre estuvo en dar voz a campesinos y vendedores de tianguis a fin de permitirles expresar lo qué estas hierbas representan. “Más que entrevistados, con toda justicia puedo decir que fueron nuestros cohistoriadores, me gusta llamarlos así”.

Y para estos cronistas, atestiguar cómo los quelites se van difuminando poco a poco del imaginario colectivo representa un duro golpe que los hace sentir, como se dice en algún segmento del filme, que con ello pierden su vida, historia e identidad.

“Con este trabajo buscamos crear conciencia sobre la importancia de los alimentos como parte de nuestro ser y de lo que somos como sociedad. Si dejamos morir esta tradición por desconocimiento o desidia estamos cometiendo un crimen contra nosotros mismos”.

El documental Quelites, historia de saberes y sabores se proyectó ya en algunos poblados del Estado de México, fue subido al portal del CEIICH (www.medios.ceiich.unam.mx/video/192/) y los productores buscan abrirle espacios en festivales de cine y en TVUNAM.

Queremos demostrar en casa que la garra estará siempre: Jesús Gallardo

[vc_row][vc_column][vc_column_text]“Es bueno iniciar ganando, y ahora sería bueno hacerlo en casa para darle una alegría a la afición. Queremos que el equipo se vaya viendo mejor partido a partido. El sábado se vio y queremos demostrar el domingo que la garra va a estar siempre y que lucharemos a muerte en cada partido”, afirmó Jesús Gallardo, canterano de los Pumas, este miércoles en conferencia de prensa luego del entrenamiento en las instalaciones de la Cantera.

El seleccionado nacional, quien mencionó que trabajará duro para ganarse un lugar en el Mundial de Rusia 2018, está consciente de que contra Pachuca no fue la mejor versión del equipo, pero sí parte de lo que quieren hacer en el presente torneo. “El domingo tenemos que salir a dejarlo todo. El sábado el equipo dio la vuelta, pero tampoco hay que estar abajo en el marcador para sacar la casta, sino que desde el principio del partido poder demostrar lo que somos como equipo”, destacó.

El duelo contra los rojinegros será el siguiente paso, un equipo que a pesar de que vendrá de actividad de Copa MX a media semana, buscará su primera victoria en el campeonato. “Tenemos que trabajar con humildad para poder sacar el resultado. No debemos confiarnos por el desgaste que tendrá Atlas por el partido a media semana”, comentó.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_masonry_media_grid grid_id=»vc_gid:1515622238584-c89817a4-fc4f-6″ include=»30819,30820,30821,30822,30823″][/vc_column][/vc_row]

Vivir en zonas peligrosas influye en el peso de las personas

La falta de sueño, el estrés y hasta la zona donde habita la persona también pueden influir en el peso del individuo, no sólo la inactividad física o los malos hábitos alimenticios, sostuvo la directora del Programa para la Prevención de Obesidad y Afecciones Cardiovasculares del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, Sonia Arteaga.

Una persona que vive en una situación económica difícil y reside en zonas peligrosas evita exponerse a las amenazas reduciendo su estancia en el exterior, esto tiene un impacto en el nivel de actividad física que desempeña diariamente, señaló la especialista en entrevista con Notimex.

Además, resaltó, es más viable que este individuo consuma alimentos chatarra, porque son de fácil acceso y más baratos, lo que afecta su estilo de vida y trae como consecuencia un posible aumento de tallas.

La población en general, dijo, tiene menos actividad física por el hecho de pasar más tiempo frente a las pantallas en lugar de practicar algún deporte, participar en juegos o hacer ejercicio de cualquier tipo; opta por alimentarse con comida rápida y de fácil preparación en lugar de basarse en los nutrientes que éstos le proporcionan a su cuerpo.

Refirió que en Estados Unidos y el mundo se realizan estudios, a través de diferentes organizaciones como el Instituto Nacional de la Salud, (NIH por sus siglas en inglés), para detectar las diferentes causas que provocan el sobrepeso y la obesidad y las posibles razones por las que han incrementado los casos en diferentes grupos de edades, étnicos y sociales.

Esos padecimientos son más complejos de lo que se piensa, pues a pesar de que se ha detectado que unos de los factores principales es el no hacer ejercicio y una alimentación inadecuada, la falta de sueño, el estrés y hasta el lugar donde viven las personas también influyen en el peso del individuo, sostuvo la también directora de Programas del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y Sangre, en Estados Unidos, (NHLBI por sus siglas en ingles).

México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos, presedido por Estados Unidos, por lo que quienes tienen este padecimiento viven en constante riesgo de desarrollar una variedad de enfermedades crónicas, degenerativas y mortales.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de Salud (OMS), los casos de obesidad se han triplicado desde 1975 en todo el mundo. En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.

En el mismo año, el 39 por ciento de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13 por ciento eran obesas; 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.

También en 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.

Esta afección incrementa la probabilidad de desarrollar otras enfermedades como la diabetes, problemas cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, apnea del sueño, osteoartritis, dolor en la espalda, problemas de riñón, depresión, ansiedad, estrés, entre otros.

Ante la gravedad de la situación, la experta recomendó a la población realizar revisiones constantes de su salud, y si padece de sobrepeso es necesario tomar medidas preventivas para evitar la obesidad.

Estos males se diferencian por el índice de masa corporal, para obtenerlo se requiere dividir el peso de la persona en kilogramos, por la altura en metros cuadrados (kg/m2), el resultado se consulta con una tabla que les permite saber si sufre de sobrepeso o caen en alguna de las tres categorías de la obesidad.

La especialista mencionó que la mayoría de los casos pueden ser tratados, a través de una dieta y actividad física, sin embargo si la persona se encuentra en la categoría tres de obesidad, muy probablemente la solución para bajar de tallas seria una cirugía.

