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Languaricada

Mienten, mienten tus ojitos ¡Mira, mira tan bonitos!

 

Lenguaje y mundo, y necesariamente debe haber correspondencia. ‘Yo soy Laura’, ‘Laura soy yo’. (L = Y; Y= L; el orden de los factores no altera el producto, conmutatividad pitagórica o simetría peana.) ‘Laura’ me nombra y yo soy el referente. [Pero el significado de lo que soy no es ni mi nombre ni que yo sea o aún exista como entidad fenoménica en el mundo: ¿Qué soy yo? ¿Quién? Ni el nombre ni la referencia me contienen toda; démosme predicados:] ‘Yo miento’ y entonces o soy una particular mentirosa o pertenezco a la clase de los mentirosos (o las mentirosas; por si hay subclases de género allá en el mundo de los universales también) o soy una instancia de la mentireidad. [¿Y puedes creerme? Más allá de que si miento, entonces el valor de verdad de todo lo que he dicho es falso.] Porque entre lenguaje y mundo debe necesariamente haber correspondencia y mi mentira es verdad porque es verdad que yo digo mentira: ‘Laura dice yo miento’, es verdad. Pero además se acompaña del a-quién-miento: ‘Laura’ ‘Juan’ ‘mentir’, que si se concatenan pueden resultar o en que ya no mentí sino en que me mintieron o me mienten. [No basta una correspondiente referencia sino que la concatenación, el orden de los factores aquí sí altera el producto: ‘Laura miente a Juan’; ‘Juan miente a Laura’.] “Por eso la unidad mínima de significación es el enunciado”. Pero no cualquier enunciado y por lo tanto optaremos por ‘mienten’ porque con radical criterio empiricista-santotomasino no se puede hablar de lo que no es y no existe (i.e. el pasado), sino sólo y sólo de lo que mis sentidos constatan para hacerlo verificable. Y desde aquí, ¿cómo se puede verificar la mentira? Si ni siquiera, a pesar de todo lo que he dicho, sabes de cierto (certero, sin duda) si puedes creerme o no. Y aún más si te digo que como Humpty-Dumpty “When I choose a word it means what I choose it to mean.” ¿Y entonces que fue primero: mi renombrar las palabras (que para unos ya será mentira) o mi decirte mentira en mi verdad (o acaso verdad en mi mentira) o, simplemente, mi pre-intención de articular palabras para darme sentido y dejarte en el sinsentido? No lo sabremos y nuevamente miento.