El telón virtual se abre para que tú y tu familia disfruten de uno de los géneros artísticos más excitantes pero menos favorecidos por la comunidad latina: la ópera. A través de su programa comunitario, LA Opera estrenó este mes la página web “LA Opera Connects Programas en Español”, un sitio dedicado a promover este arte que muchas veces suele ser considerado para las “élites”, “gente adinerada” o “personas muy cultas”.
En este portal encontrarás videos y podcasts con la historia y datos curiosos de las óperas más famosas de la historia, como “La Flauta Mágica”, de Mozart, o “La Bohème”, de Puccini. Todo explicado de manera sencilla por el crítico musical mexicano Gerardo Kleinburg, quien desde el 2019 ha presentado una serie de talleres en español en el Dorothy Chandler Pavillion, gracias al auspicio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Es algo que nunca se había hecho”, asegura Kleinburg. “La presente alianza entre la UNAM y la ópera de Los Ángeles es un esfuerzo para formar nuevos públicos en español, lo que resulta totalmente coherente en esta ciudad”.
Las charlas pretenden hacer entender al público “cómo se cocina” una ópera: los ingredientes, los procesos, y todo lo necesario para que cuando se atienda a una función en persona, la magia comience.
“La ópera tiene fama de difícil, de que es para viejitos o que resulta aburrida”, dice Kleinburg. “Pero todo eso está completamente equivocado: la ópera sirve para pasarla bien y ponernos en contacto con nuestras emociones. Si te gusta sentir pasión, la ópera es para ti”. El crítico incluso compara muchas obras con canciones de Eminem o con series de televisión, como “Friends”.
Pese a esas afirmaciones, hay quienes aseguran que este género puede resultar intimidante para los latinos.
“Creo que la gente piensa que ir a una función de ópera es pretencioso o que hay que tener un nivel alto de educación y economía: cómo vestirse, qué hacer y qué no, el precio de los boletos, etc.…”, comenta Jessica Rendon, quien ha asistido a múltiples funciones en California.
Tampoco hay que dejar a un lado la barrera del idioma. “La verdad sí me llama la atención pero nunca me he metido a fondo porque casi todo lo que encuentro está en italiano, francés o alemán”, asegura Andrés Uro.
También hace falta acentuar la diversidad desde dentro e incrementar la difusión. En opinión de Héctor Vega, residente de California, no hay muchos referentes del género que sean ampliamente conocidos en los medios de comunicación. “Los latinos no vemos la ópera como parte de nuestro estilo de vida”.
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