No obstante, resaltó, que cualquiera que sea la situación, siempre es mejor acudir con un especialista, ya que una cirugía no recomendable o una dieta no balanceada podría tener efectos muy graves para el paciente.

Por ello, Arteaga invitó a la población en general a realizar actividad física durante 30 minutos diarios, cambiar los malos hábitos alimenticios, para llevar una vida saludable.

Paco el Chato y todos los libros de la SEP ahora en línea

¿Quién no recuerda los años dorados cuando cursábamos la primaria? Y unos de los recuerdos que compartimos todos los mexicanos son los libros de texto gratuitos que editaba —y edita— la SEP, a través de la CONALITEG. Pues bien, ahora todas sus portadas y sus contenidos están disponibles en línea en un catálogo histórico, organizado año por año.

El catálogo histórico en línea de la CONALITEG abarca los libros de texto editados entre 1960 y 2011: más de 50 años de recuerdos, conocimientos y golpes de nostalgia.

La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) es un organismo público que produce y distribuye, de manera gratuita, los libros de texto que requieren los estudiantes inscritos para cada ciclo escolar.

Lo anterior se basa en el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que garantiza el derecho a la educación de todos los mexicanos.

Los libros de texto gratuito de la SEP se instituyeron en 1959, durante la presidencia de Adolfo López Mateos. Desde entonces, miles —o quizá millones— de libros de educación básica se distribuyen al inicio de cada ciclo escolar.

Dentro de la vida cotidiana de los mexicanos, los libros de texto gratuitos constituyen uno de los recuerdos más claros de la educación que brinda el estado.

Por eso, y porque a muchos nos gustaría volver a ver esas páginas en las que adquirimos nuestros primeros conocimientos, es que la CONALITEG ha publicado en línea el catálogo histórico de libros de texto gratuito.

En dicha página web, basta con que indiques el año en que iniciaste tu educación primaria para que el archivo despliegue los libros de texto —grado por grado, desde primero hasta sexto de primaria— a los que tuviste acceso en esos años.

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Ya sea que quieras volver a leer las lecturas del libro de Español de cuatro grado, o resolver los problemas del texto de Matemáticas de quinto, el catálogo te dará acceso a un sinfín de conocimientos y recuerdos.

¿Quieres empezar tu viaje al pasado y llenarte de nostalgia? Simplemente haz clic aquí y revisita los años dorados de la primaria.

Sismo de 7.8 grados sacude a Honduras

Tegucigalpa, 9 Ene (Notimex).- Un sismo de 7.8 grados Richter se registró esta noche frente a la costa norte de Honduras, lo que generó pánico en la región y una alerta de tsunami, informó el Instituto Geofísico de la Universidad de Honduras.

El futuro del TLCAN

 

Es un año complicado para México. Entre elecciones, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), que debe de estar lista antes de elegir al sucesor de Enrique  Peña Nieto, y el problema de las migraciones y deportaciones, es suficiente para iniciar el 2018.

Para Cristina Rosas, doctora en Relaciones Internacionales por la UNAM, Estados Unidos ha aprendido que su seguridad depende de México, “aprieta a México, pero no nos puede estrangular”. México es un filtro; paga un costo altísimo en dinero y sangre con el combate a la delincuencia organizada.

En cuanto al problema migratorio, la doctora Rosas comentó que el presidente de Estados Unidos hizo muchas propuestas mientras estuvo en campaña, pero la mayoría de ellas no las ha cumplido, y las deportaciones no son la excepción: “hubo más deportaciones con Obama que las que se han hecho con Trump”.

Sin embargo, aclara que este tema es escabroso. Desde su punto de vista, puede haber margen de negociación porque al final del día “es capital humano que Estados Unidos requiere, y siendo sinceros, no estamos en condiciones para recibirlos así de golpe en este momento”.

La experta en comercio internacional afirma que debemos entender que la personalidad de Donald Trump es “bravucona”, por lo que para elecciones “debemos tener muy claro que necesitamos a un líder que pueda plantarse frente a Trump con la retórica trumpiana: tú a tú”. El perfil de quien sea Presidente debe definirse a partir de consideraciones propias, elegir al más capaz, no solamente al que más pueda contestarle, aclaró.

La catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales sostuvo que, si Estados Unidos sale del TLCAN, aunque México tiene opciones, no hay en el escenario un Plan B.

“Si bien, una opción es el multilateralismo, y está estancado, le apostamos al mercado interno. La retórica de Trump y los fenómenos naturales acontecidos en septiembre han influido en el resurgimiento nacionalista, por lo que el país tiene todo para ser potencia cultural: hay cooperación con Japón y se pueden estrechar relaciones con China y el mercado latinoamericano, que tiene varios países que apoyan a México”, acotó.

Por otro lado, Cristina Rosas también opinó sobre la Copa del Mundo que se llevará a cabo en Rusia. Dijo que, debido a que la selección mexicana de futbol está en el grupo de la muerte, la expectativa que el país tiene es muy baja, a pesar de ser una de las selecciones más fogueadas.

“Hay que mencionar que se atraviesan las elecciones y va a ser un distractor importante, pero nadie se confabuló para que la Copa del Mundo se llevara a cabo en estas fechas, no es una conspiración sino una simple coincidencia”, finalizó.

¿Alucinaciones o falsos recuerdos?

La ficción nos ha contado que un déjà vu es un error en la Matrix (1999), sí, como en la película de las hermanas Wachowski donde la humanidad vive una realidad virtual que cuando algo falla, el sistema se reinicia y la persona nota que ya había vivido esa situación, sin embargo, la ciencia que ha estudiado este fenómeno tiene algunas otras teorías al respecto.

En entrevista para UNAM Global, Irma Yolanda del Río Portilla, académica de la Facultad de Psicología, explica que es normal que todos en algún momento hayan sentido un déjà vu, pero en algunas personas es más constante que en otras, por ejemplo, aquellas que padecen alguna enfermedad mental como esquizofrenia o epilepsia.

