México está en una etapa de sana distancia o distanciamiento social, únicamente las personas que necesiten salir por cuestiones laborales o de emergencia deben estar en las calles. Para los demás, hay una estrategia en donde las actividades no esenciales han disminuido, por lo que debe actuarse con responsabilidad y conciencia, señaló María Eugenia Jiménez Corona, profesora y tutora del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud de la UNAM.
No sólo es importante el papel que juegan las instituciones, lo esencial es qué hará la población. “Las recomendaciones están, pero si éstas no son acatadas de manera puntual por parte de la población esto no funciona”, destacó.
Jiménez Corona precisó que ejemplo de lo anterior es la infografía que presentó el doctor Malaquías López Cervantes, en donde se resalta la importancia de este resguardo o distanciamiento que tenemos en nuestras casas.
Una persona infectada puede contagiar a 2.5 personas, “esas personas a 2.5 y vamos a tener un total de 406 personas. En eso radica la importancia de que todos sigamos las recomendaciones de estar en nuestras casas y no asistir a lugares conglomerados, y la principal recomendación, elemento que tenemos para la prevención, es el lavado de manos. Muchas veces me han preguntado ‘¿cuántas veces me debo lavar las manos?’ Todas las veces que sea necesario”.
Indicó que otro punto importante y que ha generado dudas en la población es si se deben utilizar o no cubrebocas o máscaras de protección N95.
“Las mascarillas quirúrgicas, que son los cubrebocas normales, se recomiendan únicamente en aquellas personas que cuiden a un enfermo o que ya tengan la enfermedad o síntomas respiratorios para que no contagien a otros. Las mascarillas N95 de alta eficiencia deben estar limitadas a personal de salud que atiende a pacientes sospechosos o confirmados con coronavirus. Es muy importante esta recomendación, dado que usar un cubrebocas no es algo simple. Si no lo usamos de manera adecuada nosotros mismos podemos contaminarnos, por ejemplo, si uno usa un cubrebocas y se lo quita de manera inadecuada y posteriormente lo guarda en su bolsa o en su mochila y lo vuelve a sacar, eso ya está sucio”, concluyó la académica universitaria.