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Axel Bastian: talento joven en la guitarra clásica UNAM

Muchas niñas y niños sueñan con convertirse en futbolistas, cantantes o influencers, pero Axel Bastian Rosales Ascención, estudiante del Ciclo de Iniciación Musical de la Facultad de Música de la UNAM, eligió un camino menos común: la guitarra clásica.

Desde los cuatro años, Bastian mostró una conexión profunda con la música. Al notar su talento natural, su padre, Iván Rosales, decidió apoyarlo. “Lo que buscaba mi papá era que tuviera un pasatiempo y una mejor formación, pero yo tengo un gran amor por la música y la guitarra, por lo que el objetivo que él tenía para mí tuvo que cambiar”, comentó.

Para alimentar esa pasión naciente e incentivarlo a mejorar, Bastian tuvo como primer maestro a su padre, quien le enseñó técnica básica y lectura musical. No obstante, al reconocer que sus conocimientos eran insuficientes para seguir guiando su desarrollo, Iván Rosales buscó apoyo profesional. A los seis años, el joven guitarrista comenzó a tomar clases con un maestro particular.

Los avances que demostró fueron tan notables que, a los ocho años, se convirtió en alumno de Nadia Boríslova, guitarrista y compositora rusa con estudios de maestría y doctorado en música por la UNAM. Convencida del talento de Bastian Rosales, Boríslova lo motivó a participar en concursos.

Una joya en potencia

Bajo la tutela de Nadia Boríslova, Bastian Rosales dio sus primeros pasos en el ámbito competitivo: durante la pandemia de COVID-19, obtuvo una mención honorífica en un certamen en línea celebrado en Costa Rica. Esa participación sentó las bases para el éxito que alcanzó meses después, cuando, con tan solo ocho años, ganó el primer lugar en el Concurso Internacional de Guitarra Clásica realizado en Ucrania, en formato virtual.

Con la reapertura de los escenarios y tras un inicio prometedor, Bastian Rosales comenzó a mostrar su talento de forma presencial. En octubre de 2021, obtuvo el primer lugar en un concurso celebrado en Querétaro y, junto con su maestra, ganó también el primer sitio en la categoría “Maestro y alumno” del Premio Alexandr Matyaev, realizado un mes después. No obstante, esa exitosa dupla se disolvió por motivos personales de la profesora.

A pesar del distanciamiento, la maestra Boríslova solicitó al profesor Juan Carlos Laguna, de la Facultad de Música (FaM), que asumiera la formación de Bastian Rosales. El cambio de mentor no afectó su progreso y los logros continuaron: recientemente, Bastian obtuvo el primer lugar en la edición 2025 del Festival y Competencia de Guitarra de Texas, organizado por la Universidad de Texas en Dallas.

“Él es un chico muy talentoso, y el principal reto al asumir su tutela fue encontrar un equilibrio: no forzarlo, no quemarlo antes de tiempo. Guiarlo con paciencia. Cuando me pidieron hacerme cargo de su formación, acepté porque quería que ampliara su espectro musical. Ser músico no consiste solo en tocar un instrumento y mover los dedos; también implica interactuar con otros alumnos, conocer la historia de la música, formar parte de un coro. Bastian va por un excelente camino y es un orgullo no solo para la Universidad, sino especialmente para nuestra Facultad de Música”, comentó el profesor Laguna.

La FaM UNAM da herramientas y él las aprovecha

Para Bastian Rosales, el reciente premio no solo consolida su dedicación y compromiso, sino que también reafirma el impacto que ha tenido en su formación, tanto en el Ciclo de Iniciación Musical (CIM) de la Facultad de Música de la UNAM como con su actual profesor. Tanto Bastian como su padre reconocen que este acompañamiento ha sido fundamental para su crecimiento y evolución musical.

El Ciclo de Iniciación Musical es una oferta educativa de la Facultad de Música de la UNAM dirigida a niñas, niños y adolescentes de entre 6 y 14 años. Tiene una duración de nueve años y se cursa de manera paralela a la educación básica. El ingreso se realiza a través de dos convocatorias que se publican simultáneamente: una para el área de instrumentistas y otra para el área de canto. Los aspirantes deben presentar evaluaciones correspondientes al área que elijan.