Dice la ciencia que una de las razones podría deberse a una desconexión neuronal desde 10 hasta 30 milisegundos, y se relaciona con aspectos de memoria. Esto se debe por el nivel bioquímico o eléctrico que llegan a hacer corto circuito.

Para la especialista, este fenómeno podría presentarse con la paramnesia (perturbación de la memoria), donde los afectados tienen problemas de epilepsia en el lóbulo temporal. Esta desconexión hace que la persona vea aspectos perceptuales repetidos. Regularmente, se  presenta antes de tener las crisis convulsivas.

Otra de las estructuras donde también se le ha atribuido este fenómeno son los lóbulos frontales, donde la dopamina tiende a disminuir las funciones cognitivas, especialmente la memoria, la atención y la resolución de problemas.

De acuerdo con la académica universitaria, existen algunas investigaciones realizadas en el 2011 donde notaron que las personas bajo el efecto de la dopamina (ingerida a través de fármacos como antigripales o antihistamínicos), viven un déjà vu, concluyó.

Rumbo a la ONU, la Carta de Deberes y Obligaciones de las Personas

A partir del reconocimiento del principio de que derechos y obligaciones van de la mano y desde la tribuna más relevante de todas –la de la propia sociedad civil–, la UNAM presentó ante el cuerpo diplomático mexicano la Carta de Deberes y Obligaciones de las Personas, para que la Cancillería se encargue de llevarla a las Naciones Unidas.

Ante el centenar de embajadores y Consules Generales de nuestro país, el rector Enrique Graue expresó su preocupación porque los valores que rigen en la sociedad actual forman parte de una cultura en la cual los derechos adquiridos parecen existir por el simple hecho de haber sido asumidos por los Estado sin suponer, a la vez, un compromiso correlativo individual o colectivo para su cabal cumplimiento.

La Carta, iniciativa de la Fundación José Saramago, el World Future Society y académicos de la Universidad de la Nación formará parte medular de la agenda de los diplomáticos mexicanos durante este año.

El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers presentó ante miembros del cuerpo diplomático de nuestro país, la Carta de Deberes y Obligaciones de las Personas, iniciativa surgida del interés de la Fundación José Saramago, del World Future Society y de distinguidos ciudadanos y académicos de la Universidad Nacional ante la realidad social, política y económica que impone el mundo en que vivimos.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y en el marco de la XXIX Reunión de Embajadores y Cónsules 2018, el rector afirmó que todos los derechos deben estar acotados por una obligación recíproca que garantice el respeto a los derechos de los demás.

Vemos con preocupación que los valores que rigen en la sociedad actual forman parte de una cultura en la cual los derechos adquiridos parecen existir por el simple hecho de haber sido asumidos por los Estados o por las sociedades, sin suponer, a la vez, un compromiso correlativo individual o colectivo para su cabal cumplimiento, añadió.

Graue señaló que los signos de individualismo, del imperio de la posverdad y de los nacionalismos aislacionistas están aflorando en las personas y en las colectividades. Además, vivimos en una cultura que, muchas veces, se deja llevar por la inmediatez, lo superfluo y, en donde todo existe en capacidad de ser desechado cuando incomode o implique un esfuerzo adicional.

De ahí, los riesgos de no asumir deberes ante los derechos reconocidos, y de que esos derechos, carentes de cualquier obligación, puedan esgrimirse como razones para justificar la violencia y la intolerancia; los distintos actos de discriminación racial y religiosa; la inequidad de género; o el rechazo a la diversidad.

También de ahí, la indiferencia ante la desigualdad social; la inacción ante la participación democrática; la conformidad con la desinformación; la falta de compromiso con la educación formal, con el cuidado para la salud o para el trabajo con dignidad; el abuso de los recursos naturales o el descuido ante los daños en el medio ambiente.

Por ello, explicó el rector Graue, esta iniciativa ciudadana sobre los deberes y obligaciones que los hombres y las mujeres del mundo debieran tener ante sus semejantes y hacia el entorno si deseamos tener un futuro mejor, es un documento oportuno.

Pero, abundó, también es pertinente, porque los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible para el 2030 suscritos por nuestro país y aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas no podrán cumplirse sin el concurso de todos los ciudadanos.

La carta fue mostrada hace un par de meses al Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray. El propio canciller relató que una vez recibida formalmente, “decidimos adoptarla e impulsarla ante las Naciones Unidas”, y que se convierta en una prioridad para la diplomacia mexicana en este 2018.

Miguel Ruíz Cabañas, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, recordó que esta Carta cívica del siglo XXI se basa en los ideales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en las ideas del escritor José Saramago, quien en 1998 habló de estos conceptos.

José Ramón Cossío, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, opinó que en el orden jurídico internacional estaba faltando una carta de deberes, porque de otro modo, sólo quedan exigencias de satisfacción inmediata de los derechos por la simple asunción de ser seres humanos; “hay que complementar la ecuación para lograr una mejor realidad en el futuro”.

La profesora emérita de la UNAM, Juliana González Valenzuela sostuvo que los derechos humanos son dados, pero los deberes son creados, resultado de la libertad, y son éticos. Así, “el fundamento ético de una carta de deberes y obligaciones se haya en el hecho de la condición libre del ser humano”.

Julio Millán Bojalil, presidente del World Future Society Capítulo México y del Grupo Coraza Corporación Azteca, resaltó que la Carta por primera vez habla claramente de las obligaciones de las empresas. Incorpora el concepto económico en el desarrollo social de un país, del mundo y del futuro de la humanidad.

La FES Iztacala instala baños mixtos

Con el propósito de apoyar la diversidad en la comunidad universitaria y proveer de los servicios básicos a todos los miembros de la misma, nuestra Facultad apertura el día de hoy un módulo de baños mixtos en donde cualquier persona, sin distinción por identidad de género, pueda hacer uso de ellos, evitando así la discriminación.

