Este jueves 20 de junio a las 14:50 horas entrará el solsticio de verano. Este será el día más largo del año, con una duración de luz de 13 horas. ¿Por qué ocurre esto? La Tierra gira sobre su eje con una inclinación que causa las estaciones, explicó Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
A lo largo del año, distintas partes de la Tierra reciben los rayos del Sol de manera directa. Por ejemplo, cuando el polo norte se inclina hacia el Sol, es verano en el hemisferio norte, mientras que en el polo sur es invierno. Por el contrario, cuando el hemisferio sur se inclina hacia el Sol, es verano allí y en el norte es invierno.
El término “solsticio” proviene del latín y significa “sol quieto”. Esto se debe a que parece que el Sol no se mueve en el cielo en estos días. El fenómeno ocurre cuando el Sol está más cerca o más lejos de uno de los hemisferios terrestres, aumentando la duración del día en una parte del planeta y disminuyéndola en la otra, explicó la astrónoma.
Durante estos días, parece como si el Sol no se moviera del cielo, permaneciendo fijo hacia el norte. En invierno, ocurre algo similar, por lo que se llama solsticio de invierno, y ambos solsticios ocurren en junio y diciembre.
A lo largo del año, hay dos días en los que la duración del día y la noche es igual, es decir, 12 horas. Estos días se llaman equinoccios y siempre ocurren en marzo y septiembre.
En la cultura
Todas las grandes culturas celebran el día del solsticio con fiestas especiales. Por ejemplo, en Islandia, el Sol ilumina su territorio durante la noche, permitiendo a las personas visitar los glaciares a medianoche.
En Stonehenge, uno de los sitios arqueológicos más antiguos del mundo, el Sol sale o se pone detrás de unas esculturas especiales, atrayendo a multitudes de turistas para presenciar el espectáculo.
En Suecia, se fabrica una cruz adornada con flores para celebrar el verano, cuando las plantas empiezan a crecer y el frío del invierno ha pasado. En Puerto Rico, las personas nadan por la noche debido a que el mar está fresco.
En México, es tradición visitar los sitios arqueológicos mesoamericanos más importantes, desde Teotihuacán hasta Chichen Itzá.
“La astronomía es fabulosa y debemos disfrutarla como turistas, pero también debemos cuidar la naturaleza”, concluyó la académica universitaria.