¿Por qué es peligroso cocinar con fogones a leña?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en julio de 2022 había en el mundo aproximadamente 2,600 millones de personas que cocinaban con fogones abiertos, utilizando leña, estiércol, carbón vegetal y carbón mineral, entre otros combustibles sólidos. Como consecuencia de emplear estos fogones en la cocina, cada año cerca de cuatro millones de personas fallecen por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire dentro de las viviendas debido al humo emitido.

Según la OMS, la contaminación del aire doméstico provoca accidentes cerebrovasculares y enfermedades como neumopatía obstructiva crónica, cardiopatía isquémica y cáncer de pulmón.

Impacto en los niños

En el caso de los niños, respirar partículas de aire contaminado dentro de sus hogares causa más del 50% de las muertes por neumonía en menores de cinco años.

“Efectivamente, en el mundo hay casi tres mil millones de personas que cocinan con leña y otros residuos de biomasa en fogones rústicos, y también hay unos 300 millones que cocinan con carbón mineral, que es el peor contaminante. Este último tipo de combustible se utiliza sobre todo en las zonas frías de China y Mongolia”, explica Omar Masera Cerutti, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, campus Michoacán, de la UNAM.

Pobreza y tradiciones culturales

“El problema para la salud de las personas no es el uso de la leña por sí misma, sino el uso de fogones abiertos, que son una tecnología muy rudimentaria aunque muy accesible, porque entre esos tres mil millones hay 900 millones de los más pobres entre los pobres, personas que no tienen acceso a otros recursos”.

Sin embargo, entre los millones de personas que utilizan leña para cocinar, hay una cantidad importante que lo hace no solo por pobreza, sino también debido a tradiciones culturales.

“En muchos lugares, México incluido, mucha gente utiliza leña aunque tenga acceso al gas. En la India, emplean de manera combinada la leña y el gas porque sacan ventajas de las tecnologías que tienen a la mano, como cocinar alimentos tradicionales con la leña y otros que requieren más rapidez con el gas”, explica el investigador universitario.

Exposición al humo en fogones abiertos

En general, las personas que respiran este aire muy contaminado son las que cocinan en fogones abiertos (tres piedras encima de las cuales ponen sus ollas o cazuelas para preparar sus alimentos, calentar agua y, en el caso de México, hacer o calentar las tortillas, colocando un comal enorme encima de las piedras).

Las personas encargadas de preparar la comida, en general mujeres, respiran el humo producido por la leña que llena la habitación que utilizan como cocina, y esto ha sido así durante muchos años de su vida.

“Se ha calculado que la cantidad de humo que respiran estas mujeres es equivalente a lo que inhalan algunas fumadoras crónicas, de casi dos paquetes de cigarros al día”.

Invisibilidad y desatención del problema

El problema de la contaminación interior es muy importante, pero no es muy visible, porque está asociado a las zonas rurales y a la población indígena de menores recursos. “Son los que siempre están en el escalón más bajo de las prioridades de los gobiernos”, dice Masera Cerutti.

Según la Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares (Encevi 2018), del INEGI, en 2018, 28 millones de mexicanos cocinaban con leña en fogones abiertos.

“Este problema de salud es resultado de las condiciones de pobreza, pero también responde a tradiciones culturales, muy arraigadas precisamente en las zonas indígenas donde el apego a la leña es muy fuerte”, afirma el investigador universitario.

De acuerdo con el ODS 7 (Objetivo de Desarrollo Sostenible 7), el acceso a la energía segura y continua es fundamental para el desarrollo humano, social y económico. Si bien se ha avanzado en electrificación, el panorama en cuanto a cocción limpia es preocupante. La población mundial sin acceso a una estufa eficiente, ya sea de leña o de otros combustibles, se prevé que aumentará en el futuro.

La situación global no solo no mejora, sino que empeora debido a que las condiciones económicas a nivel mundial están retrocediendo en temas de desarrollo sostenible, y no se ha priorizado la solución a este problema. Los programas de estufas eficientes han contado con presupuestos muy limitados.

Leña y gas: una combinación común

Al investigar el tema, los expertos identificaron que el problema principal eran los fogones abiertos y plantearon varias soluciones. Una de ellas es fomentar el uso del gas LP, especialmente en zonas cercanas a las ciudades. Sin embargo, incluso cuando las personas tienen acceso al gas, no abandonan por completo la leña, combinando ambos combustibles en una práctica conocida como “uso múltiple” o “stacking”.

Para comprender este fenómeno, los investigadores llevaron a académicos del área de la salud a Michoacán, donde visitaron hogares que podían cocinar exclusivamente con gas. En una casa rural, descubrieron que, aunque había una estufa de gas, también había una cocina con leña en uso, pues los residentes argumentaban que la comida tenía mejor sabor al ser preparada con leña, especialmente las tortillas.

El problema del uso de leña en fogones abiertos no es únicamente económico, sino también cultural y práctico. Muchas personas tienen leña disponible cerca de sus hogares y no quieren gastar en otros combustibles. No obstante, en algunas áreas la leña es escasa y la gente debe caminar horas para conseguirla, por lo que es crucial contar con opciones para su uso más eficiente.

El gas es la primera opción, pero no resuelve completamente el problema de los fogones abiertos, ya que incluso si se utilizan una o dos veces por semana, continúan generando una enorme cantidad de contaminación.

Creación de las estufas Patsari

“Desde que empezamos a trabajar en el problema, hemos sido de los grupos pioneros que han estado enfatizando la importancia de hacer un uso eficiente de la leña. De esta manera surgió el proyecto de las estufas Patsari, que inicialmente era una derivación de la Lorena, una estufa que se había construido en muchos lugares”, explica Omar Masera, destacado investigador en el tema.

Masera agrega que las estufas de gas cuentan con ciencia y tecnología, pero también es posible aplicarla en las estufas de leña. “Sólo faltaba hacer el trabajo, que no es sólo tecnológico, sino también de innovación participativa, que es la parte esencial del trabajo de nuestro grupo; por eso la llamamos ecotecnología, porque tiene que ser una innovación hecha para y con la gente”.

El diseño de la estufa ecológica Patsari fue un proyecto de colaboración entre el equipo del doctor Masera, personal del Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA, A.C.), académicos del Instituto de Ingeniería de la UNAM y, para evaluar el impacto en la salud, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Tras usar la estufa Patsari por un tiempo, los investigadores analizaron los pulmones de las personas participantes en el estudio, encontrando beneficios en su salud. Además, con una estufa Patsari, cada año se evitan entre dos y dos toneladas y media de gases de efecto invernadero, equivalente a las emisiones de dos automóviles.

La Patsari original ha sido mejorada continuamente, en años recientes con la colaboración de académicos del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, aplicando tecnología comercial de vanguardia a estos problemas.

Impacto en la población mexicana

En 2020, se publicó el folleto “Efectos a la salud por el uso de fogones abiertos de leña y alternativas”, en colaboración con el INSP, donde se destaca que en 2019 casi diez mil fallecimientos se debieron al empleo de combustibles sólidos. Además, en 2018, el 23% de la población mexicana (28 millones de personas) utilizaba leña o carbón para cocinar, principalmente en fogones abiertos de baja eficiencia.

“Es una cifra muy importante porque prácticamente la cuarta parte de la población del país cocina con leña, con todas sus consecuencias para la salud”, informa el investigador universitario. “Esos 28 millones están distribuidos en buena parte del país, sobre todo en regiones indígenas de las zonas centro y sur”.

Investigación y regulación

Actualmente, cuentan con el Laboratorio de Innovación y Evaluación en Bioenergía, donde realizan pruebas detalladas para medir la eficiencia en la combustión de la leña y estudiar qué tipo de comida produce más humo.

Se trabajó durante dos años para obtener una norma mexicana (NMX) y actualmente se colabora con la Secretaría de Energía para hacerla obligatoria. Con esta norma se busca que las estufas eliminen el 95% del humo, explicó Masera Cerutti.

Esto significa que las estufas que cumplen con la norma mexicana también cumplirán con la norma interina de la OMS, de tal manera que se pueden considerar como estufas limpias desde el punto de vista de la salud.

“Si una familia ya tenía una estufa de gas y un fogón abierto, ahora pueden combinar el gas con la estufa eficiente de leña, con lo que ya hay una contribución enorme a la salud pública y al uso eficiente del combustible”, concluyó el investigador.

Estufas Patsari: Impacto en México

“La Patsari dio el impulso inicial para que empezara a surgir en México un mercado de diferentes tipos de estufas. Fue un prototipo y algunos empresarios empezaron a hacer sus modelos a partir del nuestro”, explica Masera Cerutti.

Cabe destacar que el diseño original de la Patsari pertenece a la UNAM y al Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA). Con este diseño, se desarrolló un programa integral para capacitar a personas y organizaciones en la construcción de estufas eficientes en algunos estados del país.

En municipios de Guerrero, por ejemplo, se llevaron a cabo talleres para promotores comunitarios en los que se les capacitaba durante una semana para la construcción de estufas. De regreso a su comunidad, estos “estuferos” fabricaban inicialmente veinte Patsaris para darlas a conocer e ir generando un mercado local. Este esquema de “capacitación de capacitadores” fue el elegido al principio por las instancias gubernamentales para masificar el uso de las estufas ecológicas.

En una segunda etapa, el gobierno federal priorizó tener un gran número de estufas instaladas en poco tiempo, en lugar de asegurar un proceso más de tipo local y participativo. Se comenzaron a hacer licitaciones muy grandes, en las que se pedía entregar miles de estufas en poco tiempo, con nula o mínima participación de las personas de las comunidades.

Esto favoreció la aparición de estufas metálicas y de otro tipo de fabricación industrial, algunas de buena calidad, pero la mayoría con grandes deficiencias en su durabilidad y funcionamiento. Lamentablemente, al no haber una conexión entre el proceso de selección de las estufas y los usuarios finales, muchas de las estufas que se han difundido mediante este tipo de licitaciones no han sido adoptadas.

Retomando el objetivo original

Actualmente se está trabajando con el DIF para recuperar el objetivo original de los programas de estufas ecológicas, buscando que se priorice la apropiación y uso sostenido de las mismas.

Se estima que hoy hay unas 250 mil estufas distribuidas en todo México, debido a que se han ido fabricando dentro de algunos programas estatales.

Beneficios ambientales y de salud de la Patsari “Con la Patsari no sólo se mejoró el fogón tradicional o abierto al sacar por una chimenea el humo producido por la leña, lo que evitó que las personas siguieran respirándolo, sino que también se hizo más eficiente el uso de la leña con la creación de una cámara de combustión; de esta manera, se producen mucho menos gases de efecto invernadero, se reduce casi 50 por ciento el uso de leña y casi 70 por ciento las emisiones contaminantes”, finalizó Omar Masera.

Informción destacada
  1. El uso de fogones abiertos para cocinar con leña y otros combustibles sólidos afecta a aproximadamente 2,600 millones de personas en todo el mundo, provocando enfermedades relacionadas con la contaminación del aire doméstico y causando alrededor de cuatro millones de muertes anuales.
  2. La contaminación del aire en el hogar causada por fogones abiertos contribuye a enfermedades como accidentes cerebrovasculares, neumopatía obstructiva crónica, cardiopatía isquémica y cáncer de pulmón.
  3. En niños menores de cinco años, la exposición a partículas de aire contaminado en el hogar provoca más del 50% de las muertes por neumonía.
  4. La pobreza y las tradiciones culturales son factores clave en la persistencia del uso de fogones abiertos, aunque haya acceso a otras opciones como el gas.
  5. La contaminación del aire en el hogar es un problema de salud pública y ambiental que no recibe suficiente atención, especialmente en áreas rurales y comunidades indígenas.
  6. La combinación de leña y gas en la cocina, conocida como “uso múltiple” o “stacking”, es común en lugares donde hay acceso a ambos recursos.
  7. Las estufas Patsari, una innovación en cocinas ecológicas, han demostrado ser efectivas en la reducción del impacto en la salud y el medio ambiente causado por el uso de fogones abiertos.
  8. La capacitación y expansión local de estufas eficientes, como las Patsari, pueden ser cruciales para promover su adopción en comunidades rurales y áreas indígenas.
  9. La falta de conexión entre los programas gubernamentales de distribución de estufas y los usuarios finales ha limitado la adopción de estufas eficientes.
  10. Retomar el enfoque original de los programas de estufas ecológicas, priorizando la apropiación y el uso sostenido de las estufas por parte de las comunidades, puede mejorar la salud pública y reducir la contaminación ambiental.

Lo que debes saber del cáncer testicular

El 19 de julio de 2022, el club alemán Borussia Dortmund informó que el futbolista marfileño Sébastien Haller padecía de cáncer testicular. Durante seis meses, Haller batalló contra esta enfermedad. Después de dos cirugías y varias quimioterapias, el seleccionado nacional por Costa de Marfil pudo volver a las canchas el pasado 22 de enero.

Tan solo siete días antes del regreso de Haller, el joven jugador del Hertha BSC Marco Richter también fue diagnosticado con cáncer testicular. Gracias a una detección oportuna, Richter pudo superar la enfermedad después de que se le extirpara el tumor, y a finales de agosto volvió a la actividad futbolística.

Aunque cada uno vivió un escenario diferente al enfrentar esta enfermedad, ambos pidieron a los hombres tomar conciencia sobre su salud y “tener una cultura de prevención para combatir el cáncer testicular”.