Este nuevo módulo está ubicado a espaldas del edificio A1 y operará de manera regular a partir del día de hoy, esperando que su uso suceda de manera responsable y respetuosa, para que cumpla con el objetivo principal.

Daily life and death on the U.S.-Mexico border

By Michelle Nicholasen, Weatherhead Center for International Affairs Communications

Ieva Jusionyte has always been drawn to border tensions. As a graduate student, she went right to the heart of the drug and human smuggling nexus of Puerto Iguazú, a town at the tri-border area of Brazil, Paraguay, and Argentina, to research how the media reported on crime. While there, she developed a deep interest in the experiences of firefighters and rescue workers, and later, in the U.S., trained to become a certified emergency medical technician (EMT), paramedic, and wildland firefighter.

Most recently, Jusionyte embedded herself at the U.S.-Mexico border for a year, using her technical skills to help first responders on both sides of the divide. She reasoned that firefighters and EMTs would face many of the human consequences of national security policy on a daily basis.

In Nogales, Ariz., she volunteered as an EMT with the suburban fire department, responding to 911 calls — whether for a wildfire or for a critically ill or wounded person. Across the border in Nogales, Mexico, she delivered first aid to injured migrants and deportees on a bench in a soup kitchen, which also served as a humanitarian and legal center.

The Weatherhead Center for International Affairs (WCIF) spoke with Jusionyte, an assistant professor of anthropology and of social studies at Harvard, about her work and forthcoming book, “Threshold: Emergency and Rescue on the U.S.-Mexico Border,” which brings together the experiences of the first responders and residents of the local border communities, to take stock of the real-life impact of U.S. national security measures.

Ieva Jusionyte with two Mexican firefighters
Ieva Jusionyte with two Mexican firefighters during the Day of the Virgin of Guadalupe celebrations in Nogales, Mexico, on Dec. 12, 2015.
WCIF: Do Mexican and U.S. emergency responders on both sides of the border work together?

IEVA JUSIONYTE: At the border, everyday life unfolds on a binational scale. Mexican and American first responders go back and forth regularly and rely on each other to do their jobs. When it comes to saving lives, it is as if the border did not exist for them. Sometimes emergency workers on both sides were family members. For them it is one community split in half by the border wall, which is an inconvenience but does not cut the strong ties that hold the community together. As you go further north, the sentiment toward Mexico is more negative. The fire departments, which are predominantly white, don’t work with Mexican first responders.

WCIF: What kinds of emergencies require joint efforts?

JUSIONYTE: Some migrants decide against climbing over the wall and try to cross under it instead, through the drainage tunnels that go under the U.S.-Mexico border. Mexico is uphill, upwind, and upstream from Arizona. Because of how Nogales was haphazardly built, when it starts to rain in Mexico, some streets turn into rivers, and the water overflows the drainage tunnel. There are a lot of situations when people get carried away in these washes, or arroyos, that flood the tunnels. The powerful current sweeps them away from Mexico and carries them to the United States. So emergency responders do binational rescue operations to find people; they begin searching on the Mexican side and continue into the U.S. Sometimes they save a life, but more often they only recover a body further downstream.

In addition to rescues from the wash, emergency responders go out in the desert to find people who are lost and who don’t even know which side of the border they are on when they call 911.

WCIF: After working for a year in this region, you conclude in your forthcoming book that the border wall is being used as a weapon. Can you explain this?

JUSIONYTE: The focus of my work is actually how the terrain is being weaponized to enforce U.S. immigration policies

In 1994, the U.S. Border Patrol created a strategic plan based on the concept of “prevention through deterrence.” The idea was to make the transit corridors in major urban areas, like Nogales, Tijuana-San Diego, or Ciudad Juárez-El Paso, extremely difficult to cross. They militarized the towns by increasing the length and the height of the fence, building surveillance and lighting systems, and really concentrating all the border enforcement there so that the only option would be for migrants to go through remote desert terrain in Arizona or California, or cross the Rio Grande in Texas, which is very dangerous. It’s written in the plan that violence and injuries would increase, and that would deter people from coming.

Views of the border fence east of Nogales, Ariz.

WCIF: So the desert became part of the deterrence strategy as well?

JUSIONYTE: The farther away you go from the urban areas, there is nothing but desert with mountains and steep ravines. The international boundary there is marked by a four-strand barbed-wire fence and Normandy barriers, which are crisscrossed beams that stop vehicles, yet people can cross there very easily. But it is so far away from settled areas that the natural environment will kill you if you are unprepared. It’s impossible to carry enough water for that kind of journey. Unable to call for help, migrants are also often assaulted; women are frequently raped. Many people do make it across, however, and that’s why they keep coming.

WCIF: What are the most common types of injuries you saw?

I’ve met migrants in the desert who got lost and were trying to find the Border Patrol because they wanted to live. When the smugglers take them across they are told it’s a few hours to Phoenix, when it actually takes three to five days just to reach Tucson. They don’t have maps and there’s no cellphone signal. The people whom I’ve met were very, very dehydrated. Such dehydration can lead to heat stroke, or hyperthermia. More often it results in kidney failure. People who walk in the desert usually have blisters that make it difficult to carry on with the journey. In winter, with temperatures at night falling to below freezing, dehydration makes migrants susceptible to hypothermia. There are snake bites, too, but those are rare. In the desert, most people die due to exposure to extreme heat. But sometimes it is hard to tell; by the time they are finally found, they are reduced to skeletal remains.

WCIF: How do people breach the wall in the urban areas?

JUSIONYTE: Most people pay for a trip “up the ladder” on the Mexican side. Then they need to slide down on the other side and it’s quite high, 20-plus feet.

