Explora unam global tv
Explora unam global tv
explorar
Explora por categoría
regresar

La tragedia de la talidomida detonó la farmacovigilancia

  • En los años cincuenta del siglo XX, las embarazadas que consumieron ese fármaco tuvieron bebés sin extremidades o con extremidades cortas, así como con alteraciones óseas y cardíacas.
  • Todos los medicamentos pueden generar reacciones nocivas.

Las reacciones adversas a medicamentos (RAM) no son algo nuevo en la historia de la humanidad. El ejemplo más claro de efecto no deseado de un fármaco es, sin duda, la tragedia causada por la talidomida.

El doctor Omar F. Carrasco, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, cuenta por qué se institucionaliza la farmacovigilancia a partir de esa tragedia.

A finales de los años cincuenta, época con pocas regulaciones para observar el efecto de los medicamentos en pacientes, ocurrió la tragedia de la talidomida.

La talidomida (fármaco alemán comercializado entre 1957 y 1963) “fue pensada para revertir las náuseas de la gente”. Sin embargo, las mujeres embarazadas que la consumieron durante los primeros meses de gestación (usualmente tienen náuseas y vómito), tuvieron bebés sin extremidades o con extremidades “muy cortitas”, así como con alteraciones óseas y cardiacas.

Entonces, para monitorear los efectos de los medicamentos, la Organización Mundial de la Salud creó en los años sesenta el UMC       (the Uppsala Monitoring Centre), nombre abreviado del Centro Colaborador de la OMS para el Programa Internacional de Vigilancia de Medicamentos.

Todos los países afiliados al Monitoring Centre de la OMS (México se afilió “un poquito antes del 2000”) evalúan las RAM en la población y envían la información al sistema de farmacovigilancia de la OMS para su análisis. Y desde ahí se realimenta a todos los sistemas de salud en el mundo.

La OMS pide que haya más o menos 200 notificaciones por millón de habitantes y México cumple “muy a rajatabla”. Por eso, dice el doctor Carrasco, médicos y pacientes deben reportar las reacciones adversas a medicamentos. En México el reporte se realiza a través de la página de nuestra agencia nacional regulatoria, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

Reacción nociva

Reacción adversa a medicamentos, según la OMS, es una reacción nociva que se presenta tras la administración de un medicamento, a dosis utilizadas habitualmente en la especie humana, para prevenir, diagnosticar o tratar una enfermedad, o para modificar cualquier función biológica.

“Todos los fármacos tienen perfiles de seguridad diferentes, y los médicos tenemos que hacer el balance de sus beneficios y riesgos y avisar a los pacientes qué es lo que puede pasar al administrarles el medicamento”.

Los medicamentos con un perfil de seguridad francamente malo y previsible son los antineoplásicos, advierte el doctor Carrasco. En un porcentaje alto, estos fármacos contra el cáncer no distinguen entre células sanas y malignas: matan parejo.

Las RAM de los antineoplásicos son caída del cabello, anemia, disminución de las plaquetas y de las células que combaten a las enfermedades, como los leucocitos.

Una RAM asociada a la aspirina es sangrado gastrointestinal. Las benzodiazepinas para la inducción anestésica o los ataques de pánico, si se usan de forma continua, pueden causar adicción, y síndrome de abstinencia si se descontinúan de manera repentina.

Medicamentos y síndrome metabólico

En México un alto porcentaje de la población es obesa, hipertensa y diabética, condición que se conoce como síndrome metabólico.

Presión alta, alteraciones en la glucosa y elevado peso aumentan el riesgo cardiovascular, asegura el doctor Carrasco. Todos los fármacos para el tratamiento de estas tres condiciones tienen diferente perfil de seguridad. Por ejemplo:

  1. La metformina que se utiliza contra la diabetes tipo 2 puede causar alteraciones gastrointestinales.
  2. El orlistat (inhibidor de la absorción de lípidos), medicamento contra la obesidad, puede generar diarrea oleosa.
  3. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, para tratar la hipertensión, pueden causar tos y angioedema (inflamación severa de las vías respiratorias) que impide que la gente pueda respirar.

En nuestro país hay más reacciones adversas a medicamentos en mujeres, pero esas RAM no son por el género sino por algo cultural. Las mujeres van más al médico y suelen atender con oportunidad sus síntomas, por lo que toman más fármacos que los hombres. A diferencia de las mujeres, que “desde chiquitas” van al ginecólogo, “nosotros somos más dejados”.

Más riesgos con la polifarmacia

La polifarmacia aumenta mucho la probabilidad de reacciones adversas, sobre todo en pacientes adultos que toman más de cinco medicamentos al mismo tiempo: para la hipertensión, la diabetes, la obesidad, el dolor articular, los que sirven para mejorar la función nerviosa y la cognición, así como el complejo vitamínico.

Cada vez que añadimos un medicamento a la terapéutica, dice el doctor Carrasco, tenemos que pensar que las reacciones adversas se pueden diversificar. Por eso hay que decirle al paciente qué debe esperar ante la administración de los medicamentos, y recomendarle evitar la automedicación, ya que algunos medicamentos pueden inhibir el funcionamiento de otro fármaco “y los desenlaces pueden ser malos”.

También te podría interesar:

El resurgimiento de la talidomida

Moléculas derechas e izquierdas