El tabaco y la marihuana son sustancias adictivas que pueden generar consecuencias negativas en el organismo humano. Sin embargo, en torno a ellas circulan varios mitos. Uno de los más comunes es la idea de que la marihuana es menos dañina por ser una planta natural. ¿Realmente es así?

En entrevista para UNAM Global, Horacio Tovalin , académico del posgrado del área de salud del trabajo de la FES Zaragoza, explicó que el tabaco está estrechamente vinculado con enfermedades cardiovasculares y con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), ambas entre las principales causas de muerte en México. Aunque el impacto poblacional de la marihuana es menor y menos estudiado, su humo también puede dañar los pulmones y contribuir al desarrollo de EPOC en consumidores habituales.
“Si una persona consume humo de cualquier combustible orgánico no resulta inocuo, ya que afecta los pulmones y favorece el riesgo de infarto.”
— Horacio Tovalin, académico, FES Zaragoza
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica: un riesgo compartido
El consumo de tabaco y marihuana puede desencadenar EPOC, una enfermedad pulmonar que provoca un bloqueo persistente del flujo de aire y dificulta la respiración. Esta enfermedad incluye dos cuadros principales:
- Enfisema pulmonar: destrucción de los alvéolos, reduciendo el intercambio de oxígeno.
- Bronquitis crónica: inflamación persistente de los bronquios, con exceso de mucosidad y tos crónica.
Tabaco: más que un riesgo respiratorio
El tabaco ha sido objeto de numerosos estudios que han permitido conocer a detalle sus efectos, principalmente a nivel respiratorio y cardiovascular:
- Cáncer de pulmón: 8 de cada 10 casos están relacionados con el tabaco.
- Problemas cardiovasculares: favorece infartos, arritmias y obstrucción de arterias y venas.
- Sistema nervioso y salud bucal: afecta el sueño, la memoria, la atención y la regulación emocional; aumenta el riesgo de enfermedad periodontal y pérdida de dientes.
Durante la pandemia, ser fumador se asoció con mayor gravedad en los cuadros de COVID-19. En años recientes, la adicción al tabaco ha aumentado en mujeres, y se ha vinculado con mayor riesgo de cáncer de mama, especialmente en jóvenes.

Aunque la hoja de tabaco es natural, los cigarrillos comerciales contienen aditivos y químicos que facilitan la combustión y liberan sustancias tóxicas y cancerígenas, como alquitrán, monóxido de carbono y nicotina.
“Aunque la hoja de tabaco es natural, los cigarrillos comerciales liberan compuestos altamente tóxicos al quemarse.”
— Horacio Tovalin, académico, FES Zaragoza
Cannabis: efectos comprobados y mitos
La cannabis ha sido menos estudiada que el tabaco debido a su prohibición histórica. Recientemente se ha legalizado en algunas partes de Estados Unidos y Europa, lo que ha permitido nuevas investigaciones.
Contrario al mito de que es inocua por ser natural, la marihuana puede causar:
- Dependencia (afecta a 1 de cada 10 usuarios; hasta 17 % si se inicia en la adolescencia).
- Problemas de memoria y deterioro cognitivo.
- Alteración de las funciones ejecutivas (planificación, control de impulsos).
- Riesgo de ansiedad y depresión.
El consumo frecuente también se asocia con bronquitis crónica, inflamación de vías respiratorias y enfisema. Aunque no existe evidencia concluyente de que fumar cannabis cause cáncer de pulmón, el humo contiene compuestos potencialmente cancerígenos y sí provoca daño pulmonar.
Tabaco y cannabis: inflamación de vías respiratorias
La tráquea conduce el aire hacia los bronquios, que lo distribuyen hasta los alvéolos, pequeños sacos donde se realiza el intercambio de gases. Cuando se inhalan humos como los del tabaco o la marihuana, las vías respiratorias y los alvéolos pueden inflamarse y dañarse, reduciendo el paso del aire y favoreciendo la obstrucción pulmonar.
Este daño depende del patrón y la cantidad de consumo: no es igual fumar un cigarro ocasional que una cajetilla diaria, ni consumir cannabis de manera esporádica que habitual.
La dosis hace al veneno
El riesgo para la salud depende en gran parte de la cantidad consumida y la duración del hábito. En el caso del cáncer, el tabaco es uno de los carcinógenos más potentes conocidos: incluso pequeñas cantidades aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.
¿Cuál genera más dependencia?
La nicotina del tabaco produce una dependencia física y psicológica intensa, que provoca ansiedad y síndrome de abstinencia al intentar dejarla. La cannabis también puede generar dependencia, aunque con menor frecuencia y gravedad.
Recomendaciones finales
Tanto el tabaco como la marihuana impactan significativamente la salud mental y física, especialmente cuando se consumen desde edades tempranas. La mejor recomendación médica es evitar fumar cualquiera de las dos sustancias para reducir riesgos de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y alteraciones cognitivas.
