Vencer al cáncer infantil es tarea de todos

Gretel tiene siete años y es una de los seis mil niños mexicanos que, cada año, desarrollan algún tipo de cáncer. Diagnosticada con osteosarcoma condroblástico en noviembre de 2022, fue dada de alta el 1 de febrero pasado, logro que celebró tocando la llamada Campana de la Victoria ante un nutrido grupo de médicos, familiares y pacientes que se reunieron en el quinto piso del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre (CMN20N) para despedir, con aplausos y vítores, a la pequeña que por fin volvía a casa.

“Todo pasó tan rápido que resultó difícil de asimilar. En el último tercio de 2022 mi hija perdió la sonrisa y luego peso; supusimos que eran bichitos y nada más. Luego tropezó en el pasillo de la casa y comenzó a renquear; nos decíamos que en breve estaría jugando con su hermanito como siempre, pero pasaban los días y la cojera no cedía. La rodilla le empezó a crecer y decidimos ir al médico, quien nos recomendó practicarle algunos exámenes”, comparte Ana Karen Juárez, madre de Gretel.

La doctora Farina Esther Arreguín, jefa del Servicio de Oncología Pediátrica en el CMN20N y la médico que atendió a la menor en cuanto los estudios dictaminaron que tenía una neoplasia maligna en la pierna, señala que en este caso el desenlace fue el mejor posible debido a que ambos papás, al intuir algo inusual, actuaron rápido y buscaron ayuda.

“Desafortunadamente esto no siempre es así. En México tenemos un índice de supervivencia del 50 por ciento, es decir, de cada 10 niños con cáncer, cinco mueren, mientras que en Estados Unidos y Japón son ocho —e incluso nueve— los que sobreviven. ¿Por qué en otros países los infantes se curan y aquí sus probabilidades de sanar son las mismas que las de ganar o perder un volado? Por retraso en el diagnóstico”, asevera la también docente de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Hace no tantos años —recuerda la doctora Arreguín— debido a los muchos trámites burocráticos y otros tantos factores, un menor enfermo tardaba hasta 180 días en llegar con el oncólogo de un hospital de tercer nivel. “Nosotros aquí, en el CMN20N del ISSSTE, hemos instrumentado una serie de estrategias para que dicho lapso no supere las dos semanas y nuestro objetivo es aminorar tiempos para que la espera sea de 72 horas, máximo”.

Sin embargo, como subraya la especialista, agilizar procesos y eliminar papeleo sirve de poco si los padres no echan andar todos estos mecanismos al detectar cualquier foco rojo. “Observar a nuestros hijos es clave, así como creerles cuando nos refieran cualquier molestia”.

Los síntomas que deberían hacer saltar las alarmas —enumera la profesora Arreguín— son: fiebres de más de dos semanas que no remitan tras el uso de antipiréticos o antibióticos; pérdida de peso aunque la ingesta sea la misma; crecimiento de ganglios o de alguna parte del cuerpo; dolores de cabeza recurrentes o malestares en los huesos; cansancio inexplicable; sudoración nocturna excesiva que llegue a empapar las sábanas, o regresión de habilidades ya adquiridas, como cuando el infante ya sabía caminar o andar en bicicleta y de súbito no puede hacerlo más.

“También debemos estar atentos a las parálisis faciales y a los reflejos blancos en las pupilas, pues eso se llama leucocoria y puede apuntar a un retinoblastoma, el tumor intraocular más frecuente en niños de corta edad”.

Sobre los meses que pasó en el hospital, la madre de Gretel los describe como los más angustiosos de su vida, en especial cuando le notificaron que existía una alta probabilidad de que el cáncer hubiese hecho metástasis pulmonar. “Por fortuna no fue así; los médicos dicen que nos ayudó mucho el haber iniciado el tratamiento rápido. Ahora que hemos superado esto veo las cosas de otra forma. Es como si mi pequeña hubiera vuelto a nacer, como si a mí y a mi familia nos hubiesen dado una segunda oportunidad”.

Aunque representan apenas el cinco por ciento de todos los cánceres, las neoplasias malignas en menores son un problema de salud pública muy serio debido al alto número de muertes provocadas en personas de cero a 18 años. A fin de crear conciencia, desde 2001 cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil.

Para la doctora Arreguín, esta efeméride sirve para recordarle a todos que, si nos involucramos, podemos alcanzar el 80 o 90 por ciento de sobrevida registrado en los países del llamado Primer Mundo: “Ante cualquier situación rara es preciso llevar al niño con el pediatra o médico familiar para descartar riesgos o referir lo más pronto posible a un hospital de tercer nivel. El cáncer se puede curar, pero necesitamos hacer las cosas bien y a tiempo”.

Sonidos de esperanza 

La oficina del Servicio de Oncología Pediátrica del CMN20N tiene una hoja pegada en la puerta que dice: “¡Feliz 2023! Somos médicos que atienden a menores con cáncer, por lo que es difícil que nos encuentres sentados en un escritorio. La prioridad es la atención a los niños y siempre estamos aquí”.

Sobre la razón de este anuncio, la doctora Farina Arreguín señala que se debe a que ella y su equipo tienen un trabajo de 365 días al año, las 24 horas, que los obliga a moverse sin descanso. Esto aunque resulta agotador, tiene su recompensa cada que uno de sus pacientes toca la Campana de la Victoria, ceremonia que consiste en tañer una campanilla a fin de hacerle saber a todos en el hospital, con el repiqueteo, que al fin están sanos y que es posible vencer la enfermedad.

Este ritual es de creación reciente, se remonta a 1996, cuando el contraalmirante Irve LeMoyne, al sobreponerse de un cáncer de cabeza y cuello, donó la campana de su barco al nosocomio de Houston donde fue atendido y, espontáneamente, los pacientes del sitio comenzaron a sonarla al recibir el alta. En la marina estadounidense se suele tocar la campana de un navío tres veces en señal de que una tarea ha sido cumplida y, desde hace 27 años, los oncólogos comenzaron a replicar dicha tradición.

A la doctora Arreguín le gusta involucrarse y estar presente cada vez que uno de sus niños toca la Campana de la Victoria, otra de las muchas razones por la que resulta complicado encontrarla sentada en su escritorio.

“Para los infantes esto es como celebrar un segundo cumpleaños, es uno de los eventos más emocionantes que puede haber”, refiere la doctora Arreguín. En respuesta, la mamá de Gretel añade que, en el caso de su hija, literalmente fue así porque en su aniversario pasado la pequeña sufrió un choque séptico y, en vez de fiesta, recibió cuidados intensivos en un cuarto de hospital. “Pero ahora sí, llegando a casa, habrá festejo”.

Ana Karen confiesa que antes de que su hija enfermera ignoraba todo sobre esta ceremonia, pero desde que supo de qué se trataba y su significado, entre el ir y venir para llevar a Gretel a sus consultas y quimioterapias, empezó a soñar con campanas y con el día que su hija las hiciera sonar.

Esta experiencia te cambia —añade—; hoy me siento mucho más empática y le deseo a todos los padres que hoy atraviesan una situación parecida a la mía, que pronto estén en el lugar de tranquilidad donde hoy me encuentro.

“En algún momento temimos lo peor, pero ahora tenemos esta nueva oportunidad. Los estudios salieron negativos y Gretel por fin regresa con nosotros. Que mi hija tocara esa campanita fue un soplo de esperanza, como si ese sonido fuese un rayito de luz que se abría camino entre una oscuridad muy densa. Eso yo, como mamá, no lo pienso desaprovechar”.

