Los videojuegos resultan trascendentales en nuestra vida cotidiana en tres niveles: el educativo, de entretenimiento y el mítico en donde le damos sentido a la vida a partir de héroes y hazañas sobrenaturales. No obstante, debemos tener cuidado para no caer en la ludopatía y la adicción, planteó José Ángel Garfias Frías, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En el nivel educativo, destacan los videojuegos como la saga del Profesor Layton, donde el jugador debe resolver acertijos, y también está Brain Age, avalado por el famoso neurocirujano Ryuta Kawashima. En esta categoría aprendemos a pensar y ejercitamos partes del cerebro que comúnmente no usamos.
En cuanto al entretenimiento se encuentra toda la saga de Mario Bros, donde debemos pasar varios niveles llenos de obstáculos y vencer diversos enemigos, agregó el también creador del Centro de Investigación Científica de Videojuegos, Anime, Cómics, Manga y Lucha Libre, La Finisterra.
En el nivel mítico, le damos sentido a nuestra vida con cuestiones épicas, desde donde entendemos el mundo, y a partir de héroes y hazañas sobrenaturales nos formamos una visión de nosotros mismos, añadió el entrevistado. Algunos ejemplos son el Halo o World of Warcraft.
Assassin’s Creed, el juego que gusta a muchos, es un híbrido entre aprendizaje y entretenimiento, dirigido a mayores de 17 años, destacó el académico universitario.
Su éxito radica en que se trata de una ficción ubicada dentro de hechos reales, donde podemos ver unos asesinos interactuar con personajes históricos en lugares también reales. Es un tipo de enciclopedia interactiva, añadió el profesor universitario.
Por su importancia e impacto dentro de la sociedad, Garfias Frías organiza el III Coloquio de Investigadores de Videojuegos que se llevará a cabo el 16 de noviembre en el auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En el evento, estarán presentes especialistas tanto de la Universidad Nacional como de otras instituciones, entre ellos destacan Ruth M. Contreras, especialista de la Universidad de Barcelona, además de la presencia de otras entidades académicas como la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Autónoma de Baja California y especialistas de las facultades de Ingeniería y Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.