La importancia de la información y prevención en el cáncer testicular

A pesar de que el cáncer testicular no se presenta de manera frecuente (datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer señalan que 1 de cada 250 hombres lo padece), para el docente de la Facultad de Medicina de la UNAM Samuel Bravo Hurtado es importante que los hombres se informen sobre los alcances de esta enfermedad, sus causas, los factores de riesgo y el tratamiento a seguir en caso de ser necesario.

“Es una enfermedad que ha tenido un descenso importante en su mortalidad desde hace al menos cuatro décadas, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó usar en su tratamiento el cisplatino, un medicamento de quimioterapia utilizado para varios tipos de cáncer. Realmente la cantidad de hombres que fallecen por cáncer testicular no es tan grande en comparación a otros tipos de cáncer”, apuntó Bravo Hurtado.

Tasa de supervivencia y diagnóstico temprano

Actualmente, la tasa de supervivencia de esta enfermedad va del 43% hasta el 99%. Ésta depende de la fase en la que el médico descubre el cáncer testicular. Si hay un diagnóstico temprano, el porcentaje es de 99%; si el cáncer se disemina hasta los ganglios linfáticos del abdomen (estructura del tamaño de un frijol que nos protege de infecciones y enfermedades), baja al 96%; y si el cáncer se disemina más allá de los ganglios linfáticos retroperitoneales (ubicados en los riñones), la tasa se reduce hasta el 43%.

Identificando los factores de riesgo

El cáncer testicular, que se puede definir como aquella enfermedad que desarrolla células malignas en los tejidos de uno o ambos testículos, tiene varios factores de riesgo. De acuerdo con el docente universitario de la UNAM, éstos son:

  1. Edad: Aunque este cáncer puede afectar a hombres de cualquier edad, alrededor de la mitad de las personas diagnosticadas tienen entre 20 y 45 años.
  2. Antecedente familiar: Tener un familiar cercano que padeció cáncer testicular aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  3. Raza: El cáncer testicular es más frecuente en hombres de raza blanca que en hombres de raza negra.
  4. Consumo crónico de tabaco y/o marihuana.
Trastornos y enfermedades que incrementan el riesgo

Padecer alguno de estos trastornos o enfermedades también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer testicular:

  1. Criptorquidia: Es un trastorno que se observa en los recién nacidos, cuando uno o ambos testículos no se desplazan hacia el escroto.
  2. Hipospadias: Es una anomalía de nacimiento, en la cual el orificio del pene se encuentra en la parte inferior del órgano y no en la punta.
  3. Infección por VIH: Los hombres infectados con el virus de inmunodeficiencia humana tienen un mayor riesgo de padecer cáncer testicular.
Síntomas del cáncer testicular

Las personas con este padecimiento suelen presentar aumento en el tamaño testicular, algún cambio en la forma del testículo y dolor en la parte baja del vientre o en el escroto.

Cuando el cáncer ya está más avanzado, además de los signos ya mencionados, algunos hombres presentan de manera frecuente dolor en la espalda baja, dificultad para respirar, dolor en el vientre y dolor de cabeza.

Samuel Bravo Hurtado, docente de la UNAM, indicó que, aunque un hombre presente algunos de los síntomas, es necesario realizar estudios para descartar que sean causados por otra afección.

Autoexploración como medida preventiva

En los últimos años se ha hecho más frecuente que los médicos soliciten a sus pacientes autoexplorarse para prevenir el cáncer testicular. Bravo Hurtado, con base en información de agencias de salud, explicó cómo debe realizarse la autoexploración:

  1. Mantener el pene apartado del escroto.
  2. Sostener los testículos por separado con ambas manos, y rodarlos lentamente con los dedos pulgar e índice.
  3. Palpar y sentir si hay algún abultamiento o bolita, dolor o cambios en el tamaño, forma y consistencia de los testículos.
  4. También hay que revisar el glande, el tronco del pene y la piel en busca de algo anormal.

También deben tomarse en cuenta estos factores: realizar este procedimiento de forma mensual desde la adolescencia; explorarse durante el baño o después de bañarse, porque la piel del escroto está relajada; y tener en cuenta que los testículos no son totalmente lisos.

Procedimientos y pruebas

Para detectar o diagnosticar el cáncer testicular, los médicos siguen un procedimiento que incluye varias pruebas:

  1. Examen físico: Se palpan los testículos y otras partes del cuerpo (tórax, axilas, ingle, pezones) para detectar si hay hinchazón o agrandamiento.
  2. Ecografía
  3. Prueba sérica de marcadores tumorales: Examen de sangre en el que se mide la cantidad de sustancias llamadas marcadores tumorales (o biomarcadores). Una concentración alta de un marcador tumoral puede ser un signo de cáncer.
  4. Prueba patológica quirúrgica: Se analiza un tejido del testículo con un microscopio.

Si se confirma que el paciente tiene cáncer testicular, se procede a la cirugía para extirpar uno o los dos testículos, conocida como orquiectomía. Normalmente, éste es el primer paso. Pero en algunos casos, el médico considera que es mejor iniciar con la quimioterapia (esto usualmente sólo aplica cuando el cáncer ya se ha diseminado más allá del testículo).

La orquiectomía es una operación sencilla en la cual se realiza una incisión en la ingle a lo largo de la línea de la cintura. Durante este procedimiento, también se retira la mayor parte del cordón espermático, que es el canal a través del cual los espermatozoides se trasladan desde el testículo al pene.

Después de la operación, el doctor manda a analizar el testículo extirpado para determinar qué tratamiento se debe seguir.

Secuelas y efectos secundarios

Después del tratamiento contra el cáncer testicular, los pacientes tienden a presentar secuelas, ya sean producto de la quimioterapia o de la extracción del testículo. Algunas de ellas son:

  1. Problemas cardiacos y de los vasos sanguíneos, daño a los nervios, problemas auditivos (provocados por el uso del cisplatino).
  2. Problemas de fertilidad: El conteo de esperma se vuelve bajo por la quimioterapia (actualmente se sugiere a los hombres que deseen tener hijos y padezcan esta enfermedad guardar su esperma en un banco).
  3. Baja testosterona: Cuando el nivel de esta hormona es más bajo de lo normal, se presentan síntomas como disminución del deseo sexual e incapacidad para lograr una erección normal y llegar al orgasmo, además de fatiga, sofocos, depresión, cambios en el estado de ánimo, pérdida muscular y ósea. También se puede presentar síndrome metabólico (una serie de afecciones que aumentan el riesgo de que una persona tenga una enfermedad cardiaca, un accidente cerebrovascular o diabetes).
Incidencia del cáncer testicular en México

A pesar de la falta de datos recientes sobre la cantidad de casos de cáncer testicular que se presentan anualmente en México, el académico de la UNAM, Bravo Hurtado, señaló que la incidencia va en aumento. La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer estima que para 2040, la incidencia crecerá un 13%.

“En la actualidad, este tipo de cáncer es el tercero con mayor incidencia entre los hombres en México. Basándonos en datos de 2020, se estima que hay 3 mil casos anuales, pero para 2040, la cifra aumentará a 3 mil 500. Esto nos plantea un escenario de incremento gradual, que requerirá la atención de los servicios de salud”, afirmó el docente.

La importancia de la prevención y detección temprana

Como representante de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad de Medicina de la UNAM, Bravo Hurtado instó a los hombres a dejar de lado los tabúes, conocer su cuerpo y ser sensibles ante esta enfermedad. La prevención y la detección temprana son cruciales para mejorar el pronóstico y tratamiento del cáncer testicular.

 

En defensa de los parásitos

“Parásito”. El simple término irrumpe en la paz mental de manera estrepitosa: despierta ansiedad e incomoda, en especial si va acompañado por un calificativo que lo designe como endógeno o proclive a utilizar los interiores del Homo sapiens como morada. Visiones fugaces de morfologías aberrantes: lombrices gelatinosas con fauces repletas de ganchos dispuestos a anclarse en el tracto digestivo; espaldas laceradas por el avance del gusano bajo la dermis; larvas esquivas que migran por el torrente sanguíneo y penetran en órganos vitales. Todo en pos de completar un ciclo de vida francamente descabellado, que por lo general implica atravesar múltiples estadios larvarios y corromper en el acto a dos o más especímenes pertenecientes a distintos grupos de fauna. Tenias de varios metros de largo que, tras pasar por el puerco, se alojan en las tripas humanas; lombrices que comienzan dentro del perro y terminan en el pulmón de su dueño; amibas amorfas que infestan la cavidad abdominal del infante.

Es posible que para la mayoría de las personas el asunto no llegue mucho más lejos que el temor infundado por el riesgo latente de la enfermedad y por lo tanto no se alcance a vislumbrar la relevancia y, dicho sea de paso, la magnificencia de estos portentos. Pero no nos equivoquemos: de ellos depende la suerte de todos los demás moradores del mundo silvestre, por lo que antes de reducir la cuestión al estigma valdría la pena tomar en cuenta algunas reflexiones.

Resignarse a la noción de que la vasta diversidad de parásitos se inclina hacia aquellos que causan daño sería una concepción sumamente acotada de la realidad. Existe una infinidad de seres vivos cuyas adaptaciones los han llevado a valerse de nuestra intimidad anatómica para poder subsistir: ácaros en las pestañas, hongos en el cuero cabelludo, nematodos sobre la piel y bacterias en absolutamente todos los resquicios de nuestro ser. Somos un entorno salvaje repleto de fieras minúsculas, millares de microorganismos distintos que nos llaman hogar y que constituyen el microbioma humano: una amalgama heterogénea de entidades intrínsecas al sujeto orgánico que nos define, tan dependiente e inseparable de nosotros como nosotros de éste. Entre otras cosas, el microbioma nos confiere nuestra identidad inmunológica, influye de manera preponderante en nuestra respuesta emocional y es indispensable para la digestión de nutrientes. De hecho, a decir de las tendencias científicas actuales, la biota que nos acompaña posiblemente sea tan importante para nuestra supervivencia como los mismos genes.1

Mosquito de la malaria. Fotografía de K-State Research and Extension, 2012

Dejemos para otro momento el territorio microbiológico y centrémonos en aquellos parásitos que residen en los anaqueles de los museos de zoología, es decir: artrópodos, helmintos (gusanos planos, redondos, segmentados o de cabeza espinosa) y protozoarios (eucariontes unicelulares), cuya condición existencial radica en allanar las entrañas ajenas para encontrar sustento y poder perpetuarse. Y ya que estamos entrando en materia, comencemos por esclarecer algo primordial: esa convicción que le otorga a los depredadores cumbre de la cadena alimenticia la voz de mando no podría estar más equivocada. La verdad es que los organismos que llevan las riendas del juego no son felinos ni caninos o reptiles, sino entes mucho más temibles y formidables, sofisticados a niveles incomprensibles, minimalistas como piezas de arquitectura japonesa, discretos en cuanto a sus andanzas pero, aun así, con alcances suficientes como para cambiar el rumbo y alterar el devenir de cualquier otro grupo de especímenes. Se trata de depredadores —en eso no han errado nuestras intuiciones— pero en lugar de poderosos carnívoros son invertebrados, y en vez de patrullar la floresta se encuentran alojados en los tibios interiores de los demás. Es desde ahí, invadiendo los tejidos y órganos de recintos corporales que no les pertenecen, que comandan su dominio clandestino. Así, el verdadero rey de la selva no es el león sino el gusano que lo devora desde el interior. Y lo mismo podría decirse de todos los otros animales y, para el caso, del resto de los seres vivos.

Tomemos otro sonado caso como ejemplo para reforzar el punto: ¿cuál ha sido la causa de muerte de la mayor cantidad de seres humanos en la historia —factor que ha terminado con más personas que todas las guerras sumadas entre sí y que aún en la actualidad acumula aproximadamente medio millón de fatalidades anualmente—? Me refiero, por supuesto, a la noción popular de que los mosquitos son los responsables de nuestra debacle, pues han erradicado a un importante porcentaje de la población total de Homo sapiens desde los albores de nuestra saga evolutiva hace unos 300 mil años.2 Y de cierta forma así es, pero los insectos son apenas cómplices menores, tan sólo mensajeros, pues quienes en verdad cargan con tal masacre a cuestas son una serie de parásitos unicelulares. Protozoarios del género Plasmodium, del que al menos cinco especies desatan cuadros de malaria, es decir, la cruenta infección de los glóbulos rojos que ha terminado con uno de cada dos humanos que hayan existido. El punto es que historias semejantes a ésta se repiten a lo largo y ancho de las ramas del inmenso árbol de la vida. No importa en qué escala decidamos concentrarnos ni en cuál de sus múltiples dimensiones transitemos: el planeta Tierra es, ante todo, un sitio en el que reinan los parásitos.

La estrategia evolutiva de invadir al otro ha probado ser tan exitosa que no hay ser vivo que no cuente con un bestiario particular de taxonomías que lo parasiten; cada especie de animal, planta, bacteria u hongo tiene su abanico de intrusos particulares. Sin ir más lejos, no son pocos los ecosistemas en los que la abundancia total de parásitos, tanto en número como en términos de biomasa, supera a la del resto de los individuos. No sé si llegaría tan lejos como para declarar que los parásitos dominan el planeta con alevosía y ventaja, o siquiera que se percatan de ello, pero de que esgrimen una influencia marcada sobre el comportamiento, la dinámica poblacional y, por consiguiente, la evolución de una buena parte del inventario biológico, no hay duda alguna.