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Granja sustentable

¿Quieres saber qué dice tu perro? Especialistas de la UNAM te dicen cómo descifrar sus señales

Más lento, el crecimiento poblacional mundial

A pesar de que el crecimiento de la población mundial se comenzó a ralentizar, es decir, a hacerse más lento, se espera que en el año 2050 el número de habitantes en nuestro planeta alcance nueve mil 700 millones; en 2058, 10 mil millones; y en 2100, 10 mil 349 millones de personas, con los retos que eso implica, advirtió la investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, Abigail Vanessa Rojas Huerta.

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Buscan en cerebros de personas gemelas respuestas a enfermedades

Según Camila Mondragón, estudiante de preparatoria, “tener una hermana gemela es un vínculo familiar un poco más fuerte, porque nacimos y hacemos todo juntas”. Con su hermana gemela idéntica, Valeria, ambas vienen de una familia de artistas y comparten el gusto por el dibujo. Sin embargo, son muy distintas: mientras que a Camila le gusta usar vestidos, a Valeria le gustan los pantalones y playeras; una disfruta el deporte y la otra no.

Entendernos bien: una ventaja de tener una hermana gemela

Según Valeria Mondragón, estudiante de preparatoria, ella y su hermana gemela Camila se entienden bien porque la mayor parte del tiempo están juntas. “Es inevitable que no sepamos casi todo de la otra. Estamos acostumbradas a que, si necesito un consejo, se lo pido a ella y viceversa, o incluso puedo decir qué está sintiendo Camila con tan solo verle la cara”, explicó Valeria.

Madre de gemelas idénticas se une a proyecto de la UNAM para estudiar bienestar familiar

La madre de las gemelas idénticas ha encontrado el “Registro Mexicano de Gemelos” (TwinsMx) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un proyecto para registrar y coleccionar información sobre nacimientos múltiples con el fin de analizar las características de la población mexicana.

El proyecto cuenta con la participación de cuatro investigadores, incluyendo Alejandra Medina Rivera del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la UNAM, quien se encarga del análisis de las muestras de ADN; Alejandra Ruiz Contreras de la Facultad de Psicología de la UNAM, quien participa en la evaluación de la salud mental y cognitiva; Sarael Alcauter Solórzano del Instituto de Neurobiología de la UNAM, quien estudia las imágenes por resonancia magnética; y Miguel Rentería del Instituto de Investigaciones Médicas de Queensland, Australia, quien aporta al diseño del estudio.

“Los registros de gemelos han sido realizados con éxito en Europa, Norteamérica y Australia, ya que permiten identificar la influencia de los factores genéticos y ambientales en la salud física y mental de la población”, declaró Sarael Alcauter Solórzano.

Agregó que los datos obtenidos a partir de estos registros son valiosos, ya que los gemelos idénticos comparten alrededor del 100% de su material genético, mientras que los mellizos tienen aproximadamente un 50% de similaridad genética. Esto permite, mediante modelos matemáticos, determinar el peso de la genética y el ambiente en determinados fenotipos o cuestiones de salud.

Por ejemplo, en una evaluación de cuestiones de salud mental, como la depresión o la ansiedad, los datos de gemelos idénticos y mellizos pueden ayudar a determinar si la genética o el ambiente tienen más influencia. Esto es fundamental para tomar decisiones de salud pública y potencialmente para el desarrollo de tratamientos genéticos.

Sarael también explicó cómo se puede determinar la influencia genética en la talla o estatura. “Si la estatura de miles de gemelos idénticos es más parecida entre ellos que entre los mellizos, entonces existe un componente genético. Pero si la estatura es similar entre los mellizos más que en los gemelos idénticos, entonces se trata de una influencia ambiental”.

Los estudios en México permiten obtener información sobre la prevalencia y características de enfermedades en la población mexicana, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o la enfermedad de Parkinson, debido a la mezcla genética única de México.

“La mayoría del conocimiento proviene de estudios realizados en poblaciones de origen europeo, estadounidense o canadiense, que indican que la ansiedad, por ejemplo, tiene una herencia del 14%. Pero este resultado no es equitativo para todas las poblaciones, es decir, estos estudios se realizaron en otros países y no reflejan lo que ocurre en nuestra población mestiza en México”, añadió el académico.

El estudio

La recopilación de datos de gemelos se realiza a través de la página web twinsmxofficial.unam.mx, que es el Registro Mexicano de Gemelos. Para participar, los interesados deben registrarse en la sección “Regístrate” y compartir su información de manera anónima a través de una serie de cuestionarios sobre su salud física y mental, así como sobre actividades recreativas.

“Además de compartir su información, algunos participantes también asisten al Instituto de Neurobiología de la UNAM en Querétaro para realizar una sesión gratuita de imágenes por resonancia magnética, una muestra de ADN y pruebas cognitivas interactivas. Si están interesados en estos estudios, les pedimos que primero nos contacten para hacerles una breve entrevista”, destacó Alcauter Solórzano.

“Creo que vale la pena visitar el Campus Juriquilla de la UNAM, contribuir con la ciencia y al mismo tiempo conocerse un poco más junto con tu hermana o hermano gemelo”, dijo Camila Mondragón.

Los expertos en TwinsMx informaron que uno de los primeros hallazgos de su estudio está relacionado con la salud visual. Analizaron datos de alrededor de 2,800 gemelos que informaron sobre el uso de gafas y evaluaron sus casos de astigmatismo y miopía. Se concluyó que la herencia de estas afecciones alcanza entre un 62 y 66 por ciento, lo que significa que la genética juega un papel más importante que el ambiente.

En otros resultados preliminares, se descubrió que la depresión, la hostilidad, la ansiedad fóbica y la hipocondría son más comunes entre gemelos idénticos que entre gemelos dicigóticos. Por ejemplo, si una persona tiene altos niveles de depresión, es probable que su gemelo idéntico también experimente niveles elevados de depresión.

Sin embargo, en cuanto a la imagen por resonancia magnética, solo cuentan con información de alrededor de 200 gemelos. Por esta razón, los investigadores universitarios hacen un llamado para que más personas participen en el estudio que se lleva a cabo en el Instituto de Neurobiología en Querétaro.

El Registro Mexicano de Gemelos será un valioso banco de datos para la comunidad científica mexicana e internacional, ya que solo será utilizado para fines de investigación y para generar conocimiento útil para la población.

LXX Aniversario de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 4 “Vidal Castañeda y Nájera”

¿Lesión cerebral o simplemente una melodía pegajosa? Descubre la diferencia

 

¿Te has preguntado alguna vez por qué de repente comienzas a tararear una canción y no puedes sacarla de tu cabeza? Aunque esto puede ser normal, cuando sucede con frecuencia y dura semanas o meses, puede ser considerado patológico.

Según Hugo Sánchez Castillo, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, hay informes de pacientes que sufren una lesión en el lóbulo temporal derecho y experimentan lo que se conoce como “gusanos musicales”, es decir, escuchan una canción en su mente constantemente.

“Si una canción está en nuestra cabeza todo el tiempo e interfiere con nuestra concentración y vida diaria, puede haber una implicación neurológica significativa y puede ser causada por lesiones en el lóbulo temporal derecho. En estos casos, es mejor consultar a un neuropsicólogo para evaluar si es necesario algún tratamiento”, afirma.

Pero, ¿por qué se nos queda una canción en la cabeza? Una de las explicaciones más aceptadas es que cuando terminamos de escuchar una canción pegajosa, nuestro cerebro sigue cantándola debido a la combinación de ritmo, rima y melodía que proporcionan señales reforzadas para que las canciones sean más fáciles de recordar que las palabras solas”.

