El rumor como arma política es una acción constante y se utiliza sobre todo a través de los medios de comunicación, se trata de un recurso muy eficiente que puede desgastar los movimientos sociales, destaca Óscar Clavellina, profesor de la Facultad de Psicología.
Antes los rumores se transmitían por medio de cartas, chantajes, declaraciones e incluso a través de magia, pero actualmente las redes sociales son muy eficientes para este fin, acota el entrevistado.
Un ejemplo podrían ser los saqueos que se han dado a raíz del aumento del precio a la gasolina. Algunos afirman que se trata de grupos de choque, los filman y los transmiten por la web, ¿pero qué es lo que hay debajo de todo esto?
Cuando un grupo de 30 o 40 personas saquea un centro comercial, y aunque existan quejas, vandalismo, y la policía sólo arresta a dos o tres individuos se tiene la sensación de que no pasa nada, precisa Clavellina.
“Y finalmente, esto es lo que desgasta a un movimiento con una postura en contra de una política pública, el sentimiento colectivo de este rumor, que por más que marchemos, hagamos o escribamos al respecto, aquí no pasa nada”, concluye.
