Durante el sueño, nuestro cerebro segrega diversas sustancias que nos permiten dormir y despertar de forma adecuada, pero cuando no sucede así podrían causar ciertos trastornos que nos impidan descansar apropiadamente.
Para entender mejor este proceso, UNAM Global entrevistó a Andrés Barrera Medina, especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño, quien explicó que el dormir es un proceso fisiológico natural como son el hambre y la sed, el cual se da durante la noche.
Para descansar necesitamos estar tranquilos y relajados, porque sólo así pueden desarrollarse diversas funciones, como son la memoria y la concentración, destacó el especialista.
Cuando llega la noche nuestro organismo libera melatonina, que entre otras sustancias, nos ayuda a relajarnos e induce al sueño y nuestra temperatura corporal disminuye. Con la luz del sol, la melatonina se reduce y aparece el cortisol, una hormona que libera nuestro cuerpo y nos sirve para despertar y mantenernos alertas, y así la temperatura aumenta.
¿No puedes dormir?
Cuando nos sentimos amenazados y creemos que debemos correr por nuestra vida, en el cerebro se activa una región llamada amígdala, que es la encargada de salvarnos del peligro y manda señales para defendernos. En ese momento, se acelera el corazón y la presión arterial, la sangre corre por todo el organismo y los músculos se tensan, explicó el investigador.
Pero cuando existe un estrés constante o se da un trastorno de ansiedad, la amígdala se activa de forma irregular y habrá un aumento de cortisol –la sustancia que nos mantiene despiertos, alertas y nos salva de las amenazas—, y por lo tanto, surge el insomnio.
Por ello, cuando estamos estresados o preocupados, nuestro cerebro se activa para alertarse, aumenta la temperatura corporal, y produce un exceso de cortisol y adrenalina, en consecuencia, se induce el despertar y no podremos dormir de manera adecuada, concluyó el experto.