La Sala Nezahualcóyotl, joya arquitectónica y acústica situada en el corazón del Centro Cultural Universitario de la Ciudad de México, celebra su historia desde su inauguración el 30 de diciembre de 1976. Concebida por un equipo de expertos liderado por el ingeniero Francisco De Pablo Galán y el arquitecto Orso Núñez, con la colaboración del especialista en acústica Christopher Jaffe, esta sala se ha convertido en el hogar de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Autónoma de México, destacando entre las mejores salas de concierto en América Latina.
Con una capacidad de dos mil ciento setenta y siete espectadores, su diseño único en forma redonda facilita una experiencia íntima entre la orquesta y el público, sin barreras visuales, centrando la atención en la majestuosidad de las presentaciones musicales. La sala está adornada con símbolos históricos de la universidad, desde el logotipo de la Real y Pontificia Universidad de 1551 hasta el escudo actual propuesto por José Vasconcelos en 1921.
Innovaciones como el plafón de acrílico y las paredes en zig-zag mejoran su renombrada acústica, distribuyendo el sonido de manera óptima para que cada asistente disfrute de una experiencia sonora inigualable. Este templo de la música fue el resultado de la visión del director Eduardo Mata y el apoyo del rector Guillermo Soberón, quienes vieron la necesidad de crear un espacio digno para la orquesta universitaria.
Además de ser un centro para la música, la Sala Nezahualcóyotl ofrece un mirador desde donde se pueden admirar obras significativas del movimiento artístico del geometrismo estético, como “La variante de la llave de Kepler” y “Cóatl”, entre otras, en el paseo de las esculturas. Estas piezas, integradas al paisaje, invitan a la reflexión sobre la relación entre el arte, la ciencia y el entorno natural.
La Sala Nezahualcóyotl no solo es un escenario para la música sino también un punto de encuentro entre diversas formas de expresión artística, consolidándose como un pilar cultural no solo para la comunidad universitaria sino para toda América Latina.