YouTube is full of videos of drug smugglers with backpacks who slide down very efficiently. But some people climb up and then see that it’s too far to the ground and become afraid to slide. There have been cases where — because the migrants have already paid for the service, or it will be paid by the family members only if the person ends up on the U.S. side of the border — they are forcibly pushed down. If they were pushed, they usually have leg or ankle fractures, and because of the height of the fall, injuries to the spine are also likely. I interviewed a trauma surgeon who has treated many injured migrants. There were some who landed on their heads and died instantly.

Artist Ana Teresa Fernández paints the border fence
Artist Ana Teresa Fernández paints the border fence blue to merge with the sky for an installation “Borrando la frontera” (“Erasing the Border”) in Nogales, Mexico. October 2015.
WCIF: How has the back-and-forth movement of Mexican migrants changed in the past two decades?

JUSIONYTE: It became more difficult to cross in the mid-1990s, and even more so after 9/11. In 2006, the Secure Fence Act mandated the building of essentially what we have now, 700 miles of border fence, which includes both pedestrian and vehicle barriers.

Prior to this time, many migrants would come to the U.S. to work temporarily just for one agricultural season or perhaps a couple of years in the construction or service industry and then take their earnings back to their hometowns. When they needed more money, perhaps to pay medical bills or to send a child to school, they would return, knowing that U.S. employers were eagerly waiting for cheap migrant labor. It was cyclical migration. But many of those people are now stuck here, on the U.S. side, and not going back because they fear that with security buildup they would never be able to return to the U.S. for another labor season. They stay here, send money back, and, when they can, save enough to pay a “coyote” to bring their spouse or their children to live with them here. I’ve seen many women crossing the border, sometimes with small children, when it used to be primarily young men coming for work.

WCIF: Besides work, what are the other reasons for wanting to cross into the U.S.?

JUSIONYTE: In the last few years, we’ve seen many people from Guatemala, El Salvador, and Honduras fleeing violence and crime. Some of them are asking for asylum, which means that instead of crossing the border illegally, they present themselves to the Border Patrol and wait for their cases to be heard at the court.

WCIF: Has the border strategy been successful, in terms of in deterring Mexican migrants?

JUSIONYTE: Recent data show that there are now more Mexicans leaving the U.S. than coming here. But I’ve always been skeptical about statistics since they are notoriously ineffective at estimating activities, such as unauthorized migration, which depend on avoiding being seen and known by the state.

WCIF: Would you advocate taking the border away? What would happen?

JUSIONYTE: You don’t need a wall or a fence on the border. People have no urge to leave their homeland, to risk their lives in order to live on the margins of society in a foreign country. If given a choice many would prefer to stay in their community. If they could get a temporary work permit, it would enable them to go for a short time and then return home, as long as movement is possible, much like between the countries in the European Union and the U.S. and Canada.

This has been edited for length. To read the full story, visit the Weatherhead Center for International Affairs website.

Vive la experiencia de estudiar en el extranjero con UNAM San Antonio

UNAM San Antonio realiza labor social en Estados Unidos

 

En el territorio estadounidense, se puede percibir un ambiente académico con gran diversidad y de origen puma, donde no sólo acuden mexicanos sino también personas de diversas nacionalidades como son estadounidenses, colombianos, cubanos, palestinos, israelís, egipcios, coreanos e incluso tailandeses, entre otros, todo ello converge en la escuela extensión UNAM, San Antonio, Texas.

Se trata de una institución comprometida con una gran labor social no sólo con los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, sino también con todos aquellos latinos que de alguna forma necesitan ayuda académica en aquella nación.

Además, se puede encontrar una gran oferta cultural, con diversas opciones para todos los residentes. Por ejemplo, tienen un pequeño museo dedicado a la cultura Maya, con objetos y figuras muy representativas, y exposiciones pictóricas, fotográficas, presentaciones de libros e incluso simposios.

Un paisaje

La UNAM, se ubica en una de las zonas turísticas más populares de San Antonio, nada menos que en Hemisfair Park, una plaza donde se encuentra la Torre de las Américas, uno de los edificios icónicos de esa gran ciudad.

Cuando uno sube a dicha torre y mira desde arriba el paisaje puede ver el edificio perteneciente a la Máxima Casa de Estudios con su nombre en letras grandes. Tal vez no todos sepan el significado de esas siglas, pero seguro investigarán y sabrán que México tiene presencia en ese lugar.

El edificio de la Universidad es discreto en comparación con la gran Ciudad Universitaria, pero no necesita más. Tiene diversas aulas, laboratorios de cómputo, biblioteca, auditorio, cafetería, salón de maestros y diversas oficinas para sus profesores e investigadores.

Su director, José Antonio Vela, un hombre amable y sencillo que viste con bermudas debido al extremo calor, narra que la UNAM ha logrado un intercambio académico con diferentes instituciones de Norteamérica y sobre todo con el país.

Y orgullosamente, enfatizó, es la única universidad extranjera autorizada en Estados Unidos para otorgar visas de estudiante a todos los interesados de cualquier parte del mundo que quieran estudiar con nosotros.

Para obtener esta acreditación, la UNAM llevó a cabo un largo proceso de trabajo de aproximadamente cuatro años. “Esto es algo maravilloso que hemos logrado”, dijo orgullosamente.

Programas y beneficios 

Tenemos una gran diversidad en el aspecto académico, cultural y sobre todo de apoyo a todos nuestros migrantes que tienen necesidad de estudiar y no tienen oportunidad debido a que poseen dos o tres trabajos, enfatizó Vela.

Así, hemos conformado dos importantes programas enfocados para mejorar la calidad de vida de los latinos que vienen en busca de una oportunidad. El primero es el GED en español, un curso creado para validar la preparatoria en USA y el segundo es el programa de Ciudadanía, que los ayuda a capacitarse para presentar su examen de nacionalización.

Óscar Efraín Bocanegra, coordinador de ambos programas explicó que el GED en español, es un curso exprés, establecido para ayudar a todos los migrantes que no saben hablar el inglés pero quieren superarse y continuar sus estudios.

