Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) están alcanzando niveles alarmantes en México. La Secretaría de Salud estima que el 25% de los adolescentes en el país padece de algún tipo de TCA en diferentes grados. Sin embargo, menos del 10% de estos jóvenes está recibiendo el tratamiento que necesitan.
A medida que nos adentramos en esta crisis, se vuelve crucial entender cuáles son estos trastornos, cómo los identificamos y qué podemos hacer para prevenirlos y tratarlos. Entre los más conocidos se encuentran la anorexia y la bulimia, pero también existen otros como el trastorno por evitación de la ingesta, la pica, el trastorno por atracón, y la ortorexia.
Influencia de la pandemia y cambios en los hábitos alimentarios
La pandemia de COVID-19 ha agravado la situación, cambiando de manera radical nuestros hábitos alimentarios. El confinamiento ha facilitado el consumo de alimentos ultraprocesados, disponibles rápidamente a mano, sin tener en cuenta su calidad nutricional. De igual forma, se ha incrementado la exposición a pantallas y a una avalancha de información, a veces de fuentes poco fiables, que pueden alimentar expectativas poco realistas sobre el peso y la apariencia física.
Estos cambios se suman a las causas multifactoriales que subyacen a los TCA, que pueden incluir factores neurobiológicos, socioculturales y familiares. Además, situaciones traumáticas o comorbilidades como la depresión, ansiedad y baja autoestima, pueden desencadenar y reforzar estos trastornos.
Las consecuencias de los TCA y la necesidad de atención
En su peor versión, los TCA pueden tener consecuencias mortales. Sin embargo, incluso en ausencia de tales extremos, los trastornos pueden causar una serie de alteraciones psicológicas y físicas, que pueden afectar la vida cotidiana del paciente. Familias y seres queridos a menudo se encuentran en la difícil posición de querer ayudar, pero sin saber cómo hacerlo.
La falta de atención y recursos dedicados a los TCA en México es un factor preocupante. A diferencia de otros países, en México los seguros de salud raramente cubren estos trastornos, lo que agrava el problema.
Ideas destacadas
- Un estimado del 25% de los adolescentes en México sufre de algún tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).
- Los TCA son multifactoriales y pueden ser exacerbados por factores socioculturales, neurobiológicos y familiares.
- La pandemia de COVID-19 ha alterado los hábitos alimentarios, aumentando la exposición a alimentos ultraprocesados y a información engañosa sobre alimentación y peso.
- Los TCA pueden tener consecuencias fatales y alterar significativamente la vida de los afectados y sus familias.
- En México, la falta de recursos y atención a los TCA es un factor preocupante.
- El tratamiento y la prevención de los TCA requiere un enfoque multidisciplinario e incluye la educación y la concientización.
- El 2 de junio, Día Nacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, es un recordatorio de la importancia de enfrentar estos trastornos.