¿Piensas en la química como algo aburrido? Si es así, es probable que desconozcas las múltiples aplicaciones que tiene en tu vida cotidiana. Imagina un mundo sin química: estaríamos despojados de alimentos, cosméticos, combustibles, agua tratada, textiles y mucho más. No sólo eso, actividades esenciales como la minería, la construcción, la elaboración de medicinas y procesos industriales diversos no podrían llevarse a cabo sin el apoyo de esta ciencia.
Para rescatar la importancia y el encanto de la química, y además mostrarla como un pilar para emprendimientos, Cecilia Espinosa Muñoz, profesora del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente de la UNAM ha creado el taller “La utilidad de la química para emprendedores”. Este espacio educativo no solo busca reforzar los conocimientos adquiridos en las aulas, sino también promover la aplicación de estos saberes para la creación de pequeños negocios.”
El conjunto de aprendices se compone de más de 20 estudiantes agrupados en cinco equipos. Cada equipo se dedica a proyectos variados como la elaboración de helado y palanquetas, maquillaje, lámparas de fuego y la obtención de colorantes naturales a partir de residuos vegetales.
“Previo al inicio de la producción de productos, se lleva a cabo una labor de investigación. Esto permite que los jóvenes comprendan la composición de estos productos, identifiquen las biomoléculas presentes, entiendan si es una mezcla y ubiquen los grupos funcionales, entre otros aspectos”, afirmó Espinosa Muñoz. “Intentamos hacer de la química una experiencia más amena y, afortunadamente, hemos logrado tener éxito”.
Los estudiantes demuestran gran entusiasmo por sus proyectos. Aunque adoptan una actitud profesional al trabajar en ellos, también se dan tiempo para el ocio durante los descansos, espacio que aprovechan para discutir mejoras en sus productos o intercambiar ideas acerca de emprender un pequeño negocio en sus vacaciones de verano.
“La relevancia de este taller radica en que, si alguien quiere estudiar química, física o biología en su etapa universitaria, ya tendrá una visión de la parte experimental y podrá desarrollar sus habilidades. Además, les permite a los jóvenes aprender habilidades que les serán útiles en el futuro. La pandemia nos enseñó que es importante saber emplearse en diversos aspectos y aquí hay un gran nicho de oportunidad”, comentó la profesora.
Aparte de aplicar la química, a los jóvenes se les instruye sobre cómo cotizar el precio de su producto, considerando el material empleado, el tiempo de elaboración y los costos de otros artículos que requieran, como barquillos para los helados o papel para sus palanquetas.
Esta no es la primera vez que la profesora Espinosa Muñoz impulsa una iniciativa de esta naturaleza. Desde inicios de año ha trabajado en diversos cursos. En enero dirigió un taller sobre la elaboración de mermeladas y en febrero, enseñó a hacer talco para pies, explicando a sus alumnos los daños que las infecciones fúngicas pueden causar. Además, el año pasado lanzó el club de lectura “La ciencia en tu vida”.
Debido al éxito, este taller se repetirá el próximo semestre, y ya se tienen en puerta dos proyectos: un bloqueador solar a base de romero y aloe vera, y un lápiz labial. A pesar de que ya hay varios inscritos, la profesora recordó que el taller sigue abierto y puede participar cualquier estudiante sin importar el semestre en que se encuentre, ya que este curso está dirigido a toda la comunidad del CCH Oriente.
Ideas destacadas
- La química es una ciencia omnipresente y fundamental en nuestras vidas cotidianas, implicada en la producción de alimentos, cosméticos, combustibles, agua tratada, textiles y más.
- Las áreas cruciales como la minería, la construcción, la elaboración de medicinas y los procesos industriales requieren de la química para funcionar.
- La profesora del CCH Oriente de la UNAM, Cecilia Espinosa Muñoz, ha creado el taller “La utilidad de la química para emprendedores” para resaltar la importancia y la versatilidad de la química.
- El taller tiene como objetivo reforzar los conocimientos adquiridos en el aula y alentar la aplicación de estos en la creación de pequeños negocios.
- Los estudiantes, organizados en equipos, trabajan en diversos proyectos, desde la elaboración de helados y palanquetas hasta la obtención de colorantes naturales a partir de residuos vegetales.
- Antes de la producción de cualquier producto, se realiza una investigación para entender su composición y los elementos químicos involucrados.
- Los estudiantes, además de aprender química, también desarrollan habilidades empresariales, como cotizar el precio de los productos que elaboran.
- El taller prepara a los estudiantes que desean seguir carreras en ciencias para su etapa universitaria, proporcionándoles experiencia práctica.
- La profesora Espinosa Muñoz ha dirigido proyectos similares en el pasado, incluyendo talleres sobre elaboración de mermeladas y talco para pies, y la creación de un club de lectura.
- A pesar de tener ya varios inscritos para el próximo semestre, el taller sigue abierto para cualquier estudiante del CCH Oriente.