Dicho de manera simple: en menesteres del control natal de la biota global son ellos los que reparten las cartas. Con el notable detalle de que una gran cantidad de estos invasores corporales cuentan además con la fascinante capacidad de secuestrar la mente de sus hospederos y controlar su voluntad, alterando la conducta por medio de sustancias químicas refinadas, cambiando drásticamente el destino de los afectados. Avispas que lobotomizan arañas y las convierten en sus esclavas, lombrices que empujan a los grillos parasitados al suicidio por ahogamiento, crustáceos que tras devorar la lengua de un pez se quedan a vivir en su lugar sustituyendo dicho órgano dentro de la boca. Y por si quedara duda, sí: también existen los parásitos que parasitan a otros parásitos que a su vez parasitan a otros más…

Es entonces que el juego de telones de manipulación se eleva al siguiente orden de magnitud y remite a esas matrioshkas rusas en las que cada una de las muñecas superpuestas utiliza a la que le sigue en tamaño como su vehículo de transferencia: como su fenotipo extendido. Claro que los seguidores de Richard Dawkins argumentarían que en la capa más profunda, en la matrioshka más pequeña e irreductible, están esos famosos genes egoístas que son los artífices supremos, los verdaderos maestros de maestros titiriteros, responsables de que exista todo el resto del elenco y que la gran ópera de la vida siga esponjándose hacia el infinito. Imposible saber realmente quién es el que controla a quién en el implacable baile de máscaras.

Microfotografía electrónica de barrido de un piojo púbico. Imagen de David Gregory y Debbie Marshall

Consideremos ahora el caso del toxoplasma, un pequeño protozoario que comienza sus días dentro de un roedor (aunque también puede servirle un ave o, de hecho, cualquier otra criatura de sangre caliente) pero que necesita llegar al tracto digestivo de algún felino, su hospedero definitivo, para poder reproducirse. El toxoplasma logra esta hazaña reconfigurando la morfología del cerebro de la rata e interfiriendo con sus secreciones hormonales para que las feromonas de la orina felina, en lugar de representar una amenaza para el roedor, como sería de esperarse, le resulten atrayentes (quizás incluso eróticas) y de esta manera aumente la probabilidad de que su caballo de Troya termine como merienda del ansiado felino. Y es que este parásito cuenta con la notable posibilidad de hackear el sistema dopaminérgico de la recompensa mamiferoide. (La famosa dopamina es el neurotransmisor responsable de la recompensa a diversos estímulos, intrínseco en los patrones conductuales que operan tanto en la adicción a la cocaína como en el deleite de saborear un chocolate o en el placer sexual.)

Por supuesto que la cuestión no acaba ahí, sino que de manera paralela el toxoplasma con frecuencia termina alojado dentro de los cerebros humanos: se estima que más de un tercio de la población mundial alberga este parásito. Y aunque nosotros sólo figuremos como hospederos casuales —ya que el invasor no puede reproducirse en nuestro interior ni tampoco fungimos como sus posibles vectores— si la infestación sucede durante el embarazo puede producir abortos de repetición o malformaciones fetales, además de que comienzan a trazarse correlaciones estrechas entre su presencia y una mayor propensión a sufrir accidentes vehiculares,3 así como a desarrollar adicciones, esquizofrenia, trastorno bipolar y otras patologías mentales.4

Claro que también está la posibilidad de que el toxoplasma interfiera en nuestro funcionamiento cerebral de manera premeditada, ya que en estudios recientes se ha observado que los chimpancés infectados por el parásito dejan de percibir la orina de los leopardos como una amenaza; es decir que nuestros parientes vivos más cercanos experimentan algo similar a lo que acontece con los roedores y los gatos domésticos. Lo cual tampoco debería resultar del todo sorprendente, puesto que durante buena parte de nuestra historia evolutiva —e incluso hoy en día en ciertas zonas de India y África— el Homo sapiens ha figurado como una presa habitual en el menú de distintos felinos. Quizás después de todo no seamos hospederos casuales del parásito, sino una opción más de los múltiples hospederos intermediarios disponibles en su ciclo de vida. Lo cual invariablemente lleva a cuestionarse: ¿qué otros entes invasores nos podrán estar manipulando en este preciso momento?

Larva de pulga. Universidad de Edimburgo

Por último, habría que mencionar que los helmintos y sus semejantes no se limitan únicamente a esculpir el panorama biótico de los ecosistemas —que, por cierto, no es poca cosa— sino que, en una dimensión mucho más pequeña, cada vez se les considera una variable más significativa de nuestra propia ecología personal y del funcionamiento óptimo de nuestra maquinaria fisiológica. Al menos eso es lo que parece revelar la historia reciente en los países desarrollados, lugares donde la higiene alcanza sus grados más notables y las lombrices intestinales no son más que un ingrato recuerdo del pasado, y donde la alta prevalencia del mal de Crohn, de colitis severa, gastritis ulcerante y demás padecimientos inflamatorios crónicos del tracto digestivo, así como de asma, alergias agudas, esclerosis múltiple y otros trastornos autoinmunitarios, parece estar ligada a la falta de contacto ocasional con los vermes en cuestión. La llamada “inmunomodulación por medio de parásitos” no es una idea que goce de gran popularidad entre los organismos de salubridad pública más conservadores que, durante las últimas décadas, se han esmerado en aniquilar a dichos tripulantes de las entrañas, pero lo cierto es que durante cientos de miles de años hemos coexistido con nuestros gusanos, y borrarlos completamente de la ecuación está probando ser una enmienda más problemática que confrontarlos intermitentemente.5

En defensa de los parásitosAsí que no lo olvidemos: aunque bajo el restringido entendimiento humano podría parecer de otra manera, la verdad es que los que mandan, y siempre lo han hecho, son ellos. El resto somos sólo contenedores. Es entonces que comienza a dibujarse la sospecha de que nuestras preconcepciones biológicas se encuentran cimentadas sobre paradigmas quebradizos. La verdad es que la biología clásica se queda muy, pero muy lejos de esbozar un retrato atinado, ya no digamos integral o siquiera fidedigno, del cosmos viviente. Pero tampoco nos pongamos ahora una meta tan ambiciosa; simplemente quedémonos con la noción de que los parásitos merecen ser revalorados en toda la extensión del término y mostrémonos un poco más humildes, cuando no plenamente perplejos, al tratar con sus distintas manifestaciones. Cerremos citando las palabras del gran comunicador de la ciencia Carl Zimmer: “Los parásitos conforman la mayor parte de las especies de la Tierra. De acuerdo con una estimación superan a los especímenes de vida libre en una proporción de cuatro a uno. Dicho de otra forma, el estudio de la vida corresponde, en su mayor parte, a la parasitología”.6

Imagen de portada: Trichuris muris, nemátodo parásito. Imagen de David Goulding, Wellcome Trust Sanger Institute

  1. Para quienes deseen realizar una inmersión en el asunto se recomienda Ed Yong, I Contain Multitudes: The Microbes Within Us and a Grander View of Life, Ecco Publishing, Nueva York, 2016. También disponible como audiolibro. 2017. 
  2. Estamos hablando de unos 50 mil millones de personas, pensando en que la población total histórica basada en los nacimientos potenciales de la humanidad, de acuerdo con las estimaciones del Population Reference Bureau, ronda los 108 mil millones. Puede consultarse aquí 
  3. Shaban Gohardehi, Mehdi Sharifc, Shahabeddin Sarvi et al., “The Potential Risk of Toxoplasmosis for Traffic Accidents: A Systematic Review and Meta-analysis”, Experimental Parasitology, vol. 191, agosto de 2018, disponible aquí 
  4. Ver A. L. Sutterland, G. Fond, A. Kuin et al., “Beyond the Association. Toxoplasma gondii in Schizophrenia, Bipolar Disorder, and Addiction: Systematic Review and Meta-analysis”, Acta Psychiatrica Scandinavica, vol. 132, núm. 3, 2015, disponible aquí 
  5. Para darse una buena empapada en la inmunomodulación por medio de parásitos y su efectividad para tratar algunos padecimientos autoinmunitarios se recomienda ver “Helminth Immunomodulation in Autoimmune Disease”, Frontiers in Inmunology, abril de 2017, disponible aquí 
  6. Carl Zimmer, Parasite Rex, Atria Publishing Group, Massachusetts, 2000. 

Atracón nocturno: una de las principales causas de obesidad

 

Si te levantas en la madrugada y comes sin poder detenerte, en un periodo corto de tiempo, un pastel entero o una olla con arroz, posiblemente padezcas el trastorno por “atracón”, con predominio nocturno.

Quien lo padece, dice la doctora Diana Guízar Sánchez, académica de la UNAM, tiene un consumo de alimentos menor durante las mañanas, y durante la noche ingiere, de manera excesiva y compulsiva, alimentos que representan hasta el 70% de todas las calorías de la jornada.

Excesivo es que durante la noche come lo que comerían dos o más personas, y compulsivo, que se siente “desagradablemente lleno” y tiene una sensación de pérdida de control al comer (no se puede detener), así como un sentimiento de culpa posterior al consumo excesivo.

Depresión, ansiedad, estrés, bulimia y trastornos del sueño son algunas de las causas que pueden llevar a una persona a experimentar episodios de atracón nocturno.

Alimentos no saludables en el atracón nocturno

En un “atracón” generalmente se consumen alimentos no saludables y con gran contenido calórico, principalmente grasas y carbohidratos simples: cereal de caja, palomitas, papas fritas (contienen glutamato monosódico, que retrasa la señal de saciedad), arroz, pastas, etcétera.

Normalmente, dichos alimentos elevan momentáneamente los niveles de serotonina y dopamina, por lo que generan una sensación de bienestar y en ocasiones provocan sueño.

En otros casos, lo que se consume en exceso son proteínas, pero es algo mucho menos común: “No me ha tocado que alguien se dé un ‘atracón’ de apio o de jícamas, porque estos alimentos no generan dicha elevación en serotonina y dopamina”, dice Guízar Sánchez, del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Como los carbohidratos se metabolizan rápido, su consumo debe ser mayor para experimentar sensación de saciedad. Dicho de otro modo, la sensación de freno se retrasa, y por eso se come más.

Por otro lado, como el cuerpo no requiere de tanta energía en la noche como en el día, la energía (calorías) no utilizada se almacena.


Causas asociadas al “atracón” nocturno

La doctora Guízar Sánchez explica que normalmente el “atracón” nocturno va asociado, de base, al estrés, a un trastorno del sueño o a un problema mental: trastorno de la alimentación, depresión, ansiedad, trastorno por uso de sustancias.

El estrés eleva a lo largo del día los niveles de cortisol y disminuye la serotonina y la dopamina, por lo que puede provocar un “atracón nocturno” en un intento por contrarrestarlo. Como decíamos antes, en un “atracón” usualmente se ingieren alimentos que generan una sensación momentánea de bienestar.

También se dice que los ritmos biológicos están asociados a un mayor consumo por una menor liberación de hormonas de saciedad en la noche.

Diferencias entre el “atracón nocturno” y la bulimia

Por otra parte, la experta universitaria aclara la diferencia entre el “atracón nocturno” y el “atracón” en pacientes con bulimia: “Normalmente vigilados por familiares en el día, es en la noche cuando ocurre el atracón; sin embargo, hablamos de padecimientos distintos, ya que en el ‘atracón nocturno’ no existen conductas purgativas (vómitos, consumo de laxantes o diuréticos) como en la bulimia”.


El “atracón” nocturno y su tratamiento

El “atracón” con predominio nocturno sí tiene cura. Estos son, a grandes rasgos, los pasos principales de su tratamiento.

Primero: Se debe hacer un diagnóstico diferencial de los patrones de alimentación: hay gente que, por el ritmo cotidiano, no come bien en el día y en la noche su consumo es mucho mayor.

También, agrega Guízar, hay que determinar si el paciente toma medicamentos que alteren el patrón alimentario, por ejemplo, el metilfenidato, que “genera anorexia en la mañana”. Al acabar su efecto anorexígeno (dura de ocho a 12 horas) “da un rebote de apetito”, el cual se evita con medidas de higiene alimentaria.

Segundo: Se requiere de un manejo multidisciplinario, que incluye psiquiatría y psicoterapia, así como medicina interna, porque hay “situaciones médicas” que pueden alterar la glucemia o factores hormonales y predisponer al consumo excesivo de alimentos en la noche y la madrugada.

También se necesita el apoyo de la familia y la orientación de un nutriólogo para una sana alimentación.

La conexión entre el “atracón” nocturno y la obesidad

El trastorno por “atracón” es uno de los principales padecimientos que conducen a problemas de obesidad. Cuando tengo estrés y no me alimento a lo largo del día, al comer en exceso en la noche, el cuerpo interpreta ese estrés como un peligro, “de que no va a llegar más alimento en la mañana”. Entonces, como el oso que hiberna, el cuerpo convierte el exceso de calorías en grasa para reserva. Y, por eso, puntualiza Guízar, este trastorno se asocia mucho al aumento de peso.