“Por eso, muchas de las estrategias mnemotécnicas utilizan el ritmo para facilitar el aprendizaje, ya que utiliza un camino neural distinto para codificar y recuperar el conocimiento”, menciona el académico.

Además, según él, el lenguaje es crucial para este tema, ya que el 95% de la población procesa la comprensión del lenguaje en el hemisferio izquierdo del cerebro. Sin embargo, el hemisferio derecho está relacionado con características como la entonación y el ritmo, lo que hace que cada persona tenga una forma única de expresarse y ser comprendida.

“Somos seres de música y ritmo desde el vientre materno, ya que escuchamos los latidos del corazón de la madre. Por lo tanto, no es raro que las melodías sencillas y fáciles de recordar se nos queden en la cabeza. De hecho, estos elementos nos acompañan desde siempre en nuestra vida”, dice el académico.

Además, el académico menciona que las emociones tienen mucho que ver en este fenómeno. Si la persona está pasando por una situación de decepción amorosa, ha recibido buenas noticias o no está pasando por un buen momento, puede ser difícil “quitársela” de la cabeza.

El responsable del Laboratorio de Neuropsicofarmacología recomienda para “quitársela” de la cabeza, escuchar la canción nuevamente para aliviar la tensión que genera tenerla en la cabeza todo el tiempo. Otra opción podría ser concentrarse en otras actividades, como cálculos u otras actividades que requieran concentración.

Cuidado con las dietas mágicas: experta desmitifica creencias alimentarias

“Las llamadas dietas milagro pueden perjudicar nuestra salud y bienestar emocional. No existen dietas mágicas que nos permitan perder peso y no hay alimentos completamente buenos o malos, sino la forma y frecuencia con la que los consumimos”, explicó Elvira Sandoval Bosch, coordinadora de la licenciatura en Ciencias de la Nutrición Humana en la Facultad de Medicina.

En su charla virtual “Dietas milagro, no tan milagrosas”, organizada por la universidad como parte del programa Más Salud, resaltó que, por lo general, quienes promueven este tipo de dietas no tienen relación con la ciencia de la nutrición.

Añadió que estos regímenes o productos que prometen una pérdida de peso fácil y sin esfuerzo, a menudo carecen de supervisión o control por parte de un especialista. La nutrición es una ciencia, no una opinión, y es necesario considerar varios aspectos de la persona, como su edad, género y nivel de actividad física, para formular un plan de alimentación adecuado.

Elvira Sandoval, académica universitaria, ha afirmado que el peso es solo un número y lo importante es sentirnos bien con nosotros mismos y aceptar nuestro cuerpo. Sin embargo, eso no significa que debamos dejar de hacer nada para buscar el bienestar. Según ella, “el peso corporal no debe motivarnos a cambiar nuestros hábitos alimentarios, sino a mejorarlos y preservar nuestra salud”.

La experta en Ciencia de la Nutrición Humana explicó que la dieta es todo lo que comemos durante el día. “Cuando decimos que estamos a dieta, se refiere a que estamos comiendo todos los días, lo cual es bueno. Sin embargo, cuando añadimos adjetivos como “dieta restrictiva”, nos referimos a un plan nutricional que se sigue después de una visita al nutriólogo”.

México es un país con una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos e infantes y ocupa uno de los primeros lugares en América. Por esta razón, Sandoval sugiere reflexionar sobre cómo esto afecta nuestro estado de salud y cómo afecta a nuestro cuerpo. La recomendación es mejorar nuestros hábitos alimentarios.

“No debemos seguir esas formas mágicas de alimentación que no son adecuadas, ya que afectan negativamente nuestra salud y estado de ánimo. El mejor plan de alimentación es aquel que se ajuste a las necesidades y características de cada persona. La invitación es no seguir ese tipo de dietas”, concluyó Sandoval Bosch.

Existen muchos charlatanes en el campo de la nutrición, personas que se hacen llamar “nutriólogos” sin serlo, simplemente por haber tomado un diplomado. Según los expertos, aquellos que han cursado una licenciatura en la materia y han sido formados y capacitados adecuadamente, son los verdaderos expertos en la materia.

Mejorar nuestra alimentación puede ayudarnos a reducir peso y mejorar nuestra salud, pero si combinamos una alimentación saludable con actividad física y disminuimos el sedentarismo, obtendremos aún mejores resultados. Además, si complementamos estos esfuerzos con visitas regulares al nutriólogo o médico de cabecera, un sueño adecuado, tiempo de ocio y otras prácticas positivas, no solo mejoraremos nuestra salud física, sino también nuestro equilibrio mental y social.

Para la experta universitaria, no existe un número “mágico” de comidas al día. Algunos especialistas consideran que debemos tener tres comidas principales y dos refrigerios, para mantenernos tranquilos hasta la próxima comida y ser más selectivos con lo que consumimos.

“Pedaléalee”: una nueva experiencia de creación literaria

  • ¡Nuevo Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta” forma a jóvenes universitarios en literatura y escritura!

La Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura (DLFL) concluyó el Primer Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta”, un curso único que explora la relación entre la bicicleta, la literatura y la escritura. Con la dirección de Anel Pérez Martínez, el taller fue impartido en formato híbrido del 16 de enero al 3 de febrero, con 21 jóvenes universitarios egresados.

Los textos elaborados por los participantes serán publicados en la revista digital Punto en Línea de la UNAM, incluyendo géneros variados como ensayo, manuales y autobiografías.

Aranzazú Blázquez, una de las asistentes al taller, y también editora de la revista Punto de Partida de la DLFL, enfatizó: “todos encontramos en las dos ruedas mucha libertad y alegría, mucha solidaridad con otras personas; somos muy distintos, pero eso nos une. La bici es algo que te hace pensar mientras ruedas, te conectas al mundo exterior, pero también contigo mismo. Es como una experiencia reflexiva de una u otra manera, tanto literariamente como académica es una fuente de inspiración”.

Entre los módulos impartidos en el taller se encuentran:

  1. “Por las veredas del manual de ciclismo”
  2. “La hibridez genérica en escrituras ciclistas”
  3. “Juego e imaginación. La bicicleta en la ficción”
  4. “Moverse en bici. La refundación de la ciudad”
  5. “Pedalear, escribir”. La responsable de “Pedaléalee”

La escritora, periodista y docente Lucía Navarrete Turrent, señala que la combinación de lectura y pedalear provoca un “punto de encuentro interesante” que puede fomentar la escritura y la creación.

La última sesión del taller tuvo lugar en el salón “Miguel Ángel Herrera” de la Casita de las Ciencias de UNIVERSUM, donde se entregaron reconocimientos a los participantes.

La organización contó con la colaboración de la Escuela de Escritura, la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, la Dirección General de Servicios Generales y Movilidad, el programa Bicipuma y el organismo educativo “17, Instituto de Estudios Críticos”.

La UNAM cuenta con ocho kilómetros de ciclopistas en Ciudad Universitaria, y en 2022 las bicicletas recorrieron, en conjunto, dos millones 65 mil 980 kilómetros, equivalentes a 52 vueltas a la Tierra y haber impedido la emisión de 620 toneladas de dióxido de carbono.

¡Celebramos a los egresados del Taller “Pedaléalee. Letras en bicicleta” y sus logros en literatura y escritura!

Contaminación por polen ¿Cómo nos está afectando?

