De marzo a agosto, se espera que la temporada de tornados esté activa en México, según el Dr. José Francisco León Cruz, investigador de la Unidad Académica de Estudios Territoriales Yucatán, del Instituto de Geografía de la UNAM.
León Cruz señaló que los primeros registros de estos fenómenos en el país datan del siglo XVI. Sin embargo, en los últimos años han cobrado relevancia debido a la gravedad de los efectos provocados por algunos de estos eventos. Algunos de ellos fueron el tornado que afectó Ciudad Acuña, Coahuila, en 2015, dañando cerca de mil viviendas y causando la muerte de al menos 14 personas, y el que azotó Piedras Negras, en la misma entidad federativa, en 2007, cobrando la vida de 10 personas y dejando más de 100 heridos.
“Un tornado es una columna de aire que gira violentamente y se extiende desde el suelo hasta la base de una nube cumuliforme. Se forma en condiciones de tormentas severas. Estas condiciones generan la formación de nubes de gran altura, que pueden originar estos fenómenos”, explicó el experto.
De acuerdo con el investigador, en México se presentan dos tipos de tornados: los de supercelda y los de no supercelda, siendo estos últimos los más comunes. Los tornados de supercelda son de gran tamaño, con vórtices enormes que giran a alta velocidad y vientos capaces de destruir ciudades. En contraste, los tornados de no supercelda son más pequeños, de menor duración y con menor intensidad de viento. No obstante, León Cruz advirtió que estos tornados también pueden causar daños significativos en las viviendas y otras infraestructuras.
Aunque la actividad de tornados comienza a registrarse en marzo, debido a la transición del invierno a la primavera, es en mayo cuando se observa un aumento en su frecuencia. De junio a agosto, la actividad se vuelve más regular, y en septiembre empieza a disminuir.
Zonas más propensas a tornados
Respecto a las zonas más propensas a estos fenómenos, el especialista universitario indicó que se concentran principalmente en el Eje Volcánico Transversal, que abarca la Ciudad de México y los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, Puebla y Veracruz. Sin embargo, los tornados más intensos se han registrado en el noroeste del país, específicamente en el norte de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León.
Medidas de seguridad ante tornados
Los tornados son fenómenos meteorológicos extremadamente peligrosos, por lo que se deben tomar medidas de seguridad específicas para proteger vidas y propiedades. León Cruz recomendó las siguientes acciones antes, durante y después de un tornado:
Antes del tornado: Mantente informado sobre las alertas meteorológicas y ubica un refugio cercano. En caso de que las autoridades comuniquen que puedes permanecer en tu hogar, identifica un lugar seguro dentro de él para resguardarte y asegura objetos sueltos en el exterior.
Durante el tornado: Si todavía no estás en el refugio, acude a él de inmediato, procurando no acercarte demasiado al fenómeno. Si vas a permanecer en tu hogar, resguárdate en el lugar seguro previamente identificado.
Después del tornado: Revisa si hay cables eléctricos caídos o fugas de gas y evalúa los daños estructurales antes de regresar a tu hogar.
La dificultad de predecir tornados
A pesar de los avances en tecnología útil para la meteorología, la formación de un tornado es impredecible.

Sin embargo, León Cruz explicó que los meteorólogos pueden identificar condiciones atmosféricas que aumentan la probabilidad de su formación, como la inestabilidad atmosférica, cambios en la dirección y velocidad del viento o la misma formación de las nubes de tormenta, todo ello mediante imágenes satelitales y radares.
Por esta razón, pidió a la población estar alerta y tener un plan de acción en caso de emergencia.
Tornados y cambio climático: ¿tienen relación?
El cambio climático está afectando la intensidad de fenómenos como las olas de calor y los huracanes. En cuanto a los tornados, el especialista universitario indicó que, aunque no existe suficiente evidencia para confirmar la influencia del cambio climático, en las últimas dos décadas se ha registrado un aumento en la cantidad de tornados en México, aunque dentro de los promedios históricos, que varían entre 40 y 50 eventos anuales.
“El aumento en los registros podría explicarse por los avances tecnológicos, ya que ahora todos tenemos acceso a dispositivos móviles para capturar imágenes o videos de tornados y compartirlos en plataformas, lo que facilita la recolección de datos. Sin embargo, sigue siendo complicado determinar si el cambio climático tiene un impacto directo en su frecuencia”, añadió.
Actualmente, León Cruz trabaja en un proyecto para analizar si el cambio climático está afectando la frecuencia de los tornados en el país, con el objetivo de entender con mayor claridad su comportamiento y mejorar las medidas de prevención.
Los tornados en México son fenómenos meteorológicos que han adquirido mayor visibilidad en los últimos años debido a eventos destructivos que han dejado huella en las comunidades afectadas.
Aunque su predicción precisa sigue siendo un desafío, es fundamental que la población esté preparada y alerta para minimizar los riesgos asociados.
A medida que los avances tecnológicos continúan, el monitoreo de estos eventos se vuelve más eficiente, pero también es crucial seguir investigando la relación potencial entre el cambio climático y la frecuencia de los tornados para poder anticipar y mitigar sus impactos en el futuro. La educación y preparación ante estos fenómenos son esenciales para salvar vidas y proteger el entorno.

Ideas destacadas
- La temporada de tornados en México se extiende de marzo a agosto, con mayor actividad en mayo.
- Existen dos tipos de tornados en el país: los de supercelda, más destructivos, y los de no supercelda, más frecuentes pero también peligrosos.
- Las zonas más propensas a tornados incluyen el Eje Volcánico Transversal y el norte de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León.
- Se recomienda a la población seguir medidas de seguridad antes, durante y después de un tornado.
- A pesar de los avances tecnológicos, la formación de tornados sigue siendo impredecible.
- No hay evidencia suficiente para confirmar que el cambio climático influye en la frecuencia de tornados, aunque su monitoreo ha mejorado.
- La educación y preparación son clave para minimizar riesgos y salvar vidas en caso de tornado.