La Tormenta Tropical Fabio, formada en el océano Pacífico el 5 de agosto, se espera que se disipe en máximo tres días, predijo Ignacio Arturo Quintanar, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.
Sin embargo, en Guerrero, Oaxaca y Nayarit, se prevé la formación de pequeñas tormentas a lo largo de la costa y un oleaje intenso en la superficie del océano. Actualmente, la tormenta se desplaza hacia el oeste y norte, y de continuar así, no afectará a México.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN), el pasado 15 de mayo inició la temporada de ciclones tropicales en el Océano Pacífico y se prevé que termine el 30 de noviembre. Hasta ahora se han formado seis sistemas de los 18 pronosticados.
¿Cómo se forma una tormenta tropical?
Una tormenta tropical se forma cuando la temperatura de la superficie del océano rebasa cierto umbral, que oscila entre 27 y 29 grados Celsius. Esto genera flujos de vapor de agua que mantienen la circulación de las tormentas. Eventualmente, si hay suficiente rotación, se generan las condiciones adecuadas para que se forme un huracán.
Los científicos pueden prever cuando una tormenta tropical no se convertirá en un huracán: cuando el viento tiene distintas formas de flujo en diferentes alturas y cuando hay una diferencia muy grande entre los niveles superiores e inferiores, se destruye un huracán, y así se forma lo que llaman “cizalla”.
Sin embargo, cuando la cizalla es muy débil, es decir, que no se pueden medir diferencias significativas en el viento a distintas alturas, hay una alerta porque puede desarrollarse un huracán.
En este caso, debido a que el Pacífico se encuentra en fase de “Niña”, se espera que la cizalla sea débil y no favorezca la formación de huracanes, explicó el académico universitario.
Cuando se está en la fase de “Niña” se espera que en el Océano Atlántico haya más huracanes que en el Océano Pacífico, es decir, depende de la cuenca.
¿El cambio climático afecta?
En los últimos años ha habido una mayor intensidad y frecuencia de los huracanes, no tanto en el Océano Pacífico, pero sí en el Océano Atlántico y en el Golfo de México.
Es verdad que el cambio climático aumentó la temperatura global y afectó al Océano Atlántico. Sin embargo, para saber si es responsable de estos cambios (tanto de intensidad como de frecuencia) se necesitarían más datos, ya que sólo se tienen registros de los últimos 60 años. “Tendríamos que ver muchísimos casos para definir bien una respuesta”, explicó.
Poner atención a este tipo de eventos
La sociedad en México ha cambiado muchísimo y las autoridades ponen más atención a este tipo de eventos que han causado varios estragos, comentó el académico universitario.
Sin embargo, es necesario que las universidades y autoridades se coordinen a través de sus instrumentos para entender con mayor eficiencia estos fenómenos.
La meteorología es una ciencia relativamente joven en México, que comenzó en la década de los 60, y comparado con otros países sudamericanos estamos muy atrasados, concluyó el académico universitario.