Por conseguir más “Likes”, menores llegan a la autolesión

Los retos virales en las redes sociales, como el consumo de medicamentos controlados, la ingesta de cactus con espinas, la autolesión con navajas, la cocción de pollo con jarabe para la tos, y la colocación de condones a través de la nariz, han puesto en peligro la vida de menores de edad en su afán por obtener más “Me gusta”. Aunque no existe una cifra oficial, en países como Brasil, Venezuela, México, Estados Unidos, Italia, Reino Unido y Australia, se han registrado al menos 48 muertes o casos de daño irreversible a la salud.

Según Hugo Sánchez Castillo, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, muchas veces los retos en la adolescencia están relacionados con la aceptación social, lo que lleva a los jóvenes a realizar acciones peligrosas. Actualmente, la plataforma Tik Tok es una fuente importante de estos retos de alto riesgo, pero también se han difundido a través de YouTube, Facebook y WhatsApp.

Además, el consumo de fármacos como Clonazepam o Diazepam, utilizados para calmar la ansiedad, el estrés y la depresión, puede tener efectos negativos e irreversibles si los jóvenes los consumen sin conocer su estado de salud. Estos retos no son nuevos, ya que antes se consideraban “juegos chuscos”, pero ahora han aumentado en gravedad y es responsabilidad de los adultos inculcar un pensamiento crítico en los jóvenes para ayudarles a tomar decisiones informadas.

“¿Hasta qué punto las redes sociales ejercen una fuerza tan grande sobre nosotros que comenzamos a hacer cosas peligrosas con el objetivo de obtener ‘Me gusta’?”, se pregunta Sánchez Castillo mientras reflexiona sobre cómo los adolescentes ponen en riesgo su vida.

El investigador explica que los jóvenes buscan reconocimiento digital y una identidad en las redes sociales, especialmente debido a cómo cambió la forma de interacción durante la pandemia. Antes de 2019, a los menores de edad se les permitía usar dispositivos electrónicos entre 2 y 4 horas, pero con la pandemia, se les permitió utilizarlos por más de 6 horas para fines educativos, de comunicación y entretenimiento.

Sánchez Castillo destaca que las redes sociales son parte de la nueva realidad de los jóvenes, por lo que es importante establecer límites en el tiempo de exposición y fomentar la capacidad de dudar de la veracidad de los contenidos que se encuentran en línea. Además, advierte que algunos contenidos explícitos pueden ser generados por personas con problemas de salud mental o adaptación social, que pueden tener intenciones perjudiciales o autolesivas, pero que se presentan de una forma atractiva o inofensiva.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la mitad de los trastornos mentales en la edad adulta comienzan antes de los 14 años, pero la mayoría no son detectados ni tratados. Por lo tanto, es necesario tomar medidas para prevenir accidentes en línea y detectar problemas de salud mental en la adolescencia.

Es importante prestar atención a los niños y jóvenes que viven en casa, ya que cambios en sus hábitos de sueño, marcas en su cuerpo o comportamientos inusuales, como el aislamiento social, pueden ser indicios de que algo anda mal y pueden estar relacionados con su consumo digital.

Según Hugo Sánchez, “el acompañamiento de un adulto es fundamental para los jóvenes en muchos aspectos, pero especialmente en lo que se refiere a los contenidos en internet. Los jóvenes también pueden ser víctimas de engaños en línea, especialmente si son susceptibles, por lo que es importante fomentar el pensamiento crítico desde el primer momento en que interactúan con las computadoras. De esta manera, podrán evitar dañarse a sí mismos cuando estén solos.”

La Policía Cibernética del Gobierno de la Ciudad de México recientemente publicó un comunicado en el que alertó sobre los peligrosos videos con desafíos entre menores, y proporcionó algunas recomendaciones para usar internet de manera segura, como configurar sistemas de control parental, descargar y actualizar antivirus en todos los dispositivos electrónicos, utilizar contraseñas fuertes y distintas para cada cuenta, establecer reglas de tiempo de uso de los dispositivos electrónicos, pedir a los niños y jóvenes que se comporten con respeto en todo momento, hablar sobre los riesgos en línea y enseñarles a proteger su identidad.

Según Hugo Sánchez, “prohibir algo solo lo hace más atractivo, por lo que es mejor hablar con nuestros hijos e hijas y hacerles saber que no todos los desafíos virales son negativos. Enfocarnos en encontrar los retos saludables, como bailes, deportes, recetas de cocina, lectura o aquellos que involucren a toda la familia, es una mejor opción.”

¿Quieres crear una empresa familiar? La UNAM enseña cómo hacerlo

“Las Lupitas”, un merendero ubicado en la esquina de Francisco Sosa y Plaza Santa Catarina en Coyoacán, Ciudad de México, ha sido testigo del paso de importantes personalidades políticas, así como también de personalidades musicales como el maestro Armando Manzanero. Fundado en 1959 por Guadalupe Pintor, el negocio se ha consolidado como una empresa familiar.

“Mi madre abrió ‘Las Lupitas’ en 1959, después de haber llegado a una edad en la que ya no tenía trabajo”, cuenta Eva Pintor, una de las tres hijas de Guadalupe. “Ella encontró un lugar desocupado en la esquina de Francisco Sosa y Plaza Santa Catarina y decidió abrir un negocio de comida norteña. El dueño le dijo que esa esquina era de mala suerte, pero ella respondió: ‘No, yo la voy a hacer de buena suerte’ y así fue”.

En un principio, Guadalupe Pintor se asoció con otro familiar, quien también se llamaba Guadalupe. Por ello, decidieron llamarlo “Las Lupitas”. “Es un nombre mexicano, muy típico, y le fue bien con él”, agrega Eva.

El negocio, que en un principio solo ofrecía cenas, se expandió para incluir desayuno y almuerzo. La especialidad de “Las Lupitas” son las “chivichangas”, una versión diferente de la tradicional chimichanga norteña. Por la noche, el menú incluye antojitos norteños.

Durante sus 63 años de existencia, “Las Lupitas” ha sido atendido por cuatro generaciones de la misma familia. “Mi nieto se interesó en el negocio desde joven y estudió administración de empresas. Actualmente, él es el administrador, mi hijo se encarga de la cocina y yo soy como un comodín”, cuenta Eva Pintor, una de las hijas de la fundadora de “Las Lupitas”, Guadalupe Pintor.

“Las Lupitas” es una de las tres empresas incluidas en un nuevo MOOC (Curso Masivo Abierto en Línea) sobre empresas familiares creado por la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED). “Este MOOC es novedoso porque ofrece herramientas de planificación, administración, marketing, recursos humanos, producción, servicio y finanzas a empresas existentes o que desean consolidarse, y, además, se tendrá la oportunidad de escuchar directamente de tres empresas familiares sus puntos de vista, expectativas y experiencias”, explica Norman Jonathan Wolf del Valle, profesor titular de la Facultad de Contaduría y Administración e instructor del curso.

“Este curso te enseña a pensar, no necesariamente a seguir paso a paso, ya que cada uno tiene sus formas de pensar y su idea de negocio, pero sí te brinda la capacidad de tener un control, una idea, una estructura y una disciplina”, comenta Michel Macari, nieto de Eva y administrador de “Las Lupitas”.

“El curso consta de cuatro bloques, el primero de los cuales incluye conocimientos básicos sobre el tema. Los bloques dos, tres y cuatro contienen la información obtenida de las entrevistas realizadas a un sastre, un negocio de eventos infantiles y un merendero, respectivamente.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor del 30% de las empresas en el país cerrarán. “Eso si consideramos que, en su primer año, es decir, durante el período de nacimiento, su esperanza de vida es de ocho años y que a los cinco años de existencia pueden durar otros diez”, afirma Wolf del Valle.

