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Los cuatro niveles de protección por COVID-19 para el personal médico

 

A poco más de tres meses de haber iniciado la crisis sanitaria por COVID-19, el virus ha avanzado en el mundo. La protección del personal de salud es vital para combatir esta pandemia, ya que representa la primera línea de defensa. Uno de los temas fundamentales es el uso adecuado del equipo de protección, la capacitación debe ser teórico-práctica, se deben realizar los ensayos que sean necesarios, de eso depende la seguridad y de esta forma se evitarán contagios.

En entrevista, la doctora María Eugenia Jiménez Corona, investigadora del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontología y de la Salud de la UNAM, explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la de Salud, en los hospitales hay cuatro niveles de protección.

 La protección inicia desde la entrada de un hospital, donde se realiza un filtro para detectar quién tiene síntomatología respiratoria y quién no.  Quienes valoran a los pacientes en la Unidad de Salud deben utilizar un cubrebocas o mascarilla quirúrgica y tener una constante limpieza de manos.  “Aunque este nivel de protección lo deben de tener todos los miembros de la población”, aseguró la especialista.

El segundo nivel de protección lo lleva a cabo el personal que toma las muestras: harán lavado de manos, utilizarán una bata desechable, preferentemente, guantes, mascarilla N95, gafas de protección y goggles con protección lateral. “Recordemos que el virus también entra a través de las mucosas: ojos, nariz y boca”.

El siguiente nivel se presenta al estar frente a un caso sospechoso por COVID-19, pero que no representa un riesgo. Para los casos con riesgo el personal médico nuevamente debe llevar a cabo lavado de manos con la técnica estandarizada, bata desechable, mascarilla quirúrgica, gafas protectoras, goggles, y guantes estériles.

El último nivel de protección es al estar frente a un paciente confirmado de COVID-19 que está ingresado en una Unidad de Salud y que se le realizará un procedimiento que genera aerosoles. El ejemplo más claro es al entubar a un paciente, donde se requiere la máxima protección, “quienes realizan esta maniobra generalmente son los anestesiólogos o intensivistas”, quienes nuevamente tienen que realizar lavado de manos, bata desechable, mascarilla N95 obligatoria, gogles o mascarilla facial de protección y guantes.

Jiménez Corona señaló que lo más importante de este equipo de protección es saber utilizarlo. “El paso más importante de todo el procedimiento es al momento de quitarlo, porque si no se hace de la manera correcta podemos contaminarnos. Por ello la capacitación debe ser teórico-práctica y hacer ensayos cuántas veces sea necesario, porque de eso depende nuestra seguridad y evitar contagios por SARS-COV2”, finalizó.