Rusia impuso recientemente a Google una multa de 20 decillones de dólares (es decir, un 20 seguido de 33 ceros), una cifra prácticamente simbólica e impagable. Para ponerlo en perspectiva, un decillón tiene 33 ceros después del 1, mientras que un millón tiene solo 6 ceros, y un billón, 12. Esta sanción equivale a más de 190 trillones de veces el producto de la economía mundial en 2023, una cantidad tan elevada que resulta incobrable en la práctica. La multa responde a la censura en YouTube de canales pro-rusos, como Sputnik y RT.
La multa original, impuesta el 9 de diciembre de 2023, era de 45 mil dólares; sin embargo, el monto fue aumentando al llevar el caso a un tribunal ruso.
Para conocer más sobre el tema, UNAM Global entrevistó a Paulo Leal, académico e investigador del Centro de Estudios del Orden Global (CESOG) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, y a José Escárcega, profesor de la misma institución.
“Las autoridades de Rusia saben que se trata de una cantidad impagable; más bien buscan visibilidad, demostrar que también tienen tecnología y que pueden sustituir a Google por otras herramientas,” afirmó Paulo Leal.
El objetivo no es monetario, sino una forma de plantear una narrativa alternativa a la de los medios dominantes. Rusia no espera cobrar la multa; su finalidad es exponer la falta de compromiso con la libertad de expresión que muestra YouTube al censurar estos canales.
El papel de Google
Paulo Leal describe esta situación como una especie de “nueva edición de la Guerra Fría,” en la que medios como YouTube deben alinearse con los intereses del país americano.
“En Estados Unidos se promueve la libertad de expresión, pero solo cuando conviene a las políticas del Pentágono,” comentó Leal. Acorde al académico, los medios estadounidenses evitan posturas que desafíen su narrativa, especialmente en temas como la guerra de Ucrania.
Actualmente, la capitalización bursátil de Google es de cerca de dos billones de dólares, y esta situación no ha afectado significativamente su valor. “Antes del 30 de octubre, el precio de las acciones estaba en 182 dólares por acción. Hoy, 5 de noviembre, abrieron a 169,” explicó José Escárcega, profesor investigador de CESOG.
Estados Unidos y China dominan con sus plataformas, por lo que “Rusia quiere ser un jugador en el ámbito tecnológico.”
Rusia presente en la tecnología
Rusia ha enfrentado restricciones en el acceso a plataformas tecnológicas, incluso en el caso de software libre como Linux, lo cual ha impulsado al país a desarrollar su propia tecnología.
Un ejemplo es el navegador Yandex, que cuenta con más de 100 millones de descargas y, en algunas herramientas de búsqueda, incluso supera a Google. Por ejemplo, Yandex permite la búsqueda inversa de imágenes y detecta dónde han sido utilizadas sin autorización.
Sin afectación
Hasta ahora, esta situación no ha afectado ni la capitalización ni la cuota de mercado de Google, gracias a contratos importantes con fabricantes de smartphones y otras empresas tecnológicas.
Sin embargo, Escárcega advierte que Google podría enfrentar competencia seria si no innova frente a rivales como Yandex, Bing y Amazon. “Los inversionistas de Google deberían prestar atención a estos jugadores, tanto externos como internos,” añadió Escárcega.
Consecuencias
Esta disputa refleja un proceso de fragmentación en la hegemonía estadounidense, mientras países como Rusia y China avanzan en el ámbito tecnológico y mediático.
Para Paulo Leal, las sanciones podrían llevar a Google y otros medios de comunicación a revisar sus políticas de censura y libertad de expresión.
“Los usuarios son quienes tienen la decisión final; pueden manifestarse en contra de la censura y utilizar otras alternativas. No solo los canales estadounidenses censuran; los chinos y los mismos rusos también lo hacen.”
“Internet es una fuerza productiva, como lo fue la prensa escrita en el siglo XIX, pero tiene la ventaja de funcionar a nivel mundial y en tiempo real,” enfatizó José Escárcega.
Sin embargo, el internet no es un medio de comunicación neutro, ya que está bajo control, y si existe una cuestión política adversa, habrá censura,” concluyó Paulo Leal.