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Negativa del big pharma a compartir propiedad intelectual de las vacunas, el elefante en la habitación del que nadie habla: OMS

A propuesta de México, el Consejo de Seguridad de la ONU resolvió tomar medidas para lograr una vacunación justa contra la Covid-19 y evitar el acaparamiento por parte del Primer Mundo, algo que Tedros Gebreyesus, director general de la OMS, recibió con optimismo, pero no sin antes señalar que hay un elefante en la habitación del que no se habla: la negativa de las grandes farmacéuticas y laboratorios a compartir propiedad intelectual, tecnología e información sobre cómo producir vacunas a gran escala”.

La inequidad en el orbe ha llegado a tal estado que, a mediados de enero, el doctor Gebreyesus compartía un dato escalofriante: Más de 39 millones de dosis contra el coronavirus se habían administrado en 49 países de altos ingresos y sólo 25 en uno de los más pobres. “No 25 millones ni 25 mil: sólo 25”, subrayaba. Al día de hoy esas cifras se han elevado, pero la proporción de la desigualdad entre quienes tienen poderío económico y las naciones pauperizadas, no.

La resolución del Consejo de Seguridad recién aprobada por la ONU fue planteada por México para evitar el acaparamiento y en ella se pide a los Estados miembro que el acceso a las vacunas sea equitativo, poner un alto al fuego en los conflictos armados para permitir la inmunización, que ésta llegue a los campos de refugiados y se exige mayor financiamiento para la iniciativa COVAX.

Otro punto solicitado es la exención de la propiedad intelectual de las vacunas y no buscar el lucro desmedido con estas preparaciones, ya que éstas podrían acabar, y en el corto plazo, con la pandemia. De no hacerlo, el mundo estaría por experimentar un fracaso moral catastrófico sin precedente, alerta el doctor Gebreyesus.

A fin de acelerar este proceso, México —a través de su Secretaría de Relaciones Exteriores— ha propuesto apostarle al instrumento multilateral Covax para la distribución de los biológicos a fin de revertir la acumulación masiva que están haciendo los países ricos (muchos de los cuales han comprado más dosis de las que les requeriría inmunizar al total de su población).

Cabe señalar que COVAX es la iniciativa de la OMS para el acceso equitativo y oportuno de las vacunas contra el COVID-19 en todo el mundo, la cual apoya el desarrollo de capacidades de fabricación y compra de suministros, con anticipación, de modo que 2 mil millones de dosis puedan distribuirse de manera justa para fines de 2021.

Se estima que las dosis provistas por COVAX deberían alcanzar para cubrir aproximadamente al 20 por ciento de la población de cada país participante; sin embargo —a decir del doctor Gebreyesus—, este objetivo está podría no cumplirse “porque no podemos acelerar el suministro y distribución si los países continúan ricos continúan acercándose a los fabricantes para asegurarse más vacunas, sin importarles si con ello perjudican a las naciones más pobres”.