Algunos asisten porque quieren ingresar a un colegio comunitario de alguna universidad para posteriormente continuar una carrera de la que tenían antecedentes en otro país, otros porque es un punto favorable que los ayudará a legalizarse y obtener su residencia.

En cuanto al programa de Ciudadanía tenemos dos cursos al año para capacitar a quienes estén interesados. La preparación incluye toda la historia del sistema político, la economía y las enmiendas.

El curso dura 30 horas, donde aplicamos exámenes de práctica con 100 preguntas. Y para aminorar el nerviosismo del día del examen, previamente los llevamos a un recorrido por las instalaciones de migración, así se familiarizan y se sienten más seguros.

El trabajo de esta institución en el ámbito cultural, narra Jake Pacheco, coordinador de eventos culturales, es el de tener regularmente varias exposiciones de arte, conferencias de historia, conciertos y hasta eventos de baile.

“Recientemente tuvimos una colección pictórica de Abraham Mojica, un pintor mexicano que ha presentado su obra en diversas partes del mundo”.

En cuanto al verano Puma, el plantel de San Antonio, recibe a chicos de todas partes del mundo para prepararlos en el inglés, la mayoría son mexicanos, pero no sólo de la UNAM en México, sino también de varias partes de la República, y en esta última ocasión hubo jóvenes de la Universidad Chapingo e incluso una chica de Palestina.

De acuerdo con Pacheco, esta es una oportunidad única para los jóvenes, que no sólo aprenden el idioma, sino también la cultura estadounidense, que además les abrirá un nuevo camino dentro de su educación.

Otro de los beneficios del plantel es que imparten todo el año cursos de inglés, español y francés. Es aquí donde se encuentran personas de diversas nacionalidades e incluso de diferentes culturas, como es el caso del hermano franciscano capuchino Brandon Berg, quien estudia el castellano porque le servirá para su labor social.

La UNAM cambia vidas

Antonia Santoyo es una mexicana de 46 años que vive en esa nación, y por razones económicas no tuvo la oportunidad de estudiar la preparatoria en su país natal, por ello actualmente se siente muy orgullosa de acudir a la UNAM para estudiar el GED.

A pesar de ser ama de casa y tener dos hijos, ella estudia los lunes y miércoles por la tarde, y narra contenta que esto ha sido muy fácil.

“Estoy muy satisfecha porque hago algo que desde hace mucho quería y pensé que mi tiempo ya se había terminado, pero no, uno nunca pierde la oportunidad de estudiar, a cualquier edad se puede y más en la UNAM”.

Por su parte, Eyde Guerrero, un ama de casa, que tiene por meta ir al colegio en Estados Unidos toma el mismo curso. Comenta que esta experiencia ha sido muy buena y la ha ayudado mucho, además que los costos son muy bajos.

He presentado dos exámenes y afortunadamente los he pasado exitosamente, creo que los maestros son muy buenos y están muy bien capacitados, dijo.

Para mí ha sido una muy buena oportunidad  porque en esta ciudad no había encontrado una escuela con horarios tan flexibles y un programa tan rápido y bueno.

José Macotela Hernández, originario de la Ciudad de México, y quien vive desde hace 10 años en San Antonio, menciona que en la UNAM les han brindado una gran hospitalidad.

En México estudiaba en la Fuerza Aérea Mexicana y quería recordar y sentirme útil, para también crecer profesionalmente en este país. La idea es buscar mejores oportunidades de trabajo, dijo.

Jaime Amuchástegui, vive desde hace nueve años en Estados Unidos, y actualmente trabaja en el mantenimiento de la UNAM, San Antonio, una labor que le gusta y hace muy feliz.

Cuenta que esta institución ha sido muy noble con él. “Aquí tuve la oportunidad de estudiar el curso del GED en español, un programa para validar mi preparatoria en Estados Unidos”.

El trabajador originario de la Ciudad de México cuenta que además recientemente tomó el curso para presentar su examen de la ciudadanía. En estos días presentará su evaluación pero se siente muy seguro.

La UNAM me ha apoyado mucho y ayudado en todo momento, concluyó el entrevistado.

Su historia

A petición de un grupo de mexicanos y mexicoamericanos en 1944 empezó la UNAM, San Antonio, con la finalidad de conservar las raíces de nuestro país, relató Martha Elena Cortés, secretaria académica.

Así, comenzaron a ofrecer cursos de historia, arte, arquitectura, literatura impartidos por grandes profesores mexicanos. Al principio, añadió la profesora, se compartían en diversos colegios de la High School. Fue a partir de 1972 que la escuela tuvo un lugar permanente.

Más tarde, en 1983 a demanda de otro grupo de connacionales surgieron los cursos del idioma inglés. Desde entonces, concluyó la académica universitaria, servimos a una comunidad no sólo mexicana, sino también estadounidenses y personas de todas partes del mundo.

Edmund Glaser, un neurocientífico en la Segunda Guerra Mundial

Mucho antes de ser uno de los neurocientíficos más reconocidos del mundo; mucho antes de convertirse en uno de los padres de la microscopía computacional, e incluso mucho antes de conocer a su esposa, un muy joven Edmund Glaser, de apenas 19 años, dejó su hogar en Nueva York, se puso el uniforme olivo del ejército estadounidense y se embarcó rumbo a Alemania para encarar al régimen nazi, pero no armado con un fusil semiautomático como la mayoría de sus compañeros, sino con una cámara cinematográfica de 35 milímetros.

“De diciembre de 1946 a agosto de 1947, fui el encargado de filmar los juicios médicos de Nuremberg, quizá hoy un poco olvidados, pero no por ello menos importantes, pues en ellos 23 médicos alemanes fueron llevados a la corte y sentenciados por realizar experimentos atroces con humanos”, expuso el profesor emérito de la Universidad de Maryland, quien visitó el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM para hablar de su participación en la Segunda Guerra Mundial.

