Después de casi 40 años, el famoso volcán Mauna Loa de Hawái entró en erupción el pasado lunes 27 de noviembre. Sin embargo, las erupciones de estas islas son muy dinámicas y cambian rápidamente, ¿por qué pasa esto?
Mientras que en México y otros países de Latinoamérica los volcanes surgen por el choque de placas, los de Hawái nacen de unas zonas mucho más profundas, en la interfase del manto inferior, es decir, muy cerca del núcleo externo de la Tierra, explicó Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Dicha situación logra que los magmas, que surgen desde gran profundidad, salgan hasta la superficie. En el caso de la Isla grande de Hawái hay dos volcanes activos que son el kilauea y ahora el Mauna Loa, que no tenía actividad desde 1984. Sin embargo, siempre fue estudiado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
A partir de abril del 2004 comenzó una serie de sismos que indicaban un posible ascenso de material magmático. Desde ese año y hasta el 2007 se detectó una deformación continua de las laderas del volcán de 3 cm. Es decir, se podía observar cómo se inflaba.
Posteriormente, comenzó un descenso en el ritmo de la inflación hasta el año 2010. Los científicos que estudiaron la zona interpretaron el suceso como un cuerpo de magma que había debajo del volcán, y calcularon que estaba a aproximadamente cuatro kms de profundidad con un volumen de 5.5 kms³.
“Se trataba de mucho material, pero no todo el magma emplazado tiene que salir”, dijo el entrevistado. A partir de mediados de noviembre de este año surgieron sismos de pequeña magnitud, es decir, entre dos y cinco kms debajo de la caldera del volcán.
El magma hawaiano
Los volcanes hawaianos se caracterizan por tener una producción importante de flujo. Además, su composición es muy diferente a la de los volcanes resultantes por el choque de placas tectónicas, como lo sería con el Popocatépetl.
Esto se debe al contenido de sílice, que es bastante menor en los hawaianos. Es decir, es menos viscosa, le brinda mayor fluidez y puede salir y moverse con rapidez.
Así, el magma del volcán Mauna Loa (estimado en alrededor de 5.5 kms³) tiene buena calidad de gases para ser fluido, moverse sobre las laderas y llegar a las zonas más lejanas.
Los volcanes hawaianos rara vez tienen eventos explosivos. “Esto no quiere decir que no tengan potencial para una erupción que pueda resultar en la caída de cenizas sobre la vegetación y la infraestructura humana”.
De hecho, se han realizado algunos cálculos (pensando en eventos explosivos de este volcán) y han revelado que podría producirse un espesor de cenizas de entre 3 y 5 milímetros.
“Eso sería en el caso de un evento explosivo del Mauna Loa, pero la probabilidad es muy baja”.
No fue sorpresivo que el volcán erupcionará y esto se debe a la investigación científica. Por ello, es importante el desarrollo de la ciencia básica, que al final de cuentas se convierte en ciencia aplicada para servir a la sociedad. “Es fundamental tanto en Hawai como en México”.
El suceso
El 28 de noviembre se reportó que salía una serie de flujos de lava, pero su fuente productora estaba todavía confinado al interior de la caldera del volcán.
Posteriormente, el 29 de noviembre se informó que los cuerpos de lava salían de la caldera del volcán por unas fisuras del lado noreste por las laderas.
Por ello, el parque nacional y todas las carreteras están cerradas, además la población se encuentra a la espera de alguna indicación del Servicio Sismológico de Estados Unidos para evacuar la zona. Aunque de momento no es necesario.
Sin embargo, se pide a todos los residentes de las poblaciones cercanas se mantengan informados en caso de una mayor eventualidad.