“Este ciclo me parece muy útil para brindar a los alumnos y alumnas sus primeros conocimientos musicales desde una perspectiva académica. Es destacable cómo los maestros los orientan para elegir un instrumento, y cómo les transmiten teoría y otros aspectos que van más allá de simplemente tocar. Contar con el respaldo de una institución como la UNAM y la Facultad de Música siempre facilita el camino”, comentó el padre de Bastian Rosales.

Las clases que Bastian Rosales toma con el maestro Laguna duran aproximadamente una hora —a veces menos, dependiendo de si Bastian ha tenido una presentación reciente— y se desarrollan con una dinámica de ensayo y corrección, donde se identifican áreas a mejorar. El profesor participa activamente: no solo señala imprecisiones, sino que demuestra cómo debe interpretarse una pieza y explica el porqué de sus indicaciones.

“Es admirable lo que hace la Facultad de Música con el Ciclo de Iniciación Musical. La educación musical es una inversión a largo plazo, y que la Universidad abra sus puertas a talento tan joven es algo que sin duda dará frutos, ya sea que los estudiantes continúen en este camino o elijan otro. En Venezuela también se empezó a acercar la música a los jóvenes desde un enfoque académico, y ese proyecto va por buen camino. Por eso es loable que la UNAM y su Facultad de Música se esfuercen por incentivar la música entre niñas y niños mexicanos”, agregó.

Además de su clase semanal con el profesor Laguna, Bastian Rosales toma otras asignaturas como parte del Ciclo de Iniciación Musical, entre ellas ritmo y métrica, melodía y armonía, entrenamiento auditivo, lectura y entonación. Esto implica que debe equilibrar su formación musical con su educación escolar, puesto que a veces requiere ausentarse del colegio. Sin embargo, ha contado con el respaldo de su institución para compaginar ambas responsabilidades. Su padre también le recuerda constantemente la importancia de los estudios. Afortunadamente, además de ser un excelente músico, Bastian Rosales también es un alumno ejemplar, con un destacado desempeño académico.

Hay mucho por hacer y aprender

Aunque ha obtenido más de 30 premios a su corta edad (12 años), Bastian Rosales mantiene una actitud humilde y enfocada. Su objetivo principal no es ganar, sino mejorar cada día. “Actualmente estoy trabajando en la limpieza, el sonido y la musicalidad de las piezas. Disfruto mucho estar en la Facultad, ya que las clases incluyen historia, coro y solfeo. Me gusta competir, pero he aprendido que lo más importante no es el lugar que obtienes, sino demostrar cuánto has evolucionado”, afirmó con convicción.

Para el maestro Laguna, su pupilo aún no ha tocado techo. El profesor destaca el respeto profundo que Bastian tiene por la música y considera esencial recordarle que el camino del aprendizaje nunca se agota.

“Siempre hay algo por descubrir, por mejorar. Esa búsqueda constante es lo que queremos fomentar en él, pero sin perder de vista que también es un niño y necesita momentos de esparcimiento y equilibrio”, comentó. Su padre coincide: apoyar su crecimiento artístico no significa presionarlo, sino acompañarlo, cuidando que su pasión no se convierta en una carga.

Admirador del guitarrista español Paco de Lucía, especialmente de su emblemático tema “Entre dos aguas”, Bastian Rosales sueña con forjar una carrera similar. Por otra parte, agradeció profundamente el respaldo que ha recibido por parte del Ciclo de Iniciación Musical y la oportunidad de desarrollarse en un entorno tan enriquecedor como la Facultad de Música. “Definitivamente soy muy feliz y estoy muy agradecido por estar aquí”, expresó con una sonrisa.

La historia de Bastian es un ejemplo inspirador de cómo el talento, cuando se cultiva con disciplina, apoyo familiar y una guía comprometida, puede florecer desde muy temprano. A pesar de su juventud, su madurez artística y personal lo posiciona como una promesa real en el ámbito de la guitarra clásica.