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Las plantas de tratamiento de aguas residuales podrían generar electricidad

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Kaunas (KTU), Lituania, están trabajando para mejorar la eficiencia de las células de combustible microbianas (MFC), utilizando para ello fieltro de grafito modificado. Los primeros resultados muestran que el nuevo MFC puede generar un voltaje un 20% más alto que las células normales.

Los últimos 20 años, cerca de tres cuartas partes de emisiones de gases contaminantes causadas por la humanidad han provenido de la quema de combustibles fósiles. El incremento de la polución y una disminución de los recursos energéticos fósiles han animado a los científicos a buscar nuevas alternativas de energía limpia y sostenible. Los MFCs son microorganismos vivos capaces de generar energía limpia a partir de una amplia gama de sustratos orgánicos en condiciones naturales.

“La producción de combustible a partir de microorganismos es probablemente la única tecnología en la que la electricidad se genera a partir de la oxidación de compuestos orgánicos a temperatura ambiente. En otras palabras, no hay necesidad de quemar nada, y el proceso no depende de la luz solar”, dice la Dra. Kristina Kantmnienè, investigadora de la Facultad de Tecnología Química de KTU.

Según investigadores de KTU, la tecnología MFC es única debido a sus aplicaciones multifunción: por ejemplo, pueden utilizarse las aguas residuales y los lodos asociados, recolectados de las plantas de tratamiento de aguas, como alimento para las bacterias. Esto reduciría notablemente el uso de energía eléctrica para su explotación y convertiría a las depuradoras en ecosistemas cerrados. El excedente de energía producido por MFC podría integrarse en la red eléctrica y utilizarse en otros lugares.

Aunque la idea de que los microorganismos pueden generar electricidad fue introducida en 1911, empezó a ser investigada de forma activa en los 2000’s. Grupos de investigadores de todas partes del mundo están trabajando en la tecnología de MFC, intentando mejorar la eficiencia de estos dispositivos.

Los investigadores de KTU están probando las cualidades y la biocompatibilidad de los ánodos MFC, ya que la eficiencia de las células de combustible microbianas depende en gran medida de ellos. En el proyecto interdisciplinario del proyecto “Células de combustible microbianas innovadoras para la producción sostenible de bioelectricidad” (MicroElas), los investigadores diseñaron un prototipo de MFC, que utiliza fieltro de grafito modificado como ánodo.

El grupo de investigación predicen que, aunque dicha tecnología no desplazará a otras fuentes de energía renovable, sí será beneficiosa en las depuradoras pequeñas o en zonas remotas donde el suministro de energía eléctrica está limitado