UNAM abre espacio de capacitación para adultos mayores

Ser adulto mayor no es un límite para iniciar nuevos proyectos, de hecho, es buen momento para tomar un segundo respiro y llevarlos a feliz término.

Una forma de alimentar el cuerpo y el espíritu es a través del ejercicio, pero en la lectura se encuentra un oasis, al menos así ha sido para 15 generaciones de adultos de la tercera edad que “han recobrado su vida” al capacitarse como narradores orales en la UNAM, expresó Edna Rivera Maldonado, coordinadora del Programa Abuelos Lectores y Cuentacuentos de la Coordinación de Difusión Cultural UNAM.

Este programa abrió sus puertas en febrero de 2011 y capacita a personas de la tercera edad para que sean narradores orales y cuentacuentos, tiene como objetivo fomentar la lectura entre diversas generaciones, pero sobre todo, es “un camino para reinsertarse en la sociedad y retribuirle no sólo a la Universidad sino al país”.

Abuelos lectores consiste en un curso-taller de lectura en voz alta, narración oral y charla literaria sobre literatura infantil y juvenil, tiene una duración de seis meses con una sesión de cuatro horas a la semana, “en esta temporada están inscritas alrededor de 120 abuelos y abuelas”, apuntó Rivera Maldonado.

De los cientos de abuelos que han pasado por el programa, sobresale la historia de Ana, una señora que después de la muerte de su esposo ya no quería vivir. “Anita encontró en el programa un motivo para continuar, llegó vestida de negro y se fue vestida de rosa mexicano, ahora es una de las narradoras más activas y lleva más de dos años de voluntariado”.

Las sedes que imparten el programa son La Casita de las Ciencias en el Centro Cultural Universitario, el Museo Universitario del Chopo y el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, al término de la capacitación los abuelos lectores realizan 60 horas de retribución, ya sea en asilos, escuelas, hospitales u otros espacios.

El proyecto es gratuito, “el único requisito es ser mayor de 50 años, y se pueden inscribir consultando la convocatoria que se publica dos veces al año, en febrero y agosto, en la Gaceta de la Máxima Casa de Estudios”.

Rivera Maldonado exhortó a los interesados acercarse al programa e inscribirse a través de la página de internet www.cultural.unam.mx/abueloslectores

 

Los adolescentes tenemos muchas dudas y tropezamos


A sus 17 años Irán Flores disfruta la escritura. Sus lectores tienen su misma edad y han seguido sus relatos desde las plataformas digitales. Escribió primero a escondidas de sus padres, publicó en internet, votaron por sus textos y ahora, unos meses después, su segundo libro impreso está a la venta. Un tercero llegará a finales de 2018.

Las Ferias Internacionales del Libro son un escenario conocido para la estudiante de la Preparatoria 4 de la Universidad Nacional Autónoma de México. En diciembre del año pasado estuvo en Guadalajara, y este febrero de 2018, en el Palacio de Minería, en la edición 39 de su feria del Libro.

“Acepta que nos hemos enamorado” es su segundo libro y aunque escribir es parte de su vida, todo continúa con normalidad: sale a divertirse con sus amigos, estudia para sus clases, vive su adolescencia.

El salón donde platica sobre su libro está lleno, sus lectores le preguntan por sus personajes, por las tramas amorosas de sus libros. Sonríe siempre, sus padres la acompañan a todas sus presentaciones, su editor está orgulloso de su autora. Irán Flores admite que en algún momento del proceso recibió críticas que le afectaron. Lloró un poco y descubrió que hay gente que, como dijera Oscar Wilde, “lo perdona todo, menos el éxito”. Pero esas críticas no la detuvieron, nunca imaginó alcanzar el éxito, ni escribir tres libros.

La estudiante de la UNAM señaló en entrevista con UNAM Global que no hay que encerrarse horas para que una idea salga. “La idea va a salir, cuando haces lo que te gusta no cuesta trabajo. Escribir es una forma de sacar todo lo que tengo, quizá indirectamente decirle al mundo cómo me siento. Los adolescentes tenemos muchas dudas y tropezamos, y a veces hay que aprender solos. Lo que escribía era lo que iba aprendiendo”.

“Una novela criminal”, el retrato de un país

Es válido que algunos escritores piensen que su único compromiso social es con su literatura, hacen lo que tienen que hacer lo mejor posible independientemente de su contacto con la realidad. Otros escriben de los temas centrales de nuestro tiempo a través de la ficción y la no ficción, “esa es la línea en la que yo me he ubicado”, afirmó Jorge Volpi Escalante.

Volpi Escalante expresó que su último libro Una Novela Criminal, es “una novela sin ficción, un género ambiguo, entre la literatura y el periodismo, entre la realidad con los testimonios de los protagonistas y los recursos de la literatura”.

El texto —ganador del Premio Alfaguara de Novela  2018— está basado en el caso de la francesa Florence Cassez y su expareja Israel Vallarta ocurrido en 2005, acusados de pertenecer a una banda de secuestradores.

“El caso fue real pero propio de una novela, de ahí el nombre, es un cúmulo de historias y de irregularidades que me parecía prudente contarlo completo a través de la novela pero con el rigor de los hechos y las declaraciones”.

Para el autor de En busca de Klingsor es emocionante recibir un premio literario de esta naturaleza, con este libro en particular va a ser muy positivo que se reflexione el tema de la justicia en México y en América Latina.

El narrador, quien formó parte del movimiento literario denominado Generación del crack, apuntó que la novela es el centro de su vida, siempre estuvo  convencido que lo que quería era escribir. Para ganarse un sitio en el ámbito de la literatura hay que ser tenaz y necio, “al inicio siempre hay negativas, es difícil, hay obstáculos para publicar y para saber lo que uno quiere contar y cómo quiere contarlo, hay que escuchar a grandes maestros y leer mucho antes de escribir”.

Volpi Escalante mencionó que si eligiera algún personaje de ficción para conversar sería Natasha Rostova, una de las protagonistas de Guerra y Paz de León Tolstói. “Me encantaría platicar con ella o verla bailar y preguntarle cómo un acontecimiento histórico tan importante como las guerras napoleónicas afectó las vidas de las personas en lo individual”.