El curso brinda herramientas, habilidades y capacidades para que las empresas familiares crezcan y se consoliden. Michel cree que un curso como éste le hubiera sido de gran ayuda: “Habría marcado una gran diferencia y probablemente habría sido más fluido. Probablemente no habríamos cometido errores como dejar de pagar cuentas básicas como el SAT, la luz o no haber tenido un mejor control de materias primas, insumos, personal y orden”.

El MOOC sobre empresas familiares (https://www.coursera.org/learn/empresas-familiares?courseSlug=empresas-familiares&showOnboardingModal=check) es una oportunidad de aprendizaje a distancia, abierta a todo público y gratuita. Las constancias son gratuitas para aquellos que cuentan con un correo de la UNAM.

Wolf del Valle concluye: “considero importante el trabajo que realiza la Universidad Nacional y la Facultad de Contaduría y Administración al acercar estas herramientas y capacitar a los empresarios, para que puedan consolidar sus empresas y en algún momento tengan un plan de sucesión”.

La ciencia devela los misterios del color en el arte

En la película Las alas del deseo, de Wim Wenders, los ángeles pueden escuchar los pensamientos de la gente cual murmullos, sin embargo sólo ven en blanco y negro, mientras que las personas de carne y hueso son incapaces de oír la mente del otro, pero a cambio sus ojos perciben todas las tonalidades. Para observar eso que se le escapa por su condición celestial, el protagonista del filme —un ángel llamado Damiel— decide volverse hombre para así mirar, como nunca hizo antes, el mundo a color.

Para Abraham Villavicencio García, profesor en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y curador en jefe del Museo Franz Mayer, no es casual que el cineasta alemán eligiera nuestra capacidad de percibir colores como aquello que nos hace humanos, pues nuestra fascinación por ellos revela mucho —“quizá demasiado”— de nosotros mismos y nuestra cultura: desde por qué disminuimos la velocidad ante un semáforo, nos embelesamos frente a un cielo iluminado por fuegos artificiales o creemos que el verde, blanco y rojo, cuando van uno al lado del otro, significan identidad nacional.

“Los colores son una vía sensible que nos vincula al mundo y les hemos adjudicado valores ideológicos, religiosos e incluso devociones, vicios y virtudes. Pero en lo tocante al arte nos dicen mucho más, pues los pigmentos usados en un cuadro nos hablan no sólo de buen o mal gusto, o de un complejo entramado de intercambios económicos y culturales (como cuando los elementos con que los elaboraban eran exportados de sitios remotos y de difícil acceso), sino del espíritu de una época, por lo que los podemos usar, también, como marcadores cronológicos”.

Para dar voz a estas historias el Museo Franz Mayer, junto con los institutos de Física e Investigaciones Estéticas de la UNAM (a través del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural, el LANCIC), analizaron los materiales presentes en 68 piezas creadas entre el siglo XVI e inicios del XX, todo ello con técnicas no invasivas, personal especializado y aparatos de última generación.

De esta manera fue posible revelar los relatos ocultos en los pigmentos de las obras integrantes de la muestra Los secretos del color, que permanecerá abierta hasta la última semana de febrero en el edificio que alguna vez fuera el Hospital de San Juan de Dios, ubicado frente a la Alameda Central.

A decir del escritor francés Michel Pastoureau, una de las personas que más ha indagado sobre el tema, “las historias del color —las pocas que hay— se limitan a los periodos más recientes y a asuntos artísticos. La historia de la pintura es una cosa y la de los colores otra, y juntas son mucho más vastas”.

Abraham Villavicencio es de una opinión parecida y por ello destaca que la muestra no se circunscribe a autores y técnicas artísticas, pues recorrerla es una invitación a reflexionar sobre por qué ciertos tonos exaltan determinados sentimientos, o a descubrir cómo se estructuraban las relaciones económicas y comerciales mucho tiempo atrás.

“Tomemos el ejemplo de la grana cochinilla, un pigmento local extraído de un insecto, el Dactylopius coccus, que crece en los nopales y del cual se obtenía un rojo carmín tan intenso como no se había visto en Europa y Asia, al menos hasta el siglo XVI. Fue el segundo producto que Nueva España exportó al mundo y muy rápido se volvió parte importante de los ingresos económicos que mantenían fuerte a la Corona Española”.

Dividida en cinco módulos (blanco y negro, verde, dorado, rojo y azul), la muestra ofrece un acercamiento novedoso a obras de las que parecía haberse dicho todo. Y es que gracias a los análisis efectuados podemos ser un poco como el ángel de la cinta de Wenders y posarnos ante objetos que creíamos conocer de siempre para, a partir de una nueva conciencia de los colores, observarlos con nuevos ojos, como no habíamos hecho jamás.

Bajo el microscopio

La idea de usar la ciencia para entender mejor lo artístico no es nueva, ya a inicios del siglo XIX Goethe escribía: “Finalmente entendí que a los colores, como fenómenos físicos, había que encararlos primero por el lado de la naturaleza si, con respecto al arte, se quería poner algo en claro sobre ellos”.

La profesora Elsa Arroyo, del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte (sede del LANCIC ubicada en el Instituto de Investigaciones Estéticas) fue una de las responsables de los análisis realizados a la colección del Franz Mayer. Para ella, el acercamiento entre científicos e historiadores del arte —ya propuesto por Goethe, pero que en la práctica resultaba escaso— está generando una revolución en lo que a este tipo de estudios se refiere.

A fin de analizar las piezas del museo los especialistas aplicaron, in situ, una batería de métodos que fueron del registro fotográfico a la reflectografía infrarroja (para conocer su estructura y estratigrafía), y tomaron muestras a ocho objetos (tan pequeñas como la cabeza de un alfiler) para llevarlas al laboratorio y determinar su naturaleza físico-química.

Estos trabajos dieron pie a una serie de descubrimientos sorprendentes, añade Abraham Villavicencio, quien destaca lo hallado en la obra La ceremonia de recepción del duque de Anjou en la Orden del Espíritu Santo, cuadro perteneciente a la colección Franz Mayer y muy parecido a otro que se encuentra en el Museo de las Bellas Artes de Grenoble, pintado en 1665 por Philippe de Champaigne bajo encargo de Luis XIV, el famoso Rey Sol.

“Las obras son tan semejantes que sospechábamos que la nuestra era una copia de la que se encuentra en Francia. Sin embargo, los análisis del LANCIC arrojaron que los cuellos de los personajes fueron coloreados con lapislázuli, un pigmento mucho más caro que el oro y que, además, era el sello de Champaigne cuando pintaba algún encargo para la realeza”.

Esta revelación —añade— es notable porque le da un sustento bastante sólido a la teoría de que la obra en resguardo del Franz Mayer es un modelli, es decir, el boceto presentado por el pintor flamenco a Luis XIV para ganar la comisión del cuadro en gran formato que hoy está en Grenoble. “Con base en esto nos hemos replanteado lo que sabemos de dicha pintura y hoy la consideramos una de las piezas maestras de nuestro acervo”.

Para la profesora Arroyo esto es sólo un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se aborda el arte desde una óptica científica. “El estudio de la materialidad se ha constituido, por méritos propios, como un área con un enorme potencial para aportar información cuando hay pocos datos sobre una obra, cuando no conocemos quién la pinta ni de dónde viene. Trabajar en este campo es muy interesante porque es el objeto mismo el que ofrece respuestas a las preguntas que plantea la misma investigación”.