Información destacada
  1. El trastorno por “atracón” con predominio nocturno se caracteriza por comer compulsivamente durante la noche sin poder detenerse.
  2. Las personas con este trastorno suelen tener un consumo de alimentos menor durante el día y un consumo excesivo en la noche.
  3. Experimentan una sensación de pérdida de control al comer y sentimientos de culpa después del consumo excesivo.
  4. Factores desencadenantes del atracón nocturno incluyen depresión, ansiedad, estrés, bulimia y trastornos del sueño.
  5. Durante el atracón, se consumen alimentos no saludables y altos en calorías, principalmente grasas y carbohidratos simples.
  6. Estos alimentos no saludables elevan temporalmente los niveles de serotonina y dopamina, generando una sensación de bienestar y sueño.
  7. El atracón nocturno se asocia con causas subyacentes como el estrés, trastornos del sueño y problemas mentales.
  8. Diferencias clave entre el atracón nocturno y la bulimia, siendo la ausencia de conductas purgativas en el primero.
  9. El tratamiento del atracón nocturno incluye un enfoque multidisciplinario con psiquiatría, psicoterapia, medicina interna y apoyo nutricional.
  10. El trastorno por atracón nocturno está relacionado con la obesidad, ya que el cuerpo almacena el exceso de calorías como grasa debido al estrés y al consumo desequilibrado de alimentos.

El placer sexual: más allá del orgasmo

Las relaciones sexuales en Occidente se centran en la búsqueda de placer a través del orgasmo, mientras que en Oriente, la prolongación de la experiencia de placer y el éxtasis son prioridades. En la cultura occidental, se han adoptado diversas posturas para el coito con el fin de alcanzar experiencias intensas de placer sexual, lo que nos lleva a “perseguir orgasmos”.

La cosmovisión sexual del hinduismo y el Kamasutra

En el hinduismo, la cosmovisión sexual es diferente. El Kamasutra de Vatsyayana considera el intercambio sexual como algo sagrado que libera mucha energía vital, según Ena Eréndira Niño Calixto, maestra y sexóloga de la UNAM.

A menudo, se malinterpreta el Kamasutra, creyendo que solo ofrece numerosas posturas para el coito. En realidad, este texto brinda salmos del amor y principios éticos en la búsqueda de placer y el autoconocimiento en la interacción erótico-genital.

Orgasmo vs. éxtasis y la influencia de Masters y Johnson

William Masters y Virginia Johnson influyeron en la investigación sobre la búsqueda de placer con sus estudios fisiológicos. En su obra “La respuesta sexual humana” (1966), describen cuatro fases en la reacción al estímulo sexual:

  1. Excitación.
  2. Meseta.
  3. Orgasmo.
  4. Resolución.

Para ellos, el orgasmo es la máxima posibilidad de sentir placer. En cambio, el Kamasutra sugiere que al llegar al orgasmo, se desperdicia energía vital, ya que termina el encuentro y se disipa la energía. Lo más importante según el Kamasutra es entrar en éxtasis, correspondiente a la etapa de la meseta de Masters y Johnson.

La importancia de los rituales y la terapia sexual ilustrada

Culturalmente, aprendemos posturas que nos llevan rápidamente al orgasmo, pero no al éxtasis. Niño Calixto enfatiza la importancia de “todo un ritual alrededor del coito” y la activación del placer sensual que involucra todo el cuerpo.

En la década de 1970, Helen Singer Kaplan cuestionó el modelo fisiológico de Masters y Johnson, considerando solo tres etapas en la respuesta sexual: deseo, excitación y orgasmo.

Según Kaplan, “ningún estímulo sexual puede ser efectivo y desencadenar una respuesta excitatoria si no existe el deseo”.

En su Manual ilustrado de terapia sexual, propone la posibilidad del “placereado”. Es decir, generar rituales que permitan el placer focalizado en el cuerpo no genital y, posteriormente, el placer sexual al buscar la posibilidad de la penetración entre dos cuerpos con distintas partes del cuerpo.

Alex Comfort, en su Guía ilustrada del amor, una especie de Kamasutra más cercano a la cultura occidental (griegos y romanos), presenta imágenes de diferentes posturas que promueven el placer sexual. Estas posturas tienen un sustrato fisiológico (terminales nerviosas) y también una ritualización cultural.

Las cuatro “C” para el bienestar y la gestión del placer

Para gestionar el encuentro con el placer, Niño Calixto sugiere activar las cuatro  “C” en la interacción genital de las parejas, especialmente jóvenes:

  1. Comunicación: diálogo entre la pareja para conocer, y en su caso elegir, las posturas sexuales que les provean placer corporal y genital.
  2. Consenso: acuerdo para la elección de posturas sexuales. “Qué me gusta” y “cómo me gusta”.
  3. Compromiso de respeto mutuo: evitar que el coito se convierta en una expresión de dominio, de ejercicio de poder, que someta a alguna de las partes. Implica detenerse ante un NO quiero, NO me gusta.
  4. Cuidado de sí y del otro: procurar el bienestar personal y el buen trato hacia el otro.

En la gestión del placer, señala Niño Calixto, coordinadora de Programa de Sexualidad Humana (PROSEXHUM) de la Facultad de Psicología, se intercambian caricias, besos y aromas. Somos seres sensuales y por eso requerimos distintos tipos de estimulación para acceder “a esos placeres”. De ahí su invitación: “Anímense a dialogar, anímense a probar, siempre en una interacción de confianza y de respeto mutuo”.

Información destacada
  1. Placer sexual: enfoques occidentales y orientales.
  2. Cosmovisión sexual del hinduismo: Kamasutra.
  3. Orgasmo vs. éxtasis: Masters y Johnson.
  4. Ritualización y terapia sexual ilustrada.
  5. Las cuatro “C” para el bienestar: comunicación, consenso, compromiso y cuidado.
  6. Gestionar el placer: diálogo y exploración en pareja.

¿Los gatos pueden sentir celos?

Se dice que los gatos son independientes y solitarios, pero la realidad es que conviven con los humanos, otros gatos e incluso con nuestros perros. ¿Podrían ponerse celosos ante esta situación?

Los celos en los felinos según expertos de la UNAM

De acuerdo con Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional y Educación Continua del Hospital Veterinario UNAM Banfield, los gatos son celosos para quienes romantizamos a los animales, porque les otorgamos sentimientos. Sin embargo, quienes son más científicos plantean que el único animal que tiene sentimientos es el primate mayor, es decir, el ser humano. Sería entrar en una discusión sin fin, pero podríamos analizar a los felinos desde el punto de vista de su instinto.

El gato no siente celos, más bien, siente que debe dominar su territorio y le gusta controlar su área. Los felinos que entren en su área tienen el riesgo de ser agredidos o atacados.


El vínculo entre gatos y sus dueños

Dentro del núcleo familiar, el gato tiene un apego mayor hacia una persona. Se trata de aquel que le brinda más tiempo, lo consiente, juega con él y le da de comer. Así, crea un vínculo más fuerte.

“Curiosamente, el gato dice: ‘este humano es de mi propiedad porque entra en mi territorio y lo conozco’. Pero si llega una persona que no conoce y está cerca de su humano, interactúa para decirle ‘No quiero que estés muy cerca de mi propiedad’”.

“Podríamos decir que cuando el gato se siente celoso, por así llamarlo, es porque estamos rompiendo ese círculo que tenemos en cuanto al contacto con él”. Es una situación en la que alguien rompe la armonía; puede ser otro gato, un perro e incluso un recién nacido.

El gato podría pensar que le están quitando sus recursos, porque quien está en juego es el humano con el que mejor interactúa. Generalmente, cuando se presenta esta situación, el felino se retrae y se esconde. Además, es común que orine y defeque en lugares que no corresponden.

La historia de los gatos y su relación con la humanidad

En el antiguo Egipto, cuando los gatos se acercaron a los humanos, fueron adorados como dioses por favorecer las buenas cosechas al controlar a las plagas.

En la Edad MediaS, se asoció a los gatos (sobre todo a los negros) con las brujas y los demonios, y por eso se intentaba exterminarlos; sin embargo, eran útiles para controlar plagas como la peste negra (producida por la pulga de la rata), que cobró la vida de millones de personas.

Después de la crisis de esta época, los gatos se popularizaron en las granjas por controlar las alimañas, y se fueron convirtiendo en las mascotas que son hoy en día. Cada gato tiene su propia personalidad, pero todos tienen un instinto depredador.

A nivel mundial, un gato ocupa aproximadamente el 25 por ciento de las preferencias como animal de compañía; con el 75 por ciento, el perro es ampliamente favorito. Sin embargo, el número de los felinos sigue creciendo debido a los hábitos de vivienda.

Ideas destacada
  1. ¿Los gatos pueden sentir celos? Se analiza el comportamiento felino ante situaciones de competencia por atención y territorio.
  2. Expertos de la UNAM explican los celos en los felinos. Según ellos, los gatos no sienten celos, sino que defienden su territorio y recursos.
  3. El vínculo entre gatos y sus dueños. Los gatos tienen un apego mayor hacia una persona que les brinda tiempo, cariño, y cuidados. Se crea un vínculo fuerte y el gato considera a esta persona su propiedad.
  4. El gato se siente celoso cuando alguien rompe la armonía del contacto con él. Puede ser otro gato, un perro o incluso un recién nacido.
  5. Los gatos y su relación con la humanidad a lo largo de la historia. En el antiguo Egipto, fueron adorados por su habilidad para controlar las plagas. En la Edad Media, se les asoció con brujas y demonios. Actualmente, son populares como mascotas.
  6. Cada gato tiene su propia personalidad, pero todos tienen un instinto depredador. Los gatos ocupan aproximadamente el 25% de las preferencias como animal de compañía en el mundo.

 

 

¿Por qué ronronean los gatos?

  • En estudios realizazos hallan descubrimientos sorprendentes

Nuevas investigaciones arrojan luz sobre el ronroneo felino y sus propósitos

Desde la época de los antiguos egipcios, que adoraban a los gatos, el ronroneo de estos animales ha fascinado a los seres humanos. Este sonido peculiar, similar a una “R” continua, ha sido objeto de múltiples investigaciones a lo largo de los años, con el fin de descubrir su origen y propósito.

Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional y Educación Continua del Hospital Veterinario UNAM Banfield, ofrece información sobre los descubrimientos más recientes en el estudio del ronroneo felino.

El ronroneo: un sonido multifacético

Los científicos han concluido que los gatos no ronronean únicamente cuando están contentos, sino también en situaciones de estrés o dolor. Durante el ronroneo, los gatos liberan serotonina, una hormona que provoca sensaciones de placer y bienestar. Por ejemplo, se ha observado que los gatos ronronean para calmarse cuando visitan al veterinario, durante el trabajo de parto e incluso después de cirugías.

Los gatitos recién nacidos y el ronroneo

Los gatitos recién nacidos, que son ciegos y sordos, encuentran a su madre mediante el olfato y la vibración del ronroneo. También ronronean cuando se lastiman o se recuperan de una cirugía.

Terapia de vibración en gatos y humanos

El ronroneo de los gatos favorece la cicatrización de heridas y el crecimiento de huesos. Curiosamente, la terapia de vibración también es beneficiosa para los humanos. Existen productos comerciales que utilizan la vibración para proporcionar comodidad, tranquilidad y fortalecimiento muscular. Al cargar a un gato, su ronroneo relajante puede disminuir la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, actuando como una terapia de vibración que libera serotonina en el cerebro.

El ronroneo, equivalente felino de la sonrisa humana

Según el investigador, la sonrisa en los humanos libera serotonina, al igual que el ronroneo en los gatos. Por lo tanto, el ronroneo de un gato puede considerarse como el equivalente a una sonrisa humana. Los estudios más recientes indican que el sonido del ronroneo se origina en la laringe y se produce tanto al inhalar como al exhalar. Este fenómeno no se limita a los gatos domésticos, sino que también se encuentra en felinos silvestres como el puma, la pantera, el león, el tigre y el guepardo.

En resumen, los gatos ronronean por una variedad de razones, desde sentirse bien hasta experimentar estrés o dolor, concluyó Fausto Reyes Delgado.

Información destacada:
  1. Ronroneo en situaciones de estrés, dolor y bienestar.
  2. Liberación de serotonina durante el ronroneo.
  3. Beneficios de la terapia de vibración en gatos y humanos.
  4. El ronroneo como equivalente a la sonrisa humana.
  5. Origen del sonido del ronroneo en la laringe.
  6. Presencia de ronroneo en felinos silvestres.

El cambio climático agravará más del 50% de las enfermedades infecciosas

El cambio climático provocará un agravamiento de más del 50% en las enfermedades infecciosas, de acuerdo con una publicación en la revista “Nature Climate Change”. Esto aunado a los grandes problemas que traerá como: falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad.

La investigación, realizada por Camilo Mora y su equipo, de la Universidad de Manoa, en Hawái, determinó que “los peligros climáticos son demasiado numerosos para que la sociedad se adapte de forma rápida a ellos, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de trabajar en el origen del problema: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”.


Con el fin de argumentar este señalamiento, los investigadores revisaron más de 70 mil artículos sobre todos lo patógenos conocidos para crear un mapa de las enfermedades relacionadas con alguno de los diez peligros vinculados con el clima.

Los 10 peligros del cambio climático:

  1. Calentamiento atmosférico
  2. Olas de calor
  3. Sequía
  4. Incendios forestale
  5. Fuertes precipitacione
  6. Inundaciones
  7. Tormentas
  8. Aumento del nivel del mar
  9. Calentamiento de los océanos
  10. Cambio de la cubierta terrestre.

