Para los médicos la actual crisis de salud significa un estado de excepción, aun para aquellos que están acostumbrados a las terapias intensivas, donde regularmente las horas de trabajo son largas y hay posibilidad de riesgos biológicos.
Para el doctor Francisco Baranda, subdirector de especialidades Médico-Quirúrgicas del Instituto Nacional de Cardiología (INC) “Ignacio Chávez”, esta pandemia representa para los trabajadores de la salud, un debate de conflictos familiares, personales, morales, éticos. “Uno arriesga su propia seguridad y la de la familia inmediata, lo que obliga a extremar cuidados al máximo y controlar el estado emocional que puede volverse endeble en cualquier momento. Hay que ser autocrítico para detectar cuando se necesita apoyo y ayuda”.
El doctor Baranda refirió que el INC cuenta con un grupo que evalúa la fatiga y el síndrome de Burnout en los médicos, quienes además tienen que seguir protocolos estrictos al salir del hospital para evitar contagios en su familia.
En ese contexto, la situación que viven es una mezcla de muchos sentimientos porque, por un lado, está su deber ético y moral y, por el otro, representan un riesgo a la familia. “Al final el esfuerzo vale la pena, en este tiempo de crisis el trabajo de equipo es esencial y saca lo mejor de uno mismo”.