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¿Por qué ocurre la muerte súbita?

  • El sujeto pierde de repente el estado de alerta, se desmaya, no tiene pulso y no respira
  • Ocurre en uno de 100 mil adolescentes y jóvenes

A media cancha, jugando o entrenando se desvanecen y mueren del corazón, casi al instante o días después. Así han muerto varios futbolistas. Todos jóvenes, como David Astori, capitán de la Fiorentina, Dani Jarqui, capitán del Espanyol, Antonio Puerta, del club Sevilla o Marc-Vivien Foe

No solo jugadores de fútbol profesional han muerto repentinamente, también de liga amateur como Raúl Reyes, de 45 años, que en septiembre pasado se colapsó a mitad de partido, en una cancha de tierra de Oaxaca, México.

¿De qué murieron?

Por muerte súbita, un síndrome letal y del que nos habla el doctor Juan Ángel Hernández Escobedo, especialista en medicina de la actividad física y deportiva.

La muerte súbita, explica, sucede en una persona que fue vista sana  o sin presentar sintomatología en las 24 horas anteriores a ese hecho inesperado.

Sucede a consecuencia de causas cardiacas. Hernández Escobedo, adscrito a la Dirección del Deporte de la UNAM (área de  prueba de esfuerzo), señala los síntomas que se presentan en la primera hora son:

  1. El sujeto pierde de repente el estado de alerta.
  2. Se desmaya.
  3. No tiene pulso.
  4. No respira.

“Ahí es cuando hablamos de muerte cardiaca”, apunta Hernández Escobedo.

Prevalencia

Según estadísticas de Estados Unidos y de Europa:

  1. La muerte súbita cardiaca es 10 veces más frecuente que los fallecimientos por accidentes viales.
  2. Ocurre en uno de cada 100 mil adolescentes y jóvenes por año.
  3. Aumenta “muchísimo” conforme a la edad: dos de cada mil personas entre 45 y 75 años, tienen ésta muerte inesperada.

¿Qué causa la muerte súbita?

La muerte súbita afecta tanto a deportistas como a población en general. De acuerdo a dos grandes grupos etarios, hay dos tipos de causa de muerte súbita:

  1. Los mayores de 35 años fallecen regularmente por infarto al miocardio debido a una cardiopatía isquémica. Ateroesclerosis, obesidad, diabetes e hipertensión son enfermedades crónico-degenerativas que pueden promover un infarto por muerte súbita cardiaca.
  2. En menores de 35 años, población en general y deportistas, se presenta miocardiopatía hipertrófica por miocarditis o por una inflamación del corazón por alguna enfermedad congénita o genética o por una fibrilación ventricular idiopática.
  3. Cuando son mayores de 35 años, la muerte súbita es más frecuente en hombres que en mujeres. Cuando éstas llegan a la menopausia, se emparejan. Cuando son menores a 35, “van una a una”, a consecuencia de enfermedades cardiacas congénitas.

Otras muertes súbitas

La muerte súbita por definición es cardiaca. Hay, sin embargo, muerte inesperada por una pancreatitis, aunque no es habitual. Ocurre en una persona sana que no sabía que tenía piedras en la vesícula, presenta dolor abdominal y no se atiende oportunamente. Puede ser causada por una disección de la aorta (arteria principal que sale del corazón).

También hay muerte repentina por hipertensión.  Hay hipertensos que presentan un derrame cerebral y fallecen dentro de las primeras 24 horas de ese evento vascular.

Maniobras de Valsalva

La muerte súbita está relacionada con las maniobras de Valsalva. Son aquellas, explica Hernández Escobedo, donde uno puja y puede despertar reflejos que provoquen una muerte repentina.

La natación está proscrita para quien padece el síndrome de QT largo (trastorno del ritmo cardíaco cuya causa son los cambios en el sistema de recarga eléctrica del corazón). Como nada boca abajo, esa posición puede provocar arritmias y el nadador fallecer.

En la natación y en los deportes “donde se tiene que hacer un pujido muy prolongado, esto puede despertar algunos reflejos y arritmias”.

En el caso de los maratonistas es “una bomba de tiempo” porque hay personas que “nada más se avientan a correr”.

La muerte súbita sucede en maratonistas  mayores de 35 años que no sabían que tenían una cardiopatía u otros factores de riesgo. Por eso han fallecido algunos en el maratón de la Ciudad de México. Éste año murió otro en una carrera en Veracruz.

¿Qué hacer para prevenir?

Antes de ponerse los tenis y salir a correr un maratón, recomienda Hernández Escobedo, es necesaria una revisión médica, que incluya una historia clínica completa, para verificar si hay antecedentes patológicos.

También hay que practicarse un electrocardiograma en reposo, preferentemente acompañado de una prueba de esfuerzo. “En la UNAM realizamos hasta dos mil pruebas”.

Si se detectan factores de riesgo cardiaco, hay que remitir al corredor o deportista con el cardiólogo para que le recete los medicamentos necesarios para una práctica segura del deporte.

Muerte súbita, a la baja

En las últimas décadas, por la industrialización y la globalización, la muerte súbita ha disminuido. Ahora, explica Hernández Escobedo, tenemos tecnología médica (desfibriladores automáticos) y personal más preparado con cursos básicos de RCP (reanimación cardio pulmonar), así como  más difusión sobre qué hacer con una persona que tiene inconsciencia repentina.

Aunque no se está exento de muerte súbita, son muy raros los casos. Y ocurren —asegura Hernández Escobedo— porque el sujeto tiene una enfermedad o condición desconocida o porque pese a haberse realizado todas las pruebas de esfuerzo, historia clínica y exámenes médicos,  la enfermedad cardiaca no se detecta hasta que presenta los síntomas letales.