De acuerdo con los resultados, de 375 enfermedades humanas, 218 de ellas pueden verse afectadas por el cambio climático. Por ejemplo, indicaron que las inundaciones pueden propagar la hepatisis; el aumento de las temperaturas provoca que la vida de los mosquitos que transportan la malaria se amplíe y las sequías pueden hacer que los roedores infectados con hantavirus busquen alimento en comunidades y por lo tanto, el riesgo de una infección por mordida aumente.

De igual forma, la investigación concluyó que el mayor número de enfermedades agravadas por el cambio climáticos se debe a la transmisión por vectores (mosquitos, murciélagos y roedores), seguida por el calentamiento atmosférico, las precipitaciones y por consecuencia, las inundaciones.


En el artículo se detalló que hay cuatro formas en la que los peligros climáticos interactúan con los patógenos y posteriormente con los seres humanos.

  1. El acercamiento de los patógenos con las personas. El ejemplo para esta situación es cómo el calentamiento y los cambios en los patrones de precipitación pueden alterar la distribución de los mosquitos.
  2. Cuando las personas se acercan a los agentes patógenos. En este caso, se puso como ejemplo lo sucedido en 2014 en Suecia y Finlandia que tras una ola de calor, hubo varias infecciones asociadas a vibrios. “Las olas de calor hacen que la gente pase más tiempo en el agua, lo que puede provocar un aumento en los brotes de enfermedades transmitidas por este medio”, señaló el artículo.
  3. Potenciación de los patógenos. Esto se refiere a que “a medida que los patógenos se adaptan a nuevos territorios, nuevas temperaturas y nuevos tratamientos, se vuelven más resistentes. Así aumentan también su ciclo de vida, la duración de la exposición, la posibilidad de contagio y muchos variables más”.
  4. Los peligros relacionados con el clima pueden disminuir la capacidad inmunitaria del cuerpo humano frente los patógenos. De igual manera, en este punto se toma en cuenta la saturación de los servicios de salud, las condiciones inseguras de vida y la dificultad en el acceso a insumos médicos.

¿Qué es la epilepsia?

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Nota original de: +Salud Facultad de Medicina UNAM
Título de la nota: ¿Qué es la epilepsia?
Fecha de publicación: 28 de marzo de 2019
http://www.massaludfacmed.unam.mx/index.php/que-es-la-epilepsia/

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La epilepsia es un trastorno cerebral en el que una persona tiene convulsiones repetidas durante un tiempo. Se considera que una persona padece esta enfermedad si muestra las siguientes condiciones:

Al menos dos convulsiones no provocadas no provocadas que ocurren con un intervalo mayor a 24 horas.

Una convulsión no provocada y una probabilidad de más convulsiones similares al riesgo de repetición en general (al menos 60%) después de dos convulsiones no provocadas, que ocurren en más de los 10 años posteriores.

Es el tercer trastorno neurológico más común que afecto a 50 millones de personas en todo el mundo y principalmente se presenta en países no desarrollados.

Las causas más frecuentes son:

Accidente vascular cerebral

Tumores cerebrales

Abstinencia alcohólica

Trastornos metabólicos

Enfermedad de Alzheimer

Idiopáticas: no se sabe su origen

En el caso de los niños se asociada con eventos peri natales y en el caso de adultos lo más frecuente es que ocurra un accidente vascular cerebral.

Tipos de epilepsia:

  • Epilepsia sintomática (secundaria). Se evidencia una anormalidad cerebral: cisticercos, malformación artereovenosa, tumor.
  • Epilepsia idiopática. Causa no identificada
  • Epilepsia criptogénica. Pacientes con retraso en el desarrollo psicomotor, etiología desconocida

A pesar del surgimiento de fármacos antiepilépticos de nueva generación, aproximadamente cerca del 30% de los pacientes con epilepsia no responden al tratamiento farmacológico clásico, lo que se denomina como fármaco resistente.

¿Quiénes son candidatos a cirugía?

Aquellas personas que no respondan al tratamiento farmacológico durante dos años. Que tenga una epilepsia parcial o focal en una zona concreta del cerebro, que es el tipo de epilepsia más resistente a la medicación.

Información obtenida de la conferencia: La disfunción olfatoria en la epilepsia por la Dra. Rosalinda Guevara Guzmán, Jefa de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Día Internacional de la Epilepsia: Una enfermedad controlable que no debe ser estigmatizada

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Nota original de: Gaceta Facultad de Medicina UNAM
Título de la nota: Una enfermedad controlable que no debe ser estigmatizada
Fecha de publicación: 23 de marzo de 2019
https://gaceta.facmed.unam.mx/index.php/2018/02/07/dia-internacional-dela-epilepsia-una-enfermedad-controlable-que-no-debe-ser-estigmatizada/

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Día Internacional de la Epilepsia: Una enfermedad controlable que no debe ser estigmatizada

La epilepsia tiene muchas implicaciones sociales, como la discriminación, para el enfermo y su núcleo familiar, porque está muy estigmatizada al considerarla una enfermedad mental y no neurológica. No obstante, la mayoría de los casos pueden ser diagnosticados y tratados en los primeros niveles de atención”, indicó el doctor Felipe Arturo Vega Boada, coordinador del Subcomité Académico de Neurología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Este padecimiento, en su forma idiopática, es una afección cerebral que se caracteriza por una predisposición permanente a generar crisis epilépticas, lo cual tiene consecuencias neurobiológicas, psicosociales y cognoscitivas. La disminución de memoria y de las capacidades ejecutivas son complicaciones asociadas a la cronicidad y al mal control.

La epilepsia es una enfermedad universal que afecta a cualquier grupo humano, sin importar su raza o condición económica, sin embargo, se puede controlar y tiene baja mortalidad. En el mundo, la padecen siete personas por cada mil; en México hay aproximadamente 2 millones de individuos con la enfermedad, siendo la prevalencia más alta en zonas rurales, situación similar en algunos países de América Latina.

Para que se considere que se tiene el padecimiento, se deben presentar por lo menos dos convulsiones en seis meses, que no sean consecuencia de crisis sintomáticas agudas, las cuales se dan por factores como: fiebres elevadas, el alcohol o estados metabólicos, pero que no son epilepsia. “Es importante saber que una crisis convulsiva puede aparecer hasta en el 15 por ciento de la población general, sin que esto sea una epilepsia”, precisó quien también es Profesor Titular de Neurología con sede en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Personas que la padecen se han visto afectadas por el desconocimiento y estigma que se tiene de la enfermedad: la primera convulsión es dramática para la persona y para la familia. Además, algunos pacientes han visto reducido su acceso a los seguros de vida o son despedidos de su trabajo por esta razón, eso es discriminación y no debería suceder.

Cómo se manifiesta la epilepsia

Hay diferentes tipos: la epilepsia idiopática, aquella en donde no existe una causa, aunque hay factores genéticos implicados; la criptogénica, generalmente no tiene ningún rasgo genético y no se puede diagnosticar con los métodos habituales de detección, como la tomografía o la resonancia magnética, y la sintomática,

en la cual existe una causa subyacente a nivel del sistema nervioso, como es una enfermedad vascular cerebral, un infarto, una hemorragia o una meningitis, que dañan al cerebro y generan las convulsiones.

La epilepsia se produce a partir de la ruptura entre los factores inhibitorios y excitatorios de las neuronas; si éstos no están en equilibrio y predomina el excitatorio, se puede presentar una convulsión.

“Hay una descarga anormal en una población neuronal específica (en el área frontal o sensorial, por ejemplo), la cual determinará el tipo de crisis que se presente. Las crisis parciales pueden o no alterar la conciencia, mientras que en las generalizadas sí hay una pérdida de ésta”, explicó el experto.

El doctor Vega Boada señaló que el objetivo del tratamiento es evitar las crisis en el enfermo y reintegrarlo a la sociedad. Asimismo, advirtió que hay grupos vulnerables, como los adolescentes y los jóvenes, a quienes se les debe dar seguimiento para que tomen el medicamento anticonvulsivo, duerman bien y eviten consumir alcohol, a fin de prevenir una crisis.

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Epilepsia, lo que todos debemos saber

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Nota original de: Ciencia UNAM
Título de la nota: Epilepsia, lo que todos debemos saber
Autor de la nota: Ciencia a Distancia-DGDC
Fecha de publicación: 6 de septiembre de 2019
https://ciencia.unam.mx/contenido/video/196/lo-que-debes-saber-de-la-epilepsia-

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De pronto, una joven pierde el conocimiento, cae y se sacude ante la mirada sorprendida de otros; tiene salivación excesiva y corre el riesgo de morderse la lengua…

Una crisis de epilepsia se expresa de distintas formas. ¿Qué tanto sabes de esta alteración en el cerebro? Es el tema de hoy en Ciencia a Distancia. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Nuevos caminos para entender mejor la epilepsia

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Nota original de: DGCS UNAM
Título de la nota: Nuevos caminos para entender mejor la epilepsia
Fecha de publicación: 5 de junio de 2021
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2021_473.html

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
• El objetivo es mejorar los tratamientos contra esta enfermedad
• En el IFC Miguel Serrano Reyes utiliza estudios básicos y técnicas computacionales para comprender el comportamiento neuronal
• Colabora en el laboratorio de José Bargas Díaz, investigador de esa entidad académica

Se estima que en México hay alrededor de dos millones de personas con epilepsia, enfermedad que se caracteriza por episodios breves, no voluntarios, en los cuales la actividad cerebral se descontrola y genera convulsiones en una o más partes del cerebro.

Aunque hay medicamentos que ayudan a controlarla, todavía se desconocen los mecanismos que intervienen en el desarrollo del padecimiento. Esto sirvió como motivante de una tesis doctoral donde se analizó el papel del neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central GABA en el origen de las crisis convulsivas.

El autor, Miguel Serrano Reyes, alumno doctoral del investigador José Bargas Díaz, ambos del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, busca entender el comportamiento neuronal de quienes sufren convulsiones ocasionadas por la epilepsia. Utiliza técnicas computacionales para entender el mecanismo básico que ocurre en el cerebro de ratones durante la enfermedad.

En particular, realiza análisis de tejido cerebral de un modelo de ratón y analiza cómo ocurren las crisis epileptiformes interictales (IEDs, por sus siglas en inglés), un tipo de descargas eléctricas que ocurren antes o entre las crisis epilépticas, con el objetivo de mejorar los tratamientos.

Los resultados del estudio se publicaron en la revista Neuroscience, y demuestran que el bloqueo farmacológico de la transmisión de GABA provocan periodos de descargas epileptiformes interictales.

Para conocer el papel de este neurotransmisor en las IEDs, Serrano Reyes y sus colegas midieron in vitro la actividad neuronal de la corteza motora de ratones transgénicos donde identificaron distintos tipos neuronales. Estudiaron la actividad de la corteza motora en reposo (cuando no había un estímulo) y durante las IEDs.

Los científicos encontraron que, en reposo, las neuronas actúan de manera funcionalmente estructuradas, se agrupan en ensambles neuronales y presentan secuencias espacio-temporales de manera espontánea. Pero si se bloquea a GABA (principal neurotransmisor inhibidor) el agrupamiento se destruye y se transforma en un macro-ensamble recurrente que puede desencadenar en una crisis convulsiva.

Durante el procedimiento cambiaron la transmisión GABAérgica con químicos que inducen eventos parecidos a los IEDs, y con técnicas de imagenología pudieron visualizar y registrar, de manera simultánea, neuronas con resolución de una sola célula. Además, grabaron células individuales, lo que posibilitó una observación matemática de lo ocurrido durante las IEDs.

Las redes neuronales que se obtuvieron experimentalmente permitieron visualizar alrededor de 70 neuronas de manera simultánea. Los datos se analizaron usando la teoría de grafos (que se emplea para predecir comportamiento). Los grafos han permitido modelar un sistema dinámico (aquellos que se van transformando en el tiempo) de una manera muy sencilla.

En este caso los nodos representan a las neuronas de la corteza motora y los enlaces son conexiones funcionales que hay entre ellas. Las interacciones de las neuronas a su vez forman diferentes grupos que van interactuando entre sí a lo largo del tiempo.

Serrano Reyes explicó que cuando se bloquea la transmisión de GABA los conjuntos neuronales empiezan a moverse hacia un nuevo agrupamiento que se va repitiendo. Este nuevo grupo presenta las características de las IEDs.

La preparación experimental usada ofrece la oportunidad para usarse como bioensayos de distintos fármacos usados comúnmente en el tratamiento de la epilepsia.

Con la implementación de este tipo de algoritmos se espera que el modelo se pueda estandarizar a otros padecimientos motores como la Enfermedad de Parkinson y la Enfermedad de Huntington, lo que permitiría mayor entendimiento de la actividad neuronal.

Con los resultados, Serrano Reyes espera probar diferentes tipos de modelos in vitro que asemejan la epilepsia, para estudiar también la transición que existe de las crisis interictales a través de las crisis que ocurren antes y hacia el momento de la convulsión epiléptica.

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Hay en el mundo 50 millones con epilepsia

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Nota original de: Gaceta UNAM
Título de la nota: Hay en el mundo 50 millones con epilepsia
Autor de la nota: Leonardo Huerta
Fecha de publicación: 1 de abril de 2019
https://www.gaceta.unam.mx/hay-en-el-mundo-50-millones-con-epilepsia/

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  • Afecta a personas de todas las edades
  • Esta enfermedad no es curable; entre 60 y 70 por ciento de casos pueden controlarse con fármacos

La epilepsia, enfermedad neurológica crónica que afecta a personas de todas las edades, es difícil de diagnosticar, sobre todo si no se tienen los elementos adecuados para ello.