Para esas fechas, Adolf Hitler ya se había suicidado tras enterarse de la caída de Berlín a manos de sus enemigos; Alemania se había rendido incondicionalmente, y las fuerzas aliadas comenzaron a organizar una serie de juicios contra los altos mandos del Tercer Reich en Nuremberg, hecho particularmente simbólico porque tuvo lugar en una ciudad conocida en aquel entonces como “el corazón del régimen nacionalsocialista”.

“Y ahí estaba yo, detrás de la cámara… Un joven soldado judío, viendo en el banquillo de los acusados a médicos que en vez de salvar vidas, acabaron con las de cientos de miles de personas de mi misma religión; pero más allá de esto, lo que más recuerdo es el pasmo de mirar sus rostros y no ver en ellos nada que delatara sus tendencias asesinas: tenían los mismos rasgos de cualquier persona que hallas día con día en la calle, en las aulas e incluso en las reuniones familiares… Entonces, ¿qué los hacía diferentes?, ¿cómo fueron capaces de hacer lo que hicieron?”.

Entre los 23 acusados (entre los que se contaba una mujer y el presidente de la Cruz Roja alemana) destacaba uno en particular, tanto por su alto cargo como por su crueldad, se trataba de Karl Brandt, mejor conocido como “el médico personal de Hitler”, quien además fue el jefe del programa de eutanasia T4, con el que acabó con la vida de cientos de miles de individuos en toda Europa, bajo el argumento de que de esta manera se deshacía de personas “en las que se desperdiciaba el alimento”, es decir, sujetos con retraso mental, ancianos, delincuentes, judíos, gitanos y todo aquel que, en su opinión, no mereciera ser parte de la sociedad.

Este galeno habría de enfrentarse en juicio con otro hombre que compartía su profesión, más no sus métodos y mucho menos sus ideas; se trataba de Leo Alexander, y a partir del choque de estos personajes, la ética médica no volvería a ser la misma.

Dos médicos con puntos de vista muy diferentes

Entre los experimentos que los alemanes realizaban con humanos se contaban trabajos relacionados con las reacciones del cuerpo a grandes altitudes, congelamiento, malaria, gas mostaza, sulfanilamida, transplante de huesos, envenenamiento, bombas incendiarias, esterilización y diversos métodos de eutanasia.

El argumento de Brandt para justificar este tipo de prácticas —como hizo patente en uno de sus testimonios— era que “las demandas de la sociedad están muy por encima de los individuos, quienes pueden ser usados si esto beneficia a la comunidad. El sujeto, por sí solo, no significa nada”.

El profesor Glaser señaló que al escuchar este tipo de afirmaciones se dio cuenta de que, para Brandt, los seres humanos no eran otra cosa que “máquinas biológicas” que podían ser congeladas vivas, quemadas o encerradas en cámaras con el mínimo de oxígeno; todo ello para averiguar, por ejemplo, qué pasaría con un piloto alemán cuyo avión explotara y cayera, consumido en llamas, en las gélidas aguas británicas.

Fotografías, filmes y grabaciones de los experimentos realizados con humanos en los campos de concentración fueron exhibidos ante el jurado, un material que llegó a ser considerado “no apto para personas susceptibles”, por lo que debía ser visto con cautela; “pero una de las evidencias más impresionantes, porque no precisó de imágenes dantescas para hacer patente su crueldad, era la carta que un doctor de nombre Sigmund Rasher envió a Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS, recordó Glaser.

En la epístola, el médico que trabajaba para la Fuerza Aérea (Luftwaffe) nazi, tras dirigir un par de frases cariñosas a Himmler, le preguntaba: ‘¿No podrías enviarme dos o tres criminales para mis experimentos? Es que no puedo realizarlos con monos, porque como sabes, al ser lanzados a grandes altitudes, se comportan de manera muy diferente a los humanos’”.

“¿Cuál es el conflicto?”, señalaba Brandt al ser cuestionado sobre los experimentos realizados en los campos de concentración, y añadía “todo se hizo en bien de la humanidad”.

Para rebatir este tipo de argumentos, las fuerzas aliadas echaron mano de un galeno igual de brillante que “el médico de Hitler”, pero totalmente opuesto a él en cuanto a ideales, concepciones de lo que debía representar la medicina e incluso en cuanto a historias de vida. Su nombre era Leo Alexander y su especialidad, la psiquiatría.

Nacido en Viena, el doctor Alexander tuvo que huir de Alemania debido a su origen judío, y tras una serie de viajes que lo llevaron a lugares tan exóticos como Pekín, finalmente se integró al ejército de Estados Unidos, donde atendió a pilotos con diversos traumas mentales, experiencia que le permitió observar la guerra y sus secuelas desde los ojos tanto de los soldados como de las víctimas; pero el evento que cambió su manera de entender las cosas fue el haber entrado con las fuerzas aliadas a Alemania y ver, en primera persona, los horrores de los campos de concentración. A partir de esta experiencia, uno de sus mayores intereses fue hacer justicia y lograr que los criminales nazis pagaran por sus crímenes.

Creando un nuevo código de ética médica

En los juicios de Nuremberg, la participación del doctor Alexander fue crucial, pues a través de sus observaciones, cuestionamientos y el análisis de diversos experimentos realizados tanto en Alemania como en las naciones ocupadas, puso en evidencia los excesos de la medicina nazi.

“¡Pero desde siempre se ha experimentado en humanos!”, era uno de los argumentos esgrimidos por los acusados; de hecho, una de las estrategias que tenían bajo la manga los abogados defensores era señalar que incluso en los países aliados se realizaban prácticas similares, como los tristemente célebres “experimentos de Tuskegee”, conducidos por el gobierno estadounidense en los años 30 y que consistieron en reclutar a 400 hombres negros y pobres de Alabama, todos enfermos de sífilis, a quienes se les negó cualquier tratamiento tan sólo para observar cómo avanzaba la enfermedad hasta finalmente consumirlos.