Si te gustan los ajolotes, así puedes ayudarlos junto con la UNAM

Los ajolotes son originarios de México, de los canales de Xochimilco, son una especie de salamandras que se desarrollan en el agua, pueden alcanzar hasta 30 centímetros de largo aunque su tamaño promedio es de 15 cm.

En la época prehispánica, el ajolote representaba a “xólotl”, el dios que escapó de la muerte y huyó de un sacrificio. Hoy, ese pequeño anfibio endémico de la cuenca de México posee la forma más avanzada de medicina regenerativa que se conoce.

Sin embargo, se encuentra en estado crítico: de los seis mil por kilómetro cuadrado que se calculaba había en los canales de Xochimilco en 1998, para 2014 se redujeron a sólo 36 por kilómetro cuadrado. “Hay un peligro muy fuerte de extinción del ajolote, lo vemos ahora en billetes de 50 pesos, en los juegos de Minecraft y en muchas peceras a nivel mundial, pero en realidad debería de estar aquí, en los canales de Xochimilco, que es su hábitat”, explicó Luis Zambrano González, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.

De acuerdo con el ecólogo, esta situación ha sido provocada por la contaminación, el mal estado del agua, el turismo irresponsable y a especies de peces introducidas a los canales, como la carpa y la tilapia que depredan a este anfibio. Desde hace 20 años la UNAM, a través del Laboratorio de Restauración Ecológica, que se encuentra dentro del IB, trabaja para rescatar Xochimilco y con ello ayudar a la conservación de esta especie.

A través del proyecto Chinampa-Refugio, investigadores y estudiantes de la Universidad trabajan con los chinamperos de la zona de Cuemanco para rehabilitar su chinampa como refugio para los ajolotes y, al mismo tiempo, hacer productivo ese pedazo de tierra. “Elaboramos un filtro que funciona de retén para mantener la buena calidad del agua y además evita que entren las carpas y las tilapias; este refugio funciona muy bien para la sobrevivencia del ajolote, pero también para charales y acociles”, detalló Luis Zambrano.

Todos los días, desde 2018, recorren las 40 chinampas que están incluidas en el proyecto Chinampa-Refugio, para cuidar que la calidad del agua, nivel de oxígeno, pH y la cantidad de alimento sean óptimos para los ajolotes. También vigilan su actividad que, mayoritariamente, se da por las noches.

Otro grupo se encarga de tener las mismas medidas en la colonia de ajolotes que se crían en el laboratorio, los cuales serán reintroducidos para su reproducción natural en un hábitat sano, “la principal característica de esta especie es la regeneración de sus miembros y ciertos órganos, pero más allá de ser un animal utilizado como modelo de investigación, es muy importante el hecho de que podamos algún día reintroducirlo a su hábitat”, explicó Zyanya Deolarte, integrante del Laboratorio de Restauración Ecológica.

En el laboratorio, actualmente hay 180 ajolotes, entre exploradores (aquellos que ya irán a algún refugio) y juveniles, donde se vigila permanentemente el estado de su piel, salud, se mantiene la calidad del agua y la temperatura que tendrían en su estado natural, así como la alimentación para que no pierdan el instinto de caza a la hora de ser liberados.

Por ello, para lograr la meta de rescatar más espacios que puedan ser refugio para los ajolotes el Instituto de Biología de la UNAM lanzó la campaña “Adopta un axolote”, con la que se busca que más chinamperos se conviertan en un refugio para esta especie y rescatar su hábitat.

Hasta ahora se cuenta con la colaboración de cuarenta Chinampas, pero en palabras de Zambrano González hace falta mucho más, “cerca del ochenta o noventa por ciento de las chinampas están abandonadas en Xochimilco y necesitamos multiplicar esto por 100 aproximadamente para tener un xochimilco digno y una población de ajolotes que esté fuera de peligro de extinción”.

La campaña del Instituto busca promover la conservación de la especie con la recaudación de fondos para darle mantenimiento a las chinampas-refugio en Xochimilco a través de adoptar a la especie de manera virtual ya sea por un mes (600 pesos), seis meses (3600 pesos) o un año (7200 pesos); también, se puede apoyar al “tunear” su casa por 1000 pesos o sólo invitarle la cena por 200 pesos.

Hay varias opciones para apoyar esta causa, después de elegir la de preferencia, la UNAM envía un kit digital que incluye un certificado de adopción, postales e infografías sobre las chinampas-refugios de Xochimilco y los ajolotes.

Si se adopta uno de estos animalitos se puede elegir su sexo y hasta ponerle nombre. “Una especie no es una especie sin su hábitat, a todos nos gustan los ajolotes, nos caen bien, los hemos revalorizado muy bien, lo que nos ha costado trabajo es revalorizar su casa y ésta es Xochimilco”, finalizó Luis Zambrano.

Si te interesa adoptar y contribuir a salvar a la especie mexicana, puedes hacerlo directamente en la página de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM o en la Tienda en línea UNAM (https://www.restauracionecologica.org/).

¿Cómo se hacen los tamales en México? UNAM estudia mitos y recetas

La palabra tamal proviene del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”. Actualmente son parte importante de la dieta de los mexicanos, se consumen en diversas fiestas y celebraciones como bautizos, bodas, posadas; también se pueden degustar sin tener un festejo en particular, sólo por el gusto de saborearlos calientes y con el relleno de preferencia.

De acuerdo con Luis Alberto Vargas Guadarrama, integrante del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, los atoles y los tamales están entre las preparaciones culinarias más antiguas de los pueblos que incorporaron el maíz a su dieta.

Parten de una de las tecnologías alimentarias más notables de la historia de la humanidad: la nixtamalización. Este proceso seguramente se inició para lograr el reblandecimiento de la capa dura que cubre cada grano de maíz, lo que se logró al remojarlo en agua muy caliente a la que se añadió una sustancia alcalina, cenizas del combustible para producir fuego, las conchas molidas de algunos moluscos y el mineral que conocemos como cal.

Una vez que el grano así preparado se muele, se obtiene la masa de maíz nixtamalizado con la que se preparan los atoles, los tamales y las tortillas. “Lo que no supieron nuestros antepasados es que de esta manera se aumentaba la disponibilidad de proteínas del maíz y se hacía más accesible la vitamina conocida como niacina, con lo que se mejoraba la calidad nutricional de la semilla”, explicó.

Vargas Guadarrama es coordinador del Seminario Permanente del Grupo Mexicano de Antropología de la Investigación del IIA de la UNAM, integrado por expertos de distintas disciplinas científicas y sociales que se reúnen el último jueves de cada mes para compartir avances de crónicas, presentaciones de libros, protocolos e investigaciones relacionadas tanto con la antropología de la alimentación como física, la cultura alimentaria y nutrición.

En el marco de ese seminario, desde hace 10 años se llevan a cabo las Jornadas de Investigación sobre Tamales y Atoles. “Los tamales son parte fundamental de nuestra cultura, hoy los vemos como algo adicional, extra, o un agregado; sin embargo, hay que pensar que durante muchos siglos la alimentación de los niños, además de la leche materna, consistía en los atoles, porque les daban energía, era proteína a través del maíz y se nutrían con ello; y no debemos olvidar que también fueron alimentos muy importantes para los ancianos”, explicó el universitario.