“Una vez identificada, se debe intentar darle al paciente una mejor calidad de vida. No hace falta decir que alguien que sufre 30 convulsiones diarias lleva una vida bastante complicada; pero si es candidato a una cirugía, quizá podamos controlar su problema de salud”, afirmó Rosalinda Guevara Guzmán, coordinadora del Laboratorio Sensorial del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina.

Las convulsiones que desencadena la epilepsia son causadas por descargas eléctricas anormales en ciertos grupos de neuronas. Llegan a ocurrir en diferentes partes del cerebro y pueden manifestarse como muy breves lapsos de ausencia, como contracciones musculares o convulsiones prolongadas y graves. Su frecuencia también puede variar desde una al año hasta varias al día.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de febrero de 2018, en el mundo habría unos 50 millones de personas con epilepsia y, en la población en general, la proporción de pacientes con epilepsia activa (con ataques continuos que necesitan tratamiento) sería de entre cuatro y 10 por cada mil habitantes. Sin embargo, de acuerdo con estudios realizados en países pobres o de ingresos bajos y medios, esta proporción sería de entre siete y 14 casos por cada mil habitantes.

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La OMS sostiene que cada año se diagnostican unos 2.4 millones de casos, de los cuales habría, en las naciones ricas, entre 30 y 50 por cada cien mil habitantes, mientras que en los países pobres esta proporción podría ser el doble, debido, probablemente, a la fuerte presencia de males endémicos como neurocisticercosis y paludismo, a lesiones durante el parto, a la deficiente infraestructura médica y a la poca disponibilidad de programas de salud preventiva. Por lo anterior, casi 80 por ciento de los individuos con epilepsia vive en estas naciones.

Otro factor que podría contribuir a que el número de casos de epilepsia sea alto en los países pobres es la falta de especialistas. El Atlas de neurología 2017, de la OMS, señala que el promedio de neurólogos en esos territorios es de 0.1 por cada cien mil habitantes, mientras que en las naciones ricas es de 7.1.

Este padecimiento no es curable, añadió la científica. A pesar de ello, entre 60 y 70 por ciento de los casos se pueden controlar con los medicamentos disponibles. De esta manera, es posible llevar una vida normal, dependiendo del tipo de convulsión o de epilepsia que se padezca.

Es muy importante que la gente reciba tratamiento; sin embargo, en ocasiones, incluso con los fármacos no mejoran.

“Sí, cerca de 30 por ciento de los casos no responde a los medicamentos. Con una enfermedad tan persistente, los pacientes se vuelven resistentes a ellos y, por lo tanto, la hiperexcitabilidad del cerebro no disminuye. Entonces, la única solución es una cirugía, aunque no cualquiera es candidato a ella”, apuntó Guevara Guzmán.

De varios tipos

No hay una edad específica para que este mal aparezca. Puede presentarse en la infancia, adolescencia, edad adulta o vejez. Por otro lado, hay varios tipos de epilepsia que dañan distintas estructuras cerebrales. La idiopática –es decir, cuyas causas no han sido identificadas– es la más frecuente: abarca casi 60 por ciento del total de los casos.

Aquélla cuyas causas son conocidas se llama secundaria o sintomática. Aparece como consecuencia de daño cerebral por lesiones prenatales o perinatales (traumatismos durante el parto, falta de oxígeno o bajo peso al nacer), malformaciones congénitas, golpe craneoencefálico grave, accidente cerebrovascular que impide que el oxígeno llegue libremente al cerebro e infecciones cerebrales como neurocisticercosis, meningitis y encefalitis.

“En nuestro laboratorio, mis colaboradores y yo estudiamos la del lóbulo temporal, la más analizada en el mundo. En esa zona del cerebro hay estructuras relacionadas con los procesos de memoria y aprendizaje. A medida que el padecimiento avanza, este órgano se deteriora y, en algún momento, estas estructuras quedan afectadas. En un artículo que enviamos a la revista Epilepsy Research expusimos que, cuando el foco causante de la afección está en esa área puede extirparse junto con el bulbo olfatorio, que es una sección muy pequeña”, indicó la investigadora.

Cerca de 30 por ciento de los casos no responde a los medicamentos. Con una enfermedad tan persistente, los pacientes se vuelven resistentes a ellos y, por lo tanto, la hiperexcitabilidad del cerebro no disminuye

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Proyecto apoyado por el Conacyt

Con el grupo de Mario Alonso Venegas, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), y con el de Luisa Rocha, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Guevara Guzmán y sus colaboradores trabajan en un proyecto apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

“Estudiamos los cambios en la función olfatoria de los pacientes con epilepsia y hacemos el análisis molecular del tejido que se extirpa en una cirugía”, informó.

Cuando alguien con epilepsia llega al INNN, se le hacen los exámenes indispensables y se busca que el foco de la epilepsia esté bien localizado y sea resistente a los fármacos. Y si Venegas considera que es buen candidato, entra a cirugía.

“Pero antes, con uno de mis colaboradores, Carlos Mondragón, le hacemos un registro al paciente. No el electroencefalográfico estándar, sino uno en el que usamos potenciales visuales. Así, lo estimulamos visualmente y registramos la actividad del potencial visual evocado; luego lo exponemos a un estímulo olfatorio y vemos de qué forma la parte olfatoria cambia las características del potencial visual.”

En una prueba de discriminación de olores se le ofrecen a la persona tres olores (dos iguales y uno diferente), para ver si puede discriminarlos, y se anota su potencial. Para la memoria olfatoria, los investigadores utilizan olores no familiares, como el de la sábila, con el propósito de que aquél se familiarice con ellos y los recuerde.

Después de lo anterior, el paciente entra a cirugía y al salir vuelve a ser evaluado por los investigadores. Al extirparle el foco del lóbulo temporal, las convulsiones disminuyen o casi desaparecen, y, por consiguiente, la actividad cognitiva mejora. Existen quienes han recuperado la función olfatoria; sin embargo, otros no, quizá porque el daño era mayor.

En su laboratorio, los expertos procesan ese tejido del lóbulo temporal, porque les interesa saber qué sucede en el bulbo olfatorio, pues las pruebas aplicadas demuestran una disfunción olfatoria.

“Es bien conocido que el hipocampo, que es responsable de los procesos de memoria y aprendizaje, establece conexiones con el bulbo olfatorio y otras estructuras como la corteza entorrinal. Un grupo de especialistas de Alemania ha reportado disminución en el volumen del bulbo olfatorio en pacientes con epilepsia del lóbulo temporal”, finalizó Guevara Guzmán.

EN MÉXICO

Aunque no hay cifras oficiales de la prevalencia de la epilepsia en el país, algunos estudios calculan que unos dos millones de mexicanos la padecen.

“En ocasiones, esta enfermedad no está correctamente diagnosticada, e incluso es posible que esté subdiagnosticada, por lo cual debemos tomar con cuidado las cifras de casos, pero creo que en general son altas”, señaló Guevara Guzmán.

En las naciones pobres o de ingresos bajos y medios, como México, no toda la gente con esta afección tiene acceso a los sistemas de salud de su localidad. Por lo que se refiere al Seguro Popular, es muy restrictivo para ciertas afecciones, entre ellas la epilepsia, precisamente. Además, un padecimiento crónico como éste es muy costoso, pues requiere medicamentos de por vida.

“Lo que nos interesa es identificar marcadores tempranos para hacer un diagnóstico, lo cual permitiría preparar al paciente antes de que esa enfermedad se establezca y ofrecerle una mejor calidad de vida. También estamos interesados en identificar cuáles genes se expresan a la alta o a la baja en este mal. No ofrecemos tratamientos porque no hacemos investigación farmacológica, pero podemos señalar dónde está el blanco. Así, otros grupos de investigadores dedicados al desarrollo farmacológico pueden leer nuestros trabajos y aprovechar la información que contienen para comenzar a diseñar un medicamento específico más efectivo”, resumió la investigadora.

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Papanicolaou

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Nota original de: +Salud Facultad de Medicina UNAM
Título de la nota: Papanicolaou
Fecha de publicación: 31 de julio de 2019
http://www.massaludfacmed.unam.mx/index.php/papanicolaou/

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  •  

El cáncer cervicouterino es una alteración celular que se origina en el epitelio del cuello del útero y se manifiesta, inicialmente, a través de lesiones intraepiteliales. Es el cuarto cáncer más frecuente en la mujer

Es una prueba que detecta células anormales en el cuello uterino y signos tempranos de cáncer del mismo, se toma una muestra de las células para analizarlas al microscopio.

Historia:

En 1917 el Doctor George Nicolas Papanicolaou estableció una asociación entre los patrones citológicos y los cambios en el ciclo ovárico y menstrual.

En 1920 comenzó los estudios citológicos en humanos y su esposa fue su primer sujeto de experimentación a largo plazo.

En 1923, sugirió el empleo de su método de la citología exfoliativa para el diagnóstico de cáncer uterino, pero fue cuestionado con respecto a registrar una distinción entre el carcinoma cervical y el endometrial, pero la técnica no diferenciaba ambos tumores.

En 1925 comenzó un estudio sistemático de frotis cervicales y vaginales de voluntarias y trabajadoras del Hospital de la Mujer de Nueva York. Reunió a otras mujeres con cáncer de cuello uterino, confirmó sus observaciones y presentó esta nueva forma de diagnóstico.

Marcó la diferencia contra la antigua manera de realizar el diagnóstico a través del tacto y de la observación macroscópica al utilizar una tinción que ideó para realizar observación al microscopio.

Pasaron 13 años para que sus descubrimientos fueran aceptados.

En 1939 en colaboración con Herbert F. Trayut, planificó un ensayo clínico para someter a las mujeres a una toma de muestra de citología exfoliativa cervicovaginal con ayuda de una pipeta por la cual obtenían células del fondo vaginal, del exo y endocérvix sin producir molestias ni dolor a las pacientes.

Este ensayo permitió el diagnóstico de número considerable de casos de cáncer de cuello uterino asintomáticos, imperceptibles al ojo humano y solamente demostrable a través de biopsia o mediante el uso de la citología exfoliativa, esto permitió la disminución en el número de casos de cáncer.

Factores de riesgo:

Mujeres entre 25 a 64 años de edad, inicio de relaciones sexuales antes de los 18 años, múltiples parejas sexuales, infección cervical por virus del papiloma humano, antecedentes de enfermedades de transmisión sexual, tabaquismo, deficiencia de folatos y vitaminas A, C y E, nunca haberse practicado el estudio citológico.

Se recomienda realizar el estudio anualmente hasta contar con tres resultados negativos, entonces se realizará posteriormente cada dos a tres años.

Con información de Cristian Joshua Hernández González, Medico Pasante de Servicio Social de la Facultad de Medicina, UNAM.

Fuentes:

http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/georgenicholaspapanicolaou.pdf

https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=5420:2018-cervical-cancer&Itemid=3637&lang=es

http://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/146GER.pdf

http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/m014ssa24.html

 

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Aumento de cáncer cérvico uterino en jóvenes

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Nota original de: Ciencia UNAM
Título de la nota: Aumento de cáncer cérvico uterino en jóvenes
Autora de la nota: María Luisa Santillán
Fecha de publicación: 3 de marzo de 2022

https://ciencia.unam.mx/leer/1234/aumento-de-cancer-cervico-uterino-en-mujeres-mas-jovenes

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Virus del Papiloma Humano, principal factor de riesgo.

 

El segundo cáncer con mayor prevalencia en las mujeres mexicanas es el cérvico uterino. De acuerdo con Globocan, plataforma web desarrollada por la International Agency of Research on Cancer (IARC), en México, durante 2020, hubo 9 439 nuevos casos y más de 4 300 muertes por este tipo de neoplasia.

Cuando nuestras células tienen un desarrollo anormal y se reproducen descontroladamente, invaden nuestros tejidos sanos y originan lo que conocemos como cáncer. Cuando éste se localiza en el cuello uterino se conoce como cáncer cérvico uterino. Según un estudio realizado con pacientes del IMSS el costo promedio de tratar una paciente con este tipo de neoplasia es de alrededor de 5114 dólares, es decir, más de 100 mil pesos.

A inicios del siglo XX, en nuestro país, el número de mujeres con cáncer cérvico uterino era de alrededor de 20 mil casos cada año, pero en esos momentos gracias a los estudios de Papanicolaou y colposcopia que se realizaron, la mitad de ellos aproximadamente pudieron detectarse en su etapa in situ, es decir, que eran curables al 100%, y la otra mitad era invasor, o sea, estaba en etapas más avanzadas.

El doctor Gilberto Nicolás Solorza Luna, cirujano oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología, explica que en la actualidad se ha visto un repunte de cáncer invasor, lo cual podría estar relacionado con el uso de la vacuna contra el papiloma humano, pues se piensa que con vacunarse no podrá contraerse el virus, pero –dijo– ésta elimina sólo unos cuantos serotipos, no todos.

Además, se ha minimizado el hecho de continuar con la detección, lo cual ha provocado que en la actualidad haya más mujeres jóvenes, en la segunda década de su vida, con cáncer cérvico uterino en etapas más avanzadas, lo cual anteriormente era más visibles en aquellas que tenían más de 40 años.