Años más tarde, los historiadores describirían este episodio protagonizado por el Servicio de Salud Pública de la Unión Americana como “el experimento no terapéutico más largo en la historia de la medicina”.

Alexander descubrió que culpar al bloque aliado de las mismas acciones inhumanas que condenaba, era una de las cartas fuertes de la defensa alemana y, anticipándose a sus contrincantes, escribió una serie de reflexiones sobre el tema, las cuales mostró al doctor Andrew Ivy, para que luego ambos redactaran lo que, desde 1947, se conoce como el Código de Nuremberg.

Con este documento, lo que Alexander intentaba era crear un estándar ético que pudiera ser incorporado en el veredicto final y que endureciera la condena contra los nazis, pero lo que en realidad hizo fue poner el cimiento de lo que hoy se conoce como “principios de protección médica”, los cuales se deben considerar siempre que se usen humanos como sujetos de prueba en investigaciones.

Los puntos clave que este par de especialistas señalaron en el texto, y que siguen siendo un referente, son: el individuo en el que se realice el experimento debe dar siempre su consentimiento; los resultados perseguidos tienen que ser benéficos para la sociedad; antes de pasar a un humano, se debió haber experimentado en animales; es preciso evitar todo sufrimiento físico y mental innecesario, y tanto el sujeto de pruebas como el científico que conduce el trabajo, pueden decidir no continuar en el momento que así lo deseen.

Bajo la luz de este nuevo código, los experimentos nazis se revelaron en toda su brutalidad ante el jurado, y el resultado fue que 15 de los acusados fueron condenados: siete a pena de muerte y los otros a prisión, el resto fue absuelto, aunque se les retiró la licencia médica.

“Ninguno de los que estuvimos en aquel juicio salimos siendo los mismos”, indicó Edmund Glaser, quien agregó que desde entonces tiene una percepción muy distinta del Holocausto y una sensibilidad mucho mayor hacia quienes lo sobrevivieron, como le pasó al mismísimo doctor Alexander, quien después de ponerle punto final a este capítulo, regresó a Estados Unidos, donde siguió atendiendo a un grupo de polacos que mientras estaban presos en campos de concentración, recibieron inyecciones de gangrena gaseosa.

“Los juicios de Nuremberg representan una gran lección para la humanidad, tan sólo hay que analizar lo que se ventiló en aquella sala y poner atención a lo que aún nos dicen, porque todavía nos queda mucho por aprender”, comentó el científico.

Polémicas que no terminan

¿En medicina, qué es ético y qué no?, ésa era la gran duda del doctor Leo Alexander en 1946, “y al parecer esa inquietud ha sobrevivido hasta nuestros días, como demuestra el hecho de que hace no mucho, en los años 80, un grupo muy importante de científicos estadounidenses pedía que se hicieran públicos los resultados de los experimentos que los alemanes realizaron con judíos, polacos y gitanos”.

Estos especialistas argumentaban que las investigaciones realizadas por los nazis estaban tan bien hechas y los resultados eran tan precisos, que podían ser de gran utilidad para avanzar en trabajos actuales que se ven frenados por las trabas existentes a la hora de experimentar con humanos.

Los defensores de esta postura argüían que “publicar los detalles de estos experimentos es una manera de lograr que las víctimas de estos experimentos dejen testimonio de su existencia y, al mismo tiempo, hagan de su sacrificio algo benéfico para la sociedad entera”, lo que palabras más, palabras menos, resultaba un sofisma no muy diferente al que planteaba Karl Brandt.

Este debate continuó por un año y medio hasta que se decidió que los documentos médicos extraídos de los campos de concentración seguirían siendo “clasificados”; sin embargo, “esto demuestra la larga vigencia de estos experimentos y cómo aún hoy dividen opiniones. El año de 1946 quedó hace mucho atrás, pero estos problemas persisten y seguramente seguirán vivos por mucho tiempo”.

Reflexiones de un neurocientífico

“Tras haber vivido la Segunda Guerra Mundial, y después de haber pasado por los Juicios Médicos de Nuremberg, comencé a preguntarme, ¿qué es el odio?”, compartió Edmund Glaser ante investigadores del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

El también ingeniero eléctrico recordó que su inquietud sobre el tema llegó a ser tanta, que consultó prácticamente todos los diccionarios a su alcance en busca de una definición que lo satisficiera, aunque infructuosamente.

“Lo que encontraba ahí eran sinónimos como ira, enojo, cólera, pero no había nada que me dijera qué era el odio ni cuál su esencia”.

Glaser rápidamente se dio cuenta de que ahí había un gran hueco por llenar, porque aunque los textos legales contemplan este concepto al hablar, por ejemplo, de “crímenes de odio”, y no obstante que también lo hacen disciplinas como la psicología o sociología, “las ciencias que analizan los fenómenos con datos duros no han trabajado al respecto. No hemos puesto al odio en la mesa de disección”.

“La gran pregunta es, ¿por qué la gente odia? ¿Hay algo en sus cerebros que las conduzca a esto?”, preguntó el académico, quien añadió, “yo, como neurocientífico, estoy particularmente interesado en encontrar si existe una región que controle este sentimiento. Si hay centros de enojo y miedo alojados en el sistema límbico, ¿por qué no habría de haber uno para el odio?”, cuestionó.

Indagar sobre este asunto no es baladí, argumentó, pues muchos episodios de nuestra historia se encuentran marcados por este sentimiento tan destructivo; sin embargo, pese a todo, el odio no ha recibido la atención que se merece. “Por eso, en qué consiste el odiar es una pregunta que se encuentra ahí, planteada como un enigma… Esperemos algún día tener el valor de responderla”, concluyó Glaser.

 

(Texto inédito de una charla en el Instituto de Fisiología Celular en 2010).