Es un error suponer que la actividad sexual en los adultos mayores se acaba, pero hay personas que así lo viven. Tener 55, 60 o 70 años no significa ponerle fin a la vida sexual activa, “desde que nazco hasta que muero la actividad sexual es posible en mi vida, nunca en la misma intensidad, pero siempre y hasta el último suspiro”, afirmó Patricia Kelly, periodista egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Para la especialista en temas sexuales de la vejez, la sexualidad se asocia mucho con la reproducción, es cierto que el deseo disminuye ya que no es tan intenso como cuando se tiene 30 años, “pero ni viejitos rabo verdes ni viejitas cougar, nuestra sexualidad no ha desaparecido”.
Hay enfermedades o momentos en esta etapa que limitan esta actividad, pero no la vejez. Para la periodista con trayectoria en la radio, la sexualidad no solamente son coitos consumados, sino toda la experiencia alrededor, “no todo es bailar danzón en La Ciudadela, ¿qué hago entonces si soy hija del rocanrol?”.
Para la autora de Salud sexual para todos, debe romperse con ese estigma, envejecer es un reto creativo, aún existe el derecho al placer a esa edad y debe seguirse experimentando, “abrázame, las arrugas no se pegan”, refirió la periodista.
No es cierto que en esta etapa no importa nada, nos gusta bailar, estar con amigos, compartir ya que esa actividad social y sexual nos lleva a tener calidad de vida y a tener activo el cerebro, “hay que hablar en voz alta de esto, sexualidad es vida”.
Sin embargo, existen condicionamientos que limitan a hombres y mujeres, hay estigmas sociales que recaen más en las mujeres, “si continúo con mi vida sexual probablemente me dirán: viejita cuatro letras, pero no sucede lo mismo para los hombres, a ellos les aplauden”.
El hecho de que seamos viejas con una historia de 70 años no me cancela el derecho a seguir experimentando el afecto y el placer que nos brindan las relaciones sexuales o la expresión de mi sexualidad, a través de las palabras, los olores, en vestirse para salir, “eso también es vivir la sexualidad y sensualidad”.
Kelly advirtió que escuchar al cuerpo es lo más importante, los cambios hormonales bajan el deseo de hombres y mujeres y aseguró que quien vive en pareja tiene más posibilidades de vivir unos años extra, “quien tiene actividad sexual produce sustancias benéficas para todo el cuerpo que los hace sentir de buen humor y queridas”.
Finalmente, Kelly apuntó que aunque en esta etapa ya no hay el riesgo de un embarazo, no debe dejarse de lado la protección, “el condón es el gran aliado”, así como evitar las relaciones toxicas y dañinas y diferenciar el amor del deseo, “el tiempo que viene es de nosotras”, finalizó.