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La piel cayendo a pedazos. Mitos sobre la Lepra

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Nota original de: Ciencia UNAM
Autoras de la nota: Consuelo Doddoli/Jareni Ayala
Fecha de publicación: 1 de octubre de 2021
https://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/173/la-piel-cayendo-a-pedazos-mitos-sobre-la-lepra-

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La lepra es una de las enfermedades más antiguas del mundo.

La primera referencia escrita data del año 600 a.n.e. Durante muchos años se consideró como una enfermedad hereditaria, un castigo de los dioses o una maldición.

Los enfermos eran aislados en colonias y condenados a vivir alejados del resto de la sociedad, por el temor que causaba la posibilidad de contraer la enfermedad, situación que, aunque en menor medida, sigue dándose en la actualidad.

Esta enfermedad afecta principalmente los nervios de las extremidades, la piel, las mucosas de las vías respiratorias superiores y los ojos. Produce úlceras en la piel, daño a los nervios y debilidad muscular. Si no se trata a tiempo puede causar una desfiguración grave y una discapacidad importante, explica la doctora Rosa María Ponce Olivera, profesora del Posgrado en Dermatología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En realidad, el bacilo de esta enfermedad es muy poco contagioso, por lo que es equivocada la creencia de que a un enfermo de lepra se le cae la piel a pedazos.

“Una placa sin sensación, blanca o con un color más pálido que el resto del cuerpo, puede sugerir la presencia de esta enfermedad”, aclara la doctora.

“Para su incubación, más que una condición ambiental, como requieren algunos hongos, es necesaria la predisposición de la persona (algunos individuos carecen de ciertas defensas de linfocitos), y estar en contacto con un paciente que secrete bacilos de Mycobacterium leprae.”

“Con un diagnóstico y tratamiento temprano, la enfermedad se puede curar; además, cuando se trata de forma adecuada, su transmisibilidad es nula. Los pacientes de lepra pueden llevar una vida activa y seguir trabajando durante y después del tratamiento”, aclara la especialista.

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