La Organización Meteorológica Mundial (OMM) calificó al 2019 como el año más cálido del que se tenga registro (1,1° centígrados sobre los niveles preindustriales), “lo que nos lleva a pensar que hay una tendencia a la alza en la temperatura global del planeta, de tal manera que al paso del tiempo, se volverá a marcar un registro máximo de manera sucesiva”, observó Benjamín Martínez López, doctor en Ciencias Naturales por la Universidad de Hamburgo.
En entrevista para Radio UNAM, Martínez López sostuvo que en el Noratlántico, entre la parte norte de Estados Unidos y Europa, la temperatura continúa en franca disminución desde finales del siglo XIX; por el contrario, en zonas como Venecia se ha incrementado mucho más que la temperatura global.
Es decir, hay algunas zonas que se calientan a ciertas tasas, hay otras que se calientan a tasas diferentes, por lo que el gran reto es entender qué sucede.
“Indudablemente, el planeta se está calentando por emisiones de gases de efecto invernadero. Hay zonas que están capturando ese exceso de energía y quizás transportando hacia la parte profunda de los océanos. La densidad de los océanos depende de la temperatura y de la salinidad de esa agua de mar que calienta el agua; esos cambios implican ajustes en las corrientes de los océanos de periodo muy largo, periodos muy lentos que implican ajustar. Esos ajustes ¿para dónde van?, hay muchísimas preguntas que la ciencia debe responder de manera sustentada”.
Para Martínez López no hay duda del calentamiento del planeta, prueba de ello son los llamados “fenómenos extremos”, los cuales se han presentado a través de olas de calor y frío, “los patrones de clima han cambiado de forma brutal”.
El académico expresó que para contrarrestar la situación tiene que revisarse la política actual de nuestro país en el marco de este calentamiento. Abundó que el problema debe verse como una forma de obtener ciertos beneficios, con industrias limpias, energías limpias, etcétera.
“Nosotros tenemos muchísimas fuentes energéticas que están sustentables y no las utilizamos, el sol es una de ellas”, destacó.