Es difícil predecir qué pasará con la economía mundial debido al ingreso de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán al grupo de los BRICS en este 2024.
Además, Cuba y Bolivia han expresado su intención de unirse a esta alianza, explicó Mónika Meireles, investigadora de la Unidad de Economía Fiscal y Financiera del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Este grupo de economías emergentes fue formado a finales de los años 90 por Brasil, Rusia, India y China. Más tarde, en 2011, se unió Sudáfrica, países que en conjunto tenían una mayor participación en la economía mundial, logrando ser un contrapeso frente a las economías desarrolladas como Estados Unidos y Europa. Por primera vez, la presidencia de este grupo durante 2025 la asumirá Brasil.

¿Una moneda del BRICS?
Está claro que existe un desgaste en la hegemonía estadounidense debido a los intentos de mayor protagonismo de otros países, explicó Mónika Meireles, investigadora de la UNAM.
De hecho, la moneda estadounidense sigue siendo una referencia en los contratos y pagos internacionales. Por ello, existen iniciativas y esfuerzos para construir experiencias con mayor autonomía por parte de algunos bloques de países, aunque estos esfuerzos aún son limitados.
La finalidad de este grupo es crear un sistema de pago alternativo al dólar en las compras internacionales, agregó la académica universitaria.
De hecho, cuentan con su propio banco, creado en 2014, para otorgar créditos y financiar infraestructura en los países participantes. Este banco representa una fuente de financiamiento que busca, de alguna manera, desvincularse del dólar.
Por ejemplo, la Secretaría del Tesoro Nacional de Brasil emitió títulos de deuda pública para captar recursos directamente en el mercado chino, una forma de evitar el uso del dólar estadounidense.
Aunque la moneda de Estados Unidos sigue siendo una referencia, el sistema financiero mundial está viviendo una pérdida gradual de la hegemonía estadounidense.
Actualmente, estos países realizan el comercio internacional con contratos en los que predominan los pagos en dólares. Por ello, hay esfuerzos por disminuir la dependencia del dólar como moneda de referencia. Sin embargo, los intentos de otros países para cuestionar esa hegemonía aún carecen de la fuerza suficiente para desafiarla por completo.
En algún momento, se habló mucho sobre la posibilidad de una moneda de los BRICS, pero la iniciativa se detuvo debido a las amenazas de Donald Trump. “Querían establecer una moneda más fuerte que el dólar, tanto para el financiamiento como para su uso en el sistema de compraventa entre sus países”, explicó Meireles.
A pesar de algunos ejercicios para “desdolarizar” las relaciones comerciales, estos no han tenido un impacto significativo en la hegemonía estadounidense.
Por su parte, Javier Milei, presidente de Argentina, ha mostrado una actitud pragmática hacia Estados Unidos y Rusia. Por ejemplo, aceptó una base militar estadounidense en su país mientras también gestionó el ingreso de Argentina a los BRICS.
El caso de Venezuela
Veintitrés países han solicitado ingresar al grupo de los BRICS, entre ellos Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela. Aunque Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, se presenta con una postura de centroizquierda, apoya al gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, este respaldo es mal visto por los formadores de opinión pública, quienes consideran una incongruencia apoyar a un régimen no democrático.
“Apoyar la entrada de Venezuela al BRICS tendría un costo político interno altísimo para Lula da Silva, ya que podría perder votos en las próximas elecciones”, enfatizó la académica universitaria.
Además, las elecciones en Venezuela han estado marcadas por la crisis migratoria, consecuencia directa de su situación económica, agregó la investigadora.
El mandato de Trump y el caso de México
En cuanto a Estados Unidos, habrá que esperar los próximos cuatro años para conocer el rumbo de la política exterior de Donald Trump, quien ha anunciado una tarifa de importación del 25 % sobre productos mexicanos.
Según Trump, esta medida responde a la falta de acción del gobierno mexicano para evitar el ingreso de drogas, especialmente fentanilo, y para combatir el problema migratorio.
Por su parte, México ha apostado por la integración del mercado a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, podría ser momento de diversificar sus socios comerciales y relaciones internacionales.
Un acercamiento a los países latinoamericanos y a alianzas como el grupo de los BRICS podría ser una opción estratégica. Aunque difícil, no es imposible, concluyó la académica universitaria.
La incorporación de Tailandia
El grupo BRICS continúa expandiéndose. A partir del 1 de enero de 2025, Tailandia se unirá como Estado asociado, consolidando una relación que inició en 2017, cuando el país asiático se integró al mecanismo BRICS+/Outreach.
Según informó el Ministerio de Exteriores tailandés, esta invitación fue confirmada por Rusia, actual presidente del grupo, el pasado 28 de diciembre de 2024. El gobierno tailandés aceptó formalmente la invitación el 26 de diciembre, destacando la importancia de fortalecer la cooperación económica y política con este bloque de países emergentes.
Con su adhesión, Tailandia refuerza su compromiso con el multilateralismo y se suma a los esfuerzos del grupo por diversificar las relaciones internacionales y reducir la dependencia del dólar como moneda de referencia en el comercio global.