¿Cómo prepararse para los exámenes oficiales de inglés?

Pepe Herrera

abril 25, 2024

En un mundo tan globalizado como el actual, aprender a hablar inglés es sumamente importante. El inglés es el idioma más hablado en el mundo con más de mil cuatrocientos cincuenta y seis millones de hablantes (trescientos ochenta millones de hablantes nativos y mil setenta y seis millones que lo tienen como segunda lengua). Por tanto, instruirse en este lenguaje representa una oportunidad de desarrollo no solo personal, sino también profesional; de hecho, estudios indican que hablar inglés aumenta un treinta y siete por ciento las posibilidades de encontrar trabajo.

Si bien existen diversas aplicaciones para aprender inglés, dominarlo puede implicar tomar cursos presenciales para potenciar nuestras habilidades comunicativas en el idioma. La prueba determinante es un examen o certificado oficial, que básicamente busca comprobar nuestro nivel óptimo o revelar que necesitamos practicar en ciertas áreas.

En esta etapa, muchos estudiantes tienen dudas, ya que existen varias certificaciones y, en algunas ocasiones, escogen aquella que no corresponde con lo que necesitan o lo que se les pide. Leticia Juárez Ortega, jefa del Departamento de Inglés en la FES Acatlán, nos habló de las distintas certificaciones y cómo podemos prepararnos para incrementar las posibilidades de éxito en las pruebas o exámenes correspondientes. Pero antes, a manera de introducción, hizo una recomendación a los estudiantes que están empezando a cursar la universidad:

“A los jóvenes de nuevo ingreso siempre los invitamos a estudiar inglés, ya sea en los Centros de Idioma de la UNAM o en otro lugar, porque alcanzar un nivel B2, que es un nivel intermedio alto y es el necesario para postularse a alguna beca o estudiar en otro país, toma cinco años (aunque puede ser menos). Si es alguien que ya trae conocimientos, le va a tomar de dos a tres años. Entonces, la sugerencia inicial es no dejar pasar tiempo y estudiar el idioma a la par de cuando ingresen, para que en un futuro esto no sea más complicado”.

Juárez Ortega continuó comentando las principales certificaciones de inglés:

First Certificate in English: que ofrece la Universidad de Cambridge y equivale al nivel B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas. Su aprobación muestra la capacidad de hablar el idioma inglés de manera eficiente en sociedad.

TOEIC: califica el nivel de inglés en entornos laborales, pero desde el punto de vista del inglés estadounidense; mide habilidades de comprensión entre los niveles A1 y C1.

PET: demuestra que dominas los aspectos fundamentales del inglés y posees las destrezas lingüísticas necesarias para un uso cotidiano.

A pesar de que todos estos exámenes evalúan la comprensión auditiva, la expresión escrita y oral y la comprensión de lectura en inglés, cada uno les da más peso a ciertas áreas. Por tanto, es necesario que los jóvenes definan para qué quieren la evaluación (trabajo, intercambio, redacción de material).

“Yo a los jóvenes les sugeriría que, antes de tomar el examen de certificación de inglés, analicen para qué lo requieren. Sobre todo, porque se debe renovar cada dos años y es algo costoso. Entonces, lo principal es tener bien claro el fin de realizar el examen”, dijo Juárez Ortega.

¡A prepararse!

Después de elegir el examen adecuado, lo conveniente es inscribirse a un curso especializado en dicha prueba. Para los estudiantes que no cuentan con esta posibilidad, o para los que sí lo hacen pero quieren reforzar lo que aprenden en clases, la experta universitaria dio las siguientes recomendaciones:

Familiarizarse con el formato del examen. “Ya que esto aumenta hasta el diez por ciento las posibilidades de éxito en el resultado final. Saber a lo que me voy a enfrentar ya me da una ventaja. Si bien podría ser algo que no afecte, se puede presentar estrés ante lo desconocido”.
Practicar el idioma de forma escrita y hablada. “En las páginas oficiales de las certificaciones, vienen exámenes de práctica. Son exámenes de práctica, pero te permiten ensayar la expresión escrita y hablada. Algunos ya pueden calificar tu texto por medio de la IA y te dan retroalimentación.
Conocer el protocolo del examen. “Ya sea que el examen se aplica en un salón o por medio de un aparato electrónico, es necesario conocer el protocolo de aplicación”. Por ejemplo, si tomas el examen en línea, no puedes entrar a otros portales durante el mismo.
Estudiar el idioma no solo en la clase. “Más allá del curso de preparación, debo practicar mi inglés viendo películas, escuchando canciones, viendo noticieros en ese idioma, leyendo textos y libros. Poner especial énfasis en estas dos últimas tareas. Buscar grupos de hablantes nativos, alguien con quien pueda hablar o comunicarme de forma escrita”.
En caso de no obtener los puntos necesarios, no hacer otro examen inmediatamente. “Este tipo de exámenes no son ensayo y error. Es preferible tomarlo con calma, ver en qué aspecto no cumplí y repasar para que más adelante pueda hacerlo mejor preparado”.
No sobrestudiar. “No saturarme estudiando uno o dos días antes del examen. Lo que sé y lo que aprendí debe ser suficiente para que yo pueda obtener mi certificado. Saturarme de información me puede resultar contraproducente”.
Dormir bien y no comer demasiado.
No sobrepensar las respuestas. “El examen tiene un límite de tiempo. Si tengo dudas en alguna pregunta, paso a la siguiente. Si tengo que escribir un texto, debo hacerlo bien a la primera, ya que la duración del examen no permite hacerlo en sucio y después pasarlo a limpio”.

Otros beneficios de hablar una segunda lengua

Aprender inglés puede ser una ventaja para desarrollarse a nivel profesional. Pero cualquier idioma —su aprendizaje y práctica como segunda lengua— contribuye a un mayor desarrollo del cerebro y retrasa la aparición de enfermedades neurodegenerativas.