El control del incendio que consumió una parte “incalculable” del patrimonio del Museo Nacional de Río de Janeiro se retrasó por las condiciones logísticas de los bomberos, que aunque llegaron en 31 segundos al lugar, su trabajo se demoró entre 30 ó 40 minutos por la falta de presión en dos tomas de agua.
“Las dos bocas de incendio más cercanas estaban sin carga”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos Roberto Robadey, que dijo que llegaron con un camión cisterna cargado de agua pero, una vez terminada la reserva, no pudieron usar el suministro público.
Situado en un extenso parque del centro de Río de Janeiro a poca distancia del estadio de futbol Maracaná, el Museo Nacional tiene en sus proximidades un lago que fue usado por los bomberos para extraer agua con el fin de extinguir el incendio.
Con todo, esa operación demoró entre 30 y 40 minutos las tareas, lo que podría haber empeorado las condiciones logísticas para frenar el avance de las llamas en un edificio que contenía material químico y numerosos restos documentales altamente inflamables.
El incendio se inició a las 19:30 horas locales (21:30 GMT) y fue dominado alrededor de las tres de la madrugada, pero en las primeras horas de la mañana del lunes aún se percibían algunas columnas de humo saliendo del interior del edificio.
Los bomberos, que desconocen por el momento la causa del incendio, aseguraron que cuando llegaron al lugar el incendio tenía un tamaño medio.