Estudios químicos

A lo largo de esta década, en las jornadas se han presentado trabajos de diversas disciplinas científicas y sociales. Por ejemplo, los estudios químicos de los atoles y los tamales, en los que se explicó el papel que tiene la cáscara del tomate verde para favorecer que los tamales se esponjen. “Tuvimos de la suerte de contar con un ingeniero en Alimentos, quien nos explicó que esa necesidad de ponerles cáscara de tomate verde a los tamales tiene una razón. Él encontró que este vegetal tiene enzimas que ayudan a que los tamales queden más esponjados”.

Otra de las líneas que se han abordado consiste en los cambios que se manifiestan en una misma masa tamalera, según si se envuelven en diferentes hojas (totomochtle o de la mazorca, la verde del maíz, la de papatla, la de plátano, la hoja santa, etcétera). Su sabor, textura, olor y otras características cambian.

Por otro lado, se ha analizado el papel de los tamales en la alimentación de aquellas personas con dificultades para masticar, sobre todo los niños y los ancianos, así como su uso para apoyar el tratamiento de enfermedades como las constipaciones o las diarreas infantiles y que ha quedado en desuso, a pesar de su eficacia (atoles de arroz para controlar las diarreas y de avena para las constipaciones).

Durante las investigaciones se ha demostrado la vitalidad de los atoles y los tamales en las diversas comunidades urbanas y rurales de México, así como su manera de afianzar la identidad en distintos lugares, donde cada región los dota de características propias; de ahí que haya una variedad importante de tamales.

Según información de la página del gobierno de la República, existen alrededor de 500 tipos de tamales en México, desde uchepos y corundas en Michoacán, los nejos de Guerrero, los barbones de Sinaloa, el mucbipollo de Yucatán, el zacahuil de la Huasteca, los güemes de Baja California Norte y Sur, el chipilín de Tabasco y Chiapas, los oaxaqueños de Oaxaca o la torta de tamal en Ciudad de México.

Se ha explorado su variada utilización en ceremonias y festividades, entre ellas la Candelaria y los Días de Muertos, además de muchas otras, ya que son ingredientes casi indispensables en los bautizos y primeras comuniones.

Con las jornadas de investigación “estamos buscando que no sean mitos, que haya verdad detrás de ellos”, finalizó Luis Alberto Vargas.

Así que si te salió muñeco en la rosca, es momento de ir preparando los tamales, existe una gran variedad… rajas, verde, mole y de dulce acompañado de un buen atole…

El Tacubo, un superhéroe universitario que lucha contra el bullying

 

“Con un gran poder viene una gran responsabilidad”, ésa fue la máxima que Spider-Man escuchó de su tío Ben, y se parece mucho a la lección que el Tacubo recibió de Tom Mix Junior, su maestro de lucha libre, quien siempre le repetía que, justo por saber pelear, estaba obligado a decirle no a la violencia. Hacer tal comparación no es gratuito, pues el Tacubo pertenece a la subcultura de los superhéroes de la vida real, un movimiento global integrado por individuos que se crean un personaje y usan un disfraz, máscara o capa para realizar acciones en favor de la comunidad.

“Crecí en un barrio rudo del entonces DF, al oriente de Iztapalapa, donde las agresiones eran algo cotidiano, quizá por ello las veía como algo normal hasta que me di cuenta que no es así, que no debemos habituarnos a ellas”, comparte el luchador sin dar más detalles para no revelar su identidad secreta, el único dato personal que confiesa es que estudió en la UNAM.

El Tacubo es un comunicólogo peculiar, no sólo porque para trabajar porta una máscara con cresta de gallo y boca japonesa (corte que deja al descubierto boca y mentón, estilo Batman), sino porque ha encontrado la forma de unir los conocimientos adquiridos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) con las habilidades que desarrolló en las arenas. “Combinar ambas facetas me permitió diseñar una campaña antibullying que lleva ya 11 años en marcha, con muy buenos resultados, y en la que me han apoyado desde pedagogos y psicólogos hasta artistas urbanos”.

En todo ese tiempo, el universitario ha recorrido más de 130 primarias y secundarias de Ciudad de México y área metropolitana (aunque también ha visitado otros estados) para hablar con los menores de los peligros del acoso escolar, pero no con sermones como haría una autoridad educativa o un funcionario de gobierno, sino con un discurso franco, directo y no desprovisto de chanzas, como el que emplearía un amigo del vecindario.

La amenaza a la que se enfrenta el Tacubo no es menor: en nuestros colegios hay 19 millones de víctimas de bullying, lo que pone a México en el primer lugar de los países de la OCDE en lo que a estas agresiones se refiere. “Las secuelas que deja esto son serias y pueden conducir incluso al suicidio, por lo que atender el problema a nivel de cancha resulta crucial”.

Las batallas

Todo superhéroe (incluso uno de la vida real) tiene una historia de origen y el Tacubo no es la excepción. Para él todo empezó en la década de los 90, cuando cursaba el segundo de secundaria y el bravucón de la escuela comenzó a hacerle bullying sin darle respiro.

“Me robaba mi dinero, me amenazaba y se burlaba de mi corta estatura y delgadez. Para ponerle fin a esa situación me inscribí en un gimnasio de Iztapalapa. Quería aprender a defenderme y darle una lección a mi abusador; pero el que la recibió fui yo, pues Tom Mix Junior –quien era el maestro ahí, al verme y sin que yo le contara nada– de inmediato me advirtió: ‘la lucha libre no es para pelearse en la escuela, sino para dar lo mejor de ti’.”

A decir del enmascarado, dos cosas le ayudaron a sobrellevar aquellos tiempos tan difíciles: el deporte y el álbum Re, de Café Tacvba, que acaba de salir y el cual escuchaba obsesivamente en sus entrenamientos, a tal grado que –dice– la cinta café del casete casi queda transparente, cual celofán, de darle play tantas veces. “Las 20 canciones contenidas en ese disco fueron una tabla de salvación para mi yo adolescente”.

En toda historia de origen que se precie no hay elementos sobrantes, todo encaja cual piezas de rompecabezas, y aquí es así, pues si no se hubieran dado al mismo tiempo el bullying, la lucha libre y la música de Café Tacvba no tendríamos a un Tacubo. “Ahora estoy aquí, recorriendo escuelas y compartiéndoles a los niños un mensaje que me hubiera gustado recibir a mí de pequeño: que es posible marcarle un alto a la violencia, y que pese a que nos sintamos en un callejón sin salida, las cosas pueden mejorar”.

Si en los 90 alguien le hubiera dicho al pequeño Tacubo que de grande sería un luchador como los que veía en la tele los domingos, y que además tendría la amistad de su banda favorita, no se lo hubiera creído; pero es así, pues hoy no sólo pelea en distintas arenas –siempre en el bando técnico–, sino que a partir de su personaje desarrolló una relación cercana y fraterna con los Tacubos originales: Quique, Joselo, Meme y Rubén Albarrán.

En sus 11 años de recorrer escuelas la labor del universitario no ha pasado inadvertida: en 2013 obtuvo la medalla Gustavo Baz Prada de la UNAM por su campaña antibullying, y en 2020 fue incluido en el libro The rise of real life superhéroes and the fall of everything else, del escritor canadiense Peter Nowak, donde se analiza el fenómeno de los superhéroes de la vida real.

Cuando el escritor Peter Nowak le preguntó al Tacubo si, como superhéroe de la vida real, tenía un don fuera de lo normal, él respondió: “Mi superpoder es el de conectar directamente con los estudiantes”, y eso no lo obtuvo con la picadura de una araña radioactiva, sino de lo que aprendió en la Universidad, pues como dice él mismo de su trabajo, “cuando estoy frente a un grupo de jóvenes, lo que hago se reduce a una palabra: comunicar”.