  • Existen cuatro estadios del cáncer (I, II, III, IV). Un cáncer in situ, aquel que se localiza en el sitio donde se originó, se cura en 95% de los casos. Conforme va avanzando la diseminación de éste hacia otras zonas del cuello uterino su pronóstico de curación va disminuyendo. El tratamiento depende de la etapa en la que fue detectado, si es durante las primeras puede ser solamente quirúrgico, pero si es en las más avanzadas se utiliza una combinación de cirugía con quimioterapia o radioterapia.
 VPH como factor de riesgo

El principal factor de riesgo para el cáncer cérvico uterino es la infección por Virus del Papiloma Humano. Otros más son el inicio de la vida sexual a temprana edad, no usar preservativos, las infecciones de transmisión sexual, el tabaquismo, un sistema inmunitario débil o comprometido, tener muchas parejas sexuales y el uso prolongado de anticonceptivos orales.

El doctor Solorza Luna, quien también es parte del grupo de posgrado en Cirugía Oncológica de la UNAM, explica que aunque se considera que la infección por virus del papiloma humano es la causa más importante de cáncer cérvico uterino, factores como las infecciones también contribuyen en su aparición.

“Van coexistiendo tanto la presencia del virus como otras infecciones que se pueden estar dando, por hongos, por bacterias; el virus no penetra simple y sencillamente por estar en contacto, debe existir una laceración microscópica para que entre a la membrana basal del epitelio y de ahí se empiece a reproducir; esas laceraciones generalmente se desarrollan por infecciones que pueden pasar desapercibidas.”

  • El médico alemán Harald zur Hausen fue quien descubrió la asociación entre el Virus del Papiloma Humano y el desarrollo de cáncer cérvico uterino. Por este hallazgo recibió el Premio Nobel de Medicina en 2008.

Aunque cualquier mujer con factores de riesgo puede padecer cáncer cérvico uterino, se considera que ésta es una enfermedad que afecta mayormente a países en vías de desarrollo, donde hay una falta de acceso a los servicios de salud.

Diagnóstico oportuno

Hace casi un siglo fue inventado lo que hoy conocemos como la técnica del Papanicolaou, a través de la cual es posible la detección de células anormales en el cuello uterino. A pesar de eso, este tipo de cáncer sigue siendo uno de los más comunes en mujeres de todo el mundo.

Algunas problemáticas vinculadas con el Papanicolaou es que muy pocas mujeres se lo realizan por razones como la vergüenza, el miedo o incluso por la incomodidad, y otra es que en nuestro país existe un bajo número de especialistas capaces de interpretar los resultados.

“Se pueden hacer miles de estudios, pero sino se interpretan más que uno de cada mil estamos en la completa derrota contra eso; precisamente el Papanicolaou sirve para detectar lesiones que están empezando, que se llaman actualmente, con la clasificación de Bethesda, como lesiones de bajo grado, 70% de ellas regresan a la normalidad sin ningún tratamiento, y las lesiones de alto grado se tienen que estar revisando para ver si disminuyen, aumentan o persisten, y serían susceptibles de tratamiento, en ese momento todavía son curables alrededor del 100%”, explica el doctor Solorza Luna.

Agrega que en México el problema se observa desde la formación de recursos humanos, pues sólo existen dos escuelas de citología, una de ellas ubicada en el Hospital General de México y otra en el Instituto Nacional de Cancerología, de las cuales egresan alrededor de 24 expertos cada año, número que es muy bajo para la cantidad tan alta de citologías que deben revisarse anualmente, además de que –dijo– “todavía adolecemos en algunos lugares de que no haya quien interprete un Papanicolaou bien”.

Un estudio más que sirve para confirmar un diagnóstico de cáncer cérvico uterino es la colposcopia. El doctor Solorza Luna explica que en el Incan realizaron un estudio de citologías tomadas con un colposcopio, en el cual observaron una exactitud de diagnóstico del 100%. Frente a esto, la colposcopia sirve como una manera de buscar diagnósticos más precisos en todos los casos que se analicen.

Sin embargo, una de las problemáticas que se viven, de acuerdo con un diagnóstico de cáncer cérvico uterino del Instituto Nacional de Salud Pública en México, es que “sólo la mitad de las mujeres que tienen resultados positivos al tamizaje (es decir con alto riesgo de cáncer) acuden a colposcopia para confirmar su diagnóstico y tratamiento. La pérdida de seguimiento de las citas de colposcopia es una de las principales fallas del programa”.

El doctor Solorza Luna remarca que es necesario que las mujeres se realicen un Papanicolaou cada año una vez que inicien su vida sexual, como una manera de prevenir el cáncer cérvico uterino, además de que deben acudir con un especialista que pueda interpretar los resultados de forma adecuada.

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Curable, 90 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino detectado a tiempo

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Nota original de: UNAM-DGCS
Fecha de publicación: 06 de agosto de 2022
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2022_629.html

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• En México es el segundo padecimiento más frecuente en mujeres en edad reproductiva, señala Lucely Cetina Pérez

 

El cáncer cervicouterino es un tema de interés para las mujeres y para la población en su conjunto, por lo que es importante insistir en la prevención primaria, mediante la vacunación, y secundaria, a través de su detección oportuna, afirma la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Lucely Cetina Pérez.

Es el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres en edad reproductiva en nuestro país -sólo después del cáncer de mama- con aproximadamente 10 mil casos nuevos por año, y provoca de cinco mil a cinco mil 500 muertes cada año, añade la también investigadora en el Instituto Nacional de Cancerología.

Ese padecimiento -que es la cuarta causa de decesos a escala mundial y más frecuente en países de recursos limitados como el nuestro y el resto de las naciones latinoamericanas, por ejemplo-, aún registra cifras altas “cuando ya no debería haberlas”. La meta es erradicarlo, “pero nos falta mucho por hacer”.

Cetina Pérez explica que consiste en la proliferación de células malignas en el cuello del útero, proceso que puede implicar meses o años, hasta volverse invasor.

Existen diferentes tipos, pero el más frecuente, en 85 a 90 por ciento de los casos, es el llamado cáncer de células escamosas; otros menos comunes son, por ejemplo, el adenocarcinoma, el adenoescamoso o el neuroendócrino, pero son más agresivos.

La científica recuerda que en 99 por ciento de los casos, el cervicouterino se vincula con la infección por transmisión sexual del virus del papiloma humano (VPH); no obstante, hay otros factores de riesgo para padecerlo, como el tabaquismo e infecciones genitales, entre ellas clamidia o gonorrea, por ejemplo.

El uso de condones masculinos, detalla, ayuda a prevenir infecciones genitales y también a disminuir la infección por VPH y, por lo tanto, el cáncer cervical.

El inicio de la vida sexual a temprana edad y tener relaciones sexuales con múltiples parejas, también son importantes para el desarrollo de la infección por VPH que puede provocar el cáncer cervicouterino. “Todo eso se suma, pero la causa desencadenante es la persistencia del VPH”.

Lucely Cetina precisa que de acuerdo con el estado inmunológico y nutricional de la paciente, el virus persiste o puede progresar. Se ha observado que aproximadamente 30 por ciento de las mujeres infectadas desencadenan cáncer cervicouterino invasor.

Al inicio, alerta la universitaria, es asintomático y puede pasar desapercibido. Por desgracia los signos y síntomas aparecen cuando la enfermedad se encuentra en estados avanzados; los principales síntomas y signos son: hemorragia transvaginal después del coito, hemorragia transvaginal persistente, dolor pélvico, entre otros. Cuando la persona está prácticamente en estado terminal se presenta edema (hinchazón) de las extremidades inferiores o problemas para orinar.

Detectado en etapas tempranas, aclara la experta, se cura el 90 por ciento de los casos; cuando hay signos y síntomas la enfermedad está en una etapa clínica conocida como IB2 (es decir, cuando el tumor está confinado al cérvix y mide más de cuatro centímetros de diámetro); en ese y otros estadios más avanzados las probabilidades de curación pueden ir de 50 a 80 por ciento; y en etapas donde el padecimiento se disemina y llega a otros órganos, disminuye la supervivencia a menos de 30 por ciento “aún con los mejores tratamientos”.

El procedimiento en etapas tempranas es quirúrgico; en localmente avanzadas, cuando los tumores miden cuatro centímetros y hasta 10 centímetros, es decir etapas IB2 a Iva, el tratamiento consiste principalmente en radio y quimioterapia concomitante, seguido de braquiterapia (un tipo de radioterapia con una fuente de radiación en el cuerpo, dentro o cerca del tumor); al haber metástasis, es decir en etapas avanzadas, se usan quimioterapias e inmunoterapia. “Aunque con los nuevos medicamentos hemos alcanzado mejorías en cuanto a la curación y la supervivencia de pacientes, continuamos con limitaciones”, acota.

Vacunación y detección

Los aspectos principales para prevenir la enfermedad son la vacunación, detección oportuna de cáncer, especialmente mediante la prueba de Papanicolau, así como la difusión de información, tan necesaria para la población en general, opina la experta.

En México se ha reportado que hay niñas quienes comienzan su vida sexual a los 12 años de edad; sin embargo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana la aplicación del Papanicolau debe realizarse a partir de los 25 años, abunda.

Las mujeres deben acudir al médico y efectuar el estudio por lo menos una vez al año. En el caso de las menores, tres o cuatro años después del inicio de la vida sexual y tener vigilancia médica cercana; la atención requiere ser individualizada.

Aunque existen otros métodos diagnósticos, el médico determina si es necesario llevar a cabo pruebas adicionales en sangre, colposcopia, etcétera, para prevenir el avance de la enfermedad cuando se presenta, abunda Lucely Cetina.

En tanto, por política pública, la vacunación contra el VPH está dirigida solo a niñas, pero en otros países existe también la posibilidad de realizarla en varones; en ellos se previene el cáncer anal y de pene, así como algunas verrugas anogenitales y orofaríngeas en ambos sexos.

En las menores es recomendable vacunarlas a partir de los 9 años de edad, y las jóvenes de hasta 23 años que no han sido vacunadas es recomendable que lo hagan, aunque hayan tenido exposición al virus. En los varones lo adecuado es a partir de los 13 años.

La “población blanco” son los adolescentes y jóvenes que de preferencia no hayan tenido vida sexual, detalla, debido a que la eficacia del biológico es de 97 por ciento; en quienes han estado propensas a una infección, la eficacia disminuye hasta 70 por ciento, aunque sigue siendo una cifra “muy importante”. La recomendación para niños, adolescentes y jóvenes sería vacunarse, aunque tendrían que hacerlo en el sector privado.

Finalmente, de acuerdo con la especialista universitaria, si se presentan síntomas o signos es necesario acudir de inmediato al médico, y de preferencia a centros oncológicos para recibir el tratamiento más eficaz.

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El cáncer cervicouterino, una enfermedad prevenible y curable

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Nota original de: Gaceta Facultad de Medicina UNAM
Título de la nota: El cáncer cervicouterino, una enfermedad prevenible y curable
Autor de la nota: Eric Ramírez
Fecha de publicación: 20 de agosto de 2020

https://gaceta.facmed.unam.mx/index.php/2020/08/20/el-cancer-cervicouterino-una-enfermedad-prevenible-y-curable/

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El cáncer cervicouterino, una enfermedad prevenible y curable

El cáncer cervicouterino, también conocido como cáncer de cuello de la matriz, es un tumor maligno que inicia en esta zona del cuerpo y es más frecuente en mujeres mayores de 30 años. Es una enfermedad prevenible y altamente curable si se detecta en etapas tempranas.

Para hablar acerca de cómo se ha combatido esta enfermedad en México, la doctora Karla Unger Saldaña, investigadora en el Instituto Nacional de Cancerología, ofreció la conferencia virtual “La búsqueda de atención para diagnóstico y tratamiento oportunos de pacientes con cáncer de cérvix uterino”, como parte del Seminario Permanente de Género y Salud.

Destacó que, a pesar de que la tasa de mortalidad en el país ha disminuido considerablemente desde 1990, de 16.2 muertes por cada 100 mil mujeres a 6.2 para el año de 2013, su mortalidad es casi tres veces mayor que en los países de altos ingresos, y se mantiene como la segunda causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres mexicanas.

“El cáncer cervicouterino es el único cáncer completamente prevenible. Es causado por infección con el virus del papiloma humano (VPH). Algunas de las mujeres que se infectan con VPH pueden desarrollar cambios precancerosos en las células del cérvix uterino, los cuales pueden detectarse mediante la prueba de Papanicolaou y tratarse para evitar que se conviertan en cáncer”, destacó la doctora Unger Saldaña.

