Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

Detectan dos agujeros negros en máxima proximidad

Imagina dos gigantes invisibles, cada uno más masivo que millones de soles, girando peligrosamente cerca uno del otro. Esto no es ciencia ficción: es la realidad de lo que sucede en la galaxia MCG-03-34-064, donde dos agujeros negros supermasivos están separados por una distancia de apenas 100 parsecs (aproximadamente 300 años luz). En términos cósmicos, esta proximidad es inusual y extraordinaria.

Centro de MCG-03-34-064: dos agujeros negros supermasivos separados por 300 años luz y un cúmulo de gas brillante. Crédito: NASA, ESA, Anna T. Falcão (CfA), J. DePasquale (STScI).

Este fenómeno, observado por el telescopio espacial Hubble y el observatorio Chandra, es el resultado de una colisión entre dos galaxias. Al fusionarse, sus centros —donde residen los agujeros negros— comenzaron a acercarse. Este hallazgo, uno de los sistemas más cercanos detectados, permite a los astrónomos estudiar cómo estas colisiones moldean el universo a lo largo de miles de millones de años.

Un espectáculo luminoso en el centro galáctico

En el núcleo de esta galaxia, tres puntos brillantes cuentan una historia fascinante. Dos de ellos son agujeros negros supermasivos, cuya intensa emisión de rayos X confirma su actividad, mientras “devoran” gas y polvo de su entorno. Este proceso genera una intensa radiación visible incluso a millones de años luz de distancia.

El tercer punto es un cúmulo de gas altamente ionizado, que interactúa con los agujeros negros y forma patrones espectaculares. Además, los científicos detectaron un jet relativista, una corriente de partículas lanzada a velocidades cercanas a la luz por uno de los agujeros negros, visible como una estela azul.

El impacto de estas fusiones en el universo

Cuando dos galaxias chocan y sus agujeros negros se acercan, no solo se reconfigura su estructura, sino que se generan fenómenos con consecuencias cósmicas. Las fuerzas gravitacionales en juego podrían, en etapas avanzadas, provocar ondas gravitacionales, perturbaciones en el tejido del espacio-tiempo que se expanden por el universo. Estas ondas, buscadas por los observatorios LIGO y Virgo, son clave para entender eventos violentos como este.

Además, este tipo de interacciones alimenta el crecimiento de los agujeros negros, haciéndolos más masivos y potentes. Los astrónomos creen que estudiar galaxias cercanas como MCG-03-34-064 es esencial para entender cómo evolucionaron las galaxias y sus agujeros negros en los primeros días del cosmos.

Un vistazo al pasado y al futuro del universo

Este descubrimiento subraya la importancia de combinar herramientas avanzadas como Hubble, Chandra y el Very Large Array. Con estas tecnologías, los científicos pueden analizar el pasado remoto del universo y prever el futuro de la astronomía gravitacional. A través de galaxias como MCG-03-34-064, no solo observamos el resultado de procesos cósmicos que comenzaron hace miles de millones de años, sino que también aprendemos cómo estos eventos seguirán moldeando el universo que habitamos.