¿Qué hacer si tu mascota requiere de primeros auxilios?

Como los humanos, las mascotas pueden llegar a sufrir accidentes o complicaciones de salud que pongan en riesgo su vida. Ante esas emergencias, como dueños se debe contar con la información adecuada que permita brindarles ayuda, pero sin que existan mayores daños, tanto para el animal como para las personas.

La doctora Ylenia del Carmen Márquez Peña, del Hospital Veterinario de Especialidades de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explica cuáles son los puntos a tener en cuenta antes de dar primeros auxilios a una mascota.

“Lo más importante ante una emergencia donde un animal se encuentra lesionado, por cualquiera de las causas, es primero evaluar el sitio y los riesgos potenciales y reales que representa para el animal, para personas que estén por ahí o para uno mismo”, comenta.

Una vez evaluados los riesgos debe darse aviso de la situación a un familiar, al veterinario o en condiciones que lo requieran a los servicios de urgencias como la Cruz Roja, policía o bomberos.

Situaciones que requieren atención médica urgente

Los perros pueden sufrir dos tipos de urgencias.

  1. Urgencias por traumatismo. Tienen que ver con accidentes en la vía pública, como:
  • Agresiones a causa de peleas entre perros o porque son agredidos por humanos.
  • Intoxicación.
  1. Urgencias médicas. Generalmente son secundarias a cuadros de enfermedad crónica.

En cuanto a los gatos, las más frecuentes son:

  • Caídas de alturas, debido a sus hábitos.
  • Lesiones graves por agresiones de otros animales, casi siempre perros.
  • Contraer enfermedades infecciosas virales por peleas con otros gatos.

Qué sí y qué no hacer en una emergencia de salud con una mascota

“Si presentan alguna lesión normalmente van a tener mucho miedo, estrés y dolor y pueden tornarse agresivos. Por lo que, en el caso de los perros, tendremos que colocar un bozal”, explica Ylenia Márquez y agrega que de no contar con uno puede elaborarse con un cordón resistente para evitar que el perro se zafe o lastime. El cordón se coloca alrededor en el hocico del perro para evitar que pueda morder, se ajusta sin demasiada fuerza para no lesionar al animal, se cruza por debajo de su hocico y se pasa por detrás de sus orejas para amarrarlo.

En cualquiera de los dos casos es importante no dejar sin supervisión al perro, ya que si se le dificulta respirar, vomita, presenta demasiado estrés o alteraciones del estado mental, deberá retirársele.

La doctora indica que en los casos de lesiones o fracturas “lo máximo que podemos hacer es cubrirlas con paños limpios para que no se sigan contaminando”.

Si se presenta asfixia por atragantamiento, se recomienda alejarse del paciente para no estresarlo más y ver si solito puede arrojar el objeto, pues tratar de sacarlo con la mano es peligroso porque puede incrementar el estrés y provocar una mordida.

“Las maniobras para tratar de desalojar cuerpos extraños de las vías respiratorias de los humanos no se ha probado que sean efectivas en animales (por su anatomía) y podemos correr riesgo de causar lesiones en órganos internos. A lo mucho, lo que podemos hacer es darle como golpes haciendo como una copita con la palma de la mano en su tórax para tratar de que con esa fuerza desalojen aquello que pueda estar obstruyendo”.

Los perros y gatos braquicéfalos, que tienen la cara chata, normalmente tienen algunas deficiencias anatómicas de conformación de sus vías respiratorias y pueden presentar riesgos de asfixia. A esos pacientes se les debe mantener bien ventilados y llevarlos rápidamente a servicios veterinarios.

Si las mascotas se intoxican y se desconoce qué fue lo que ingirieron, debe transportárseles con vidrios abajo, porque el animal puede estar exhalando los tóxicos o pueden estar impregnados en su pelo y desprendiendo gases tóxicos para las personas; de preferencia deben usarse guantes y no estar mucho tiempo en contacto cercano con ellos.

Es fundamental que una vez dados los primeros auxilios se traslade de forma inmediata y segura a las mascotas a servicios especializados de veterinaria. Para ello, a los gatos puede envolvérseles en una toalla o cobijita para que sus armas (garras y hocico) queden neutralizadas. Al levantarlos es importante que patas y cara estén de lado contrario a la persona que va a tomarlos.

El traslado puede realizarse en una jaula transportadora o en una caja de cartón, que les restrinja de forma segura el movimiento para evitar que se lastimen o que interfieran con las personas que los trasladan.

“Como dueños de animales de compañía, tenemos que entrenarlos. Que estén acostumbrados a meterse en una jaula transportadora y estén dentro tranquilos es muy importante en cualquier situación de emergencia. Si necesitamos transportarlos, el uso de la kennel es muy importante, que estén cómodos con usar correa o pechera facilita el manejo y reduce su estrés ante estos eventos”, concluye la doctora Ylenia.

El Hospital Veterinario de Especialidades de la UNAM ofrece servicio de urgencias al público en general, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 6 p.m. En el sitio web del hospital se puede encontrar más información respecto a servicios y costos: (https://fmvz.unam.mx/fmvz/servicios/s_pequenas.html).

¿POR QUÉ TENEMOS PESADILLAS CON CENAS “PESADAS”?

“El sueño es un fenómeno muy complejo y un elemento esencial en nuestra salud; pero hay factores externos e internos que pueden perturbarlo, como cuando cenamos comidas ‘pesadas’”, afirmó Rafael Santana Miranda, responsable médico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.

¡Qué ricos nos saben esos taquitos, “garnachitas”, pizzas, hamburguesas o “jochos” nocturnos! Pero este tipo de comidas excesivas ricas en carbohidratos, grasas, azúcares o cafeína antes de dormir no solamente generan pesadillas, sino que ocasionan reflujo e indigestión y con ello, se interrumpe el buen descanso.

“Las cenas copiosas ricas en proteínas o grasas son el sustrato para diversos neurotransmisores que estimulan alguna de las fases del sueño, como el caso de la de movimientos oculares rápidos, que puede incrementar la actividad onírica, es decir, que soñemos en mayor cantidad”, expresó.

Estudiarlas, si son recurrentes

Santana Miranda añadió que hay patologías que pueden generar mayor cantidad de sueños, pero si tienen un contenido negativo o se trata de pesadillas entonces es necesario estudiarlas porque si son recurrentes pueden asociarse a otros síntomas.

Se requieren horarios establecidos para la alimentación, dijo. La sociedad mexicana sufre hoy en día los estragos del síndrome del sueño insuficiente, en el que no se duerme adecuadamente o con calidad y eso altera el organismo, aumenta el apetito y por ello, se ingiere mayor cantidad de carbohidratos y calorías de lo que se necesita.

Pero además, el académico agregó que eso también repercute en los pacientes que roncan y hacen grandes esfuerzos abdominales, porque el aire ingresa y si está obstruida la vía respiratoria se ejerce más fuerza y no va a retener el reflujo, lo que interrumpirá el dormir y más bien causará indigestión.

“Lo mejor, por tanto, es tener un horario razonable si va a haber proteínas y grasa, al menos hay que dejar pasar un poco más de tiempo, alrededor de dos horas. Pero si es otro tipo de cena, como frutas, verduras o productos lácteos puede ser menor a dos horas”, sugirió.

Sin embargo, mencionó que cenar proteína o grasa no forzosamente es algo negativo. Los jóvenes que están en proceso continuo de aprendizaje pueden comerlas en la noche porque ayuda a consolidar la memoria y después de hora y media acostarse; e incluso las personas que están en algún curso o en temporada de exámenes.