Actualmente, el país promueve las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para prevenir y detectar oportunamente esta enfermedad: vacunas de VPH, educación sexual, promoción en el uso del condón y tamizaje; sin embargo, la especialista consideró que falta mejorar el diagnóstico temprano de la enfermedad. Esto es, la calidad y oportunidad para confirmar el diagnóstico y dar acceso al tratamiento a las mujeres que se presentan a los servicios de salud con síntomas, que en su investigación fueron el 84 por ciento de los casos.“En México, el cáncer cervicouterino es la segunda causa más importante de muerte por cáncer, entre las mujeres, sólo por debajo del cáncer de mama. Esto lo podemos resolver si todas las mujeres tienen la posibilidad de recibir atención con personal calificado, con equipo de calidad, además de un acceso oportuno al tratamiento”, indicó la especialista durante la transmisión de su conferencia por Facebook Live de la Facultad de Medicina.
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Cáncer cervicouterino, tercero más común entre mujeres de América Latina

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Nota original de: Gaceta UNAM
Título de la nota: Cáncer cervicouterino, tercero más común entre mujeres de América Latina
Autora de la nota: Laura Romero
Fecha de publicación: 26 de marzo de 2019
https://www.gaceta.unam.mx/cancer-cervicouterino-tercero-mas-comun-entre-mujeres-de-america-latina/

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  • Anualmente 72 mil pacientes son diagnosticadas con ese mal y 34 mil perecen

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que el cáncer cervicouterino es el tercero más común entre las mujeres de América Latina y el Caribe y cada año más de 72 mil mujeres son diagnosticadas y más de 34 mil mueren.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) describe al cáncer cervicouterino: “..también conocido como cáncer de cuello de la matriz, es un tumor maligno que inicia en el cuello de la matriz y es más frecuente en mujeres mayores de 30 años”.

Además de apuntar que es más común en aquellas pacientes que han tenido más de tres compañeros sexuales, más de tres partos, fuman, han padecido problemas de desnutrición o son portadoras de la infección por el virus del papiloma humano en el cuello de la matriz.

El Día Internacional del Cáncer del Cuello Uterino (26 de marzo)se instauró hace unos años con el propósito de alertar a la población femenina –y masculina, debido al Virus del Papiloma Humano (VPH) de la cual son transmisores– de la importancia de encontrar los síntomas de la enfermedad en sus primeras etapas.

En las fases iniciales, la enfermedad no produce lesiones perceptibles a simple vista, aunque pueden ser identificadas por especialistas. Posteriormente, “cuando el cáncer está en una etapa avanzada se puede ver a simple vista en la exploración ginecológica o causar otras molestias, entre ellas, sangrado anormal después de la relación sexual, entre los periodos menstruales o después de la menopausia, aumento del flujo de sangrado vía genital con mal olor, dolor de cadera y pérdida de peso”, explica el IMSS.

Lucely del Carmen Cetina Pérez, investigadora clínica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), recalcó el año pasado en la ponencia El arte del tratamiento del cáncer cervicouterino que el 85%o de los casos se encuentran en países en desarrollo.

En declaraciones retomadas por el semanario Proceso, Cetina Pérez mencionó que “en México tenemos entre cuatro mil y seis mil casos al año, y al día fallecen entre 11 y 13 pacientes”.

“Si bien no todos los casos del VPH apuntan al cáncer cervicouterino, y aunque la literatura indica que tarda en aparecer aproximadamente 10 años, en el INCan tenemos pacientes de entre 18 y 20 años con este mal avanzado, y creemos que una de las causas es que empiezan su vida sexual cada vez a más temprana edad, lo mismo que el hábito de fumar”, finalizó la investigadora.

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El género como determinante social del cáncer cervicouterino 

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Nota original de: Gaceta Facultad de Medicina UNAM
Título de la nota: El género como determinante social del cáncer cervicouterino 
Autora de la nota: Azucena Xancopinca
Fecha de publicación: 10 de agosto de 2022

https://gaceta.facmed.unam.mx/index.php/2022/08/10/el-genero-como-determinante-social-del-cancer-cervicouterino/

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El género como determinante social del cáncer cervicouterino 

El cáncer cervicouterino (CaCu) se puede curar si se detecta en forma temprana y se trata adecuadamente. Cada año en el mundo ocurren 604 mil 127 nuevos casos, y en México se registra una incidencia de 9 mil 439, es decir, cerca del 9 por ciento de todos los tumores que se diagnostican en la mujer son originados por el CaCu.

La doctora Tatiana Galicia Carmona, subespecialista en Oncología Médica por el Instituto Nacional de Cancerología, indicó que cada año aproximadamente 341 mil 831 mujeres mueren por esta enfermedad a nivel mundial, en México es la segunda causa de incidencia de tumores en mujeres, y se diagnostican cerca de 25 casos al día; se presenta en la cuarta y quinta década de la vida, y 12 mujeres al día mueren por CaCu.

“La causa del CaCu es la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y se estima que el 80 por ciento de las personas que han iniciado vida sexual activa han estado en contacto con esta infección de transmisión sexual”, destacó la ponente. Agregó que la evolución de esta infección no necesariamente terminará en CaCu, pues cuando una persona tiene una infección por VPH, generalmente es una infección autolimitada, sin embargo, cuando persiste puede desarrollarse una lesión precancerosa que posteriormente generará un carcinoma invasor.

Asimismo, comentó que los síntomas que van a presentar las pacientes estarán relacionados con la extensión de la enfermedad, y debido a que en las etapas iniciales no hay síntomas, la mayoría de las pacientes acuden a una valoración cuando presentan hemorragias vaginales, flujo fétido persistente, dolor pélvico, síntomas urinarios o gastrointestinales, disminución de peso, anemia y síndromes urémicos, entre otros.Por otro lado, indicó que la prevención primaria del CaCu conlleva la vacunación contra VPH, que en México se encuentra disponible para niñas de quinto año de primaria u 11 años en niñas no escolarizadas; la prevención secundaria consiste en un tamizaje a partir de los 25 años de edad, y la prevención terciaria que es el tratamiento del CaCu, puede ser quirúrgico durante etapas tempranas de la enfermedad, mientras que en etapas localmente avanzadas se ofrece tratamiento con quimioterapia y radioterapia en forma concomitante, y las etapas metastásicas reciben tratamiento paliativo, generalmente con quimioterapia, y recientemente con algunos medicamentos de inmunoterapia.

Durante el Seminario Permanente de Género en Salud, organizado por el Programa de Estudios de Género en Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM, transmitido por Facebook Live y coordinado por el doctor Ariel Vilchis, académico del Departamento de Salud Pública, la doctora Galicia Carmona mencionó que la problemática detectada en México es que una mujer refleja una gran inequidad social debido a un acceso desigual a los servicios de salud y menos recursos para el tratamiento, calidad limitada y escasa infraestructura en áreas rurales y zonas con alta marginación, así como un muy limitado acceso a la prevención primaria e inequidad de género.

Acerca de los determinantes sociales sobre el abandono del diagnóstico y el tratamiento de las mujeres con un Papanicolaou anormal, explicó que el 50 por ciento que abandonan el tratamiento son amas de casa, el 39.6 por ciento son trabajadoras no registradas, y la carga de trabajo doméstico se encuentra entre los principales motivos de abandono; además, compartió que en América Latina la tasa de abandono del tratamiento de una lesión precancerosa o un carcinoma va del 20 al 75 por ciento.

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Andaderas y saltarines: ¿Son realmente efectivos?

En algún momento de nuestra infancia, la mayoría de nosotros utilizamos andaderas y saltarines, dos artefactos que la tradición hacía creer que desarrollaban las habilidades motrices de los bebés de manera más avanzada. Sin embargo, en los últimos años, diversas investigaciones afirman que son perjudiciales para los menores.

Origen de las andaderas y su supuesta utilidad

Desde su aparición en el siglo XIV, las andaderas han sido un aparato de gran ayuda para los padres, ya que, con ellas, el bebé se puede trasladar más fácil de un lugar a otro, se mantiene ocupado y, de cierta manera, da un respiro a sus progenitores para realizar actividades ajenas al cuidado del menor. A pesar de estos beneficios, diversas investigaciones recientes han señalado que su uso provoca daños físico-neurológicos y que eleva las probabilidades de que el menor sufra un accidente.

Estudios sobre los efectos negativos de las andaderas

Los estudios, sobre todo los elaborados en Estados Unidos y Europa, señalan que los bebés que usan andaderas sufren daños en su desarrollo motriz, ya que no cumplen con el ciclo normal para aprender a caminar (gatear, aprender a sostenerse y después dar sus primeros pasos); además, están en posiciones incómodas que les pueden dañar la columna vertebral y pueden sufrir de pie plano, ya que la mayoría de los menores al desplazarse no pisan con el pie completo, sino con las puntas.

Hablamos al respecto con el Dr. Michell Ruiz Suárez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, y él se mostró de acuerdo con lo que sostienen las investigaciones y explicó algunos puntos destacados de las mismas.

“Aprender a caminar es un proceso que necesita del neurodesarrollo, es decir, el bebé tiene que realizar una serie de pasos para lograr este cometido porque, si no, su mente no coordina de manera correcta.

En primera instancia, necesita saber cómo sentarse en una posición erguida y levantar la cabeza; al cumplir con estos dos puntos, requiere dominar mantenerse en pie y posteriormente caminar.

Utilizar este aparato puede inhibir su desarrollo normal porque le quitamos esa parte de entrenamiento físico e intelectual que necesita para aprender a moverse”, señaló.

Riesgos y daños a la columna vertebral y extremidades

Por otro lado, explicó que el daño principal que se le hace a la columna del bebé tiene que ver con que ésta pierde la fuerza que necesita para mantener erguidos los músculos de la pelvis. De igual forma, indicó que los perjuicios también alcanzan las extremidades superiores e inferiores, ya que éstas no se desarrollan de buena forma al no tener la libertad necesaria para moverse.

Accidentes relacionados con las andaderas

Con respecto a los accidentes que pueden provocar las andaderas, diversos artículos han mencionado los riesgos a los que están expuestos los bebés. Con base en ello, la Academia Americana de Pediatría ha sintetizado cuáles son los más frecuentes:

  • Caer por las escaleras: el 74% de los incidentes relacionados con andadores involucraron que un niño se cayó por las escaleras mientras usaba este aparato.
  • Quemarse y/o envenenarse: . El bebé puede acceder a objetos o sustancias peligrosas, como productos químicos de limpieza o fuentes de calor, sin la supervisión adecuada de un adulto.

Desde 2004, Canadá ha prohibido la elaboración y comercialización de los andadores.

Saltarines: ¿son una alternativa segura a las andaderas?

Los saltarines surgieron en el siglo XIX. Al igual que las andaderas, su función principal es distraer al bebé y darles a los padres la libertad de ocuparse en otras actividades sin la necesidad de preocuparse por el menor, ya que este se encuentra en el mismo lugar. A pesar de que pueden considerarse menos riesgosos que las andaderas, tienen los mismos peligros.

Diversas organizaciones enfocadas al cuidado de los niños, como la Fundación para Prevenir Accidentes de Menores en Australia, manifiestan que los principales problemas con los saltarines tienen que ver con que hay nulo desarrollo de los músculos en las piernas, el tronco del cuerpo se desarrolla hacia adelante en vez de erguido, la probabilidad de desarrollar displasia de cadera aumenta y hay riesgo de que el menor pueda sufrir alguna fractura si el producto no está bien sujeto o está sujeto a una puerta (riesgo de sufrir una lesión en la cabeza).

Si bien Ruiz Suárez coincidió en que el uso de saltarines puede tener efectos negativos en los bebés, indicó que estos aparatos pueden ser un buen ejercicio. Sin embargo, en caso de que se deseen utilizar con este fin, pidió a los padres estar al pendiente de los menores para evitar accidentes y usarlos de manera prudente para no provocarles alguno de los daños ya mencionados.

“El saltarín me parece que es más conveniente utilizarlo; la andadera definitivamente no ayuda en el desarrollo de los bebés. En caso de que se use el saltarín, yo recomendaría que sólo se utilice cuando sea necesario. Y es necesario recalcar a los padres que no deben adelantar o saltarse procesos con el fin de que el bebé camine más rápido, porque puede resultar en algo contraproducente”, concluyó.

En conclusión, aunque las andaderas y saltarines han sido utilizados durante siglos para ayudar en el desarrollo de las habilidades motrices de los bebés, investigaciones recientes sugieren que estos dispositivos pueden ser perjudiciales para el desarrollo físico y neurológico de los menores. Es importante que los padres estén informados sobre los riesgos asociados con su uso y consideren alternativas más seguras para apoyar el crecimiento y desarrollo de sus hijos.

Ideas destacadas
  1. Investigaciones recientes cuestionan la efectividad y seguridad de las andaderas y saltarines en el desarrollo de habilidades motrices de los bebés.
  2. El uso de andaderas puede provocar daños físico-neurológicos y aumentar la probabilidad de accidentes en los menores.
  3. Los bebés que usan andaderas pueden sufrir alteraciones en su desarrollo motriz, como problemas en la columna vertebral y pie plano.
  4. Aprender a caminar es un proceso de neurodesarrollo que puede verse afectado por el uso de andaderas y saltarines.
  5. Las andaderas pueden causar debilidad en los músculos de la pelvis y limitar el desarrollo adecuado de las extremidades superiores e inferiores.
  6. Los accidentes relacionados con las andaderas incluyen caídas por escaleras, quemaduras y envenenamientos.
  7. Canadá ha prohibido la fabricación y comercialización de andaderas desde 2004.
  8. Los saltarines también presentan riesgos similares a las andaderas, aunque pueden considerarse como un ejercicio más seguro si se usan de manera prudente.
  9. Organizaciones enfocadas en el cuidado de los niños advierten sobre los problemas asociados con el uso de saltarines, como displasia de cadera y riesgo de fracturas.
  10. Es fundamental que los padres estén informados sobre los riesgos de las andaderas y saltarines y consideren alternativas más seguras para apoyar el desarrollo de sus hijos.