La investigación sobre las Geobacter sulfurreducens, realizada en la UNAM, ha revelado capacidades sorprendentes de estas bacterias anaerobias. El artículo de Patricia López, publicado en Gaceta UNAM, destaca el trabajo de Katy Juárez López en el Instituto de Biotecnología (IBt), donde se ha estudiado a estos microorganismos durante más de una década.

Las Geobacter sulfurreducens, habitantes naturales de sedimentos acuáticos, tienen la notable habilidad de obtener energía acoplando la oxidación de compuestos orgánicos con la reducción de metales. Este proceso resulta no solo en la producción de electricidad sino también en la capacidad de estas bacterias para descontaminar sitios afectados por petróleo, cromo, vanadio y hasta uranio.
Una característica fascinante de estas bacterias es su capacidad electroactiva. Pueden transferir electrones y generar electricidad, además de reducir metales pesados y tóxicos, convirtiéndolos en menos dañinos. Este doble papel las hace valiosas tanto para la generación de bioelectricidad como para la biorremediación de ambientes contaminados.
En términos de aplicaciones prácticas, estas bacterias ya se están usando en el fondo del suelo marino en tecnologías conocidas como baterías de combustible microbiano. Además, la Geobacter sulfurreducens puede crear nanocables de proteínas, funcionando como cables eléctricos en miniatura, capaces de transferir electrones a grandes distancias.

Recientemente, se descubrió que estas bacterias pueden formar biopelículas de proteína que transmiten electrones a través de la humedad del aire, una capacidad que podría tener aplicaciones futuras en la generación de energía.
En el Laboratorio de Microbiología Ambiental del IBt, Juárez y su equipo investigan la producción de estos nanocables y la regulación de la expresión genética para mejorar la conductividad de las biopelículas. Además, se está aplicando esta tecnología en sitios pilotos de biorremediación en México, incluyendo el río Coatzacoalcos en Veracruz y áreas contaminadas en Guerrero y Guanajuato.
El trabajo del IBt no solo se centra en las aplicaciones prácticas sino también en comprender los procesos genéticos subyacentes que permiten estas notables capacidades, lo que podría llevar a futuras innovaciones en los campos de la energía renovable y la biorremediación.

Ideas destacadas:
- Las Geobacter sulfurreducens pueden obtener energía y descontaminar ambientes mediante la reducción de metales.
- Estas bacterias producen electricidad y tienen un gran potencial en la biorremediación.
- Se utilizan en tecnologías de baterías de combustible microbiano en el fondo marino.
- Pueden crear nanocables de proteínas que funcionan como cables eléctricos en miniatura.
- Capaces de formar biopelículas que transmiten electrones a través de la humedad del aire.
- Se investiga la mejora de la conductividad de las biopelículas mediante manipulación genética.
- Aplicación en sitios pilotos de biorremediación en México.
- Investigación en curso para comprender mejor los procesos genéticos de estas bacterias.
Para más información, puedes consultar el artículo original en: https://www.gaceta.unam.mx/estudian-en-el-ibt-bacterias-que-producen-electricidad/