¿Puede alguien crear un virus que afecte a otro directamente? La respuesta es no, según Carlos Alberto Pantoja Melendez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM. Existe una gran cantidad de información en redes sociales y otros medios que desinforman a las personas más que informar, además de circular una serie de teorías insostenibles.
Al respecto, el investigador universitario recomendó ignorar noticias provenientes de fuentes dudosas y acudir sólo a aquellas confiables como son instituciones académicas, en este caso la UNAM o medios oficiales como la Secretaría de Salud.
Ser críticos
El investigador universitario recomendó ser siempre críticos y cuestionar todo. Por ejemplo, si se tiene una hipótesis se debe descartar todos los panoramas y buscar toda la información para llegar a una plausibilidad. Si esto no es posible, entonces no existe sustento.
Por ejemplo, si tuviéramos un reporte de un laboratorio que perdió cepas de viruela, y en otra región aparecen casos de esta enfermedad, entonces ahí sí existe una fuente de información y se da plausibilidad a la hipótesis.
Pero en otros casos, si no hay información al respecto en algún medio confiable (institución académica o fuente gubernamental), entonces no habrá forma de soportar una hipótesis.
“Pensar en estas ideas impulsadas por nuestros miedos no es muy buena idea y no es correcto”, enfatizó Carlos Alberto Pantoja. Es cierto que existe manipulación en los medios, y por ende hay desconfianza, pero las autoridades sanitarias están muy preocupadas y son quienes mejor información proporcionan.
Todos tenemos cierta atracción por esos temas, pero nos toca ser muy críticos y no desviarnos de lo importante, que es seguir las recomendaciones sanitarias para no contagiarse uno mismo ni a los demás.
Fake news abundan
Para ejemplificar una fake news, Pantoja Melendez recordó un caso en China, en donde algunas “fuentes informativas” publicaron que el virus había sido implantado por los estadounidenses en Wuhan. De acuerdo con esta información los americanos se hospedaron en lugares cercanos y ahí empezó el brote.
“Imagínense que alguien sabe de esto y tiene la capacidad de desarrollar un tipo de agente con esa capacidad, ¿no sabría que el virus se iba a retornar a su país? Justo ahora el mayor problema lo tienen los norteamericanos”.
Cuando se piensa en un ataque de liberación intencionada de agentes biológicos no se lanza en un sólo sitio, dijo el epidemiólogo, es implantado en varias regiones para que surjan varios brotes. “Es muy difícil pensar en un ataque con un diseño de este tipo (un sólo brote)”.
Estadísticamente esta teoría no tiene forma de sustentarse en números, no muestra una intención. “Los epidemiólogos realizamos análisis estadísticos y vemos comportamientos y patrones, en este momento sería muy evidente cuál es el objetivo buscado”.
El virus llegó a todo el mundo y ha contagiado a todos los sectores sociales, desde políticos hasta personas comunes. “Profesionalmente podría decir que no puede ser un virus diseñado como arma, porque nadie está libre de contagiarse”, concluyó.