¿Se puede hacer literatura con lo que antes se contaba al calor del brasero o en voz baja al pie del altar? Juan de Dios Peza y Vicente Riva Palacio demostraron que sí. Ambos autores, célebres por su obra periodística, poética y política, se propusieron rescatar del imaginario popular aquellas historias que, durante siglos, poblaron las calles de la Nueva España.

Vicente Riva Palacio (1832-1896), a quien Clementina Díaz y de Ovando describió como “bardo y guerrero”, fue también novelista, cuentista, historiador, periodista combativo y satírico, y una de las figuras literarias más representativas del siglo XIX mexicano. Por su parte, Juan de Dios Peza (1852-1910), médico de formación, poeta popular y diplomático, compartió con Riva Palacio no solo una amistad, sino también la inquietud por registrar la tradición oral de su tiempo.
Bajo el seudónimo compartido de Cero, ambos comenzaron a publicar, en enero de 1882 y en el diario liberal La República, una serie de relatos en verso conocidos como Tradiciones y leyendas mexicanas. Las primeras cinco aparecieron entre el 2 de enero y el 27 de marzo de ese año, y más adelante se reunieron en un volumen con catorce narraciones inspiradas en hechos sobrenaturales, sucesos trágicos y creencias populares.
Descarga Cultura UNAM nos ofrece ahora tres de esas leyendas en formato sonoro: “Don Juan Manuel”, “La mujer herrada” y “La Llorona”, interpretadas por la voz de Guillermo Henry. Estas versiones pueden escucharse en cualquier dispositivo electrónico, y representan una forma accesible y cautivadora de acercarse a este clásico del costumbrismo mexicano.
“Don Juan Manuel” relata la historia de un noble español avecindado en la Nueva España, quien, víctima de los celos y de una sospecha incubada en el silencio, comienza a asesinar a quien pase frente a su casa cada noche. Su penitencia, dictada por la justicia divina, lo convierte en símbolo del crimen redimido y en nombre de una calle que aún se recuerda con respeto.
“La mujer herrada” es quizá la más inquietante: un sacerdote que rompe sus votos, un herrador llamado de madrugada por dos enigmáticos hombres para colocar herraduras a una mula negra, y un desenlace trágico en el que la joven amante del clérigo aparece muerta… y herrada como bestia. Los religiosos, tras examinar el cuerpo, concluyen que fue convertida en mula por voluntad divina, y castigada en vida por su transgresión.
“La Llorona”, por último, es la leyenda más conocida del repertorio nacional. Sin embargo, en la versión de Peza y Riva Palacio adquiere matices trágicos: Luisa, mujer joven y hermosa, es abandonada por el hombre que amaba. En su desesperación, mata a sus hijos y muere ajusticiada. Desde entonces, se escucha su grito en la ciudad, condenada a vagar por la eternidad.
Tradiciones y leyendas mexicanas no solo recoge el imaginario popular: lo transforma en poesía, lo dota de estructura literaria y lo preserva como testimonio cultural. Escucharlas hoy, en voz alta, es participar de un ritual que hermana la literatura con la oralidad, la historia con la emoción, y el pasado con la tecnología.