En El infinito en un junco Irene Vallejo nos lleva hasta el origen del libro como idea, contar la historia del cuerpo de las palabras, donde resume 30 siglos de existencia de este artilugio del conocimiento, sus mutaciones (de piedra, de tierra, de hojas, de juncos, de seda, de piel, de harapos, de árboles y, en este siglo, de luz), hasta llegar al de papel.
¿Quieres saber más sobre la reconocida filóloga española colaboradora de los periódicos Heraldo de Aragón y El País? No te pierdas la conversación que sostendrá con las escritoras mexicanas Rosa Beltrán y Socorro Venegas, el próximo miércoles 30 de marzo en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM.
Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) nunca ha dejado de asombrarse por la recepción que ha tenido el mundo editorial hacia su obra El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo, mezcla de investigación, autobiografía y ensayo.
El infinito en un junco rinde homenaje no tanto a los autores y las autoras de los libros, sino a todas las personas que, a lo largo de los siglos los han protegido, resguardado, y a quienes se han ocupado de que se amplifique su contenido en diversas lenguas, de descifrarlos: “narradoras orales, inventores, iluminadores, bibliotecarias, traductores, libreras, vendedores ambulantes, maestras, sabios, espías, rebeldes, viajeros, monjas, esclavos, aventureras, impresores”, hombres y mujeres que son “los olvidados, las anónimas.
En El infinito en un junco, que ganó en España el Premio Ojo Crítico de Narrativa 2019 y el Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020, Vallejo también destaca el papel de las mujeres, y afirma que muchos de sus nombres se perdieron por indiferencia
“El infinito en un junco”, ha platicado la autora en distintas ocasiones, “es para mí un homenaje a todas esas mujeres antecesoras, a mis maestras mujeres, al papel intelectual olvidado de la mujer a lo largo de la historia, a mi madre, por supuesto, y también a las mujeres de la oralidad que nunca pudieron, nunca llegaron a aprender a escribir, pero contaron sus historias, fueron las depositarias de la memoria.”
“El libro es el cuerpo de las palabras”, apunta Vallejo. Y el suyo habla de los distintos cuerpos que ha adoptado este objeto para aumentar su esperanza de vida.
La charla tendrá una sesión de preguntas dirigida por Elsa Margarita Ramírez, directora general de Bibliotecas de la UNAM. La entrada es libre, con aforo reducido y bajo los protocolos sanitarios. Posteriormente, la autora firmará libros (uno por persona), en el mismo recinto. Las y los lectores podrán encontrar a la venta El infinito en un junco con un 20% de descuento