Ha pasado una semana desde que la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) se formó en España, afectando gravemente a Valencia, donde se estima que aún hay centenares de desaparecidos y miles de damnificados.
Sin embargo, el remanente de la DANA provocó este lunes lluvias torrenciales que ocasionaron daños en Barcelona y áreas cercanas, lo cual causó la suspensión de trenes de corto, mediano y largo recorrido, el cierre de las principales carreteras y del aeropuerto de El Prat, donde la inundación impidió el uso de las pistas de despegue y aterrizaje.
Para el Dr. Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), la crisis por la “gota fría” en España está llegando a su fin, ya que los pronósticos meteorológicos del Centro Europeo (ECWF) y del Meteocat (Servicio Meteorológico de Cataluña) indican que en los próximos días habrá precipitaciones moderadas a bajas, en comparación con las que se vivieron hace una semana y afectaron severamente a Valencia.
“Las inundaciones de hoy tuvieron una precipitación mucho menor a las que ocurrieron hace una semana en Valencia, que fueron de 500 mm en algunas localidades. Las de hoy oscilaron entre 131 que aunque es un valor alto, es aproximadamente cuatro veces menos. Hubo afectaciones, pero no tan severas, y finalmente se podría decir que lo peor ha pasado”, comentó.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado pérdidas humanas. De acuerdo con Torres Puente, las afectaciones se limitaron a la infraestructura gracias a las alertas enviadas por las oficinas locales de Protección Civil a los habitantes, instándolos a mantenerse atentos a los reportes. Además, se suspendieron actividades, incluyendo el transporte público, y tanto hospitales como universidades cancelaron sus operaciones, reprogramándolas para evitar exponer a sus usuarios.
“Una de las enseñanzas de la tragedia ocurrida en Valencia ha sido la creación de una cultura de prevención ante desastres naturales, la cual esperamos se mantenga en futuros eventos. La gente estuvo muy atenta este lunes y fue consciente de los peligros meteorológicos a los que estaba expuesta”, explicó.
El escenario actual
En Valencia, los trabajos de limpieza continúan, y se prevé que tome tiempo restablecer la normalidad a pesar de los esfuerzos de los equipos de la Policía Nacional y Protección Civil. Hasta el momento, las autoridades han reportado al menos 211 personas fallecidas.
Para dimensionar los daños en esta región, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) informó que en ocho horas cayó un volumen de lluvia comparable con el promedio anual de la zona. Además, la orografía de Valencia exacerbó la catástrofe, ya que las precipitaciones en zonas montañosas del interior generan crecidas y avenidas de agua más peligrosas que las que se registran en las costas.
Ante esta situación, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha solicitado al Gobierno español un paquete de ayudas con 136 medidas y 31 millones de euros para reconstruir Valencia. Asimismo, anunció que se otorgarán 6,000 euros a cada ciudadano afectado.
Por el momento, la prioridad del Gobierno español es salvar vidas, recuperar los cuerpos de las víctimas y restablecer los suministros y servicios básicos lo antes posible.
Por una cultura de prevención
El experto del ICAyCC no descarta que en el futuro ocurran más DANAs, ya que el calentamiento global está aumentando significativamente la temperatura del Océano Atlántico y del mar Mediterráneo, lo cual propicia la frecuencia e intensidad de estos fenómenos. España deberá comenzar a implementar medidas preventivas para mitigar sus efectos.
“Es necesario establecer planes de contingencia y que se informe a la población sobre ellos. Hay muchas lecciones que aprender de esta tragedia, no solo para España, sino a nivel mundial. Necesitamos crear una cultura de prevención alrededor de los desastres naturales”, concluyó.